Page 4 of 26
1 2 3 4 5 6 26

¿Cómo se fue haciendo la cultura cubana?

Por: Graziella Pogolotti

Acosado por la miseria y la tuberculosis, Heredia murió en el exilio. Plácido y Zenea fueron fusilados. José Martí cayó en Dos Ríos. Mientras  los poetas forjaban imágenes para una nación todavía inexistente, los pensadores labraban un ideario a través de la enseñanza. Quebrantaban la esclerosada tradición dogmática impuesta por la colonia.

El presbítero Félix Varela sentaba cátedra en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio. No tuvo alumnos, formó discípulos. De manera inevitable, el camino trazado lo llevaría a la política y al debate abierto en las Cortes de España.

Perseguido, encontró refugio en una emigración sin regreso. No dejó por ello de pensar en Cuba y ejercer un magisterio espiritual. Más prudente y no menos eficaz, Luz y Caballero se entregó a la educación. En las aulas, estaban madurando los futuros combatientes. Desde entonces, ética y política comenzaban a entrelazarse de manera inseparable, visión que alcanzaría con José Martí su proyección más intensa en el verbo encendido y en la conjunción concreta de teoría y práctica.

Al principio, las ideas circularon en los cotos de las minorías ilustradas. Las dramáticas circunstancias de una sociedad colonial y esclavista favorecieron el desarrollo de inquietudes convergentes en sectores de las mayorías silenciadas. El poder metropolitano percibió la amenaza latente. Para contener el peligro aplicó la violencia extrema contra Aponte y en la represión de la llamada Conspiración de la Escalera. En lo político, en lo social y en lo cultural, convertida en causa popular, la idea de la nación adquirió cuerpo durante la Guerra de los Diez Años.

En febriles jornadas sin sueño para evitar la probable intervención  del imperio naciente, José Martí juntó acción y prédica. Había que consolidar la unidad entre los veteranos de ayer y la nueva generación, entre los representantes de las distintas capas de la sociedad y atenuar las supervivencias de los antiguos localismos. La noción de independencia integraba la reivindicación de un ideal de justicia. La patria se iba haciendo en la conjunción de «raíz y ala» con la mirada puesta en lo más profundo de sus entrañas y el impulso creador de los sueños siempre perseguidos. No tuvo aula, pero lo llamaron Maestro.

La frustración republicana tuvo un impacto inicial aplastante con señales de escepticismo, de oportunismo y de corrupción. El aparente letargo no se mantuvo durante mucho tiempo. La siembra no había sido inútil. En los años 20 del pasado siglo, el impacto de la realidad matizada por una crisis estructural de la economía dependiente y la subordinación de los gobiernos a los dictados del imperio indujeron a los intelectuales a salir de sus cenáculos, a conquistar  visibilidad y participación en la vida pública. Ese compromiso no los sustraía de la entrega a la realización personal que contribuía también a edificar la nación. Había que adentrarse en lo profundo de las raíces  y conformar al ala desde la perspectiva de la contemporaneidad.

Mella fundaba la Universidad Popular José Martí. Los historiadores proponían la relectura de nuestro devenir, Fernando Ortiz revelaba las zonas preteridas de nuestro mestizaje cultural. Amadeo Roldán y Alejandro García Caturla, con la complicidad activa de Carpentier, se planteaban el desafío de incorporar los ritmos de origen africano al arte de la composición sinfónica. Los poetas aguzaban el oído en dirección similar. Lo hicieron Tallet y Ballagas. Los tanteos llegaron a su cristalización con Motivos de son de Nicolás Guillén. Los pintores viajaron a París en procura de aprendizaje del oficio y de los lenguajes contemporáneos. Con esa experiencia, forjaron un imaginario visual que, según muchos críticos, marca el verdadero nacimiento de nuestras artes plásticas. Por múltiples caminos, raíz y ala convergían nuevamente.

