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¿Cuántas veces debe estar expuesto el cerebro a una palabra para aprenderla?

Por: BBC Mundo

¿Alguna vez te has puesto a pensar cuántas veces necesitas escuchar una palabra para incorporarla a tu vocabulario?

¿Una, cinco, diez, veinte?

También es posible que no necesites la misma cantidad de repeticiones para aprender todas las palabras. Tal vez con algunas precises menos tiempo que con otras.

Pero entonces ¿se puede establecer un número?

Exposición

La cantidad de veces en el que el cerebro de un estudiante debe estar expuesto a una palabra para aprenderla ya preocupaba a los miembros del departamento de Investigaciones Educativas de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, hace más de medio siglo.

MaestraDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa exposición reiterada es la clave para aprender nuevo vocabulario, aseguran los expertos.

En concreto, en 1965 los especialistas en educación y psicología David Ausubel y Mohamed Youssef de esa casa de estudios llegaron a la conclusión de que un estudiante necesita estar expuesto a una palabra 17 veces para aprenderla.

Y en la actualidad los expertos dicen que el promedio va de entre 15 a 20 veces.

Incluso, basándose en esta premisa, el Departamento de Educación de Estados Unidos publicó recomendaciones para mejorar la alfabetización de los adolescentes.

Una de las sugerencias para mejorar el vocabulario es la repetición de la exposición de nuevas palabras en un contexto tanto escrito como oral y dando lugar a la práctica.

Por esto, BBC Mundo consultó a Catherine Snow, profesora de Educación en la cátedra Patricia Albjerg Graham de la Universidad de Harvard.

Línea
Cerebro sobre un libro.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionAunque no es un músculo, al cerebro de un estudiante hay que entrenarlo.

¿Por qué el cerebro necesita estar expuesto tantas veces a una palabra para aprenderla?

En primer lugar, este es un promedio entre muchas palabras y condiciones diferentes de aprendizaje. A veces solo toma una vez aprender el significado de una palabra. Puedes apuntar a algo y decir la palabra y los niños la recordarán, la aprenderán y la llamarán así de ahí en adelante. Pero el significado de muchas palabras no puede encapsularse en señalar un objeto o una imagen. Hay muchas cosas que aprender sobre otras palabras, no solo cómo las pronuncias o lo que significan, sino también el contexto adecuado para usarlas.

Entonces para entender el contexto en el que aparecen muchas palabras es necesario que la escuches 10, 20 o 30 veces para que tengas un buen sentido de las múltiples estructuras en las que pueda aparecer.

Tenemos que pensar en estas 15 o 20 veces de exposición como un promedio entre palabras fáciles y difíciles, aquellas con un significado simple contra las que cuentan con uno complejo.

Es posible aprender una palabra en una primera exposición, pero las posibilidades son pocas».

Catherine Snow, profesora de Educación en la Universidad de Harvard.

¿Qué sucede con los estudiantes de un segundo idioma?

Para el caso de los estudiantes de un segundo idioma se espera que aprendan unas 200 palabras por semana. Algunas de esas palabras la aprenderán, pero no podemos estar seguros si las recordarán.

¿Y cuál es la estrategia?

El diseño típico es que el maestro seleccione las 200 palabras para enseñar esa semana y asegurarse de que los alumnos estén expuestos a ellas unas cinco veces en el día en que se supone que deben ser introducidas. Al día siguiente, cuatro veces. Tres veces el próximo par de días. Y luego una o dos veces la semana después. De este modo existen muchas oportunidades para que el alumno escuche o lea esas palabras, y así asegurarse de que se produzca la consolidación de la memoria (proceso por el cual la memoria a corto plazo pasa a la memoria a largo plazo).

Este promedio de exposición del cerebro para aprender una palabra ¿se aplica a cualquier edad?

Los datos con los que contamos son en el marco de la enseñanza de idiomas. Ese es el único lugar donde se puede saber con qué frecuencia se expone una palabra al alumno, porque con los niños pequeños no sabemos cuán a menudo usamos una palabra antes de que la aprendan.

Todo sugiere que a partir de los 15 años los estudiantes son más eficientes en el aprendizaje, ya que pueden estudiar por sí solos y usar bibliografía para reforzar los conocimientos. Entonces, creo que los estudiantes más jóvenes probablemente necesitarían más exposición.

Catherine Snow (Foto: Universidad de Harvard)Derechos de autor de la imagenUNIVERSIDAD DE HARVARD
Image captionCatherine Snow sostiene que en promedio el cerebro necesita estar expuesto a una palabra entre 15 y 20 veces para aprenderla. (Foto: Escuela de Educación de la Universidad de Harvard)

¿Cuál es su experiencia en torno a la cantidad de veces que el cerebro debe estar expuesto para aprender un idioma?

