Antiracismo
Una historia de resistencia y esperanza frente al odio y el racismo antiasiático
El aumento de los delitos de odio contra las personas de ascendencia asiática y de las islas del Pacífico en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia del COVID-19 inspiró a la artista Amanda Phingbodhipakkiya a realizar vibrantes obras de arte con personas de ascendencia asiática. Expuestas en espacios públicos de la ciudad de Nueva York, las imágenes, y los mensajes que transmiten, han sido noticia en todo el mundo.
En la primavera de 2021 aparecieron carteles, murales y pantallas de vivos colores en paradas de autobús, estaciones de metro y edificios emblemáticos de toda la ciudad de Nueva York, como parte de un proyecto encargado por la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad llamado I Still Believe In New York (Todavía creo en Nueva York), con obras de Phingbodhipakkiya, artista residente de la Comisión.
Phingbodhipakkiya, neurocientífica estadounidense convertida en artista, nacida en Atlanta e hija de inmigrantes tailandeses e indonesios, tiene desde hace mucho tiempo un alto perfil en el mundo del arte, y sus exploraciones del feminismo, la ciencia y la comunidad han ido a menudo más allá de las galerías y los medios de comunicación, a protestas y concentraciones, así como a edificios y túneles de autopistas.
Pero su respuesta artística al aumento del odio contra los asiáticos desde la pandemia del COVID-19 la ha llevado a un público mucho más amplio: I Still Believe In This City ha sido cubierta por un gran número de medios de comunicación, incluida la portada de la renombrada revista Time, lo que refleja una nueva conciencia de la ira y la violencia dirigidas a los asiático-americanos.
Mientras que las obras, que muestran imágenes de personas de origen asiático y de las islas del Pacífico, transmiten positividad y una perspectiva optimista, el texto que las acompaña ofrece al espectador una perspectiva diferente, ya que contiene información sobre el contexto más oscuro que ha inspirado estas piezas, como «Este también es nuestro hogar», «No soy tu chivo expiatorio» y «Yo no te he hecho enfermar», lema este último que refleja la focalización en las personas de origen asiático, sobre la base infundada de que son las principales responsables de la propagación del COVID-19.
Phingbodhipakkiya afirma que las figuras retratadas en los carteles y murales representan «guardianes resistentes y esperanzados, frente a estos horribles ataques contra nuestra comunidad. Nos elevan como guardianes, manteniéndonos a salvo, animándonos a defender nuestros derechos».
La exposición de arte público ha sido elogiada por el miembro de la minoría de derechos humanos de la ONU, Derrick León Washington, antropólogo cultural, bailarín y comisario afincado en Nueva York, que cree que el arte es crucial para promover los derechos humanos: «El arte como el de Amanda es una forma importante de iniciar conversaciones difíciles. Está conectado con las experiencias vividas, y nos ayuda a llegar y tocar a diferentes comunidades».
Las obras de arte, dice Washington, «hablan de la rebeldía de los asiático-americanos frente a la violencia antiasiática». Sin embargo, esto no es sólo una historia de Nueva York o de Estados Unidos, y el Secretario General de la ONU ha expresado su «profunda preocupación» por el aumento de ataques similares en todo el mundo».
«El racismo contra los asiáticos y los isleños del Pacífico no es un fenómeno nuevo», afirma Carmelyn Malalis, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York. «Todos tenemos historias de nuestra juventud, pero es cierto que el año pasado fue especialmente malo, debido a la pandemia».
Malalis señala que el aumento de los niveles de odio contra los asiáticos se produjo en el contexto de un aumento de todas las formas de racismo, en Nueva York y fuera de ella. «En el último año, el movimiento Black Lives Matter (Las vidas de las personas negras importan) ha luchado contra el racismo contra ellos, y ahora hay que luchar contra el racismo contra los asiáticos, el antisemitismo y otras formas de xenofobia. Esta es una ciudad muy diversa, y queremos ver la solidaridad entre todas nuestras diferentes comunidades».
Conozcamos nuestra propia fuerza
Al mismo tiempo que las obras de arte I Still Believe in This City se exponían en Nueva York, Phingbodhipakkiya lanzó otra obra más sombría, también en colaboración con la Comisión de Derechos Humanos de Nueva York, titulada May we know our own strength (Conozcamos nuestra propia fuerza). Surgió de su reacción a un tiroteo masivo en marzo de 2021, que se saldó con la muerte de ocho personas, seis de las cuales eran mujeres de ascendencia asiática.
«Esta instalación se desarrolló lentamente a partir de historias compartidas de violencia contra los asiático-americanos y los isleños del Pacífico, pero estaba abierta a cualquier persona que pasara por algo difícil; era un espacio para que depositaran su carga», explica Phingbodhipakkiya.
Los supervivientes de agresiones y otras formas de abuso publicaron anónimamente sus historias, a menudo muy personales y angustiosas, en un formulario de envío en línea. Cada envío activaba una impresora en el escaparate, que transmitía las historias en cintas de papel, al tiempo que activaba una bombilla incandescente. A continuación, Phingbodhipakkiya tejió las historias en intrincadas esculturas colgantes.
