Por qué escribir a mano hará que tu hijo sea más inteligente

Por: ABC

Una investigación comprueba que el cerebro es mucho más activo cuando se escribe con lápiz sobre un papel que cuando se hace en un teclado.

Un estudio llea evidenciado, tras analizar la actividad cerebral en doce adultos jóvenes y doce niños, qvado a cabo por investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología hue escribir a mano logra mejorar el aprendizaje y la memoria.

Los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista » Frontiers in Psychology«, pusieron una capucha con más de 250 electrodos conectados en la cabeza de los participantes. Cada examen duró 45 minutos por persona y los investigadores recibieron 500 puntos de datos por segundo.

Los resultados, informa Efe, mostraron que el cerebro de los adultos jóvenes y los niños es mucho más activo cuando escriben a mano que cuando escriben en un teclado. «Escribir a mano crea mucha más actividad en las partes sensoriomotoras del cerebro. Muchos sentidos se activan presionando el lápiz sobre el papel, viendo la letras que escribes y escuchando el sonido que haces mientras se escribe. Estas experiencias sensoriales crean contacto entre diferentes partes del cerebro y hace que se aprenda y se memorice mejor», han explicado los investigadores.

Por ello, y a pesar de que los expertos reconocen que el aprendizaje digital aporta muchos beneficios, han instado a que se fomente la escritura a mano de los niños y adolescentes. «Dado el desarrollo de los últimos años, corremos el riesgo de que una o más generaciones pierdan la capacidad de escribir a mano. Nuestra investigación y la de otros muestran que esto sería una consecuencia muy desafortunada del aumento de la actividad digital», han zanjado.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-escribir-mano-hara-hijo-mas-inteligente-202011010134_noticia.html

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Los bébes que escuchan música reconocen mejor el lenguaje

Por: Carolina García.

 

Ponemos música a nuestro futuro hijo mientras permanece en el vientre porque, según la ciencia, es bueno. También hay niños que desde muy pequeños viven rodeados de música durante todo el día: en la escuela, en el coche, en casa, y otros que, tras adquirir el hábito, con apretar simplemente el play se mueven de un lado a otro, intentando llevar el ritmo. Pero no solo se divierten y se estimulan. Una nueva investigación concluye que escuchar música a los nueve meses de edad ayuda al bebé a procesar mejor las notas musicales y el lenguaje. Pero no solo canciones infantiles, cualquier música vale, así que let’s rocks, baby! El estudio, elaborado en la Universidad de Washington (Seattle) y publicado en The Proceedings of the National Academy Sciences, es “el primero que sugiere que a través de experimentar los ritmos de la melodía se puede detectar y hacer predicciones sobre los patrones del lenguaje”, aseguran los autores en un comunicado. “Esto significa que tener un contacto temprano con la música puede tener un efecto global en las capacidades cognitivas del niño”, añaden.

El bebé reconoce el mundo que le rodea

Un bebé de nueve meses se estimula con todo lo que le rodea: la luz, las sensaciones, los sonidos y estos cambian de forma constante. Y su trabajo es descubrir, es reconocer los cambios y predecir lo que va a venir después. “Predecir los patrones es una habilidad cognitiva fundamental y mejorarla desde edad muy temprana puede tener efectos positivos a largo plazo”, agregan los autores. Según explican, la música y el lenguaje tienen patrones muy marcados. Las sílabas son el ritmo del habla y son fundamentales para entender lo que estamos escuchando.

El estudio contó con un total de 39 bebés, 20 de ellos acudieron a sesiones de música de 12 a 15 minutos de duración con sus padres durante un mes. A cada sesión iban dos o tres bebés juntos. Los otros 19 solo jugaban, sin música, en las sesiones. Este era el grupo control. La música elegida fue un vals, “ya que es relativamente difícil para que los bebés lo aprendan”.

A la semana, las familias volvieron al laboratorio para evaluar las respuestas cerebrales (mediante resonancias magnéticas). Midieron tanto el tiempo como la actividad cerebral. El análisis se centró en el córtex auditivo y la corteza prefrontal, ya que son las áreas encargadas de manejar la atención y detección de patrones. Los bebés que escucharon música tuvieron reacciones más rotundas y fuertes en ambas áreas cerebrales, comparado con el grupo de pequeños que solo jugó.

