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UNICEF: Consejos de seguridad para olas de calor

Consejos de seguridad para olas de calor

Aprenda cómo ayudar a mantener seguros a sus hijos y a su familia en condiciones de calor extremo.

Las olas de calor son todo menos divertidas bajo el sol. El calor y la humedad extremos pueden resultar extremadamente incómodos y plantear graves riesgos para la salud, especialmente para los bebés, los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos. Sin tomar las precauciones adecuadas, el calor extremo puede provocar un golpe de calor y, peor aún, la muerte. Como resultado del cambio climático, las olas de calor son cada vez más largas, más frecuentes y más graves. 

A continuación se ofrecen algunos consejos de expertos para ayudar a mantener segura a su familia durante una ola de calor, cómo reconocer los signos de insolación y qué acciones debe tomar si es necesario.

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Datos sobre la ola de calor

Datos sobre la ola de calor: una niña bajo el sol
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UNICEF: En Brasil, trabajadores sanitarios laboran sin descanso para llevar vacunas a niños y niñas

En Brasil, trabajadores sanitarios laboran sin descanso para llevar vacunas a niños y niñas

Cruzan ríos y ciudades para llegar a los que más los necesitan

Cada vez que Dynnhyfer de Souza contribuye a proteger la salud de un niño o niña, se emociona profundamente. “Me parece muy conmovedor ver a la gente haciendo cola para que la vacune”, explica esta técnica en enfermería residente en la ciudad brasileña de Baturité, en el estado de Ceará. “Dicen que vacuno con delicadeza, y eso es muy gratificante».

En estos momentos, los esfuerzos que realizan los trabajadores sanitarios como Dynnhyfer de Souza son especialmente importantes. En Brasil, la cobertura de inmunización de los niños y niñas menores de cinco años lleva descendiendo desde 2015, lo que aumenta enormemente el riesgo de que los niños contraigan enfermedades que se pueden evitar con las vacunas, como la poliomielitis y el sarampión. La situación empeoró durante la pandemia de COVID-19, puesto que a las familias les resultaba aún más difícil acceder a los servicios de salud pública. Además, se produjo un aumento de la reticencia a la vacunación que también ha influido en ese retroceso.

Sin embargo, en el país se observan algunas señales alentadoras. Por ejemplo, en el caso de la vacuna contra el sarampión, la cobertura nacional ha pasado de un 73% en 2021 a un 81% en 2022. Aún falta para alcanzar la tasa de cobertura del 91% lograda en 2019, antes de la pandemia de COVID-19.

Si se considera la media de las diferentes vacunas sistemáticas, Brasil está mejorando y se recupera

La situación de Brasil refleja alguna de las tendencias observadas a escala mundial en materia de protección de la infancia contra enfermedades que pueden ser mortales gracias a las vacunas sistemáticas que los niños necesitan para disfrutar de una vida saludable.

Según los datos recientemente publicados por UNICEF y la OMS, tras el mayor descenso continuo de la vacunación sistemática en una generación (en gran medida por causa de la pandemia de COVID-19), hay señales de recuperación. Sin embargo, esa recuperación es desigual. Las tasas de vacunación están aumentando en unos pocos países, pero en la gran mayoría, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, las tasas de cobertura se han estancado o, lo que es aún peor, siguen cayendo.

Los nuevos datos indican que las regiones de Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental experimentan una sólida recuperación. No obstante, en algunas zonas de las Américas que llevaban mucho tiempo sufriendo descensos de la cobertura en la vacunación antes de la pandemia, esa tendencia se ha mantenido.

Para seguir impulsando las tasas de vacunación, es absolutamente necesario invertir de forma continua en campañas de inmunización. En el pequeño municipio brasileño de Baturité, UNICEF y sus aliados están desarrollando un programa piloto que está llevando las labores de vacunación más allá de los hospitales.

Dynnhyfer de Souza, una enfermera que lleva 12 años trabajando en la atención médica infantil, sale del Servicio de Salud para dirigirse al Centro de Educación Infantil Rocilda Germano Arruda de Baturité, en el estado brasileño de Ceará, donde va a vacunar a niños y niñas menores de cinco años.