Es posible aprender una palabra en una primera exposición, pero las posibilidades son pocas, según lo revelan las estadísticas. La forma de asegurarse es proporcionando múltiples exposiciones. Pero también es más fácil enseñar palabras si están relacionadas entre sí. La forma en que yo lo hago es: primero mostrar una foto de un tema en el que los estudiantes estén interesados y luego pensar qué palabras realmente se necesitan para hablar sobre ese tema. Luego presentar lecturas y oportunidades para escribir relacionadas y las palabras naturalmente se repetirán múltiples veces.

¿Puede mencionar alguna otra estrategia para hacer que los alumnos aprendan una nueva palabra?

Averiguar cómo hacer que los estudiantes usen las palabras de forma oral y escrita. De esta manera es mucho más probable que formen lo que llamamos una representación léxica de alta calidad (que incluye una ortografía, semántica y fonética detallada).

Hay palabras que conocemos, aunque no estemos muy seguros de cómo deletrearlas o pronunciarlas, pero puedes entenderlas si las lees. Esas palabras son frágiles en nuestro vocabulario. Sin embargo, si puedes hacer que los niños entiendan cómo usarlas, es más probable que las recuerden.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-41674285

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Isabel Solé: “Ceñir la lectura a un nivel instrumental es limitador”

Fuente: http://blog.tiching.com

Isabel Solé

“No hay dos personas que lean el mismo libro” ¿Está de acuerdo con esta frase de Edmund Wilson?
Claro que hay muchas personas que leen el mismo libro, lo que quería decir Wilson es que no hay un libro que tenga una sola interpretación. A pesar de que todos leamos el mismo texto, cada uno hace una interpretación peculiar de aquello que ha leído. Esto no es muy diferente a lo que ocurre cuando escuchamos una conferencia, cuando vemos una película o cuando observamos una obra artística. En cada una de nuestra acciones interviene lo que nosotros aportamos a nivel cognitivo y emocional y esto es lo que nos hace llegar a una determinada interpretación.

La forma en la que un niño o niña aprende a leer, ¿de qué manera condiciona su capacidad de aprendizaje?
Para responder esta pregunta deberíamos remitirnos a muchos aspectos que tienen que ver con lo que significa aprender a leer. De forma muy simplificada, podemos decir que la forma en la que un niño aprende a leer determina cómo entiende el papel de la lectura. Lo que puede influir en la capacidad de aprendizaje es que enseñemos que la lectura va más allá de aprender a decodificar la escritura.

¿Qué formas hay de aprender a leer?
Cuando enseñamos a leer de forma que lo importante es entender lo que dice el texto, probablemente la aproximación de estos niños a la lectura estará muy condicionada a esta idea. Cuando la forma de aprender a leer contempla las aportaciones que el niño hace respecto a la lectura, el niño entiende que el texto es algo sobre lo que se puede pensar, reflexionar… Esto le da una visión enriquecida y aprende  que la lectura es un instrumento que le sirve, no solo para saber lo que el texto dice, sino también para revisar sus propias ideas, para aprender…

¿Se tiene esto en cuenta hoy en día en las aulas?
Los estudios indican que se invierte mucho tiempo en que los niños aprendan a leer, es decir, se invierte en los estadios iniciales de la lectura, que son muy importantes, pero se dedica menos esfuerzo a enseñar a utilizar la lectura para aprender contenidos complejos como son los de las áreas curriculares. Es frecuente la creencia cómoda, pero equivocada, de que cuando un niño o niña sabe descifrar textos puede aprender a través de la lectura.

Y, en cambio, ¿cuál es la realidad?
La competencia lectora no es una capacidad que se adquiere, se convierte en estable y se aplica tal cual como si fuera un patrón. Es una capacidad que se moldea, se hace más flexible a medida que vamos leyendo textos de complejidad diversa y que nos sirven para resolver distintas tareas y lograr diferentes objetivos de lectura. Todo esto exige que se enseñe a poder trabajar el texto: relacionar información dispersa, analizar, buscar las ideas principales, etc. A enseñar estos aspectos se presta menos dedicación de la que se debería.

¿Todos los niños aprenden a leer al mismo tiempo?
No. Para que los niños puedan aprender a leer, deben entender lo que la escritura representa, su relación con el lenguaje oral. Esto lo explican muy bien Ana Teberosky y Emilia Ferreiro en sus investigaciones. Los niños deben entender qué es un sonido, qué es una letra, deben saber aislar una letra en el conjunto de una palabra, o lo que es más difícil, aislar un sonido en una emisión fonética continua. Deben saber aislar segmentos y hacer correspondencias. Esto es un proceso lento y apasionante, y que cada niño hace a su ritmo, aunque la curiosidad que suelen tener sobre el tema facilita mucho las cosas.

¿Qué influye en este aprendizaje?
Las experiencias que ellos tienen en el lenguaje escrito son muy importantes. Hay familias en las que el lenguaje escrito está muy presente en su día a día y familias en las que lo está menos. De la misma forma que hay familias en las que la música está muy integrada y otras en las que no lo está. Esto hace que para algunos niños el proceso esté más estimulado y pueda ser más rápido, y que en otros niños el proceso vaya más despacio. Aunque nunca es un problema, al final todos los niños lo acaban haciendo.