En el contexto de la República neocolonial, los iniciadores de los 20 y las generaciones que les sucedieron hicieron su obra desde la precariedad extrema. Cuando podían, ganaban el sustento mediante el desempeño de otros oficios. Ejemplo dramático, el asesinato del juez Alejandro García Caturla tronchó la vida, en plena madurez, a uno de nuestros más brillantes compositores.

La enseñanza artística padecía incurable anemia. Ante tanto desamparo, la Revolución Cubana retoma algunas ideas  fundadoras y centra su atención en el impulso a la cultura. Desde la campaña de alfabetización hasta la reforma universitaria, la educación constituye columna vertebral de un propósito democratizador que apuntala la soberanía nacional en beneficio de la plenitud de la persona y en favor de la conversión de la ciencia en fuerza productiva. El sistema institucional que comienza con la fundación del Icaic sienta las bases para la profesionalización de los artistas, para la producción de la obra y para la formación de numerosos espectadores críticos y al propio tiempo, para el rescate y protección del patrimonio nacional. El sistema de enseñanza artística incorpora a los creadores de más valía a la docencia, y ofrece posibilidades sin precedentes a los talentos potenciales. La construcción de los edificios de Cubanacán aspira a favorecer el diálogo entre las distintas  manifestaciones artísticas.

Pasados los días conmemorativos de la jornada de la cultura cubana, conviene conceder tiempo reposado a la meditación acerca de los desafíos de la hora con participación de los más jóvenes. La irrupción de las nuevas tecnologías, la presencia del mercado en ciertas zonas de la creación contribuyen a modelar mentalidades y aspiraciones. Paradójicamente, la proliferación de áreas de investigación en las universidades y en los centros dedicados a las ciencias sociales no se ha traducido en un productivo intercambio de saberes de tanta significación en los reducidos cenáculos intelectuales de los siglos XIX y XX. Abiertos al mundo, remisos al estrecho localismo, los intelectuales cubanos fueron, en circunstancias adversas, raíz y ala, observadores de la realidad y creadores de un imaginario. Hay que eliminar barreras, estereotipos y fórmulas gastadas. Corresponde a las instituciones favorecer la circulación del pensamiento. En un tiempo dominado por la expansión de la frivolidad y el culto al desfile efímero de los famosos, pensar es un modo de hacer.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-10-29/como-se-fue-haciendo-la-cultura-cubana-29-10-2017-21-10-36

Comparte este contenido:

Vietnam’s new education policy to take inspiration from Finland, Denmark

Vietnan/Septiembre de 2017/Fuente: SI News

Resumen:  Mientras que el clima, el sistema de gobierno y la cultura son mundos aparte, el sistema educativo de Vietnam comunista está dibujando la influencia y la inspiración de los países democráticos liberales de Finlandia, Suecia y Dinamarca. El ministro de educación de la nación del sudeste asiático, Phung Xuan Nha, completó esta semana un viaje de estudio a las naciones nórdicas, donde aprendió más acerca de su enfoque de los programas de educación desde el nivel primario hasta el terciario. Funcionarios del Ministerio de Educación y Capacitación de Vietnam dijeron que una variedad de valores en la educación general en los tres países eran compartidos por la «filosofía de educación» mejorada de Vietnam, informó Tuoi Tre News. Los estudiantes finlandeses se han desempeñado consistentemente entre los mejores del mundo en el ranking del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE en los últimos años.

While the weather, system of government and culture are worlds apart, the education system of Communist Vietnam is drawing influence and inspiration from the liberal democratic countries of Finland, Sweden and Denmark.

The Southeast Asian nation’s education minister Phung Xuan Nha this week completed a study trip to the Nordic nations, where he learnt more about their approach to education programmes from the primary to tertiary level.

Officials from Vietnam’s Ministry of Education and Training said that a range of values in mainstream education in the three countries were shared by Vietnam’s upgraded “philosophy of education”, reported Tuoi Tre News.

