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La tortura y asesinato de una niña de siete años disparan la ira en México por la violencia de género

América/México/Autor: Elena Reina/Fuente: elpais.com

 

El brutal asesinato de una niña de siete años en un barrio del sur de la capital mexicana obliga al Gobierno de México a tomar medidas urgentes sobre la violencia que vive el país. Después de seis días desaparecida, este fin de semana, el cadáver de Fátima Cecilia Aldriguett Antón fue hallado en bolsas de basura y con señales de haber sido torturada. Este caso se ha convertido en el último símbolo de indignación de un país que cada día rompe los récords de la tragedia. En México mueren asesinadas 10 mujeres al día y, en total, hay más de 90 homicidios en 24 horas. El presidente López Obrador ha achacado este lunes lo sucedido a la moral individualista y al pensamiento conservador. Una respuesta que ha irritado todavía más a un país que vive una situación extrema.

La última vez que se vio a la niña con vida salía del colegio. El 11 de febrero, su familia puso una denuncia por desaparición. Y menos de una semana después, el país observa lo que ya había leído o visto en las noticias antes: el cadáver de la menor, torturado, desnudo y tirado en la calle. El caso de Fátima no es el único en estos años en los que los feminicidios se han multiplicado: en 2018 murieron asesinadas 3.752 mujeres, según los últimos datos oficiales, y 1.463 menores de edad, según las cifras de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM). «A Fátima no la mató el neoliberalismo», responden muchos usuarios de Twitter a López Obrador.

Según la investigación de la Fiscalía, una mujer que todavía no han identificado recogió a la niña de la escuela el 11 de febrero antes de que llegara alguien de su familia. Su madre fue a recogerla más tarde, pero ya no la encontró. En un vídeo de las cámaras de seguridad de la calle que han mostrado las autoridades se observa a la señora de la mano de la pequeña por el municipio de Xochimilco, en el sur de la capital. La jefa de la Fiscalía local, Ernestina Godoy, ha informado este lunes de que esta mujer es la principal sospechosa del crimen de Fátima, aunque todavía no han dado con su paradero. La institución ha anunciado este lunes una recompensa de dos millones de pesos (unos 107.750 dólares, más de 99.400 euros) a quien proporcione información sobre el caso.

En la puerta del Instituto Forense de la capital, poco después del reconocimiento del cadáver, la madre de Fátima, María Magdalena Antón, exigió delante de la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, que se hiciera justicia y acusó a un hombre, Alan Herrera, de haber cometido el crimen. «No conozco a esa señora, pero fue mandada por Alan Herrera», denunció ante las cámaras que la esperaban a la salida de la morgue. Antón alegó que este hombre, de quien las autoridades no han proporcionado más información, ya había agredido a otros familiares. «Hoy fue mi hija, mañana puede ser la de cada uno de ustedes», advirtió la madre.

La semana pasada, otro feminicidio indignaba al país. El de Ingrid Escamilla, de 25 años. Su pareja confesó, en un vídeo brutal filtrado por las autoridades, la saña con la que había acabado con su vida. Las fotos del cuerpo de la joven aparecieron en las páginas de los medios de comunicación locales. Y cientos de mujeres se manifestaban por la dignidad de una víctima más de la violencia machista en una protesta histórica.

Los casos de mujeres asesinadas se agolpan a las puertas de los despachos del Gobierno sin que se hayan anunciado medidas urgentes. Abril Pérez Sagaón fue asesinada el 25 de noviembre después de haber denunciado que su entonces marido, Juan Carlos García, exdirector de Amazon en México, había intentado matarla. El día que había acudido a la capital a seguir con los trámites de la demanda, mientras viajaba en un coche con sus hijos, un hombre le disparó en la cabeza y en el cuello. Sagaón era una de las pocas mujeres que se atrevían a denunciar en este país, solo una de cada nueve. Tres meses después de su asesinato, todavía no hay un detenido.

Las manifestaciones contra la violencia machista también se han multiplicado. Y las respuestas del presidente de México, de momento, han tratado de relacionar la crisis de violencia que asola al país con una campaña para desprestigiar su Gobierno. Este lunes, en su conferencia de prensa matutina, López Obrador enfrentaba el movimiento feminista, según lo que había leído en redes sociales, con su desempeño: «Existe un pensamiento conservador. Feminismo sí, transformación no. O es mejor el feminismo que la transformación. No, es parte de lo mismo. Es ver el árbol y no ver el bosque. Estamos viviendo un momento estelar en la vida pública de nuestro país, se está llevando a cabo un momento estelar. ¿Cuándo se había enfrentado así la corrupción?».

