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COVID-19 y la brecha digital en la educación de Trinidad y Tobago

América Central/Trinidad yTobago/ GlobalVoice/ Amilcar Sanatan/ 

El 16 de marzo de 2020, solo una semana antes de que el país entrara en su versión del confinamiento para frenar la difusión de COVID-19, el Gobierno de Trinidad y Tobago ordenó el cierre de todas las instituciones educativas.

En su mayoría, universidades y otras instituciones educativas superiores pudieron hacer la transición a la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación en línea. Sin embargo, en muchas escuelas primarias y secundarias quedó expuesta la gravedad de la brecha digital del país y la necesidad de abordar el analfabetismo digital en Trinidad y Tobago.

En comparación con varios estados miembros del CARICOM, el panorama digital de Trinidad y Tobago parecía ofrecer un entorno propicio para el aprendizaje digital. Se informó que la penetración de internet era del 77.3 % en diciembre de 2018, y durante casi dos décadas ha habido un importante inversión estatal y apoyo por parte de agencias de desarrollo para el desarrollo de la infraestructura digital y los servicios electrónicos en el sector público.

Sin embargo, nuestro sistema educativo se ha quedado atrás. En junio de 2019, el ministro de Educación, Anthony Garcia, anunció que Trinidad y Tobago informaría al Consejo de Exámenes del Caribe, la junta central de exámenes del CARICOM, que las escuelas del país no estarían listas para el cambio previsto para 2020. El objetivo era que el sistema de educación pública estuviera preparado para hacer esa transición para 2021.

Desde entonces, la llegada de la pandemia de COVID-19 ha acelerado estos esfuerzos y la urgencia de pasar a una enseñanza, aprendizaje y evaluación en línea. Sin embargo, lo que no transita con la misma facilidad son las desigualdades socioespaciales que existen en Trinidad y Tobago, y la respectiva brecha digital –término usado por científicos sociales y otros para referirse al acceso desigual a las tecnologías básicas de la información y las comunicaciones.

El concepto de una brecha digital parece abstracto hasta que no examinemos las realidades a las que se enfrentan profesores y estudiantes. He estado entrevistando a profesores de secundaria que enseñan a estudiantes de quinto año (de 15/16 años). En una escuela secundaria en el distrito Caroni en el centro de Trinidad, de 15 estudiantes en la clase de inglés A, ocho no tenían acceso a un portátil o a internet. El profesor creó un grupo en WhatsApp para que estos estudiantes participaran. Le envió por correo electrónico al grupo un ejercicio de revisión de exámenes, y después de una semana recibió respuestas de solo dos estudiantes.

De manera similar, otra profesora de una escuela secundaria de Puerto España, la capital de Trinidad, informó que solo estaba en contacto regular con cuatro de los 20 estudiantes de su clase. La tasa de participación ha sido baja y el compromiso con los estudiantes se dificulta en las escuelas en que la mayoría de los estudiantes procede de comunidades con recursos insuficientes. No obstante, algunos profesores han creado vibrantes comunidades en línea para la enseñanza y el aprendizaje del inglés y las matemáticas, pero parecen ser excepciones a la regla.

La navegación por las tecnologías en línea para la educación presenta muchos desafíos, además de las preocupaciones obvias sobre la capacidad de los estudiantes para acceder a las herramientas y tecnologías necesarias. La interacción entre profesores y estudiantes en el espacio digital es diferente de la participación presencial y depende del nivel de conocimientos digitales de ambas partes. Para llevar a cabo procesos educativos “formales” en línea se requiere tanto competencia como confianza. Como prueba, basta con preguntar a cualquiera de los numerosos parlamentarios o consejeros de la administración local que han ayudado a los ciudadanos a presentar solicitudes en línea para servicios sociales.

Para compensar la falta de una formación pedagógica general en este rubro, se está capacitando a los maestros del sistema de educación pública de Trinidad y Tobago para que hagan la transición mediante talleres y seminarios en línea de “emergencia” poco a poco. Dado que es difícil hacer un seguimiento de la participación de los estudiantes en las clases en línea, una parte importante de la enseñanza y la comunicación con los estudiantes se ha trasladado a las comunicaciones telefónicas. “Las clases en línea” se han convertido, en algunos casos, en “clases telefónicas” ya que los profesores utilizan grupos de WhatsApp o llamadas a través de su propio móvil para hablar con los estudiantes. Esto tiene consecuencias para lo que pensamos es una enseñanza en línea eficaz, además de la labor adicional que los profesores deben realizar para atraer a los estudiantes.

Los sucesivos gobiernos de Trinidad y Tobago ya han introducido la tecnología en las escuelas. El programa “Computadoras portátiles en las escuelas” del Ministerio de Educación, empezado en 2010 por la administración del Movimento Nacional Popular, no produjo los importantes cambios pedagógicos y de actitud que declaró que produciría. Los estudios de evaluación del programa han mostrado cómo los profesores y estudiantes tenían diferentes expectativas en cuanto al uso de computadoras portátiles en las clases, y el éxito del programa dependía más de la cultura de cada escuela que de cualquier beneficio procedente de la propiedad individual.

Sin embargo, el alcance del programa puso de relieve la limitada capacidad en materia de las tecnologías de la información y la comunicación de que disponen las escuelas secundarias y la necesidad de dirigir recursos para mejorarlas. Para 2016, la administración del Movimiento Nacional Popular dejó de distribuir computadoras portátiles personales a los estudiantes en favor de un enfoque destinado a fomentar la capacidad de las escuelas en materia de tecnologías de la información y la comunicación.

