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Escenario Económico Internacional del 26-07-2022 Temas centrales: Granos, Gas, Amazon, UE, Deflación

Observatorio Latinoamericano y Caribeño de Organismos Multilaterales, Bancas de Desarrollo, Corporaciones Tecnológicas y Filantropía

Escenario Económico Internacional del 26-07-2022

Temas centrales: Granos, Gas, Amazon, UE, Deflación

Saldrá el primer banco con Granos de Ucrania: después de los acuerdos alcanzados en Teherán, entre Irán, Rusia y Turquía se acordó que la salida de los granos ucranianos se realizará este 27 de julio, escoltado por tropas turcas por el mar negro.

Corte de gas ruso tendrá un efecto inmediato en la economía Europea: la UE se prepara para una caída de hasta el 5% de su PIB, si el gas ruso deja de suministrarse a la región.

Acuerdo político para reducir la demanda de gas en la UE: el recorte será inferior al 15%, luego de las diferencias con España, Portugal y Hungría.

Precios industriales se elevan un 43,2%: esta cifra interanual, se debería a los costes de energía.

Amazon cae un 4%: Amazon se une a las compañías sobrevaloradas durante la pandemia, que ven afectadas sus ganancias. En este caso la caída es del 4% y la compañía ha anunciado que elevará los costos al consumidor en sus servicios.

Ahora deflación es el riesgo para Europa: el riesgo durante los próximos 18 meses para la UE pudiera estar asociado a una deflación, empujado por una subida de los tipos de interés y una caída de la demanda interna.

Indicadores más relevantes
Þ Futuros de crudo: subida superior al 3,4% en lo que va de semana
Þ Bitcoin: cae 10% durante la semana

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España: El renacer de las librerías de barrio

Por: Yazmina Vargas

Una cuidada atención, con personal especializado, un buen fondo editorial y su activismo cultural impulsan a las librerías independientes.

Libreramente, Sopa de Sapo, Joker, Louise Michel, Zuloa y Kaxilda. Aunque sus nombres suenen diferentes, tienen varios rasgos en común: son librerías independientes. Y también poderosas. Cada día se enfrentan a grandes empresas, como Amazon, Fnac, La casa del libro o incluso Elkar, y a nuevos hábitos de compra, mucho más virtuales. Sin embargo, a pesar de las dificultades, ni cejan en su empeño ni pierden la ilusión. De hecho, casualidad o no, la librería más reciente en abrir sus puertas en Bilbao, hace unas semanas, se llama La ilusa.

En principio, puede parecer que las pequeñas y medianas librerías desaparecen porque las grandes cadenas tienen más visibilidad, invierten más dinero en promocionarse y posicionarse en internet. Los números, en cambio, dicen otra cosa. Las pequeñas librerías siguen ahí, aunque vivan en una lucha constante. Según el Observatorio de la Librería 2021, de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), en el País Vasco son 144 y 3.208 en todo el Estado. El informe destaca su estabilidad y resistencia en una época de crisis y cambios.

La CEGAL agrupa a 1.100 librerías. Álvaro Manso, su portavoz, se muestra optimista ante el futuro: “Normalmente, es un sector que mantiene el número de puntos de venta. Sin embargo, en 2021 ha habido un crecimiento de nuevas aperturas, sobre todo, en espacios urbanos grandes. Por eso, no creo que las librerías vayan a desaparecer, han demostrado que tienen una gran resistencia”.

Librerías personales

Con la llegada de los libros digitales, hubo quien vaticinó que el papel desaparecería. Ahora están en auge los audiolibros y la forma en que compra la ciudadanía está cambiando: llena su cesta con un solo clic. Pese a todo, personas con un amor infinito hacia los libros e ideas novedosas abren sus librerías-refugio, ofrecen a bibliófilos y neófitos en la lectura ese manuscrito que sacie su curiosidad, su sed de experimentar nuevas aventuras y descubrir conocimiento. Es el caso de Joker, librería bilbaína especializada en cómics y novelas gráficas. Fernando Tarancón, uno de sus fundadores, recuerda que la posibilidad de cubrir un hueco que existía en el mercado hace ya 28 años. Eso y su juventud les animaron a crear Joker: “Nos dimos cuenta de que no había un local en Bilbao que se asemejara a lo que queríamos abrir. Es de agradecer que, después de tanto tiempo, la librería siga funcionando, podamos vivir de ella y la clientela nos sea fiel”.

“Cuidamos mucho las autoediciones, el material de las editoriales independientes y los fanzines”, dice Fernando Tarancón, de Joker

Zuloa es una de las librerías referentes en Vitoria-Gasteiz. Al mando está Txintxu Rodríguez desde hace 20 años, aunque se inauguró en 1988, cuando tres jóvenes montaron un establecimiento donde reinaba la cultura. Rodríguez continuó con la iniciativa y hoy son conocidos no solo por su librería especializada, sino también por disponer de un espacio exclusivo para presentaciones y exposiciones que hacen “por amor al arte”.

Con Sopa de Sapo, su librería, Naia Hernández parece homenajear a las sorgiñak y sus famosas pociones. Abrió en 2014, en Bilbao, y está especializada, como no podía ser de otra manera con ese nombre, en literatura infantil. “No nací con vocación de librera, pero me gustan los libros infantiles y eso me decidió a serlo”. Algo parecido les ocurrió a Kristina Sáez y Eneko Álvarez, que comenzaron su aventura de Louise Michel en esa misma ciudad dos años después: “Queríamos tener una librería feminista y crítica, afín al movimiento asociativo vasco y, aunque era una apuesta arriesgada, lo hemos logrado”, dice Sáez.