Finnish students have consistently performed among the world’s best in the OECD’s Programme for International Student Assessment (PISA) rankings in recent years.

Vietnam’s performance in PISA has improved immensely, already outperforming many western countries, with the government investing a huge portion of government expenditure into its education system.

In 2015, Vietnamese students were ranked 12th in the world for maths and science, compared with Finland at number 6.

image: https://cdn.studyinternational.com/news/wp-content/uploads/2017/09/shutterstock_341286671-1024×685.jpg

shutterstock_341286671-1024x685

Students in their classroom in Helsinki, Finland. Source: Shutterstock

Some 18 memoranda of understanding were signed between Vietnamese and Finnish schools during the course of the ministerial visit regarding teacher training and online education, while in Denmark 17 were signed on medical and geological teaching and research.

Tuoi Tre reports that Vietnam’s 2019 education reforms will “empower teachers and students with more freedom and autonomy, while emphasising experimental and creative activities at school.”

Minister Phung is reportedly in talks with his counterparts around acquiring rights to publish Finnish educational materials for a variety of subjects.

According to VN Express, Finnish high schools will be opening for students in the major urban centres of Hanoi and Ho Chi Minh City in the near future.

Earlier this year, the Vietnamese ministry made English a compulsory subject from grade three onwards, starting in 2018.

Read more at https://www.studyinternational.com/news/vietnams-new-education-policy-take-inspiration-finland-denmark/#Okr0PCxbTALjZpjy.99

Comparte este contenido:

Venezuela: Gobierno aprueba recursos para el inicio de clases

Venezuela/Septiembre de 2017/Fuente: MPPE

Durante las últimas semanas el Ejecutivo Nacional ha aprobado recursos destinados a garantizar las mejores condiciones para el inicio del Año Escolar 2017 – 2018, previsto el próximo 18 de septiembre para la educación primaria y el 02 de octubre para la media general.

Un total de 200.000 millones de bolívares se asignaron para la adquisición de útiles escolares y otros Bs30.249 millones para el plan de mantenimiento de instituciones educativas públicas.

En ese sentido, el Estado venezolano lleva a cabo la entrega de tres millones de morrales a niños de todo el país, que están dotados de útiles escolares dependiendo del nivel educativo. En general, los bolsos traen -para todos los grados- cuadernos y libreta de seis materias (en el caso de educación media), lápices, borrador, sacapunta, colores, pega, juego de geometría y libros de Colección Bicentenario.

Además, dos millones de uniformes escolares son distribuidos por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), instancias que garantizan la venta a precios accesibles. De igual forma, el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) trabaja en la construcción de 50.000 mesas-sillas que serán entregadas para el nuevo período escolar.

Como cada año, en esta oportunidad serán distribuidas las computadoras Canaima. Igualmente será reforzado el Programa de Alimentación (PAE) que funcionará en 17.000 instituciones y que ofrecerá un programa especial de meriendas en otras 7.000 escuelas del territorio nacional.

Plan de estudio

A partir del 02 de octubre, fecha en la que se espera comience el Año Escolar 2017 – 2018 para los estudiantes de educación media general, se pondrá en funcionamiento un novedoso  adecuado al Plan de Estudio nuevas exigencias de la nación.

Tal como lo explicó el ministro para la Educación, Elías Jaua, el plan obedece a los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, que se efectuó en todo el país en 2014, así como a los planteamientos de académicos, docentes y estudiantes.

De esta manera, los estudiantes de primero y segundo año de bachillerato tendrán un total de 44 horas académicas y los de tercero a quinto año, tendrán 46.

A propósito de la temporada de vacaciones, el Gobierno Nacional también ha instalado ferias escolares en varias entidades, para que padres y representantes puedan adquirir los implementos requeridos por sus hijos.

En todo el país, 7 millones 195.335 estudiantes están convocados para el inicio de clases.