Y cuando hablamos de aprender a reflexionar y a interpretar los textos, ¿también hay un ritmo individual?
Por supuesto, cada niño aprende todo a su ritmo. Cada alumno llegará a metas diferentes en tiempos diferentes. Además, este es un proceso de ir y venir. Lo que no podemos esperar es que todos hagan lo mismo con un mismo contenido porque sus experiencias y su motivación varían en cada caso.

¿Piensa que un niño o adolescente puede leer cualquier libro o deben tener cierta calidad literaria?
Lo que sería interesante es que los niños tuvieran a su alcance muchas lecturas y que fueran de mucha calidad. Que tengan mucha libertad para poder escoger: todo lo que tiene que ver con el disfrute de la lectura está directamente relacionado con el respeto que tenemos por sus deseos a la hora de escoger.

¿Es un error habitual?
En nuestra formación literaria tiene cabida el habernos equivocado muchas veces con los libros, así como la capacidad de seguir determinadas corrientes o autores, etc. Lo que hay que primar es que los niños lean.

Una interesante reflexión…
Hay maestros o padres preocupados porque los niños solo quieren leer cómics, pero igual ellos solo leen novela policíaca. Lo importante es que los niños se enganchen con la lectura. Cuando vemos que hay mucha reiteración o que se enfocan solo a un género es el momento de invitarles a leer cosas distintas, pero sin hacer uso de la imposición. Como dice Pennac, “el verbo leer, como otros verbos (amar, por ejemplo), tolera mal el imperativo.”

Con un entorno tan estimulante como el que rodea a los niños y niñas hoy en día, ¿cómo se consigue la concentración necesaria para poder comprender aquello que se lee?
La competencia con lo audiovisual es dura, tiene mucho atractivo y exige menos esfuerzo cognitivo. Si un niño puede escoger, seguramente escogerá lo más fácil y lo que socialmente se valora más. Nuestra sociedad no valora mucho el conocimiento ni las características vinculadas a la lectura: la concentración, la pausa, el detalle, la tranquilidad, el silencio. Creo que la mejor manera es que los adultos que forman parte del entorno del niño le inviten a leer y den ejemplo. No intentando que dejen de estar atraídos por otros entretenimientos, pero sí dando valor a la lectura. Es muy importante el papel de las personas que son importantes para ellos.

¿Qué implica la lectura comprensiva? 
En la lectura comprensiva interviene el texto, pero también el formato, el contenido, la densidad informativa… además de lo que aportamos nosotros como lectores: la finalidad con la que leemos, los conocimientos previos, el sentido que le damos a esta lectura, nuestras creencias, etc. Interviene asimismo la capacidad que tenemos para procesar la información del texto y ser estratégicos con ella.

Son muchos factores a tener en cuenta. 
La lectura es una actividad cognitiva muy compleja. Esto explica también que dos lectores no entiendan exactamente lo mismo cuando leen el mismo texto o que un mismo lector aborde un texto en diferentes momentos de su vida y extraiga cosas diferentes. La lectura no es solo “decir” lo que dice el texto,  sino elaborar una interpretación propia para dicho texto, poder comprenderlo y desentrañarlo.

¿Cuáles son las claves para una comprensión lectora óptima?
Todas las condiciones anteriores entran en juego. Muchas veces al leer nos damos cuenta que no entendemos nada: puede ser porque no tenemos suficiente conocimiento previo para entender lo que dice ese texto, quizá porque no sabemos por qué lo estamos leyendo, o porque nos aburre.Es necesario tener en cuenta estas variables, sobre todo desde el punto de vista de la educación. La lectura se enfocará de distinta manera si las lecturas tienen sentido y responden a una finalidad visible para el lector, si se adaptan a sus conocimientos previos. Pero deben tenerse en cuenta todas las variables.

Comenta que con frecuencia la enseñanza de la lectura se orienta a saber qué dice el texto y no a la reflexión libre. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta perspectiva?
Saber qué dicen los textos está muy bien, el problema es ceñir la lectura a un nivel puramente instrumental porque esto es limitador. Leer nos permite saber qué dicen otros sobre un tema, pero también nos permite reflexionar pensar sobre lo que nosotros mismos pensamos. Es una función de la lectura más epistémica, orientada a mejorar nuestro conocimiento y de lectura crítica. Sabernos situar delante de los textos es importante.

¿Y cómo podemos llegar a conseguirlo?
Lo que les pedimos a los estudiantes no se puede limitar a que reproduzcan qué dicen los textos, sino que deben ser tareas orientadas a que digan qué piensan de ellos y que encuentren argumentos para apoyar su propia interpretación, relacionándolo con otras cosas que han leído. La simplificación está en no ver la diversidad de formas de ser lector, y de formas diferentes de procesar la información. Es importante saber que seguimos aprendiendo a leer a lo largo de nuestra vida, el aprendizaje de la lectura solo empieza en la escuela.