Estudios anteriores ya hablaban de los beneficios de la música, por ejemplo, que puede ayudar a tratar los trastornos del espectro autista (TEA) y los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños, así lo concluye la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA, por sus siglas en inglés). Según los autores, que los pequeños reciban clases de música incrementa y crea nuevas conexiones cerebrales y “puede facilitar los tratamientos en niños con estos trastornos”. “Ya se sabía que la música era muy beneficiosa, pero este estudio ofrece un mejor entendimiento sobre qué está ocurriendo en el cerebro y dónde se producen estos cambios”, aseguró Pilar Dies-Suárez, jefa de radiología en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, autora del mismo. «Experimentar la música a una edad temprana puede contribuir a un mejor desarrollo del cerebro, a la optimización de la creación y establecimiento de redes neuronales y a la estimulación de las vías existentes del cerebro”, añadió la experta.

Por todo esto, los autores de la actual investigación critican que en EE UU los colegios hayan disminuido las horas de clases de música, “alegando que son muy caras”. “Esta investigación les recuerda que sus efectos van más allá de la propia música. Esta actividad puede tener efectos positivos en las habilidades cognitivas que le ofrecen al pequeño, una habilidad mejor para detectar, esperar y reaccionar a los patrones que le muestra el mundo, y el mundo de hoy es muy complejo”, concluyen. Y esto no pasa solo en Estados Unidos. Desde hace varios años, las escuelas de música y los colegios han hecho que esta actividad agonice en España donde estas han visto cómo ha disminuido el número de alumnos de sus aulas, las ayudas para impartirla han descendido y muchos centros están cerrando en toda la geografía. Algunas veces, habría que valorar no solo el dinero, sino el beneficio.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2017/05/30/mamas_papas/1496139155_963100.html

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Entender las palabras depende del ritmo cerebral

 Estados Unidos/21 de Abril de 2018/Tendencias 21

Ese ritmo puede manipularse mediante estimulación craneal y facilitar la comunicación

Una nueva investigación ha descubierto que la comprensión de la palabra depende del ritmo de los impulsos neuronales que transmiten los mensajes auditivos, y que estos impulsos pueden manipularse mediante la estimulación eléctrica de ciertas partes del cerebro. La nueva técnica mejorará los audífonos y ayudará a los disléxicos.

Un equipo internacional de científicos ha descubierto que el ritmo de los impulsos neuronales que transmiten los mensajes auditivos es esencial para la comprensión de la palabra. Ese ritmo es el que provoca la sincronización neuronal necesaria para la comprensión del discurso. Los resultados se publican en Current Biology.

La palabra se caracteriza por una serie de sonidos y silencios que tienen un ritmo específico. Este ritmo se convierte en impulsos eléctricos transmitidos al cerebro a través del nervio auditivo.

A este fenómeno se le conoce como rítmica de la actividad cerebral, que si bien es conocida su relación con la motricidad, su función en la comprensión de la palabra era hasta ahora desconocida. La nueva investigación arroja luz sobre esta laguna.

Esta función de la rítmica cerebral con la comprensión de la palabra se ha descubierto mediante un experimento que pretendía hacer comprensible un discurso ininteligible mediante estimulación eléctrica transcraneal. Se trata de un procedimiento que, a través de unas corrientes eléctricas muy bajas, consigue estimular ciertas partes específicas del cerebro.

Los investigadores seleccionaron a 22 personas con perfecta audición y les aplicaron electrodos sobre las regiones del cerebro responsables de la audición. De esta forma adquirieron la capacidad de estimular a voluntad las neuronas de estas regiones cerebrales.

Durante el experimento, los voluntarios tenían que reconocer una serie de palabras al mismo tiempo que recibían la estimulación craneal. En una primera fase, los sujetos escucharon una frase aparentemente distorsionada y difícil de entender. Sin embargo, cuando la estimulación eléctrica transcraneal contenía la información rítmica de la frase distorsionada, su comprensión mejoraba considerablemente.