La artista dice que espera que la exposición ayude a transformar el dolor y la pérdida de cada historia en «un nuevo camino para la paz y la dulzura, y un nuevo camino hacia adelante».
«A menudo -añade- cuando vemos actos atroces, nos apartamos. Pero, al cerrar la puerta a los demás, cerramos la puerta a nuestra propia humanidad. El arte puede devolverla».
Este artículo forma parte de una serie de artículos multimedia publicados en el marco de las conmemoraciones del vigésimo aniversario de la Declaración de Durban de la ONU, considerada un hito en la lucha mundial contra el racismo.
Fuente: https://news.un.org/es/story/2021/09/1495832
En nuestros cuerpos habita la lucha antirracista
Por: Zur
El pasado 4 de julio, las mujeres del Bloque Antirracista convocaron a una movilizaron en Gonzalo Ramirez y Yaro, en repudio al racismo en Uruguay, en la región y en el mundo, porque el colonialismo se dibuja de múltiples formas y porque no quieren que otres hablen por y en nombre de elles.Compartimos la proclama colectiva leída en la actividad y la cobertura fotográfica de Rebelarte.
«Desde el Bloque Antirracista nos pronunciamos en contra de toda práctica racista, estructural, institucional y simbólica en Uruguay y en la región.
El pasado 25 de mayo de 2020, en la ciudad de Mineápolis, Minniesota (Estados Unidos), George Floyd fue asesinado como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales. Se le detuvo por la sospecha de haber utilizado un billete de 20 dólares falso. George era inocente, tenía 46 años.
Este actuar policial remite a casos anteriores como el caso de Breonna Tylor, el 13 de marzo 2020, de 26 años, técnica en emergencias médicas. Recibió 8 disparos, cuando los agentes ingresaron a su departamento en Kentuchy. Estaban realizando una orden de allanamiento por una investigación de drogas en su edificio, no encontraron nada.
No son casos aislados: basta investigar sucesos para darse cuenta que las manifestaciones de discriminación racial que vivimos les afrodescendientes no son anecdóticas sino que tejen relatos de una historia de violencia estructural, de larga data y sumamente legitimada en las formas de hacer política a nivel mundial.
El racismo culpabiliza, restringe,vulnera y mata.
Ser un hombre afro es sinónimo de peligro y desconfianza para la sociedad y para las instituciones, sin embargo, la realidad demuestra que ser un hombre negro implica estar más expuesto a riesgos, amenazas y represión de toda índole. En concreto, la represión policial se ceba con ellos y la presunción de inocencia no se aplica. Se les trata como culpables en todo momento y se les niegan sus derechos humanos.
El racismo cosifica, violenta, viola y mata.
Ser mujer afro es sumar a lo anterior un fetichismo exacerbado de nuestros cuerpos a través de una hiper sexualización y un despojo continuo de nuestra condición de personas, cosificándonos y tratándonos como mercancía y objetos, reproduciendo lógicas capitalistas y machistas. Las consecuencias para las mujeres negras, base de la pirámide racial, son demoledoras, las opresiones y la violencia de todo tipo (emocional, sexual, física, económica y política) y desde todas las esferas (sociedad civil, instituciones) cobran más fuerza sobre nuestros cuerpos.
No es casual que sean las mujeres afro, las personas más perseguidas y asesinadas de todes les actores involucrades en los movimientos sociales. Se ejemplifica con los casos de las lideresas asesinadas como castigo ejemplarizante para acallar los movimientos sociales.
Estamos aquí en la calle, haciendo frente a ese racismo cotidiano, a la violencia policial, no sólo la norteamericana, la violencia policial y los crímenes policiales que suceden aquí en Uruguay y en la región. En Brasil tenemos el caso de Mical Silva, joven de 11 años baleado y asesinado en la ciudad de Salvador durante acción de la policía militar en el transcurso de este año, entre otros casos que no hacen más que evidenciar que la vida en dicha región no vale nada, y cuando es racializada se hace más evidente.
Las muertes de mujeres activistas y representantes de movimientos sociales que están siendo asesinadas en Brasil y en la región no pasa desapercibido por nosotres, compañeres de lucha. La muerte más cercana de la socióloga, feminista, política brasileña y militante de los derechos humanos, y concretamente de los derechos de las mujeres negras en Brasil, Marielle Franco, PRESENTE!
Los y las indígenas de nuestra región son otra de las caras de este racismo desmedido, que vienen siendo estigmatizados por muchísimos años y en diferentes planos. Los Pueblos Originarios y regiones donde habitan son los más afectados y más abandonados a suerte en el tratamiento de la pandemia por el COVID 19. Y no sólo por los gobiernos. En la propia población, la «sociedad civilizada» que supieron construir, que haciendo gala de una profunda ignorancia, falta de solidaridad, falta de conciencia de todo tipo, esgrime la excusa del virus para marcar «la diferencia» presentándose a la vieja y macabra lucha de pobres contra
pobres.