¿Qué quiere decir exactamente?
Hay que dar a conocer la lectura en todas sus dimensiones, no hay ninguna razón por la que la lectura se deba enseñar únicamente de manera reproductiva o instrumental. Esto exige que entendamos qué significa leer y para qué nos sirve la lectura. Cada disciplina científica tiene su manera peculiar de codificar la información, por lo que exige una forma determinada de leer y de escribir. El aprendizaje de la lectura no puede limitarse a aprender a leer textos narrativos en una determinada etapa del sistema educativo: aprender a leer de forma profunda, crítica y epistémica es un proceso que no se desprende de lo anterior, y al que hay que prestarle la atención que se merece a lo largo de toda la escolaridad.

¿Se deben propiciar espacios educativos para la lectura?
Todo lo que favorezca la lectura está muy bien. En los primeros cursos de escolaridad esto se entiende bien: hay espacios cómodos con estanterías con libros en un ambiente agradable y cuidado. También ayuda la idea de que no se puede leer todo en cualquier lugar. Yo,  si voy en el metro,  puedo leer un correo o una novela -¡aunque seguramente no la disfruto igual que en una hamaca!-, pero no un ensayo, o una propuesta de contrato, que requieren mayor concentración.

¿Deben tener una característica especial?
Lo que es más importante de estos espacios es que se utilicen, y que lo utilicemos todos. Que no sea un espacio donde los niños van cuando han acabado una tarea, o cuando el profesor está haciendo otra tarea (corrigiendo, por ejemplo), porque entonces tiene una consideración como “de relleno”. Si la lectura importa, entonces debe tener un tiempo para todos, incluidos los profesores. Quizá ellos serán, para algunos estudiantes, los únicos adultos significativos a los que pueden ver leyendo.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/isabel-sole-cenir-lectura-nivel-instrumental-es-limitador/

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Crisis de aprendizaje

08 de noviembre de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com

Por: PCNPOST

617 millones de niños y adolescentes no están recibiendo conocimientos mínimos en lectura y matemática

Nuevos datos proporcionados por el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) revelan que, a nivel mundial, 617 millones de niños y adolescentes no logran alcanzar los niveles mínimos de conocimientos en lectura y matemática requeridos. De acuerdo al UIS, esto apunta a una “crisis de aprendizaje” que podría poner en riesgo el avance hacia la materialización de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El desglose de los datos muestra que más de 387 millones de niños en edad de cursar educación primaria (56%) y 230 millones de adolescentes en edad de cursar educación secundaria baja (61%) no lograrán los niveles mínimos de conocimientos en lectura y matemática.

África Subsahariana concentra la cifra más alta: 202 millones de niños y adolescentes no están aprendiendo estas asignaturas esenciales. En toda la región, prácticamente nueve de cada diez niños entre las edades de 6 y 14 no adquirirán los niveles mínimos de conocimiento en lectura y matemática. En Asia Central y del Sur, se ha identificado el segundo nivel más alto de niños en esta situación cifra que alcanza al 81% de esta población, es decir 241 millones de niños.

La mayoría de los niños en situación de no aprendizaje asisten a la escuela:

Quizás los más sorprendente – y alarmante – es que dos tercios de los niños que no logran aprender se encuentran escolarizados. De los 387 millones niños en edad de cursar educación primaria que no pueden leer correctamente, 262 millones asisten a clases. Adicionalmente, se ha identificado a cerca de 137 millones de adolescentes en edad de cursar educación secundaria baja que, a pesar de asistir a la escuela, no han logrado alcanzar niveles mínimos de competencia en lectura.

Los datos sugieren que las nuevas cifras son el resultado de tres problemas de ocurrencia común. Primero, acceso limitado a la escuela, situación que implica que los niños no escolarizados tendrán escasas o ninguna posibilidad de lograr un nivel mínimo de conocimientos. Segundo, el hecho de no lograr retener a los niños en la escuela ni poder darles la orientación necesaria durante su trayectoria escolar. Tercero, el tema de la calidad de la educación que se imparte en el aula.

Una llamada de alerta

Las cifras son abrumadoras tanto en términos del potencial humano desperdiciado como de las expectativas de desarrollo sostenible. Sin embargo, muchos de estos niños no están ni ocultos ni aislados de sus gobiernos o comunidades ya que forman parte del aula y cada uno alberga sus propias aspiraciones y potencial. Podemos ayudar a estos niños, aunque no basta con desear que permanezcan en la escuela y aprendan los conceptos básicos. Las última información dada a conocer representa una llamada de alerta en el sentido que se deben realizar muchas más inversiones destinadas a mejorar la calidad de la educación: Silvia Montoya, Directora del UIS.