Ya antes he criticado públicamente la aplicación del programa “Computadoras portátiles en las escuelas” tanto por su incapacidad para hacer frente a los problemas de la alfabetización digital como por su incapacidad de crear contenidos adecuados para los modos digitales de aprendizaje. Mi posición ha cambiado desde entonces. Estoy a favor de una revisión integral de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación que también ponga las computadoras portátiles en manos de los estudiantes. ¿Cambiará la COVID-19 también las posturas políticas del régimen actual?

Los profesores y los administradores escolares también señalaron la necesidad de servicios de apoyo para los estudiantes con problemas físicos y de aprendizaje, así como de intervenciones en los hogares en los que los conflictos entre padres e hijos son más intensos. Muchos estudiantes en Trinidad y Tobago enfrentan un alto nivel de estrés en sus hogares y comunidades, y con las nuevas disposiciones, muchos jóvenes se encuentran ahora con la carga de tener que cuidar de sus hermanos menores, incluso gestionar sus necesidades educativas. La división desigual del trabajo a menudo significa que esas tareas recaen en las jóvenes y las niñas.

Decir que el Estado ha sido negligente en su deber de educar al público durante esta crisis sería desestimar la importante respuesta de emergencia y la ayuda que han ofrecido dado el cierre de las escuelas. La transferencia bastante rápida de las comidas del Programa de Nutrición Escolar a las “tarjetas de alimentos” de corto plazo de los padres en función de las necesidades fue impresionante.

Pero los ministros del Gobierno y los funcionarios públicos del Ministerio de Educación tienen una tarea difícil por delante. Una conferencia de prensa del 14 de abril ofreció un panorama del difícil contexto en el que tienen que trabajar para que la “actividad principal de la educación” continúe. También mostró su apertura para responder a preguntas sobre cuestiones pertinentes como las fechas de los exámenes a nivel local y regional.

Pero lo que no escuché fue un reconocimiento de la importancia de los estudiantes como partes interesadas y responsables de la toma de decisiones. Los líderes del gobierno estudiantil, los clubes de estudiantes y los “usuarios” de los estudiantes digitales deben participar de las decisiones que se toman en su nombre y que darán forma a su futuro.

Screenshot of the Trinidad and Tobago Ministry of Education's recently launched online learning platform.

Captura de pantalla de la plataforma de aprendizaje en línea recientemente lanzada por el Ministero de la Educación de Trinidad y Tobago.

Ya sea que llamemos a lo que estamos experimentando una crisis o un desastre, lo que tendrá que seguir es una recuperación y una remodelación de la educación, y dejar a los estudiantes fuera de la discusión sobre esto es dejarlos de lado. Las experiencias y las perspectivas de los estudiantes de todos los niveles del sistema educativo debería influir en la respuesta y en la “solución” del sistema educativo. Lo que no queremos es una situación donde la exclusión de los estudiantes se convierta en una amenaza más grande que la COVID-19 para nuestra educación. Como afirmó Martin Carter, poeta guyanés: “¡Estamos todos implicados! ¡Todos están tomados!”.

Inmediatamente después de la rueda de prensa del Ministerio de la Educación del 14 de abril, recibí dos llamadas. La segunda era la de un pariente que estaba tratando de decidir si invertir en clases particulares ofrecidas por el profesor de primaria de su hijo al costo de 300 dolares por semana (45 dolares estadounidenses). La oferta incluía dos vídeollamadas vía WhatsApp.

La primera llamada fue la de un estudiante de sexto año que me ofreció una revisión del Sistema de Gestión del Aprendizaje Escolar (SLMS), plataforma en línea recientemente lanzada por el Ministerio, sobre la base de la facilidad de uso y el contenido. Quienes hayan aceptado que los políticos realicen la evaluación de la plataforma deberían inscribirse y sacar sus propias conclusiones. Tal vez entonces podrían empezar a distinguir entre las relaciones públicas y la realidad.

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Canadá: What will future education look like?

What will future education look like?

Teachers hope education of the future will be a mix of online, in-person instruction, don’t foresee COVID-19 restrictions putting an end to bricks and mortar schools

Teachers and administrators at the elementary, secondary and postsecondary levels of education have shown they can rapidly switch from delivering traditional classroom learning to solely online learning for students after the Ontario government’s quick shutdown of schools at all levels due to fears of the spread of COVID-19.

However, a group of educators which recently spoke with SooToday said, in their opinion, parents and students need not worry about bidding goodbye to traditional education in favour of strictly virtual learning when, or if, COVID-19 goes away.

After all, training in skilled trades, nursing, engineering and other areas, will, of course, always need that hands on approach.

“To the question ‘could it (online instruction) displace bricks and mortar education?’ my answer is a clear and unequivocal ‘no,’” said Ian Lee, Carleton University’s Sprott School of Business associate professor, speaking to SooToday in a telephone interview from Ottawa earlier this week.

“Students love that (online instruction). They want electronic communications with the professor. They want electronic books, they want electronic materials, an electronic syllabus.”

“But, this is where the dividing line is…they want to come (to colleges and universities) to meet other young people their own age,” Lee said.

“They come to get an education, but equally importantly they come to meet other young people, and the idea (put forward by some ‘futurists’) that an 18-year-old wants to sit in their parents basement for the next four years on a computer all by their lonesome doing an online degree is preposterous, specious nonsense,” Lee said.

“The social experience is every bit as valuable as the educational, intellectual experience. You could say the social experience is educational in a different way,” Lee added.

