Afganistán – UNICEF / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Xinhua
La oficina en Afganistán del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo hoy que cerca de 3,7 millones de niños afganos no tienen acceso a la escuela debido a la inseguridad y a la pobreza en el país.
«Alrededor de 3,7 millones de niños carecen de acceso a la escuela en Afganistán, de ellos 60 por ciento son niñas», dijo Ahmad Jan Nawzadi, un funcionario de la oficina de Unicef en Kabul, a los reporteros en una ceremonia para celebrar el Día Universal del Niño, que se celebra el 20 de noviembre.
Durante la celebración del Día Universal de la Niñez en Kabul, funcionarios de Unicef expresaron preocupación por la situación de los niños afganos, su falta de acceso a la escuela, el trabajo infantil y el reclutamiento de niños soldados.
En Afganistán afectado por el conflicto, muchos padres, en su mayoría de zonas rurales, se muestran renuentes a enviar a sus hijas a la escuela debido a preocupaciones de seguridad y a barreras culturales.
Sin embargo, alrededor de 9 millones de niños afganos, entre ellos 40 por ciento niñas, están asistiendo a la escuela regularmente.
Ante la actividad en el país de grupos armados, incluidos el Talibán y el Estado Islámico (EI), cientos de escuelas han permanecido cerradas, en su mayoría en zonas rurales.
«Con el fin de preparar el acceso de los niños a la escuela, Unicef y el gobierno afgano han establecido más de 5.000 escuelas comunitarias en áreas rurales, donde pueden estudiar 176.000 alumnos», dijo Nawzadi.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 25 de noviembre de 2018. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
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Afganistán / 10 de junio de 2018 / Autor: Notimex / Fuente: 20 Minutos
El Ministerio de Educación reconoció hoy que casi la mitad de la niñez en Afganistán, principalmente las niñas, carecen de educación escolar debido a conflictos, pobreza, el matrimonio infantil y la discriminación de género.
“La expansión de la violencia ha obligado a muchas escuelas a cerrar, socavando los frágiles avances en la educación de las niñas en un país donde millones nunca han puesto un pie en un salón de clase”, indicó el ministro de Educación, Mirwais Balkhi.
En un seminario para explicar las conclusiones de un estudio, publicado la víspera por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Balkhi dijo que existen «muchas razones» para que los niños afganos no vayan a la escuela.
Según el nuevo informe del Unicef, casi 3.7 millones de niños en este país asiático no pueden recibir educación en la escuela debido a los conflictos en curso, la pobreza extrema, el matrimonio infantil forzado y la discriminación contra las niñas.
“Esto representa que casi la mitad de los niños, entre los siete y 17 años, o el 44.0 por ciento de todos los niños, están fuera de la escuela, y 2.7 millones de ellos son niñas”, dijo el ministro.
El informe, titulado “Iniciativa global sobre niños no escolarizados”, publicado ayer sábado por el organismo de las Naciones Unidas, destacó que esta es la primera vez desde 2002 que la tasa de desescolarización ha aumentado en Afganistán.
Balkhi afirmó que la educación de los niños es el desarrollo más importante en todas las comunidades humanas y la mejor herramienta en la lucha contra la guerra, la pobreza y el desempleo, aunque en Afganistán no sea una realidad.
Según el informe del Unicef, las niñas representan el 60 por ciento de las personas a las que se les niega la educación, lo que las pone en una desventaja particular y agrava la discriminación basada en el género.
“En las provincias más afectadas, como Kandahar, Helmand, Wardak, Paktika, Zabul y Uruzgan, hasta el 85 por ciento de las niñas no van a la escuela”, destacó el documento, según un reporte de la cadena TOLO News.
El estudio señala que el desplazamiento y el matrimonio infantil son otros de los principales obstáculos para la asistencia a las aulas, junto con la falta de docentes, las instalaciones deficientes y la inseguridad en las zonas afectadas por conflictos.
La representante del Unicef en Afganistán, Adele Khodr, denunció en su informe que cuando los niños no están en la escuela, “están en mayor peligro de abuso, explotación y reclutamiento».
