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Aprender a leer y escribir en la ‘escuela de las abuelas’ de India

India/09 marzo 2017/Fuente: Las Provincias

«En el banco tenía por costumbre dar mis huellas dactilares (como firma). Me avergonzaba. Ahora me siento orgullosa de firmar con mi nombre», revela una alumna.

Vestidas de uniforme, mujeres de más de 60 años recitan el alfabeto en «la escuela de las abuelas» de una zona rural india, donde aprovechan la oportunidad que se les negó de niñas para aprender a leer y escribir. Esta treintena de mujeres de entre 60 y 90 años, en su mayoría viudas, cumplen su sueño gracias a una iniciativa única en los alrededores de Bombay. Es su revancha. «Cuando era niña nunca fui a la escuela. Es fantástico poder ir ahora y estudiar con mis amigas. Nos lo pasamos muy bien», declara Gulab Kedar, de 62 años, visiblemente encantada.

El colegio celebra el miércoles su primer aniversario con motivo del Día Internacional de la Mujer. Es su forma de combatir los prejuicios en las zonas rurales de India y de ayudar a las mujeres a liberarse del estigma del analfabetismo. Todos los días las 29 abuelas recorren la corta distancia que separa su aldea de Phangane, en el estado de Maharashtra (oeste), de la pequeña cabaña de «Aajibaichi Shala», la «escuela de las abuelas» en lengua marathi. «¡Adiós!» les dicen sus nietos. Algunos acompañan todo el trayecto a sus abuelas, que echan a andar con sus carteras, en las que llevan pizarra, tiza y un manual.

De las dos a las cuatro de la tarde estudian en una pequeña aula de paredes de bambú y tejado de paja. Lo hacen sentadas de piernas cruzadas en el suelo. Una profesora de 30 años les enseña. Las abuelas leen un texto sencillo y escriben sus nombres en una pizarra, algo inimaginable un año atrás. También estudian las bases de la aritmética.

Lucen brazaletes y anillos nasales y sus trayectorias son similares. Durante su infancia se quedaron en casa o trabajaron mientras que sus hermanos iban al colegio. Se casaron e hicieron lo que se esperaba de ellas: tener hijos y criarlos en el hogar.

«Mis hermanos iban al colegio pero yo no tuve esa oportunidad», explica Janabai Dajikedar, de 75 años. La asistencia a clase les facilita la vida cotidiana. «En el banco tenía por costumbre dar mis huellas dactilares (como firma). Me avergonzaba. Ahora me siento orgullosa de firmar con mi nombre».

Esta «clase de las abuelas», financiada por un organismo caritativo local, es obra de Yogendra Bangar, profesor de la escuela primera de Phangane desde hace tres años. Se le ocurrió en 2016 cuando varias mujeres se quejaron de no poder participar en las lecturas públicas durante las celebraciones religiosas. «Hemos pensado que darles a estas abuelas una oportunidad equitativa de acceso a la escolaridad y alfabetización las haría felices», explica. «A sus edades, no van a buscar un empleo en una empresa. Pero la alegría de poder firmar con su nombre y de saber leer ha mejorado considerablemente su bienestar». Esta escuela de las abuelas contribuye a mejorar el estatus de las mujeres en el pueblo, estima el profesor Bangar, que espera que su escuela inspire a otras localidades de India.

El color llamativo del uniforme no se ha dejado al azar. «La mayoría de estas abuelas son viudas y deben vestirse de blanco en señal de luto. Hemos querido romper este tabú y otras tradiciones más antiguas para que cada una se sienta en pie de igualdad y miembro de la comunidad sin discriminación, por lo que elegimos un uniforme rosa».

Las 70 familias de la aldea apoyan el proyecto y acompañaron a las abuelas en su primer día de cole. «Había música y tambores, mucha fanfarria. Nos hemos sentido tan especiales», recuerda Kantabai More, de 70 años, que aprecia mucho cuando sus nietos la ayudan a hacer los deberes. Para el primer aniversario, el miércoles, se celebrará una fiesta, con más de 500 personas de las aldeas aledañas, explica Bangar. «Celebraremos su inestimable contribución a las aldeas y a nuestras vidas. Son nuestros diamantes y deberíamos mimarlas».

Fuente: http://www.lasprovincias.es/sociedad/educacion/201703/08/aprender-leer-escribir-escuela-20170308015400-rc.html

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La reivindicación de los sujetos populares y la educación de jóvenes y adultos en América Latina

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

Universidad Iberoamericana, Ciudad de México

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

El estado de las sociedades latinoamericanas en el marco de un mundo cada vez más interconectado, pero a la vez más desigual es muestra del posicionamiento de la democracia como significante vacío al que diversos sectores recurren como fuente de legitimación de sus proyectos. Así, los movimientos políticos que han contado con un amplio apoyo popular muestran cadenas equivalenciales diversas coaligadas en torno a liderazgos de rasgos populistas. Así, las centrales obreras en Brasil llegaron a converger con el liderazgo de Luis Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores; las clases medias pauperizadas y los sectores de trabajadores del Estado, entre ellos los docentes se aglutinaron en torno a la propuesta de los Kirchner en Argentina. La larga tradición aymara de autogobierno ha sido la base de la refundación de Bolivia en clave plurinacional con la llegada al poder de Evo Morales.

Estas experiencias han sido representativas de los movimientos político-sociales surgidos como respuesta ante las crisis generadas por las políticas neoliberales de ajuste, así como del retorno de la democracia en los contextos postdictadura. Estos liderazgos populistas se entienden en el marco de la frontera política trazada entre el conjunto de la población agraviada por las crisis padecidas entre las décadas de 1990 y 2000 y las desprestigiadas clases políticas que impulsaron las políticas emanadas del Consenso de Washington. Sin embargo, la tensión sigue presente y la vulneración de la democracia como expresión de la voluntad popular se encuentra amenazada. La propia fragilidad de las experiencias neopopulistas, que basaron sus programas redistributivos en un repunte favorable que experimentaron las exportaciones en el mercado internacional, revelaron su vulnerabilidad a partir de la crisis financiera de 2008.

