México / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Gilberto Guevara Niebla / Fuente: La Crónica de Hoy
Cuando se piensa en el aprendizaje generalmente se subraya el lado cognitivo del proceso, pero se desestima el lado afectivo. Hay quienes piensan que las emociones son una distracción para que el alumno aprenda y otros piensan, de plano, que aprendizaje y emociones son cosas opuestas.
La cultura moderna y occidental da poca relevancia a las emociones y valora en exceso el conocimiento y la ciencia. En las últimas tres décadas, sin embargo, nuevos desarrollos en las neurociencias han dado lugar a un cambio en esta apreciación ya que se ha podido comprobar que las emociones dirigen la atención, crean significado y tienen sus propias vías de recuerdo.
Hoy se sabe hoy que el pensamiento es indisociable del sentimiento. Desde luego, todos tenemos presentes elementos emocionales que, sabemos, por simple sentido común, ayudan al aprendizaje: la paz interior, el equilibrio emocional, la motivación, el afecto paterno, un buen clima emocional en el aula, etc. Y, al mismo tiempo, entendemos que cuando el alumno está triste, deprimido, enojado, molesto, simplemente no puede concentrarse en el estudio. En la investigación se suele separar la emoción del sentimiento. Las emociones se producen por vías automatizadas y son el gozo, el placer, el miedo, la sorpresa, el disgusto, la ira y la tristeza; en cambio los sentimientos son respuestas desarrolladas cultural y ambientalmente a las circunstancias, por ejemplo, la preocupación, la frustración, el cinismo, la indiferencia y el optimismo.
Daniel Goleman alcanzó celebridad cuando publicó en 1995 su libro Inteligencia emocional (Bantam Books) que tuvo un éxito de ventas explosivo. Según la revista Harvard Business Review la inteligencia emocional es un concepto revolucionario y una de las ideas más influyentes de la década. En el mundo empresarial, dijo Goldman, se observa que el éxito en el trabajo muchas veces no se obtiene con la sola posesión de un alto IQ, sino que va asociado, en la mayoría de casos, a habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo.
Es verdad que algunas de esas habilidades pueden venir configuradas por la genética o la experiencia durante los primeros años de vida, la evidencia, respaldada por la investigación, demuestra que las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida –si se utilizan los métodos adecuados. Goleman introduce la noción de “analfabetismo emocional”. Cuando un docente enfrenta a un alumno que adopta recurrentemente conductas disruptivas y agresivas hacia sus compañeros, probablemente se halla ante un analfabeta emocional.
Este fenómeno, el analfabetismo emocional, está ampliamente difundido en las escuelas de México como lo saben todos los docentes. Una ilustración se halla en los datos que ofreció el estudio internacional de educación cívica y ciudadana de 2016 que publicó el INEE: en secundaria son frecuentes las agresiones físicas, las burlas, las amenazas, los ataques en internet, etc. que revelan fallas en la dimensión formación emocional de los alumnos.
Se ha buscado dar una respuesta a estas deficiencias con la asignatura Habilidades Socio-Emocionales. Entre las habilidades que se busca formar se encuentran: que el alumno se conozca, que se comprenda a sí mismo, que desarrolle sentido de eficacia y de confianza en sus capacidades personales, que entienda y regule sus emociones, que sienta y muestre empatía hacia los demás, que tome decisiones responsables y desarrolle sentido de comunidad.
Uruguay / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Eco. Claudio Rama, Dr. ED, Dr. DER / Fuente: República
Los países han establecido mecanismos selectivos de acceso a la educación superior en base al merito, acompañados desde los años 70 por políticas proactivas compensatorias, asociadas a la “justicia con equidad”. Uruguay a diferencia ha permitido el acceso a todos a la educación superior pública sin ningún mecanismo de selección: ni aranceles, ni exámenes evaluativos, ni cupos limitantes, ni mínimos de aprobación de créditos o tiempo de estudio.