Nos imponen su cultura capitalista, cultura de la escasez, estimulando las peores características del ser humano, pretendiendo desalentar los valores vitales con el sentimiento que mejor han sabido sembrar: el miedo.
Este miedo que mueve estrategias políticas, que en Uruguay está cobrando fuerza. La Ley de urgente consideración (LUC) viene por todes.
La falta de un abordaje urgente en violencia de género y sobre las cuerpas racializadas están a la vista.
La Luc está lejos de profundizar sobre las urgencias de las mujeres y las mujeres afro en particular y sobre la violencia que vivimos. En la que también afecta a los y las migrantes que viven en nuestro país.
Nos preocupa cuáles van a ser las formas de violencia policial que vamos a seguir padeciendo con una ley que buscará profundizar la represión y la criminalización de las cuerpas de las mujeres y disidencias, sobre todo porque en este punto habrá un claro retroceso en Derechos Humanos.
Con la nueva Ley de Urgente Consideración (LUC) ¿qué garantías tenemos como mujeres afro si desde siempre hemos sido estigmatizadas? La habilitación de un desmedido y peligroso uso de la fuerza policial es inminente y nos deja desamparadas. Vulnera nuestro derecho a protesta, a manifestarnos libremente, nos criminaliza habilitando la represión con armas de fuego y legitimando la presunción de inocencia de los efectivos policiales.
Desde el Bloque Antirracista condenamos, repudiamos y nos unimos al dolor y las movilizaciones mundiales que están teniendo lugar por el asesinato de Floyd, pero:
Entendemos necesario y urgente que la sociedad uruguaya profundice y se interpele sobre las prácticas relacionadas con el racismo, la xenofobia y la discriminación. ¿Somos conscientes de que en Uruguay hay racismo? ¿Por qué Uruguay se moviliza y manifiesta ante casos de racismo extranjeros y no lo hace ante los casos denunciados en nuestras fronteras y en nuestro país?
Es algo que ineludiblemente hay que revisar, porque si no lo hacemos seguiremos señalando afuera, pero reproduciendo adentro el racismo que se expresa día a día en nuestra sociedad y en el seno del Estado uruguayo.
El primero de este mes, Gustavo Castro Mercada, joven afro, en situación de calle, muere de hipotermia. Le negaron el acceso a un refugio, lo sacan por la fuerza policial. La respuesta fue el aparato represivo del Estado. Esta vida negra, no importa?
Hace unas semanas, un programa radial de importante audiencia, se burla de personas afro de la ciudad de Rivera, llamándolos «africanitos y bahianos», esos dichos y burlas tampoco importan?
En 2018, se realizó una marcha que convocaba por justicia por el maltrato del joven afro con discapacidad en una estación de servicio. En este hecho los propios compañeros de trabajo, maltrataban al joven afro, atándolo y golpeándolo mientras decían «así tratamos a los negros en Uruguay». A esta marcha, MUY POCAS personas tomaron las calles para decir que esta vida negra importa.
Entonces, ¿Cuáles son los casos de racismo que nos conmueven? ¿Cuáles son las vidas que importan? ¿Son las vidas negras de Uruguay?
Repudiamos la represión policial y su consecuente violencia, la criminalización de la pobreza y la violencia étnico racial a la que nos vienen sometiendo los gobiernos neoliberales en la región. Sabemos que nuestras cuerpas racializadas se convierten en objetivo.
Estamos despiertas,estamos en alerta.
Es preciso que escuchen nuestra voz. Esa tarea implica revisar constantemente nuestras prácticas machistas y sobre todo racistas, ya que, sin revisión continuará existiendo la voluntad de que otres hablen por nosotres y en nombre de nosotres. El colonialismo se dibuja de múltiples formas.
Esta acción busca posicionarse ante la lucha antirracista en nuestro territorio, recordando las voces afros, migrantes e indígenas.
Sepan que, donde habitan nuestros cuerpos habita la lucha antirrracista!»
Fuente e imagen: https://zur.uy/en-nuestros-cuerpos-habita-la-lucha-antirracista-2/
Levantamiento Anti-Racista y Popular en los EE. UU., 2020
Claudia De la Cruz y Manolo De los Santos Proyecto de Educación Popular, EE. UU.
Este verano ha visto como las frustraciones acumuladas de las comunidades pobres y negras se han desbordado en forma de protestas en mas de 200 ciudades de los Estados Unidos. Cientos de miles de personas han tomado las calles en reacción a cuatro siglos de racismo sistémico y explotación capitalista. Una protesta que comenzó en Minneapolis exigiendo justicia por el asesinato de George Floyd se convirtió rápidamente en un levantamiento. Para comprender mejor cómo y por qué ocurrió esto, debemos contextualizar este levantamiento antirracista.
El asesinato a sangre fría de George Floyd por el Departamento de Policía de Minneapolis solo puede entenderse en el contexto de una guerra continuamente perpetrada por el gobierno de los Estados Unidos y la clase dominante contra la clase trabajadora y las comunidades de color.