A partir de entonces, se han posicionado los llamados golpes blandos de Estado, que vulneran la democracia a través de mecanismos legales con los que se han destituido a gobiernos representativos, elegidos democráticamente. Tales son los casos recientes de Honduras en 2009, Paraguay en 2012 y de Brasil en 2016. La confluencia del predominio del capital financiero internacional con los intereses de las oligarquías nacionales conforma las condiciones de producción de este contexto de vulnerabilidad de los regímenes elegidos democráticamente y de las políticas redistributivas que se basaron en lógicas compensatorias.

Dicho contexto plantea la necesidad de radicalizar el vínculo democrático en las experiencias basadas en liderazgos populistas. La reivindicación de las luchas populares va más allá de demandar una efectiva representación. Por el contrario, debe apuntar a conducir un proyecto de nación incluyente, que retome las revolucionarias ideas de Simón Rodríguez en torno a fundar el proyecto de instrucción pública como medio de cohesión sobre la base de los actores subalternos. Este horizonte apunta a revertir la dicotomía civilización/barbarie instalada por la tradición sarmientina que creó dualidades jerárquicas como la de ciudad/campo, dualidades basadas en la imposición de una cultura occidental sobre las diversas culturas populares. El normalismo como dispositivo de formación de un sujeto destinado a ejercer una labor de disciplinamiento en la escuela también creó una tendencia a la homogeneización. Dicha tendencia se recicla en el presente con el énfasis otorgado a las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, que miden el logro de aprendizajes en función de indicadores, lo cual resulta en un reduccionismo del acto educativo.

La tensión que se produce entre el reconocimiento de las culturas populares y una educación enfocada en los requerimientos del mercado, repercute en la orientación que se imprime a los sectores subalternos del sistema educativo, como lo son los adultos en condición de rezago o analfabetismo. Su misma condición es evidencia de las desigualdades intrínsecas del sistema educativo. Asimismo, es muestra de la necesidad de ampliar los espacios de socialización por fuera de la escuela para llevarlos a los lugares en que estos sujetos se desempeñan, ya sea en sus distintos contextos laborales o en función de los requerimientos de desarrollo de sus referentes regionales. En ese sentido, se mantiene la disputa por el proyecto de educación pública, tras las reformas descentralizadoras de la década de 1990 que fragmentaron el sistema educativo en sus niveles locales, con consecuencias en el acceso equitativo a una educación gratuita y de calidad, ya que la descentralización administrativa no se tradujo en una descentralización de la dotación de recursos y en cambio afloraron las desigualdades regionales junto con las políticas de subvención a la oferta privada.[i]

En este marco, en América Latina hacia 2015 la tasa de alfabetización de las personas de 15 a 24 años fue de 98.2%, de 98.4% en mujeres y 98% en hombres.[ii] Sin embargo, esta disminución en el analfabetismo se ha debido más por la ampliación de la escolarización en el nivel primaria que por la acción de políticas exprofeso para la alfabetización de adultos.[iii] Este problema se relaciona con el hecho de que el sistema educativo “no elimina las desigualdades, sino que las recicla y traslada a otros momentos del proceso de escolarización”[iv]. En esa lógica se inscriben los programas gubernamentales enfocados a la reducción del analfabetismo en la población mayor de 15 años. Uno de los más sobresalientes es el Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica de Personas Jóvenes y Adultas (PIA), cuyo objetivo es cubrir a un universo de 34 millones de adultos analfabetos. Otro es el programa cubano “Yo sí puedo” creado en 2003 y que opera en 12 países latinoamericanos, entre los que se encuentran Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Venezuela. Mientras que en México el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), dirigido a personas mayores de 15 años que no concluyeron sus estudios elementales, atiende cada año a 12,000 personas en sus 3 módulos básicos del nivel inicial.[v]

Sin embargo, en la mayoría de estos programas los alfabetizadores son voluntarios,[vi] lo cual indica que en América Latina la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA)  experimentó un reflujo hacia un enfoque compensatorio. Esto se relaciona con el hecho de que los programas que atienden a la EPJA se enmarcan en la política de discriminación positiva, que despliega distintos programas de acuerdo a las diferentes necesidades para obtener resultados equiparables en cuanto al logro de aprendizajes significativos. Estructuralmente, esta política genera una segregación que perpetúa las desigualdades generacionales y tiene su raíz en una escuela homogénea con respecto al servicio que los educandos reciben, que no reconoce la diversidad social y cultural. En este filtro del acceso a la escolarización influye la educabilidad, como factor que predispone a amoldarse al requerimiento de ser alumno. Este requerimiento tiene en mente a un alumno idealizado, con el consiguiente problema de demandar a los maestros la formación prescriptiva de ese sujeto que inevitablemente debe amoldarse a una cultura occidentalizada, ajena a su historicidad. A la vez, se genera una fragmentación en la diversidad de modalidades que integran el sistema educativo, creándose un archipiélago de circuitos educativos inconexos.[vii] En cambio, sigue siendo necesaria una concepción de escuela entendida como un espacio democrático que debe asociarse a la justicia social y a la igualdad de oportunidades.[viii]

A pesar del horizonte de equidad que se persigue a través de los distintos informes y encuentros internacionales, no se asume que la inequidad educacional en el caso de América Latina ha ido en aumento. Tal situación obedece a las políticas neoliberales que enfatizan el rendimiento de la inversión desvinculado del bienestar social y sólo comprometido con las ganancias. En consecuencia, los organismos internacionales pese a que plantean metas loables no asumen que las políticas neoliberales son parte de la causa del problema, siendo difícil avanzar en muchas materias educativas, si no se modifica la lógica neoliberal que se ha impuesto en las últimas décadas en la región.

