Jordi Adell: “Los países asiáticos que salen tan bien en PISA son un auténtico infierno para los niños”

España / 5 de mayo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Yo Soy Tu Profe

Desde Castellón, entrevistamos a Jordi Adell @jordi_a, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación y profesor de la Universitat Jaume I. Este docente, especializado en tecnologías educativas, viene siendo de esos que nos invitan a reflexionar sobre nuestro ser en el mundo.

En esta larga charla pudimos hablar sobre muchos temas, algunos quedándose fuera del tintero. Una gran experiencia de aprendizaje sobre las tecnologías, la formación del profesorado, las competencias digitales o su visión sobre la educación.

Si es un placer escucharle y ver como posee el don de, con una simple pregunta, dar una clase magistral y unir una idea con otra manteniendo el argumento, esta entrevista puede ser un pequeño resumen de lo que da de sí algo menos de una hora tomando apuntes.

P. Para llegar a ser maestro hay que estudiar una carrera, para ser profesor hay que hacer carrera y máster. Sin embargo, ¿cómo se llega a ser docente universitario?

R. Con mucha suerte. Es una carrera un poco rara. No se exige una formación didáctica. Se empieza con buen expediente, con publicaciones, proyectos, etc. Con suerter se consigue una beca para hacer la tesis, luego, en concurso público, una plaza de ayudante doctor y tras varios años ya puedes optar a ser contratado doctor o profesor titular. Pero no hay unos estudios específicos. No se exigen capacidades docentes o formación didáctica.

P. Claro, pero matiza este camino para la universidad pública. En la universidad privada no ocurre lo mismo. ¿Se ha liberalizado el sector?

R. Bueno, lo podríamos llamar más que liberalización, privatización. No existen garantías. En las universidades privadas se trabaja en unas condiciones lamentables. Se paga muy mal, sobre todo en la formación online. Por otra parte, estas universidades tampoco se caracterizan por ser de calidad en investigación. Realmente, apenas tienen. No quiero ser muy duro, pero al final acaban siendo “chiringuitos.”

P. Pero, sabe que las universidades públicas tampoco se libran de esto. ¿Hay falta de transparencia en ellas?

R. Sí, absolutamente. Hace falta transparencia en los procedimientos. Es curioso porque están sometidas a un reglamentismo que a veces puede llegar a sacarte de quicio. Puede llegar a paralizar muchos procedimientos necesarios. Y luego, existe una falta de transparencia que ha provocado muchos “chiringuitos” en universidades públicas. Y creo que no hace falta citar nombres.

Por ejemplo, si queremos sacar una titulación nueva necesitamos dos años para la aprobación de la ANECA. Luego nos piden que estemos atentos a las demandas de la sociedad, es algo inviable.

“La palabra innovación empieza a no significar nada hoy en día”

P. Cambiando un poco de vertiente. En las últimas décadas se han aprobado sucesivos planes y políticas educativas para integrar las TIC en los centros de enseñanza. ¿Por qué no se ha alcanzado el impacto esperado?

R. Yo creo que no se ha alcanzado el impacto esperado en ningún lugar del mundo, no solo en nuestro país. Tal vez las expectativas eran muy altas. Las iniciativas “top-down” (arriba-abajo) en muchas ocasiones son recibidas por buena parte del profesorado con desconfianza. Ocurre lo mismo en otros sectores. Existe cierta desconfianza, falta de medios, falta de tiempo para realizar la formación requerida. También es cierto que parte, no todo, del profesorado, percibe como las autoridades no se acaban de creer lo de las nuevas tecnologías.

Parece más que los proyectos revolucionarios son estrategias de marketing para mostrar lo modernos que somos de cara a las familias, futuros votantes.

Al final, parte de los proyectos con TIC no han tenido continuidad o se truncaron. Un ejemplo es el de Escuela 2.0, llegó la crisis y se acabó el dinero. Llegó el PP y se acabó el proyecto.

P. Entonces, ¿la falta de continuidad puede ser uno de los principales motivos para que los proyectos no lleguen a madurar?

R. Sí, la falta de continuidad y la falta de apoyo a los y las docentes innovadores. Aunque la palabra innovación hay que explicarla, porque, hoy en día, empieza a no significar nada.

Falta una política decidida de apoyo a los docentes que sí que creen en estos proyectos. Existe el “café para todos” o la ausencia de “café para todos.” En muchas ocasiones, las políticas desconocen las necesidades de los docentes y se dejan llevar por modas de “palabros raros”. Están diseñadas dejándose llevar por “gurús educativos” que se ponen de moda. Existe una pseudoinnovación que responde más a intereses de empresas tecnológicas que a la realidad.

Y otro de los factores es la falta de apoyo a los centros y a sus proyectos innovadores. Lo cierto es que no se ha avanzado mucho para que los centros cambien metodologías o incorporen las tecnologías en las aulas. Estamos en un momento de eufemismo innovador. Cuando uno lee proyectos de BYOD (“Bring Your Own Device” o  “Trae tu propio dispositivo”), en el fondo estamos en proyectos de traer tu propio ordenador porque la Administración no tiene dinero para comprarlos. Luego ya veremos qué hacemos con él. También se ha apostado demasiado en dispositivos y poco en la formación del profesorado. No ha habido reformas con especial énfasis en la metodología didáctica.