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, comentaba este lunes a través de su cuenta de Twitter que es «indignante, aberrante, doloroso que alguien sea capaz de herir a una niña; este crimen no va a quedar impune». Pero en México, al menos ocho de cada 10 delitos no reciben una sentencia condenatoria.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2020/02/17/actualidad/1581961625_590259.html

 

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Bolivia: nace organismo para la defensa de los derechos humanos de los trabajadores y el pueblo

Bolivia: nace organismo para la defensa de los derechos humanos de los trabajadores y el pueblo

En un escenario de crecientes y brutales tendencias represivas, de persecución política y donde los derechos a la libertad de prensa y de expresión son coartados, trabajadoras, trabajadores, profesionales independientes, estudiantes y activistas por los Derechos Humanos, en una conferencia de prensa dimos inicio al lanzamiento de un organismo de “Profesionales por los Derechos Humanos y contra la Represión Estatal” (ProDHCre).

Estuvieron presentes tomando la palabra, familiares de presos políticos de El Alto, denunciando el calvario que vienen pasando para liberar a sus familiares, desde hace más de dos meses atrás. Se trata incluso de personas con discapacidad, menores de edad y mujeres que están separadas de sus hijos, que han sido detenidas de manera irregular y arbitraria. «Nadie habla de lo que está pasando con nosotros, es terrible está situación», señala María P., expresando la falta de acceso a justicia, el montaje por supuesta sedición, así como la situación política que ha puesto estos casos debajo de las piedras, mientras se habla de «Democracia».

Conferencia de prensa de lanzamiento del ProDHCre:

Posted by La Izquierda Diario Bolivia on Monday, January 27, 2020

«Quienes impulsamos este centro ya venimos desarrollando acciones por la defensa de los derechos humanos de las y los trabajadores y del pueblo pobre que ha venido resistiendo al golpe de Estado», afirmaron voceros del ProDHCre.

Miembros de la LOR-CI, grupo que impulsa La Izquierda Diario en Bolivia, declararon que «hemos realizado junto con otras organizaciones actividades de solidaridad con familiares de las víctimas de Senkata, como fue la exitosa Kermés solidaria del pasado 8 de diciembre. Luego de estas experiencias y frente al creciente escenario de persecución política y de vulneración de derechos y libertades democráticas básicas, con detenciones arbitrarias, silenciamiento a radios comunitarias, entre otros atropellos, vimos la urgente necesidad de impulsar un organismo, con principios claros de independencia política de los partidos del régimen y del Estado, que defienda los Derechos Humanos y contra la represión estatal».

Según datos oficiales, con informes de la propia CIDH, el nuevo régimen de Áñez en poco tiempo tiene un saldo de casi 40 asesinados de los que no se dice nada. Fueron más de mil detenidos durante las movilizaciones de noviembre. Hoy continúan como presos políticos más de un centenar de personas. Luego del acuerdo de “pacificación del país” firmado entre el llamado “régimen de transición” y los parlamentarios del MAS que negociaron sobre la sangre derramada de los asesinados en las masacres de Sacaba, Senkata y Ovejuyo y que les sirvió como moneda de cambio para hacerlo en mejores términos, para el pueblo trabajador y los sectores populares empobrecidos nada ha cambiado, solo un aumento exponencial de la represión.

«Hemos visto de manera pregnante cómo los organismos de derechos humanos han tomado partido por el campo golpista o los que estaban con el MAS pasaron a la inacción. Creemos que hoy más que nunca es fundamental contar con un organismo al servicio de la lucha del pueblo trabajador del campo y de la ciudad, de las mujeres, de las diversidades sexuales, contra la represión estatal y por la defensa de los derechos humanos. Quiénes conformamos este centro hemos peleado durante el gobierno del MAS contra sus medidas cada vez más autoritarias y de judicialización de la protesta», afirmaron desde el flamante organismo.