De sopas también sabe mucho Kaxilda, donde, además de comprar libros, se puede disfrutar de una buena comida. La idea surgió en Donostia en 2012. “Con el margen de ganancia que deja el libro, la supervivencia de una librería, por sí sola, es complicada, aunque estos años hemos llegado a un equilibrio, los ingresos de ambos espacios son parecidos. Sin embargo, no olvidamos que nuestro sueño principal es la librería”, explica Cristina Martínez, una de sus socias.

Librería Kaxilda
La librería Kaxilda, en Donostia, ofrece buena literatura y también comida

La librera Enya Diez es la culpable de liberar las mentes barakaldesas y de sus alrededores. Antes de crear Libreramente trabajó en Fnac pero, aunque fue feliz, tuvo que rendirse a lo que, para ella, era una evidencia: su posicionamiento sobre las multinacionales le impedía estar cómoda con algunos clientes y ventas. “Cuando necesitas comer, tu parte pobre gana a tu parte militante. Al final, mi conciencia feminista y de clase me llevaron a abrir mi propia librería”, comparte.

Lucha de amazonas

Es la líder mundial, sus ingresos han crecido durante el periodo 2004-2020, terminando solo ese último año con más de 385.000 millones de dólares, 5.500 de ellos en España. “Amazon es el vendedor de plataformas de libros más importante. Es un hecho”, reconoce Manso. Sin embargo, el portavoz de CEGAL confiesa que no cree en un sistema de venta que abarata el coste del envío del producto hasta la gratuidad en detrimento de las condiciones de sus trabajadores y genera un “gasto ecológico terrible” por los numerosos viajes que conlleva.

Amazon compite con todas las librerías y no se le puede hacer frente directamente. Eneko Álvarez, de Louise Michel, también critica su funcionamiento: “Es una gran multinacional que, además de no pagar los impuestos que debería, mantiene unas relaciones laborales con sus trabajadores poco envidiables. Me parece mucho mejor y más sostenible apoyar al comercio local”. Por eso, las librerías pequeñas y críticas como Louise Michel, y otras con las que comparten filosofía, como Katakrak en Iruñea, han lanzado la campaña Librerías contra Goliat, para amazonas, nosotras. Su mensaje es claro, “apoya a las verdaderas amazonas: las pequeñas librerías y las librerías críticas de tu ciudad”.

Para Enya Diez, de Libreramente, hay que saber contra quién o qué se puede luchar: “No puedo competir contra Amazon. Tengo que ser consciente de mis limitaciones, porque es como combatir contra el capital más extremo. La verdad es que a las personas consumidoras nos falta educación en comercio, en el sentido de que debemos saber que al comprar en esa gran empresa nuestro dinero se lo lleva alguien que quiere pagarse un viaje a la Luna. En cambio, si lo haces en el comercio de barrio estás dándoselo a alguien que lo necesita y que, además, apuesta por la economía circular”.

“Intento que entrar mi librería sea una experiencia y también hacer comunidad”, dice Enya Diez, de Libreramente

En CEGAL se dieron cuenta de que las librerías independientes no tenían un buen posicionamiento web y pasaban casi desapercibidas, por lo que crearon Todos tus Libros. “Esta plataforma de comercio online no surge con la idea de competir con Amazon, sino para trasladar la manera de vender y actuar de los libreros en los espacios físicos a internet, para crear una comunidad de lectores de las librerías independientes”, señala Manso. En la actualidad, se ha convertido en una buena alternativa a Amazon ya que, como explica Manso, ofrece la mayor disponibilidad de libros en español. “Creamos la plataforma en 2020 y se está consolidando como lugar de compra. Tenemos unos datos de crecimiento paralelos al de las librerías. Además, debe quedar claro que con este proyecto colaborativo no compras a una plataforma, sino a una librería. Porque nosotros queremos que su número crezca, un concepto opuesto a lo que venden Amazon u otras plataformas”, explica.

Joker, Sopa de Sapo, Louise Michel o Zuloa también forman parte de esta iniciativa. “Es un proyecto hecho por y para nosotras. Tenemos voz y voto. Nos escuchan y todo lo que se hace va en nuestro beneficio”, cuenta Naia Hernández. “A los socios de Joker nos ha parecido un proyecto fundamental e importante, aunque le queda mucho recorrido y cosas que mejorar. Algo que sabemos que va a pasar”, comparte Fernando Tarancón.

Pilares fuertes

Las librerías independientes tienen unas características especiales, fortalezas, que logran mantener lejos de las grandes distribuidoras y cadenas a las personas amantes de los libros. Por ejemplo, aquí hay espacio para los libros de pequeñas editoriales y de autoras y autores menos conocidos, por lo que la clientela encuentra joyas que en otras librerías no están o permanecen escondidas. “Me gusta colaborar con esas editoriales porque notas el cariño que ponen a su trabajo. Sientes cuando los libros están escritos por placer y no por encargo. Además, te tratan de tú a tú, las grandes ni siquiera contestan a los correos electrónicos. No se preocupan. Son empresas que han perdido la visión cultural”, protesta Diez desde Libreramente.

Eneko Álvarez y Kristina Sáez no tienen nada en contra de los best seller, pero su apuesta no va por ese camino: “Buscamos cierta calidad editorial y ensayos feministas y de pensamiento crítico que aporten conocimiento, cultura y sabiduría a quien los lee”, matiza Álvarez. En Joker, además de vender los cómics y novelas gráficas del momento, no se olvidan de lo que hay más allá: “Cuidamos mucho las autoediciones, el material de las editoriales independientes y los fanzines. Eso también tratamos de mimarlo”, explica Tarancón.