Finalmente, una de las mayores carencias es la falta de evaluaciones de estas políticas que se han realizado. Se terminan los planes y no se analizan las razones y los resultados obtenidos. No existen proyectos de evaluación y análisis en estos planes y esto supone su falta de continuidad.

“Hace falta plantillas estables y equipos directivos favorables a la innovación.”

P. Antes apuntaba al centro como agentes del cambio. Entonces, ¿son los centros los agentes del cambio y no los docentes como se suele apuntar?

R. Yo creo que son los centros. Los docentes están en centros, si las condiciones no son favorables, la innovación no es viable. La actuación de los docentes es contextual, se toman decisiones dentro de un marco. Nos podemos encontrar maestros y maestras aislados que son innovadores, pero acaban quemándose o su impacto se limita a su aula  ya pocos compañeros. Nos encontramos ahora con centros realmente innovadores.

Dentro de la enseñanza pública hay factores que hacen que esto sea difícil. Si un centro cambia un porcentaje muy alto de su plantilla cada año complica mucho la continuidad de los proyectos. Hacen falta plantillas estables y equipos directivos favorables a la innovación.

El currículum tampoco es flexible. Esto impide que se puedan integrar nuevos factores. Lo que termina ocurriendo es que, dado que tenemos un régimen de evaluación, muchos docentes acaban enseñando para que sus alumnos y alumnas aprueben los exámenes.

P. Entonces, ¿es independiente el nivel de competencia digital que puedan tener los docentes?

R. El problema de la competencia digital es que se entiende como un conjunto de conocimientos, habilidades y destrezas que tiene un docente y que lleva allá donde va. Yo creo que la competencia digital se materializa de facto en la agencia del docente, en la capacidad de poner en funcionamiento sus habilidades. Cosa que depende del contexto. Yo he conocido maestros que durante un tiempo eran los más innovadores del mundo y que, tras cambiarse de centro, no han podido hacer casi nada en este sentido durante años. Si no existen los elementos necesarios, no se desarrollan. ¿Ha perdido su competencia digital? No. ¿Evalúan los marcos vigentes el contexto? No.

“Hasta que la clase media no vuelva a confiar en la enseñanza pública difícilmente la pública levantará cabeza.”

P. En ese sentido, entiende que los contextos, de algún modo, ¿promueven la desigualdad a la hora de integrar las TIC?

R. Absolutamente. En los centros con falta de recursos, muchas veces, aunque se haga el esfuerzo por parte de las familias para comprar los dispositivos, como puede ser una tablet, pueden también carecer de conocimientos, del capital cultural, para que estos dispositivos sirvan para aprender. Por ello, al final esa tablet acaba siendo utilizada para cualquier otra cosa, incluso para apostar por Internet. La primera brecha digital es el acceso, la segunda es la falta de conocimientos y actitudes para saber aprovechar la tecnología.

Si te encuentras con escuelas donde el absentismo es muy alto, es injusto que te midan con la misma vara de medir que con una concertada o con un centro de un barrio rico.

Supuestamente existe igualdad de oportunidades y eso es falso. En este país, parte de lo que detectan los informes internacionales es que el sistema de escolarización en la pública y en la privada es de calidad y de resultados. Pero luego, cuando ves los informes de las ONG te das cuenta que el asunto de las concertadas es una trampa. Se paga con dinero de todos y, por otra parte, se les saca dinero a las familias con unas cuotas supuestamente voluntarias. Somos una anomalía en Europa. Solo se debe financiar públicamente los centros necesarios para escolarizar a la población, no un sistema segregador y de clase como el que tenemos.

Hasta que la clase media no vuelva a confiar en la enseñanza pública difícilmente la pública levantará cabeza.

P. Volviendo a la competencia ya que ha citado a los marcos de la competencia digital, ¿crees que es necesario evaluarla?

R. Necesitamos desarrollarla. Pero no sé si eso se consigue evaluándola o certificándola. No quiero ser agresivo, pero con tanta evaluación y niveles esto se consigue una competencia digital “de titulitis”. Cuando uno ve las definiciones realizados por parte de, por ejemplo, el INTEF, inspirado en el JRC de Sevilla, uno se da cuenta que lo que hacen es definir algo que haga fácil su evaluación. Por ejemplo, definiendo niveles y subniveles basados en la taxonomía de Bloom, un esquema muy antiguo.

Si me preguntas, ¿una persona que está certificada y ha pasado todos los niveles es capaz de ejecutar un proyecto? Te diría que no tengo ni idea. La competencia que ellos definen no habla de eso. Habla de cosas discretas que juntas se supone que forma la competencia digital.

La última definición de la Unión Europea de competencia digital, la de 2018, va mucho más allá de lo que hizo el JRC o el INTEF. No es que me guste demasiado. En relacion a la competencia digital docente, junto a Linda Castañeda y a Francesc Esteve hemos publicado algunos artículos que reivindican una competencia más holística y menos atomística y discreta.

P. Sí, los he leído. En esos artículos señalan el carácter utilitarista o instrumentalista de la competencia digital y cuestionan la falta de perspectiva social. ¿Por qué ocurre esto?

R. Ocurre porque estamos aún muy centrados en los “cacharros”. La gente que está detrás de estas fórmulas entienden que las tecnologías son instrumentos o herramientas que una persona utiliza para hacer una tarea concreta y que no tiene ninguna otra implicación. Creo que deberíamos comprender la relación del ser humano con la tecnología. Es bastante más compleja que “simples herramientas”.