Hoy esta pelea sigue en pie ya que los métodos de persecución y amedrentamiento utilizados por el MAS han venido siendo implementados a escala “industrial” por el régimen de Áñez, impuesto por la movilización cívica, clerical, empresarial, policial y militar que consumó el golpe de Estado y del que también es responsable el MAS que traicionó la lucha de los sectores campesinos, de los vecinos y del pueblo de Sacaba y Senkata que se organizaron de manera independiente para resistir al golpe mientras el cerco mediático denigraba esta lucha calificándola de vandálica.

El MAS es responsable de haber entregado a la derecha, en bandeja, las banderas democráticas luego de haber vulnerado el resultado del 21F y la seguidilla de recursos que optó para ir por una cuarta reelección. Todo esto lo utilizó la derecha golpista para ser hoy quiénes administran el Estado imponiendo medidas que van en contra del pueblo trabajador. Nada se puede esperar del MAS que hoy sólo elige candidatos y nada hace por defender a los cientos de presos y perseguidos sólo por pensar diferente al nuevo régimen menos aún luego de que con los 2/3 que tienen en el Parlamento solo se han encargado de negociar con Áñez y su gabinete dándole legitimidad al golpe de Estado que ellos mismos denunciaron.

Desde el ProDHCre afirmaron que «somos conscientes que la justicia ha sido formada para defender los intereses de unos cuantos que viven del poder mientras el pueblo se encuentra en indefensión, más aún con el golpe que más que ser contra el gobierno del MAS, fue contra el pueblo. Estos sectores empobrecidos, de trabajadores y trabajadoras que para sostener la defensa de sus familiares se ven en la necesidad de pagar sumas exorbitantes, quedándose sin dinero hasta para pagar su comida, demostrando que esta justicia es para los ricos», e invitaron a sumar fuerzas en el organismo.

Fuente de la Información: https://www.laizquierdadiario.com/Bolivia-nace-organismo-para-la-defensa-de-los-derechos-humanos-de-los-trabajadores-y-el-pueblo

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Arrestan a 47 estudiantes en India durante protesta contra de Ley de Ciudadanía

Asia/India/26-12-2019/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

La posible modificación de la Ley de Ciudadanía le daría legalidad a refugiados que hayan ingresado a suelo indio antes del 31 de diciembre de 2014, sin considerar a los mulsumanes.

Medios locales de India informaron del arresto de unos 47 estudiantes quienes fueron detenidos en Uttar Pradesh Bhavan en Nueva Delhi, capital india, durante las protestas de calle contra la enmienda de la Ley de Ciudadanía que estima aprobar el Gobierno de esa nación.

El arresto de estos jóvenes se dio este lunes 23 de diciembre tras la manifestación que desarrollaban los universitarios en rechazo del asesinato de 16 personas en este ciudad capital en los pasados días.

En este sentido, la policía local anunció que los manifestantes fueron trasladados en calidad de arresto preventivo a la comisaría de Mandir Marg, ubicada en Nueva Delhi.

teleSUR TV

@teleSURtv

Al menos 18 personas han muerto en 🇮🇳 desde el inicio de las protestas la semana pasada contra la ley nacional de ciudadanía 👉http://bit.ly/36Yvc9E 

Entre los muertos hay un niño de 8 años, cuyo deceso se registró durante una estampida

Ver imagen en Twitter
22 personas están hablando de esto
Por otra parte, la vocería del gobierno del distrito de Muzaffarnagar hizo de conocimiento público que se formará una célula de investigación para investigar casos de violencia y abuso de poder durante las protestas pacíficas que se han gestado contra esta Ley de Ciudadanía.

El Comité investigativo estará conformado por 13 inspectores de policía y al menos 18 funcionarios policiales, según anunció el gobierno distrital.

La enmienda de la Ley de Ciudadanía  le podría conceder legalidad a refugiados hindúes, cristianos, sijs, budistas y parsi, quienes huyeron principalmente a India de la persecución de Pakistán, Afganistán y Bangladés, ingresando a India antes del 31 de diciembre de 2014.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/india-enmienda-ley-ciudadania-rechazo-popular–20191223-0016.html

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Paz, un clamor que se reitera con fuerza en Colombia

América del Sur/Colombia/24-11-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Prensa Latina

Paz estable, duradera y con justicia social, es un clamor que se reitera hoy con más fuerza en Colombia, donde se suceden protestas por la vida, contra la violencia y en rechazo a políticas del gobierno.