Fuente: http://me.gob.ve/index.php/noticias/86-noticias-2027/septiembre/3313-gobierno-aprueba-recursos-para-el-inicio-de-clases

Comparte este contenido:

La educación de niños y adolescentes debe ser obligatoria

Por: Ángel Pérez Martínez

El país está en mora de hacer cumplir la Constitución y las normas que establecen la obligatoriedad de la educación desde los 5 hasta los 15 años de edad. En Colombia más de un millón y medio de niños y adolescentes no asisten a la escuela y no pasa nada.

Basta viajar por las carreteras nacionales o recorrer las ciudades y pueblos de Colombia, para encontrar miles de niños y adolescentes que, en horas escolares, venden productos en las calles, piden limosnas, consumen drogas, y algunos, ya son una amenaza para la sociedad.

También es una vergüenza para el país conocer, de acuerdo con el DANE, que al finalizar el año 2016 la tasa de trabajo infantil (entre 5 y 17 años de edad) en el país fue 7,8%, es decir 867.000 niños y adolescentes estaban trabajando; más grave, 358.000 tenían entre 5 y 14 años de edad. En las áreas urbanas la tasa de trabajo infantil era de 5,7% y en el sector rural 13,6%. Por género 10,2% para los hombres y 5,1% mujeres.

Así mismo, el Ministerio de Educación Nacional, MEN, sostuvo en la rendición de cuentas del año 2016, que la tasa de deserción escolar para la educación básica y media fue de 3,74%, la más baja en los últimos 10 años, lo cual no oculta el hecho que 374.536 estudiantes abandonaron el sistema escolar antes de finalizar el año escolar

Además, los datos del DANE sobre educación formal señalan que el total de la matrícula en el sector oficial disminuyó en 1.044.399 estudiantes entre 2010 y 2016, es decir que decreció un 9,5 por ciento. Este punto es muy importante porque se demuestra que existe la oferta pública para atender por lo menos un millón de los niños y adolescentes que están por fuera del sistema educativo, además entre el 2010 y el 2016 se adicionó en más de 10.000 docentes la planta de maestros financiada con recursos nacionales.

En total, durante el año 2016, cerca de un millón y medio de niños y adolescentes entre 5 y 16 años de edad no asistieron a la educación básica y media. Estos datos van en contravía de la Constitución Nacional que estableció, en el artículo 67: “el Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un año de preescolar y nueve de educación básica”. Aclaro, si la exigencia es hasta los 15 años, en ese momento los muchachos deben estar matriculados en el grado decimo, cuando ellos tienen una trayectoria normal por el sistema educativo: entrar a los 5 años al grado de transición y no repetir año escolar o desertar y volver.

Además, la Ley 1753 de 2015, por la cual se expidió el Plan Nacional de Desarrollo, del actual Gobierno, determinó en el artículo 55 la obligatoriedad de la educación media, para lo cual el Estado debe adelantar las acciones tendientes a asegurar la cobertura con gradualidad hasta el grado once (11) en todos los establecimientos educativos. Sin embargo, fue desafortunado que dicho artículo extendiera la exigencia de obligar a los adolescentes a estudiar los grados 10 y 11, hasta el año 2025 en las zonas urbanas y 2030 para las zonas rurales.

A pesar de las normas citadas que tienen origen constitucional, en el año 2016 para cerca de 1.500.000 niños y adolescentes la sociedad y el gobierno no se comprometieron a fondo en garantizar y exigir para ellos el cumplimiento del derecho a la educación, esta situación sigue igual en el 2017. Tampoco hubo investigaciones o sanciones para padres de familia o acudientes irresponsables (la educación oficial es gratuita e incluye otros bienes y servicios por los que no se cobra) que cohonestan para que sus hijos no asistan o ayudan a la explotación económica de los niños y adolescentes.

