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Venezuela, Ministro Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología Roa: “Debemos tomar el conocimiento de los campesinos”

Venezuela/27 marzo 2017/Fuente: Noticias24

El Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología Hugbel Roa, recorrió gran parte de la Expo Feria Venezuela Potencia 2017 que se lleva a cabo desde el Poliedro de Caracas; lugar donde visitó con bastante detenimiento, el espacio reservado para las áreas científicas y tecnológicas de la nación.

Roa destacó el carácter incluyente de las ciencias nacionales, en el que se fusionan tanto la mano obrera como los grandes intelectuales de los desarrollos tecnológicos y científicos, con un objetivo común, el impulso definitivo de la nación.

“Debemos tomar también, el conocimiento de los campesinos. Aquí estamos entre campesinos y científicos, con nuestras universidades al servicio del pueblo”, expresó el máximo regente de la cartera académica superior y de ciencias nacionales.

“Nuestras ciencias populares, están unidas en un solo objetivo que se llama Venezuela. Ciencias y tecnologías aplicadas para la verdadera soberanía alimentaria que se construye desde nuestro pueblo”, apunto Roa durante su especial recorrido por diversos stands relativos a los nuevos desarrollos para la producción en masa de rubros naturales.

Foto: Ender Anaya

Fuente:http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/331290/ministro-roa-debemos-tomar-el-conocimiento-de-los-campesinos/

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Proyecto CONVITE: Liberando el conocimiento para la construcción del bien público

Por Santiago Roca

La creación de conocimiento ha estado signada por la tendencia impuesta por el capitalismo a construir barreras a su alrededor para evitar que trascienda como un bien público, convirtiéndolo en un bien de intercambio sujeto a leyes comerciales y por tanto en una mercancía. Al construir una visión mercantilista del conocimiento se promueve su apropiación por parte de intereses monopólicos, lo cual evitaría que personas distintas a quienes se atribuyen la exclusividad en los desarrollos científicos y tecnológicos puedan acceder y apropiarse de sus beneficios.Como contrapropuesta Cenditel promueve la visión del conocimiento como un bien público. Para dar concreción y difusión a esta idea, en CENDITEL se ha creado el proyecto Convite, el cual se propone contribuir con el cultivo y la apropiación social del conocimiento como patrimonio intangible de la humanidad, para aportar a la transformación de las relaciones socioculturales que sustentan la construcción social de los saberes y su reconocimiento como bien común de interés público. La palabra “Convite” nos evoca la unión voluntaria de esfuerzos y saberes de una comunidad para alcanzar metas que tributen de manera trascendente a la consolidación de un proyecto de vida colectiva.En el desarrollo de esta labor, CENDITEL ha canalizado la publicación de distintas obras que tributan a la liberación del conocimiento. Entre las más relevantes podemos nombrar las siguientes:

  • Revista Conocimiento Libre y Licenciamiento (CLIC): es una publicación arbitrada de acceso abierto orientada a apoyar procesos de gestión del conocimiento científico, tecnológico y humanístico. Con esta publicación se aspira a contribuir con la sistematización y difusión del conocimiento especializado para ponerlo a disposición de la sociedad en general. La Revista CLIC se encuentra en el índice de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología – REVENCYT (N° RVR 065).
  • Publicaciones de contenido tecnopolítico: Corresponde a las ideas y acciones que ha emprendido CENDITEL para llevar adelante su labor, siempre haciendo énfasis en la temática de la no neutralidad de la ciencia y del conocimiento percibido como un bien público. Entre los temas que se han abordado se encuentran el desarrollo de software libre, la seguridad digital, la importancia del infogobierno y el papel de las tecnologías libres en el horizonte del desarrollo endógeno.
  • Serie Trampiando: Este espacio está comprometido con el cultivo y profundización del pensamiento crítico desde la sistematización del saber popular y ante las preguntas del quehacer académico. Por lo tanto, se plantea como un modo de enriquecer la construcción del conocimiento en condiciones de un diálogo de saberes, de forma que ambas corrientes se complementan en la conformación de otra cultura de cuidado del saber.

En la Revista CLIC, como en el Proyecto Convite, el acceso abierto no se considera un fin en sí mismo sino una alternativa para fomentar modos de generación de conocimientos que sean democráticos y socialmente pertinentes. El objetivo no es sólo la divulgación de productos de investigación, sino también crear conciencia en torno al colonialismo cultural y la mercantilización del saber, de manera de ayudar a fundar procesos que contribuyan con la construcción del sentido social de la investigación en América Latina.