Los jóvenes de hoy en día utilizan los móviles desde que son muy pequeños. Esto cambia su manera de entender el mundo. Las redes sociales, los dispositivos en general, construyen nuestra identidad día a día. El concepto, por ejemplo, de privacidad ha cambiado radicadamente. La noción de cómo somos o qué somos en el mundo ha cambiado. La visión instrumental y neutra de la tecnología de “yo la dejo cuando quiera” debe cambiar. Cuando usamos tecnología, la definimos y ella nos define a nosotros. En resumidas cuentas, lo que quiero decir es que la visión que hay de las tecnologías detrás de las competencias digitales es bastante inocente. Podría decir incluso que “inocentona.” La relación que mantenemos con la tecnología es bastante compleja. Los recientes informes sobre cómo Facebook ha colaborado en manipular a la opinión pública en las últimas elecciones estad0unidenses o el referéndum del Brexit en el Reino Unido debería hacernos pensar sobre qué tipo de ciudadanía contribuyen a crear los gigantes de Silicon Valley y cómo debemos definir la “competencia digital” en la educación de nuestros jóvenes.

“Ser buen ciudadano implica conocer la tecnología y utilizarla para cambiar el mundo con valores como la justicia y la solidaridad”

P. En este sentido, volviendo a la perspectiva social, ¿crees que faltan referentes críticos en el mundo educativo?

R. Sí, faltan referentes pedagógicos críticos y pensamiento crítico en general. La competencia digital que define el JRC es la del ciudadano. Y me pregunto, ¿qué tipo de ciudadano? Poruqe hay varios tipos. El ciudadano participativo es el modelo de la calle del medio. El modelo más neoliberal es el modelo responsable de sus actos e individualista. Y el modelo más crítico, más progresista, es el ciudadano comprometido con la transformación de la sociedad, comprometido con valores como la justicia y la solidaridad. Uno no es buen ciudadano por ser participativo, utilizar la tecnología para participar no nos hace buenos ciudadanos. Ser buen ciudadano, desde mi perspectiva, implica conocer el impacto real de la tecnología y utilizarla para cambiar el mundo.

Este último modelo no los encontramos en los marcos de evaluación de las competencias digitales. Se puede ser muy innovador, por ejemplo, para irnos al infierno. Se puede ser muy innovador para terminar de cargarnos el planeta. Debemos replantearnos seriamente nuestra relación con la tecnología. Nuestro “consumo” de tecnología es insostenible y estúpido. ¿Cómo se produce, qué conflictos políticos hay detrás de los materiales necesarios para producir nuestros dispositivos? En el otro extremo del ciclo de vida de la tecnología, deberíamos preocuparnos por lo qué ocurre con los desechos.  Nuestro modelo tecnológico se basa en la obsolescencia programada, usar y tirar y no para ser reutilizados. Por ejemplo, la media en la que cambiamos de móvil es de unos 18 meses. ¿Realmente es esto necesario?

Ya hay organismos internacionales como las Naciones Unidas que mantienen abiertamente que esto es insostenible.

P. Para terminar con una pequeña reflexión. Si tuvieses que imaginar una pequeña utopía, ¿cómo le gustaría que fuese la educación?

R. Una educación no pensada para competir, ni para ser más competitivos internacionalmente, ni pensada para fabricar el homo economicus. No quiero una educación que se base en el mito del esfuerzo, donde impera la ideología neoliberal que hace que todo sea una carrera. El gran mal de la humanidad, tanto en la economía, como en las familias, como en las escuelas. Todo se ha convertido en mercados y en competición, en un reduccionismo que empobrece al ser humano.

Me encantaría que las familias no llevaran a sus hijos a las escuelas para que sean competitivos, insolidarios y triunfadores. No me gusta una escuela privada financiada con fondos públicos que escoge a sus alumnos en función nivel económico. No me gusta que las familias lleven a sus hijos a las escuelas en función de sus compañeros de pupitre.

Me gustaría una escuela fuera un remanso de paz, un tiempo de tranquilidad, de exploración, sin demasiadas presiones, sin demasiados exámenes decisivos y ansiedad por el futuro. Aquellas en las que, por ejemplo, un “error” a los siete años no te condicione el resto de tu vida. Y con error me refiero a no aprovechar ese año, a tener una mala época o estar enfermo. La escuela debería formar personas justas, solidarias y comprometidas con el bien común.

La escuela no debería ser una carrera de ratas. Lo siento mucho, pero esos países asiáticos que en PISA “salen” tan bien son un auténtico infierno para los niños y las niñas. Son auténticos centros de tortura, donde se compite todo el tiempo bajo una presión desorbitada.

Fuente de la Entrevista:

Jordi Adell: “Los países asiáticos que salen tan bien en PISA son un auténtico infierno para los niños”

ove/mahv

 

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 5 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

5 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 5 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Carlinhos Brown: «América Latina necesita un movimiento de educación»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308231

01:00:00 – Educación publica – Cortometraje de animación

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02:00:00 – Tulio Ramírez: “Hay un incremento de ausentismo docente en el país”

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03:00:00 – Cómo perder el miedo a las matemáticas a través de las redes sociales

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308256

04:00:00 – México: ¿Qué tan importante es el libro de texto gratuito en las escuelas? Esto dicen los maestros

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308244

05:00:00 – Como ser un buen docente y no morir en el intento

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308238

06:00:00 – Libro: La educación en Panamá : panorama histórico y antología (PDF’s)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308486