Hoy conocemos que las trampas de la pobreza y la repetición de ciclos de vida, nada ejemplares, al interior de algunas familias o de grupos sociales se transmiten y se reproducen de manera más fácil, cuando desde la primera infancia, la niñez y la adolescencia no se accede a oportunidades de desarrollo fundamentales para la vida, como una adecuada nutrición, servicios de salud y una educación básica y media de buena calidad.

El Gobierno y las autoridades educativas están en la obligación, con la ayuda de los docentes y los colegios, de promover y fortalecer acciones para incentivar la matrícula de todos los niños y adolescentes entre 5 y 16 años, esto conviene al conjunto de la sociedad. Insisto, la educación debería ser un punto de encuentro, de inclusión social y de oportunidades no sólo para el trabajo, también para la vida, el arte y la convivencia ciudadana.

El Estado, los gobiernos, la justicia, los medios de comunicación y en general la sociedad están en mora de empezar a reprochar y a sancionar a los adultos que obstaculicen bajo cualquier forma o excusa el acceso a la educación de los niños y adolescentes, ellos deben gozar de toda clase de protecciones y cuidados. Nadie se beneficia de semejante cantidad de niños y adolescentes por fuera del sistema educativo, sin futuro alguno. No todo es culpa de la pobreza o la guerra, puede existir desidia personal o familiar en algunos casos.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/educacion-debe-ser-obligatoria-angel-perez/249686

Comparte este contenido:

Historias Parecidas

Por: Manuel Navarro Weckmann

En un escrito reciente, a propósito de la intención y acciones por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante el cual se pretende la transformación de las Escuelas Normales en nuestro país, el Consejero Presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, establece, a modo de comparación con las Instituciones de Educación Superior que forman a profesionales de la medicina, una serie de puntos específicos en donde, a su ver, las Escuelas Normales deberían de tomar en consideración para su mejora.

Coincido en algunos de sus comentarios, sobre todo en la falta de claridad por parte de la autoridad Educativa sobre la forma en que se implementarán dichos cambios para asegurar una verdadera transformación acorde a las necesidades tanto de las Instituciones Normalistas, como de las y los futuros docentes de las mismas y de su estudiantado, la necesaria rigurosidad para seleccionar a sus estudiantes, la gran cantidad de horas de práctica que se debe de realizar para poder lograr su formación profesional y por supuesto un examen de competencias que en el caso de las Instituciones Normalistas hace tiempo se vienen verificando.

Me parece que hay aspectos que podemos sumar a lo mencionado, como es el caso de un registro que se debería llevar de los estudiantes para permitir un seguimiento más puntual de desarrollo de sus competencias, la organización de la estructura jerárquica que está conformada exclusivamente por médicos no así en el caso del magisterio que estáimpregnada de otras profesiones y, la posibilidad de un atractivo salario y prestaciones que es en donde existe una diferencia muy importante para con las y los maestros nóveles.

Otro aspecto diferente, tiene que ver con los montos de asignación hacia los presupuestos que, en el caso de las Escuelas Normales, en donde, por poner un ejemplo, se ha asignado un “presupuesto para su fortalecimiento del orden de los dos mil millones de pesos para dos años para las 251 Normales del país, siendo que ese es un monto menor al presupuesto de cualquier Universidad de mediano tamaño y sólo para un año.

Por otra parte, me parece que un aspecto fundamental de comparación entre ambas carreras, tiene que venir desde el punto de vista de que, para el caso de la medicina, en ningún hospital y bajo ninguna circunstancia, se le expediría un título o se le permitiría generar una receta médica o iniciar una operación quirúrgica a alguien que no hubiera pasado por una institución especializada en la formación médica de una Institución de Educación Superior debidamente acreditada para ello, ni tampoco veo a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, haciendo una convocatoria para que, a través de un examen, “cualquier egresado de una Licenciatura” pueda, con tan sólo presentar un examen, obtener una plaza como médico en el IMSS, en el ISSSTE, en el Seguro Popular o en cualquier instancia de este tipo. No veo al Secretario de Salud “quitando el monopolio” de la formación médica a las Escuelas de Medicina.

