La determinación de la situación de hambruna en Darfur del Norte, Sudán, confirma las peores previsiones de los organismos de las Naciones Unidas
Según el Comité de Examen de la Hambruna, en el campamento de Zamzam, que acoge a más de 400.000 personas desplazadas, se ha superado el umbral de hambruna
ROMA/NUEVA YORK/PUERTO SUDÁN, 1 de agosto de 2024 – En Sudán, después de más de 15 meses de guerra, la catastrófica combinación del conflicto, los desplazamientos y la limitación del acceso de la ayuda humanitaria ha dado como resultado una situación de hambruna en un campamento que acoge a cientos de miles de personas desplazadas en la región de Darfur del Norte.
La conclusión del Comité de Examen de la Hambruna sobre la situación que se vive en el campamento de Zamzam representa la primera determinación de hambruna que emite el Comité en más de siete años, y solo la tercera desde que se creó el sistema de monitoreo hace 20 años. El Comité advierte del peligro de que la hambruna se extienda a otras partes de Sudán si no se toman medidas concertadas.
El anuncio de la hambruna confirma los temores de la comunidad humanitaria y se produce poco después de un análisis llevado a cabo por la CIF en junio que revelaba una disminución drástica de la seguridad alimentaria y nutricional, con 755.000 personas sometidas a condiciones catastróficas.
UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas llevan tiempo advirtiendo del peligro cada vez mayor al que se enfrenta la población de Sudán, en particular la infancia, si no se proporciona ayuda urgente a las comunidades atrapadas en las zonas más afectadas por el conflicto, como Darfur, Jartum, Kordofán y Al Jazirah. La situación sigue siendo crítica en todo el país, y se prevé que este año 730.000 niños y niñas sufran desnutrición aguda grave, una de las formas más graves de malnutrición.
La determinación de hambruna significa que la población, incluida la infancia, ya ha empezado a morir de hambre y de otras enfermedades relacionadas, como desnutrición o infecciones. A diferencia de la crisis que se vivió en Darfur hace 20 años, esta crisis de hambre instigada por el conflicto se extiende por todo el país, incluida la capital, Jartum, y el estado de Al Jazirah, antes considerado el granero de Sudán.
Las graves restricciones de acceso a la ayuda humanitaria constituyen una de las principales causas de las condiciones de hambruna que se están dando en Zamzam. Si bien en julio UNICEF logró distribuir suministros suficientes de alimentos terapéuticos listos para el consumo para tratar a unos 4.000 niños y niñas que padecían desnutrición aguda grave en El Fasher, incluida una asignación para el campamento de Zamzam, las constantes dificultades para conseguir un acceso seguro y sostenido hacen que las necesidades sigan siendo acuciantes y que la capacidad para distribuir suministros humanitarios de manera continuada sea impredecible.
“Necesitamos una ampliación urgente y a gran escala del acceso humanitario para frenar la hambruna que asola Darfur del Norte y evitar que se extienda a otras zonas de Sudán. Las partes en conflicto deben levantar todas las restricciones y abrir nuevas rutas a un lado y otro de las fronteras, así como en las líneas del conflicto, de manera que los organismos de socorro puedan llegar hasta las comunidades que han quedado aisladas y proporcionarles los alimentos y la asistencia humanitaria que tanto necesitan”, ha declarado la Directora Ejecutiva del PMA, Cindy McCain. “Asimismo, hago un llamamiento a la comunidad internacional a actuar sin demora para garantizar un alto el fuego en este brutal conflicto y poner fin a la hambruna que se ha instalado en Sudán. Solo así podremos revertir una catástrofe humanitaria que está desestabilizando toda esta región de África”.