Dynnhyfer de Souza participa en el desarrollo de una de esas campañas de extensión en el Centro de Educación Infantil. En un solo día, suministró 27 vacunas a 21 niños y niñas. “Cuando quieren vacunarse conmigo, me están demostrando que les gusta cómo trabajo y eso hace que me esfuerce aún más para darles el mejor servicio”.

La enfermera Dynnhyfer de Souza suministra la vacuna oral contra el rotavirus a Ângelo, el bebé de dos meses de Taviana de Lima. Cuando nació, Ângelo no recibió las primeras vacunas porque no estaban disponibles en el hospital. Al regresar a casa, Tatiana se sintió desbordada y le resultó imposible acudir a un centro de salud para las vacunas.

A Samuel le faltaban tres vacunas. El niño de cuatro años sonríe tras recibir una vacuna contra la fiebre amarilla que le ha suministrado la enfermera Dynnhyfer de Souza en el Centro de Educación Infantil Rocilda Germano Arruda de Baturité, en el estado brasileño de Ceará.

La labor de Dynnhyfer de Souza y la campaña de mayor alcance en la que está participando han logrado importantes resultados. Al término de la campaña de Baturité, que tuvo lugar de mayo a noviembre de 2022, se había vacunado a más del 95% de los niños y niñas de la ciudad (durante la campaña o antes) contra la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles.

Llegar a la infancia de Manaos, la puerta de entrada a la selva amazónica

Los últimos datos mundiales muestran que, en el año 2022, se registraron algunas tendencias positivas. Por ejemplo, en todo el mundo, hay 2,5 millones menos de niños y niñas cero dosis, que son los niños que no han recibido ninguna dosis de vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina. Sin embargo, la realidad es que alrededor de uno de cada cinco niños y niñas nunca ha sido vacunado o no ha recibido todas las vacunas que necesita, lo que significa que no se ha beneficiado de la inmunización sistemática total o parcial. Esos niveles no se habían visto desde 2008.

Para llegar a esos niños y niñas, es necesario desarrollar campañas y estrategias de vacunación adaptadas a la situación de cada comunidad. Así ocurre en la ciudad de Manaos, situada a orillas del río Negro, en el noroeste de Brasil. La ciudad es la capital del Amazonas, un vasto estado que abarca parte de la selva amazónica. La propia ciudad cuenta con una población de más de dos millones de habitantes, pero está rodeada de zonas extremadamente remotas, por lo que es necesario aplicar distintos métodos y utilizar medios de transporte ingeniosos para llevar las vacunas que necesitan los niños y niñas.

Es muy habitual ver a Lindalva de Freitas, trabajadora sanitaria comunitaria en Manaos, recorriendo las calles de la ciudad, subiendo y bajando cuestas, haciendo equilibrios en puentes de madera improvisados y, cuando es necesario, cruzando el río en canoa. Todo para llevar servicios de salud a niños y niñas hasta sus propias casas.

 

Bruna de Souza Costa y Paulo Henrique, su hijo de seis años, residentes en el lago de Puraquequara, reciben la visita de la agente de salud comunitaria Lindalva de Freitas, que comprueba la tarjeta de vacunación del niño y les da instrucciones para las consultas pediátricas.

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UNICEF: Historia de los Derechos del Niño

Historia de los derechos del niño

Las normas internacionales avanzaron notablemente durante el siglo pasado. Entérate de los logros más importantes

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UNICEF: El año más frío del resto de su vida

El año más frío del resto de su vida

Proteger a la infancia frente al impacto creciente de las olas de calor

La crisis climática se está acelerando con rapidez, lo cual trae consigo olas de calor cada vez más prolongadas, intensas, extendidas y frecuentes. Cerca de 559 millones de niños ya están expuestos al aumento de la frecuencia de las olas de calor y casi 624 millones de niños están expuestos a otro de los tres indicadores del calor extremo: la larga duración de las olas de calor, la gran intensidad de las olas de calor o las temperaturas extremadamente altas.

