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El derecho a la educación en Chile: un debate inconcluso

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Dr. Juan Pablo Queupil

Centro de Investigación para la Educación  Inclusiva

Ha comenzado el año 2018 y en Chile asumirá el próximo marzo un nuevo presidente. Como era de esperar, la política educativa estuvo presente en cada uno de los debates que precedió la elección de la centro-derecha, representada por Sebastián Piñera, quien va por su segundo mandato, luego de que su primer gobierno haya desbancado a la centro-izquierda, liderada por Michelle Bachelet. Curiosamente, esto se repite por segunda ocasión.

En los últimos 45 años, estos dos bandos políticos han estado demarcados por el hito histórico del golpe de Estado de 1973, encabezado por el ya fallecido General Pinochet, quien aún pareciera tener una presencia en varios asuntos nacionales, reflejada en la imposición de reformas en educación, salud, sistema de pensiones, e incluso en la constitución chilena, entre otros ámbitos de acción.

Dentro de este ambiente post-elecciones presidenciales y de cambio de gobierno, no es sorpresa que la educación siga siendo una temática en la primera línea de la política pública chilena. Es claro que existe un consenso sobre los beneficios de una sociedad más educada, trayendo consigo efectos positivos en la economía, aspectos culturales, en la movilidad social, entre otros, analizados ampliamente por la literatura. Sin embargo, el retorno a la democracia en Chile, en los inicios de los años ’90, cimentó a los bandos políticos mencionados con dos posturas y visiones de la educación, en una dicotomía que se ha mantenido por casi cinco décadas. Además, como efecto de todo lo anterior, cabe considerar que Chile es uno de los países con mayor inequidad y segregación social y educacional en el mundo (Valenzuela, Bellei & De Los Ríos, 2010), lo cual no se ha logrado sortear y más bien se ha incrementado.

Así, desde que la dictadura impuso un modelo neoliberal para la educación, como lo ha resumido Atria (2014), la dicotomía en Chile radica en entender la educación como un bien de mercado versus un derecho social. Si bien la presidenta Bachelet ha intentado llevar adelante un cambio de paradigma hacia esta última noción de cómo entender y comprender la educación, esto no está declarado de forma explícita en la Constitución chilena heredada por la dictadura, y lo que pareciera ser aún más anecdótico, el electo presidente ha expresado explícitamente su inclinación por lo primero, igualmente matizando su discurso ante su inminente segunda elección.

Por ello, llama la atención que aún no ha sido abordado apropiadamente el debate sobre qué entendemos por el derecho a la educación en Chile. Si bien esta es una frase que aparece en cada proyecto de ley dentro de la reforma educacional impulsada por la presidenta Bachelet, más bien pareciera ser concebida en términos de “un ideal” o una visión de algo deseable (al menos declarativamente), y no como algo garantizado para los ciudadanos chilenos. Tal vez el más optimista podría aseverar que, a través de diversos mecanismos o programas, es un anhelo de recuperar un derecho usurpado por la dictadura. Así, entre estos últimos esfuerzos destacan la Ley de Inclusión Escolar (Ley N°20845, 2015), la reciente ley del nuevo sistema de educación pública (Ley N°21040, 2017) y la gratuidad de la educación superior –hasta ahora sólo para los seis deciles más pobres de la población, y en instituciones acreditadas–. En este sentido, si consideramos sólo esta última iniciativa, estaríamos lejos de afirmar que la educación es un derecho universal, pues además debemos considerar que en Chile hay miles de personas endeudadas por décadas, tras haber obtenido créditos y préstamos para cursar sus estudios superiores. Paradójicamente, la educación superior era gratuita (no involucraba pago de aranceles) antes de la dictadura, igual que la mayor parte de la educación pública escolar.

El propio Atria (2014), abogado constitucionalista de profesión y ferviente militante de la izquierda chilena, ha asegurado que la educación tiene dos dimensiones:

Bajo la primera, educación es lo que se provee al ciudadano en cumplimiento de su derecho; se trata aquí de la educación como derecho social. La segunda dimensión de la educación se desprende del hecho que hay algo importante (público) en las instituciones que proveen educación y en la forma en que lo hacen (p. 125).