Ello derivó en alta cobertura, pero a la vez bajos niveles de aprendizaje, alta deserción estudiantil y altos costos por titulado. Este sistema de acceso libre, sin control incluso de asistencia, refuerza su tendencia estructural a la baja calidad ante la ausencia de mecanismos externos de aseguramiento de la calidad. Sin embargo, parecería estarse modificando –en parte al menos- hacia un sistema selectivo de cupos con acceso por azar, aún más trágico para el país.
En algunas carreras se han establecido cupos, pero que se distribuyen por azar y no por méritos. Se sostiene ahora que por limitaciones de espacio y de calidad, el azar es el mecanismo más democrático para seleccionar el acceso. Es un enfoque de igualitarismo de la suerte, frente a lo que llaman la desigualdad de los méritos como mecanismo de selección. El mérito es visto como herencia de clases y de los padres, y se proclama al azar como un acto democrático, y eje en la construcción de una sociedad de iguales.
Veamos los casos. El ingreso actual en la UDELAR en el área de salud a la Escuela Universitaria de Tecnología Médica (EUTM), en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) y en la Escuela de Diseño de la Facultad de Arquitectura (total casi 25 carreras), se realiza mediante sorteo de cupos predefinidos. Es un acceso por azar y donde los que se prepararon más tienen las mismas chances que los que no se han esforzado ellos o sus familias. Ello va a contramano de la Declaración de los Derechos Humanos que firmó Uruguay que dice que “el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”.
En el Instituto Superior de Educación Física que antes realizaba pruebas prácticas y teóricas para seleccionar a los mejores, desde el 2013, cambio la política de acceso y decidió sustituir la prueba teórica de múltiple opción por el sorteo y mantener la prueba práctica, y desde el 2014 eliminó la instancia práctica, y el azar es la única barrera para acceder tanto en Montevideo como en el interior. Igualmente tiene cupos para el sorteo por departamento y para extranjeros. Se ha llegado a sostener que “no había ningún motivo que pudiera justificar el hecho de seleccionar.
Ni a nivel práctico ni a nivel teórico porque la selección se hace únicamente por la existencia de cupos”. También se planteó que es una cuestión de clase social ya que habían clubes privados que entrenaban a los aspirantes a ingresar al ISEF y que la gente que podía pagar y que había tenido, en su etapa de estudiante escolar, acceso a piscinas iba a tener mayor posibilidad que aquellos que no. Se argumenta que el sorteo es el mecanismo más democrático de selección ante las limitaciones de recursos y la alta demanda de acceso, y que liberar el ingreso a todos implicaría que los estudios tuvieran menor calidad académica.
En el caso de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica (EUTM), la selección por azar es a sus 18 carreras del área de tecnología médica en las 3 sedes y no importan los méritos. El sorteo es ordenado y centralizado, y se realiza por Internet con presencia de un escribano público, como parte de una política explícita del Consejo Directivo Central (CDC) de la UDELAR, bajo el actual Rector Markarian. Existe una página web para inscribirse en esos sorteos. https://preinscripciones.udelar.edu.uy/
La Declaración de los Derechos Humanos, que firmó Uruguay, establece una concepción por la cual el mérito es el criterio central para determinar el ingreso a la universidad en condiciones selectivas y que reconoce los esfuerzos de las personas. Ello además se asocia a quienes posteriormente tienen una mayor eficiencia de titulación. Igualmente, también el mérito, por su mayor correlación a los graduados, se conforma con la mejor asignación de los impuestos de las personas, dadas las externalidades positivas para todos de los egresados.
En este cambio “anti- meritocrático” si el mecanismo de acceso estudiantil se constituye en el azar (para quienes han cumplido el mínimo de ser bachiller), también cabría que la selección de los profesores debería ser por azar entre aquellos que cumplan los mínimos niveles. El máximo y la calidad dejan ser el mecanismo de selección social y del rol educativo, para pasarse a igualar por abajo, donde el azar se conforma como el mecanismo más idóneo.