Entre los números más recientes destaca el Número 13, dedicada a conmemorar los 10 años del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL) y el apoyo constante del Presidente Hugo Chávez al Conocimiento Libre.Durante el 2016 se publicaron tres números de la Revista Conocimiento Libre y Licenciamiento, la primera de ellas corresponde a la CLIC número 12, cuyos artículos van desde los saberes de las parteras, temas de ambiente, hasta experiencias en permacultura social. La revista CLIC 13, es una publicación especial, dedicada al Décimo Aniversario de CENDITEL, ella ofrece un panorama del quehacer de la institución durante sus diez años de existencia. Su eje de reflexión consiste en pensar el conocimiento desde dos enfoques: como bien público o como bien común. Y la publicación más reciente es la número 14, lanzada al cierre del año 2016 y cuenta entre sus trabajos los dedicados a las tecnologías en la educación, la agroecología y la física cuántica.

Actualmente la Revista CLIC está disponible en la plataforma Open Journal Systems, un sistema desarrollado en software libre para facilitar que las revistas científicas se encuentren disponibles sin restricciones, utilizando procedimientos que permiten que cada número sea un proceso de edición colaborativa entre los autores y los evaluadores. Así mismo, esta plataforma garantiza la visibilidad de los artículos en los sistemas de búsqueda electrónica utilizados por centros académicos y de investigación en todo el mundo.

En la plataforma de la Revista CLIC están disponibles todos los números publicados y las instrucciones que permitirán a los autores el envío de artículos para optar a publicación. Para visitar la plataforma de la Revista, tener acceso a todos los números y registrarse como autor o como árbitro puede visitar el siguiente enlace: https://convite.cenditel.gob.ve/revistaclic

El proyecto Convite contribuye a la construcción del conocimiento como un bien público y a la promoción de los saberes pertinentes para nuestro entorno sociocultural. Además permite a mayor cantidad de personas la apropiación de esos saberes. Respecto a la consciencia y el conocimiento el Comandante Hugo Chávez Frías expresaba, en ocasión de la inauguración de varias aldeas universitarias en abril de 2006: “La consciencia es el resultado del conocimiento, por eso hay que estudiar, leer y analizar mucho.” Para conocer más sobre el proyecto y consultar las publicaciones de CENDITEL puede visitar el siguiente enlace: http://convite.cenditel.gob.ve/Prensa CENDITEL

Fuente: http://convite.cenditel.gob.ve/2017/03/01/proyecto-convite-liberando-el-conocimiento-para-la-construccion-del-bien-publico/

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La geopolítica de la big data

Por: Nerissa Aguilera Arteaga

Sin claridad estratégica sobre la investigación y el desarrollo de la tecnociencia, los países que aspiramos a ver nuestra independencia consolidada, no alcanzaremos a asumir plenamente el control de nuestras economías y de nuestras vidas. La importancia que cobra hoy día el espacio virtual, de las redes y el mundo interconectado está plagado de realidades paradojales y amplias brechas de desigualdad, pues la globalización del capitalismo informacional -como lo ha llamado Castells- pese a los colosales esfuerzos y conquistas que han obtenido los gobiernos progresistas y los pueblos que resisten, amenaza con la extinción de todas las formas de vida en el planeta. A esto, el lenguaje de la “posverdad” lo ha llamado progreso, avances y ajustes, siendo el capitalismo y la mercantilización de la vida expresiones obscenas del cinismo político y la explotación económica más atroz. La tecnociencia puede que sea su aliada, pero también puede ser la nuestra, para fines completamente distintos. Veamos.

A la luz de los recorridos históricos en nuestro mundo, aún hay demasiados datos relevantes sobre los orígenes y procesos de las innovaciones tecnológicas, no obstante, para nuestro análisis puntual, sólo señalaremos que la tecnología a lo largo de la historia ha propiciado autenticas revoluciones y cambios epocales, y que la capacidad de dominar la tecnología define en buena medida el destino y la capacidad de las sociedades de transformarse. Podemos constatarlo en las revoluciones industriales del siglo XIX y el siglo XX, ésta última producida a partir de la convergencia digital.