El presente informe aporta aún más pruebas de que los niños y niñas están en la primera línea de la crisis climática.

Según las previsiones, en el año 2050 casi todos los niños y niñas del planeta –más de 2.000 millones– deberán soportar olas de calor más frecuentes, tanto si en dicha fecha el mundo alcanza un escenario de “bajas emisiones de gases de efecto invernadero” con un calentamiento estimado de 1,7 °C, como si se da un escenario de “emisiones muy elevadas de gases de efecto invernadero” con un calentamiento estimado de 2,4 °C.

Estas conclusiones subrayan la necesidad urgente de adaptar los servicios destinados a la infancia a medida que se revelan las inevitables consecuencias del calentamiento global. Asimismo, el informe defiende una mayor reducción de las emisiones con el fin de prevenir los peores efectos del resto de manifestaciones del calor extremo. Millones de niños más quedarán expuestos a olas de calor muy intensas y a temperaturas extremadamente altas, en función del grado de calentamiento global que se alcance. Para 2050, los niños de las regiones septentrionales enfrentarán los aumentos más drásticos en cuanto a intensidad de las olas de calor, mientras que, en África y Asia, casi la mitad de todos los niños y niñas estarán expuestos de manera constante a temperaturas extremadamente altas.

El calor es especialmente nocivo para la salud de los niños y afecta a su educación y su subsistencia futura. Los países deben actuar ahora para:

Proteger a la infancia frente a la devastación climática adaptando los servicios sociales.

Preparar a todos los niños y niñas para que puedan vivir en mundo con una nueva situación climática.

Priorizar a la infancia y los jóvenes a la hora de asignar financiación y recursos relacionados con el clima.

Prevenir una catástrofe climática reduciendo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el calentamiento global en 1,5 °C.

Casi todos los países están sufriendo olas de calor variables. Las acciones que cada gobierno emprenda ahora determinarán la supervivencia de quienes son los menos responsables de esta crisis: nuestros niños, niñas y jóvenes.

Autor: UNICEF

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/informes/el-ano-mas-frio-del-resto-de-su-vida

 

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UNICEF: #ReforzarLaInmunidad

#ReforzarLaInmunidad

Una campaña mundial para llegar a los niños y niñas que han dejado de recibir vacunas

Millones de niños y niñas en todo el mundo han dejado de recibir las vacunas de rutina durante la pandemia de COVID-19.

Como consecuencia de ello han reaparecido enfermedades que hasta ahora habían estado bajo control, tales como el sarampión, la poliomielitis o la difteria.

Ha llegado el momento de poner al día a estos niños y niñas con las vacunas que no han recibido y #ReforzarLaInmunidad para protegerlos a ellos, así como a sus familias y a sus comunidades.

El problema

Durante la pandemia de COVID-19, hemos asistido al mayor retroceso continuado de las tasas de vacunación infantil en una generación.

Durante la pandemia de COVID-19, casi 67 millones de niños y niñas dejaron de recibir las vacunas de rutina que los mantienen a salvo de enfermedades mortales.

Este retroceso se produjo debido a la incapacidad de los programas de vacunación sistemática para llegar a tantos niños y niñas como antes. Con la pandemia se interrumpieron los servicios sanitarios, se cerraron los centros médicos y se paralizaron las importaciones y exportaciones de viales, jeringuillas y otros suministros médicos. Por su parte, las familias se vieron afectadas por los confinamientos y no podían desplazarse con facilidad, al tiempo que se daba prioridad a los recursos financieros y al personal médico en la respuesta frente al COVID-19.

En estos momentos estamos viviendo las predecibles consecuencias de todo ello. Algunas enfermedades que pueden prevenirse con vacunación, como el cólera, el sarampión y la poliomielitis, están irrumpiendo justo en los países donde los niños y las niñas no han sido vacunados.

La solución

Existe una solución. Las campañas de vacunación de rescate a gran escala son una opción inmediata para proteger a los niños y niñas que no han recibido sus dosis en años anteriores.