Los EE. UU. es un país que siempre ha estado en guerra, a nivel nacional e internacional. El gobierno norteamericano ha estado en una guerra prolongada y cruel contra la gente pobre desde su inicio. El sistema capitalista de los EE. UU. es sostenido por sistemas de opresión y explotación como el racismo y la supremacía blanca. ¡Es una lucha de clases con el racismo en el centro!
Debemos preguntarnos, ¿por qué hay tantas personas en los EE. UU. que entienden que no tienen nada que perder? ¿Por qué cientos de miles en las calles están dispuestos a correr el riesgo de infección y arrestos para unirse a las protestas?
Factores económicos:
En medio de una crisis de salud global, y con el número de muertes de COVID-19 en los Estados Unidos superando los 100,000, las personas de color y los pobres han tomado conciencia de que hemos estado viviendo bajo la amenaza de muerte durante bastante tiempo. Los negros, aunque solo representan el 13% de la población, representan desproporcionadamente cerca del 25% de todas las muertes relacionadas con COVID-19, y en algunas ciudades superan el 75%. Este es un reflejo sombrío de las condiciones socioeconómicas subyacentes que existen en este país.
En los últimos 3 meses, el hecho de que el gobierno de los EE. UU. no haya brindado una respuesta adecuada al COVID-19 expuso aún más su negligencia, incompetencia y evidente desprecio por las vidas de los sectores más vulnerables de la sociedad. Esta crisis de salud actual fue en parte el resultado de décadas de saqueo de fondos de la infraestructura
Fuente: Enviado a redacción OVE
Guía pedagógica para una educación intercultural, anti-racista y con perspectiva de género
Reseña: El propósito principal de esta Guía es, entonces, compartir algunas ideas, herramientas y experiencias que puedan ayudar a construir y andar el camino hacia una educación intercultural, anti-racista y con perspectiva de género en diversos espacios educativos. Está dirigida principalmente -aunque no de manera exclusiva, por supuesto- a todas aquellas personas que sean parte de procesos de enseñanza-aprendizaje formales e informales. Es importante enfatizar que la Guía no pretende ser un recetario para una aplicación mecánica, sino una caja de herramientas que cada comunidad educativa puede usar considerando su contexto específico, sus necesidades particulares y sus potencialidades.
Once adolescentes que nos ilusionan y ayudan a creer en un futuro mejor
Redacción: Bebes y Más
Greta Thunberg, Willy Connelly, Salma Paralluelo o Leonel Virosta, son algunos ejemplos muy claros de que nuestros adolescentes hacen algo más que jugar con videoconsolas o chatear en las redes sociales.
Te contamos por qué estos jóvenes nos ilusionan y nos hacen creer en que es posible un mundo mejor.Porque en sus manos y en las de nuestros hijos se encuentra nuestro futuro. Y por si tenías alguna duda, sí pueden mejorarlo y lo están haciendo.
Y son solo dos ejemplos de chicos con buen corazón y que quieren mejorar el mundo en el que viven. Aunque hay muchos más chicos anónimos, incluso en nuestra propia casa. Aquí no están todos los adolescentes que marcan la diferencia pero, los que aparecen, se han ganado su lugar en la lista.
Salma Paralluelo, una atleta de récords
Que un niño destaque en un deporte es un orgullo para cualquier padre, pero que además se lo disputen en dos disciplinas tan dispares como el fútbol femenino y el atletismo, es casi increíble, aunque sí posible.
De padre español y madre guineana, esta joven zaragozana de solo 15 años es campeona mundial con la selección española de fútbol sub-17 y bate récords en velocidad, allá donde va. Récord de España sub-20 en la prueba de atletismo de 400 m, ocupa el cuarto lugar del ránking mundial sub- 18 del año, por detrás de tres estadounidenses, y es la segunda atleta más joven de la historia en participar en unos europeos absolutos de atletismo.
Salma Paralluelo divide su precoz carrera deportiva entre dos amores, el fútbol y el atletismo, y por el momento no quiere dejar ninguno, aunque eso signifique no parar: se levanta a las 4.30 para estudiar y hacer deberes, vuelve de clase a las 15.00 para comer y en marcha otra vez a las cinco. Lunes, miércoles y viernes entrena con el Zaragoza, líder de la segunda división femenina; martes y jueves toca atletismo.
«Es muy duro compaginar el fútbol y el atletismo pero son deportes que disfruto muchísimo. Hasta que lo tenga muy claro seguiré con los dos, porque los dos me encantan. Entiendo que me pregunten siempre por cuál me decanto, pero yo sigo concentrada», explicaba Salma a Marca.
Y al paso que va, seguro que nos regalará más de una y de dos alegrías deportivas. Habrá que estar muy pendientes.
Greta Thunberg, líder del activismo contra el cambio climático
Esta adolescente sueca necesita pocas cartas de presentación, porque lleva meses ocupando portadas y abriendo informativos. Con tan solo 16 años y síndrome de Asperger, se ha convertido en una voz muy fuerte en el activismo climático.