“While we have embraced online learning and we believe that it has a place in education and the future of education, it is very unlikely that it will be used in place of face-to-face classroom instruction.The benefits and advantages of face-to-face instruction are extensive, particularly in programs which colleges specialize in,” wrote Rick Webb, Sault College human resources and communications director, in an email.

“It is the college’s view that technology does not completely make up a student’s education, but enhances it.”

“Attending college and obtaining an education is the foundation of a student’s experience but it does not define it. It is those extras that give our students the well-rounded educational experience we promise. We’re proud to be able to offer students access to athletics, varsity teams, fitness facilities, the library, various student services, labs, aviation students flying our airplanes, using the police situation simulator, outdoor equipment for forestry and fish and wildlife programs like ATVs and canoes, just to name a few,” Webb wrote.

“I would be surprised if the government directed all universities to go online permanently,” wrote Donna Rogers, Algoma University provost and academic dean.

“While there are lots of positives to well-planned and well-developed online programs, we know that ‘going to university’ for most students includes academics, of course, but also a much broader student experience that includes social, experiential, sports/recreation, research and many other elements. What I think we’ll see happening is openness to a variety of delivery alternatives, including much more online study options.”

Rogers wrote Algoma is moving into its spring/summer term with some fully online courses, drawing on expertise from Athabasca University, which has a long history of experience in that type of learning.

“Some programs could be developed for delivery without any in-person instruction, and we are already working on some here at Algoma. But…from plant biology to social work to land-based learning, there are academic components that are not easily replaced by online-only interactions. Most research labs also do work that requires in-person engagement,” Rogers wrote.

“I believe that many of our students, parents, and employees are anxious for the return to a brick-and-mortar school environment, where face-to-face interactions are once again the norm,” wrote Rose Burton Spohn, Huron-Superior Catholic District School Board (H-SCDSB) director of education, also replying to SooToday by email.

“By nature, we are social creatures. Modern technologies are allowing us to stay connected to one another to an impressive degree. I think many of us are very grateful for apps, programs, and devices. However, these technologies can never completely replace what happens in a face-to-face environment,” Burton Spohn wrote.

Still, if bricks and mortar are included along with online instruction, what does the future hold for education?

“The bricks and mortar that we have in our institutions is critical to the post-secondary sector…we want to build upon the bricks and mortar we have by having a strong virtual education as well,” said Sault MPP Ross Romano, Ontario’s Minister of Colleges and Universities, speaking to SooToday.

“I think the potential for radical change at the postsecondary level is real,” wrote Lucia Reece, Algoma District School Board (ADSB) director of education.

Reece, in a reply to SooToday, wrote hybrid, or blended options, using online learning, should be pursued for local post-secondary students who may wish to stay local while pursuing a degree program at a university or college outside Sault Ste. Marie.

“If we are serious about making post-secondary education accessible to all, then the cost must be addressed and technology would allow students to remain in their home communities and access courses. Even a blended option, on campus for two to three weeks and then home for four to six weeks, would significantly reduce costs and increase access. In post-secondary, I see the potential for fewer campuses, with each campus focusing on specific programming that can be delivered online and/or in a blended format,” Reece wrote.

Reece wrote online learning, due to the level of self-discipline and maturity needed for it, along with comfort with the format, is more appropriate for intermediate, senior and post-secondary students.

Lee, of Carleton University, said he prefers what he too described as a ‘hybrid’ approach to post-secondary education, moving forward.

That hybrid approach, Lee explained, includes online learning and email exchanges with students, combined with the lecture theatre.

“Most professors…I am, and I know all the ones I talk to, are using a hybrid approach (or were, pre-COVID) where we meet them (students) in class once a week, but then we have very rich and extended dialogues and conversations with them back and forth by email (and Skype).”

Lee said he does not hold email exams, but rather verbal, visible exams via Skype (approximately 15 minutes in length).

“Our classes are (already, for the most part) hybrid. (But) going purely online is almost a regression, it’s almost going backward,” Lee said.

After all the interviews, by phone or by email, is there any way we can get a grasp as to how students (at the postsecondary level, at least) feel about the current online instruction due to government-imposed COVID-19 measures?

While we all hope for a post-COVID world, Ian Lee of Carleton University, because social experience is important at any educational level, said “my students…they’re not happy,” due to the current, completely electronic instruction brought about by COVID-19 fears.

“I taped my lectures, recorded them using a webcam, uploaded them online and so forth, but every one of them said ‘we would much prefer you be in the classroom talking to us.’”

Lee said Carleton University has already ‘advised’ its faculty chances are likely that complete online instruction will continue in September (the same may be true of Algoma University, though officials at that local institution are, at this point, uncertain as to how the situation may pan out).

“We’re getting lots of feedback from students. They do not like ‘pure online.’ They also feel they’re getting a bit cheated, ripped off. There are stories of students around North America saying ‘we want a reduction in our tuition fees’ (and) I understand their mindset.»

About the Author: Darren Taylor

Darren Taylor is a news reporter and photographer in Sault Ste Marie. He regularly covers community events, political announcements and numerous board meetings. With a background in broadcast journalism, Darren has worked in the media since 1996.
Fuente de la Información: https://www.sootoday.com/local-news/what-will-future-education-look-like-2356085
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El aprendizaje remoto enfrenta otro reto: el profesorado no está preparado para la enseñanza en línea

Por: Paola Estrada Villafuerte

El analfabetismo digital, la falta de planificación y la brecha educativa, son obstáculos para el profesorado en medio de una transición de aprendizaje de emergencia.