07:00:00 – Para salir del pantano

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308469

08:00:00 – Libro: Ser nahua, ser docente, ser migrante (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308489

09:00:00 – La crisis de la educación pública latinoamericana en el marco del capitalismo (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308247

10:00:00 – Libro: La Psicología en la Educación. Experiencias Educativas y Comunitarias (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308492

11:00:00 – La posta en la educación no se está cumpliendo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308476

12:00:00 – Autonomía de universidades de Latinoamérica y el Caribe bajo franco ataque

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308274

13:00:00 – Entrevista al autor de la serie Héctor Lozano: repitió de año dos veces pero creó a Merlí, el profesor más famoso de la televisión de hoy

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308259

14:00:00 – Apuestan Ecuador y Cuba a producción audiovisual educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308472

15:00:00 – 12 razones por las que destacamos hoy el trabajo de los profesores

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308271

16:00:00 – Inédito estudio chileno muestra cómo la práctica musical mejora tu atención

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308279

17:00:00 – Jordi Adell: “Los países asiáticos que salen tan bien en PISA son un auténtico infierno para los niños”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308265

18:00:00 – México: Invitan a participar en la educación basada en Inteligencia Artificial

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308262

19:00:00 – Cinco tecnologías educativas en «El dato, más allá de la Educación»

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20:00:00 – Puerto Rico: Opiniones mixtas sobre nuevo modelo universitario

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308253

21:00:00 – Virginia Mórtola: «No se puede obligar a los niños a leer» (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308479

22:00:00 – Honduras: CN elimina el decreto que pretendía transformar el sistema de educación y salud l Día político

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/308250

23:00:00 – Educación en la Mira: Mesa de análisis 28042019 (Video)

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En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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La ANECA privatiza la investigación impulsando nuevas formas de Capitalismo Académico

Por: Enrique Díez

Los sucesivos gobiernos quieren hacer de la universidad pública un instrumento para contribuir con su potencial científico y tecnológico a aumentar los beneficios empresariales de las grandes corporaciones.

Cada año, en diciembre, la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI) abre el plazo para la evaluación de la actividad investigadora de los profesores universitarios de todo el Estado con el objeto de que puedan solicitar un complemento de productividad (sexenio) por 6 años de labor investigadora continuada y reconocida. Este año, como consecuencia de la Ley 15/2014, de recortes del sector público, será la ANECA (agencia externa) quien realizará las funciones de evaluación en vez de la CNEAI.

Contra la ANECA ya se han manifestado colectivos de profesorado universitarios, sindicatos, organismos e instituciones, e incluso la propia conferencia de rectores y rectoras, por las abusivas condiciones de acreditación y de evaluación de la actividad investigadora que ha impuesto, a raíz del RD 415/2015, que ha endurecido irracionalmente los criterios de entrada y desarrollo de la carrera profesional empleados para la valoración del profesorado universitario. Esto no solo ha frenado aún más la posibilidad de estabilidad y dedicación a la docencia del profesorado universitario que lleva años realizando un trabajo encomiable en medio de unas políticas neoliberales de recortes y precarización en la Educación Superior e I+D, sino que ha aumentado las situaciones de desigualdad y frustración entre el profesorado universitario, generando relaciones laborales de fuerte competitividad en las relaciones universitarias y provocando un aumento exponencial de publicaciones de tipo productivista y credencialista, en una loca carrera por “publicar o perecer” que prioriza aquel tipo de conocimiento rentable y con posibilidades de beneficio comercial y uso mercantil.

Pues bien. Este año, esta convocatoria de sexenios introduce una novedad, que justamente ahonda en este sentido. Los denominados sexenios de transferencia. Ya nos ha llegado un comunicado del Vicerrectorado de Investigación de nuestra universidad indicándonos que “es de especial interés para la Universidad que el número de solicitudes del tramo de transferencia sea el mayor posible, dado que los que sean concedidos serán un indicador que servirá como evidencia a presentar en los rankings de transferencia. Por otro lado, se nos ha hecho saber que un número bajo global de solicitantes podría implicar la desaparición futura de este tipo de sexenio”. ¡Qué presión! Si no lo presentamos, igual se hunde nuestra universidad en el ranking y pasaremos, como en una liga de fútbol, a segunda o quizá a tercera regional y si hay pocos solicitantes de estos sexenios de transferencia igual quitarán esta nueva “golosina” de “pago por rendimientos”, que imita el modelo de gestión empresarial que mide los resultados por la cuenta de beneficios.

Porque este es el quid de la cuestión de este modelo que la ANECA está profundizando. Los beneficios. Pero no fundamentalmente los beneficios para la sociedad, para el bien común o para la ciencia básica o el descubrimiento, sino de acuerdo a la cuenta de resultados de las grandes empresas que son, en definitiva, las grandes beneficiarias de esta modalidad de transferencia del conocimiento en el modelo que se está promoviendo desde la lógica neoliberal en la Educación Superior.

La convocatoria lo muestra claramente. Afirma que “consciente de la importancia que para el futuro del país tiene la innovación y la transferencia a las empresas o a otros agentes sociales de los resultados de investigación obtenidos en las Universidades y en los Organismos Públicos de Investigación…”. Parece evidente que está pensando de cara a la “transferencia a las empresas”, aunque luego haga alusión a “otros agentes sociales”, que no se sabe muy bien quiénes son. Aunque en un apartado posterior, que casi pasa desapercibido, invierte los términos y habla de “agentes sociales y económicos”.