Los objetivos mundiales de la educación son claros: el Objetivo 4 de Desarrollo Sostenible (ODS 4) busca que los gobiernos se comprometan a garantizar “una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos”. Los nuevos datos son los primeros en medir el avance hacia la consecución de la meta 4.1 de los ODS, que requiere una educación primaria y secundaria que constituya una vía hacia “el aprendizaje pertinente y eficaz”. UNESCO

Fuente artículo: http://pcnpost.com/crisis-de-aprendizaje/

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Xavier Kirchner: “Las TIC permiten la heterogeneidad en clase”

08 de noviembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Xavier Kirchner

Fue el precursor de la introducción de las TIC en el aula a través del programa EduCAT1x1. ¿Cómo nació la idea?
Durante la etapa en la que fui director de segundo nivel en el centro de I+D de Telefónica en Barcelona, muchas de las personas con las que trabajaba, en su mayoría jóvenes, eran precursores de lo que hoy llamamos nativos digitales: tenían la capacidad de hacer muchas cosas en paralelo. Fue cuando tomé conciencia de que se debía potenciar esa habilidad y de que la educación no podía seguir siendo lineal como hasta entonces.

Y, de la idea al hecho, ¿qué pasos siguió?
Me reuní con el Consejero de Educación en aquel momento, Ernest Maragall, y le propuse iniciar un proyecto para avanzar en la implementación de la educación digital. Además, la coyuntura era favorable: en primer lugar, la idea tuvo muy buena acogida entre la comunidad educativa; en segundo lugar, ya existía la posibilidad de acceder a netbooks económicos; en tercer lugar, habían nacido iniciativas para poner al alcance de los profesores libros de texto digitales; y, por último, el Ministerio de Educación había puesto en marcha el programa Escuela 2.0, que permitió invertir en infraestructura y llevar wifi a las escuelas. Todo ello facilitó el nacimiento de EduCAT1x1.

Debió de haber dificultades…
Podría nombrar muchas, pero la más grande vino de la mano de la conectividad de las escuelas, que fallaba mucho y que costaba arreglar porque había varias empresas responsables de garantizarla. No había un ente único que se encargara de extremo a extremo de la conectividad y esto dificultaba encontrar y solucionar los problemas.

¿Estamos preparados para asumir el reto de introducir la tecnología en el aula?
Sí, porque la tecnología digital está en la vida de todos. Todo el mundo está colgado de un smartphone, usa una tablet o un ordenador. No hay una brecha digital que deje a los ciudadanos fuera del sistema. En el caso de Cataluña, hay una oferta editorial importantísima y las escuelas tienen ya la infraestructura adecuada. El único problema que había antes es que no existían los recursos para introducir la tecnología digital de forma fácil para los docentes.

Desde su experiencia, ¿cómo deben convivir los recursos educativos analógicos y los digitales?
Quien mejor lo puede decir son los docentes. Son quienes pueden decidir cómo educar a los alumnos, porque los conocen y conocen la situación en la que viven. Y para ello deben tener la libertad para combinar los recursos analógicos y digitales.

¿Cree que la digitalización es la clave para personalizar el aprendizaje de los estudiantes?
La educación personalizada es un objetivo pedagógico presente desde siempre: no hay dos alumnos iguales. Pero, teniendo en cuenta el contexto en el que se encuentra la escuela occidental hoy, con alrededor de 20 o 30 alumnos por docente, con horarios… es imposible. Los medios digitales facilitan que el profesorado pueda elegir cuáles son los mejores recursos para combinar la estrategia docente con la estrategia de aprendizaje del alumno.

¿Cómo?
El mundo digital permite la heterogeneidad dentro de la clase, porque mientras yo estoy sentado en un pupitre viendo los números primos en un módulo educativo básicamente visual, a mi lado mi compañero los estudia mediante un módulo básicamente explicativo. Y nuestro profesor, en lugar de explicar a todos a la vez qué son los números primos, puede estar pendiente de qué problemas tenemos. Esto es un sueño que con métodos analógicos era sólo posible si tienes un profesor particular, pero no con un profesor por cada 30 alumnos.

Viendo que no hace tanto esta imagen era impensable, se hace difícil predecir el futuro.
Sí. Sin embargo, se intuye por dónde va a ir, porque hay una tendencia que está entrando con mucha fuerza: la educación basada en recomendaciones de filtrado colaborativo. Se trata de un sistema que tiene dos vías: una que viene determinada por la información sobre las necesidades del alumno, que el sistema recaba mediante sus ejercicios y evaluaciones; y otra viene determinada por la actividad y preferencias mostradas en redes sociales. Así, mediante los recursos educativos adaptados y la posibilidad de recomendaciones individualizadas, se puede llegar a fomentar muchísimo la educación personalizada.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/xavier-kirchner-las-tic-permiten-la-heterogeneidad-en-clase/

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Entrevista a Conrad Wolfram: “El 80% de lo que se aprende en la asignatura de matemáticas no sirve para nada”

06 noviembre 2017/Fuente: El País

Conrad Wolfram, físico que está cambiando la forma de enseñar matemáticas en Estonia, apuesta por eliminar el cálculo a mano.

Conrad Wolfram (Oxford, 1970) piensa que tenemos un problema con las matemáticas. Nadie está contento: los estudiantes creen que es una asignatura difícil y sin interés, los maestros están frustrados con los resultados de sus alumnos y los gobiernos se dan cuenta de que son determinantes para la economía pero no saben cómo actualizar los programas académicos. «Cada vez vivimos en un mundo más matemático y sin embargo la educación está estancada», opina Wolfram, físico y matemático por la Universidad de Cambridge y fundador de Computer Based Math, una compañía centrada en rediseñar la asignatura de matemáticas que hace dos años lanzó su programa piloto en colaboración con el Gobierno de Estonia.