En el caso del campo de la EPJA convive la necesidad de matizar los índices de escolaridad, que ocultan importantes rezagos al interior, con un desplazamiento en el sentido economicista que se le ha otorgado a la EPJA, así también se advierte la importancia de recuperar su sentido más integral de formación a lo largo de la vida. Esta recuperación  emergente es una oportunidad para revitalizar el sentido inicial de la EPJA en el marco del derecho a la educación, que consiste en promover y preservar el acervo cultural que representa el patrimonio intangible que se encuentra en los “saberes, hábitos comunitarios, herencias artísticas y técnicas”.[ix] Dicho patrimonio se refiere a una comunidad en movimiento de la que son parte los sujetos de la EPJA, como portadores de tal acervo que, al formar parte de la tradición oral quedan invisibilizados para la ciudad letrada[x] en tanto que el analfabetismo persiste como una barrera que separa ambas culturas. El acercamiento entre las esferas orales y letradas se sitúa como un itinerario más en el campo de la EPJA.

i] Stubrin, F. (2006). “Protesta magisterial y reformas educativas en América Latina” en Cadernos de Sociologia e Política. V. 9, p. 112.

[ii] CEPALSTAT (2016). América Latina y el Caribe: perfil socio regional demográfico. Consultado en: < http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/Perfil_Regional_Social.html?idioma=spanish>

[iii] UNESCO (2015). América Latina y el Caribe Revisión Regional 2015 de la Educación para Todos. Santiago. pp. 200

[iv] Blanco, E. (2012) “El reciclaje de la desigualdad: exclusiones educativas en América Latina”. En Puchet, Martín; Rojas, Mariano; Salazar, Rodrigo; Valenti, Giovanna; Valdés Ugalde, Francisco (Coords.) América Latina en los albores del siglo XXI. 2. Aspectos políticos y sociales. México, FLACSO.

[v] CEPAL (2010). Panorama social de América Latina 2010. Capítulo 2: “La educación frente a la reproducción inter-generacional de la desigualdad y la exclusión, situación y desafíos en América Latina”.

[vi] Infante, M., Letelier, M. (2013). La alfabetización de personas jóvenes y adultas

en América Latina y el Caribe: análisis de los principales programas. Santiago, CEPAL. Pp. 38

[vii] Blanco, “El reciclaje…” Op. Cit.

[viii] Rivero, J. (2000). “Reforma y desigualdad educativa en América Latina”. Revista Iberoamericana de Educación Número 23 ¿Equidad en la Educación? mayo – agosto.

[ix] Rojas, M. (2009). “La responsabilidad cultural de la universidad pública” en Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, UNAM, México, núm. 48, enero-junio, pp. 9-27.

[x] Rama, A. (1998). La Ciudad Letrada. Montevideo, Arca.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-reivindicacion-de-los-sujetos-populares-y-la-educacion-de-jovenes-y-adultos-en-america-latina/

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Bolivia: Falta armonizar la educación escolar con la universitaria

Bolivia/Enero de 2017/Autor: J.C. Palacios/Fuente: Página Siete

La actual administración de gobierno tiene aún un gran reto en el campo educativo: armonizar y vincular la educación de las escuelas con la impartida en las universidades, sostiene el experto en educación del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativas (CEBIAE), Israel Lahor.
Para explicar ese «divorcio”  entre ambos sistemas de educación, el especialista explicó que la escuela está enfocada en cuatro dimensiones holísticas (ser, saber, hacer y decidir), mientras    la educación superior todavía  maneja una evaluación mucho más cuantitativa.
«Tiene que haber una armonización de enfoque, metodología y evaluación”, dijo.
Lahor considera que para vincular ambos espacios educativos es necesario realizar eventos en los cuales se construyan estrategias para construir esa ligazón, esta iniciativa debe ser liderizada por el Ministerio de Educación, ya que al parecer la principal razón para que no se concrete esta armonización con mayor empeño y prontitud es que todavía está en proceso de maduración la puesta en operación de la Ley de Educación  070  Avelino Siñani, Elizardo Pérez.
Tampoco es conveniente acelerar el proceso de implementación de la citada norma porque ello puede ocasionar errores didácticos o metodológicos, entonces es necesario cerrar primero el ciclo del Programa de Formación Complementaria para Maestras y Maestros en Ejercicio (Profocom) y será necesaria una evaluación del Subsistema de Educación Superior (SEP) para planificar la ruta crítica a seguir los próximos cinco años.
Otras labores son  aliviar la carga de la administración y planificación educativa para  destinar mayor tiempo al trabajo en aula.
En segundo lugar, profundizar la participación social,  la  sociedad no tiene que ser sólo  una proveedora de insumos, debe coordinar líneas estratégicas en las escuelas (participación social).
Finalmente, el especialista plantea establecer un mayor nivel de coordinación entre gobiernos municipales, gobernaciones y el sistema educativo para generar condiciones económicas y políticas favorables a la implementación de la Ley 070.
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La Unesco  declaró a Bolivia libre del analfabetismo.
172.465 personas acceden a la   educación alternativa
El 2008 fue creado el Viceministerio de Educación Alternativa y Especial (VEAyE). En lo que concierne a Educación Alternativa son 172.465 personas jóvenes y adultas  que  ejercieron su derecho a la educación humanística y técnica en 692 Centros de Educación Alternativa (CEAs).
 Esa cifra incluye a  una diversidad de grupos poblacionales vulnerables, como presos que estudian para reincorporarse a la sociedad, soldados se capacitan en carreras técnicas y trabajadoras del hogar se superan. También los movimientos sociales acceden a la educación.
Otro hecho, la educación productiva genera más ingresos para productores en 24 rubros productivos, gracias al trabajo con 27 municipios de todo el país, generando una alianza estratégica entre educación y producción.
En  educación especial se atiende a  23.000 estudiantes con discapacidad, dificultades en el aprendizaje y talento extraordinario en 135 Centros de Educación Especial (CEEs). Gracias al Programa Educación Sociocomunitaria en Casa, el Estado garantiza que personas con discapacidad grave y muy grave, que no pueden salir de sus casas, ejerzan su derecho a la educación proveyéndoles de maestros y materiales.
En el área de alfabetización y post-alfabetización, Bolivia es ahora un Estado Libre de Analfabetismo al registrar el 2,8% como  tasa de analfabetismo más baja de su historia. Se alfabetiza en lenguas originarias y se trabaja con sectores vulnerables como mujeres y personas con discapacidad. En post-alfabetización, 26.579 personas concluyeron sexto de primaria y 37.825, tercero de primaria.
El Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias (SPCC),  mediante el reconocimiento de saberes, conocimientos y experiencias. Logró certificar a más de 44.440 trabajadores y productores en 144 estándares ocupacionales, valorando lo aprendido a lo largo de la vida diaria en la práctica, la «Universidad de la vida”.

