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Una tomografía de la Educación Argentina

Argentina/30 junio 2016/ Fuente: Diario Norte

Una década se cumple de la Ley de Educación Nacional, que se sancionó el 14 de diciembre de 2006 y que en su artículo 16 estableció la obligatoriedad de la secundaria.

Si bien en estos últimos 10 años se avanzó en su cumplimiento, la tasa neta de asistencia al nivel medio es 86,6%, es decir que aún no acceden a la escuela más de uno de cada 10 adolescentes de entre 12 y 17 años, según datos de IIPE-Unesco.

Las mujeres son las que tienen una tasa de escolarización secundaria más alta (88%) que los varones (85%), diferencias que se profundizan a partir de los 15 años.

En cuanto al acceso al nivel medio viene creciendo de manera sostenida: aumentó 12 puntos en la década de 1990 (de 59,4% en 1991 pasó a 71,5% en 2001), y otros 13 puntos durante los años 2000, hasta llegar al 86,6% en 2014, última cifra disponible.

El 13,4% de los adolescentes que aún falta escolarizar pertenece a un “núcleo duro” difícil de alcanzar: los más pobres de las zonas urbanas y los que viven en parajes rurales aislados.

El investigador de la Unsam y ex ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, afirma que los que no acceden a la secundaria pertenecen a sectores sociales con muchas carencias. Tampoco sus familias tienen acceso a empleos decentes, viviendas dignas y servicios de salud adecuados. Una parte de ellos habita en poblaciones rurales aisladas y otros lo hacen en zonas urbano-marginales, mientras algunos pertenecen a pueblos originarios o son migrantes pobres.

Guillermina Tiramonti, investigadora de Flacso y la UNLP, asegura, asimismo, que los adolescentes que no van a la escuela pertenecen a grupos sociales que viven en la búsqueda diaria de alternativas de sobrevivencia, de modo que su estrategia de vida no incluye un plan de largo plazo como el que propone la escolarización.

Además, aunque estuvieran dispuestos a concurrir a la escuela, la oferta del Estado no es suficiente ni satisfactoria en lo edilicio, lo organizacional y lo pedagógico, sostiene.

Tiramonti aclara que se les ofrece las peores escuelas a los chicos más pobres y que la organización académica carece de la flexibilidad que se requiere para atender a estos sectores con un régimen de vida más fluctuante e inestable que el de los chicos de clase media.

Finalmente, la especialista insiste en que “el modelo pedagógico de la escuela secundaria fue pensado para seleccionar a unos pocos‘, y por lo tanto discrimina a estos grupos.

Para lograr incluir a los adolescentes que aún no han pasado por la secundaria, sería necesario tener un mapa lo más preciso posible de la distribución de esa población y adoptar un enfoque integral donde la respuesta educativa se asocie con políticas de empleo, vivienda y salud.

Por otra parte, retener a los adolescentes que sí logran acceder a la educación exige trabajar en la formación continua con revisión de las pedagogías de los docentes, armar equipos con dedicación plena en cada escuela, promover la continuidad de directivos y profesores, asegurar horas para planificar proyectos interdisciplinarios y revisar el formato rígido de horarios y materias.

La Ley de Educación Nacional introdujo el concepto de “emergencia educativa” para aplicarlo a aquellas zonas donde no se logra garantizar el derecho a la educación para todos.

Tedesco asegura que “la emergencia permitiría aplicar recursos extraordinarios, con planes de urgencia e intervención activa del Estado nacional, a fin de resolver el problema. Lamentablemente, pese a los diez años de vigencia que tiene la ley, este recurso nunca fue utilizado”.

En los parajes rurales aislados, la tecnología es un aliado clave para garantizar el acceso a la secundaria.

El modelo de secundarias rurales mediadas por tecnología, ejecutado por Unicef con los gobiernos de Salta, Jujuy, de Misiones y del Chaco, permite que los adolescentes de zonas rurales dispersas (esos que forman parte del núcleo duro más difícil de escolarizar) estudien con las netbooks y el celular.

Cabe esperar, a diez años de la promulgación de la ley, que este proceso de debate inédito en la historia de la educación argentina, que permitió un alto grado de consenso en la aprobación social y parlamentaria, pueda seguir profundizándose.

Sólo así será posible mantener una evaluación crítica de los importantes avances logrados y de las asignaturas pendientes que aún tenemos en materia de educación.

Fuente noticia: http://www.diarionorte.com/article/139248/una-tomografia-de-la-educacion-argentina.

Fuente imagen: http://www.e-historia.cl/wp-content/uploads/2015/11/Un-Nuevo-Enfoque-Educativo-De-las-TIC-a-las-TAC-3copia.jpg

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Cuba, Educación Especial: inclusión, diversidad, igualdad

Cuba/30 junio 2016/Autor: /Fuente: Granma

Al evento, dedicado al líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, asisten cerca de 200 delegados de 20 países.

“El sistema educativo cubano defiende la necesidad de asumir una concepción de educación humanista, revolucionaria y desarrolladora de las potencialidades de cada individuo”, expresó la viceministra de Educación Margarita McPherson Sayú, en conferencia inaugural que abrió las puertas,este lunes, del VII Congreso Internacional Educación y Pedagogía Especial y IV Simposio de la Educación Primaria, en el Palacio de Convenciones de La Habana.