Se trata de un primer paso importante para ayudar a las comunidades y a los sistemas sanitarios a recuperarse de la conmoción provocada por la pandemia. Las vacunas protegen a las familias y a las comunidades —a todos, en definitiva— de brotes epidémicos capaces de traspasar las fronteras nacionales, sobrecargar los sistemas sanitarios y paralizar nuestras economías y sociedades, tal y como tuvimos ocasión de ver durante la pandemia de COVID-19.

El trabajador de la salud Ghada Ali Obaid vacuna a Aheen Fahd, de 5 años, durante una campaña de vacunación contra la polio en Yemen.

Llamamiento a la acción de UNICEF

Los países con un elevado número de niños y niñas que no recibieron algunas o todas las vacunas sistemáticas durante la pandemia deben reasignar fondos y restablecer la inmunidad.

  • Reasignar fondos. El dinero sobrante de la respuesta a la COVID-19 se encuentra todavía en fondos nacionales, regionales y mundiales. Dichos fondos deben reasignarse urgentemente y canalizarse hacia actividades de inmunización sistemática, empezando por aquellos países con el mayor número de niños y niñas que no han recibido vacunas.
  • Restaurar la inmunidad. Los gobiernos deben dar prioridad y comprometerse a atender a los niños y niñas que no han recibido vacunas a través de campañas de vacunación de rescate destinadas a restablecer su inmunidad, acabar con las muertes infantiles evitables y prevenir nuevos brotes epidémicos. Se trata de un primer paso importante en lo que debería ser un plan a largo plazo destinado a retomar los esfuerzos en materia de vacunación tras la pandemia y reforzar la atención primaria de salud.

 

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UNICEF: Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Seis violaciones graves de los derechos de la infancia en tiempos de guerra

Así es como los niños se han convertido en el principal objetivo de los conflictos armados

Asesinatos, mutilaciones, secuestros, violencia sexual, reclutamiento en grupos armados y ataques a escuelas, hospitales e instalaciones de agua esenciales: los niños que viven en las zonas de conflicto de todo el mundo siguen sufriendo ataques a una escala aterradora.

Para monitorear, prevenir y frenar con mayor eficacia los ataques contra los niños, el Consejo de Seguridad de la ONU identificó y condenó las siguientes seis violaciones graves contra los derechos de la infancia en tiempos de guerra: el asesinato y la mutilación de niños; el reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados; los ataques a escuelas y hospitales; las violaciones y otros actos de violencia sexual contra los niños; y la denegación a los niños de acceso a la ayuda humanitaria.

El derecho internacional humanitario obliga a las fuerzas y grupos armados a tomar medidas para proteger a los civiles, incluidos los niños, que son especialmente vulnerables en tiempos de guerra.


Leer: 25 años de conflictos armados y la infancia: Actuar para proteger a los niños y niñas en la guerra


 

Mali. Una niña desplazada se apoya en una muleta para caminar.
UNICEF/UN0332638/Rose
Una niña camina con una muleta en un campo de desplazados en Sévaré, Mali.

1. El asesinato y la mutilación de niños se producen cuando los niños son el objetivo directo o indirecto de los ataques, y puede incluir acciones como la tortura. La muerte y la mutilación de niños pueden producirse como consecuencia del fuego cruzado, las minas, las municiones de racimo, los artefactos explosivos improvisados u otros dispositivos, o en el contexto de operaciones militares, demoliciones de casas, campañas de búsqueda y captura o atentados suicidas.

Por todas estas razones, el uso de armas explosivas, especialmente en zonas pobladas, sigue teniendo un efecto devastador sobre los niños. Solo en 2020, por lo menos el 47% de todas las víctimas infantiles lo fueron debido a las armas explosivas y los restos explosivos de guerra. Entre 2005 y 2022 se confirmaron más de 120.000 casos de niños muertos o mutilados en conflictos armados.