En una segunda fase, los voluntarios escucharon simultáneamente una voz de mujer y otra de hombre y debían concentrarse en la voz masculina. Cuando la estimulación eléctrica cerebral coincidía con la frecuencia de la voz masculina, el oyente comprendía mejor lo que quería decir, a pesar de la interferencia de la voz femenina.

Cuestión de ritmo

Para los investigadores, estos resultados demuestran que la comprensión de una palabra depende en gran parte del ritmo de la actividad cerebral y que si las neuronas de la audición van a un ritmo diferente, la capacidad de entender a otra persona disminuye.

«Las neuronas en el cerebro responden a los estímulos eléctricos del exterior», explica el investigador principal y neurocientífico, Lars Riecke, en TWnl. «Si ofreces una onda sinusoidal eléctrica a través del cráneo, ves la sensibilidad de las neuronas debajo del cráneo con la misma frecuencia que el cambio de onda. En resumen, la onda eléctrica modula el procesamiento normal de la señal neuronal. Usamos este efecto para ofrecer, en lugar de una onda sinusoidal, una onda eléctrica compleja que corresponde a la señal que el oído envía al cerebro”.

«Esperamos poder mejorar los audífonos con esta técnica. Esto puede ayudar a las personas a distinguir mejor el sonido de la palabra en un ambiente ruidoso. Hay dos opciones para esto: reforzar la comprensión del habla mediante estimulación eléctrica o, con la misma técnica, suprimir el ruido ambiental», añade Riecke.

La técnica necesita todavía ser mejorada para ser aplicada, señalan los investigadores, así como que no será útil para sordos, si bien puede ser valer  para demorar o prevenir un implante coclear (un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo) en personas con problemas de audición.

El descubrimiento puede ayudar asimismo a personas con dislexia, una dificultad de aprendizaje que afecta a la lectoescritura.

Referencia

Neural Entrainment to Speech Modulates Speech Intelligibility. Lars Riecke et alia. Current Biology. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2017.11.033
Fuente: https://www.tendencias21.net/Entender-las-palabras-depende-del-ritmo-cerebral_a44407.html
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Los cerebros de los alumnos se sincronizan durante una clase

Por: Tendencia 21

Sus ondas cerebrales presentan modelos similares que son más intensos cuanto mayor es la concentración.

Los cerebros de los alumnos se sincronizan durante una clase, ha descubierto un estudio, ya que sus ondas cerebrales presentan modelos similares. La sincronización es mayor cuanta más concentración tienen los alumnos. La investigación, basada en EEG, servirá para determinar cómo la audiencia de un espectáculo puede influir sobre lo que se produce en el escenario.

uando las personas de un grupo están concentradas unas con otras y con el entorno, sus ondas cerebrales presentan modelos similares. Lo ha descubierto un estudio que utilizó electroencefalografía (EEG) portátil para registrar simultáneamente la actividad cerebral de una clase de alumnos de secundaria durante un semestre.

El estudio midió las interacciones entre parejas de estudiantes, las interacciones entre todo el grupo como un todo y las interacciones entre estudiantes individuales y el resto del grupo.

El grado en que las ondas cerebrales de los estudiantes se alinearon anticipó tanto sus niveles de participación en la actividad de la clase como su conexión social.

El estudio constató que las ondas cerebrales de los estudiantes estaban alineadas con los otros cuando estaban más concentrados durante la clase. La sincronización entre un cerebro y otro ha identificado asimismo a los estudiantes realmente interesados en el aprendizaje.

La interacción entre cerebros también descubre la interacción social entre alumnos y las personalidades de los estudiantes. Los investigadores consideran que estos efectos se pueden explicar por los mecanismos de concentración compartidos que se producen durante las interacciones dinámicas de los grupos.

Los investigadores, dirigidos por David Poeppel, de la Universidad de Nueva York y del Instituto Max Planck, utilizaron un EEG portátil para registrar simultáneamente la actividad cerebral de los alumnos durante una clase.

Sincronización de ondas cerebrales

A continuación utilizaron nuevas técnicas de análisis para evaluar en qué medida esta actividad cerebral estaba sincronizada entre los estudiantes y la manera en que el nivel de sincronización variaba según la concentración de los alumnos en diferentes momentos de la clase y de la dinámica social.