A la cita —que contó como hilo conductor en su apertura con el homenaje al líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, artífice de la creación y desarrollo de la Educación Especial—, asisten cerca de 200 delegados de 20 naciones, entre ellas Bolivia, Ecuador, México, República Dominicana, Angola, España y Francia.

“La comprensión de que solo es posible acercarse a una verdadera concepción del desarrollo humano desde la óptica de la diversidad, conlleva al desarrollo de una postura ética, política, de real garantía de educación de calidad para todos”, manifestó McPherson Sayú, al tiempo que añadió que “la educación inclusiva implica que todos los niños y niñas aprendan juntos, independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan una discapacidad”.

La viceministra del sector ponderó algunas de las buenas prácticas que en materia de educación especial ha desarrollado Cuba, entre ellas, las aulas hospitalarias y los maestros ambulantes, así como la instalación en la red de centros, recientemente, de computadoras con los aditamentos y programas especiales en los casos que lo requieren, como pantallas táctiles, tableros inteligentes, impresoras braille y programas con síntesis de voz para escuelas de ciegos, entre otros.

En sus palabras de apertura, Ivett Méndez Forn, directora del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Especial (CELAEE) y presidenta del Comité Organizador, sustentó que solo la unidad de los educadores, como expresión de la unidad de los pueblos, puede salvar al mundo de los horrores de la ignorancia, la incultura, la deshumanización, y otras manifestaciones que acrecientan su deterioro. Por ese motivo, apeló a la importancia de la educación en la formación del modelo de hombre que necesita cada sociedad.

La inauguración —que contó con las interpretaciones de niños de las escuelas Flor de la Revolución, Solidaridad con Panamá y otras instituciones cubanas—se convirtió en el escenario para la entrega de reconocimientos por el aniversario 55 de la Educación Especial a cinco profesionales de la enseñanza.

Además, fue momento para la recordación dela profesora Svetlana Anatolievna Akudovich—quien impartió docencia en la otrora Universidad de Ciencias Pedagógicas “Rafael María de Mendive”, hoy sede de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca—, por lo que el CELAEE hizo entrega a Julio Antonio Conill Armentero, presidente de la recién creada Cátedra Honorífica que ostenta el nombre de la pedagoga cubana, de ejemplares de sus dos últimas publicaciones relacionadas con el tema de la inclusión.

El acto de apertura asistieron José Ramón Fernández Álvarez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación; Orlando Terré Camacho, presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial; Alba Rosa Hernández, funcionaria del Comité Central del Partido, y Silvia Navarro, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas.

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2016-06-27/educacion-especial-inclusion-diversidad-igualdad-27-06-2016-21-06-48

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Subdirectora de UNESCO destaca avances en educación y libertad de expresión en Uruguay

Uruguay/30 junio 2016/ Autor: / Fuente: Radiomontecarlo

La jerarca del organismo internacional firmó un memorándum de entendimiento sobre diversos temas con el Ministerio de Educación y Cultura y luego mantuvo una reunión con el presidente Tabaré Vázquez.

La directora general de la Unesco, Irina Bokova destacó el trabajo de Uruguay en materia de ciencias naturales, tecnología, educación, libertad de expresión y derechos humanos.

Según informa Presidencia de la República, la subdirectora del organismo internacional firmó un memorándum de entendimiento sobre diversos temas con el Ministerio de Educación y Cultura y luego mantuvo una reunión con el presidente Tabaré Vázquez.

Bokova aseguró que Uruguay lidera en América del Sur el trabajo en áreas como educación, comunicación, cultura, libertad de expresión y derechos humanos.

Destacó además el trabajo de los comités nacionales en apoyo al Programa Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST), así como también en los programas de Geociencias y El hombre y la Biósfera, valorando como “muy importantes” los objetivos alcanzados.

“Uruguay fue uno de los primeros países en introducir las nuevas tecnologías en el sistema educativo”, subrayó la funcionaria de origen búlgaro.

Fuente: http://www.radiomontecarlo.com.uy/2016/06/27/nacionales/gobierno/subdirectora-de-unesco-destaca-avances-en-educacion-y-libertad-de-expresion-en-uruguay/

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Costa Rica: MEP reducirá día de trabajo a profesores que asistieron a huelga

Costa Rica/30 junio 2016/ Autor: Karla Madrigal /Fuente: La República

Luego de que miles de profesores se unieron a la huelga nacional convocada por la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), el Ministerio de Educación Pública (MEP) anunció que procederá a rebajar el día de trabajo de aquellos que hayan asistido.

“Respetamos el derechos constitucional de la libertad de expresión, sin embargo, no se justifica la manifestación, ya que no se les está violentando ningún derecho”, expresó Yaxinia Díaz, directora de Recursos Humanos del MEP.

La funcionaria explicó que los espacios de diálogo en los ministerios de Presidencia, Trabajo y Educación, siempre han permanecido abiertas, por lo que no se justifica la interrupción del servicio educativo.

“Se está activando el protocolo en direcciones regionales de educación para determinar cuáles personas asistieron a la manifestación ya así proceder con el debido rebajo”, agregó.

Hoy desde las 9:00 a.m. educadores de secundaria asociados a APSE y al Magisterio en Acción marcharon desde la Avenida Central hasta la Asamblea Legislativa.