“Hacer negocios como siempre no es una opción para Afganistán si queremos cumplir con el derecho a la educación de todos los niños», apuntó Khodr.
Pese a las estadísticas, el Unicef estimó que hay una luz de esperanza para revertir esta situación y que prueba de ello son las bajas tasas de deserción, ya que un 85 por ciento de niños y niñas que comienzan en el primer nivel de educación básica lograron completarlo con calificaciones aprobatorias.
Las cifras son aún más altas para aquellos que comienzan en el nivel secundario, por ello «felicitamos al gobierno de Afganistán por priorizar y declarar el año 2018 como el año de la educación», subrayó Khodr.
«Ahora es el momento de un compromiso renovado, de proporcionar a las niñas y niños las oportunidades de aprendizaje relevantes que necesitan para progresar en la vida y desempeñar un papel positivo en la sociedad», agregó.
El informe del Unicef exige un compromiso continuo por parte del gobierno afgano y grupos de la sociedad civil para abordar la crisis en el aula del país centro asiático.
Afganistán / 2 de diciembre de 2017 / Autor: Marina Villén y Julia R. Arévalo / Fuente: EuroEFE
Ir a la escuela no es un derecho para los niños afganos refugiados en Irán, hogar para tres millones de huidos de las inacabables guerras de Afganistán. Muchos tienen que trabajar junto a sus padres en empleos precarios como la fabricación de ladrillos.
Pese a la presión para que se vayan del país que los acoge y las campañas de repatriación organizadas por agencias como la ACNUR, es difícil para los afganos regresar a un país destruido por sucesivos conflictos desde la invasión soviética en 1979.
Los afganos eran a finales de 2016 la segunda nación con más refugiados en el mundo, después de los sirios.
Pero en Irán hay otros dos millones de refugiados afganos indocumentados.
Recientemente, las autoridades iraníes han lanzado varias iniciativas para permitir la escolarización de los niños, incluidos aquellos sin residencia legal, y para regularizar a los indocumentados y suavizar los requisitos de residencia.
Ernst formó parte de una delegación del Parlamento Europeo que visitó Irán para un de las reuniones interparlamentarias regulares Irán-UE, presidida por el polaco Janusz Lewandowski.
Al término de sus encuentros con diputados y autoridades iraníes, la delegación visitó uno de los centros de registro y asistencia médica de los refugiados afganos en Isfahan, en el centro del país.
La UE, que ha financiado proyectos humanitarios en Irán desde 1997, asignó este año para ayudar a los refugiados afganos asentados en este país 10 millones de euros, canalizados a través de oenegés y agencias de la ONU.
Este presupuesto está dedicado a apoyar la integración de los niños en el sistema educativo iraní, su asistencia médica y su seguridad alimentaria, así como ayudar a pagar la prima del seguro público de salud y ofrecer asesoría legal.
En el centro de Isfahán, los eurodiputados comprobaron el estado de los ambulatorios y tuvieron la oportunidad de hablar tanto con médicos y enfermeros afganos como con los responsables del lugar, gestionado por la Gobernación local y la ACNUR (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados).
El Gobierno iraní ha dado pasos para incluir a todos los afganos documentados en el sistema nacional de salud y son frecuentes las campañas de vacunación de niños, especialmente contra la polio, ya que Afganistán y Pakistán son los únicos países del mundo donde esta enfermedad todavía es endémica.
Y el líder supremo iraní, Ali Jameneí, publicó en 2015 un decreto para permitir que los afganos – documentados o no- pudieran asistir a los colegios públicos iraníes.
En 2016, unos 48.000 niños afganos indocumentados fueron escolarizados por primera vez y, este año, el número total de menores refugiados que acude a las escuelas iraníes asciende a 400.000.
Repatriar o acoger
Irán puso en marcha en 2002 un programa de repatriación voluntaria, cuyo éxito requiere movilizar el apoyo internacional y un enfoque coordinado del Gobierno, los donantes y la ONU.