“Lo bonito es coger el libro, olerlo, sentir sus páginas, sus colores, y eso Amazon no puede ofrecerlo”, dice Naia Hernández, de Sopa de Sapo

Sin embargo, tener un buen fondo literario no es lo único que les salva. Otra de las grandes ventajas de estos establecimientos es su personal, sus libreras y libreros, alguien especializado, que va a ser capaz de encontrar lo que el cliente necesita. Naia Hernández, de Sopa de Sapo, cuida mucho la atención al público, la capacidad de recomendar y la disponibilidad de las libreras. “Si una persona viene con una inquietud concreta, somos capaces de darle respuesta y ofrecerle una variedad de libros que le pueden encajar. Además, las librerías aún tenemos una ventaja más frente a las grandes empresas, y es que puedes venir a la librería a descubrir libros nuevos y disfrutarlos con todos los sentidos, porque lo más bonito es poder coger el libro, manejarlo, olerlo, sentir sus páginas, sus colores y mirarlo por dentro”, afirma. “Intento que entrar a Libreramente sea una experiencia y también hacer comunidad. Me gusta crear lazos entre la clientela, que se conozcan entre sí y hablen”, reconoce Diez.

Activismo cultural

Una experiencia de compra-venta y una conversación sobre literatura no son lo único. Las librerías independientes, además, son un espacio donde obtener conocimientos y fomentar la cultura a través de presentaciones de libros, firmas de los autores, charlas, talleres, formaciones y exposiciones. Algunas lo hacen con el objetivo de fidelizar a sus clientes, atraer nuevas visitas, pero la mayoría apuesta por estas actividades con el fin de propagar y reivindicar el valor de la cultura.

“Lo hacemos porque forma parte de nuestra filosofía. El hecho de fidelizar clientes es un término muy mercantilista que no nos identifica. Las actividades culturales las hacemos como interlocución con la gente que nos apoya”, confiesa Cristina Martínez. En Sopa de Sapo también tienen un espacio polivalente que ofrece para actividades. “Nos gusta decir que estas mantienen la librería viva, hacen que todos nos pongamos las pilas para que los clientes vean que aquí sucede la magia”, comparte Naia Hernández.

“Fidelizar clientes no es el objetivo en sí. Lo que buscamos con los eventos es dar a conocer la temática de los libros, visibilizar autorías, editoriales independientes, artistas menos conocidos. Se trata de generar un espacio de debate agradable y cercano, aunque las actividades tienen un claro efecto llamada”, explica Kristina Sáez. Su compañero en Louise Michel, Eneko Álvarez, coincide: “La idea que tenemos al proponer diferentes eventos es la agitación cultural y el fomento del pensamiento crítico. Y esto crea una comunidad de personas interesadas alrededor de la librería que es beneficiosa”.

“Fidelizar clientes es un término muy mercantilista que no nos identifica”, añade Kristina Sáez, de Louise Michel

“No he montado una librería para hacer dinero. Es inviable siendo una librería pequeña de barrio y muy focalizada en el contenido. No, no hago activismo cultural para fidelizar clientes, lo hago porque he aprendido mucho de lo que sé gracias a formaciones gratuitas, que me han hecho sentir lo suficientemente válida e inteligente para atreverme con determinados libros. Y por eso hago las charlas y las formaciones. Quiero que la gente sepa. Esto es militancia cultural”, explica Enya Diez. Claro que esas actividades hacen que muchas clientas sean fieles a Libreramente. “Son leales a la librería porque se sienten a gusto. Nadie las va a mirar raro por no saber, por preguntar. Se ha creado un espacio seguro y por eso gusta tanto”, concluye.

Peligro de extinción

La compra online crece, actrices y actores de gran prestigio ponen su voz en audiolibros para atraer a un público nuevo y cadenas como Elkar, Fnac, El Corte Inglés o La Casa del Libro parecen no tener límites. Por eso, hay quienes piensan que las librerías y sus profesionales desaparecerán con el tiempo. “Hay que tener claro a qué llamamos ser librera. Porque no es lo mismo ser librera que ser dependienta en una tienda que vende libros. La diferencia está en que cuando preguntas a una librera sabe responderte, porque lee e investiga. Es lo que ocurre en las librerías independientes. Aquí hay libreras y, por suerte, se están abriendo este tipo de librerías con profesionales del sector. Soy positiva, pero me preocupa que a todas las personas que venden libros se les considere libreras, porque no es así”, reivindica Diez. “Pasa lo mismo con tiendas como Elkar. ¿Es una librería o un bazar? Porque ya no solo venden libros, hay paraguas, botellas, peluches, juguetes”, critica. Sin embargo, no todo es tan positivo, también hay una cosa que le da miedo: “Nos da menos apuro y vergüenza entrar a Fnac, que es grande y dentro te sientes una persona anónima o incluso invisible, que estar en una librería pequeña en la que automáticamente la persona del mostrador te va a saludar. Preferimos el anonimato, porque este neoliberalismo te hace ser una persona individual”, denuncia.

Librería Sopa de Sapo
La literatura infantil copa las estanterías de Sopa de Sapo CHRISTIAN GARCÍA

Eneko Álvarez, de Louise Michel, también ve con esperanza su futuro y el de su profesión. “Las librerías como la nuestra no se están extinguiendo. Seguimos aquí. Es una pena que algunas hayan tenido que cerrar, pero otras están cambiando su modelo, van hacia la especialización y el trato cercano. Y con eso ofrecen algo que no pueden dar las grandes cadenas, ni la compra online, que es totalmente aséptica”, explica. “Apostar por eso puede ayudar a evitar los malos augurios de la extinción de las librerías. En nuestro caso, es verdad que solo llevamos seis años, pero la tendencia ha sido positiva, entra mucha gente joven, con las ideas muy claras. Y eso me da buena sensación”, añade Kristina Sáez.