Desde mediados de marzo, el sistema educativo en todo el mundo ha tenido que tomar paso, sin alternativa o precedente alguno, hacia el mundo del aprendizaje en línea. La conversación entre organizaciones y autoridades en este rubro se ha abierto, discutiendo si la enseñanza remota de emergencia es la mejor opción para garantizar la continuidad de la educación como la conocemos. Distintas escuelas en nivel básico y superior se han apresurado en las medidas tomadas, dejando como consecuencia al alumnado y profesorado abrumados entretanto se define el rumbo más adecuado durante esta crisis.

La mayoría de las universidades se encontraban preparadas frente a esta transición virtual, con herramientas, sitios y rutas online ya previamente utilizadas durante su ciclo académico regular. Por otro lado, el nivel básico ha sido sorprendido con la desagradable experiencia que ha representado este cambio tan inesperado, siendo este un entorno totalmente desconocido para la mayoría de los docentes, quienes afirman no sentirse preparados para afrontar este desafío. “La injusta distribución de conectividad, así como la poca exploración de los docentes en plataformas digitales, quienes no saben aterrizar contenidos en un aula digital, son algunos de los obstáculos a los que se enfrenta la instrucción de niñas y jóvenes”, así lo plantea David Calderón, director ejecutivo de Mexicanos Primero, para el Sol de México.

Enseñanza online vs. Enseñanza remota de emergencia

En Estados Unidos, una encuesta nacional realizada por ClassTag, plataforma gratuita dedicada a la comunicación para escuelas, revela la preocupación que ha ido creciendo durante los últimos meses alrededor de las clases en línea y el profesorado de nivel básico. «El aprendizaje remoto en la educación temprana es un territorio desconocido», señaló Vlada Lotkina, cofundadora y directora ejecutiva de ClassTag, para Forbes. “Y esta encuesta muestra que los docentes, ahora más que nunca, necesitan el apoyo de la comunidad edtech para pasar por esta transición rápida y exitosamente”.

«El aprendizaje remoto en la educación temprana es un territorio desconocido».

Este reporte fue realizado en línea, y recolectó respuestas de más de 1,274 escuelas públicas y privadas en Estados Unidos. La mayoría de las profesoras y profesores encuestados pertenecían al nivel básico, siendo el 60 % proveniente de educación primaria y un 20 % de preescolar. El dato más alarmante de esta encuesta nos afirma lo que ya muchas sospechábamos: Más de la mitad de las personas encuestadas (56.7 %) afirma que no se sienten preparados para dar clases en línea. Cuando se les preguntó acerca del liderazgo que se ha tomado en esta transición crítica, el 43 % de docentes compartió que son ellos quienes han tomado la decisión de qué plataformas utilizar desde el cierre de escuelas. Esto trae una luz desfavorecedora al visualizar las herramientas más recurridas: el 68.8 % comparte documentos con sus alumnos, sólo uno de cada tres docentes planea utilizar grabaciones de video y menos del 13 % dice hacer uso de live streaming. Al indagar las aplicaciones que las personas encuestadas están manejando, la mayoría mencionó Google Drive y Google Classroom, mientras que ningún otro producto de instrucción remota logró obtener un porcentaje de utilización mayor al 10 %. “Muchos distritos se están apresurando hacia nuevas plataformas y están escaneando hojas de trabajo para que el alumnado los haga en línea, sin construir una educación atractiva y efectiva, lo que implica algo de estrategia”, dijo Richard Culatta, director ejecutivo de ISTE para The Hechinger Report.

Si la mayoría de los docentes en el nivel educativo temprano están principalmente apoyándose en este tipo de recursos, muy probablemente significa que no estamos preparados para lo que requiere un aprendizaje en línea eficiente. Intentar replicar horarios presenciales por este medio puede generar serios problemas en la relación que los estudiantes generen con el concepto de escuela vía online.

«El mayor problema es que no hay suficiente tiempo para realmente hacer la capacitación que un docente necesita para entender cómo enseñar en línea».

A esto podemos agregar que el profesorado encuentra que impartir su material por medio de clases en línea, es un método difícil para evaluar el desarrollo del alumnado. “Nosotros nos guiamos con la observación para dar una evaluación, al no observar a los niños y niñas es difícil hacer esa valoración de qué está ocurriendo con los aprendizajes”, asevera Aissa Reyes, supervisora escolar de preescolar en las región de Donato Guerra, Estado de México.

Entrenamientos sesgados

Expertas afirman que la generación, diseño e implementación de un método educativo en línea de calidad, puede tomar incluso un año. Caralee Adams menciona en The Hechinger Report que el profesorado debería, idealmente, contar con un entrenamiento a profundidad de semanas o incluso meses previo a lanzar un programa de aprendizaje en línea. Esta preparación debería contar con amplias estrategias para crear una enseñanza atractiva y una orientación frente a frente con las tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) necesarias para la experimentación de primera mano de lo que es ser un estudiante a distancia.

Idealmente, el sistema de educación temprana se habría adherido a los requerimientos necesarios para crear un programa funcional, pero dadas las circunstancias, más de 124,000 escuelas en Estados Unidos han tenido que establecer medidas sobre la marcha. La mayoría de los docentes tuvieron tan solo un acercamiento de unos cuantos días a las herramientas básicas de instrucción remota.  «El mayor problema es que no hay suficiente tiempo para realmente hacer la capacitación que un docente necesita para entender cómo enseñar en línea», dijo Jennifer Mathes, directora ejecutiva interina del Consorcio de Aprendizaje en Línea. “Ha sido mucho de resolverlo por nuestra cuenta», agrega Schloemer, de 49 años, que trabaja en la escuela primaria Riverside.