Se trata entonces de un debate que debiera incorporar la comprensión de qué se entiende por ciudadanía y de “lo público”. Incluso más, Atria destaca que, al contrario de la educación escolar, el caso de la educación superior en Chile debe ser tratado de forma diferente, considerando la autonomía que (todavía) gozan sus instituciones. Sobre todo si se tiene en cuenta que ésta podría variar a medida que se incremente la cantidad de universidades que reciben aportes públicos directos o indirectos, aspecto que todavía está en discusión en un actual proyecto de ley. En el ámbito internacional, RESULTS, ONG de Estados Unidos, creó un índice del derecho a la educación -Right to Education Index-, el cual es comparativo entre diversas naciones, donde Chile ocupa el último lugar, superado incluso por países como Zimbabwe o Tanzania en aspectos tales como gobernabilidad, disponibilidad, accesibilidad, aceptación y adaptabilidad.

A su vez, si se habla del derecho a la educación, no puede dejarse de lado su innegable valor público. Así, por ejemplo, diversos factores del tipo “no académico”, usualmente asociados con el rendimiento escolar, son aspectos transcendentales de la educación, tales como la formación de la ciudadanía, el clima escolar, la motivación y el compromiso con el aula y la escuela, entre otros. En las últimas décadas, diversos investigadores han afirmado que el valor público de la educación radica en que los factores mencionados desempeñan un rol importante para que los niños y jóvenes se desarrollen plenamente como ciudadanos críticos y sean actores relevantes en la sociedad. En la práctica, ésto implica pasar de una lógica donde prima el individualismo y los intereses de las personas como entes aislados, a una donde se prioricen la cooperación y los intereses comunes. Además, y por sobre todo, cambiar las políticas de focalización de recursos a ciertos grupos de la población a uno de universalismo que beneficie a la sociedad como un todo.

Lo anterior pareciera tener un vínculo con los paradigmas de los bandos políticos predominantes en Chile, pero siempre bajo un modelo neoliberal imperante en los últimos 45 años. Así, por ejemplo, este ha implicado que el Estado cumpla básicamente  un rol subsidiario de la demanda por educación de acuerdo al status socio-económico de sus solicitantes. En otras palabras, los colegios reciben recursos económicos en base a la cantidad de estudiantes y de acuerdo al porcentaje de asistencia a clases del alumnado, generando una serie de incentivos perversos, afectando los factores académicos y no académicos del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. Recientes leyes han tratado de corregir estas “fallas de mercado” con un prisma basado en el concepto de “inclusión”, prohibiendo, entre otras medidas, la discriminación arbitraria de la admisión de las escuelas través de la mencionada Ley N°20845. Así, se ha tenido que recurrir a corregir las reglas del mercado a través de un sinfín de normativas y regulaciones, en un marco donde no se logra conciliar el pleno derecho a la educación.

Se advierte entonces que el Estado chileno sigue cumpliendo un rol subsidiario, ayudando a los segmentos de la población con menores recursos, con regulaciones tales como la “gratuidad” en la educación superior, o hasta hace pocos años, la política de vouchers para que estudiantes asistieran a la educación privada-subvencionada. Lo anterior ha experimentado una eliminación paulatina, aspirando a que las familias de menos recursos matriculen a sus hijos e hijas a escuelas públicas sin pagar ni un solo peso. En el debate, esto ha sido entendido por la centro-derecha como una trasgresión flagrante del derecho a elegir la educación que quieren los padres para sus niños y niñas. Por su parte, la centro-izquierda argumenta que difícilmente una familia de bajos recursos socioeconómicos puede elegir una educación privada, asociada usualmente a altos estándares de calidad, pero que involucra un alto costo económico relacionado con pagos de matrícula y otros gastos asociados. Así, el país aspira a algo mayor que el propio derecho a la educación, expresado en el derecho a una educación de calidad, lo cual, como era de esperar, también se ha vuelto un anhelo que aparece en diversos proyectos de ley, discursos y promesas inocuas. Si a ello se le suma el ideal de lograr una educación equitativa e inclusiva (en su más amplio sentido de la palabra), estamos ante un cambio radical de paradigma, al menos en términos declarativos, y solo el tiempo dirá si efectivamente se lograrán estos y otro nobles objetivos y metas educacionales.