Cientos de miles de personas se movilizaron a las calles durante el paro nacional del 21 de noviembre último al que se sumaron diferentes sectores de la sociedad durante una jornada calificada aquí de histórica.

Desde entonces tienen lugar expresiones de protesta, en su mayoría pacíficas, en las que las personas manifiestan su inconformidad a través de cacerolazos, concentraciones, haciendo cordones humanos, y utilizando banderas y carteles.

A tres años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y la exguerrilla FARC-EP, muchos colombianos exigen en calles y plazas que lo pactado se implemente de manera integral en un país que ha vivido durante décadas marcada por la violencia.

Hoy más que nunca decimos basta ya de ataques a la paz y la vida, 170 exguerrilleros firmantes de la paz asesinados desde la firma de los acuerdos, escribió en su cuenta en Twitter Rodrigo Londoño, presidente del ahora partido FARC.

Nos reafirmamos en la lucha y defensa de la paz y vida, hoy más que nunca seguimos firmes por el sueño de un país en paz y reconciliado, añadió.

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos subrayó que gracias a ese acuerdo los colombianos pasaron de marchar en contra de secuestros, tomas guerrilleras y minas antipersonal, a marchar por más oportunidades y un mejor futuro. ‘Una paz imperfecta siempre será mejor que una guerra perfecta’, opinó.

Por su parte, Carlos Antonio Lozada, senador por al partido FARC, resaltó el hecho de que se llega a esta fecha ‘en medio de la más grande movilización nacional por la paz, la justicia social, la vida y la democratización de la sociedad’.

Ese pacto dio lugar a un proceso de democratización de la sociedad colombiana que permitió que la ciudadanía ejerza sus derechos a la participación, la oposición y la protesta en mejores condiciones, significó Iván Cepeda, de la Comisión de Paz del Senado.

A los tres años del Acuerdo, vemos como la guerra era un dique de contención a la movilización ciudadana. A la paz le debemos que los colombianos nos expresemos libremente y sin miedos. La fuerza del paro nacional del #21N (21 de noviembre) se lo debemos también al Acuerdo, puntualizó Antonio Sanguino, del Partido Verde.

Le corresponde al presidente Iván Duque el cumplimiento e implementación por parte del Estado. Eso es lo que le está pidiendo el país, añadió.

A juicio de Roy Barreras, exintegrante del equipo negociador del gobierno en los diálogos de paz con la exguerrilla FARC-EP en La Habana, ese Acuerdo es una hoja de ruta para Colombia y, sin embargo, todavía hoy hay quienes le dan la espalda a esa paz, a las víctimas del conflicto armado, a los hechos y las libertades que emanan de ese compromiso.

En este tercer aniversario la invitación es a levantar la bandera de la implementación de ese acuerdo, a desarrollar esa hoja de ruta que hará de Colombia una sociedad más justa y equitativa, enfatizó.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=323343&SEO=paz-un-clamor-que-se-reitera-con-fuerza-en-colombia
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Gobierno y prensa invisibilizan crímenes de odio en El Salvador

América Central/EL Salvador/24-11-2019/Autor(a): Charly Morales Valido/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Charly Morales Valido

Los crímenes de odio contra la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, tras, bi e intersexuales) son invisivilizados por el gobierno y los medios en El Salvador, donde recién fue asesinada con lujo de barbarie otra mujer ‘trans’.

El cuerpo de Victoria, cuyo nombre legal era Manuel Pineda, amaneció sin vida y con señales de tortura y vejación en plena calle, en lo que califica como un crimen de odio por su identidad de género.

Ni la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, ni la Fiscalía General de la República ni el presidente Nayib Bukele se han pronunciado aún sobre este asesinato, perpetrado en un poblado de Ahuachapán (occidente).

La ministra de Cultura, Suecy Callejas, aludió al crimen al condenar en Twitter ‘la violencia social, en especial aquella que ataca a las poblaciones más vulnerables’, mensaje criticado por vago y generalizador.

‘Querida Sue, empecemos por señalar las cosas por su nombre: son crímenes de odio contra la población LGBTI. La situación amerita contundencia en el discurso y en las acciones’, replicó el activista Erick Ortiz.

Manuel Escalante, abogado y asesor del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca), llamó a identificar y visibilizar a las víctimas, porque cada población demanda distintas formas de protección.