Los investigadores consideran que el nivel de sincronización procede de un fenómeno que se conoce como sincronización de las ondas cerebrales. Los millones de neuronas producen, cada una, sus propias señales eléctricas. Estas señales, combinadas, generan oscilaciones conocidas como ondas cerebrales, que pueden ser medidas mediante electroencefalografía (EEG).

Las ondas cerebrales se solapan con las ondas sonoras o los patrones de luz del mundo exterior. Cuanto más se concentra el cerebro sobre estos modelos cerebrales, más se va a confundir con estos modelos, señalan los investigadores.

En consecuencia, si las personas de un grupo están concentradas en un mismo punto de atención, las ondas cerebrales son similares porque se confunden con la misma información compartida por los miembros del grupo.

La sincronización cerebral es igualmente necesaria para un comportamiento sincronizado de la interacción humana, explican los investigadores. Por ejemplo, una sincronización es necesaria entre dos personas que mantienen una conversación, que bailan o trasladan el mismo mueble.

Los resultados de esta investigación sugieren que la dinámica social es importante, incluso cuando las personas ven el mismo video o asisten a una conferencia.

Implicaciones y perspectivas

“Estos hallazgos tienen implicaciones para los investigadores de la educación que podrían querer saber qué técnicas de enseñanza aumentan el compromiso de los alumnos y para los neurocientíficos básicos que quieren descubrir los procesos neuronales, psicológicos y sociales subyacentes al aprendizaje», explica David Poeppel, profesor de psicología en la Universidad de Nueva York Y director del Instituto Max Planck de Estética Empírica en Frankfurt, en un comunicado de la NSF.

Para profundizar en estos procesos, los investigadores se proponen ahora ampliar el análisis simultáneo de cerebros a 45 personas en un auditorio.

De esta forma, esperan determinar cuáles son las condiciones óptimas para que un público pueda apreciar mejor un espectáculo o una película, y si existe un tamaño ideal de un grupo para que la sincronización entre cerebros sea óptima.

También se proponen descubrir si una interacción conjunta ante una tarea mejoraría la sincronización entre cerebros y cómo la audiencia de un espectáculo puede influir sobre lo que se produce en el escenario.

Fuente: http://www.tendencias21.net/Los-cerebros-de-los-alumnos-se-sincronizan-durante-una-clase_a43908.html

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EE.UU: Método Denver en niños con Autismo

EE.UU/2 de Agosto de 2016/Fuente: isep/ Maribí Pereira

Los Centros para la Prevención y el Control de la Enfermedades de los Estados Unidos calculan que a 1 de cada 88 niños que nazcan hoy se les diagnosticará el trastorno del espectro autista (TEA). Señales distintivas de la condición del neurodesarrollo incluyen déficits persistentes en la comunicación social y patrones repetitivos o restrictivos de interés que aparecen en la infancia temprana y perjudican el funcionamiento cotidiano.

Un estudio realizado en California, USA, ha determinado que una terapia de intervención temprana intensiva resulta eficaz para mejorar la percepción y las habilidades del lenguaje entre niños con autismo a partir de los 18 meses. Además, normaliza su actividad cerebral y mejora sus habilidades sociales.

Específicamente, dicho estudio aleatorio, controlado por casos y llevado a cabo en varios centros, descubrió que los niños que recibieron la intervención del Modelo Denver de Comienzo Temprano (Early Start Denver-Modelo-ESDM), exhibieron una mayor activación cerebral al ver caras en lugar de objetos, una respuesta que era típica de los niños sin autismo en el estudio, pero contraria en los niños con autismo que recibieron una intervención distinta (2012).

El Modelo Denver es un método de intervención desarrollado en el año 2000 por Sally Rogers y Geraldine Dawson. La terapia combina los métodos de enseñanza intensiva de análisis aplicado sobre el comportamiento con planteamientos del desarrollo “basados en la relación”.

Los investigadores de este estudio reclutaron a 48 niños y niñas diagnosticados con autismo entre los 18 y los 30 meses de edad, en Sacramento, California y Seattle, así como niños “control”. La proporción entre participantes hombres y mujeres era más de 3-a-1, ya que el autismo es cinco veces más común entre niños que entre niñas. Aproximadamente a la mitad de los niños con autismo se les asignó al azar para que recibieran la intervención del ESDM por más de dos años. Los participantes recibieron la terapia del ESDM durante 20 horas a la semana, y a sus padres también se les capacitó para que proporcionaran el tratamiento, una característica fundamental de la intervención. Los otros participantes con autismo recibieron una intervención basada en la comunidad, así como evaluaciones, envíos a servicios, manuales de recursos y otros materiales de lectura.