Todo comenzó en agosto de 2018, cuando decidió faltar al colegio y sentarse sola cada viernes con una pancarta escrita a mano frente a la sede del Parlamento sueco en Estocolmo con el mensaje: «Huelga contra el cambio climático».
Poco a poco se fueron sumando otros jóvenes, y hoy más de un millón de niños y adolescentes en más de 100 países, secundan las huelgas escolares por el cambio climático.
Además, su poderoso mensaje se adueñó de toda la atención en el Foro Económico Mundial de Davos 2019, al afirmar que: «Dado que nuestros líderes se están comportando como niños, tendremos que asumir la responsabilidad que deberían haber tomado hace mucho tiempo. Nuestra casa está en llamas. Estoy aquí para decirles que nuestro hogar está ardiendo».
Pero su lucha parece no hacer hecho más que empezar: se ha entrevistado con el Papa, ha hablado ante el Parlamento Europeo, y se ha reunido con líderes de diferentes sectores políticos en el Parlamento británico en Londres (momento que inmortalizó en su cuenta de twitter con la foto que publicamos de ella).
Y, lo más reciente, una gira por Europa aprovechando las vacaciones de Pascua, tal y como recoge en su cuenta de Instagram, viajando con su ya famoso cartel reivindicativo.
Hailey Fort, la niña amiga de los pobres
Captó nuestra atención ya hace cuatro años. Tenía solo nueve y llevaba casi la mitad de su vida ayudando a los más necesitados.
Cuenta que tenía cinco años y paseaba con su madre por las calles de Washington cuando se fijó en un hombre sin techo. Preguntó a su madre si podía ayudar y, desde entonces, en su tiempo libre, construye refugios móviles de madera para que las personas pobres puedan dormir bajo techo.
Pero no solo eso. También se dedica a cultivar un huerto para proporcionarles comida y recolecta ropa de abrigo y productos de higiene personal y femenina.
Aunque en 2016 su madre publicó una nota en la página de Facebook de Hailey disculpándose por la inactividad de su hija por problemas de salud, está visto que la pequeña no deja de pensar en los demás y sigue adelante con sus proyectos.
En su página de Facebook podrás seguir los pasos que da para lograr más viviendas para los más desfavorecidos, como hablando con senadores que puedan apoyar su causa o con bolsas llenas de abrigos para los niños más pobres.
Su causa cuenta con campaña en GoFundMe y compra solidaria en Amazon.
Will Connolly, el rostro del antirracismo
Este australiano de 17 años se ha convertido en un ‘héroe’ mundial de la lucha contra el racismo gracias al huevo que arrojó al senador xenófobo de su país, Fraser Anning, el pasado 15 de marzo. Su móvil y la televisión captó el momento en el que el huevo se estrellaba contra la coronilla del político mientras este culpaba a los inmigrantes del atentado que ese día costó la vida a 49 musulmanes en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda.
Esta es la publicación de Will Connolly en su cuenta de twitter captando ‘el huevazo’ donde manda este mensaje: «los musulmanes no son terroristas y el terrorismo no tiene religión. Todos los que consideran a los musulmanes una comunidad terrorista, tienen las cabezas tan vacías como Anning».
Ha reconocido en su cuenta de Instagram que «lo que hice no estuvo bien, pero ese huevo ha unido a la gente». Un ejemplo más de que solo un joven puede marcar una diferencia en las injusticias que ocurren en el mundo.
Thomas Suárez, un genio precoz de la programación
Termina de cumplir 19 años, pero comenzó a programar con nueve años y lleva desde los 12 en el candelero. Este joven desarrollador de aplicaciones ha dado varias charlas en diferentes partes del mundo y es uno de los talentos más prometedores en el mundo de internet.
En la charla TED, cuando solo tenía 12 años, explica ya todas las apps que ha realizado con una seguridad que pocos adolescentes tienen a esa edad.
De hecho, se habla de Thomas Suárez, estudiante de Ciencias Computacinales en Georgia Tech, como el próximo Steve Jobs. Habrá que esperar a ver qué ocurre.
De momento, solo leer su currículum te deja con la boca abierta.
Jazz Jennings, activista transgénero
Esta luchadora nata de Estados Unidos tiene 18 años y desde los cinco años, en los que ya dejó claro a sus padres que era una niña, no un niño, se ha convertido en un icono de niña y adolescente transgénero, al contar al mundo a través de las redes sociales los pasos dados para apoyar a los jóvenes que pasan por la misma trasición.
Su historia ha servido para dar visibilidad a los menores trans, desde su cuenta de Instragram (donde cuenta con más de 825.000 seguidores), en programas de televisión o en su canal de Youtube.
Pero sus iniciativas han ido más allá: protagonizó una serie centrada en su vida ‘I’m Jazz’, publicó un libro de memorias y creó una fundación para apoyar a adolescentes en su situación: ThansKids Purple Rainbow Foundation. Incluso sirvió de inspiración para la fabricación de la primera muñeca transgénero, que lleva su nombre.
Nadie puede negar que es valiente, luchadora, tiene un buen corazón y es un ejemplo para otros jóvenes.