“Todos tus libros pretende trasladar la manera de vender y actuar de los librerías independientes en sus espacios físicos a internet”, dice Álvaro Manso, portavoz de CEGAL

La pandemia cerró los llamados sectores no esenciales, entre ellos las librerías independientes, que tuvieron que echar la persiana y lo pasaron mal. Muchos negocios se perdieron para siempre. Otras, sin embargo, ahí siguen. Abiertas. Luchando. Creando cultura. “Durante la pandemia y estos años tan duros, las librerías han aguantado, porque la gente se ha volcado en apoyar al comercio local. Además, se ha recuperado el hábito de la lectura al tener menos opciones de ocio”, señala Txintxu San Martín, de Zuloa. “Es verdad que Amazon hace daño, porque los compradores no son conscientes de que comprar ahí no es comprar en una librería. Se trata de una cadena logística que por el hecho de ser multinacional no respeta leyes como el precio fijo del libro, ya que es uno de los pocos artículos a nivel estatal que tiene un precio marcado con el que no se puede especular. Algo que Amazon no respeta y vende libros a precios muy por debajo del mercado. Hay una competencia desleal con el resto de proyectos libreros. Pero, pese a todo, no tengo tan claro que la profesión de librera vaya a desaparecer”, dice una ilusionada Cristina Martínez.

Hay esperanza, y la verdad es que muchas personas recurren a su librería de barrio para saciar su sed de lectura y cultura. Por eso, se siguen abriendo librerías, incluso en Bilbao, donde tienen que coexistir con grandes empresas y multinacionales. Beatriz y Sergio Albarrán son hermanos y acaban de inaugurar una librería, La ilusa, en el barrio San Francisco: “Vender libros en librerías pequeñas es todo un reto. Sin embargo, confiamos en que una parte importante de la sociedad está cada vez más concienciada con la importancia de consumir en comercios locales. Somos conscientes de las dificultades, pero no queremos convertirlas en obstáculos. En pocos establecimientos se puede vivir la experiencia de entrar en una librería como la nuestra y pasar un rato con una buena conversación”, comenta, con más emoción que miedo.

Fuente de la información e imagen: https://www.elsaltodiario.com

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Mundo: Amazon, sus espías, su explotación, su descaro

Mundo/11-12-2020/Autor(a) y Fuente: surcosdigital.com

Salvajismo 3.0

En los ya famosos Black Friday, las empresas de la “nueva economía” digital multiplican sus ya pingües negocios. Coincidiendo con uno de ellos, Amnistía Internacional emitió un informe en que denuncia la persecución sindical en Amazon, una de las compañías símbolo de uno de los sectores más desregulados y de mayor crecimiento en el planeta.
Daniel Gatti

Unos pocos días antes habían circulado documentos internos de la firma dirigida por Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo según el listado de súper millonarios elaborado regularmente por la revista Forbes, que desnudaban las mismas prácticas.

El informe de AI está centrado en algunos países de Europa y Estados Unidos, pero no es muy difícil deducir que en otras regiones del mundo el panorama debe ser el mismo o peor.

“La forma de actuar en los países investigados muestra una cultura corporativa que puede ser extensible a otros”, dijo al diario barcelonés La Vanguardia Cecilia Denis, integrante de filial de Greenpeace España, y destacó que sindicatos de diferentes naciones de la UE presentaron denuncias contra Amazon por violaciones a la libertad sindical ante la Comisión Europea.

La empresa, dice el informe, “socava los intentos de su personal de sindicarse y negociar colectivamente, incluso a través de una vigilancia exhaustiva” del personal.

Quienes trabajan para ella “están corriendo grandes riesgos en materia de salud y seguridad desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, pero su capacidad de denunciar y negociar colectivamente está sometida a presiones por parte del gigante del comercio electrónico minorista”, agrega el documento.

Y recuerda que “el derecho y las normas internacionales de derechos humanos establecen con claridad que todo trabajador o trabajadora tiene derecho a fundar sindicatos y afiliarse a ellos, a tener unas condiciones laborales seguras y a que se respete su derecho a la privacidad”.

Riesgos y alarmas

En sus informes anuales de 2018 y 2019 Amazon consideró a los sindicatos como un factor de riesgo y alentaba a sus cuadros medios a advertir a las direcciones empresariales sobre “cualquier señal de alarma” que diera cuenta de actividades gremiales. Ergo, que delataran a los sindicalistas.

La pandemia de Covid 19 le ha originado a Amazon, como a las otras grandes transnacionales de la economía digital (GoogleAppleFacebookMicrosoft, agrupadas bajo el acrónimo de GAFAM), un crecimiento exponencial de sus ganancias.

Solo entre julio y septiembre sus ingresos acumulados aumentaron en 19 por ciento y sus ganancias en casi 14, mientras su volumen de negocios llegó a poco menos de 228.500 millones de dólares, 18,9 por ciento más que lo facturado en el mismo período de 2019, y su beneficio neto trepó en 31,5 por ciento, a alrededor de 29.000 millones de dólares (escudodigital.com, 30 de octubre de 2020).

La fortuna personal de Bezos ronda hoy los 200.000 millones de dólares, y ha crecido y crecido bajo la Covid 19.

Esos nuevos hombres de negro

Bezos es de esos grandes multimillonarios que proclama que a ellos no se les puede aumentar los impuestos porque “generan riqueza con sus inversiones”.

Dice por ejemplo que gracias a su imperio “ha dado trabajo a muchos miles de trabajadores” y aduce que durante la pandemia contrató a más de 175.000 personas.

Pero en qué condiciones: la precariedad como divisa, en todos los planos, desde el salarial a la protección social.