De hecho, en términos de educación primaria, secundaria y terciaria, destaca la amplia cobertura que se ha alcanzado a nivel nacional (Hernández, Arteaga, Hernández & Lagarda,2017). Sin embargo, diversos estudios han mostrado que, en términos de calidad –puntajes en pruebas estandarizadas–, la distribución geográfica de colegios, vale decir, “oportunidades educativas”, está lejos de ser equitativa, y mucho menos cercana a la población vulnerable (Rodríguez, 2016).

Así, el debate sobre el derecho a la educación tiene varias aristas: políticas, sociales, técnicas, administrativas, pero sobre todo interpretativas, pues más allá de qué tipo de institución (pública o privada) es la que provee la educación en cierta localidad, no debe olvidarse que la educación tiene un valor intrínseco que contribuye a la comunidad en una serie de aspectos que son importantes para el colectivo social. De no abordarse primeramente este punto, el riesgo de no lograr una educación de calidad, gratuita, inclusiva y equitativa para todos puede incrementarse en proporciones tales, que puede mermar el futuro de varias generaciones de estudiantes. Es de esperar que en Chile el debate alcance la altura de miras necesaria para que el proyecto país en términos educativos sea realmente un derecho explícito y garantizado para cada uno de sus ciudadanos.

Referencias

Atria, F. (2014). Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público. LOM Ediciones, Santiago, Chile.

Hernández, J. M. O., Arteaga, M. A. M., Hernández, P. M., & Lagarda, A. M. (2017). Análisis comparado de la cobertura de la educación superior en Corea del Sur y Chile: una reflexión para México. Perfiles Educativos39(155), 141-159.

Ley N° 20845. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 29 de mayo de 2015.

Ley N° 21040. Diario Oficial de la República de Chile, Santiago, Chile, 16 de noviembre de 2017.

Rodríguez, P. (2016). La geografía de las oportunidades educativas: Determinando el acceso real de los estudiantes a establecimientos educacionales efectivos para generar políticas públicas que mejoren la provisión de educación de calidad. Proyecto FONIDE. Recuperado de https://centroestudios.mineduc.cl/

Valenzuela, J. P., Bellei, C., & De Los Ríos, D. (2010). Segregación Escolar en Chile. En ¿Fin de ciclo? Cambios en la gobernanza del sistema educativo. 209-229.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-derecho-a-la-educacion-en-chile-un-debate-inconcluso/

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Cuba: Desafíos de la Enseñanza Superior para 2018

Cuba/01 de Enero de 2018/Radio Rebelde

La Educación Superior vivió varias transformaciones durante el año 2017. Inserta en un proceso de perfeccionamiento, esta enseñanza aplicó como uno de sus cambios la integración universitaria.

Orientada a economizar los recursos humanos y materiales destinados a la enseñanza superior, la integración permite una mejor gestión de la vida universitaria en el país, así lo afirma Andrés Castro Alegría, rector de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.

Desafíos de la Enseñanza Superior para 2018

“La integración era una necesidad. Hoy notamos una racionalidad de los recursos y una mejor complementariedad en la vida interna de la universidad. Quedan todavía algunos retos. Por ejemplo, la distancia existente entre una sede y otra. Hay que aprender a trabajar con los nuevos cambios”, apuntó Castro Alegría.

La concepción de carreras de cuatro años como parte del llamado Plan E fue otra de las transformaciones puesta en marcha por la Educación Superior durante el 2017. Para Alicia Rodíguez, vicerrectora de Formación de Pregrado de la Universidad de Camagüey, esta medida permite insertar profesionales con mayor rapidez en la sociedad.