La transformación de nuestras vidas probablemente nunca observó tantos cambios en tan cortos períodos, la aceleración del tiempo y los cambios de hábitos están marcados por la vertiginosa presencia y uso de los dispositivos que nos mantienen interconectados, estas constituyen la aldea global de MacLuhan, aunque todavía existan en el mundo más de 1100 millones de personas sin acceso a agua potable o el doble de esa cifra a saneamiento básico. Las expresiones de los fundamentalismos en nuestro mundo contemporáneo, puede que quieran persuadirnos de la implacabilidad del Dios bit, pero las mujeres y las niñas o las personas con algún tipo de discapacidad, conocemos perfectamente los efectos liberadores y la relativa autonomía que el uso de las tecnologías pueden brindarnos.

La primera ley de Kranzberg dice: “La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco neutral”. Si existe algún desafío actual y muy vigente para nuestro tema del manejo y uso de las ingentes cantidades de información y datos a través de la internet, es tratar de superar la polarización entre la tecnofília y tecnofobia, el determinismo tecnológico, los espejismos de un poder ilimitado de las redes. Frankenstein o el moderno Prometeo de Mary Shelley nos confronta con un debate que sigue siendo perturbador para la humanidad: la creación y destrucción de la vida y la moral científica. La humanidad ha tenido que lidiar con estos dilemas a lo largo de los siglos, pero el debate se reedita ante cada innovación, cada nuevo hallazgo de la tecnociencia.

La Big Data, luego de varios años de investigaciones y desarrollos, es protagonista de la data mining y el hijo más aventajado del capitalismo informacional, gracias a sus capacidades predictivas. ¿Qué ventajas te da predecir la próxima sequía, o la más cercana hambruna o el próximo tsunami geólogico y financiero? El riesgo más grande, nos decía Shelley con su metáfora prometeica, es vivir en un mundo sin Dios. Los fundamentalismos políticos y tecnocientíficos, en parte, le dan la razón. La israelí Kira Radinski, llamada el oráculo de internet por su desarrollo pionero sobre estas ciencias predictivas, ha puesto su conocimiento a favor de los intereses israelíes y el capitalismo informacional, en un mundo de libre competencia donde el Dios mercado manda sin competencia, pero no exento de profundos cuestionamientos y resistencias.

La geopolítica de la Big Data, o las cataratas de información podemos entenderla claramente cuando el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, hace pública la idea de creación del Consejo Nacional de Ciberdefensa, en el contexto de la guerra no convencional o guerras de 5ta generación que vivimos ahora mismo en nuestro convulsionado planeta, cuando la política y la diplomacia de los cañones también migran hacia el ciberespacio y la violencia estructural implícita en esta etapa superior del capitalismo y el imperialismo, amplía abismalmente las grandes brechas de desigualdad.

La tecnociencia, su desarrollo y el uso que hagamos de ella requiere planificación, inversión y gestión, tal y como lo proponemos en los documentos de constitución del primer Consejo Nacional de Ciberseguridad y Ciberdefensa. El Plan Nacional de Ciberseguridad es un esfuerzo conjunto y articulado de las políticas de soberanía que llevamos adelante desde el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología y los diversos entes que rigen la materia tal como lo establece la Ley de Infogobierno. Los instrumentos jurídicos y la nueva arquitectura institucional propuesta desde hace más de 16 años, es una visión compleja -por lo multidimensional- y nutrida del trabajo colectivo de la comunidad de Software Libre y de otros muchos colectivos e individualidades como investigadores, investigadoras y científicos con una visión crítica de la innovación tecnológica, que vienen produciendo conocimientos a partir de una visión fértil que abona al proyecto de país vigente y plasmado en nuestra Carta Magna, de forma democrática, inclusiva, participativa y protagónica, junto al Poder Popular, o en palabras de Nazoa, junto a los poderes creadores del pueblo, barrios adentro, en campo y ciudad o adonde quiera que la Canaimita llegue.

Asimismo, el Plan de Protección a la Infancia en Línea, enmarcado dentro de las políticas públicas que se están ocupando de los temas y conflictos existentes en nuestra realidad actual, dan cuenta de estos esfuerzos que claman por la planificación y la inversión estratégica, una visión realista que se plante ante los fatalismos de la geopolítica de la Big Data que pretende imponer la lógica belicista y de dominación imperial.