La publicación digital Motherboard reveló la semana pasada documentación del Centro de Operaciones de Seguridad Global de Amazon que prueba que la empresa contrató a la famosa agencia Pinkerton para espiar a líderes sindicales de sus almacenes en Europarastrear sus movimientos, cuándo, dónde y con quiénes se reúnen, conocer sus estrategias.

También espiaron a organizaciones ecologistas, a grupos de defensa de los derechos humanos, a abogados.

El informe de Motherboard menciona específicamente a Polonia como escenario de esas prácticas, pero la publicación digital española eldiario.es dice que son también habituales en EspañaFranciaReino UnidoItaliaAlemaniaRepública ChecaEslovaquia.

A fines del siglo XIX agentes de Pinkerton actuaron como rompehuelgas, como guardias armados de empresas y en esas funciones reprimieron a trabajadores. Fueron responsables, por ejemplo, de la muerte de una docena de obreros siderúrgicos en 1892 en Estados Unidos.

Los detectives de Pinkerton ya no son aquellos hombres de negro que “trabajaban para la ley” en el Oeste estadounidense y que popularizaron los westerns. Ahora forman parte del grupo Securitas y muchos de ellos son híper formados analistas de datos.

El Centro de Seguridad Global de Amazon está basado en Seattle, sede central de la transnacional, y en él trabajan también ex analistas militares del ejército de Estados Unidos.

En España, dice Motherboard, la empresa tiene abierto un proceso de selección de “antiguos líderes militares” para convertirlos en directores de operaciones de inteligencia que comprenden la infiltración en páginas de Facebook, la investigación a líderes sindicales y el seguimiento a sus contactos, la creación de falsos perfiles en las redes sociales.

Otro bonito ejemplo de lo que algunos investigadores llaman “capitalismo de vigilancia” y del que los GAFAM serían la encarnación por excelencia.

Fuente: http://www.rel-uita.org/

Fuente e Imagen: https://surcosdigital.com/amazon-sus-espias-su-explotacion-su-descaro/

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La era de los algoritmos: ¿Qué son y cómo impactan nuestro día a día?

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Los algoritmos están presentes en nuestro día a día pero, ¿sabemos qué son y cómo funcionan?

La era actual podría llamarse «la era de los algoritmos» porque gobiernan, para bien o para mal, gran parte del mundo. El aprendizaje automático se está convirtiendo rápidamente en parte de todo lo que nos rodea, mejorando muchos productos existentes y permitiendo que se creen nuevos productos y servicios. Es el oxígeno para la generación emergente de tecnología.

Un algoritmo es una secuencia de instrucciones para solucionar un problema de manera automática. Es finito y ejecuta las instrucciones de manera sistemática. Justo debido eso, los algoritmos se han vuelto parte clave del avance tecnológico. El algoritmo tiene una entrada de la instrucción y la salida. Y si se juntan estas instrucciones con inteligencia artificial, las máquinas adquieren la habilidad de aprender y mejorar los algoritmos.

Es una tecnología que se utiliza todos los días en diversos sectores y actividades, desde detectar enfermedades, controlar vuelos o las cuentas bancarias hasta qué publicaciones mostrar en las redes sociales. Debido a su impacto en diversas áreas de nuestras vidas es esencial preguntarse, ¿cómo funcionan? ¿Qué criterios utilizan?

Criterios de los algoritmos: entre el bien y el mal

En la era de los algoritmos, una de las preguntas más recurrentes es: ¿cómo codifican lo que está bien y lo que está mal? Para esto, se necesita influenciar la inteligencia artificial (IA). Un ejemplo es el modelo de IA de imágenes de Google, donde se entrena al algoritmo a identificar fotos. En más detalle, para que el buscador encuentre fotos de perros, por ejemplo, el algoritmo tuvo que ser expuesto a distintas imágenes para aprender de las formas y patrones que se repiten. Tras analizar suficientes, el algoritmo ya sabrá reconocer los patrones que definen lo que es un perro y podrá identificarlo en cualquier otro escenario.

Sin embargo, este proceso de aprendizaje de una inteligencia artificial puede tener resultados y aplicaciones negativas, como el caso de Amazon que utilizó algoritmos para descartar candidatos basándose en los currículums de personal que contrataron en los últimos 10 años. El problema fue que muchas de las personas contratadas fueron hombres, ya que es una industria dominada por ese género. De manera que la inteligencia artificial utilizada para este fin, observó este patrón y terminó aprendiendo que las mujeres “no son buenas candidatas”. Si bien este caso muestra cómo los algoritmos pueden incrementar los sesgos y la discriminación, también sirven para identificar estos mismos prejuicios y sesgos en la sociedad. Por ejemplo, si buscas “estudiante” en Google, los resultados de la búsqueda de imágenes muestra, en su mayoría, caras de personas blancas.

Uso de algoritmos en la evaluación del aprendizaje

La educación tampoco se salva de los algoritmos. Con la pandemia, millones de estudiantes y personal docente se tuvieron que confinar a sus hogares y continuar con las clases en línea independientemente de si tenían la infraestructura adecuada o el conocimiento adecuado para adaptarse al nuevo formato.

Entre los mayores retos de esta modalidad en línea se encuentra la evaluación, por lo que muchos recurrieron al uso de los algoritmos para solucionarlo, como fue el caso de Inglaterra. La Oficina de Regulación de Calificaciones y Exámenes en Inglaterra (Ofqual por sus siglas en inglés) creó un algoritmo para estandarizar las calificaciones para evitar que se inflaran. Esto resultó en un 39 % de estudiantes con notas más bajas, desatando protestas masivas en todo el país para que se revisara el proceso.