Seis grandes avances y cambios profundos

Página Siete  / La Paz
Para Israel Lahor, experto en educación del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativas (CEBIAE) han existido al menos seis importantes avances positivos y cambios profundos en el sistema educativo durante los  11  años de gobierno del presidente Evo Morales.
En primer lugar, señala, debe reconocerse que hubo cambios profundos en el enfoque educativo, que pasó de lo individual a lo comunitario.
En segundo lugar, los procesos educativos rescatan y revaloran la intra e interculturalidad.
Un tercer avance es la descentralización del proceso educativa, gracias a ese proceso ahora los padres y madres y el resto de la comunidad educativa participan de las acciones educativas de planificación, ejecución y evaluación.
Un cuarto avance es que la Formación Complementaria para Maestras y Maestros en Ejercicio (Profocom) es un proceso inédito de capacitación docente a gran escala que ha fortalecido la implementación de la Ley de Educación 070.
Como quinto hecho positivo  está que  las juntas escolares o consejos educativos han ampliado su espectro de participación al resto de organizaciones e instituciones de la sociedad circundante a las escuelas.
 Finalmente, las olimpiadas científicas y juegos deportivos promueven otras facetas de desarrollo de los estudiantes que ahora son importantes, indicó el experto.
En 2008 Bolivia fue declarada Territorio Libre de Analfabetismo por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El  concepto
  • La educación  La educación formal o escolar, consiste en la presentación sistemática de ideas, hechos y técnicas a los estudiantes. La intención de formarle. Así, el sistema escolar es la forma en que una sociedad transmite y conserva su existencia colectiva entre las nuevas generaciones.
  • Sociedad  Por otra parte, es importante destacar que la sociedad moderna otorga particular importancia al concepto de educación permanente o continua que establece que el proceso educativo no se limita a la niñez y juventud, sino que el ser humano debe adquirir conocimientos a lo largo de toda su vida.
  • Desarrollo  La educación es también la base del desarrollo económico.

Fuente: http://paginasiete.bo/sociedad/2017/1/22/falta-armonizar-educacion-escolar-universitaria-124638.html

 

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Educación: Alfabetización pasada, PISA presente

Por: José Saturnino Martínez García

Los resultados del último informe PISA muestran grandes disparidades entre comunidades. Estas diferencias no se explican tan solo por las políticas educativas o el nivel de renta.

La interpretación de los resultados de PISA es sumamente compleja, pero desgraciadamente lo que mueve el debate público son las lecturas simplificadores que se hacen de estos informes. Por ejemplo, hemos pasado sin solución de continuidad en tres años de tener uno de los peores sistemas educativos de la OCDE a tener uno de los mejores, si nos dejamos llevar por las declaraciones de Rajoy en 2013 y en 2016. Sin embargo, una mirada rigurosa sobre los datos lo único que nos puede decir es que somos un país en el promedio internacional, antes estábamos ligeramente por debajo de la media, y ahora ligeramente por encima. El mayor error al interpretar PISA es creer que la posición ordinal entre países es informativa, cuando las diferencias en puntuación son tan pequeñas. Si hablásemos de estatura, estaríamos haciendo un relato épico cuando pasamos de medir 1,69 a 1,71 (y la media es 1,70cm)…

Castilla y León y Andalucía

Un efecto no esperado de este error de lectura de los datos ha sido que hayamos centrado el debate en las grandes diferencias entre comunidades autónomas y no en el tradicional papanatismo de compararnos sin reflexionar con otros países. Desde 2009 ya sabíamos que las diferencias entre comunidades autónomas son tan grandes como entre países, pero no se le había prestado tanta atención. Si Castilla y León fuese un país, estaría entre los primeros de la OCDE, mientras que Andalucía, estaría entre los últimos. Podríamos pensar que dichas diferencias son tan grandes debido a la descentralización autonómica. Pero, por un lado, bajo la Dictadura, la desigualdad territorial en indicadores de desempeño educativo era mayor que en la actualidad. Y por otro lado, sistemas educativos más centralizados que el nuestro, como el italiano, arrojan mayores diferencias entre territorios.

La tasa de alfabetización

De todas las características que podamos encontrar relacionadas con estas diferencias territoriales, la tasa de alfabetización es la que guarda más relación con los datos de PISA. La tasa de alfabetización de 1960, incluso la de 1870, guarda más relación con la competencia en lectura en 2015 que otras características, como el PIB per capita actual. Dicho de otra forma, la inercia de la historia es lo suficientemente fuerte en los resultados actuales en PISA como para que debamos ser muy cautos a la hora de establecer relaciones directas entre políticas educativas y resultados en PISA. La historia, por supuesto, no lo explica todo. Es llamativo el caso del País Vasco, con un pasado educativo por encima de la media, con una inversión por estudiante que duplica la media nacional, un buen desempeño en indicadores educativos como abandono educativo temprano, y sin embargo, empeorando en PISA. Habrá que esperar a estudios detallados para saber qué está pasando.

La comparación entre comunidades autónomas ofrece una gran ventaja frente a la comparación entre países. Los cambios de leyes educativas son los mismos, la formación y selección del profesorado, el currículum, los métodos didácticos… son mucho más parecidos  entre comunidades autónomas que entre países, y es más fácil aprender de lo que se hace en la comunidad autónoma de al lado de un exótico país a miles de kilómetros. Pero al mismo tiempo pone sobre la mesa que con las mismas reglas de juego, es posible obtener resultados educativos muy diferentes. Se podría argumentar que las mismas reglas del juego producen resultados distintos según el contexto socioeconómico y cultural de cada comunidad autónoma, pero como hemos señalado previamente, la inercia educativa parece bastante fuerte como para explicar buena parte de estas diferencias, sin necesidad de hipótesis más complejas.

¿Qué mide PISA?