Pero el enfoque se torna evidente cuando especifica lo que se valorará preferentemente como transferencia: “La formación de investigadores y la cultura emprendedora, a través de la creación de «start-up o spin-off»”. Es decir, la creación de empresas privadas a costa del conocimiento generado con financiación y formación pública. La externalización y privatización del saber compartido. Se promueve así un proceso de “externalización” y privatización de los sectores rentables de la investigación universitaria para “comercializar las invenciones”, aprovechando equipamientos e infraestructuras, plantillas y redes internacionales de las universidades. A su vez, las empresas aprovechan simultáneamente para “externalizar” sus costes de I+D integrando esas unidades de spin-off de las universidades, condicionando de paso la orientación de la investigación, pues la gestión del programa y la coordinación lo tiene la empresa.

Otras modalidades de transferencia valorada en esta convocatoria pasan por el contrato (en comisión de servicios, servicios especiales o excedencias) por una entidad externa, para cobrar por hacer determinadas actividades en ella. O la “transferencia generadora de valor económico…, como puede ser, por ejemplo, en términos de facturación de derechos de la propiedad intelectual o industrial”. En vez de compartir el conocimiento que se ha generado a partir de los conocimientos comunes previos y con una formación financiada públicamente, lo que se potencia es un modelo de apropiación privada del conocimiento producido públicamente. En este caso las aportaciones a considerar son facturación por royalties, número de patentes, participación en contratos y proyectos con empresas y otras instituciones… que revierten fondos en la Universidad. Y como muy bien dice la convocatoria en este punto: “Se pretende valorar la iniciativa empresarial de los investigadores, teniendo en cuenta no solo la creación sino el funcionamiento y los niveles de facturación”.

Es decir, se nos va a incentivar con estos “sexenios de transferencia” si nos convertimos en empresarios, si nos apropiamos del conocimiento colectivo para convertirlo en negocio, y, en definitiva, si generamos facturación y beneficios. “Money, money, money”, que diría la canción de Cabaret.

Solo en un último punto se ha incluido la “transferencia generadora de valor social”, donde se incluyen aquellas actividades que redundan en el beneficio de la sociedad civil y en sus distintos grupos de interés. Donde se valorarán convenios y/o contratos con entidades sin ánimo de lucro o administraciones públicas para actividades con especial valor social, actividades de difusión de la investigación en libros y medios de comunicación audiovisual y aspectos relacionados con la proyección externa y con la consolidación de la imagen pública universitaria. Parece como si este “último elemento” tuviera que ver más con dar una buena imagen de la Universidad, paliando la imagen de negocio que plantean todos los demás elementos de valoración, pero siempre, eso sí, mediante contrato de externalización.
Pero como no podía ser menos, este último lavado de cara tiene truco. Porque para ser evaluado positivamente, es decir, que te conceda ese reconocimiento, se deben presentar aportaciones en, al menos, dos de los apartados. Es decir, que sin “negocio no hay reconocimiento”, porque solo con aportaciones de transferencia generadora de valor social no se concederá.

Esto nos lleva a una situación en la que se empuja a las universidades a “empresarializar” la actividad investigadora y docente, viéndose abocadas a un modelo de capitalismo académico, a concebir su propia labor como la producción de aquellas mercancías por las que las empresas estén dispuestas a pagar, a comprometerse cada vez más con determinadas prácticas de tipo empresarial, a ver cómo el liderazgo en el interior de las universidades se tiende a desplazar hacia los equipos de investigación con más financiación y vinculados al mundo de los negocios o la creciente tendencia a la participación directa en los órganos de gobierno universitario de esos “accionistas externos”.

La implementación de estas formas de empresarialización y cuantificación comparativa de la productividad académica y científica remodela no sólo el contexto institucional, sino que también influye e introduce a la propia comunidad universitaria. Porque esta orientación genera subjetividades académicas que acaban asumiendo y asimilando cada vez más esta mentalidad, so pena de quedarse fuera del entramado de reconocimiento, valoración, financiación o acceso a proyectos de investigación (Díez Gutiérrez, 2014).

Lo cierto es que este nuevo giro imaginativo de la ANECA define claramente cada vez más el modelo neoliberal que quieren imprimir los sucesivos gobiernos a la universidad pública: instrumento para contribuir con su potencial científico y tecnológico a aumentar los beneficios empresariales de las grandes corporaciones. Esta parece ser realmente la finalidad que la ANECA ve en la eufemísticamente denominada “transferencia de conocimiento a la sociedad”.

DÍEZ GUTIÉRREZ, E.J.; GUAMÁN, A.; JORGE ALONSO, A. y FERRER, J. (2014). Qué hacemos con la Universidad. Madrid: Akal.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/01/08/la-aneca-privatiza-la-investigacion-impulsando-nuevas-formas-de-capitalismo-academico/

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Paraguay: Educación endurece los criterios para ser profesor y catedrático universitario.

América del Sur/Paraguay/21.11.2017/Autor y Fuente:https://politica.elpais.com/

Los nuevos requisitos para convertirse en profesor titular y catedrático universitario cambian a partir de este viernes. La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, acaba de publicar los nuevos criterios que deberán completar todos los aspirantes a funcionario y que, de forma general, se han endurecido principalmente en la parte de La experiencia profesional contará más para ser profesor si faltan otros méritos

El cambio de modelo, del que se publicó un adelanto a finales de 2016, fue criticado por la oposición, los sindicatos y la conferencia de rectores españoles, la CRUE, por el endurecimiento de las exigencias hasta el punto de que su puesta en marcha quedó en suspenso. El sistema que se implanta ahora incluye 21 comisiones en lugar de cinco -por áreas concretas de conocimiento en vez de ramas- y cambia la puntuación numérica por una calificación por letras (de la A a la E, en la que A es la mejor). Necesitas una B en docencia e investigación para conseguir la acreditación.