El rechazo al mérito, para algunos se apoya en que crea desigualdades en tanto pone a la competencia y el éxito individual en el centro de los vínculos entre los seres humanos, e instaura una estructura de sectores privilegiados asociado a la educación y a las competencias y habilidades del conocimiento. El azar sería una forma de anular el mérito previo, aunque éste no elimina la desigualdad que crea la propia educación.
Sin embargo, cuando uno analiza las carreras donde no hay selección y hay además gratuidad, los pobres no ingresan a la educación superior. Con la selectividad es posible asignar mejor las becas a los que no tienen ingresos, reducir la deserción y tener mejor calidad. Con el azar no.
Tienen tanta posibilidad de ingresar los mejores como los peores. Es la justicia social del azar contra el esfuerzo. Al final el azar del sorteo es casi igual que el azar de la cuna, ya que no depende de los esfuerzos personales. Es claro que una sociedad justa debe buscar compensar las desigualdades, pero no será justa una sociedad sino recompensa los esfuerzos.
Aquellas desigualdades de las que las personas no son responsables son inmerecidas e injustas, mientras que las que derivan de la responsabilidad individual y el esfuerzo si son merecidas y justas. La sociedad uruguaya estableció la gratuidad en el acceso a la educación superior pero al mismo tiempo reconocía el principio del mérito. Hoy lo está abandonando. Es la misma filosofía del cambio de los abanderados. Pero peor aún, para la educación superior.
Colombia / 11 de noviembre de 2018 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar
La motivación es un aspecto fundamental en el proceso de aprendizaje, pues es el punto de inicio para que los estudiantes puedan abrir sus mentes hacia nuevos conocimientos. Entonces, ¿cómo despertarla?
Un alumno desmotivado no escucha, no se esfuerza, pierde interés y por ende, tiene dificultades a la hora de aprender. Pensando en esto, Aula Planeta comparte estos cinco pasos claves para motivar a los alumnos y despertar en ellos las ganas de aprender, un desafíos que los grandes profesores enfrentan a diario.
1. Busca lo que les apasiona
Puede ser un tema en concreto, un método de aprendizaje, un espacio de trabajo. Se trata de buscar aquello que encienda la chispa de la motivación, algo que llame su atención y despierte el interés por aprender. Escucha y conoce a tus alumnos para descubrir su pasión y ayudarles también a ellos a reconocerla. Una buena herramienta es la aplicación de la teoría de las inteligencias múltiples en el aula, que permite poner en prácticas estrategias didácticas diferenciadas. Aquí tienes ideas y recursos para probarla en clase.
2. Plantea el aprendizaje como un descubrimiento
Animar a los alumnos a que participen, crear expectativas con una meta atractiva e implicarles en el proceso de aprendizaje es clave para motivarles. El trabajo por proyectos, por ejemplo, es una estupenda opción y, además, al colaborar e investigar en equipo con otros alumnos, puede contribuir a aumentar su motivación. La iniciativa 20-Time, que propone a los estudiantes dedicar un 20 por ciento del horario escolar a sus propios proyectos personales, también es una idea muy interesante.
3. Enfoca el contenido desde la práctica
Siempre que sea posible, relaciona el aprendizaje con la realidad cercana de tus estudiantes, de modo que sean capaces de ver la utilidad de aquello que están aprendiendo. Así es mucho más fácil que se impliquen y se interesen, y afianzarán lo aprendido de manera mucho más eficaz. Por ejemplo, repasa química con experimentos cotidianos, enseña física en el parque de atracciones o muestra el lado más divertido y práctico de las matemáticas con retos y enigmas de la vida cotidiana.