“Las noticias de hoy confirman uno de nuestros mayores temores: la situación de hambruna en algunas partes de Sudán está infligiendo un sufrimiento inimaginable a los niños, las niñas y las familias del país, que ya estaban soportando las terribles consecuencias de la guerra”, ha afirmado la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Esta hambruna ha sido provocada por el ser humano. Reiteramos nuestro llamamiento a las partes a garantizar un acceso seguro y sin trabas de la asistencia humanitaria para llegar a los niños y las familias necesitadas. Se nos debe facilitar el acceso a todas las rutas, tanto a través de las líneas de conflicto como de las fronteras. Los niños y las niñas de Sudán no pueden esperar más. Necesitan protección y servicios básicos, pero, sobre todo, necesitan que haya un alto el fuego y se declare la paz”.
UNICEF y el PMA siguen llamando a todas las partes a garantizar un acceso humanitario seguro, sostenido y sin trabas que permita ampliar la respuesta humanitaria y agilizar la prestación de ayuda por parte de los organismos. Asimismo, los organismos instan a la comunidad internacional a aumentar su apoyo económico a los esfuerzos humanitarios, y a utilizar todos los instrumentos diplomáticos que tengan a su disposición para facilitar un alto el fuego inmediato. El PMA y UNICEF han movilizado una respuesta humanitaria a gran escala con sus aliados locales e internacionales, no solo en Sudán, sino también en los países vecinos, adonde más de 2 millones de sudaneses han huido en busca de seguridad.
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Notas a los editores:
La Fase 5 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) es la fase más alta de la escala de Inseguridad Alimentaria Aguda y se determina cuando en una zona al menos uno de cada cinco hogares se enfrenta a una carencia extrema de alimentos, un mínimo de un 30% de niños y niñas sufren desnutrición aguda y dos personas de cada 10.000 mueren cada día por inanición o debido a una combinación de desnutrición y enfermedad.
En lo que va de 2024, el PMA ha prestado apoyo a más de 4 millones de desplazados internos, refugiados y comunidades vulnerables de Sudán con alimentos y asistencia en efectivo. Solo en junio, el programa llegó a 1,7 millones de personas. A medida que el conflicto se intensifica en El Fasher, Jartum y ahora en el estado de Sennar, la comunidad humanitaria está encontrando dificultades para prestar ayuda a escala, ya que las necesidades humanitarias están alcanzando niveles insólitos. La temporada de precipitaciones presenta una dificultad añadida, ya que las carreteras se inundan y se vuelven intransitables.
En las zonas de más difícil acceso, como Jartum, la capital, el PMA está dando apoyo a las cocinas comunitarias a través de los aliados locales y está ampliando las ayudas en efectivo. Entre otras iniciativas, se ha lanzado un proyecto piloto de autoempadronamiento para los residentes de Jartum.
El conflicto que se está librando en Sinja, la capital del estado de Sennar, ha dado lugar a una nueva oleada de desplazamientos y ha provocado el corte de algunas de las principales rutas de ayuda.
En lo que va de año, UNICEF y sus aliados han proporcionado agua potable segura a 5,2 millones de niños, niñas y familias; han llevado suministros de salud básicos a 3,3 millones de personas y han realizado pruebas de detección de la desnutrición a más de 2,8 millones de niños y niñas, además de proporcionar tratamiento vital a más de 133.600.
Junto con sus aliados, UNICEF ha ampliado las alianzas en materia de nutrición a 152 localidades de todo Sudán. De las 132 localidades prioritarias, 103 se encuentran en zonas de difícil acceso a causa del conflicto.
Solo en mayo y junio de 2024 se crearon 170 programas terapéuticos ambulatorios nuevos, llevando a 1.739 el número total de programas funcionales de este tipo. Además, UNICEF está prestando servicios vitales a través de 70 equipos móviles. Entre enero y junio de 2024 ingresaron más de 133.600 niños y niñas gravemente desnutridos. UNICEF sigue movilizando suministros nutricionales esenciales para la supervivencia a través de operaciones transfronterizas que permiten tratar a 215.000 niños y niñas con desnutrición grave.
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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/situacion-hambruna-darfur-norte-confirma-peores-previsiones