Amika George, contra la ‘pobreza del período’
Esta joven inglesa tenía solo 17 años cuando se enteró de que una ONG del Reino Unido había enviado productos sanitarios femeninos a los colegios de la ciudad de Leed, porque había niñas que tenían que quedarse en casa los días que tenían la menstruacción porque no podían pagar compresas y tampones.
Decidió fundar #FreePeriods (Períodos gratis, en español) y en diciembre de 2017 organizó una protesta delante de la residencia de la primera ministra británica, donde 2.000 personas demandaron al gobierno que hiciera algo contra lo que Amika denominó «pobreza del periodo».
Y la presión surgió efecto. El 9 de marzo Amika compartía en su cuenta de twitter la buena noticia: el gobierno británico financiaría productos sanitarios gratuitos en todos los colegios ingleses.
Es un buen ejemplo del impacto político que puede tener una adolescente con ganas de luchar por lo que cree justo.
Su charla TED sobre el tema con solo 17 años, nos deja con la boca abierta. Amika George nos desafía a pensar acerca de la normalidad de la regla para nosotros y nos llama a luchar contra la pobreza en los colegios.
Leonel Virosta, un biólogo prodigio ejemplo del ‘homeschooling’
A los seis años fue reconocido como alumno de alta capacidad con sobredotación intelectual, y desde los diez se formó en su casa con la ayuda de sus padres y fuera de las aulas. Esta decisión provocó que no fuera admitido en la Universidad Complutense para estudiar Bioquímica, pero a cambio fue becado por el British Council para estudiar en la Universidad de Manchester, donde hoy está.
Pero lo que de verdad motiva a Leonel Virosta, que hoy tiene 19 años, es compartir su pasión por la biología en su canal de Youtube, ya que él mismo es el resultado de haberse formado a través de vídeos educativos en este canal de vídeos. En ‘Flip Your Learning’, que abrió hace más de tres años y que cuenta con más de 62.000 suscriptores en todo el mundo, explica que decidió a hacerlo porque cree que “hace falta un cambio en la forma de aprender, y que no vendrá del sistema, sino que tiene que venir de cada uno de nosotros: alumnos y profesores”.
Autodidacta y curioso, Leonel sabe que por sus capacidades y las elecciones de su familia es un joven diferente, pero agradece a sus padres que no forzaran su amoldamiento a las formas comunes aunque eso le hubiera permitido continuar estudiando dentro del sistema educativo español. Hoy, desde Manchester, mantiene intacto su sueño por convertirse en científico y su idea de compartir los conocimientos.
Aquí tienes un ejemplo de sus clases magistrales en su canal de Youtube ‘Flip Your Learning’.
Gitanjali Rao, mejor científica joven de Estados Unidos
En 2018, esta niña de solo doce años fue nombrada la mejor científica joven de Estados Unidos, gracias a la invención de un dispositivo que ayudará a salvar vidas.
Se trata de un detector de plomo que se le ocurrió a Gitanjali cuando vio en las noticias que en la ciudad de Flint, Michigan, sus habitantes habían estado consumiendo agua contaminada por plomo durante dos años a causa de un cambio de suministro.
Así que la pequeña, tal y como explicó a BBC News, se preguntó «¿Por qué estaba pasando eso si todo el mundo debería tener derecho a agua potable?», pensando en «todos esos niños de mi edad que estaban expuestos al veneno cada día solo por utilizar diariamente un recurso como el agua».
Así que diseñó Tethys (llamado así por la diosa griega del agua dulce y madre de los ríos), un dispositivo portátil que utiliza nanotubos de carbono para medir el plomo. El detector incorpora un sensor conectado a través de bluetooth a una aplicación móvil que ofrece un análisis preciso y casi inmediato del agua.
Reconoce que de mayor quiere ser genetista o epidemióloga, para seguir ayudando a resolver los problemas de la gente a través de la ciencia y la tecnología, pero de momento sigue trabajando en su invento. Seguro que logra lo que se proponga, vindo cómo piensa: “Si tienes una idea, persíguela. Y si fracasas, inténtalo de nuevo”.
Emma González, activista por el control de armas
‘Never again’ (Nunca de nuevo) es el nombre del grupo fundado por los jóvenes para promover el control de armas, surgido tras el tiroteo en la escuela secundaria estadounidense Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, donde fallecieron 17 jóvenes.
Emma González fue uno de los adolescentes supervivientes ese febrero de 2018 y una de las impulsoras de la campaña nacional que nació tras esta tragedia, para intentar poner fin a la violencia con armas de fuego.
Su liderazgo se hizo más notorio en ‘March for our lives’ (marcha por nuestras vidas en español), celebrada al mes siguiente en Washington DC. Se dirigió a los cientos de miles de personas allí reunidos para exigir el control de armas, con un discurso realmente inspirador de poco más de seis minutos. De ellos, cuatro (el tiempo que duró el tiroteo) fueron un desafiante silencio como homenaje a sus compañeros, una vez que había leído todos sus nombres.