4. Utiliza las TIC
Tus alumnos son nativos digitales y las TIC llaman su atención de forma natural. Puedes aprovechar este interés y apoyarte en las nuevas tecnologías para presentar los temas en el aula, completar los contenidos o trabajarlos de una forma diferente. Pero, sobre todo, anima a tus alumnos a utilizarlas para aprender: documentarse, practicar lo aprendido, ampliar conocimientos, llevar a cabo proyectos y experiencias… En nuestro blog tienes multitud de recursos para todas las asignaturas y temas.
5. Practica el refuerzo positivo
Un niño desmotivado puede estar también desilusionado y desanimado porque le resulta difícil mantener el ritmo de la clase, no mejora sus calificaciones o no resuelve bien los trabajos de clase. Puedes contribuir a romper ese círculo vicioso desmotivación-fracaso mediante el refuerzo positivo y el apoyo a conductas o actitudes positivas, para valorar más que los resultados. De este modo estarás animando a tus alumnos a seguir intentándolo, aprender de los fracasos y buscar soluciones sin rendirse. Reconoce el trabajo de aquellos alumnos a los que les cuesta más avanzar y premia el esfuerzo. Puedes utilizar los sistemas de recompensa que se aplican en la gamificación, como ClassDojo u OpenBadges.
México / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura
Doce días quedan de octubre y noviembre trae treinta. Al iniciar diciembre, asumirá el poder ejecutivo el licenciado López Obrador. En seis semanas. A partir de ese momento (o antes si los legisladores deciden no esperar a la toma de posesión) las modificaciones al artículo 3º que dieron lugar a la reforma educativa actual tendrán sus días contados. Esa cuenta, pues, no será larga.
Los cambios fueron varios, pero no aislados: al relacionarse producen, en conjunto y por su imbricación, lo que se llamó reforma educativa. En otras palabras, la resultante de sus vínculos es la reforma. De esto se sigue que, si ha de abrogarse, será necesario desatar lo que anudaron, tanto en el texto constitucional como las leyes reglamentarias.
Se ha generado un debate en torno a si el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, el INEE, debe o no continuar; si es necesario o no y, en su caso, con qué modificaciones. A mi juicio, la discusión yerra en su enfoque si no se considera que el INEE es parte integral de la reforma: una cosa es proponer que el INEE concebido e integrado a la reforma se mantenga, y otra si el país requiere una institución autónoma que genere información, válida y confiable, sobre el estado que guarda el sistema educativo con el fin de fincar, en ese conocimiento, tanto políticas y programas, como propuestas y críticas a las autoridades responsables que no pueden, ni deben, ser juez y parte.
En el apartado IX del tercero constitucional, se ubica al INEE como el coordinador del Sistema Nacional de Evaluación, mismo que se crea “para garantizar la prestación de servicios educativos de calidad”. Entre las tareas que se le asignan, hay una que es crucial para la reforma: “expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden”. Si el INEE evalúa los componentes, procesos o resultados del sistema (otra de sus funciones), ¿cuáles son las evaluaciones que le tocan a las autoridades? Las que tienen que ver con el ingreso, promoción y permanencia de los docentes. He ahí, creo, el quid del asunto: al Instituto se le dio la tarea de decirle al patrón cómo hacer su trabajo y, de ese modo, se incluyó al INEE en el terreno laboral y a fondo: determina lo que debe hacer la autoridad, por medio de la Coordinación del Servicio Profesional Docente, para evaluar y decidir quién ingresa al, o se promueve o permanece en, el trabajo. Los lineamientos no son sugerencias, son mandato. Entonces, como entidad autónoma y máxima autoridad en materia de evaluación, ha legitimado los procedimientos contractuales. Por ello, mantener el INEE de la reforma actual no es conveniente.
Sostener esta posición no implica que se considere innecesaria otra institución, autónoma, que produzca información certera, la analice y difunda. Al contrario, es crucial. Es imprescindible un Sistema Nacional de Información Educativa confiable, ajeno a las relaciones laborales, cuya coordinación resida en un organismo autónomo, conocedor del sistema. Valga la comparación: un INEGI educativo. Hay en el actual INEE personas muy calificadas para hacer esta labor. Lo han hecho: deberían ser parte de la nueva entidad que, por cierto, ha de tener tamaño razonable y una forma de gobierno inteligente.