También debemos tener cuidado con saber qué es lo que realmente mide PISA. Julio Carabaña, catedrático de Sociología, ha estudiado con gran detalle los informes PISA, para concluir que lo que miden no es algo que se enseñe principalmente en la escuela. Esto se debe a que las pruebas de PISA se diseñan con gran independencia de los contenidos escolares, para permitir la comparación entre tantos países. A medida que una prueba educativa es más independiente de los contenidos escolares, su resultado tiene menos que ver con lo que sucede en la escuela y más con lo que sucede fuera. Una evidencia a favor de esta tesis es que entre 2000 y 2009 mejoró la inversión por estudiante o la ratio estudiantes/profesorado, sin que mejorasen los resultados, mientras que los recortes en educación no ha llevado a peores resultados educativos.

 

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/alfabetizacion-pasada-pisa-presente-5743247

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CTERA Argentina: La alfabetización inicial a debate

Fuente CTERA / 1 de Enero de 2017

A raíz de algunos debates expresados en medios gráficos del país respecto de la intención del gobierno nacional de cambiar “el” método para enseñar a leer y escribir a niñas y niños, desde la Secretaría de Educación de CTERA ponemos a disposición de los y las trabajadores de la educación, dos escritos que, sin dudas, mueven a la reflexión e intentan dar cuenta de nuestro posicionamiento respecto de la Alfabetización Inicial.

Texto “Reflexiones acerca de la Alfabetización Inicial”, escrito por Cristina Martín, Maestra Normal Nacional, Prof. de Castellano y Literatura, Magister en L.I.J.

Texto “Alfabetizarse es mucho más que aprender letras. El reduccionismo del ´nuevo método de alfabetización´ en Argentina”, escrito por Nora Scheuer, doctora e Investigadora principal de CONICET, Grupo de Estudios Cognitivos y Culturales vinculado al Instituto Patagónico de Estudios de Humanidades y Ciencias Sociales, CONICET – Universidad Nacional del Comahue.

 

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Alfabetización con impronta de mujer

Por Oscar Figueredo Reinaldo

Hace 55 años, el 22 de diciembre 1961, Fidel proclamó en la Plaza de la Revolución que Cuba era el primer territorio libre de analfabetismo en América Latina; un acontecimiento extraordinario para la naciente Revolución que marcaba el punto de partida del desarrollo educacional de la nación cubana y definía los destinos del propio país.

De aquella heroica hazaña conversaron cuatro de sus protagonistas en la Mesa Redonda de este jueves. Cuatro mujeres que siendo muy jóvenes estuvieron en esa cardinal campaña de alfabetización.

El 29 de agosto de 1960 en la graduación del primer contingente de maestros voluntarios en Cuba, Fidel daba a conocer la decisión del gobierno revolucionario de organizar una campaña masiva de alfabetización.

“El año que viene vamos a librar la batalla contra el analfabetismo, el año que viene, tenemos que establecernos una meta: liquidar el analfabetismo en nuestro país. ¿Cómo? Movilizando al pueblo, señalaba el líder de la Revolución Cubana quien el 26 de septiembre de 1960 en su histórica intervención en la Asamblea General de Naciones Unidas refrendaría ante el mundo el propósito de la Revolución Cubana de liquidar el analfabetismo en nuestro país.

Fidel siempre confió en los jóvenes

Al comentar sobre las motivaciones de tantos jóvenes en ese momento trascendental para Cuba, Nereida Cruz Tejas, alfabetizadora Conrado Benítez y hoy profesora del pedagógico Enrique José Varona, señaló que primeramente hay que tener en cuenta la confianza infinita de Fidel en su pueblo  en los jóvenes.

“Esa confianza fue lo que lo hizo realizar ese compromiso de erradicar el analfabetismo en un año en nuestro país y por supuesto el pueblo no se hizo esperar”, expresó.

Nereida rememoró que la campaña de alfabetización estuvo estructurada en diferentes grupos.

“Los alfabetizadores estuvieron integrados en las Brigadas Conrado Benítez la cual contó con un total de 100 mil jóvenes. Además se constituyó el grupo de alfabetizadores populares que aupó a más de 120 mil muchachos así como los 13 mil brigadistas Patria o Muerte”, señaló.

Para esta pedagoga también fue muy importante la actitud asumida por los propios alfabetizados pues gracias a su disposición se pudo lograr tan encomiable labor.

Al recordar todo lo sucedido en esos momentos, Cruz Tejas advirtió que muchas familias se volcaron por completo en esa tarea, mientras que otras, permitieron que jóvenes entre 10 y 16 años salieran de sus casas para alfabetizar.

“La familia cubana rompió esquemas porque permitió a hijos e hijas alejarse hasta los lugares más intrincados de la geografía nacional para cumplir con el llamado del Comandante. Entre tanto muchas familias campesinas abrieron sus hogares para recibir a los brigadistas como un hijo más”, valoró.

Nereida con tan solo 14 años marchó junto a sus otros tres hermanos a los alrededores del poblado de Puerto Padre, actualmente en la provincia de Las Tunas a enseñar.

“Desarrolle esa tarea en un barrio llamado Los Hoyos, en el actual municipio Jesús Menéndez. Me incorporé a un hogar campesino en el cual alfabeticé a siete personas y fue una experiencia muy formativa porque no solo enseñamos sino que también aprendimos”, añadió.

Para esta alfabetizadora la Campaña fue un espacio propicio en el que se forjaron valores como la solidaridad y la vocación de magisterio.

“Por eso de esas filas salimos tantos maestros que aún estamos en las aulas. Pero también esta campaña marcó un hito cultural para el país porque marcó no solo a la educación sino la cultura de todo un pueblo”.

Alfabeticé a 14 analfabetos. Allí fue recibida con mucho cariño y esas personas se convirtieron en una familia para mí.
La alfabetización fue nuestra Sierra Maestra

Mireya Suárez Ortega, alfabetizadora también Conrado Benítez, era una de las tantas jóvenes de la Escuela Normal de Maestros de La Habana que acudió al llamado de la Revolución. Comenta emocionada en la Mesa Redonda que acabar con el analfabetismo era un viejo anhelo de muchos jóvenes en la época ya que era una forma de corresponder al sacrificio de tantos jóvenes que un poco antes habían luchado en la Sierra Maestra.