En 2010 Wolfram atrajo la atención de educadores y expertos en educación de diferentes partes del mundo con su charla TED Cómo enseñar a los niños matemáticas del mundo real, con más de 1,5 millones de reproducciones, en la que analiza los motivos por los que los estudiantes han perdido el interés en la asignatura que está detrás de las «creaciones más emocionantes de la humanidad», desde los cohetes hasta los mercados de valores.

Demasiadas horas de clase invertidas en aprender a calcular grandes divisiones y ecuaciones a mano. Ese es el gran fallo, según Wolfram, que apuesta por introducir la computación en las clases y dejar que sean las máquinas las que se encarguen del cálculo.

Pregunta. Si los niños no aprenden a calcular a mano y hacen las operaciones con el ordenador, ¿cómo van a entender lo que están haciendo?

Respuesta. Los matemáticos me odiarán por decir esto, pero antes de los ordenadores las matemáticas no eran muy útiles para el día a día, para la vida en general. Para cualquier campo en el que se usen muchos datos, como la física, la biología o la salud, la computación ha elevado las matemáticas a un estadio nuevo. Los problemas reales del siglo XXI solo se pueden resolver usando los ordenadores y por eso deben entrar en el sistema educativo como parte fundamental de la asignatura de matemáticas. Tener a los niños en las aulas calculando a mano ecuaciones de segundo grado ya no tiene sentido; hay que enseñarles a interpretar los datos y a sacar utilidad de las matemáticas. Enseñarles el funcionamiento básico está bien, pero complicarlo hasta la extenuación es una estrategia errónea que les aleja para toda la vida. Suelo poner el ejemplo de la conducción; no hace falta entender el funcionamiento de los motores para manejar un vehículo.

P. Algunos expertos sostienen que el cálculo ayuda a aprender el sentido de los números y es una buena herramienta para entrenarse en la toma de decisiones.

R. ¿Cuándo fue la última vez que multiplicaste 3/17 por 2/15? Probablemente lo aprendieras en la escuela pero nunca lo has vuelto a ejecutar. Muchos expertos dirán que multiplicando fracciones estás aprendiendo, pero solo estás recordando un proceso. Realmente no estás entendiendo para qué lo haces ni para qué sirve. Un ejemplo muy simple: en la ecuación x+2=4 te enseñaron que si pasas el dos a la derecha cambia de signo y se convierte en menos 2. Ahí tampoco entiendes qué estás haciendo. Las matemáticas tradicionales ya no tienen sentido y probablemente el 80% del contenido de la asignatura no es útil y nunca lo usarás fuera del aula. 

Tener a los niños en las aulas calculando a mano ecuaciones de segundo grado ya no tiene sentido

P. Podrían decirle que dejarle el cálculo al ordenador en edad de aprender es de vagos.

R. Intentar saber cómo usar la computación no supone menos trabajo para el cerebro. Todo lo contrario. Los problemas a resolver son mucho más complejos y ahí es donde hay que entrenar a los niños. La programación es lo que equivaldría hoy al cálculo a mano, saber decirle al ordenador con códigos y números lo que tiene que hacer de forma muy precisa. Matemáticas, programación y pensamiento computacional deben ser la misma asignatura.

P. ¿Podría poner un ejemplo de esas situaciones de la vida real de las que habla?

R. Si te muestro los datos de dos webs y te pregunto cuál está funcionando mejor la primera pregunta que debes hacerte es qué significa mejor. Puede ser el tiempo que los usuarios pasan en cada una de ellas o las veces que hacen clic en alguna de las pestañas… En el mundo real puedes usar el machine learning o el análisis estadístico para medir y analizar resultados. Elegir qué opción funciona mejor en cada caso es complicado y ese tipo de conocimientos no se enseñan en la escuela. Las matemáticas son mucho más que el cálculo, aunque es comprensible que durante cientos de años se le haya dado tanta importancia, pues solo había una forma de hacerlo; a mano. Las matemáticas se han liberado del cálculo, pero esa liberación todavía no ha llegado a la educación.

P. Su empresa ha reinventado la asignatura de matemáticas para introducir la computación y ha introducido nuevas habilidades a evaluar como la comunicación matemática. ¿Cómo consiguió convencer al Gobierno de Estonia para implantarla en los colegios públicos?

R. Con 1,3 millones de habitantes, Estonia se considera el país más digital de Europa. Sus ciudadanos pueden votar, pagar impuestos, comprobar archivos médicos o registrar una empresa desde su ordenador de casa en pocos minutos. En el último informe PISA superó a los finlandeses en ciencias y matemáticas y es el nuevo referente en Europa en innovación educativa. Hace tres años conocí en unas jornadas a su Ministro de Educación, que es físico, y dos años después lanzamos el primer proyecto piloto, que se está usando en el 10% de los colegios públicos del país. Hemos centrado la asignatura, para estudiantes de Secundaria, en probabilidad y estadística y hemos cambiado el sistema de evaluación. Los alumnos aprenden a resolver cuestiones reales como por ejemplo ¿son las chicas mejores en matemáticas? o ¿mi estatura está en la media?. Ahora estamos en conversaciones con Irlanda y Australia.