A las personas LGBTI les toca vivir en una sociedad que las odia y un Estado que no las protege y se hace llamar un país seguro, denunció Bianka Rodríguez, presidenta de la Asociación Comcavis Trans de El Salvador.

En 2015 fue impulsada una reforma en los artículos 129 y 155 del Código Penal para agravar las penas de cárcel a quienes cometan delitos motivadas por odio o intolerancia a la expresión de género u orientación sexual.

Sin embargo, las agresiones contra la comunidad LGBTI ni siquiera son investigadas a cabalidad, caen bajo la etiqueta de crimen ‘pasional’ y no ‘de odio’.

William Hernández, director de la Asociación Entre Amigos, afirmó a Prensa Latina que los trans son más vulnerables, pues su identidad no es reconocida.

El cierre por orden de Bukele de la Secretaría de Inclusión Social, que atendía a sectores vulnerables de la sociedad, dejó a la comunidad LGTBI sin un interlocutor activo dentro del Estado.

Según la Federación Salvadoreña de personas LGTBI, de 2017 a la fecha se registraron al menos 20 asesinatos de mujeres ‘trans’ de entre 16 y 32 años de edad.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=321791&SEO=gobierno-y-prensa-invisibilizan-crimenes-de-odio-en-el-salvador
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Indígenas y exguerrilleros, blancos de la violencia en Colombia

América del Sur/Colombia/03-11-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Prensa Latina

Indígenas, exguerrilleros y defensores de derechos humanos son hoy rostros frecuentes de la violencia en Colombia.

El hecho más reciente tuvo lugar la víspera cuando cinco nativos murieron y al menos seis resultaron heridos tras un ataque perpetrado por grupos armados, comunicaron autoridades originarias.

Tras lo sucedido las reacciones se dispararon sobre todo en las redes sociales digitales donde los usuarios expresaron su rechazo y exigieron acciones concretas al gobierno para garantizar la protección de esas comunidades.

Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), en el último año fueron ultimados más de 115 líderes nativos en el país y el más reciente de esos asesinatos fue el del dirigente embera Costantino Ramírez en el municipio de Calarcá.

El líder de ONIC, Luis Kankui, solicitó a Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que visite ‘de manera urgente y extraordinaria a Colombia para que verifique la grave situación’.

La ONIC se mantiene en emergencia humanitaria por el asesinato de nativos registrado desde la firma en 2016 del Acuerdo de Paz entre el Estado y la exguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).

También la víspera, el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) denunció el asesinato del exguerrillero Wilson Parra ‘El Indio’.

Parra, firmante del Acuerdo de Paz, fue asesinado por dos individuos cuando visitaba una casa en el municipio Curillo, departamento de Caquetá, escribió esa formación política en su cuenta en Twitter.

Es el asesinato número 169 desde la firma del Acuerdo y 89 bajo el gobierno de Iván Duque, manifestó Sergio Marín, representante a la Cámara por el partido FARC.

El crimen tuvo lugar a cinco días del asesinato de otro exguerrillero, Alexander Parra, hecho que generó un pronunciamiento de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia al manifestar su rechazo por el aumento de este tipo de acciones contra excombatientes de las FARC-EP en proceso de reincorporación.

Ese asesinato es el primer caso ocurrido dentro de un espacio resguardado por la fuerza pública, en donde excombatientes adelantan su proceso de reincorporación a la vida civil.

Entretanto, comunidades campesinas del municipio de Corinto (suroeste) denunciaron que integrantes del Ejército Nacional habrían retenido, torturado y posteriormente asesinado al joven Flower Jair Trompeta.

Su familia precisó que era defensor de derechos humanos e integrante de la Asociación de Trabajadores Pro-Constitución Zonas de Reserva Campesina de Caloto, departamento del Cauca, reportó el medio local Contagio Radio.

Los familiares informaron que el joven fue torturado al poner su mano en una máquina despulpadora y que luego fue ultimado por miembros del ejército.