Cuando sobradamente el Gobierno Federal ha reiterado que “cualquiera puede ser maestro”, cuando se ha reducido la matrícula de las Escuelas Normales en casi un 70%, cuando se ha lastimado y abaratado la profesión del magisterio, cuando se ha desincentivado a la profesión con prestaciones menores que las que se tienen en la actualidad, poco se puede hablar del fortalecimento del normalismo en un escenario completamente hostil, adverso y de pleno desinterés gubernamental, a escasos meses de que culmine el sexenio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/historias-parecidas/

Comparte este contenido:

España: El capital educativo

España / www.elconfidencial.com / 26 de Julio de 2017

‘Recurso’ es aquello a lo que puedo acudir para resolver un problema o realizar un proyecto. Esta definición nos permite hablar de muchos tipos de capital, no solo del económico

Desde que escribí ‘La creación económica’, estoy tratando de reivindicar con nulo éxito la palabra ‘capital’, cuyo significado ha sido absorbido, injustamente, por la economía. Algo parecido ha sucedido con la palabra ‘emprender’. No todo emprendedor es empresario. El significado comercial de ‘empresa‘ es muy tardío. En su origen, la palabra significaba iniciar una aventura, una acción que implicaba riesgo. Por eso, dice Sebastián de Covarrubias en el primer diccionario de la lengua castellana (1611), “los caballeros andantes acostumbraban pintar en sus escudos y recamar en sus sobrevestes estos designios y sus particulares intentos se llamaron empresa, y también los capitanes en sus estandartes quando van a alguna conquista”. De ahí, concluye Covarrubias: «Empresa es cierto símbolo o figura enigmática hecha con particular fin, enderezada a conseguir lo que se va a pretender y conquistar o mostrar su valor y ánimo”. La economía ha secuestrado esta bella palabra. Con ‘capital’ ha sucedido lo mismo. Significaba lo que es ‘cabeza’ (‘caput’) de muchas cosas, el origen de una numerosa progenie. De ahí los ‘pecados capitales’, que eran la fuente de muchos otros.

Lo característico del ‘capital’ es que mediante la acumulación de recursos amplía las posibilidades de acción

La definición de ‘capital’ que propongo dice así: “Es el conjunto de recursos acumulados que amplían las posibilidades de acción o de producción de una persona o de una colectividad”. ‘Recurso’ es aquello a lo que puedo acudir para resolver un problema o realizar un proyecto, y que por eso considero un bien. Esta definición nos permite hablar de muchos tipos de capital, no solo del económico. Incluso la economía ha tenido que ampliar su significado al hablar de ‘capital humano’, que es el conjunto de conocimientos y habilidades que tiene un trabajador. También ha admitido la noción de ‘capital intelectual de una empresa’, que invadió la literatura sobre ‘management’ en los noventa, y que ahora, como todas las modas, aunque sean buenas, ha periclitado. En Francia, que siempre ha tenido buen ojo para detectar tendencias, Pierre Bourdieu, un gurú de la sociología, habló de ‘capital simbólico’. El premio Nobel de Economía Douglas North estudió el ‘capital institucional’, la calidad de las instituciones de un país como gran fuente de progreso. Voy más allá, y creo que se debería hablar incluso de ‘capital espiritual’, que no es un oxímoron ingenioso, sino el conjunto de recursos espirituales que tiene una persona para afrontar la situación en que se encuentra.

Foto: Cordon Press.
Foto: Cordon Press.