“Para mí la alfabetización fue una experiencia inolvidable. El lápiz, cartilla y Manual fue mi posición de combate y es por eso que en el horario de la tarde del 16 de abril mientras Fidel declaraba el carácter socialista de la Revolución  nos dispusimos a salir desde Ciudad Libertad hasta Varadero para enfrentar el enemigo si hubiese sido falta”.

Natural de Palma Soriano, esta cubana fue primero hasta Santiago de Cuba y luego hacia Guantánamo para llevar la luz de la enseñanza. Finalmente desarrolló su labor educativa en el extremo de la isla en la punta de Maisí.

“Alfabeticé a 14 analfabetos. Allí fue recibida con mucho cariño y esas personas se convirtieron en una familia para mí. No solo me integré en las tareas hogareñas sino también en la recogida de café que era una tarea fundamental.”

Suárez Ortega relata que lo hacía para poder dar clases en el día a las mujeres entre tanto los hombres lo hacían en la noche.

“Años más tarde he vuelto a Maisí, incluso con mis hijos. Debo decir que no es el mismo Maisí que yo alfabeticé porque ya la Revolución ha transformado todo aquello: hay secundarias, escuelas primarias y hasta círculos infantiles. Si hay un lugar que puedo asegurar que ha sido beneficiado por la Revolución Cubana es Maisí.”, expresó.

En otro momento del programa, Mireya Suárez Ortega se refirió a la creación de los sindicatos de educación.

“Antes lo que existía era un Colegio pero esto no permitía que los trabajadores docentes y no docentes se unieran en un solo haz. Hasta que en noviembre de 1961 se constituye el sindicato nacional de trabajadores de la enseñanza”.

Al hablar de la prueba final de los alfabetizados explica que no todos los 14 analfabetos llegan a este momento a la misma vez.

“Aunque no todos tuvieron el mismo ritmo todos le escribieron a Fidel su carta en donde agradecieron la posibilidad de no tener que poner una cruz para firmar”, comentó.

Leyva Betancourt rememora que tuvo a su cargo dos alumnos uno de los cuales tenía 26 años y fue miembro del Ejército Rebelde.

Con nueve años me fui a alfabetizar

Otra de las alfabetizadoras fue Mireya Leyva Betancourt. Para ella la campaña de alfabetización fue una expresión de aquellas palabras de Fidel que esta Revolución era por los humildes, con los humildes y para los humildes.

“Yo era una de esas humildes, hija de un obrero agrícola que no le cabía en el capitalismo más opción que ser la réplica de sus padres. Pero desde mi inocencia de 9 años yo fui capaza de sumarme a esa movilización popular que fueron las Brigadas Conrado Benítez. Pero al ser tan joven no se me permite ir en el grupo que se preparaba en Varadero y me dedico a ser alfabetizadora popular que también se desarrolla en el los barrios del campo y la ciudad”.

Leyva Betancourt rememora que tuvo a su cargo dos alumnos uno de los cuales tenía 26 años y fue miembro del Ejército Rebelde.

“Como yo no podía ir a su casa por la distancia a la que quedaba, él iba muy puntualmente todas las tardes a la mía con un espíritu de aprender tremendo.”

Mireya explicó además que luego de la Campaña de Alfabetización terminó los estudios primarios, la Secundaria Básica y el pre y tras el cual se incorpora en 1968 al llamado realizado por la UJC para formar profesionales para las FAR.

“Sin pensarlo dos veces y con la impronta de todos aquellos jóvenes que había sido del Ejército Rebelde yo doy el paso al frente. Luego comienzo a estudiar en el ITM la carrera de ingeniería mecánica”, señaló.

 El placer de la Felicidad

El cierre de la Mesa Redonda fue ocupado por una nonagenaria quien tiene en su haber más de 59 años dedicados a la enseñanza. Rina Peñalver González a sus noventas años se mantiene activa dentro del sector y da clases en el preuniversitario Gerardo Abreu Fontán en La Habana.

“La campaña de alfabetización fue una respuesta de nuestro Comandante en Jefe a Martí, a nuestra historia a nuestros mártires y a pesar del asesinato de tantos jóvenes como Domenech y Conrado Benítez miles nos incorporamos para salir del subdesarrollo cultural que nos sumía en la ignorancia”

Rina quien era maestra de Secundaria Básica, en Marianao y preparó a varios maestros para desarrollar la campaña.

“No solo fue alfabetizar sino que convencimos a muchas familias para que le abrieran las puertas a los brigadistas sobre todo en la región de Oriente. Esta campaña de alfabetización nos dio la dignidad plena del hombre, nos dio- como dijera Fidel- el placer de la felicidad”.

 Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/alfabetizacion-con-impronta-de-mujer/

 

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Cuba: El Único Museo de la Alfabetización en el Mundo

Cuba/ 24 de diciembre de 2016/ Autor: Cuba Debate/Fuente: Insurgencia Magisterial

Hace 56 años el 23,6 por ciento del pueblo cubano era analfabeto. Una de cada cuatro personas no sabía leer ni escribir. Por eso el año 1961 trascendió tanto en la historia de este país. En menos de solo unos meses se alfabetizaron a 707 mil 212 cubanos. La estadística bajó al 3,9 por ciento, o sea cuatro de cada 100. Pero más allá del número, siempre frío, la Campaña de Alfabetización impactó en la identidad y el desarrollo económico-cultural de la nación.

Sin la Campaña no hubiese sido posible el desarrollo de la cultura cubana, esta Isla no se hubiera convertido en una de las potencias latinoamericanas de la música, el cine, la literatura, en fin, las artes, y también la ciencia, la medicina, la educación. O al menos el proceso hubiese sido mucho más largo. La Campaña fue un catalizador cultural. 1959 fue una Revolución, 1961 otra, que también tuvo sus mártires.

En esa etapa grupos armados intentaban sabotear todo lo que estuviera vinculado al triunfo de dos años antes. Con ese fin mataron al campesino Eliodor Rodríguez y a su maestro Conrado Benítez apenas el 5 de enero. Tenía 19 años y en su honor se nombraron a las Brigadas de vanguardias, inmortalizadas en el himno de Eduardo Saborit.