Estoy solicitando a Medicina Legal rigurosa autopsia. Comisión de Paz hará seguimiento. Esperamos información no sea manipulada, como en el caso de Dimar Torres (exguerrillero) ni nos informen que fue ‘un accidente’, escribió en su cuenta en Twitter Roy Barreras, presidente de la Comisión de Paz del Senado.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=316704&SEO=indigenas-y-exguerrilleros-blancos-de-la-violencia-en-colombia

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«La mujer descalza» es el primer libro traducido al castellano de Scholastique Mukasonga, la escritora del genocidio de Ruanda

Redacción: Página 12

“Me tomó diez años encontrar la fuerza para volver a casa, a Ruanda, a Nyamata, donde mi familia había sido deportada en 1960 y de donde salí hacia el exilio en 1973. Ahí es donde toda mi gente fue asesinada en 1994. Pero cuando finalmente regresé, no encontré nada. Fue entonces cuando me di cuenta de que yo era el único recuerdo de todos los que habían sido exterminados en mi pueblo”.

Cae la tarde en Normandía, Francia, y en la cocina de su casa, la escritora franco-ruandesa Scholastique Mukasonga ha apoyado la computadora sobre la mesada para responder la entrevista y volver a contar su historia. La primera vez que lo hizo fue en 2006 y, desde entonces, esa memoria hecha libros fue reconocida con uno de los dos galardones literarios galos más importantes: el Premio Renaudot por su novela Notre-Dame du Nil en 2012. Ahora, Editorial Empatía incluyó la traducción al castellano de su novela La Femme aux pieds nus (La mujer descalza) en una colección que se propone “dar a conocer historias que nos acerquen a tiempos y geografías sobre las que, hasta ahora, han circulado escasas ficciones”. Así llega por primera vez a la Argentina la voz de esta mujer que, dice, se transformó en escritora “por un deber de memoria”.

“Mis dos primeros libros, Inyenzi ou les cafards La Femme aux pieds nus, son totalmente autobiográficos. En los recuerdos de mi infancia, cuento la deportación de mi familia con muchos otros tutsis en el hostil monte de Nyamata, cerca de la frontera con Burundi, y la lucha de estos ‘exiliados internos’ para sobrevivir a pesar de la persecución y las repetidas masacres que sufrieron”, señala la autora mientras la acompaña el rugido del mar. Aunque no pueda verlo desde su casa, el agua helada del canal de la Mancha enmarca sus días desde que llegó al norte de Francia tras dejar Burundi, tras dejar Nyamata, tras dejar Ruanda. Porque el genocidio que los sectores hutu emprendieron para exterminar a sus coterráneos minoritarios no se explica solo en el millón de personas de origen tutsi liquidadas entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994: esos machetazos que asesinaron a la mayor parte de las victimas fueron amasados durante décadas de enfrentamientos, de atentados, de deportaciones y de sometimientos. Desde las entrañas de ese camino de odio es que narra Scholastique Mukasonga.

“Cuando yo muera, cuando ustedes me vean muerta, tendrán que cubrir mi cuerpo. Nadie debe verlo, el cuerpo de una madre no puede quedar expuesto. Serán ustedes, hijas mías, las encargadas de cubrirlo, solo a ustedes les corresponde hacerlo”. Así comienza La mujer descalza, con un mandato ancestral que quedó trunco. Cuando la madre de la escritora fue masacrada, ella ya estaba refugiada en Francia. De modo que no pudo cubrirla ni tampoco despedir al resto de su familia: los 27 miembros de su estirpe fueron asesinados en las semanas que duró el genocidio. Solo ella queda. Y con todo, el libro no tiene la sordina de un lamento: por el contrario, es un cofre de memoria y de identidad que recupera saberes, tradiciones, una lengua y una cultura rica y añeja de la que apenas permanecen unos pocos sobrevivientes. “En este libro, rindo homenaje a la valentía incansable de mi madre y, a través de ella, a todas las madres de Nyamata que nunca se rindieron, inventaron y reinventaron todos los medios para salvar a sus hijos”.