Aunque parezca paradójico, creo que es preciso que se elimine al INEE actual, por ser parte fundamental del engranaje de la reforma laboral del gobierno que termina, para dar lugar a la institución que, sin duda, se requiere. Ha de ser distinta, fuera de la “arquitectura” legal de la reforma vigente, dentro de otro proyecto de transformación educativa que, ojalá, sí esté guiado por mejorar el aprendizaje y la formación de los docentes. Un instituto autónomo sí, pero no así.
¿Investigas sobre la evaluación de políticas y programas educativos? INEE y @Conacyt_MX te invitan a participar en esta convocatoria para apoyar propuestas de investigación en evaluación de la educación. Consulta las bases y participa https://t.co/CVNwwra4Cfpic.twitter.com/PYjQYfcTuD
Costa Rica – España / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Telenoticias Redacción / Fuente: Teletica
En la entrevista Bona señala que los maestros deben abrir puertas para que los niños demuestren toda su creatividad.
Trabajar con la creatividad de los niños y hacerla el centro del aprendizaje es vital para que tengan una muy buena educación.
Esa es la filosofía de César Bona, profesor español de primaria y quien es considerado uno de los mejores maestros del mundo.
En entrevista en Telenoticias, Bona señala que los maestros deben abrir puertas para que los niños demuestren toda su creatividad.
Además, destaca que se debe educar con “buen corazón y para la sociedad, con compromiso social y por la naturaleza”.
“Tenemos que ser curiosos, estimular la creatividad de los niños y sobre todo pensar que cada gesto o palabra influye en los niños, porque un maestro o maestra marca vidas”, argumentó.
Observe la entrevista completa en el video adjunto.
España / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Paula Clemente / Fuente: El Mundo
El debate sobre la entrada de los dispositivos tecnológicos en el aula está más vivo que nunca, tanto, que ya se discuten ramificaciones del mismo: ¿Inteligencia Artificial en la gestión de contenidos? ¿Tienen sentido los métodos clásicos de enseñanza? ¿Cuáles son las claves para sobrevivir?
Francia. Diciembre del año pasado. Se anuncia la prohibición del teléfono móvil en el colegio. Incluso en el recreo. 2018. Empieza el nuevo curso. La prohibición se hace efectiva. Y el debate, consecuentemente, estalla. ¿Es lógico apartar a los adolescentes de la que hoy es su mano derecha? ¿No estábamos hablando de introducir tecnología en el aula como nueva fuente de aprendizaje?
Una investigación llevada a cabo por encargo de Norton by Symantec revela que casi la mitad (49%) de los padres españoles considera que la tecnología y los dispositivos móviles pueden ayudar a reforzar las capacidades de aprendizaje y resolución de problemas de sus hijos, pero que el 53% piensa que el tiempo frente a la pantalla del móvil afecta la calidad del sueño de sus hijos.
Si se mira hacia Europa, el planteamiento es parecido: gran parte de los padres creen que las tecnologías llevadas al aula fomentan la creatividad y la felicidad de los niños y, al mismo tiempo, se manifiestan preocupados por el impacto perjudicial de los dispositivos sobre sus niveles de energía, sus habilidades sociales y su salud mental.
«Vamos a poner sentido común: el dispositivo móvil se ha convertido en la pantalla que concentra todas las demás pantallas», expone el fundador y Director General de Outliers School (escuela de ideación ágil para resolver retos de cultura digital), Hugo Pardo. «Hace diez años que decimos que tenemos que incorporar las TIC al aula y hemos acabado pasando de un extremo a otro».