Su atrevimiento le ha valido ser diana de de ataques personales. Pero mereció la pena, aunque aún le queda un largo camino por recorrer: Florida aprobó tras la protesta ‘la Ley de seguridad pública de la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas’, que aumentó de 18 a 21 años la edad para comprar un arma de fuego.
Nos quedamos con la leyenda que encabeza su cuenta de Instagram: «Emma es mi nombre, la reforma de las armas, nuestro juego» (Emma’s the name, gun reform’s our game»), de donde hemos sacado su foto.
Savva Osipov, diseñador de una consola portátil giratoria
Este adolescente de 14 años, es digno hijo de Ilya Osipov, su padre, un conocido emprendedor tecnológico, experto en gamificación, fundador de algunos de los mayores proyectos web y colaborador habitual de medios especializados. Viven en Silicon Valley, Estados Unidos.
Y Savva parece dispuesto a superar sus logros. A una edad a la que la mayoría de los chicos piensan únicamente en música, ropa y videojuegos, es un aventajado desarrollador de software y un ingenioso inventor que presume de haber diseñado la primera consola portátil de videojuegos que puede girarse como si fuera un cubo de Rubik para que su contenido cambie.
WOWCube consta de ocho pequeños cubos. Cada uno de ellos es un ordenador con tres pantallas y conectados entre sí para poder comunicarse. Los juegos estarán disponibles a través de una aplicación en la Apple Store y gracias a una API abierta cualquiera podrá programar y lanzar sus propios desarrollos.
De momento, tal y como cuenta Savva en sus redes sociales, el prototipo está recibiendo buenas críticas en las ferias en las que lo están presentando, por lo que puede ser comercializado en breve.
Puedes saber más sobre este niño prodigio y su invento en su canal de Youtube. y en el vídeo que Vodafone creó sobre él.
Fuente: https://www.bebesymas.com/ser-padres/once-adolescentes-que-nos-ilusionan-ayudan-a-creer-futuro-mejor
Boaventura de Sousa Santos: «Hay que unir las luchas contra el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado»
Por: Boaventura De Sousa Santos
El pensador portugués Boaventura de Sousa Santos dice que los maestros son alternativa contra la guerra del odio.
Boaventura de Sousa Santos sostiene que no es posible transformar una realidad desigual sin antes modificar la epistemología que impide pensar en alternativas posibles. «Hay que cambiar la epistemología para cambiar las cosas. Y en el medio cambiar la pedagogía», propone el sociólogo portugués, que esta semana fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa de la UNR. También participó del Encuentro de Red Sentipensante realizado en el Galpón de la Música, donde instó a unir las luchas por la emancipación frente a un capitalismo que se muestra unido al colonialismo y al patriarcado.
En diálogo con La Capital, el pensador asegura que asistimos «a un ciclo reaccionario muy fuerte», con un neofascismo «que parte de la idea de despolitizar la política». En este contexto, dice que no es casual el ataque de los gobiernos conservadores a los maestros, a quienes considera «la alternativa a la guerra ideológica del odio».
También advierte sobre el riesgo de que «la democracia empiece a ser un espectáculo dominado por el dinero» y «el Estado sea apropiado de una manera brutal por una promiscuidad muy grande entre el dinero y la política».
—La emergencia de personajes como Bolsonaro ¿se entiende por ese lado?
—Bolsonaro es una expresión de ese proceso, pero hay otros. No quiero hablar demasiado de lo que pasa en la Argentina, pero lo que está pasando es que hay una ola conservadora y reaccionaria que piensa que el neoliberalismo es la única solución política. Y como es una solución única no tiene alternativa. Por eso los ricos tienen que ser ricos y pobres los pobres.
—Frei Betto marcaba como un error de los gobiernos progresismos que hayan desmovilizado a las bases ¿Coincide?
—Hubo una separación muy fuerte y cuando llegaron al poder se entregaron completamente a la lógica del régimen. Dejaron de pensar en los problemas de la gente de la periferia, por ejemplo en la seguridad personal. Porque hay mucha violencia y la gente vive la violencia cotidiana en las periferias, donde el de las balas perdidas es un tema cotidiano. Y la izquierda no tuvo una respuesta para este tipo de inseguridad que estaba en la comunidad. Las abandonaron. Por otro lado, las clases populares fueron abandonadas también por la Iglesia Católica, que hasta los años 70 y 80 estuvo con una teología de la liberación muy fuerte. Juan Pablo II la prohibió porque era un anticomunista muy fuerte. Ese vacío de las comunidades de base de las periferias fue ocupado por las iglesias evangélicas y pentecostales, sobre todo de influencia gringa, con una teología de la prosperidad, donde los pobres sólo tienen que rezar, porque no son dignos de riqueza. O sea que la pobreza es un destino, no un problema social.
—¿Qué rol debe cumplir la escuela en estos tiempos?