Para convertirse en catedrático, por ejemplo, se pide más trabajo para acreditar la investigación en 18 de las nuevas 21 áreas. Antes el aspirante a catedrático del área de Ciencias necesitaba al menos 40 publicaciones en revistas reconocidas internacionalmente. Ahora varía entre los que aspiran a Matemáticas (35 publicaciones); Física o Química (50 publicaciones). En Ciencias Sociales se requerían 16 artículos en estas revistas, ahora son necesarias, en el caso de Derecho, cuatro monografías, 15 capítulos de libro y 15 artículos.

Para ser profesor titular, se aumenta el número de publicaciones científicas en siete de las 21 áreas. En Medicina Clínica, por ejemplo, se piden 25 publicaciones en lugar de 21. En Ciencias Sociales, 20 publicaciones y siete artículos de revista en lugar del mínimo de ocho artículos previsto hasta ahora.

Méritos complementarios

Lo que sí se ha admitido es abrir una segunda vía por la que si el aspirante consigue el 75% de las publicaciones, puede acreditar lo que se denominan méritos complementarios u otras aportaciones, como asistencia a congresos o participación en proyectos.

Desde que se paró el proceso ha habido hasta una docena de reuniones, que desde el Ministerio de Educación subrayan como indicativo de un proceso participativo. “Nos han oído pero no escuchado. No han hecho cambios significativos”, explica Julio Serrano, de CC OO. “Les ha servido para limar cuestiones que estaban mal, pero no aceptaron una negociación como tal”, señala.

Carlos García de Vega, representante de la Conferencia de Rectores en la negociación en el ámbito de las Ciencias, valora que “ha habido algunos cambios, aunque no una negociación profunda”. La principal modificación, a instancias de la CRUE y los sindicatos, ha sido unificar los criterios en las 21 comisiones. Pero hay más exigencia, subraya García de Vega. “Lo que piden ahora para pasar en investigación, con el anterior modelo te daban el máximo en ese campo”, añade. El representante de la conferencia de rectores resalta como “parte positiva” que hayan incluido la segunda vía que admite méritos complementarios como la asistencia a congresos.

“Si hicieran ahora una criba muy pocos de los catedráticos estaríamos ahí”, explicaba a este periódico el pasado enero un profesor emérito de Educación, que fue evaluador de otros docentes durante la última década.

El diputado Ignacio Urquizu (PSOE) planteó varias iniciativas en el Congreso y se reunió con plataformas de profesores para oír sus quejas cuando se anunciaron los cambios. “Los profesores más jóvenes y más precarios ponían mucho énfasis en que se pide mucho, pero no es fácil la publicación, te puede llevar hasta dos años publicar uno solo de esos artículos”, explica Urquizu. “La cuestión es que, si quieres criterios como en Harvard, tienes que pagar como en Harvard y darle los recursos al profesorado para que lo alcance”.

Urquizu alertó en el Congreso ya en enero al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo de los que consideraba los principales riesgos. “Han puesto el listón tan alto, que a partir de ahora va a haber muy pocos profesores titulares o catedráticos”, señaló entonces. “Es decir, que además de haber recortado, han cambiado las formas de acceder a las mejores plazas universitarias a través de la ANECA, para seguir precarizando la universidad”.

El avance de los nuevos criterios para los aspirantes a profesores titulares y catedráticos se publicó el pasado 29 de noviembre en la web de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), después de que el sistema permaneciera paralizado desde el 1 de enero de 2016 para conseguir “una simplificación normativa”. A partir de enero, quedaron en suspenso con casi un millar de peticiones pendientes, que pueden decidir si ajustarse al nuevo formato o al anterior, según explica el representante de la CRUE. Y todos los que se presenten a partir de ahora serán evaluados con los nuevos criterios.

Fuente:https://politica.elpais.com/politica/2017/11/16/actualidad/1510853361_401632.html

Imagen:https://ep01.epimg.net/politica/imagenes/2017/11/16/actualidad/1510853361_401632_1510853477_noticia_normal.jpg

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España: Acreditaciones y acreditaciones en educación universitaria

Europa/España, 16 de septiembre de 2017.  Fuente: www.huelvainformacion.es

Comienzan los centros educativos a abrir sus puertas y los alumnos llenan los pupitres. Ese vacío en las calles durante los meses estivales se acaba. Niñas, niños, jóvenes, caminan hacia un futuro. Este curso tendremos muchas novedades. 17 autonomías con 17 sistemas educativos diferentes. 17 decretos y diferentes libros de texto para una misma asignatura en cada comunidad autónoma. Ciencias Sociales de 4º de Primaria, tiene 25 ediciones diferentes por editorial. Matemáticas, que las matemáticas son aquí y allí similares, tiene hasta 19 manuales distintos para el mismo curso.

La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Sonia Gaya, indicó hace unos días las novedades del curso que acaba de comenzar. Entre otros aspectos sacó pecho en los más de dos mil quinientos nuevos docentes y en la gratuidad de los libros de texto. Ojalá el éxito educativo y personal del alumnado no dependa de la falta de consenso educativo nacional, de la ausencia de un pacto educativo real, de poner, de una vez por todas, la educación donde siempre ha tenido que estar.

