La esclavitud moderna: Un caso en Brasil

Un caso en Brasil evidencia la persistencia de intolerables casos de abuso de los derechos humanos.

La mirada sobre la esclavitud ha adquirido notoriedad en los últimos años a partir de los ataques a figuras de esclavistas que, como se ha analizado largamente, no pueden ser juzgados bajo la ética y las normas del presente. Que el tráfico de esclavos fue un capítulo aterrador, nefasto y aún no superado es una cuestión siempre digna de revisitar, aunque asumiendo ese principio de extemporaneidad que lo sitúe en su perspectiva histórica. Lo que sí requiere una mirada muy exigente del presente es la herencia viva de la esclavitud que perdura entre nosotros. Mucho más extensa de lo que se suele considerar y con tentáculos enormes en todos los contextos.

El rescate de Madalena Gordiano, una brasileña captada por una familia del Estado de Minas Gerais cuando apenas tenía ocho años y pedía limosna, en cuyo seno ha servido casi 40 años como criada sin sueldo, sin derechos, sin educación e incluso explotada económicamente como un activo bajo su propiedad, debe remover conciencias. Y abrir debates.

Gordiano, que al ser liberada en noviembre tras la denuncia de un vecino tenía 46 años y se expresaba con dificultad, es un símbolo del legado de la esclavitud que pervive en Brasil, el último país americano en abolirla después de 350 años de una explotación que dejó una herencia aún insoportable. Se trata de un caso extremo que está en manos de los jueces, pero nos recuerda que la explotación a personas sin recursos —especialmente si son mujeres— y sin el poder que da la raza blanca corroe nuestro universo.

En Brasil, los negros y mestizos, herederos de los africanos, constituyen el 56% de la población, pero su esperanza de vida, sus ingresos, su formación y seguridad es sensiblemente menor a la de la población blanca. El 75% de las víctimas de asesinato son negros o mestizos. En los últimos 25 años, en Brasil han sido rescatadas 55.000 personas de trabajos esclavos, labor más complicada en el caso de las criadas.

La desigualdad a la que condujo el esclavismo y que pervive en la actualidad forma parte de los debates abiertos en el continente americano, desde las protestas del Black Lives Matter en Estados Unidos a la mencionada ofensiva contra las estatuas esclavistas. Pero la fenomenología del abuso de derechos básicos con sabor a esclavitud del siglo XXI es plural y en muchos casos no tiene que ver con un componente racista, desde los niños soldados hasta la explotación sexual o trabajos forzosos de distinta índole. La línea de avance que une el Renacimiento, la Ilustración, la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras conquistas más recientes tiene todavía recorrido por delante, incluso en los países más avanzados. No cabe complacencia de ninguna clase.

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Cazan a niños albinos en África

Amnistía Internacional presentó un informe sobre lo que sufren las comunidades albinas en el sur de África, principalmente en Malaui y Mozambique

  Ciudad de México, 08 de Junio de 2016
El albinismo no es más que una rara condición genética caracterizada por la ausencia de pigmentación de ojos, piel y pelo en humanos y animales. Es hereditario y aparece con la combinación de dos portadores del gen recesivo.

Hay ciertos lugares de África en los que ser albino implica vivir en riesgo de ser víctimas de asesinatos, rituales de magia y comercio de cuerpos.

Amnistía Internacional lanzó una voz de alarma y advirtió en un informe que en Malaui ha aumentado en los últimos meses el número de albinos.

Las personas en esta condición sufren una muerte cruel ya que, aún con vida, son desmembrados y finalmente decapitados, con la creencia de que a través de ciertos rituales de brujería confieren salud y fortuna a quien encarga estos trabajos, incluso los fanáticos de estos rituales creen que los huesos de las víctimas contienen oro.

Sin importar la edad, los albinos son escondidos por sus padres para evitar que sean descubiertos por los chamanes de la región, quienes encargan a grupos armados entrar a las aldeas en donde son detectados para secuestrarlos. Suelen alcanzar un alto precio en este macabro mercado.

Amnistía resaltó en el informe que la creencia de que tener relaciones sexuales con quien padezca albinismo cura a los portadores del VIH ha generado una oleada de ataques en poblaciones africanas, principalmente en Malaui, y admitió que el número de denuncias presentadas por los familiares dista mucho de las cifras reales no oficiales.

El informe también documenta la discriminación cotidiana que sufren los albinos en sus comunidades y el nulo acceso a los servicios educativos y de salud.

Fuente: http://noticieros.televisa.com/mundo/2016-06-08/cazan-ninos-albinos-africa/

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