Y este no fue el único problema que enfrentó el país ya que tuvo un problema similar para revisar las cualificaciones de nivel avanzado en los que se basan las universidades para admitir a los estudiantes de nuevo ingreso. Estas valoraciones se realizan al final del año y definen si los alumnos entran a la universidad o no. Nuevamente el algoritmo bajó los resultados de muchos estudiantes, haciendo que algunos se quedarán sin acceso a la universidad. En ambos casos, el gobierno canceló los resultados optando por resultados basados en sus exámenes simulados y evaluaciones de maestros. También permitieron que los estudiantes presentaran sus exámenes más adelante en el año.

Lo opuesto pasó en Estados Unidos donde varios alumnos descubrieron que la inteligencia artificial de la plataforma Edgenuity tenía preferencia por ciertas palabras. Al poco tiempo, comenzaron a usar estas palabras en todas sus respuestas y la máquina asumía que cubrían todo el tema y les daba la puntuación máxima.

El problema es que un algoritmo que estandariza o asigna calificaciones no toma en cuenta muchos aspectos importantes de las habilidades de un estudiante, se enfocan más en saber si memorizaron la información, sin comprender si la entendieron o la asimilaron. Aún así, aunque hay un largo camino por recorrer para que estos algoritmos puedan evaluar efectivamente pruebas y exámenes, el uso de esta tecnología, bien enfocada, puede utilizarse en beneficio de la educación. Un ejemplo de ello es el caso de Japón.

¿Cómo usan los algoritmos y la inteligencia artificial en Japón?

La compañía IBM junto con el Consorcio para la renovación de la educación del futuro (CoREF por sus siglas en inglés), buscan transformar el sistema educativo de Japón. Ellos creen que las ciencias cognitivas y el aprendizaje activo y colaborativo mejoran drásticamente la educación.

Ambas compañías desarrollaron el método del rompecabezas constructivo del conocimiento que se trata de dividir a los alumnos en pequeños grupos y ponerlos a considerar múltiples ángulos de un tema. En lugar de tener un plan de estudios estático, el docente debe diseñar lecciones enfocadas en cada estudiante, así como monitorear y proporcionar retroalimentación sobre su actividad y colaborar con otros maestros para continuar mejorando.

Para ser capaces de monitorear efectivamente las interacciones de sus alumnos, IBM desarrolló “Watson discurso a texto” que monitorea la calidad de las pláticas de los estudiantes, mejorando la planificación y retroalimentación del método. Los maestros le enseñan a Watson palabras clave que esperan que surjan durante el ejercicio para poder evaluar qué tanto entendieron los alumnos. Además, Watson registra y transcribe las discusiones de los estudiantes, buscando palabras clave esperadas para que los docentes las revisen más adelante y poder mejorar el algoritmo de la máquina. El propósito de IBM y CoREF es fortalecer la capacidad de independencia y colaboración. Su argumento es que al utilizar algoritmos e inteligencia artificial harán que los docentes se enfoquen más en inspirar creatividad y amor al aprendizaje que memorizar datos para pasar un examen.

Japón también invirtió 227,000 dólares en una prueba piloto para mejorar las habilidades de inglés en 500 aulas. El país obliga a todos los estudiantes de primaria y entre los 12 a 15 años a aprender este idioma pero, debido a la demanda, es complicado encontrar profesores calificados para esa materia. Es por eso que el gobierno decidió integrar robots programados con algoritmos e inteligencia artificial para ayudar a verificar la pronunciación del inglés de cada alumno.

En esta época donde los avances tecnológicos aumentan de manera acelerada, los algoritmos se han convertido en la base de muchas de estas innovaciones. Aunque aún existe un gran desconocimiento en el área de tecnología entre las diferencias entre Inteligencia Artificial, Machine Learning y Deep Learning, en todas están presentes los algoritmos. Estos son los conjuntos de instrucciones que los guían para cumplir sus funciones y es lo que les ayuda a aprender.

Es por eso que se escucha tanto hablar de algoritmos, porque impactan el día a día de todas las personas. Es necesario educar a los alumnos a que comprendan qué son y cómo funcionan para que logren comprender hacia dónde se mueve la tecnología y así poder enfrentar los retos de entrar al mundo laboral rodeado de tecnología. Además, conocer en qué áreas de nuestras vidas se utilizan y sus implicaciones, es parte esencial de nuestra alfabetización digital.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/la-era-de-los-algoritmos

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La mercantilización de la educación a manos de Amazon

Es un despropósito que la multinacional Amazon, en vez de tributar los impuestos correspondientes, utilice los recortes educativos que ha contribuido a provocar también con la evasión de impuestos, para incitar a las familias y a los centros educativos a que compren sus productos y así “donarles” una limosna a quienes le sean fieles como consumidores de su marca con la campaña “Un clic para el cole”.

La multinacional Amazon ha lanzado en septiembre de 2020 una campaña de marketing y publicidad denominada «Un clic para el cole», donde promete hacer donaciones de los materiales que le sobran a los colegios que se lo pidan. Con truco. Esta multinacional, que ha provocado el cierre de innumerables comercios y distribuidores de cercanía, y cuya cifra de negocio en 2019 ha sido de más de 79.220 millones de dólares, exige para hacer esa “donación” que se le compre previamente. Y, solo entonces, donará “hasta” el 2,5% del valor de las compras al centro escolar que seleccione quien haya hecho la compra. Lo cual impulsará a que sean las familias de esos centros quienes gasten miles de euros con Amazon, para conseguir las limosnas de la multinacional. Negocio redondo. Marketing y estrategia comercial de manual de primero de carrera.

De hecho, así lo han empezado a demandar los avispados “emprendedores” de algunos centros educativos que, más bien, parecen haberse convertido en comerciales de Amazon. Escriben a las familias para animarlas a comprar en esta multinacional porque así “conseguiremos un buen pellizquito con ayuda de todos”. Por supuesto, les agradecen la colaboración en aumentar la riqueza que ha acumulado Jeff Bezos, el dueño de la multinacional, diciendo: “mil gracias por adelantado y confiando en vuestra colaboración”.