El viceministro iraní de Exteriores para Asuntos Legales e Internacionales, Abás Araqchí, instó a la comunidad internacional a que contribuya a mejorar las condiciones internas de Afganistán, de seguridad y económicas, para allanar el retorno.
Ernst no considera el regreso a Afganistán un opción en el corto plazo: «La solución no puede ser la deportación» porque Afganistán «no es un país seguro”.
Al mismo tiempo, juzgó necesario mejorar sus condiciones de vida en Irán, citando como «una cuestión no resuelta» los refugiados que siguen indocumentados, quienes afrontan «grandes problemas”.
Los indocumentados sufren limitaciones en el acceso a medios de subsistencia y servicios esenciales.
La mayoría se tiene que conformar con trabajos informales, poco cualificados y mal pagados, como obreros en la construcción o guardianes de aparcamientos. En Qasem Abad, a las afueras de la ciudad de Varamin, los empleados del horno de ladrillos local ganan diez dólares trabajando 14 horas diarias. Sólo tienen empleo seis meses al año, cuando hace calor.
Su acceso al mercado laboral se ve facilitado, no obstante, por la libertad en la elección del lugar de residencia. El 97 % de los afganos reside en zonas urbanas -un 33 % de ellos en la provincia de Teherán- y solo un 3 % está alojado en campos de refugiados.
Las inevitables comparaciones con Europa
El polaco Lewandowski, del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE), apreció la acogida que Irán da a los afganos, «una medida -agregó- de reacción humanitaria al desastre humano en Afganistán».
«Es una buena medida apoyar a los refugiados en Irán. Queremos ayudar. No pensamos que sea la mejor idea que todos los refugiados vengan a Europa”, abundó Ernst.
Tres millones de refugiados en Irán es una cifra abrumadora. Más si se tiene en cuenta que en las últimas cuatro décadas Irán ha vivido una revolución en 1979, una guerra contra Irak (1980-1988) y años de embargo económico internacional.
Las comparaciones con Europa se hicieron inevitables durante la visita de la delegación parlamentaria a Irán, entre el 25 y el 27 de noviembre, y que incluyó también reuniones en Teherán con el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, y el presidente del Parlamento, Ali Lariyaní.
«Los refugiados, las personas que piden asilo, vienen a Irán en un número que en Europa no podríamos ni imaginar. En Italia -resaltó-, cuando son 250.000 decimos que es un número desproporcionado, y aquí son tres millones”.
Afganistán / 12 de noviembre de 2017 / Autor: Europa Press / Fuente: El Economista
La organización no gubernamental Save the Children ha exigido al Gobierno de Afganistán que prohíba y ponga fin al castigo físico contra los alumnos en los centros educativos después de que un estudiante de secundaria muriera víctima de esta práctica en un colegio del norte del país.
«Es desgarrador que sucedan casos como este. El colegio es un lugar donde los niños deberían estar seguros y protegidos, sin temer por sus vidas», ha explicado el director de Save the Children en Afganistán, Onno van Manen.
Save the Children ha subrayado que, a pesar de que la legislación afgana prohíbe el castigo físico a los niños en las escuelas, los problemas persisten en su aplicación. «La muerte de este niño es un ejemplo extremo de lo que puede suceder cuando se permite que el castigo corporal continúe a pesar de que la ley diga lo contrario», ha señalado Van Manen.
«Tristemente, sabemos que esta situación no es un hecho aislado. La violencia como forma de castigo es muy común en muchas escuelas y hogares en Afganistán y debe detenerse», ha asegurado el responsable de Save the Children en Afganistán.
En su opinión, «no se puede tolerar la violencia en la escuela de ninguna manera. «Save the Children insta al Gobierno afgano a trabajar junto con todas las partes implicadas para poner fin al castigo corporal», ha afirmado.
El director de Save the Children en Afganistán ha subrayado la importancia de que el Ministerio de Educación «garantice que las escuelas afganas sean un lugar seguro para todos los niños y trabaje con profesores y padres para evitar el uso de cualquier forma de violencia física».