Y todo esto que decimos es de la enseñanza no universitaria. De la universitaria podemos indicar muchas cosas. Que la universidad española camina mal, o mejor, no camina. Fíjense, más del 90% por los profesores universitarios están más preocupados de la Aneca que de sus propios estudiantes. Y se preguntarán ustedes qué es eso de la Aneca. Pues es la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. ¡Menudo nombre! Y qué hace la Aneca, pues es uno de los males de la universidad española. Por ejemplo, las comisiones de contratación de la universidad, para seleccionar a posibles docentes, valoran las publicaciones sin leerlas, sí, como escuchan. Tan solo valen los méritos, las publicaciones, el listado inmenso de títulos que no han leído previamente y que no han pasado por ningún filtro de calidad, aunque la entidad lo tenga en sus siglas. Y, lo más importante, a ese futuro docente no se le hace una entrevista personal. Tan solo se valora el puñado de publicaciones que acreditan erróneamente su valía.

Y eso es la universidad española: acreditaciones y acreditaciones sin más interés que la propia acreditación. ¿Dónde está el alumno, los alumnos? ¿Dónde están las calidades demostradas de los docentes? Caminamos hacia un pozo sin fondo donde publicar se valora mucho más que enseñar. Y educación es enseñanza. Una educación sin alumnos es un aula vacía

Fuente:  http://www.huelvainformacion.es/opinion/articulos/Educacion_0_1172583012.html

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España: Más de mil profesores de universidad, pendientes del caos de la ANECA

Europa/España/30 Julio 2017/Fuente:cuartopoder /Autor:LUIS DÍEZ|

  • Novecientos docentes llevan siete meses esperando la acreditación de la que dependen sus contratos.

 

  • Otros 274 siguen a la espera de que se constituya el órgano para resolver sus recursos y reclamaciones.
  • Alberto Garzón, de IU, denuncia los criterios “mercantilistas” y propone un sistema más ecuánime y transparente.

Desamparados y con una incertidumbre de caballo. Así se hallan cientos de profesores de universidad, debido a los cambios de criterio y valoración introducidos, vía decreto, por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), encargada de certificar su capacidad docente e investigadora. El desaguisado es de tal calibre que el dirigente de Izquierda Unida (IU) Alberto Garzón ha presentado un texto articulado en el Congreso, intentando ayudar al ministro Iñigo Méndez de Vigo a aplicar unos criterios más acordes con la realidad en la investigación y la docencia universitaria. Sin negar la inquietud docente, la dirección de la ANECA, de cuyas certificaciones dependen las contrataciones y la carrera de investigadores y profesores, se esfuerza en rebajar la tensión.

Desde la suspensión del sistema de acreditación que venía funcionando en los diez últimos años se encuentran paralizadas más de 900 evaluaciones para la acreditación como profesores titulares y catedráticos de universidad. Este dato, correspondiente a mayo pasado, ha sido corroborado por los tres sindicatos con mayor representación en la enseñanza (CCOO, UGT y CSIF) y figura en la exposición de motivos de la proposición no de ley de Garzón y sus compañeros del grupo de Unidos Podemos (UP), Miguel Ángel Bustamante y Joan Mena. Se comprenderá la incertidumbre del personal docente e investigador al que se exige la acreditación de la ANECA para mantener sus contratos y avanzar en la carrera docente, si se tiene en cuenta que la falta de respuesta al cabo de seis meses tiene carácter desestimatorio.

Los criterios y la valoración de los méritos investigadores y docentes han sido perfectamente desconocidos hasta hace diez días y chocan con la realidad educativa e investigadora de la universidad española

El nuevo director de la ANECA, José Arnáez Vadillo, intenta rebajar la tensión con el argumento de que concedió a finales de junio pasado dos meses más de plazo a los solicitantes de acreditación para que puedan acogerse a los nuevos baremos de evaluación. Se da la circunstancia de que los criterios y la valoración de los méritos investigadores y docentes han sido perfectamente desconocidos hasta hace diez días, no se han sometido a consulta de los sindicatos del personal docente y chocan con la realidad educativa e investigadora de la universidad española. En una reunión con los representantes sindicales, la dirección de la ANECA (organismo autónomo dependiente del Ministerio de Educación) se limitó a enumerarlos de viva voz. Con todo, un portavoz del director Arnáez Vadillo aseguró a cuartopoder.es que el retraso no pasa de siete meses y que las comisiones de evaluación comenzarán a emitir las certificaciones en septiembre.

A esta situación se añaden los recursos y reclamaciones sin resolver. En el Programa de Evaluación del Profesorado para la Contratación, conocido con las siglas PEP, hay 232 recursos pendientes de resolución, y en el conocido como ACADEMIA, de acreditación para los cuerpos docentes universitarios (profesor titular y catedrático de universidad) se contabilizan 6 recursos y 36 reclamaciones. La explicación ofrecida por la ANECA es que con la entrada en vigor de los Estatutos de la Agencia desaparece la Comisión de Garantías y Programas, que hasta ahora resolvía los recursos, y sus competencias pasan a la Comisión Asesora de Profesorado, que todavía no se ha constituido. “Esperamos que los recursos pendientes puedan resolverse en el plazo aproximado de tres meses”, añade el portavoz.