El impedimento para los colegios es la certificación, llegar a los estándares para poder acceder a la universidad

P. ¿Han intentando ofrecer su programa a colegios innovadores de Reino Unido?

R. El colegio al que asiste mi hija, que tiene 13 años, ha modernizado la asignatura de historia. En nuestra época solíamos memorizar fechas y hechos históricos, y ahora va sobre cómo investigar. Su primer proyecto fue analizar la historia del colegio. En cambio, el programa de matemáticas sigue intacto, estancado. El impedimento fundamental para los colegios es la certificación, llegar a los estándares de conocimiento prefijados para después poder acceder a la universidad. Hay un hecho llamativo y es que hemos detectado que los países que ocupan mejores posiciones en PISA son los que están más abiertos al cambio y otros, como España, que lleva 15 años estancada con la misma puntuación, son más reacios.

P. La charla TED de 2010, ¿marcó un antes y un después en su carrera?

R. He trabajado durante más de 30 años con mi hermano en nuestra empresa de software Wolfram Research, que tiene la sede en Illinois, Estados Unidos, y suma unos 500 empleados. El mismo año de la charla TED monté un pequeño departamento en Oxford, con unas 30 personas, dedicado exclusivamente a repensar la asignatura de matemáticas. Nuestro lema es rediseñar las matemáticas reconociendo que existen los ordenadores. La idea se me ocurrió a partir del servicio que ofrecíamos para Apple, concretamente para Siri, su sistema de búsqueda por reconocimiento de voz. Si le preguntas por cualquier operación matemática compleja, en segundos te remite a nosotros. Ahí me planteé por qué obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que un teléfono resuelve en segundos.

P. ¿Cree que los gobiernos escucharían más la reforma que propone si fuese de la mano de una gran universidad como Cambridge?

R. En este momento Cambridge, Oxford, Harvard o el MIT son organizaciones comerciales y buscan el beneficio tanto como las empresas. Los gobiernos necesitan reflexionar sobre ello o no restar credibilidad a una iniciativa porque no ha surgido de una universidad. Lo que les frena es la falta de evidencias y creen que no hacer nada es menos arriesgado que probar nuevos métodos. El sistema educativo está fallando cada año más a los estudiantes y eso explica porqué no hay suficientes perfiles STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Los jóvenes tienen que encontrarles una utilidad: tener las habilidades para diferenciar una buena hipoteca o el suficiente escepticismo para cuestionar las estadísticas que ofrece el Gobierno. La desmotivación es uno de los grandes desastres de las matemáticas.

Fuente: https://elpais.com/economia/2017/10/30/actualidad/1509378342_617037.html

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Chile: Estudio desmitifica uso de vídeos en el aprendizaje

Chile / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: CIAE

Experimento con un grupo de universitarios encontró que éstos recordaban más las imágenes fijas que las en movimiento. La explicación está en la teoría de la carga cognitiva, que plantea que nuestra memoria de trabajo, aquella con la que procesamos

Vivimos en un ambiente donde lo visual se impone cada vez más. Por eso, los videos, animaciones y otras imágenes en movimiento son cada vez más usados como herramientas educativas. Sin embargo, un reciente estudio advierte sobre los mitos acerca de la efectividad del uso de videos y animaciones en el aprendizaje.

El estudio, elaborado por investigadores del CIAE de la U. de Chile, de la Universidad Erasmus Rotterdam (Holanda) y de las universidades de New South Wales y Wollongong (Australia), reclutó a un centenar de estudiantes universitarios—hombres y mujeres—quienes debían someterse a dos tareas de memorización de doce símbolos abstractos que les presentaban en un computador. En la primera tarea, los estudiantes debían observar una animación en la cual se mostraba cada símbolo, uno por uno, hasta completar 96 segundos. En la segunda tarea, se les presentaba la totalidad de los símbolos en una sola imagen fija, por los 96 segundos totales. La mitad de los estudiantes hicieron, primero, el ejercicio de observar y memorizar la animación, mientras que la otra mitad realizó en primer lugar la tarea de las imágenes fijas.

Los investigadores encontraron que los estudiantes recordaban menos símbolos correctamente tras observar la animación que cuando miraban la imagen estática.

La explicación está en la memoria de trabajo y en la teoría de la carga cognitiva (ver infografía), una teoría de la sicología educativa comenzada hace más de 30 años, que formula que nuestra capacidad de procesar información es limitada, explica Juan Cristóbal Castro Alonso, investigador del CIAE, quien participó del estudio. La memoria de trabajo es aquella memoria de corto plazo, que nos permite integrar información nueva con los conocimientos previos, y por tanto, aprender. Al igual que un computador, la memoria de trabajo tiene límites de capacidad: es capaz de procesar aproximadamente un máximo de 5 conceptos nuevos y retener la información por menos de 20 segundos, tras los cuales, otra información interfiere y hace olvidar la información previa (ver infografía).