Lo característico del ‘capital’ es que mediante la acumulación de recursos amplía las posibilidades de acción. Le da poder, le ‘empodera’. Si no es así, es una mera acumulación inerte. Un médico necesita atesorar conocimientos, experiencias, práctica, para poder curar. Las instituciones de una sociedad —por ejemplo, la administración de justicia, el sistema educativo, la sanidad pública— son también un conjunto de recursos. La valentía, la imaginación, la resistencia son recursos psicológicos deseables. El triunfo de la ‘psicología positiva’, impulsada desde la American Psychological Association, se basaba en su interés por estudiar y aumentar los recursos humanos, sus fortalezas.

Volviendo a ‘capital’, tal vez pensarán ustedes que es absurdo empeñarse en ir contra el uso generalizado de una palabra, y que es mejor buscar otra. Sin duda, pero es que no la encuentro. Me sucede lo mismo con otras palabras pervertidas en su significado: ‘disciplina’ o ‘autoridad’, por ejemplo. Se han ligado a modelos policiales o dictatoriales, cuando significaban lo contrario. ‘Disciplina’ viene de ‘discere’, aprender. Y ‘autoridad’ es el poder que no se impone por la fuerza, sino por el respeto. Antes de pretender inventar una palabra nueva, prefiero, pues, explicarles por qué me parece necesario reivindicar la palabra ‘capital’ y aplicarla a la educación.

Culturas triunfantes y culturas fracasadas

Toda persona nace en una sociedad, que tiene un nivel de ‘capital económico’ (recursos económicos) y de ‘capital cultural o social’ (recursos simbólicos), que proporcionan unas posibilidades económicas y unas posibilidades intelectuales a sus miembros. El primero es medido por los índices clásicos, como el PIB. El segundo, por índices más complejos, como el ‘índice de desarrollo humano‘ de Naciones Unidas, que mide las expectativas de vida, la educación y el nivel de vida digno, o el ‘índice de progreso social’, que mide la satisfacción de las necesidades básicas, el nivel de bienestar fundamental y las oportunidades de progresar. El concepto de ‘posibilidad’ es esencial para comprender la noción amplia de ‘capital’.

Que un niño nazca en una sociedad rica económica y culturalmente no significa que vaya a ser capaz de disfrutar de esas ventajas

En castellano viejo, de las personas ricas se decía que “tienen muchos posibles”. Pues bien, el capital aumenta los posibles. Un físico como Einsteinno pudo nacer en Alemania en el siglo X, ni en Zambia en el siglo XX. En ningún caso el nivel cultural lo permitía. Cada sociedad, en cada momento histórico, ofrece un repertorio de posibilidades. Las que tenían los ‘intocables’ en la India eran mínimas. Las que tienen en las sociedades avanzadas las personas analfabetas, también pueden serlo. Los índices de exclusión señalan a los que disponen de pocas posibilidades.

Sin embargo, el que un niño nazca en una sociedad rica económica y culturalmente no significa que vaya a ser capaz de disfrutar de esas ventajas. El acceso a las posibilidades existentes constituye el problema básico de la justicia. Habrán oído con frecuencia decir, hablando de economía, que primero hay que ‘crear riqueza’ y después ‘repartirla’, porque de nada vale ‘repartir la pobreza’. Es cierto. En el campo ‘cultural’ sucede lo mismo: hay que crear un nivel cultural alto y luego ‘repartirlo’ mediante la educación. Al hacerlo, entra en funcionamiento lo que denomino bucle prodigioso, un mecanismo expansivo y ascendente. El ‘nivel cultural alto’ está relacionado con los índices de progreso social mencionados. Contra un bobo y demagógico igualitarismo que afirma el idéntico valor de todas las culturas, creo que las hay mejores y peores. Hay culturas triunfantes y culturas fracasadas.

Foto: iStock.
Foto: iStock.