Apoyo en casa como parte fundamental 

El reporte de Class Tag mencionado anteriormente, expone ciertos puntos cruciales que se deberían implementar a la hora de incluir a las familias dentro del sistema educativo remoto:

  • Habilitar el acceso para todas las personas: ya que muchos hogares quedan sin acceso a computadoras, utilizar medios como mensajes te texto SMS, correo electrónico, aplicaciones o web, son un requisito previo para una transición exitosa.

  • Validar la comunicación con las familias: es fundamental que las familias comiencen a recibir información de inmediato una vez que se agrega su información de contacto.

  • Superar las barreras del idioma: el apoyo de las familias en las que su primer idioma no es el inglés, es una prioridad.

  • Compartir documentos y enlaces: de fácil acceso y múltiples formatos.

  • Iniciar una colaboración bidireccional interactiva: en un entorno remoto, no basta con expulsar información, el profesorado necesita un ciclo de retroalimentación efectivo con la capacidad de las familias para responder a anuncios o actividades.

  • Compartir videos y / o transmisiones

Igualmente, la Secretaría de Educación Pública de México (SEP), dice confiar en que las familias se apoyen en contenidos diseñados para establecer rutinas diarias en el hogar durante el confinamiento. Sin embargo, Germán Pérez, psicopedagogo y catedrático de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), mencionó que la educación a distancia representa un reto para los padres de familia, pues no sólo deben dedicar un tiempo para la orientación de sus hijos e hijas, sino también en las tareas diarias del hogar y el trabajo.

«Nuestra recomendación es que las escuelas hagan una pausa por un minuto y tomen un par de días para pensar en la experiencia de aprendizaje que desean crear».

Lamentablemente, ni semanas de preparación en materia de educación en línea, ni docentes expertos en TICs, podrán hacer frente a una realidad inevitable: la brecha digital que aísla al alumnado sin acceso a internet. «Me preocupa cuánto va a exacerbar la inequidad que ya existe», explica el profesor Aric Foster de 41 años. Miles de estudiantes provenientes de zonas rurales, se encontrarán totalmente desprovistos de herramientas para su aprendizaje, situación que se encuentra fuera de las manos de nuestros docentes.

Las expectativas no cumplidas en el área de educación temprana nos obligan a cuestionarnos si la continuación ininterrumpida del ciclo escolar es la mejor opción para el sistema educativo global actual. «Nuestra recomendación es que las escuelas hagan una pausa por un minuto y tomen un par de días para pensar en la experiencia de aprendizaje que desean crear», aclara Culatta, quien forma parte del Covid-19 Education Coalition. Por otro lado, es necesario señalar que nuestros profesores y profesoras se encuentran en una situación nunca antes vista, y la colaboración oportuna de todos aquellos que conforman el sistema educativo es necesaria. Eric Hudson, director de aprendizaje y diseño de Global Online Academy, dijo que debería haber una sensibilidad a los desafíos que enfrenta el profesorado y «una expectativa manejable de lo que es posible» a medida que se adaptan a las lecciones en línea mientras mantienen relaciones con sus estudiantes.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/profesorado-no-esta-preparado-para-educacion-online

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OCDE: la tecnología puede potenciar la labor de los buenos profesores, pero no los va a sustituir

PrensaIE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) está analizando el impacto que tiene la tecnología sobre los estudiantes y sus resultados educativos ahora que millones de centros educativos han cerrado en más de 140 países para evitar la propagación de la COVID-19, al tiempo que reconoce lo mucho que aportan los docentes al proceso educativo.

Las oportunidades de aprendizaje en línea están en auge en todo el mundo, ya que son muchos los docentes que recurren a la tecnología para comunicarse con sus alumnos. Más de 1500 millones de estudiantes se ven afectados por el cierre de los centros educativos decretado por los Gobiernos y los docentes están intentando usar la tecnología para seguir enseñando y dar continuidad al proceso de aprendizaje.
«El aprendizaje en línea ha pasado de ser una actividad deseable ajena al programa de estudios a ser la salvación de la educación», indica Andreas Schleicher, director de la Dirección de Educación y Competencias de la OCDE.
Condiciones desiguales 
En un informe nuevo, PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) 2018, la OCDE analiza hasta qué punto los centros educativos y los estudiantes están preparados para hacer uso del aprendizaje a distancia.
Los datos indican que la brecha tecnológica es uno de los principales obstáculos en este contexto. En Dinamarca, Eslovenia, Noruega, Polonia, Lituania, Islandia, Austria, Suiza y los Países Bajos, más del 95 % de los estudiantes afirman que tienen un ordenador que pueden usar para estudiar. En Indonesia este porcentaje asciende solo al 34 %. En los Estados Unidos de América, prácticamente todos los jóvenes de 15 años de familias acomodadas afirmaron tener un ordenador con el que trabajar, mientras que casi un 25 % de aquellos procedentes de entornos desfavorecidos indicaban lo contrario. Es probable que estas diferencias se agudicen, ya que, en todas las sociedades, quienes se ven afectados por los despidos y la recesión son las personas más desfavorecidas y sus familias.
Acceso desigual a los recursos 
«La mayoría de sistemas educativos incluidos en la última ronda del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE no están preparados para aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo del aprendizaje digital», concluye el informe. Tener acceso a lugares tranquilos para estudiar, a internet e incluso a un ordenador son variables que determinan el éxito del aprendizaje en línea y que difieren enormemente entre países. Entre otros elementos que también influyen está la infraestructura, y muchos centros educativos carecen de un ancho de banda y de programas adecuados. Son muchos los docentes que no tienen la formación requerida en nuevas tecnologías que les permitiría adaptar su forma de enseñar a los métodos en línea en unos pocos días o semanas tal y como requieren las circunstancias actuales. Asimismo, muchos centros educativos carecen de la cantidad necesaria de trabajadores de asistencia técnica cualificados.
La función de los centros educativos 
En el plano social, el estudio determina que los centros educativos son esenciales para crear unas relaciones sociales eficaces entre las familias, los docentes y los estudiantes, «especialmente en el caso de quienes carecen de la resiliencia, las estrategias de aprendizaje o el compromiso para aprender por su propia cuenta». Por lo que respecta a los docentes, el estudio no deja lugar a dudas: «La tecnología puede potenciar la labor de los buenos profesores, pero no los va a sustituir.
Fuente: https://www.ei-ie.org/spa/detail/16717/ocde-la-tecnolog%C3%ADa-puede-potenciar-la-labor-de-los-buenos-profesores-pero-no-los-va-a-sustituir
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Educación En Tiempos De Pandemia: El Desafío De La Equidad En El Aprendizaje Durante La Crisis Del COVID-19