En el ejercicio al que se sometieron los estudiantes universitarios, frente a una imagen fija, la memoria se puede tomar todo el tiempo del mundo para analizar y memorizar, lo que no sucede con las imágenes transitorias que generalmente se incluyen en animaciones. Además, muchas veces la animación obliga a seguir cierta secuencia que podría no ser la más óptima para aprender.

En consecuencia, los investigadores recomiendan que el diseño de materiales educativos debe tomar en cuenta estas limitaciones en la memoria de trabajo, y no siempre privilegiar animaciones o videos sobre imágenes fijas.

 “Estos resultados son coincidentes con la evidencia internacional y sugieren que el uso de videos y/o imágenes con fines educativos debe hacerse tomando ciertas precauciones. Muchas veces un exceso de información visual puede dificultar el aprendizaje”, dice Castro-Alonso.

En otro estudio relacionado, un equipo liderado por Castro-Alonso recopiló y analizó más de 20 estudios que comparaban el impacto en el aprendizaje de imágenes fijas versus imágenes en movimiento, muchos de los cuales encontraban que las imágenes transitorias eran más efectivas. Sin embargo, los investigadores encontraron que dichos estudios no controlaban de manera adecuada factores anexos que sí influyen en la percepción y en la memoria. Por ejemplo, comparaban imágenes monocromáticas versus imágenes en blanco y negro; imágenes pequeñas con otras más grandes; o imágenes impresas con otras en computador.

“Esta revisión muestra claramente el impacto de muchos factores que inciden en el aprendizaje y cómo no controlarlos puede producir efectos instruccionales no esperados”, dice el investigador.

Link para la descarga de la Infografía:

http://www.ciae.uchile.cl/download.php?file=noticias/00_1508954411.pdf

Fuente de la Noticia:

http://www.ciae.uchile.cl/index.php?page=view_noticias&id=1261&langSite=es&externo=boletin

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Estas son las 9 tareas a realizar para mejorar la educación en Nicaragua

Nicaragua / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Walkiria Chavarría / Fuente: Vos TV

En el Informe sobre el Estado de la Región Centroamericana del 2015, en materia de calidad educativa Nicaragua seguía estando a la cola en la lista de países que conforman el istmo, una realidad que no ha variado hasta la fecha según Jorge Mendoza, director del Foro de Educación.

Esta organización que junto a otras homólogas que trabajan con el tema de educación, han propuesto la Agenda Educativa Nacional para “Transformar la Educación del País” que incluye 9 tareas fundamentales que el Estado y la sociedad en su conjunto deben poner en marcha  para mejorar la calidad de la educación.

La agenda propone estructura un modelo y sistema educativo de la siguiente manera:

Primera tarea: debe enfocarse en los Modelos de Desarrollo, Modelo Educativo, Reforma Educativa y Políticas Educativas.

Segunda tarea: se orienta al Derecho a la Educación con equidad, pertinencia , eficiencia,  y calidad de la educación.

Tercera tarea: La transformación del currículum educativo, la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación.

Cuarta tarea: se debe centrar el interés en el magisterio nacional, factor de calidad de la educación.

Quinta tarea: aportar a la gestión educativos desde el Mined Central a las delegaciones y centros educativos.

Sexta tarea: se enfoca en disminuir los índices de analfabetismo con educación a jóvenes y adultos.

Séptima tarea: realizar monitoreo, evaluaciones bajo una política de “Cuentas Claras” al país, cumplir con la legislación y acuerdos mundiales.

Octava tarea: resalta la educación rural, modalidad multigrado y nuevas sensibilidades educativas.

Novena tarea: darle la importancia debida a la educación intercultural.

 

 

 

 

Recomiendan mayor apertura al Mined

Rafael Lucio, director del Instituto de Educación de la Universidad Centroamericana (IDEUCA) sostiene que aunque se le reconocen los esfuerzos al gobierno por mejorar la calidad educativa, señaló la necesidad de una mayor apertura en el Ministerio de Educación (Mined) para recibir y aplicar propuestas en materia de educación que han elaborado organizaciones de la sociedad civil, universidades y especialistas trabajan en el tema educativo.

Por otro lado, Everardo Víctor, director de Fe y Alegría, ha enfatizado también en la urgencia de promover dentro del modelo educativo enseñanza del inglés como segunda lengua desde la primera infancia y en todos los niveles educativos, pues hasta ahora la enseñanza y aprendizaje de este idioma es deficiente en el sistema educativo publico.

La idea de estas organizaciones es presentar la Agenda Educativa Nacional a las autoridades de gobierno para que conozcan la propuesta.

Fuente de la Noticia:

Estas son las 9 tareas a realizar para mejorar la educación en Nicaragua

 

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