Educación dual, incumplimiento en pago de zona de menor desarrollo, no aprobación de ley que traspasa régimen de la Caja a Jupema, y amenazas con varios proyectos de ley que atentan contra el empleo público, motivaron la huelga, según Ricardo Molina, presidente de APSE.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/mep_reducira_dia_de_trabajo_a_profesores_que_asistieron_a_huelga/

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¿Cómo podemos educar las emociones en la escuela?

España/ Autora: Nati Bergadá Bofill

Las emociones son importantes y es necesario que las trabajamos en la escuela. La educación emocional afecta el desarrollo de los alumnos, ya que incentiva su motivación, predispone a actitudes más positivas, mejora sus relaciones y obtiene mejores resultados académicos.

Para conseguir que un niño crezca, en toda la dimensión de la palabra, no basta con la adquisición de conocimientos. Generar un clima emocional positivo también influirá de forma decisiva en su desarrollo. Si la educación debe ser un proceso de aprendizaje para la vida, las emociones son muy importantes y debemos tener en cuenta.

Como maestro / a es importante que enseñes a tus alumnos a gestionar las propias emociones: controlar la rabia, conocer el miedo, aceptar los errores, tener empatía, tener una buena autoestima … La relación con los demás es esencial y necesario que ayudemos a los nuestros alumnos a forjarse una inteligencia emocional.

Hay una gran frase de Aristóteles que me gusta mucho: «Educar la mente sin educar el corazón, no es educación en absoluto.»

Te recomiendo que visualice el vídeo siguiente: En este programa de Redes, Elsa Pulzet habla con el psicólogo y experto en educación emocional René Diekstra con quien veremos en qué situación se encuentra actualmente el aprendizaje de esta disciplina y qué ventajas concretas tiene en el desarrollo de niños y jóvenes.

¿Qué son las emociones?

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza y desequilibrio con el fin de poner en marcha recursos que se encuentran a su alcance para controlar la situación (Fernández – Abascal y Palermo, 1999)

¿Cuáles son las emociones básicas? Miedo, Sorpresa, Aversión, Ira, Alegría, Tristeza …

La inteligencia emocional está muy relacionada con las emociones. Es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones, las emociones de los demás y saber gestionar. Esta inteligencia emocional es una habilidad que se va aprendiendo a lo largo de la vida desde que somos pequeños.

Inteligencia emocional en el aula

Trabajar la inteligencia emocional en el aula tiene muchos beneficios, como por ejemplo:

  • Disminuir la ansiedad.
  • Control del estrés.
  • Gestión de los conflictos.
  • Mejora la autoestima.
  • Más éxito académico.
  • Aumenta la tolerancia a la frustración.
  • Equilibrio emocional.
  • Menos conflictividad.
  • Mejora las habilidades sociales.
  • Más salud mental.
  • Mejorar la empatía.
  • Mejor comportamientos prosocial.

¿Por qué tienen problemas emocionales nuestros alumnos?

De manera breve haré un listado de los problemas emocionales que detectamos actualmente en las aulas. A los niños:

  • Les cuesta identificar las propias emociones.
  • No saben expresar los propios sentimientos.
  • Los cuesta tener empatía y ponerse en el lugar de los demás.
  • No están acostumbrados a hablar de sus emociones.
  • No saben regular sus emociones sino que las reprimen.

Cuando hay que empezar a educar las emociones?

La inteligencia emocional se aprende a lo largo del desarrollo de los niños desde que nacen. Es un proceso que se va haciendo poco a poco influenciados por el entorno, desde casa y desde la escuela.

Hay que trabajar las emociones lo antes posible, por eso es necesario que lo hacemos desde pequeños.

¿Cómo podemos educar las emociones en el aula?

En el aula podemos trabajar los siguientes aspectos:

Identificar las propias emociones. Tomar conciencia de las propias emociones, significa darnos cuenta de lo que sentimos y lo que sienten los demás: tristeza, felicidad, miedo, alegría, amor, rabia, pena, celos …

  • Para enseñar a los niños a identificar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Cómo me siento?

Es importante que identificamos las emociones y las etiquetamos, las llamamos por su nombre: ira, alegría, tristeza …

Comprender las emociones. Es necesario que el niño entienda que aquellas emociones aparecen por un motivo o situación concreta. Tanto las emociones propias como las emociones de los compañeros.

  • Para enseñar a los niños a comprender las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Por qué me siento así?
  • Para enseñar a los niños a comprender las emociones de los demás es útil que se formulen la pregunta: ¿Cómo creo que se siente el otro? Y trabajar así la empatía.

Es importante que trabajamos la empatía para aprender a comprender a los demás.

Expresar las emociones. Hay que aprender a expresar nuestras emociones ya que compartiéndolas nos sentiremos mejor y los demás nos podrán ayudar.

  • Para enseñar a los niños a expresar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: Me gusta sentirme así?

Es importante que aprendamos a expresar las emociones para que los demás nos comprendan. Es necesario que las expresamos de manera adecuada y correcta.

Controlar las emociones. Es necesario que los niños aprendan habilidades para regular y controlar sus emociones.

  • Para enseñar a los niños a controlar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Qué puedo hacer para controlar lo que siento?

Es importante que controlamos nuestras emociones ya que si no lo hacemos estas nos limitarán y nos harán actuar de manera incorrecta.

Gestionar las emociones.   A partir de las emociones que sentimos debemos ser capaces de elegir qué hacer y cómo actuar.