“Nosotros estamos trabajando en la introducción de los Planes de Estudio E con duración de 4 años para que la sociedad cubana pueda contar, en menos tiempo, con un profesional en el mundo del empleo, ya que hoy tenemos un fuerte envejecimiento poblacional en el país. Nuestra universidad ha incorporado la nueva línea de trabajo en varias carreras, entre ellas, las pedagógicas”, señaló Rodíguez.

El dominio del Inglés como un requisito fundamental a la hora de obtener un título universitario fue otro de los pasos dados por la Enseñanza Superior en la Isla. Para la DrC Diana Sedal Yanes, rectora de la Universidad de Oriente, el conocimiento del idioma universal puede traer buenos frutos al país.

“El idioma es el reto mayor, pero a largo plazo va a ser una gran fortaleza no solo para la universidad cubana, sino para el país. La academia estaría ofreciendo un profesional no solo con una buena formación en cualquier área del conocimiento, sino también con el dominio de un idioma que trasciende las fronteras del país”, acotó Sedal Yanes.

Desafíos de la Enseñanza Superior para 2018

El vínculo entre la academia y la comunidad fue otra de las líneas de trabajo de la Enseñanza Superior en el 2017. Según el DrC. Raúl Garcés Corra, decano de la Faculta de Comunicación de la Universidad de La Habana, el profesional de hoy debe estar cada vez más comprometido con los problemas del país.

“Queremos estudiantes con una formación teórica, pero no que estén enclaustrados en sus propios predios, sino que sean capaces de generar soluciones aplicadas para el mundo que vivimos. El profesional de hoy debe entender que sus estudios no quedan relegadas a un mundo abstracto, sino que tienen sentido de ser en los problemas cotidianos”, señaló Garcés Corra.

La formación de estudiantes cada vez más integrales y la visibilidad de las riquezas de las universidades cubanas en las redes sociales, constituyen algunos de los retos de la Enseñanza Superior para próximos años.

Desafíos de la Enseñanza Superior para 2018

Fuente: http://www.radiorebelde.cu/noticia/desafios-ensenanza-superior-para-2018-20171228/

 

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Estados Unidos trata de dar más acceso a la educación preescolar

Estados Unidos/01 de Enero de 2018/El Nuevo Día

A lo largo y ancho del país, se está haciendo evidente que no hay suficientes cupos para recibir a todos los niños, ni los suficientes fondos para financiarlo.

Aunque suene quizás paradójico, estados de histórica tendencia conservadora como Oklahoma y Virginia Occidental están liderando las gestiones para hacer más accesible la educación preescolar.

«Son estados de sueldos deprimidos, de fuerza laboral de escasa educación y con el deseo de cambiar esa situación”, declaró Steven Barnett del Instituto Nacional de Educación Preescolar.

«Digan lo que digan, los políticos de Virginia Occidental saben muy bien que el futuro del estado no está en la industria del carbón”, añadió.

Otros estados conservadores con innovadores programas educativos son Alabama y Georgia. Pero incluso ciudades de tendencia liberal como Seattle y Nueva York están impulsando esquemas para promover la educación preescolar.

Los expertos advierten que urge hacer más accesible la educación preescolar debido a los altos costos del cuidado infantil. Según múltiples estudios científicos, los niños que asisten a buenas escuelas preescolares tienden a rendir mejor en su futura vida académica y de adultos, a tener empleos mejor remunerados y estilos de vida más saludables.

Pero a lo largo y ancho del país, se está haciendo evidente que no hay suficientes cupos para recibir a todos los niños, ni los suficientes fondos para financiarlo.

En ciudades como Seattle y Nueva York los programas de preescolar gozan de amplio apoyo local, que a su vez redunda en una mayor presión política sobre los legisladores locales frente a la desigualdad en el acceso educativo y a estudios según los cuales una buena educación es clave para el desarrollo temprano del niño.