Si ya han comercializado los espacios públicos educativos con las máquinas de productos azucarados, y han colonizado los centros educativos con patrocinadores que imponen sus logotipos y sus materiales “didácticos” comerciales, especialmente ahora con la edutech y las plataformas digitales que acumulan datos de nuestro alumnado, esta última versión para comercializar y convertir en negocio incluso las compras de las familias y los centros educativos introduce un “nuevo valor” en la educación de estos centros: la incitación al consumo (por supuesto, al consumo de su marca) para conseguir donaciones.

En el libro de investigación “En los dominios de Amazon. Relato de un infiltrado”, Jean-Baptiste Malet, su autor, habla de la explotación sin límites de las mujeres y hombres que generan la riqueza de una empresa. Una multinacional rodeada de un incomprensible secreto donde no se puede acceder y quien trabaja en ella no puede hablar de su jornada en la cadena de producción, de sus condiciones de trabajo, cuando la legislación laboral les permite hacerlo.
Amazon no paga casi ningún impuesto a los estados donde opera y la compra en esta multinacional no está sujeta al IVA, explica Malet. Mediante un inteligente montaje financiero, Amazon ejerce una actividad comercial cuyos clientes, almacenes y trabajadores se encuentra físicamente y en su inmensa mayoría en los países en los que opera, pero cuyo cajero está situado en Luxemburgo, un paraíso fiscal.

Estamos entregando así nuestro apoyo a este tipo de empresa que crea “zonas de libre procesamiento” o maquilas del sur, pero trasladadas al norte. Zonas “libres” de sindicatos, de derechos laborales, de tributación fiscal y de protección del medio ambiente. Es uno de los extremos de la explotación capitalista, que con Amazon se está generalizando por todo el mundo, implantando de nuevo las condiciones de semiesclavitud del siglo XIX.

¿Es este el tipo de educación que queremos para nuestros hijos e hijas? La educación es un derecho que la comunidad social está obligada constitucionalmente a garantizar, según el Título I, destinando los impuestos públicos a ello, en vez de a rescatar bancos o las autopistas quebradas. Pero han sido los responsables políticos de las anteriores legislaturas los que decidieron recortar en educación pública más de 9.000 millones de euros y echar a más de 20.000 docentes de la educación. Por eso, algunos centros se ven aguijoneados a entrar en estos miserables chantajes que se inventan los equipos de comerciales de los hiperricos para seguir enriqueciéndose.

Los servicios públicos deben sufragarse con impuestos. No con donaciones. Las donaciones son una decisión voluble del rico de turno que busca o bien publicidad o bien desgravación fiscal y publicidad o bien expandir su marca, desgravarse fiscalmente y publicidad. Pero la educación es un derecho que debe garantizarse todos los días. Que no puede depender de la caridad, del humor o la bondad con la que se levanten los multimillonarios, que han acumulado su riqueza explotando a otros seres humanos. Qué educación estaríamos dando entonces a las futuras generaciones.

Un principio fundamental de la Escuela pública es la equidad. Lo cual significa que todos los centros tienen que tener una asignación de recursos equitativa en función de las necesidades del alumnado y los centros. No buscar enfrentar a los centros y competir entre ellos por conseguir donaciones y contar con mejores materiales que otros, porque se les ha recortado la financiación que deberían tener.

En caso de producirse donaciones, éstas deben ser claramente desinteresadas, tener un carácter centralizado y que los responsables educativos establezcan un reparto en función de los criterios de necesidad y equidad que deben regir la política educativa.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/11/06/la-mercantilizacion-de-la-educacion-a-manos-de-amazon-2/

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España: Amazon quiere ‘donar’ un porcentaje de sus ventas a centros educativos

Europa/España/05 Noviembre 2020/eldiariolaeducacion.com

  • Inicialmente, la compañía con sede en Luxemburgo, donará el 2,5% de cada compra que se haga. El porcentaje irá bajando a lo largo de los meses hasta el 1% y pasando por el 1,5%. Hasta la fecha, y según la empresa, ya se han apuntado cerca de 5.000 centros educativos en todo el país.

Es muy sencillo. Los centros educativos que estén inscritos en el registro del Ministerio de Educación pueden apuntarse a la iniciativa. Una vez hecho esto, quienes usan Amazon pueden elegir entre la lista de centros que se hayan apuntado para que la compañía dedique un 2,5% de la compra en cuestión a un ‘crédito virtual’ que, en su momento, los centros podrán cambiar por material comprado en la propia empresa.

El porcentaje de ‘crédito virtual’, como denomina la compañía con sede en Luxemburgo a las donaciones a centros educativos, va cambiando a lo largo del tiempo, como se recoge en la información sobre los términos que la compañía publicita en la web de la iniciativa: «Un porcentaje equivalente al 2,5% del valor de la/s Compra/s Elegible/s hasta el 20 de diciembre de 2020, al 1,5 % del 23 de diciembre al 20 de enero de 2021 y al 1% del 21 de enero de 2021 al 21 de marzo de 2021».

La campaña en cuestión no ha pasado desapercibida en redes sociales:

 

 

Fuentes de la compañía informan que en ningún caso pretenden que esta iniciativa sea una campaña comercial ni para aumentar la presencia de Amazon en centros educativos. Tampoco pretenden hacer una campaña de captación de nuevos clientes que, en última instancia, son quienes realizan las compras y deciden qué centros recibirán el ‘crédito’ canjeable por productos.

Entidades como EscolesCoop, la federación que reúne la mayor parte de escuelas cooperativas de Cataluña, lanzó un comunicado hace unos días criticando la iniciativa de la multinacionald de logística, asegurando que lo que pretende es conseguir convertir la escuela en su clienta para la compra de material escolar y, por otro lado, que la escuela haga publicidad gratuita de Amazon entre sus familias.