Por: Paola Estrada Villafuerte

Las medidas llevadas a cabo ante la rápida propagación del coronavirus reflejan la realidad inequitativa que viven muchos estudiantes fuera de las aulas.

El coronavirus está cambiando instantáneamente la forma en que se imparte la educación, ya que la escuela y el hogar, ahora se convierten en el mismo lugar tras las necesarias regulaciones efectuadas. Según la UNESCO, más de 861.7 millones de niños y jóvenes en 119 países se han visto afectados al tener que hacer frente a la pandemia global que nos ha sacudido este año. Millones de familias en EE.UU. se han tenido que unir al 1.7 millón de niños que se encuentran enrolados en la educación en el hogar (homeschooling). Al igual que en México, donde la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha extendido el período vacacional desde el 23 de marzo al 17 de abril del 2020.

Estas medidas terminan por iluminar la realidad de los muchos otros roles que la escuela ofrece además de lo académico. Ya que, para algunos, resulta ser una complicación incómoda, mientras que para otros, la situación es aún más preocupante. En ciudades donde el 70 % de los estudiantes vienen de familias de bajos ingresos, llevar la escuela a casa significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas, y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para el aprendizaje online.

«Este es un enorme desafío de equidad educativa que puede tener consecuencias que alteran la vida de los estudiantes vulnerables», dijo Ian Rosenblum, director de The Education Trust-New York. Desafortunadamente, las escuelas que pueden ofrecer una experiencia académica virtual completa, con alumnos que cuentan con dispositivos electrónicos, profesores que saben cómo diseñar lecciones en línea funcionales y una cultura basada en el aprendizaje tecnológico, no son muchas. La realidad es que la mayoría de las escuelas no están preparadas para este cambio que permite reconocer que el acceso desigual a internet es tan sólo uno de los muchos problemas que enfrenta nuestro sistema educativo a nivel global, así lo plantea Tara García para The Hechinger Report.

Según el World Economic Forum, sólo alrededor del 60 % de la población mundial tiene acceso a la red. Generando que muchísimas instituciones busquen soluciones provisionales a esta crisis, tales como el sistema educativo mexicano, que fuera de colegios privados o facultades universitarias, no se acogió la implementación de aprendizaje en línea para el sector público. La brecha digital continúa expandiéndose a medida que los estudiantes en sectores vulnerables siguen quedándose atrás en su aprendizaje.

«El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada de una escuela no es replicable en línea», señala  Noah Dougherty, director de diseño en la consultora de educación, Education Elements. Muchas preguntas surgen a raíz de las problemáticas que tienden a afectar de manera desigual a aquellos en desventaja. El apoyo que se proporcionará, por ejemplo, a miles de madres solteras mexicanas que necesitan escuelas abiertas porque tienen que trabajar y su empleador o rubro no le permiten trabajar desde casa, a familias inmigrantes que deberán averiguar cómo participar en la educación en el hogar con programas en inglés, que podría no ser su primer idioma, o a aquellos niños que dependen de la escuela para sus comidas, es aún desconocido.

«Han sido desalojados de su estabilidad, han sido desalojados de sus hogares, han sido desalojados de su capacidad de vivir de manera cómoda y segura».
Estas dificultades se replican mundialmente, no sólo en la educación básica, sino en miles de universidades que han tenido que cerrar sus aulas debido a esta crisis sanitaria. Harvard, Cambridge, MIT, UCLA, por nombrar sólo algunas instituciones de las que se han sumado, pusieron pausa a todas las clases presenciales, eventos académicos y demás servicios, para mudarse a lecturas y conferencias en línea. Consecuentemente, miles de alumnos en educación superior alrededor del mundo, han tenido que abandonar sus campus tras el aviso de desalojo que ha tomado a muchos sin recursos u opciones disponibles. Todas estas medidas fueron tomadas tras el estado de emergencia declarado en distintos estados, como en Massachusetts, EE. UU., donde fueron dados a conocer más de 100 casos confirmados.

Tal es la situación del 20 % de los alumnos totales en la Universidad de Harvard que se encuentran en ayuda financiera completa, los 10,000 estudiantes internacionales, además de aquellos que pertenecen a grupos minoritarios, quienes han sido los más afectados tras las normas preventivas llevadas a cabo estos últimos meses. Estos se preguntaban si podrían permitirse el lujo de regresar a casa, qué sucedería con las visas que no permiten educación en línea , qué acciones tomarían quienes son originarios de países que se encontraban en la lista que CDC recomienda evitar, cuáles serían los efectos que este periodo tendría en proyectos de años de investigación para los alumnos de posgrado y en carreras universitarias, como en las artes y ciencias, donde la educación frente a frente es pieza clave.