“Obviamente sería mucho mejor tener un programa que cubra al estado entero y que sea accesible a todos los chicos de 3 y 4 años. Es la mejor inversión que podemos hacer para corregir este problema», dijo Tim Burgess, ex alcalde de Seattle que fundó un programa para impulsar la educación preescolar en la ciudad.

El programa ya lleva tres años e incluye a 979 niños cuyos padres pagan según su capacidad económica. Aproximadamente un 80% participa gratuitamente. Burgess está ahora en campaña tratando de que el programa abarque todo el estado de Washington.

La iniciativa de hacer más accesible a la educación preescolar alcanzó su auge bajo la presidencia de Barack Obama pero ha sido prácticamente ignorada bajo la de Donald Trump. Ivanka Trump, hija y asesora del presidente, ha hablado en ocasiones a favor de reducir los costos educativos.

Un estudio realizado por legisladores demócratas este año indica que menos de la mitad de los niños de entre 3 y 4 años de edad en el país están inscritos en un programa prekinder. El nivel de participación varía de estado a estado. En la capital Washington, D.C., es de 75% pero en Idaho es de apenas 30%.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/noticias/eeuu/nota/estadosunidostratadedarmasaccesoalaeducacionpreescolar-2385214/

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Chile: Comienza convocatoria al programa de educación superior 2018 para estudiantes con discapacidad

Chile/18 de Diciembre de 2017/El Mostrador

Personas chilenas y extranjeras en situación de discapacidad, podrán recibir financiamiento para costear Ayudas Técnicas, de Apoyo o Cuidado.

Hasta el viernes 12 de enero se encontrará abierto el proceso de convocatoria al Programa de Apoyos a Estudiantes en Situación de Discapacidad en Instituciones de Educación Superior 2018, que ofrece el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS). Las bases ya se encuentran  disponibles en el sitio web www.senadis.gob.cl

El objetivo del programa es contribuir a la disminución de barreras del entorno educativo, que dificulten la inclusión de estudiantes en situación de discapacidad en instituciones de educación superior.

La convocatoria  está destinada  a estudiantes, nacionales o extranjeros, en situación de discapacidad, egresados de cuarto año medio, que cursarán estudios de educación superior durante el año 2018, cabe destacar que esto último incluye a estudiantes que aún no se encuentren matriculados, pero que lo harán durante el próximo año. Los estudiantes deberán presentar nota igual o superior a 4.0, como promedio de los ramos cursados, durante el último año o semestre lectivo. Quienes participen de este proceso deben estar inscritos en el Registro Nacional de la Discapacidad.

Ante esto, el Director Nacional del SENADIS, Daniel Concha; valoró que nuevamente los jóvenes puedan contar con este apoyo que les garantiza la plena inclusión durante su etapa de formación superior , o de quienes ya lo hacen, “ la igualdad de oportunidades para las personas en situación de discapacidad, no significa entregar lo mismo para todos y todas, por el contrario, las personas en situación de discapacidad requieren apoyos adicionales y ajustes razonables, en este caso,  la posibilidad de acceder y continuar en la educación superior”.

El programa dispone de $497.570.0001 para el financiamiento de Apoyos Adicionales. Los cuales pueden costear Ayudas técnicas, Servicios de Apoyo para el cuidado, la asistencia o intermediación, destinado a mejorar las condiciones y el nivel de participación en el proceso educativo de los estudiantes en situación de discapacidad en Instituciones de Educación Superior. En el caso que  alguno de los estudiantes requiera el financiamiento de Servicios de Traslado el tope máximo a entregar por estudiante corresponderá a $1.500.000. En cuanto a otros servicios de Apoyo y/o ayudas técnicas, el monto asciende  hasta $2.900.000.

Para realizar la solicitud de Apoyos Adicionales, se debe entrar al link estudiantes.senadis.cl. El usuario debe tener creado una cuenta y clave, con ello podrá acceder al formulario en línea y posteriormente adjuntar la documentación que se especifica en las bases del programa.