La autora también es madre. Tiene dos hijos franceses que nunca se vieron empujados a los padecimientos y humillaciones que poblaron la infancia de su mamá. A cambio, quedaron huérfanos de historia familiar. “Nacieron en el exilio. No se les permitió conocer a su familia materna ni dejarse arrullar por el amor de una abuela. Con el tiempo, se enteraron del genocidio pero nunca hicieron preguntas. Por eso, sin duda, escribí: les debía su historia. Fueron mis primeros lectores”, anota en su teclado la escritora. Hay en sus palabras, en las que enlaza para esta entrevista pero también en las que pueblan sus libros, la música de las narraciones orales. Son los cuentos que le escuchaba a su propia madre y a las otras mujeres tutsis, en las tardes comunes en las que todas compartían tareas domésticas y conocimiento. “Escuchando a mi madre, sus recuerdos, sus proverbios, su respeto por los rituales antiguos, su preocupación por salvar y preservar las variedades de plantas antiguas, pude reunir algunos elementos de esta rica y despreciada cultura ancestral combatida por el cristianismo y falsificada por una antropología racista. Muchas de estas mujeres, como mi madre, fueron asesinadas. Uno de los deberes de quienes trabajan en la reconstrucción de Ruanda es recuperar esta riqueza. Por mi parte, lo hago a través de la escritura”, explica.

SALVACIÓN POR LA LENGUA

El manual periodístico señala que, tras las presentaciones del caso, es posible referir a la protagonista solo a través de su apellido. Sin embargo, el manual no contempla la singularidad de esta escritora que tiene dos nombres de pila y ningún patronímico. “Me llamo Mukasonga. No es un apellido. En Ruanda, las denominaciones no se transmiten de una generación a otra. El padre asigna solo un nombre de pila a cada uno de sus hijos. Un niño o una niña, llevará este nombre toda su vida y no lo transmitirá a sus hijos”, ha explicado alguna vez. Por su parte, Scholastique es el nombre del bautismo, el que imponen las costumbres del colonizador. “En Gitagata, casi todos los niños iban a la escuela. Los únicos que no asistían eran los que no estaban bautizados. Para ser admitido en el curso había que tener un nombre cristiano”, cuenta en La mujer descalza. A ella, a Mukasonga, fue su nombre cristiano y el idioma francés los que la salvaron de los machetes.

“En los años 60, los niños ruandeses ya aprendían francés en la escuela primaria. Luego, en la secundaria, ese idioma era el único permitido”, recuerda desde su cocina en Normandía. La ola de calor está asfixiando a los franceses, pero en la zona norte del país las temperaturas ni siquiera llegan a los 30 grados. En dos horas será de noche. Pero ahora, cuando todavía entra luz por las ventanas, Mukasonga anota que fue esa lengua la que le salvó la vida. Lo dice así: “Si mis padres querían que me exiliara en Burundi, no era solo porque mi vida en Ruanda estaba amenazada, sino también porque tenían una oportunidad excepcional: la de salvar al menos a uno de sus siete hijos. Yo había asistido a la escuela y, por lo tanto, tenía un pasaporte internacional: la lengua francesa. Así resultó que soy perfectamente francófona y mi relación con este idioma es amable, después de todo, le debo el ser una sobreviviente”. Con todo, las palabras que la enlazan a su estirpe no desaparecieron: “No he olvidado mi lengua materna: el kinyarwanda. Como todos los exiliados, la he conservado como mi posesión más preciada. Mi padre se aseguró de que sus hijos hablaran una lengua kinyarwanda hermosa: al menos de nuestra lengua, nadie podía privarnos”, dice. Y cuenta que cuando regresa a Ruanda (“voy siempre que puedo”), los jóvenes se sorprenden con su manera de hablar a mitad de camino entre lo elegante y lo demodé.

Pero antes de volver por primera vez a su país y al monte en el que estuvo deportada con su familia, antes de sentir el deber de escribir y legar su memoria ancestral, antes incluso de casarse con un francés y ser madre, antes de todo eso, Mukasonga ya era asistente social. “Ser asistente social ha sido siempre mi vocación, si se puede llamar así. Habiendo tenido la oportunidad de formar parte de la cuota del 10 por ciento tutsi que, según el apartheid impuesto por el régimen, permitía el acceso a la educación secundaria, esperaba, gracias a esto, volver a las aldeas a trabajar con las mujeres campesinas para mejorar sus condiciones de vida”, explica. Sus años de formación están narrados en su última novela, Un si beau diplôme: la llegada al instituto, las clases y su huida para salvarse de los linchamientos de sus compañeros hutus. Con todo, se graduó en Burundi, donde trabajó con agricultores para Unicef y para la FAO. En Francia, a donde llegó en 1992, su diploma no valía nada. De modo que volvió a estudiar y trabaja como asistente social en Normandía desde hace casi veinte años.