  • Para enseñar a los niños a manejar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Qué puedo hacer para cambiar y sentirme mejor?

Es importante que aprendamos a gestionar las emociones para que esto nos ayudará a actuar de manera correcta y tomar las decisiones acertadas.

¿Cómo podemos gestionar el aula para hacer un buen trabajo de emociones?

En el aula hay que trabajar mucho la empatía, que es la capacidad de reconocer, comprender y conectar las emociones de los demás ya que de esta manera los niños toman conciencia tanto de sus emociones como de las emociones de los demás.

Cualquier situación de la vida cotidiana, que se da en la escuela, es buena para practicar y desarrollar la conciencia emocional.

Es importante dedicar tiempo al trabajo emocional, esto quiere decir que a veces hay que dejar lo que está haciendo para aprovechar esa situación para hablar con los niños, para hablar de lo que ha pasado y de cómo se han sentido los implicados en esa situación .

Hay que transmitimos a los niños que no hay emociones buenas y emociones malas, sino que todas las emociones son válidas, no pasa nada si estamos enfadados o tristes, lo más importante es saber manejar estas emociones.

A través de este diálogo con los niños, aparte de trabajar la empatía, también ayudamos a desarrollar su conciencia emocional, que sean conscientes de cómo se sienten.

También podemos aprovechar el juego para trabajar las emociones. Podemos realizar actividades como pedirles que dibujen cómo se sienten, que pinten la cara con la emoción que sienten, que representen teatralmente o haciendo mímica diferentes emociones …

Los cuentos son un gran recurso para hablar de las emociones y los sentimientos. A partir de la lectura de un cuento podemos establecer diálogos muy enriquecedores con los niños interpretando como se sienten los personajes, que les ha pasado, como han actuado …

Recursos para trabajar la educación emocional

  • Te recomiendo estos dos artículos con un grande de recopilación de cuentos que pueden ser útiles para trabajar las emociones:
    • 35 cuentos imprescindibles para trabajar las emociones.
    • Cuentos imprescindbles para trabajar las emociones II.
  • Te recomiendo la película «Inside Out» de Pixar.
  • Te recomiendo que visualices los vídeos siguientes:

Documental- Educación Emocional. Interesante trabajo de eduación emocional explicado por una maestra del Colegio Sagrada Familia de Gavà (Barcelona). Este es el documental sobre educación emocional realizado en el colegio Sagrada Familia de Gavà. La producción y realización del reportaje ha sido realizada por el equipo integrado por Andrea Czajkowski, Artur Cruz, Gerard Rodríguez, Laura Niubó y Joana Garcia, de la ESCAC.

Pautas para educar las emociones desde la infancia. María Ángeles Mairena, doctora y psicóloga clínica del Hospital San Juan de Dios y experta en emociones, nos detalla en el siguiente vídeo algunos de los principales consejos y recursos prácticos para educar las emociones de los pequeños.

«Sólo Respira»; el original cortometraje que ayuda a los niños a manejar las emociones. Julie Bayer Salzman y Josh Salzman hablan con diferentes chicas y chicos sobre sus emociones y cómo se sienten.

  • Te recomiendo los siguientes documentos:

Cómo educar las emociones. La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Un informe muy útil elaborado por el Observatorio FAROS Sant Joan de Déu (www.faroshsjd.net) es la plataforma de promoción de la salud y el bienestar infantil del Hospital San Juan de Dios (HSJD) de Barcelona.

Dossier el bosque encantado. Dossier elaborado por la asociación española contra el cáncer. Un pdf en el que encontrarás mucha información de las emociones y una buena selección de actividades para trabajar con tus alumnos.

conclusión

En la escuela nos preocupamos fundamentalmente de la parte cognitiva, la adquisición de conocimientos. Pero debemos preocuparnos también del aprendizaje social y emocional. No podemos educar sin tener en cuenta el corazón. Es necesario que los maestros acompañamos y ayudamos a los niños en su desarrollo emocional.

Es importante que los niños sean conciencia de las propias emociones y sean capaces de regularlas. Descubrir, identificar, diferenciar y gestionar las emociones es una forma de educar a nuestros alumnos, para que se descubran a sí mismos y que acaben convirtiéndose en adultos autoconscientes, con una buena base emocional para enfrentarse a los retos de la vida.

Un niño que conoce y sabe gestionar sus emociones no sólo tendrá buenos resultados académicos, sino que también estará más preparado para el mundo laboral. Construir una buena educación emocional es futuro !!

Las personas con más inteligencia emocional son más felices, tienen más bienestar, menos ansiedad y más recursos para enfrentarse a las dificultades que se encontrarán en la vida.

¿A qué esperamos para educar a los niños para su desarrollo integral?

Trabajas las emociones con tus niños? Cómo lo haces? Compartir haciendo un comentario. Muchas gracias.

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

Fuente imagen: http://escuelainfantilsolecitos.com/wp-content/uploads/2015/04/Aprender-a-Educar-las-Emociones-de-los-Ni%C3%B1os.jpg

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Uno de cada tres niños en España sufre malnutrición

España/30 junio 2016/Fuente: Levante

Uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza o exclusión en España, lo que supone que las familias no les pueden reponer las gafas, tienen dificultades para adquirir sus libros de texto, no pueden irse de vacaciones y en determinados contextos sufren problemas de malnutrición, según Unicef.