Según el mismo, existe un punto intermedio que tiene que ver con que el móvil es a veces una herramienta súper apropiada para resolver algunas didácticas y, a la vez, completamente inapropiado para trabajar con otras, porque puede ser distractiva. «Si entendemos que todo espacio es un aula, que cualquier espacio es un espacio de aprendizaje, entonces el móvil también ayuda», prosigue. «También es una cuestión de empatía: entender que el nivel de atención se ha reducido, y que si el nivel de atención baja, es el momento de pasar a otro tipo de dinámicas».
Hugo Pardo es uno de los ponentes en Edutec 2018, un encuentro celebrado en Lleida esta semana y dirigido a profesores cuyo ámbito de interés es la tecnología educativa o investigadores que saquen partido de las tecnologías digitales en educación. Un evento que quiere, precisamente, poner luz sobre todas estas nuevas dinámicas en las que, inevitablemente, la tecnología es factor clave.
«Es importante ver la tecnología como un elemento que favorece la inclusión y que facilita que la educación llegue a cuanta más gente mejor: la tecnología de la que hablamos no es una herramienta con una mirada elitista o hecha solo para algunos, sino que esté inmersa en un contexto social«, señala el responsable de la organización del evento, Xavier Carrera. «La tecnología permite, además, que haya espacios abiertos a coste reducido o incluso cero en cuanto a oferta formativa».
Si permanece el debate en el campo de la educación infantil y juvenil, todo eso se traduce en mucha más flexibilidad a la hora de encontrar momentos para el aprendizaje y un importantísimo avance en la personalización de la educación: «estamos empezando a ver que estos sistemas de plataformas de Inteligencia Artificial pueden ser capaces de avanzar en este sentido, no estamos en el momento óptimo, ni aun hemos llegado, pero es una línea emergente que hay que vigilar y ver cómo se desarrolla en los próximos años», añade Carrera.
El futuro, coincide Rafael Villalón, se deriva cada vez más hacia la búsqueda de la formación personalizada. Este es el CEO de la start up de desarrollo de metodologías y creación de contenido, Didáctica Digital. Empresa hoy significada por la herramienta digital Supertics para apoyar la comprensión lectora y el aprendizaje de matemáticas.
Se trata de una herramienta que evalúa si un niño está preparado física e intelectualmente para empezar a aprender el proceso lector, que propone ejercicios para realizar el aprendizaje, que mediante Inteligencia Artificial adapta el contenido que le muestra al niño al ritmo que la máquina percibe que tiene y que comparte con el docente toda la estadística que genera el alumno con su actividad. Sobre todo, para que él conforme así toda la serie de dinámicas que propondrá en clase.
«No todo es tecnología, la tecnología apoya la tarea de los docentes, que reciben información individualizada para luego realizar sus actividades en el aula», señala Rafael Villalón. «Muchas personas dicen que se tienen que eliminar los libros en papel, y yo no lo creo: son un recurso más y cada recurso tiene su momento».
Misma perspectiva que secunda Babble, una plataforma para aprender idiomas, cuyo sistema de aprendizaje combina métodos de educación que se han probado efectivos con la tecnologías más puntera en el sector y que lleva ya más de diez años en el mercado. «Nadie aprende un idioma solo con un libro o una App, la gente usa la App, escucha podcasts, lee libros… por eso creemos que la clave es integrarlo todo para que las experiencias combinen bien unas con otras«, plantea el cofundador y CTO de la compañía, Thomas Holl. «Lo bueno es que por primera vez tenemos datos para ver cómo y a qué ritmo está aprendiendo la gente y adaptar el currículum a cómo lo está haciendo».
La clave de futuro, coincide Holl, es combinar la tecnología con la interacción humana, por eso tienen claro que la Inteligencia Artificial debe introducirse gradualmente y siempre apoyada por un laborioso trabajo de investigación, sobre todo en una herramienta online pensada para usarse en casa.