«La violencia no solo causa daño físico y emocional a un niño sino que también puede afectar a su bienestar y desarrollo a largo plazo», ha alertado Van Manen. En agosto, Save the Children publicó un estudio que pone de manifiesto los alarmantes niveles de violencia, abuso y abandono que aún sufren los niños en Afganistán.
El documento analizó las actitudes hacia la violencia y las prácticas dañinas contra los niños en cinco provincias de Afganistán, incluida una encuesta a casi 1.100 niños, padres, cuidadores y trabajadores de protección infantil.
Los resultados de este análisis revelaban, entre otras cuestiones, que nueve de cada diez niños habían experimentado alguna forma de violencia; el 40 por ciento habían recibido patadas, el 21 por ciento habían sufrido intentos de estrangulamientos y el 15 por ciento habían sufrido quemaduras o humillaciones. El estudio también señalaba que cuatro de cada diez adultos apoyan que los niños deben ser castigados físicamente para poder ser criados o educados adecuadamente
«El estudio mostró que los niños afganos están expuestos a altos niveles de violencia desde una edad muy temprana, lo que no solo obstaculiza su desarrollo físico y emocional, sino que también aumenta la probabilidad de que usen la violencia cuando sean adultos», ha señalado Van Manen.
«Es un círculo vicioso que causa un daño tremendo a los niños en todo el país, muchos de ellos ya viven en un contexto desafiante y a menudo inseguro. Los niños deben ser apoyados y protegidos por sus familias, comunidades y maestros para que puedan disfrutar de una infancia segura y feliz», ha concluido.
Afganistán / 22 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Europa Press
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes el fracaso de los esfuerzos realizados desde 2001 por parte del Gobierno de Afganistán y de los donantes internacionales con el fin de garantizar el acceso de las niñas a la educación.
La ONG ha alertado de esta situación en un informe titulado: ‘No seré doctora y algún día estarás enfermo: el acceso de las niñas a la educación en Afganistán’.
La directora de Derechos de la Mujer para HRW, Liesl Gerntholtzt, ha asegurado que el Gobierno de Afganistán y los países donantes realizaron «promesas ambiciosas» en 2001 cuando se comprometieron a hacer posible el acceso de todas las niñas a la educación, ya que «la inseguridad, la pobreza y los desplazamientos están empujando a muchas niñas fuera de las escuelas».
Este informe pone de manifiesto que para poder ayudar a sus familias a sobrevivir frente a la pobreza extrema muchas niñas se dedican a tejer, bordar, mendigar o recoger basura en lugar de estudiar.
HRW ha subrayado que, 16 años después de la intervención militar estadounidense para desalojar a los talibán del poder, aproximadamente dos tercios de las niñas afganas siguen sin asistir a la escuela.
«El Gobierno necesita renovar su enfoque para garantizar que todas las niñas puedan acudir al colegio o se arriesga a perder estos avances», ha agregado Gerntholtzt.
El informe describe cómo, a medida que la seguridad en el país empeora y los donantes internacionales se retiran de Afganistán, los progresos hechos para que las niñas puedan acceder a la escuela pierden fuerza.
El estudio de HRW se basa en 249 entrevistas realizadas en las provincias de Kabul, Kandahar, Balj y Nangarhar, principalmente con niñas de entre once y dieciocho años que no han podido completar su educación.
HRW ha señalado que tanto el Ejecutivo de Afganistán como los países donantes a menudo han resaltado la educación de las niñas en el país como un éxito y, de hecho, actualmente existen varios millones más de niñas escolarizadas que durante la etapa de los talibán.
Sin embargo, la ONG ha advertido que el objetivo declarado de lograr el acceso de todas las menores a la escuela está lejos de cumplirse, al tiempo que ha denunciado que la proporción de alumnas en las escuelas está disminuyendo en distintas partes del país.