Los asesinatos no se detuvieron. El 26 de noviembre, casi al final, torturaron y ahorcaron a Manuel Ascunce Domenech, 16 años. Y también a su alumno, Pedro Lantigua.

Hubo otros seis asesinados y en total fueron 42 los que perdieron la vida durante la Campaña de Alfabetización, contando fallecidos por enfermedades y accidentes.

Pero nadie regresó, ningún maestro dejó a su alumno a medias.

Para rememorar la Campaña de Alfabetización en su 55 aniversario, nos trasladamos hasta el centro de Ciudad Libertad para visitar el lugar que guarda la memoria de aquel hito. Y conocer por qué Cuba es el único país del mundo con un museo dedicado a la Alfabetización. Cubadebate conversa con Luisa Campos, su directora.

La máster en Educación Luisa Campos Vallarde es directora del Museo Nacional de la Campaña de Alfabetización desde enero de 1997. Ejerce como profesora de Historia en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y es autora de un programa para la enseñanza de José Martí a través de los propios textos del Apóstol.

Visitantes toman fotos en el Museo de la Alfabetización, fundado en 1964. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Visitantes toman fotos en el Museo de la Alfabetización, fundado en 1964. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

¿Cómo surge la idea de inaugurar un Museo dedicado a la Alfabetización?

El Museo se funda el 29 de diciembre de 1964, pocos días después del tercer aniversario de la Campaña de Alfabetización. Aquí está toda la documentación de ese año 1961 y algunas anteriores, a partir de la intervención de Fidel en las Naciones Unidas (26 de septiembre de 1960).

El Museo fue inspiración del Comandante en Jefe, que dijo: “del mundo vendrán a preguntar cómo fue posible erradicar en un año el analfabetismo en un país”, entonces dónde se puede conocer de eso: en un museo. Aquí está toda esa historia. Además, el Comandante Fidel les decía a los miembros de la Comisión Nacional de la Campaña, entre ellos Armando Hart, ministro de Educación de esa época y ejecutor de la misma, y Mario Díaz, coordinador nacional de la Campaña, que se debía guardar toda la documentación para las próximas generaciones que no conocerían sobre este hecho.

Y quien inauguró este Museo fue Evelia Domenech, la madre de Manuel Ascunce, junto a Armando Hart.

Me comentaba antes de la entrevista que este es el único museo de su tipo en el mundo…

Sí, es el único dedicado a la alfabetización en todo el mundo. Hemos hecho un convenio con la Misión Robinson venezolana, que está parado en estos momentos, pero la idea es que como Venezuela fue el primer país libre de analfabetismo con el programa Yo sí puedo, sea la segunda nación que tenga un museo sobre el tema.

¿Cómo usted asumió el reto de dirigir este museo?

“Conocer es resolver”, esta es una de las ideas de José Martí que más me ha servido para el trabajo y la vida. Esas tres palabritas tienen una gran significación. Entonces, desde que comencé aquí me estudié toda la información: las cartas, los informes municipales, provinciales y de las escuelas de pescadores, en fin, todo lo que me sirve para enfrentar esta tarea.

Además, intento que los visitantes no vean al museo como algo plano, aquí hay que respirar amor, patriotismo… porque eso fue lo que hicieron los alfabetizadores y los analfabetos. Si no hubiesen entendido el mensaje del Comandante en Jefe, no se hubiera terminado en un año la Campaña de Alfabetización.

¿Qué actividades realizan en el Museo y cómo es su vínculo con la docencia y la investigación?

Realizamos actividades con las generaciones que no vivenciaron la campaña, espacios de intercambio de experiencias de los alfabetizadores con estudiantes de las diferentes enseñanzas, en las cuales se propicia el interés y el conocimiento de aquella etapa. Estos encuentros generacionales tienen lugar en el propio museo o en las escuelas, cuando los estudiantes están recibiendo esta temática como contenido de estudio.

Otra de las actividades que desarrollamos anualmente es la conmemoración del 8 de septiembre, Día Internacional de la Alfabetización, declarado por la UNESCO. Además de talleres, presentaciones de libros, exposiciones de arte, relacionados con la temática de la alfabetización.

Igualmente tenemos contacto con amigos de otras nacionalidades que se interesan por la Campaña de Alfabetización para desarrollar investigaciones. Por ejemplo, un alemán se hizo doctor en esta temática, hay tres norteamericanos haciendo el doctorado y otros tantos sus maestrías.

Además de los cubanos, que existen dos que son doctores en esta especialidad. Jaime Canfux que fue el primero en realizar su doctorado en esta especialidad y Felipe Pérez, que discutió su tesis de doctorado muy joven, demostrando lo que decía Fidel que las nuevas generaciones deberían conocer sobre la Campaña.

Y el Museo ha logrado que alfabetizadores escriban sus memorias de la Campaña y se publiquen en libros, entre ellos El pueblo dice. Además está el libro Y no hubo domingo de Chaterine Morphy, una escritora y realizadora norteamericana que lo presentó en la pasada Feria Internacional y que ha dirigido tres documentales sobre la Campaña.

¿Qué es lo que más resalta cuando ofrece los recorridos por el museo?   

Cuando atiendo a los visitantes, sean cubanos o extranjeros, siempre destaco el papel que jugó la familia cubana. Las brigadas Conrado Benítez estaban conformadas por estudiantes que fueron a los campos a enseñar y sus edades eran entre 10 y 16 años. En esa etapa, los hijos no salían solos, mucho menos las muchachitas, y de esa brigada el 52 por ciento era del sexo femenino. Por tanto, los padres debían firmar autorizaciones para sus hijos. Quiere decir que se debe reconocer a la familia cubana en aquel momento.

Además de la actitud de la familia, ¿qué es lo más impresionante de la Campaña? Según su criterio como historiadora. 

La actitud de los alfabetizadores, en su mayoría jóvenes estudiantes que se separaron de sus hogares, que se enfrentaron a un contexto totalmente desconocido.