¿Acaso no serían aplicaciones útiles de Big Data aquellas que estén dirigidas a optimizar los recursos que el Estado emplea y destina para garantizar los servicios que presta al pueblo? o ¿aquellas que permitan reducir los riesgos e incrementar la producción en la agricultura de precisión?. Otro uso estratégico de la técnica Big Data podría ser el análisis de logs de los sistemas informáticos para generar una gran base de datos con patrones que «graben la huella» de los comportamientos sospechosos en la Red e Internet como posibles conductas de ciberataques y amenazas a los sistemas del Poder Público, estos patrones permitirían monitorear en tiempo real y visualizar gráficamente, las actividades de acceso a los sistemas informáticos y detectarlos de forma anticipada para prevenir posibles daños a los servicios y a las infraestructutras críticas informáticas del sector público.

No podemos temerle a las pesadillas de la ciencia, ni podemos “apenas” hacer una lista de argumentos técnicos, si éstos no están enmarcados dentro de una política de soberanía, acompañadas de una planificación y una gestión de políticas públicas coherentes que impulsen de forma estructurada y permanentemente los temas de investigación y desarrollo. Antes, todas y todos debemos en un acto de imprescindible lucidez, hacernos conscientes de que el androcentrismo no es “natural”, despojarnos de la “fe” en el carácter progresista de la racionalidad científica, porque existen otras epistemologías, otras formas de construir conocimiento, darle paso a la innovación moral, política y económica más radical que hayamos protagonizado, esto sería un salto cualitativo para plantarle cara a la necesaria respuesta política que nos demanda este momento histórico.

Imagen: http://renderasbusiness.com/tecnologia/redes-sociales/

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Venezuela: Estudiantes presentaron proyectos de investigación ancestral en la UBV

Venezuela/Febrero de 2017/Fuente: RNV

Las Jornadas de socialización de proyectos de investigación cosmovisión ancestral que se realizó en la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, contó con la participación de 31 maestrantes de los pueblos Barí, Yukpa y Wayuu, quienes sistematizaron sus experiencias de acuerdo a sus cultura. Así, lo explicó Unaldo Coquíes, coordinador de la maestría Ciencias para el Desarrollo Estratégico de la UBV Zulia.

“Nosotros con estos encuentros compartimos con toda la ciudadanía nuestras grandes conocimientos ancestrales para aquellas personas que aún no han tenido la posibilidad de conocer nuestras culturas”, indicó Coquies.

El coordinador de la maestría Ciencias para el Desarrollo Estratégico de la UBV Zulia, Unaldo Coquíes, puntualizó que durante el encuentro unas 80 personas participaron quienes conocieron las experiencias ancestrales de los maestrantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

La actividad jornadas de socialización de proyectos de investigación cosmovisión ancestral, se realizó en la sede de la UBV, ubicada en el sector La Retirada, parroquia San Isidro del municipio Maracaibo.

Fuente: http://rnv.gob.ve/zulia-estudiantes-presentaron-proyectos-de-investigacion-ancestral-en-la-ubv/

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Regalos

Por: Fernando Savater

Ustedes van a regalar libros en estas fiestas y yo les alabo el gusto. Pero no crean que todos los libros son inocuos o pacíficos: hay libros de destrucción masiva. Los cataloga en su estupendo Libros para la guerra (ed. Berenice) el siempre original Javier Mina: esos libros que han provocado matanzas, sublevaciones, conquistas o el exterminio de los infieles. A veces libros santos, pero como también es santo el infierno… Y una travesía infernal por el páramo de los remordimientos supersticiosos y los prejuicios es lo que cuenta Luisgé Martín en El amor del revés (ed. Anagrama), un relato autobiográfico escrito con valerosa crudeza. Parece mentira que hace sólo pocos años la homosexualidad fuese todavía un suplicio social para quien tratase de vivirla sin engaños. Un retrato de época y un estudio psicológico escrito con fervor magistral…

Cada vez que se publica por estas fechas la lista de los mejores libros del año, constato desolado que la mayoría de ellos no los he leído y otros por desgracia sí. En cualquier caso, nunca encuentro los tomos del Salón de los pasos perdidos, de Andrés Trapiello (van 19, el último Sólo hechos, ed. Pretextos), la única obra —entretenidísima, maliciosa, conmovedora, culterana, inagotablemente reflexiva sin pedantería…— que estoy seguro de que quedará cuando desaparezcan las celebridades anuales. Ahora bien, si quieren reforzarle a su amigo de veras la biblioteca, nada mejor que ofrecerle los cuatro suculentos volúmenes de las obras completas de Friedrich Nietzsche (ed. Tecnos), competentemente traducidas de nuevo, anotadas, comentadas, etcétera… por un equipo de especialistas dirigido por Diego Sánchez Meca. La voz total del profeta desventurado de la alegría, nuestro hermano más sabio. Ya saben, libros como regalo a los amigos lectores. Y a quienes no leen, nada. Que espabilen…