—Los maestros son cada vez más importantes en estos tiempos. Porque son la alternativa a la guerra ideológica del odio. Y no es coincidencia que todos los gobiernos conservadores elegidos en Europa o en este continente, sus blancos iniciales sean los maestros, las escuelas, las carreras o los planes de estudio. Yo pienso en una escuela que sea abierta a todos los problemas de nuestro tiempo, porque durante mucho tiempo fue excluyente. Y también despreció y desperdició mucho conocimiento válido, sobre todo en contextos interculturales, cuando jóvenes negros o indígenas llegaban a la escuela y no siempre tenían una enseñanza adecuada a sus inquietudes. Como cuando el profesor de historia considera como un gran héroe nacional a un militar que mató a indígenas o negros. Esto crea angustia. Por eso las escuelas tienen que ser más interculturales, abiertas a las diferencias.
—¿La misma crítica corre para el ámbito universitario?
—Absolutamente. Pienso que todavía más, porque la enseñanza media tiene un contacto más directo con todas estas diferencias. Y se piensa que los que llegan a la universidad son una élite. El manifiesto de los estudiantes de Córdoba de 1918 se dirige a los hombres (y mujeres) libres del continente. Pero no hay una palabra sobre los indígenas, se consideraba que no había en la Argentina. Es lo que yo llamo la sociología de las ausencias. Producimos invisibles. La universidad tiene que ser intercultural y descolonizada.
—¿Y qué opina de la formación universitaria «para el mercado»?
—Es la gran ilusión y la gran trampa de nuestro tiempo. Hay un cambio muy rápido en los perfiles profesionales y las universidades que quieran seguir adelante en esta crisis tienen que mantener una educación general muy fuerte. Una educación humanística que permita que la gente se pregunte sobre el destino y sentido de la vida colectiva. Y a qué sociedades vamos.
Para el sociólogo portugués, la democracia «está muriendo democráticamente» y cita el ejemplo de lo sucedido recientemente en Brasil, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia. Sumado esto a un mundo que se presenta «sin alternativas al neoliberalismo».
Ante eso, propone pensar una alternativa desde abajo, que involucre a las universidades, y convoca a organizar la resistencia contra un enemigo con tres cabezas: el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Porque advierte que mientras la dominación está unida, la resistencia está fragmentada.
—¿Las resistencias están muy divididas?
—La izquierda perdió a las clases populares que viven la violencia contra las mujeres, el racismo y un capitalismo grosero y agresivo. Donde la gente no es verdaderamente gente, como los refugiados en Europa. Hay dos masas de gente caminando para el centro: una de África a Europa y otra de Honduras y Nicaragua a los Estados Unidos, huyendo del hambre y el crimen. Estamos creando un mundo donde la dominación capitalista, patriarcal y colonial es más fuerte. Y donde las izquierdas y las fuerzas progresistas en general no tienen la capacidad de unirse. Siguen divididas, muy sectarias, pensando que el fascismo no está llegando. Acabo de escribir un libro, ya publicado en España, que se llama Izquierdas del mundo, ¡uníos! Porque lo que se hunde no es el socialismo sino la democracia, que está siendo vaciada desde la democracia. En 1932 Hitler subió al poder por elecciones, no fue un golpe. La democracia no se sabe defender de los antidemocráticos, sobre todo con toda esta manipulación de la opinión pública desde Facebook y WhatsApp. Y la democracia tiene que ser defendida porque el fascismo está muy cerca. Un fascismo de un tipo nuevo. Los militares de Brasil dicen que quieren una nueva democracia, sin comunistas y sin el PT. Hacia eso caminamos, hacia una democracia mutilada. No es una dictadura, no son militares, hay elecciones. Pero ciertas cosas no se dicen. En Inglaterra, también están así las cosas.
—No es tiempo entonces de dividir las luchas…
—No, hay que unirse. Hay gente que piensa que en América latina, y sobre todo en Brasil, la influencia imperial no es mucha. Y para mí es absolutamente decisiva.
—¿Cuál es su mirada sobre el empuje del feminismo?
—El feminismo tiene una importancia brutal si realmente sabe unir y traer otras luchas.
—¿Por ejemplo?
—La lucha anticapitalista. Puede ser una obviedad, pero nosotros teníamos un concepto para hablar de una sociedad alternativa. Se llamaba socialismo. Esa palabra fue exiliada de Europa en los años 70 y 80. Reapareció en el continente latinoamericano en el inicio del 2000, cuando se hablaba del socialismo del siglo XXI. Ahora desapareció —salvo en Venezuela— y reaparece en los Estados Unidos a través del senador demócrata Bernie Sanders. Y las mujeres latinas que fueron elegidas para el Congreso se dicen socialistas. Entonces ahora para los periódicos de los Estados Unidos el socialismo ya no es una palabra fea.
—¿Se considera socialista?
—Sí, pero de un socialismo que no es dogmático. Mi utopía sería un ecosocialismo feminista y antirracista. Ecosocialismo porque tenemos que tener otro modelo de desarrollo. No puede ser este modelo extractivista de la agricultura industrial que está produciendo un calentamiento brutal global. Y antirracista y feminista para unir las luchas.
Fuente: https://www.lacapital.com.ar/educacion/hay-que-unir-las-luchas-contra-el-capitalismo-el-colonialismo-y-el-patriarcado-n1704522.html