SOLO EL 37% DE LAS ADOLESCENTES ESTÁN ALFABETIZADAS
Según datos de las autoridades afganas, 3,5 millones de niños se encuentran fuera del sistema educativo y el 85 por ciento de ellos son niñas. Entre los adolescentes alfabetizados solo el 37 por ciento son chicas, mientras que los chicos representan un 66 por ciento.
HRW ha advertido de que el Gobierno de Afganistán destina más colegios para niños que para niñas, tanto en educación primaria como en secundaria.
Asimismo, la ONG ha denunciado que en la mitad de las provincias del país menos del 20 por ciento del profesorado son mujeres. Esto supone una de las mayores barreras de acceso a la educación para las niñas porque muchas familias no aceptan que las pequeñas sean instruidas por un hombre, sobre todo cuando son adolescentes.
Otro factor que destaca el informe es que muchos niños viven demasiado lejos de las escuelas, algo que afecta particularmente a las niñas. Alrededor del 41 por ciento de los colegios no cuentan con un edificio en sí y muchos carecen de agua y aseos, lo que afecta especialmente a las niñas.
Una de las menores entrevistadas por HRW es Jatera, de 15 años y natural de la provincia rural de Samangan. Jatera ha contado que vive «muy lejos del colegio para niñas más cercano», que está emplazado en otro pueblo. La adolescente también ha dicho que el viaje a la escuela «en burro o en caballo» puede prolongarse durante todo el día.
FAMILIAS «DIGNAS DE RECIBIR APOYO»
HRW ha señalado que las niñas normalmente se quedan en casa debido a las actitudes discriminatorias que no valoran o impiden su educación. Un tercio de las niñas se casa antes de los 18 años y, una vez comprometidas o ya casadas, muchas se ven obligadas a abandonar los estudios.
Sin embargo, HRW ha destacado que existen muchas familias que luchan de manera desesperada por educar a sus hijas enfrentándose a numerosos obstáculos, algo que las hace «dignas de recibir apoyo».
Hay familias que cruzan el país para encontrar un colegio para sus hijas, otras que se separan de ellas para que puedan asistir a una escuela e incluso familias cuyos hijos mayores viajan a Irán para trabajar de forma ilegal y poder costear la educación de sus hermanas pequeñas.
Las barreras administrativas y la corrupción son obstáculos adicionales, especialmente para las familias pobres y además desplazadas. Incluso cuando la matrícula es gratuita, existen gastos por enviar a los menores a la escuela y muchas familias pueden permitirse enviar a ninguno de sus hijos a la escuela o, en caso de hacerlo, debe ser bajo préstamos.
El ministro de Educación de Afganistán, Assadullah Hanif Balji, reveló que más de 10 millones de afganos son analfabetos, publicó hoy el Daily Etilaatroz.
Según el titular, entre el 60 y 61 por ciento de la población carece de escolaridad y ello contribuye a elevar la pobreza e inestabilidad en ese país devastado por la guerra.
Balji llamó a todos los sectores sociales a ayudar al gobierno en la promoción de la alfabetización.
Aunque Afganistán potencia el acceso a la educación, los constantes enfrentamientos entre facciones insurgentes lastran ese propósito, agregó.
Cerca de 10,5 millones de niños afganos – un 40 por ciento de ellos muchachas- asisten a la escuela actualmente, acotó Balji, pero cientos de ellas permanecen cerradas o las quemaron los rebeldes.
De acuerdo con datos oficiales, dos millones de niños afganos abandonan la escuela cada año.
La privatización de la enseñanza y los ataques del movimiento Talibán contra centros educativos son algunos de los factores que interfieren en el acceso a la escolaridad en ese país centroasiático.
Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=M%C3%A1s+de+10+millones+de+afganos+son+analfabetos,+revel%C3%B3+ministro&hl=es-419&biw=1024&bih=494&site=webhp&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwiX6df484DPAhXM1R4KHalrCpEQ_AUIBygC&dpr=1#hl=es-419&tbm=isch&q=afganos+son+analfabetos%2C&imgrc=QGjenQWMtoos8M%3A
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