Una vez reunidos con Fidel en Varadero, el Comandante expresó: “Ustedes van a aprender más de lo que van a enseñar”. Y sí, aprendieron a enfrentar la vida, a asumir responsabilidades, a decir sí se puede.

Un visitante observa la lista de mártires de la Campaña de Alfabetización. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Un visitante observa la lista de mártires de la Campaña de Alfabetización. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

¿Cómo se organizaron los alfabetizadores?

Habían tres tipos: las brigadas Conrado Benítez eran los estudiantes que fueron a los campos (la mayoría menores de edad), los Patria Muerte estaban conformadas por trabajadores y también fueron a los montes y los Alfabetizadores Populares se quedaron en las ciudades y los pueblos, porque si no se enseñaba en esos lugares no se terminaba la Campaña. Pero todos para mí tienen el mismo mérito.

Además, estaban los profesores graduados que fueron los responsables de toda la preparación metodológica de aquellos que se sumaron a enseñar y que no eran maestros. Algunos también acudieron a los campos donde supervisaban el trabajo de los Conrado Benítez y los Patria o Muerte.

Todos cumplieron con el Comandante en Jefe, no hubo rajados. Los que no regresaron a sus casas fue porque perdieron la vida, unos asesinados por la contrarrevolución, otros por enfermedades o accidentes. Todos los demás no cogieron miedo ni siquiera en Playa Girón. Cuando los mercenarios atacaron allí había estudiantes-maestros, incluso el primer herido fue uno de ellos que apenas tenía 15 años y hubo cinco que estuvieron prisioneros, pero siguieron enseñando.

Increíble cómo a pesar de los asesinatos nadie abandonó la Campaña…

Cuando entrevisté a Evelia Domenech en 1996, ella me contaba cómo en el velorio de su hijo Manuel, muchos padres marcados por el dolor la apoyaban, pero había otros que le mostraban el ticket de la guagua o el tren que tenían preparado para ir a buscar a sus hijos cuando conocieron cómo fue el asesinato de Ascunce.

Pero ella a través de la prensa hizo un llamado a los padres de los alfabetizadores para que no fueran a buscar a sus hijos, que el asesinato de Ascunce no fuera un motivo para abandonar la Campaña, al contrario, debía asumirse como un incentivo para seguir luchando por erradicar el analfabetismo en Cuba. La muerte de él fue el 26 de noviembre, y aún quedaba un mes para culminar la campaña.

A veces comparo a esta mujer con Mariana Grajales, pues ante el dolor por la pérdida de su hijo, fue capaz de tan valiente acto.

¿Cómo fue la muerte de Manuel Ascunce Domenech?

No fue solo el ahorcamiento, le amarraron las manos y le dieron 14 punzonazos en el cuerpo y le trituraron los órganos genitales. Lo arrastraron, le dieron patadas y ya cuando estaba moribundo lo ahorcaron.

La historiadora Luisa Campos, directora del Museo. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

La historiadora Luisa Campos, directora del Museo. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

La Campaña no solo impactó en la educación, sino en otros sectores y sobre todo en la identidad de los cubanos.

Los Conrado Benítez regresaron de las zonas rurales con collares, al igual que los combatientes del Ejército Rebelde cuando derrocaron a la tiranía de Batista, esta vez, habían derrocado el analfabetismo, lo cual significaba no solo un desarrollo cultural para Cuba, sino también económico porque los alfabetizados podían superarse en sus trabajos.

Fue una campaña muy cubana, los documentos de estudio que se emplearon como referente fueron diseñados por nuestros pedagogos, fue implementada por alfabetizadores cubanos, aunque también participaron algunos extranjeros.

Y existen personalidades de la cultura muy conocidas que fueron alfabetizadores…

Sí, de las ciencias y la cultura. Entre ellos Agustín Lage, Carlos Gutiérrez, las actrices Mirtha Ibarra, Adria Santana; los músicos Adalberto Álvarez, Silvio Rodríguez y Carlos Alfonso.

De alguna manera, la Campaña de Alfabetización no quedó solo en Cuba, sino que se extendió a otros paises.

De 1976 a 1998 realizamos procesos de alfabetización en Nicaragua, Angola y otros países de África, a través del método de la alfabetización presencial, similar a lo que habíamos hecho en Cuba. Ya a partir de 1999 en Haití realizamos un programa de alfabetización a través de la radio. En el 2003 se crea el programa Yo sí puedo en Venezuela, utilizando los medios de comunicación y las tecnologías como la televisión, el DVD, etc.

Cuba extendió su experiencia para ayudar a alfabetizar otros pueblos, el programa "Yo sí puedo" es uno de los métodos de alfabetización más conocidos. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Cuba extendió su experiencia para ayudar a alfabetizar otros pueblos, el programa “Yo sí puedo” es uno de los métodos de alfabetización más conocidos. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Letra del Himno de las Brigadas Conrado Benítez o Himno de la Alfabetización

¡Cuba! ¡Cuba!
¡Estudio, trabajo, fusil!
¡Lápiz, cartilla, manual!
¡Alfabetizar, alfabetizar! ¡Venceremos!

Somos las Brigadas Conrado Benítez,
somos la vanguardia de la Revolución,
con el libro en alto cumplimos una meta,
llevar a toda Cuba la alfabetización.

Por llanos y montañas el brigadista va,
cumpliendo con la patria,
luchando por la paz.
¡Abajo imperialismo, arriba libertad!
Llevamos con las letras la luz de la verdad.

¡Cuba! ¡Cuba!
¡Estudio, trabajo, fusil!
¡Lápiz, cartilla, manual!
¡Alfabetizar, alfabetizar! ¡Venceremos!

Uniforme de los alfabetizadores Conrado Benítez. oto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Uniforme y farol de los alfabetizadores. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Luisa muestra algunos de los documentos que guarda el Museo a una delegación de estadounidense que se encontraba de visita. Foto: José Raúl Concepción/ Cubadebate.

Himno de la Alfabetización y fragmento de discurso de Fidel

 

Fuente original de la noticia: 

El único Museo de la Alfabetización en el mundo

Fuente tomada de:

http://insurgenciamagisterial.com/el-unico-museo-de-la-alfabetizacion-en-el-mundo/

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