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/12/22/opinion/1482417592_557707.html

 

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Libro: América Latina y el Caribe en la economía y sociedad del conocimiento

América Latina y el Caribe en la economía y sociedad del conocimiento

Una revisión crítica a sus fundamentos y políticas

Germán Sánchez Daza. [Editor]

Ana Laura Rivoir. Carlos Bianchi Pagola. Fernando Julio Piñero. María Eugenia Martínez De Ita. Miguel Ángel Aguilar Aguilar. Carlos Alberto Jiménez Bandala. Ana María Taborga. José María Araya. Rubén Ortigoza Limón. Guillermo Campos Ríos. Eduardo Shmidt. Dolores Erasun. Eduardo A. Rueda Barrera. Nathalie Chingaté Hernández. Raúl E. Porras Lavalle. Fernando Luis Neciosup La Rosa. [Autores de Capítulo]

Colección Campus Virtual.
ISBN 978-607-7541-86-8
CLACSO. BUAP. UR-U, DS, FCS. UNCPBA, FCH, CEIPIL.
2009

Esta compilación es resultado del curso impartido durante el segundo semestre de 2006 en el Campus Virtual del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, en el marco de la Cátedra Florestan Fernandes. La propuesta del curso partía de reconocer que hacía poco más de una década se habían desarrollado diversas caracterizaciones de la economía contemporánea, y de la sociedad en general, que argumentaban que en su funcionamiento había nuevos elementos que mostraban que se estaba transitando hacia una nueva fase o etapa histórica, así se señalaban, entre otros fenómenos: la revolución científico técnica, la acelerada difusión de las tecnologías de la información y la comunicación, el desarrollo de ramas productivas y empresas con altos contenidos de conocimientos científico-tecnológicos, los logros científicos y la creciente importancia de la educación, la evolución de los medios masivos de comunicación, etc. De esta manera, hacia fines de la década pasada se habían ya acuñado conceptos como infraestructura global de la información, new economy, economía basada en el conocimiento, sociedad del conocimiento, sociedad informacional, economía del aprendizaje. Algunos de ellos fueron abandonados en la medida que la misma realidad mostraba sus inconsistencias -por ejemplo el de «new economy», desechado a partir de la crisis de 2000-2001-, otros han ido adquiriendo mayor fuerza por su coherencia teórica y/o por su uso en las políticas públicas. En este contexto, en diciembre de 2003 y en noviembre de 2005 se efectuaron las dos fases de la denominada «Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información», organizada por la ONU, a través de la Unión Internacional de Telecomunicaciones y de diversos organismos internacionales, gubernamentales y de la sociedad civil. […]

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=410&campo=titulo&texto=conocimiento

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Ciencia, cultura, nación

Por: Graziella Pogolotti

Enero convida a meditar sobre la función social del conocimiento. La rápida traducción práctica de los saberes científicos en aplicaciones tecnológicas que transforman el trabajo humano, introducen cambios en nuestra cotidianidad. Multiplican productos de toda índole y conduce a valorar en términos de beneficios económicos tangibles la contribución al desarrollo. Desde ese punto de vista, la experiencia cubana demuestra que las inversiones en este terreno redundan en beneficios comerciales por la venta de artículos de alto valor agregado.

No se ha divulgado de la misma manera el significado del conocimiento en la construcción de hegemonías. En un proceso secular, la burguesía se valió de ese recurso para desplazar a la nobleza parasitaria. La ciudad fue su ámbito natural. En ella se fundaron universidades, se configuraron las llamadas profesiones liberales. De ella se  nutrieron médicos, juristas, pensadores abiertos al humanismo, administradores constituidos en simiente de las ideas mercantilistas. La Gran Bretaña afirmó su poderío en el dominio de los mares. Para acelerar los cambios, Cromwell encabezó una revolución. Más tarde la enciclopedia ofreció una síntesis del saber acumulado y la Revolución Francesa estremeció el mundo al derribar estructuras periclitadas e internacionalizar la ideología de la burguesía triunfante.