La organización ha presentado su informe anual «Estado mundial de la infancia» que describe un panorama desolador para el futuro de los niños en situación de mayor pobreza en el mundo si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para responder a sus necesidades básicas.

En declaraciones a Efe, el director ejecutivo de Unicef Comité Español, Javier Martos, ha explicado que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España se sitúa en el 34,4 por ciento, aunque en algunos colectivos como las familias de padres migrantes alcanza el 60,3 por ciento.

Con la crisis, ha señalado Martos, ha aumentado la pobreza infantil hasta alcanzar a 2,5 millones de niños y los colectivos que se encontraban en una situación de pobreza antes de la crisis se han visto más afectados, como las familias monoparentales, las numerosas, las de migrantes o las de gitanos.

«En estos tiempos, lo que estamos viendo es que el hecho de tener niños es un factor de riesgo para que una familia sea pobre porque, como han bajado los salarios, hay una pobreza de trabajadores, de familias en las que uno de los padres trabaja, pero los ingresos no les permiten cubrir sus necesidades básicas», ha indicado.

Menos inversión en educación

El director ejecutivo de Unicef Comité Español ha subrayado que con la crisis el colectivo de los niños ha sido el más vulnerable y el más afectado por la situación de pobreza, por la reducción de la inversión en educación en 5.000 millones de euros y la disminución de la inversión social en protección de los niños y sus familias en 2.700 millones de euros entre 2009 y 2014.

Ha detallado que España está invirtiendo en protección social de los niños y sus familias un 1,4 % del Producto Interior Bruto (PIB), cuando la media en el entorno de la Unión Europea es del 2,2 del PIB.

«Además de invertir casi un punto menos que nuestros socios comunitarios somos poco eficaces a la hora de conseguir que el dinero invertido reduzca las tasas de pobreza infantil», ha apuntado Martos.

En España, «hay un mapa de la pobreza infantil marcado por el desempleo y por las medidas de protección social que se implementan en determinadas comunidades autónomas», ha dicho el director ejecutivo de Unicef Comité Español.

Ha precisado que hay grandes diferencias entre regiones, puesto que algunas, como el País Vasco, han desarrollado mecanismos de protección social que no existen en otras autonomías.

Pacto de Estado

Ante esta situación, Martos ha abogado por alcanzar un Pacto de Estado por la Infancia que incluya un incremento de la inversión social en el ámbito de la infancia y que perfile mecanismos para combatir la pobreza infantil.

Unicef Comité Español reclama un Pacto de Estado por la Educación con medidas para reducir el abandono escolar, así como la universalización de la prestación por hijo a cargo, elevándola de los actuales 291 euros al año a 1.200 euros al año, lo que tendría un coste de 9.000 millones de euros.

No obstante, en las actuales circunstancias del país, Martos ha planteado la atención prioritaria de los niños que están en situación de pobreza infantil hasta el año 2020.

Unicef Comité Español también ha instado al nuevo Gobierno a concretar un plan para la consecución del Objetivos de Desarrollo Sostenible con el fin de luchar contra la desigualdad y atender a la infancia vulnerable en España y en otros países.

Fuente: http://www.levante-emv.com/sociedad/2016/06/28/tres-ninos-espana-sufre-malnutricion/1437968.html

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Movimiento estudiantil, neoizquierdas y reforma de la educación superior

Chile/ Autor: José Joaquín Brunner

Los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario.

 I

De pronto cambió el tono de la dirigencia de las agrupaciones estudiantiles controladas por grupos y fracciones de neoizquierda (mejor que llamarlas de “ultraizquierda”), tanto a nivel universitario como secundario. La ciudadanía observa con cierto escepticismo, relativo acostumbramiento y a veces molesta cómo aumenta el ruido en las calles e, inevitablemente, la violencia de los grupos encapuchados que acompañan a las manifestaciones para perturbar el orden, atacar a Carabineros y destruir bienes públicos y privados.

Tal acentuación de la radicalidad, ¿es un signo de fuerza o un manifestación de debilidad; una manera de ganar adeptos o de estrechar filas; un intento por forzar una “reforma con ruptura” de la educación superior o por asentar la idea de que los cambios impulsados por el Mineduc son un mero adorno de la vitrina?

Sin duda, el movimiento estudiantil pasa por un momento difícil.

La estrategia de conversar y presionar simultáneamente en las calles no ha dado resultado. Al contrario, ha desgastado a los dirigentes en sus comunidades (escasa participación, baja legitimidad de las federaciones, tendencia al fraccionamiento interno) y, hacia fuera, les ha hecho perder prestigio ante la opinión pública. Paradojalmente, mientras más recurre a la fuerza, menor es su fuerza ante la opinión pública.

Efectivamente, el núcleo político de la Confech se halla confundido y dividido respecto de cómo seguir adelante. Hay quienes llaman al “paro indefinido” (¡qué fascinación produce aquí el término “indefinido”!), mientras otros convocan a asambleas reflexivas.

Uno de los grupos principales que integra ese núcleo directivo, la Izquierda Autónoma (IA) al que pertenece el diputado Boric, acaba de romperse por cuestiones de diseño estratégico y, en particular, por posiciones encontradas frente a qué hacer con la reforma educacional.