Al concluirse el estudio, se evaluó la actividad cerebral de los participantes usando electroencefalogramas (EEGs) que medían la activación cerebral mientras veían estímulos sociales (caras)  y estímulos no sociales  (juguetes). Estudios anteriores habían determinado que los bebés y los niños pequeños sin autismo mostraban mayor actividad cerebral cuando veían estímulos sociales en lugar de objetos, mientras que los niños con autismo mostraban el patrón opuesto.

El doble de niños que recibieron la intervención del ESDM mostró una mayor activación cerebral al ver caras que al ver objetos, una demostración de actividad cerebral normalizada. Once de los quince niños que recibieron la intervención del ESDM, el 73%, mostraron más activación cerebral al ver caras. Doce de los diecisiete niños desarrollándose típicamente, o el 71%, mostraron activación cerebral normalizada. Los EEGs de cinco de los catorce niños que recibieron la intervención comunitaria, o el 36%, mostraron activación semejante.

Además, los niños que recibieron el ESDM tuvieron mayor actividad cerebral mientras veían caras y también tuvieron menos problemas pragmáticos sociales y una mejor comunicación social, como la capacidad de iniciar interacciones, hacer contacto con la vista e imitar a los demás, dijo Sally Rogers, la investigadora del Instituto de MIND. El uso de la intervención del ESDM ha demostrado que mejora la percepción, el lenguaje y las habilidades de la vida diaria.

“Éste es el primer estudio de casos controlados de una intervención temprana intensiva que demuestra tanto una mejora de las habilidades sociales como una actividad cerebral normalizada, que resulta de la terapia de intervención temprana intensiva”, dijo Dawson, autora principal del estudio y profesora de psiquiatría en la Universidad de North Carolina, Chapel Hill. La formación en TEA para profesionales y la investigación es esencial para avanzar.

Por primera vez, los padres y los profesionales médicos tienen evidencia de que la intervención temprana puede alterar el curso del desarrollo del cerebro y del comportamiento en los niños pequeños. “Es crucial que todos los niños con autismo tengan acceso a la intervención temprana, que puede fomentar los resultados más positivos a largo plazo” (Dawson, 2012).

“Sabemos que los cerebros de bebés son muy moldeables y se ha demostrado previamente que esta terapia aumenta en el potencial de aprendizaje que tiene el cerebro de un bebé a fin de limitar los efectos nocivos del autismo”, dijo Sally Rogers, coautora del estudio y profesora de psiquiatría y ciencias sobre el comportamiento en el Instituto de investigación médica de los trastornos del neurodesarrollo de la Universidad de California (MIND de UC Davis).

“Los hallazgos sobre los resultados del comportamiento mejorados y la capacidad para normalizar la actividad cerebral asociados con las actividades sociales significan que hay un tremendo potencial para que los cerebros de los niños con autismo se desarrollen y crezcan más normalmente”.

“Es posible que ésta sea la primera demostración de que una intervención del comportamiento para el autismo se asocia con los cambios en la función cerebral, así como en los cambios positivos en el comportamiento”, dijo Thomas R. Insel, director del Instituto Nacional de Salud Mental, el cual financió el estudio. Al estudiar los cambios en la respuesta neural a las caras, Dawson y sus colegas han identificado un nuevo blanco y un posible biomarcador que puede guiar el desarrollo del tratamiento.

Estudios como estos se presentan como nuevos horizontes para mejorar la calidad de vida de los niños con trastorno del espectro autista y de sus familias. El Máster en Trastorno del Espectro Autista de ISEP es una oportunidad para comprender mejor el TEA y diseñar aproximaciones terapéuticas eficaces.

Fuente: http://www.isep.es/actualidad-educacion/metodo-denver-en-ninos-con-autismo/

Imagen: http://www.isep.es/wp-content/uploads/2016/07/master-trastornos-del-espectro-autista.jpg

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