Dos niños ex soldados se abrazan
UNICEF/UN0202141/Rich
Dos niños participan en una ceremonia para liberar a niños de las filas de grupos armados en Yambio, Sudán del Sur.

2. El reclutamiento y el uso de niños por parte de fuerzas y grupos armados se refiere al reclutamiento o alistamiento forzoso o voluntario de niños en cualquier tipo de fuerza o grupo armado. Los niños siguen siendo reclutados y utilizados por las partes en conflicto a un ritmo alarmante. Las fuerzas y grupos armados reclutan a niñas y niños para que desempeñen diversas funciones, como combatientes, cocineros, porteadores, mensajeros y espías, o para explotarlos sexualmente.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 105.000 casos de niños reclutados y utilizados por grupos de beligerantes, pero es probable que el número real de casos sea mucho mayor. Los Grupo de Tareas de las Naciones Unidas en el país sobre vigilancia y presentación de informes, o sus equivalentes, han confirmado el reclutamiento y el uso de al menos 1.000 niños por país en al menos 15 países durante este periodo.

Un grupo de niños en un salón de clases
UNICEF/UN0300571/Filippov
Una niña mira hacia arriba en un salón de clases en el este de Ucrania.

3. Los ataques a escuelas y hospitales implican el ataque a instalaciones educativas o médicas con el objetivo de destruirlas parcial o totalmente. Las escuelas y los hospitales deben ser espacios protegidos donde los niños se sientan seguros, incluso en tiempos de conflicto. Sin embargo, los repetidos ataques a estas instalaciones ponen de manifiesto el impacto catastrófico de los conflictos armados sobre los derechos de los niños, incluidos los de la educación y la salud.

Entre 2005 y 2022, las Naciones Unidas confirmaron más de 16.000 incidentes, entre los que se incluyen ataques directos o indiscriminados contra instalaciones educativas y sanitarias y personas protegidas, como estudiantes y niños hospitalizados y personal médico y escolar.

Estos ataques no sólo ponen en peligro la vida de los niños, sino que también interrumpen su aprendizaje y limitan su acceso a la atención médica, lo que puede tener efectos permanentes en su educación, sus perspectivas económicas y su salud en general.

Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.
UNICEF/Kokic
Una niña presiona su mano contra la malla de alambre de una ventana en Nigeria.

4. La violación y otros tipos de violencia sexual contra los niños también incluyen la esclavitud sexual o la trata de personas, la prostitución forzada, la esterilización, el embarazo o el matrimonio forzados, o la explotación o el abuso sexual de los niños. En algunos casos, la violencia sexual se utiliza intencionadamente para humillar a la población u obligar a las personas a abandonar sus hogares.

Entre 2005 y 2022, las partes beligerantes violaron, casaron a la fuerza, explotaron sexualmente y perpetraron otras formas graves de violencia sexual contra al menos 16.000 niños y niñas. Sin embargo, debido al estigma asociado con la violación y la violencia sexual en muchos lugares, los casos de niños víctimas de violencia sexual en los conflictos no se denuncian con la frecuencia suficiente. La violencia sexual afecta de forma desproporcionada a las niñas. Entre 2016 y 2020, las niñas representaron el 97% de los casos.

Un niño mira por una ventana en Sudán del Sur
NICEF/UN0202117/Rich
Un niño que fue secuestrado por un grupo armado mira por la ventana de un centro de cuidado infantil apoyado por UNICEF después de ser liberado en Sudán del Sur.

5. El secuestro de niños y niñas se refiere a la captura, la detención o la desaparición forzada de un niño, ya sea temporal o permanentemente. Tanto si es intencionadamente violento como si se trata de ejercer represalias, de infundir miedo a la población o de reclutar por la fuerza o explotar sexualmente a los niños, el secuestro es una de las violaciones más extendidas que se cometen contra los niños en situaciones de conflicto armado.