Un señor llamado Gutenberg inventó la imprenta. El libro sustituiría a los manuscritos, obra de pacientes copistas, conservadas en conventos. Dotado de esa capacidad multiplicadora, el conocimiento se diseminaba, cruzaba fronteras, viajaba en las bodegas de los barcos.

Cada vez más, los centros de poder se constituyen en monopolios de la producción de conocimientos. Al amparo de normas internacionales protectoras de propiedad intelectual, las ganancias benefician al capital, prescindiendo de consideraciones éticas respecto al uso social de esos adelantos. El investigador de hoy ha dejado de ser el alquimista solitario del Medioevo. Necesita sofisticados laboratorios y tiempo para la validación de sus experimentos. Ha pasado a ocupar la condición de asalariado altamente remunerado, aunque sin capacidad de decisión respecto al uso de su trabajo.

Por ese motivo, las preocupaciones éticas ocupan un lugar creciente en el universo de los científicos.

Al abordar estos temas por la opinión pública y el entorno del saber común cotidiano no menos importante, prevalece la tendencia a asociar el concepto de ciencia a las llamadas exactas y naturales, frecuentemente denominadas ciencias duras. Ciertas expresiones economicistas contribuyen a soslayar el papel de las ciencias sociales, decisivo a la hora de diseñar un proyecto de  país y de participar en el importante debate acerca de las amenazas que pesan sobre el destino de nuestra especie debido a las repercusiones del cambio climático y también en cuanto a la fractura radical entre el mundo de las cabezas que define el rumbo del mundo y las manos, ejecutoras de tareas, ajeno a la toma de decisiones.

Hace medio siglo estas realidades no se manifestaban con tanta claridad. En el contexto del proceso descolonizador, la tradición latinoamericana se valió del análisis de los problemas derivados del subdesarrollo y la dependencia para analizar la realidad de nuestros países.

Apareció una generación de economistas que, en muchos casos prestaron servicios a la naciente Revolución Cubana, dedicada empeñosamente a la formulación de propuestas. Esta perspectiva de análisis influyó en sociólogos, historiadores y en un repensar el concepto de cultura. La contraofensiva fue violenta. Bajo el manto de las dictaduras de nuestra América, se instauró el dogma neoliberal con sus bien conocidas consecuencias en la vida de los pueblos.

Al proponer las bases de una política científica para nuestro país, Fidel se planteó una perspectiva integradora que, recolocada en aquel contexto, ofrece claves indispensables para el debate contemporáneo. Para edificar un futuro de hombres de ciencias y de pensamiento, era necesario establecer vínculos sólidos y flexibles entre los distintos componentes de la realidad, favorecer la convergencia entre saberes, actuar simultáneamente en varios ámbitos.

Los institutos de la Academia de Ciencias abordaron temas relacionados con el estudio de la sociedad. Incorporaron a especialistas que, en condiciones adversas, habían explorado esas zonas del saber. Por otra parte, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), matriz del impresionante desarrollo en el terreno de la biología, se integraba al proceso de transformación de la Universidad. La singularidad de esta concepción se manifiesta en el modo de simultanear la edificación del porvenir y la superación de la herencia del subdesarrollo. El proyecto se estaba forjando mientras se preparaban las condiciones para emprender la Campaña de Alfabetización, punto de partida para el rescate de talentos, algunos de los cuales han sido protagonistas de logros notables.

La realidad contemporánea nos sitúa ante caminos que se bifurcan. Un error de apreciación puede poner en juego, tanto el destino de nuestro pueblo como el de la humanidad. Subordinar la apertura hacia el conocimiento a la obtención de ganancias prescindiendo de consideraciones éticas y de las exigencias reales de la sociedad es tentación suicida. En sentido inverso, colocar la investigación al servicio del desarrollo humano establece la coherencia necesaria entre la formulación de los propósitos de la educación, así como el  justo equilibrio entre el impulso a las ciencias exactas, naturales y sociales para comprometer a la sociedad en su conjunto en un debate dirigido a la superación de nuestros actuales quebrantos en el plano concreto del funcionamiento de la economía y en el rescate de nuestros mejores valores.

Por esa vía, la apuesta a favor del conocimiento potencia el valor cultural de la ciencia, tal y como lo comprendieron siempre los fundadores de la nación.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-01-08/ciencia-cultura-nacion-08-01-2017-21-01-47

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