Al mismo tiempo, otro de los grupos de la neoizquierda nacida del movimiento estudiantil, Revolución Democrática (RD) del diputado Jackson, ahora convertido en partido político, retiró a algunos de sus principales cuadros del Mineduc, donde habían creado una red tecnoburocrática influyente en torno al diseño y manejo de la reforma educacional, desplazando a los partidos tradicionales de la NM, particularmente al PS y la DC.

De modo que nos encontramos ante un cuadro de tormentas que -en torno a la reforma de la educación superior- se ha ido formando en el horizonte, amenazando a la polis con un invierno revuelto. ¿Cuán intensas serán las turbulencias y con qué efectos e impacto? No es fácil saberlo. Pero sí resulta relativamente menos difícil identificar los elementos que están conjugándose para provocar la tormenta.

Primero, la ya larga postergación del anunciado proyecto de reforma de la educación superior, vacío que ha ido llenándose con cambiantes y frecuentemente contradictorios enunciados del gobierno y personeros de la Nueva Mayoría (NM). Han sido dos años exasperantes: sin agenda, sin carta de navegación, sin rumbo, sin personeros que lideren la posición oficial, sin propuestas fundadas que pudieran discutirse seriamente, sin siquiera dar señas de hacia dónde ir o qué esperar.

Segundo, como consecuencia de lo anterior, los actores de primera línea del sector enervados y confundidos. El CRUCH dividido y sus rectores desafectados o convertidos en meros portavoces de los intereses más directamente corporativo-financieros de sus organizaciones. Las instituciones privadas no-pertenecientes a dicho Consejo, inseguras de su suerte y sin posibilidades de planificar su futuro. Los institutos profesionales y centros de formación técnica relegados a un papel secundario. Las comunidades científicas y los académicos prácticamente fuera del escenario. Los estudiantes dedicados, en su gran mayoría, a tomar distancia de los asuntos públicos, pero con un movimiento radicalizado en torno a la Confech y las organizaciones de secundarios que se presentan como portavoces del conjunto de los estudiantes del país. Pero que progresivamente van perdiendo conexión con la masa estudiantil y con los patrones normales de conducta democrática.

Tercero, frente al panorama descrito, la opinión pública ha ido restando apoyo a la reforma educacional y, lo más probable, tiende a percibirla a través de las imágenes de la violencia y el desorden en las calles, los liceos “tomados”, y unas élites -de izquierda a derecha, en el gobierno, el parlamento, la NM y la oposición- que no logran arribar a mínimos acuerdos y mantienen una confrontación verbal que incluso a los iniciados en estos asuntos les resulta difícil entender.

Al comienzo de la semana, casi dos terceras partes de la opinión pública encuestada se pronunciaba negativamente respecto a la reforma educacional, lo cual es un fenómeno extraordinario si se piensa que por lo general las reformas educativas suscitan más esperanza que desconfianza, más aplauso que rechazo.

Cuarto, sin embargo, se sabe poco de la reforma de la educación superior -sus metas, contenidos, fundamentos y plazos- a pesar de que han transcurrido dos años desde el comienzo de la administración Bachelet y de tratarse, supuestamente, del eje central de la política gubernamental y su iniciativa estelar.

Efectivamente, la gratuidad acotada del 2016 -único anticipo efectivamente explicitado hasta ahora de la reforma y puesto parcialmente en marcha- ha tendido a profundizar la confusión y a expandirla, acelerando la ola del descontento, por diversas razones, en todos los frentes.

Quinto, ante tal falta de conducción intelectual, técnica y política del proceso de reforma, la cacofonía de voces, enunciados, declaraciones y ecos redobla la sensación de desorden. Basta observar lo ocurrido durante los últimos días.

La ministra de Educación y los dirigentes de la NM insisten en que se hará un esfuerzo por llevar la gratuidad al menos a los estudiantes del 60% de hogares de menores recursos relativos para desde ahí dar el salto, en el futuro cercano, al 100% de gratuidad. A su turno, el ministro Valdés, encargado de la Hacienda pública, aclara: “lo que es claro es que llegar a la gratuidad universal con los recursos que hoy tenemos es muy difícil, porque le pone una presión muy grande al resto del aparato público. O sea, si no se hace nada más, se puede. Pero hay otras necesidades también. Entonces, el proyecto va a establecer las formas y modos de cómo se va a seguir avanzando”.

Una diputada oficialista, del PC, Camila Vallejo, se queja, argumentando: “yo hubiese esperado un 70% para el 2018, eso ya no se anunció, es solo el 60%. Lo que a nosotros nos interesa es que se explicite cómo vamos a garantizar la gratuidad universal y en qué plazos, porque no estamos de acuerdo con que esto dependa de cómo se alinearán los astros y de la situación macroeconómica, pues es muy poco probable que eso así sea y se favorezca la extensión de la gratuidad”. Y ayer, en el diario La Tercera, la diputada oficialista llamaba a mantener la presión desde la calle: “Creo que necesitamos una fuerte movilización social en esta materia, que logre incidir y establecer los marcos de lo que debiese ser la discusión de la reforma educacional, para que no termine en una cocina en el Senado. El rol del movimiento social es muy importante”.

En La Tercera interviene también el senador Walker y, con realismo creo yo, señala: “el programa de gobierno habla de gratuidad para el 70% de menores ingresos, bajo este gobierno, y se compromete con llegar a un 100%, en 2020. Quiero ser claro sobre esta materia: esto último es imposible de lograr, ni en 2020, ni en 2030, ni en 2040”.