Entre 2005 y 2022, se confirmó que al menos 32.500 niños fueron secuestrados por las partes en conflicto. Los varones representan las tres cuartas partes de los secuestros de niños confirmados. Sin embargo, las niñas también corren el riesgo de ser secuestradas, especialmente con fines de violencia y explotación sexual. En muchos casos, los niños secuestrados son también víctimas de otras violaciones graves, como asesinatos, mutilaciones, violencia sexual o reclutamiento por parte de grupos armados. También pueden ser retenidos como rehenes o detenidos arbitrariamente.

Municiones sin detonar en el este de Ucrania.
UNICEF/UNI200697/Filippov
Municiones sin detonar en un suburbio de Donetsk, en el este de Ucrania.

6. La denegación del acceso humanitario a los niños es la obstrucción y privación intencionada por parte de los beligerantes de la asistencia humanitaria esencial para la supervivencia de los niños, impidiendo incluso que los agentes humanitarios u otros agentes pertinentes accedan a los niños afectados por situaciones de conflicto armado y les presten asistencia.

Las Naciones Unidas han confirmado al menos 14.900 incidentes de denegación de acceso humanitario a los niños entre 2005 y 2020; el 80% de estos casos verificados se produjeron entre 2016 y 2020, lo que subraya la necesidad de aumentar los esfuerzos para documentar y verificar estos incidentes. Las partes en conflicto suelen negar a los agentes humanitarios el acceso a los necesitados o tratan de evitar que la ayuda no llegue a la población civil.  También se niega la ayuda a los civiles cuando los trabajadores humanitarios son un objetivo de guerra o se les considera una amenaza.

Entre 2005 y 2022 se han confirmado más de 315.000 casos de violaciones graves contra los niños cometidas por las partes en conflicto en más de 30 conflictos de África, Oriente Medio y América Latina. El número real es sin duda mucho mayor, ya que las dificultades de acceso y seguridad, así como los sentimientos de vergüenza, dolor y miedo de las supervivientes, impiden a menudo la denuncia, documentación y confirmación de estas violaciones.

Qué hace UNICEF

Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano
UNICEF/UN0326770
Un niño refugiado sirio sostiene una caja de suministros de UNICEF en el Líbano.

UNICEF y sus aliados siguen proporcionando atención y protección a los niños que viven en situaciones de guerra, abogando en su nombre y comprometiéndose con todas las partes en conflicto para garantizar que se respeten sus derechos. Además de proporcionar asistencia de emergencia y a largo plazo a los niños, UNICEF y sus aliados también han ofrecido formación en materia de protección de la infancia a funcionarios gubernamentales y a los componentes de las partes beligerantes, y han concienciado a los gobiernos, las comunidades y las familias sobre los riesgos a los que se enfrentan los niños en los conflictos armados.

Sin embargo, se necesita una presión pública y política sostenida para garantizar que los niños dejen de ser el objetivo de la guerra. Por este motivo, UNICEF ha hecho un llamamiento a la acción para proteger a los niños en situaciones de conflicto. Lea el Programa de Acción para la Protección de los Niños en los Conflictos Armados de UNICEF.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/historias/ninos-en-la-mira-seis-graves-violaciones-contra-ninos-en-tiempos-de-guerra

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UNICEF: El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

El número de niños y niñas desplazados alcanza un nuevo máximo de 43,3 millones

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados, UNICEF advierte que el creciente número de desplazados pone de manifiesto la incapacidad del mundo para hacer frente a las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones para los niños en tránsito

Sashko, de 6 años, de la ciudad de Ukrainka, camina hacia la frontera entre Ucrania y Eslovaquia.

NUEVA YORK, 14 de junio de 2023 – A finales de 2022, una cifra sin precedentes de 43,3 millones de niños y niñas vivía en situación de desplazamiento forzado, muchos de ellos durante toda su infancia, según estimaciones de UNICEF.

El número de niños y niñas desplazados forzosamente de sus hogares se duplicó en la última década a pesar de los esfuerzos para incluir y proteger a todos aquellos que se encuentran refugiados o están internamente desplazados. La guerra en Ucrania ha obligado a más de 2 millones de niños y niñas ucranianos a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón dentro de Ucrania.