Los centros que se adhieran a la inciativa tendrán hasta el 23 de mayo ede 2021 para canjear el ‘crédito virtual’ por aquellos productos que decida Amazon (y que pueden cambiar en cualquier momento).

Si un centro no está adherido a la inciativa pero sí ha recibido donaciones, el total de esas donaciones será repartido a partes iguales entre el resto de centros educativos que sí estén dentro de los participantes. Eso sí, antes, la compañía se pondrá en contacto con el colegio o instituto en cuestión para informarle de que puede adherirse a la inciativa. Desde la compañía también quieren aclarar que los contactos se harán únicamente con centros que hayan recibido esta donación pero no se hayan adherido a ella, para hacerles conscientes del hecho. Los que no hayan acumulado crédito y no se hayan sumado no recibirán la llamada de la empresa.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/30/amazon-quiere-donar-un-porcentaje-de-sus-ventas-a-centros-educativos/

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El Área de Educación de IU denuncia el “despropósito” y la “mercantilización de la educación” que practica Amazon a través de una campaña de supuestas ‘donaciones’

Por: Tercera Información

Advierte de que esta práctica se suma a “la grave situación de comercialización de los espacios públicos educativos que se está produciendo como, por ejemplo, las máquinas de productos azucarados y la colonización de los centros educativos con patrocinadores que imponen sus logotipos y sus materiales ‘didácticos’ comerciales».

El Área Federal de Educación de Izquierda Unida considera un “despropósito” que la multinacional Amazon se aproveche de los recortes educativos que ha contribuido a provocar y, en vez de tributar los impuestos correspondientes, incite a las familias y a los centros educativos a que compren sus productos a cambio de hacer pequeñas ‘donaciones’ a quienes garanticen que serán fieles consumidores de su marca.

Amazon lanzó a finales de septiembre la campaña de marketing y publicidad denominada ‘Un clic para el cole’, donde promete hacer donaciones de los materiales que le sobran a los colegios que se lo pidan. “Con truco -señalan desde el Área de Educación-; con unas prácticas de venta que han provocado el cierre de innumerables comercios y distribuidores de cercanía, esta multinacional que en 2019 alcanzó unas cifras de negocio cercanas a los 80.000 millones de dólares exige que para hacer esa ‘donación’ se le compre previamente. Solo entonces donará ‘hasta’ (sin más detalles) el 2,5% del valor de las compras al centro escolar que seleccione quien realizó la compra”.

Esta práctica busca impulsar que sean las familias del alumnado perteneciente a esos centros quienes coordinen el gasto de miles de euros con Amazon “para conseguir unas ‘limosnas’ de la multinacional. Negocio redondo. Marketing y estrategia comercial de manual”.

Para el Área de Educación de Izquierda Unida, “si se producen donaciones, deben de ser claramente desinteresadas, tener un carácter centralizado y que sean los propios responsables educativos quienes establezcan un reparto en función de los criterios de necesidad y equidad que deben regir la política educativa”.

Advierten de que esta práctica que denuncian ahora se suma a “la grave situación de comercialización de los espacios públicos educativos que se está produciendo. Ahí están, por ejemplo, las máquinas de productos azucarados y la colonización de los centros educativos con patrocinadores que imponen sus logotipos y sus materiales ‘didácticos’ comerciales. Esto se ve ahora de manera especial con la ‘edutech’ y las plataformas digitales que acumulan datos de nuestro alumnado”.

“No obstante -resaltan- esta última versión para comercializar y convertir en negocio incluso las compras de las familias y los centros educativos introduce un ‘nuevo valor’ en la educación de estos centros: la incitación al consumo de una marca determinada para conseguir donaciones”.

Como han puesto en evidencia distintos estudios y trabajos de investigación, Amazon apenas paga impuestos en los Estados donde opera y el sistema la compra en esta multinacional no está sujeta al IVA, tal y como acredita, por ejemplo, Jean-Baptiste Malet en su libro ‘En los dominios de Amazon. Relato de un infiltrado’.

Mediante un inteligente montaje financiero, Amazon ejerce una actividad comercial cuyos clientes, almacenes y trabajadores se encuentra físicamente y en su inmensa mayoría en los países en los que opera, pero cuyo cajero está situado en Luxemburgo, un paraíso fiscal.

El Área de Educación de Izquierda Unida denuncia que “de esta manera se respalda las prácticas de este tipo de empresas que crean ‘zonas de libre procesamiento’ o maquilas del sur, pero trasladadas al norte. Se convierten en zonas ‘libres’ de sindicatos, de derechos laborales, de tributación fiscal y de protección del medio ambiente”.

Izquierda Unida defiende que la educación “es un derecho que debe garantizarse todos los días. No puede depender de la caridad, del humor o la bondad con la que se levanten particulares multimillonarios o empresas. Los servicios públicos deben sufragarse con impuestos y no deben depender de donaciones de quienes buscan publicidad, expandir su marca o aumentar sus beneficios fiscales”.

Recuerda que “un principio fundamental de la Escuela Pública es la equidad. Esto significa que todos los centros deben tener una asignación de recursos equitativa en función de las necesidades del alumnado y de las características del propio centro. No es de recibo que nadie haga a estos centros enfrentase y competir entre ellos para conseguir donaciones y contar con más materiales que otros porque se les ha recortado la financiación que necesitan”.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/19/10/2020/el-area-de-educacion-de-iu-denuncia-el-desproposito-y-la-mercantilizacion-de-la-educacion-que-practica-amazon-a-traves-de-una-campana-de-supuestas-donacion/

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