Finalmente, para agudizar aún más este cuadro cacofónico, aparece el diputado Giorgio Jackson de RD declarando que, para financiar la gratuidad, se debería crear “un sistema de contribución que involucre múltiples formas”, mencionando como posibles contribuciones un impuesto a los graduados, recursos de la ley del cobre y la devolución con trabajo voluntario, todo lo cual reduce la gratuidad a un intercambio por dinero o en prestaciones. En un frente algo distinto, el senador Montes, del PS, sorpresivamente declara (¡ahora, en la undécima hora!) su disposición para estudiar la legalización del lucro en el caso de instituciones privadas de enseñanza superior que renuncien a obtener cualquier apoyo del Estado.

Así pues, se va llenando el cajón de sastre vacío que el gobierno ha mantenido abierto durante dos años.

II

En el orden de los razonamientos explicativos, cabe anotar que la misma falta de conducción y contenidos gubernamentales, de relato y propuestas, y el desorden observado en la NM, han favorecido la radicalización del movimiento estudiantil. Sus demandas van escalando y su tono se torna cada vez más desafiante, hasta alcanzar su punto cúlmine con el dicho reciente de un dirigente secundario: “El ministro del Interior nos tiene miedo. No los dejaremos gobernar”.

Se llega a este punto límite, en buena medida, porque la administración Bachelet, desde el primer día, ha buscado congraciarse con los estudiantes y no ha ofrecido a sus sectores dirigentes aquello que se supone es propio del soft power: la capacidad intelectual, política y ética de argumentar, persuadir y orientar a aquellos que pretenden desafiar al poder. Al contrario, la administración Bachelet ha cedido y concedido continuamente, moviendo los límites de un lado para el otro, sin oponer la resistencia que nace de las ideas sólidas, de las convicciones, sobre todo de la fuerza democrática e institucional de las convicciones. En vez de eso ha buscado mimetizarse con el lenguaje y el aura de los jóvenes estudiantes y sus reivindicaciones. Su gobierno ha terminado, parafraseando a Maquiavelo, sin ser amada ni temida.

No debiera sorprender que en este terreno movedizo y de cercos sobrepasados, la disputa tienda a alejarse también del sentido común, los cambios posibles, los tiempos políticos-administrativos, para irse a los extremos de la mera lucha ideológica -espacio del “infantilismo revolucionario”- o de la desnuda defensa de los intereses corporativo-financiero de las organizaciones involucradas.

La disputa ideológica ocupa así el espacio dejado por el gobierno con discursos inflamados y categorías gruesas del estilo modelo, paradigma, hegemonía pública, desmercantilización, nueva centralidad, etc.; es decir, “much ado about nothing”. En el otro extremo campea el más craso sentido mercantil; cada organización trata de posicionarse de la mejor manera posible para arrancar la mayor proporción de recursos al Estado.

Del lado de la disputa ideológica, la veta más interesante de los últimos días proviene, sin duda, de la fracción de la Izquierda Autónoma agrupada en torno a la fundación Nodo XXI, cuyo documento “El futuro de la educación superior chilena en la reconstrucción de la educación superior pública”, entregado a la ministra de Educación, apuró la escisión del grupo liderado por el diputado Gabriel Boric, quien se declaró sorprendido por los contenidos del texto y por el acto de su entrega a la autoridad, justo en el momento que el movimiento estudiantil llamaba a un paro indefinido y a tomarse los palacios de invierno de la educación.

De hecho, el documento de esta fracción de neoizquierda es todo menos anti-sistema y no introduce una ruptura con el status actual de la educación superior.

Por primera vez, una parte de aquel mundo autoproclamado como neorrevolucionario hace un esfuerzo serio por pensar la educación superior desde dentro de los marcos de un sistema mixto, de cooperación estatal-privado. Reconoce (¡finalmente!) una educación pública estatal y no-estatal, asunto que algunos venimos postulando desde hace una década frente a la incomprensión de la izquierda tradicional de la NM y, hasta ahora, también frente a la ceguera de la neoizquierda.

Habla que una “nueva universidad pública (estatal o no estatal)” debe ocupar el centro del sistema y expandirse, asimilándose bajo ese concepto las universidades creadas o reconocidas por ley como las propiamente estatales, las privadas laicas del CRUCH, las católicas del CRUCH (en la práctica no se entiende bien a título de qué viene esta última distinción cuando todas ellas son universidades públicas de acuerdo al documento), agregándose además una nueva categoría de universidades privadas que “colaboran con la función pública”, también reconocidas por ley y que podrán recibir financiamiento fiscal.

Adicionalmente, podrían existir instituciones privadas de derecho civil que, sin pretender ser colaboradoras de la función pública, tampoco recibirán recursos de la renta nacional, subentendiéndose que podrían organizarse como personas jurídicas con o sin fines de lucro.

Para justificar este cambio de actitud -al menos en el discurso-, la fracción Nodo XXI de la IA apela a la sabiduría conservadora: “Hay que aprender de nuestra historia” dice el documento entregado a la ministra, cosa que es un supuesto de la razón pública, la cual no se agota ni consuma en el plano puro de las normas, los ideales y los valores.

¡Bravo! A esto se llama asumir una cuota necesaria de realismo para incidir en las decisiones y hacerse parte de la historia y no sólo de la esfera de la declamación ideológica.