Esta y otras medidas forman parte de los compromisos del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet por extender los beneficios y entregar mayores oportunidades a los estudiantes. El programa de Apoyo y Continuidad se suman a las medidas implementadas este año por la actual administración, como la incorporación de los ajustes a la Prueba de Selección Universitaria, cuyo propósito fue garantizar que todas y todos los estudiantes con discapacidad rindieran la PSU en igualdad de condiciones.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/agenda-pais/2017/12/15/comienza-convocatoria-al-programa-de-educacion-superior-2018-para-estudiantes-con-discapacidad/

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Puerto Rico: Cámara aprueba Carta de Derechos para la comunidad escolar sorda

Puerto Rico/12 de Diciembre de 2017/Metro

Busca disponer sobre sus derechos y beneficios ante la sociedad puertorriqueña.

La Cámara de Representantes de Puerto Rico aprobó hoy, a viva voz, el P.C. 335 que busca establecer la «Carta de Derechos de la Comunidad Escolar Sorda en Puerto Rico«.

La medida, de la autoría de María Milagros Charbonier Laureano, dispone sobre los derechos y beneficios de la comunidad ante la sociedad puertorriqueña.

Entre los objetivos del proyecto de ley se encuentra «garantizar el acceso oportuno a la educación a las personas sordas, en la modalidad que hayan escogido libremente».

Asimismo, busca garantizar que las personas sordas «participen en los servicios educativos que favorezcan mejor su condición y desarrollo con el apoyo profesional y ayudas técnicas requeridas. Promover la formulación de programas que atiendan las necesidades educativas de las personas con sordera. Garantizar que las personas sordas alcancen su máximo desarrollo y su plena participación social».

Según el Artículo 4 de la medida, se le reconocerá «el derecho de libre opción de las personas sordas al aprendizaje del lenguaje oral y utilización de los medios de apoyo a la comunicación oral, así como el aprendizaje, conocimiento y uso del lenguaje de señas».

Además, el Departamento de Educación tendrá que disponer todo lo necesario para facilitar el aprendizaje del lenguaje oral y de señas que requiera el estudiante.

«Las autoridades educativas, las universidades públicas y privadas y las entidades asociativas, fomentarán la creación de carreras técnicas y profesionales; así como cursos de capacitación para el personal que atiende a las personas sordas. Deberán incluir en su currículo cursos de lenguaje de señas y de estrategias para el aprendizaje del lenguaje oral y uso de las ayudas técnicas», se desprende de la medida.

Asimismo, las agencias del gobierno quedan «obligadas» a prestar recursos humanos, técnico y económicos para hacer valer la Carta de Derechos.

Las autoridades educativas, también, tendrán que promover planes y programas de formación para los docentes que atiendan a los alumnos sordos.

El P.C. 335 fue radicado el 3 de enero de este año y pasará al Senado para su discusión.

De aprobarse y ser firmada por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, toda institución pública o privada sujeta a estas disposiciones tendrán tres años para comenzar la prestación de los servicios.

Fuente: https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/12/08/camara-aprueba-carta-derechos-la-comunidad-escolar-sorda.html

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Costa Rica: Estudiantes de escasos recursos duplican el acceso a la educación superior

Costa Rica/27 de Noviembre de 2017/Periódico Mensaje

En los últimos dos años la educación superior costarricense tuvo avances significativos. Antes era común escuchar que la población estudiantil  más pobre era la que con mayor facilidad abandonaba las aulas, pero este ya no es el caso, porque el panorama ha cambiado.

Según el último Informe del Estado de la Educación, se reporta un nuevo aumento en la asistencia a la educación superior. En el 2016 solo el 53% de los jóvenes de 18 a 24 años había completado la secundaria y no todos ellos continuaron con estudios superiores, pero sí cerca del 61% lo hizo.

La Encuesta Nacional de Hogares 2016, registra que la asistencia de este grupo a la educación superior es mayor en la región Central, en zonas urbanas y entre las mujeres, en los quintiles más altos de ingreso.