Para entendernos, creo que la cultura nazi o la cultura soviética eran peores que la cultura democrática. No se trata del nivel artístico, científico o tecnológico —o al menos de eso solo—, sino de la calidad de las instituciones, del modo de resolver los conflictos, de la confianza existente entre los ciudadanos, de la calidad de vida, de los valores puestos en práctica cotidianamente, de la participación y la solidaridad, de la ausencia de corrupción, de los niveles de libertad y de justicia. Lo que los autores anglosajones denominan ‘social capital’, que es, en el fondo, un ‘capital ético’. El nivel científico, artístico y tecnológico de la Alemania nazi era muy alto, pero su ‘capital ético’ colapsó.

Uno de los objetivos de una sociedad con ‘alto capital cultural’ es conseguir que todos los ciudadanos participen de él, lo hagan suyo y lo conviertan en ‘capital personal’. De ello se encarga, en gran medida, la educación. Por eso podemos hablar del ‘capital educativo’ de una sociedad, del conjunto de recursos (materiales, sociales, culturales, etc.) que pone a disposición de sus ciudadanos para su formación. Jerome Bruner, uno de los grandes expertos en el estudio de la inteligencia humana, señaló con elocuencia que la inteligencia personal se configura siempre gracias a las herramientas conceptuales, afectivas, morales que la cultura proporciona. A su vez, el ‘capital educativo’ de una persona es el conjunto de conocimientos, competencias y relaciones que ha adquirido mediante la educación. Ambas nociones van conectadas. Ortega dijo una frase que se ha hecho popular: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Pero casi siempre se olvida la segunda parte: “Y si no salvo mi circunstancia, no me salvo yo”. Como dice el proverbio africano que me gusta tanto repetir: “Para educar a un niño, hace falta la tribu entera”. A lo que hay que añadir: “Y para educar bien a un niño, hace falta una buena tribu”.

No son los títulos que consigan, sino el conjunto de recursos intelectuales, afectivos, ejecutivos lo que va a permitirles enfrentarse a los retos

Desde los programas de la Fundación UP —una institución sin ánimo de lucro— nos gusta explicar a los padres —que desearían poder dejar un ‘capital económico’ a sus hijos— la importancia de que les ayuden a aumentar su ‘capital educativo personal’, que no son los títulos que consigan, sino el conjunto de recursos intelectuales, afectivos, ejecutivos (también académicos, por supuesto) que va a permitirles enfrentarse en las mejores condiciones a los retos de una vida laboral, afectiva, social, política cada vez más compleja. Pero añadimos que para ello no basta la educación directa —la que recibe en la familia o en el centro educativo— sino que hay que colaborar para elevar el ‘capital cultural’ de la sociedad en que vivimos, porque la escuela se nutre de él. Hay que mejorar la tribu. Este enfoque de la educación, basado en una ‘pedagogía de los recursos’, en la idea de ‘capital educativo’, nos parece un proyecto hermoso, justo y eficaz. Pueden verlo en Universidad de Padres. Sería estupendo que colaborasen en su éxito.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2017-07-25/el-capital-educativo_1420163/

Comparte este contenido:

Chile: Rechazan ley de educación

Chile/Junio de 2017/Fuente: El Diario

Chile.  Miles de jóvenes marcharon en Santiago en protesta por el cierre de la Universidad Arcis, la condonación de la deuda del Crédito con Aval del Estado (CAE) y el rechazo a las leyes sobre la educación pública.

“Chile se paralizó porque sabe que necesita un cambio en la educación y que se está precarizando”, indicó el principal de la Coordinadora Nacional Estudiantes Secundarios (CONES), Erick Muñoz.
Muñoz llamó a los candidatos presidenciales a abanderarse con los estudiantes porque saben que “no solo son el futuro, también son el presente de Chile”.
Desde su comienzo, la marcha registró numerosos enfrentamientos e incidentes entre los manifestantes y las fuerzas especiales de la Policía chilena.
Los estudiantes chilenos se han movilizado desde el año 2011 en procura de una educación pública gratuita, de calidad.
Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/435099-rechazan-ley-de-educacion/
Comparte este contenido:
Page 4 of 26
1 2 3 4 5 6 26