III

Puestas así las cosas, puede entenderse el temblor que causó el texto de Nodo XXI dentro de las estrechas paredes de la IA.

En efecto, a partir de un texto así formulado sería perfectamente posible establecer un diálogo bastante más rico sobre temas de coordinación y planificación dentro de un sistema mixto, la centralidad de la educación pública (entendida como dice el documento), la expansión de esta última, el financiamiento mixto de las instituciones, etc.

Esta visión abandona, explícita y no sólo oblicuamente, el privilegio que otras corrientes más tradicionales aspiran a otorgar a las universidades estatales, al reducir lo público al Estado y al derecho a acceder con preferencia a recursos fiscales. Termina, asimismo, con el pertinaz y arbitrario argumento de que lo privado es bueno y aceptable cuando está dentro de los límites del CRUCH y es perverso e intolerable si está fuera de ese reino.

Por cierto, hay decenas de otros aspectos en el texto que comentamos -propuestas institucionales, de organización y funcionamiento, de relación con el Estado y la sociedad, de uso de fondos públicos y definición de las instituciones, etc.- que en él no hallan, en mi opinión, un adecuado tratamiento político, ni académico, ni técnico. Con todo, el documento da un paso que en lo esencial -la existencia de un esquema mixto de provisión con un trato relativamente igualitario entre los proveedores públicos de diverso tipo- constituye una verdadera ruptura con el discurso tradicional de la izquierda y la NM, centrado en la preeminencia del subsistema de instituciones estatales. Esa concepción administrativo-burocrática de lo público queda atrás aquí. Lo cual no significa que vaya a desaparecer o que, en el horizonte corto, vaya a ser superada.

Pues, como ya dijimos, en el lado opuesto al de las disputas ideológicas se libra una lucha político-corporativa en defensa de los intereses, la identidad y las pretensiones de los actores organizacionales, básicamente las universidades estatales mejor establecidas y más consolidadas, que buscan un trato preferente y una suerte de prerrogativa napoleónica para administrar al sistema en su conjunto, como alguna vez ocurrió en Francia con la universidad imperial.

No hay en verdad argumentos robustos para defender esa visión, llena de nostalgias imperiales y de una débil legitimidad tradicional, de donde provienen las frecuentes invocaciones a Bello, Domeyko y Letelier.

Habría que volver al siglo XIX, claro está, para revivir esa tradición y dotar de una nueva legitimidad al control estatal sobre el sistema universitario y sobre los recursos del Estado destinados a subsidiar la producción y transmisión de conocimientos.

Sorprende, en cualquier caso, que ni el gobierno Bachelet, ni la NM, ni tampoco las corrientes de neoizquierda hayan reivindicado como salida más viable del actual punto ciego en que se halla entercada la reforma, una solución al estilo de los EEUU, donde las universidades estatales reciben un trato especial del Estado (y los estados) a cambio de sujetarse a ciertas reglas y competir con las instituciones privadas de diverso tipo que reciben también apoyo público a través de un amplio esquema de apoyos estudiantiles administrado por el gobierno.

Alcanzar tal solución ha estado al alcance de la mano desde el primer día de la administración Bachelet, pues el propio sistema ha venido desarrollándose en tal dirección durante los últimos 25 años. Si no se adoptó este camino es únicamente por una mezcla de malas razones: porque entones el gobierno aparecía como continuista y no como rupturista, porque no significaba un cambio de paradigma ideológico y porque obligaba a reconocer que un sistema mixto de provisión tiene indudables fortalezas a la hora de expandir las oportunidades educacionales y de financiarlas. Los puntos débiles, insuficiencias y fallas que ostensiblemente posee este otro régimen son relativamente fáciles de identificar y solucionar y habrían podido superarse con un gasto significativamente menor de energías, recursos y en gestión e implementación que aquel en que el gobierno deberá incurrir para imponer su propio diseño de reforma.

La lucha por intereses materiales -una mayor proporción de la torta, más subsidio, recursos adicionales y fondos basales directos y no condicionados- es una parte habitual de la competencia por recursos en una democracia de base capitalista. No se halla separada tampoco de la lucha ideológica, como aparece aquí en el análisis. Ni es el interés corporativo algo propio únicamente de las instituciones estatales. Más bien, el conjunto de las actores, de todo tipo, pugnan por captar una cuota mayor de recursos, mejorar su posición relativa frente al Estado y sus competidores y justifican conductas estratégicas y él cálculo posicional en función de ideales y valores (es decir, de racionalizaciones ideológicas). Y esto vale para los actores tradicionales y nuevos, laicos y confesionales, emprendedores y comunitarios, metropolitanos y regionales.

Entre tanto, los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido perdiendo contacto con esas realidades y aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario. Ya no reparan en los fines ni en los medios, sino que se propulsan a sí mismos a la esfera de la Idea Absoluta, que puede ser a veces el turpe lucrum, otras veces la gratuidad o mañana la triestamentalidad o los fondos basales. Palabras fetiches, cargadas de una intensa emocionalidad, pero alejadas de cualquier referente compartido con el resto de la sociedad. Desconectadas de la historia -incluso de las ideologías y los intereses corporativos- ascienden a esa  esfera donde reinan triunfantes las consignas en su aparente pureza. Y donde los propios movimientos sociales suelen quedar atrapados en sus discursos.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14348

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