En los tres primeros quintiles, la cobertura aumentó de 14% a 19% en seis años. Lo que denota que esta proporción de estudiantes de educación superior pasara 31% en el 2010 a 43% en 2016 y que disminuyera la sobrerepresentación de jóvenes de mayor ingreso.

 Por otro lado, de acuerdo con el Informe en el 2010 el 65% de los universitarios procedía de los dos quintiles de mayores ingresos, aunque su peso poblacional equivale al 35% del grupo de 18 a 24 años.

Para el 2016 las cartas cambiaron, esa sobrepoblación se redujo a 57%.

Las oportunidades de acceso a la educación superior tienen un componente de desigualdad, que refleja la concentración de la riqueza  que exhibe el país, que corresponde a los patrones de fracaso en completar la enseñanza secundaria, que es mayor en los estratos de menores ingresos.

Por esta razón, las posibilidades de acceso para la población de escasos recursos mejoran gracias a los amplios programas de becas de las universidades públicas, que cubren cerca del 50% de la matrícula total, lo cual se traduce que la mitad de los jóvenes que asiste a esos centro educativos pertenece a los tres primeros quintiles de ingreso.

A diferencia, que en el sector privado esa proporción ha descendido al 38%.

El Informe destaca que la brecha de acceso a la educación universitaria en perjuicio de los quintiles pobres se empieza a gestar en etapas previas (secundaria o primaria incompletas, o concluidas tardíamente).

Esto se asocia con la cantidad de personas que terminan la secundaria. La población de 18 a 24 años que completó ese nivel pasó de 46.2% en el 2010 a 52.6% seis años después.

Según el Estado de la Educación, una manera de observar la participación de los quintiles medios y bajos en las universidades estatales consiste en cuantificar la proporción de estudiantes que se graduaron de colegios públicos.  De las generaciones de los años 2000,2004, 2007 y 2009, a partir de los registros de las universidades estatales, revela que la mayoría de estudiantes de primer ingreso provino de este tipo de colegios; de ellos 71% UCR, 85% UNA y 77% TEC).

Fuente: http://www.periodicomensaje.com/educacion/2068-estudiantes-de-escasos-recursos-duplican-el-acceso-a-la-educacion-superior

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Colombia: En Sincelejo, comunidades indígenas buscan activar sistema educativo propio

Colombia/20 de Noviembre de 2017/El Universal

La Administración Municipal de Sincelejo a través de la Secretaría de Educación apoyará a los líderes del pueblo indígena Zenú, en el proceso para que enlos cabildos puedan activar el Sistema Educativo Indígena propio y hablar de inversión en las vías de accesos a sus territorios.

“Estuvimos revisando varias solicitudes del pueblo indígena Zenú. En particular nos suscribimos a la iniciativa que han tenido de iniciar la construcción de un sistema educativo acorde con sus tradiciones. Lo que queremos es llegar a un punto donde se pueda adoptar un modelo pedagógico que atienda su ley propia”, indicó Escarlata Álvarez, secretaria de Educación.

El objetivo del Sistema Educativo Indígena Propio es sobreponer la insuficiencia cualitativa en los planteles educativos, diseñar un proceso pedagógico propio e implementarlo en las comunidades zenúes con el fin de conservar los usos y ces de los pueblos indígenas.

Los representantes de los diferentes cabildos se comprometieron a entregar este 20 de noviembre la solicitud oficial para que se puedan realizar los estudios necesarios que lleven a la implementación de esta iniciativa en las comunidades indígenas de los diferentes cabildos de Sincelejo.

Actualmente en Sincelejo, existen 10 instituciones educativas ubicadas en territorios indígenas, en las cuales se implementaría el Sistema Educativo Indígena Propio, entre ellas La Arena, San Martín y San Antonio. Según líderes de los cabildos, el costo del proyecto sería asumido por la administración municipal y el pueblo Zenú.

Fuente: http://www.eluniversal.com.co/regional/en-sincelejo-comunidades-indigenas-buscan-activar-sistema-educativo-propio-266427

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