«Han sido desalojados de su estabilidad, han sido desalojados de sus hogares, han sido desalojados de su capacidad de vivir de manera cómoda y segura», menciona Jordan H. Barton, para The Crimson, periódico estudiantil de Harvard. Muchísimos casos de estudiantes que están atravesando este periodo de manera más turbulenta que otros están saliendo a flote. James A. Bedford, quien depende simultáneamente del apoyo financiero económico total y los distintos empleos que ejerce dentro del campus para subsistir, se verá privado de sus principales fuentes de ingreso, por lo que su regreso a casa se verá comprometido.

«Este es un enorme desafío de equidad educativa que puede tener consecuencias que alteran la vida de los estudiantes vulnerables».
Más escenarios se suman a la lista, como quienes viven en áreas rurales sin acceso a internet, o con zonas horarias distintas. «Digamos que tengo que volver a Japón. Eso significa que hay una diferencia de tiempo de 13 horas. Cuando ustedes estén tomando la sesión real, debería estar durmiendo», mencionó Satoshi Yanaizu al periódico estudiantil. Otro estudiante, Tomasz Wojtasik, quien se encuentra una situación mucho más crítica, dijo que fue expulsado de la casa de sus padres debido a su sexualidad hace un año y menciona que no sabe en dónde se estará quedando durante este proceso.

“El único ecualizador en Harvard es el hecho de que todos vivimos juntos y tenemos el mismo alojamiento. Vivimos juntos, comemos la misma comida, tenemos los mismos recursos docentes ”, agregó Wyville, quien es originario de Anniston, Alabama. «Pero si quitas la vida en el campus y la vida residencial, entonces quitas ese ecualizador».

Aunado a esto y de manera muy contigua, agregamos la situación en la que se encuentran las personas que ofrecen sus servicios al campus en áreas de limpieza, seguridad y mantenimiento. Personal que depende totalmente de la afluencia de estudiantes y docentes en el campus. Las posibilidades para ellos varían entre la reducción de horas, licencias no remuneradas hasta los muy posibles despidos.

Harvard, en respuesta a todas las necesidades de los estudiantes, ha estado desarrollando casos de excepción para aquellos estudiantes internacionales que no pueden regresar a casa, y reembolsos totales o parciales de vuelos y transporte de pertenencias, a quienes dependen del apoyo financiero otorgado por la universidad. A esto se le une la solidaridad de los alumnos que se encuentran ofreciendo resguardo y alimento a aquellos que lo necesitan.

«El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada de una escuela no es replicable en línea».
En cuestión de semanas, se ha cambiado la manera en la que los estudiantes aprenden, y justo estas transformaciones nos dan un vistazo a las fallas en materia de equidad que sigue presentando nuestro sistema educativo, incluso en los círculos más privilegiados. El World Economic Forum, plantea que esta pandemia se convierte en una oportunidad para recordarnos las habilidades que nuestros estudiantes necesitan justo en crisis como estas, siendo así, la toma de decisiones informada, resolución creativa de problemas y, sobre todo, adaptabilidad. Para garantizar que esas habilidades sigan siendo una prioridad para todos los alumnos, la resiliencia también debe integrarse en nuestros sistemas educativos.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-en-tiempos-de-pandemia-covid19

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Universidades de la región trabajan con clases virtuales para no tener que suspender las clases por la pandemia

Universidades de la región trabajan con clases virtuales para no tener que suspender las clases por la pandemia

El Coronavirus COVID-19 y la educación superior: impacto y recomendaciones

Estado actual
Los coronavirus (CoV) son una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. El Coronavirus COVID-19 fue detectado por primera vez en China en diciembre de 2019 y, desde entonces, se ha extendido por todas las regiones del mundo. La Organización Mundial de la Salud facilita información contrastada y permanentemente actualizada acerca del COVID-19 y su propagación y sugiere igualmente qué medidas sanitarias, a escala individual y colectiva, deberían tomarse preventivamente y también para evitar la propagación.

Impacto en educación
La UNESCO, por su parte, está monitorizando el impacto del Coronavirus en educación. Al 18 de marzo, 102 países de tres continentes diferentes han decretado el cierre de escuelas y universidades. Hace apenas tres semanas, China era el único país que había tomado esa medida. 102 países han cerrado las escuelas y las universidades de todo su territorio, lo que ha afectado a 849.349.941 millones de niños y jóvenes. Otros 11 países han aplicado cierres localizados de escuelas para prevenir o contener el COVID-19. Si estos países ordenaran también el cierre de todas sus instituciones educativas, otros millones de niños y jóvenes dejarían de asistir a sus clases.

Recomendaciones de UNESCO IESALC para las instituciones de educación superior
Es urgente que los gobiernos y las instituciones de aquellos países donde se está empezando a manifestar la epidemia planifiquen medidas adecuadas que protejan la salud de la ciudadanía evitando conculcar el derecho a la educación. En todos los niveles educativos, las autoridades deben velar por la puesta en práctica de medidas que favorezcan que los estudiantes sigan aprendiendo a pesar de la clausura temporal de las instituciones educativas. En este sentido, UNESCO-IESALC, basándose en la experiencia de algunos de los Estados miembro que se encuentran enfrentando ya la epidemia, recomienda a las instituciones de educación superior tomar las siguientes medidas:

1. Difundir entre la comunidad universitaria única y exclusivamente las informaciones y recomendaciones que faciliten las autoridades sanitarias nacionales y la Organización Mundial de la Salud, evitando el alarmismo o la propagación de rumores o noticias falsas.