Lingokids, otra plataforma de aprendizaje de inglés, en este caso para niños, y que acaba de recibir premio a la start up con mayor impacto social en educación en los enlightED Awards 2018, otorgados por Fundación Telefónica, IE University y South Summit, parte del mismo objetivo.
«Hay padres que llevan a los hijos a academias de idiomas, pero eso no quita que muchas veces estén en casa y le pongan un rato nuestros contenidos en el móvil; tampoco queremos que el niño se enganche al móvil, pero si está 15 o 30 minutos al día, mejor que sea con contenido didáctico», reflexiona el cofundador y CEO de la empresa, Cristóbal Viedma.
«El tema es encontrar el equilibro», apoya la investigadora principal del grupo de investigación consolidado de la EMA, Begoña Gros. «De hecho, aunque se hable mucho de la digitalización de las escuelas, esto es un poco falso en el sentido de que no hay escuelas en las que un niño esté todo el día en frente de la pantalla«,
Y se ha demostrado que con poco, ya se puede disponer de información de seguimiento que se ha tornado imprescindible para el profesor. Siempre y cuando (y ahí otro gran debate) la tecnología permanezca subyugada al humano. Porque la Inteligencia Artificial en este campo también ha sido colocada en pleno centro de discusión: ¿qué ocurre si, dejando en manos de robots inteligentes el contenido, la atribución de notas y la decisiones importantes respecto a su avance, se perpetúan sesgos?
«La idea no es automatizar nuestra imparcialidad, nosotros queremos usarla para entender patrones, y ver qué puede hacer exitoso a un alumno para introducir esa información en el sistema», responde la máxima responsable de ventas en Salesforce.org, Allyson Fryhoff. «Puede facilitar a los humanos su trabajo: si un tutor tiene 100 alumnos, es muy difícil estar al 100% para ellos, y ahí es donde Einstein [la propuesta tecnológica en este campo de Salesforce] puede ayudar».
Salesforce.org ha organizado, también esta semana, el evento Horizons 2018 con la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona como partner y anfitriona, para reflexionar en torno a la transformación educativa.
«Piensa en padres con hijos de cinco, diez o 15 años: estos quieren interacciones con la escuela del mismo modo que las tienen con Amazon», prosigue la misma. «Hoy todos estamos muy ocupados, padres y estudiantes, y la tecnología está ahí para dejar que esta interacción ocurra de forma sencilla«. De hecho, en su portfolio de soluciones tecnológicas para el entorno de la educación, confluyen tanto herramientas relacionadas con el contenido y el progreso formativo tipo Einstein, como soluciones para hacer mucho más ágil la gestión documental referente a admisiones escolares, pagos y relaciones entre padres y docentes.
En base a toda su experiencia, Allyson Fryhoff plantea tres retos: introducir la tecnología en el aula de forma beneficiosa para todos, usar la tecnología para que gente con menos recursos no se quede fuera del radar de la educación y fomentar la formación en pequeñas piezas para facilitar que la gente pueda aprender nuevas profesiones de forma fácil.
Y es que, de hecho, el otro gran tema (si se traslada el foco a la formación adulta) es el amplio abanico que abren las nuevas tecnologías. Un informe de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) comparte que, desde el año 2000, la formación por Internet ha crecido un 900% a nivel mundial.
«Hoy existe la necesidad de formarse a lo largo de toda la vida, y en un mundo tan competitivo, dicha formación constante ha sido durante años un privilegio que no todos se han podido permitir, pero las tecnologías están democratizando el acceso a la formación». Quien reflexiona, en este caso, es Llibert Argerich, el Vicepresidente de Marketing de Udemy: un Marketplace global de enseñanza online donde más de 24 millones de estudiantes aprenden de unos 80.000 cursos impartidos por instructores expertos.