“Durante más de una década, el número de niños y niñas que se ven obligados a huir de sus hogares ha aumentado a un ritmo alarmante, y nuestra capacidad mundial de respuesta sigue sometida a una gran presión”, declaró Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “El aumento es un reflejo de los conflictos, crisis y desastres climáticos que se producen de manera constante en todo el mundo. Pero también pone de manifiesto la insuficiente respuesta de muchos gobiernos para garantizar que todos los niños y niñas refugiados y desplazados internos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial”.

De los 43,3 millones de niños y niñas que tuvieron que huir de sus hogares por la fuerza a finales de 2022, casi el 60% (25,8 millones) habían quedado desplazados internamente debido a los conflictos y la violencia. El número de niños y niñas refugiados y solicitantes de asilo alcanzó los 17,5 millones, una cifra también sin precedentes que ni siquiera incluye a los nuevos desplazados en 2023 por el conflicto en Sudán, entre otros. UNICEF calcula que hasta la fecha más de 940.000 niños y niñas han tenido que desplazarse a causa de un conflicto. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Pakistán y la sequía en el Cuerno de África, provocaron otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022.

De todos los desplazados internos y refugiados, los niños y niñas suelen estar entre los más vulnerables. A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención de la salud, no reciben la vacunación sistemática y no pueden acceder a la protección social.

Para muchos niños y niñas, el desplazamiento es cada vez más prolongado. La mayoría de los que están desplazados hoy en día suelen pasar en esa situación toda su infancia. Además, se prevé que los desplazamientos inducidos por el clima aumenten rápidamente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y preparar a las comunidades que viven más expuestas a la crisis climática.

“Se necesita una mayor voluntad política para abordar las causas de los desplazamientos y ofrecer soluciones a largo plazo para los niños y niñas que se desplazan”, afirmó Russell. “El número sin precedentes de niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados –una población mundial que es casi la misma de Argelia, Argentina o incluso España– exige una respuesta acorde. Hemos comprobado que se produce un cambio sostenido cuando los gobiernos invierten adecuadamente en la inclusión de los niños y las familias desplazadas. Si trabajamos juntos podemos lograr que sigan aprendiendo y mantenerlos seguros, sanos y protegidos”.

UNICEF pide a los gobiernos que tomen las medidas siguientes para no dejar a ningún niño ni niña atrás:

  • Reconocer a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como niños y niñas ante todo, con derechos a la protección, la inclusión y la participación
  • Proporcionar vías seguras y legales para que los niños y niñas se desplacen, soliciten asilo y se reúnan con sus familias
  • Garantizar que no se detiene a ningún menor de edad debido a su situación migratoria ni se le devuelve sin garantías, a menos que se haya determinado que la devolución responde a su interés superior
  • Reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir sin discriminación a los niños y niñas desplazados
  • Invertir en sistemas nacionales de protección de la infancia para atender mejor a los niños y niñas que se desplazan y corren el riesgo de sufrir actos de explotación y de violencia, en particular los que no están acompañados
  • Escuchar a los niños y niñas desplazados e implicarlos de forma significativa en la búsqueda de soluciones sostenibles e integradoras que puedan ayudarles a desarrollar todo su potencial.

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Notas para los editores:

* Esta cifra incluye a solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a la de refugiado bajo mandato del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los refugiados palestinos registrados en el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, así como a los niños y niñas que se encuentran entre “otras personas necesitadas de protección internacional”, según informa por separado el ACNUR.

Las estimaciones sobre el número de desplazamientos internos de niños y niñas como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos se basan en los datos comunicados por el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno.

UNICEF preside la Secretaría de la Alianza Internacional de Datos para los Niños en Movimiento, que coordina los esfuerzos mundiales para mejorar la disponibilidad y la calidad de los datos con el fin de mejorar los resultados para los niños y niñas en tránsito. Más información aquí.

Contactos de prensa

Tess Ingram
UNICEF Nueva York
Teléfono: +1 934 867 7867
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/numero-ninos-desplazados-alcanza-nuevo-maximo-43-millones

 

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