2. Utilizar regularmente el propio sitio web y las redes sociales para que la comunidad universitaria esté puntual y verazmente informada sobre el COVID19, incluyendo recomendaciones sobre las conductas a seguir preventivamente o en caso de contagio, así como los últimos avances en investigación, y contrarrestando de forma activa actitudes y comportamientos racistas o discriminatorios que pudieran emerger como resultado de tergiversaciones.

3. En aquellas instituciones que cuenten con facultades de medicina o escuelas de salud pública, facilitar el desarrollo de cursos de libre acceso sobre el COVID-19 y que contribuyan, de este modo, a una mayor calidad de la educación sanitaria de la población en general y a conformar una actitud positiva hacia la investigación científica. Cuando estas iniciativas son consorciadas, entre varias instituciones, su impacto es mayor.

4. Atender a las instrucciones y recomendaciones de las autoridades nacionales y participar activamente en los mecanismos de coordinación interuniversitaria para desplegar de forma coordinada y coherente a escala nacional posibles medidas que se acuerde tomar como:

  1. Cancelar o posponer los programas de intercambios internacionales o de salidas al extranjero, por lo menos aquellos que incluyan entradas o salidas de países afectados por el COVID-19, tanto de estudiantes como de profesorado e investigadores.
  2. Cancelar o posponer las reuniones académicas y congresos internacionales. Y hacer lo mismo con las de carácter nacional si el COVID-19 se ha manifestado ya en el propio país.
  3. Suspender las actividades académicas presenciales.

5. Preparar un plan de contingencia a escala institucional anticipando la eventualidad de que la institución deba cerrar sus puertas que prevea:

  1. La operatoria de los mecanismos de gobierno e información pública a distancia y la posible creación de un comité de crisis.
  2. Tomar medidas para que las unidades técnicas puedan seguir operando los sistemas de información y comunicación en remoto.
  3. La utilización de la propia plataforma de aprendizaje en línea, o el campus virtual, para seguir facilitando el aprendizaje de los estudiantes a distancia. O, en el caso de que no se disponga de ninguna propia, instalar alguna de las múltiples aplicaciones y plataformas educativas abiertas, teniendo presente que parte de los estudiantes tal vez solo puedan utilizar dispositivos móviles.
  4. Esto exigirá contar, a su vez, con mecanismos de formación y apoyo en línea al profesorado y a los estudiantes que deberán ser debidamente reforzados.Estas informaciones están siendo actualizadas y pueden ser verificadas a través del mapa COVID-19 Interrupción educativa y respuesta de la UNESCO. De igual manera, las recomendaciones se irán actualizando regularmente.

UNESCO-IESALC

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/03/universidades-de-la-region-trabajan-con-clases-virtuales-para-no-tener-que-suspender-las-clases-por-la-pandemia/

 

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Canadá: Los profesores de escuelas secundarias de Ontario anuncian una nueva huelga de un día

América del Norte/ Canadá/ 03.03.2020/ Fuente:  elcentronews.net.

 

Los profesores de las escuelas secundarias de Ontario han anunciado más huelgas rotativas para la semana que viene.

La Federación de Maestros de Secundaria de Ontario dijo que los miembros de los consejos seleccionados no trabajarán el jueves. El presidente de la federación, Harvey Bischof mantiene que cancelará las huelgas en curso si el gobierno echa para atrás el aumento de la cantidad de alumnos por salón de clases.

“Hasta que el ministro no esté listo para reconocer que estos son los temas centrales de esta disputa, y hasta que no esté listo para abordarlos de manera significativa en la mesa de negociaciones, los miembros del sindicato continuarán defendiendo el sistema de educación pública de primera clase de Ontario y a los estudiantes que dependen de él”, dijo Bischof en una declaración.

Los conservadores progresistas anunciaron el pasado mes de marzo que aumentarían la cantidad media de alumnos por aula de las escuelas secundarias (de 22 a 28) lo que supondría miles de profesores menos en el sistema y exigirían a los estudiantes que tomaran cuatro cursos de aprendizaje online para graduarse.

El gobierno se ha retractado parcialmente en ambos temas, ofreciendo en su lugar aumentar el número de alumnos por salón de clases de las escuelas secundarias a 25 y solo requerir dos cursos de aprendizaje en línea, pero los sindicatos dicen que eso no es suficiente.

Los cuatro sindicatos de maestros más importantes de la provincia han hecho huelgas durante una ronda de conversaciones sobre contratos con el gobierno.

Todos los sindicatos de docentes también piden alrededor de 2% de aumento salarial anual, pero el gobierno de Ontario ha aprobado una legislación que limita los aumentos para los trabajadores del sector público al 1% durante tres años.

Los sindicatos, junto con otros grupos, están impugnando esa legislación ante los tribunales, alegando que infringe los derechos de negociación colectiva.

El Ministro de Educación, Stephen Lecce, ha dicho que los aumentos salariales y de prestaciones son uno de los mayores puntos de fricción en las negociaciones.

En una declaración el viernes, Lecce dijo que sigue comprometido a llegar a un acuerdo con los profesores de secundaria de la provincia.

Fuente de la noticia: https://elcentronews.net/los-profesores-de-escuelas-secundarias-de-ontario-anuncian-una-nueva-huelga-de-un-dia/

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