Detrás de ese muro burocrático aparece la cuestión de fondo, unos baremos desequilibrados que otorgan mucho más valor a la investigación que a la docencia. El texto de IU advierte sobre la “perversión” del sistema de acreditación impuesto, ya que prima los méritos de investigación cuantificables y ‘comercializables’ en índices de impacto. “Esto no sólo privilegia a las empresas multinacionales que gestionan esos índices, sino que devalúa la docencia y convierte la investigación en una carrera competitiva donde es fácil perder el sentido último de por qué se investiga”. La proposición plantea la inmediata creación de un nuevo sistema público y abierto de evaluación de la producción científica.

Las universidades han perdido 1.213 millones de euros entre 2010-2014 a causa de los recortes presupuestarios, se han eliminado 3.486 puestos de personal docente e investigador

El desequilibrio se acentúa porque, según explica Garzón, al tiempo que se lanza al profesorado el mensaje de que abandone la labor docente para centrarse en conseguir los “durísimos méritos investigadores” que les exigimos para optar a la acreditación, no hay recursos económicos para investigar. La financiación de la investigación se ha reducido un 24,6% de promedio desde 2008 (aunque la producción científica de las universidades ha aumentado), las universidades han perdido 1.213 millones de euros entre 2010-2014 a causa de los recortes presupuestarios, se han eliminado 3.486 puestos de personal docente e investigador y 4.068 de personal de administración y servicios, y las plantillas de profesorado están al nivel de 2006 (datos de la Conferencia de Rectores).

Ahora, con los nuevos criterios de la ANECA “se truncan las posibilidades de promoción y de carrera docente de buena parte del actual profesorado laboral y de los jóvenes investigadores”, subraya la iniciativa de UP antes de pedir la reconsideración de los baremos de acreditación y de apostar por un sistema equilibrado entre docencia e investigación, más participativo, abierto y transparente. De lo contrario, seguirá el deterioro de las condiciones laborales del profesorado universitario y el incremento de las figuras precarias y temporales junto al tronco jerárquico habitual.

Para el catedrático Román Álvarez, exdecano de la Facultad de Filología de Salamanca y antiguo comisionado de la ANECA, la proposición de Garzón refleja el malestar expresado por amplios sectores docentes y pone de relieve la necesidad del pacto de Estado por la Educación desde la enseñanza primaria a la superior. No coincide con el sentir de que la finalidad fundamental de la Educación superior sea la docencia. “La universidad es docencia, pero no solo eso. La universidad ideal sería aquella en la que el docente enseñe aquello sobre lo que investiga (o ha investigado). Ambas vertientes son inseparables. Lo que hace falta es acomodar un equilibrio entre las dos”.

En su opinión, la proposición del dirigente de IU es algo tan razonable como que se deben establecer unos criterios claros y definidos sobre la carrera docente universitaria y no cambiar las reglas del juego a cada poco, como se ha venido haciendo últimamente desde la ANECA. Unas veces los criterios para acceder a los distintos estamentos (funcionariales o no), es decir, Profesor Ayudante Doctor, Profesor Contratado Doctor, Titular y Catedrático, han sido muy laxos y otras veces los han puesto disparatadamente complicados. Como en la normativa anterior con respecto a las cátedras, por ejemplo.

“En el plazo de cinco años un montón de gente de mi quinta y quintas aproximadas, nos jubilaremos, y hay departamentos que se van a quedar en cuadro”

Para este profesor elegido democráticamente decano de su facultad hasta agotar el tercer mandato consecutivo, “los jóvenes investigadores (que los hay muy buenos), tienen derecho a saber cuáles son los carriles por los que ha de circular su “cursus honorum” en la universidad. Qué se va a valorar y cómo. En resumidas cuentas, saber a qué atenerse. Y la universidad necesita eso también de cara a la actualización de sus plantillas. En Salamanca, por ejemplo, en los últimos años hemos perdido casi 300 “numerarios” (titulares y catedráticos), y apenas ha habido reposición. En el plazo de cinco años un montón de gente de mi quinta y quintas aproximadas, nos jubilaremos, y hay departamentos que se van a quedar en cuadro. Formar a un buen filólogo no es tan complicado, ni tan costoso como formar un médico especialista o un investigador del Centro del Cáncer o del Instituto de Neurociencias, pongamos por caso”.

“Pero volviendo al principio –concluye– coincido con la exigencia de que los criterios de ANECA sean transparentes, razonables, que tengan en cuenta la docencia, la investigación y también la gestión. Que todo el mundo sepa a qué atenerse y que no se cambien las reglas del juego a mitad de partido. Si queremos una universidad de excelencia, hay que aplicar unos criterios de excelencia, pero sin olvidar las circunstancias concretas en las que nos movemos en el panorama universitario español, donde se nos pide que compitamos con las excelentes foráneas que multiplican por mucho sus presupuestos en comparación con los nuestros de miseria. Cuando se habla de rankings hay que advertir que se nos pone en la parrilla de salida con un Ford Fiesta, mientras que los otros disponen de bólidos de Fórmula 1. Y a correr se ha dicho”.

Fuente de la noticia: https://www.cuartopoder.es/espana/educacion/2017/07/28/mas-mil-profesores-universidad-pendientes-del-caos-la-aneca/

Fuente de la imagen: https://www.cuartopoder.es/wp-content/uploads/2017/07/la-universidad-complutense-plantea-reducir-de-26-a-22-sus-facultades-1024×576

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