«Uno de los puntos por el que más nos preguntan es por si la educación online ha venido a sustituir a los sistemas de educación tradicional, y no es así: la formación online es un complemento que busca facilitar que una persona pueda formarse en lo que desee a lo largo de toda su vida«, argumenta Argerich. «La educación tradicional y las nuevas metodologías de enseñanza deben ir de la mano para adaptarse a la velocidad de los cambios del mercado laboral y de la sociedad y conseguir así la máxima efectividad».
La clave, coinciden todos, es que se forme a los docentes para que entiendan el potencial (y riesgos) de la tecnología. Que comprendan que es una herramienta más que no pueden obviar, siempre y cuando sepan sacarle el máximo partido sin que se convierta en una fuente de distracción más en el aula. Y que abrir semejante cuestión, desemboca en otras, como que quizás ciertas dinámicas han quedado obsoletas.
«Evidentemente, cuantas más interfaces tengas compitiendo por su atención, mayor esfuerzo deberás hacer para lograr el interés del otro: si eres una interfaz monopólica, hagas lo que hagas vas a tener la atención de la audiencia, que es un poco lo que les pasaba a los profesores de antes», concluye Hugo Pardo. «Si el profesor hoy juega a ser el más inteligente del aula, siempre va a tener el mismo problema: hoy hay un profesor que lo es más, que es el teléfono móvil, así que lo que debe lograr es que el aula sea un espacio de interacción y de creación de equipos y redes».
Las ciencias naturales pueden ser muy divertidas. Conoce algunas herramientas digitales, así como experimentos para hacer en casa o en el aula. Hay un mundo de animales y plantas por descubrir.
“Cuantas más cosas tocaba, aprendiéndome tanto sus nombres como aquello para lo que servían, más dichosa me sentía y más confianza tenía en mi sintonía con el mundo”, escribió la activista estadounidense Hellen Keller en el siglo XIX. Se refería a todo lo que la rodeaba: personas, edificios, libros, plantas y animales.
En ese tiempo solo se podía aprender del mundo animal y vegetal a través de la experimentación en campo o de libros especializados, muy difíciles de entender. Keller era sordociega. Sin embargo, vivió maravillada del mundo de la naturaleza. Y como muchos autores, biológos y activistas alrededor del mundo, apreciaba la magia inexplicable que ofrecía ese mundo inmenso de árboles, flores y animales de todo tipo, que estaba allí afuera.
>> Inspírate con estas ideas de proyectos de ciencia para realizar en clase o en casa:
Biología avanzada
Hoy, más de un siglo después, la manera de aprender ha cambiado radicalmente. Ahora tenemos a nuestra disposición diversas herramientas tecnológicas que podemos usar con facilidad. Ya sea desde un celular o una computadora, un niño puede aprender de forma didáctica y entretenida sobre el medio ambiente, incluso reconocer plantas, insectos, animales y á. Keller, sin duda, envidiaría nuestra época.
¿Por qué es importante conocer el reino de los animales y las plantas? Para la bióloga Florencia Trama, quien trabaja con niños, adolescentes y docentes de escuelas rurales de la zona de Oxapampa, es fundamental el aprendizaje de las ciencias, no solo por curiosidad, sino también para proteger el planeta.
“No se cuida lo que no se quiere. Y no se quiere lo que no se conoce”, dice Trama, que organiza campamentos científicos para la enseñanza vivencial de la vida en los bosques. “Sensibilizar y educar sobre los animales y plantas, la biología y el mundo que nos rodea es necesario para crear conciencia ecológica”, afirma.
La autora del libro ilustrado para niños Donde nacen los ríos, y que cuenta con una aplicación web de realidad aumentada para conocer la vida en los bosques nublados de Oxapampa, destaca que es necesario la correcta guía para los chicos, en el uso de las diversas herramientas tecnológicas para aprender sobre la naturaleza.
Estas herramientas digitales son variadas y cada vez más elaboradas. Y son muy útiles para dictar los cursos de Ciencia, Tecnología y Ambiente (primaria) y Biología (secundaria). ¡Te invitamos a conocerlas!
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