Has ganado premios muy importantes en Francia y podrías dedicarte solamente a tu carrera literaria. ¿Por qué seguir trabajando como asistente social?

– Escribo sobre las experiencias de la gente. Si he seguido trabajando no es solo por una cierta seguridad económica, sino también porque, gracias a esta profesión, sigo teniendo contacto con el mundo real, el de la pobreza, la soledad de los desatendidos, las mujeres solteras con hijos, los jóvenes desempleados, los drogadictos. Ese es mi trabajo: apoyarlos, defenderlos.

No solo con pobres, madres solteras y desempleados trabaja Mukasonga. También con decenas de jóvenes africanos que se amontonan en las playas de Normandía imaginando un camino que los lleve al Reino Unido. “Ouistreham es una playa frecuentada especialmente los fines de semana por los habitantes de la ciudad de Caen –que está a sólo 10 kilómetros– y por los parisinos –a menos de 200 kilómetros–. Es un pequeño puerto pesquero: a menudo voy allí a comprar mi pescado. En el muelle, se encuentra sobre todo la imponente masa blanca del Ferry que llega a Inglaterra dos o tres veces al día. Es este espejismo el que atrae irresistiblemente a los emigrantes: pasar a Inglaterra donde han puesto todos sus sueños y sus esperanzas. Es casi imposible embarcarse clandestinamente, pero su sueño es más fuerte, son jóvenes, nada los desanimará y si, según los acuerdos, son devueltos a Italia, donde la mayoría de ellos han desembarcado de África, regresarán. ¿Cómo podría no identificarme con ellos? Yo que, a su edad, vagaba sola y perdida en esa ciudad desconocida que era para mí Bujumbura. Me duele que estas generaciones de África se vean obligadas a emigrar, pero sus ojos están llenos del deseo inquebrantable de un futuro mejor”.

Son las 18 en Normandía. Y como es verano no anochecerá hasta las 22. “Eso siempre me hace sentir extraña: no puedo evitar pensar que en Ruanda, la noche siempre cae a las 6 de la tarde”, escribe ahora Mukasonga. Y cuenta que La mujer descalza es su primer libro traducido al castellano. Primero lo hizo Acnur en España, que repartió gratis el libro en escuelas y centros comunitarios como parte de una campaña para visibilizar a las escritoras africanas en la península Ibérica. Y ahora Editorial Empatía lo ayuda a cruzar el mar. En cambio, casi toda la obra de la autora se puede conseguir en portugués y ella misma ha visitado Brasil más de una vez. “Tengo buenos recuerdos de mi conversación con Conceiçao Evaristo y de mi encuentro con Marinete da Silva, la madre de Marielle Franco, asesinada por su acción política a favor de las mujeres y los jóvenes negros de las favelas”, menciona.

Si el odio no la hubiera arrancado de su patria primero y de los suyos más tarde, probablemente Scholastique Mukasonga habitaría ahora su propio inzu, la tradicional gran casa de paja de la Ruanda de antaño. “Entonces, aquí, intenté reconstruir el uruhimbi, un vestidor de cañas que seguía la curva de la cabaña y en el que se exponían los objetos más preciados”, escribe y recorre las piezas de cestería geométricamente decorada, las grandes calabazas, una tiara de hojas de maíz, una corona que las madres usan en los días festivos, un tambor, una espada, “y toda una colección de peines adaptados al pelo de nuestras mujeres africanas”, puntualiza. De toda esa colección, ella se detiene en un objeto especial: “Es para mí el tesoro más preciado: una pequeña jarra de leche para bebés. Está tallada en madera, como deben ser todas las jarras de leche. Y como todas, padeció bastante: fue pegada con savia y se afirmó su estructura con grampas de cobre. No es mi jarra de leche, la que dejé escapar con pánico en medio de los empujones con los que los soldados nos cargaban en camiones para ser deportados a un lugar desconocido. Pero tampoco es un simple sustituto: ahora, esta jarra de leche es para mi el símbolo de mi exilio”.

Afuera de su uruhimbi, la costa de Normandía está salpicada de cementerios militares. “Son los memoriales del desembarco del 6 de junio de 1944, americanos, ingleses, canadienses e incluso alemanes. Mis primeros libros, puedo decir que los escribí en uno de estos cementerios”.  Y describe un pequeño cementerio canadiense con pocos visitantes, a 3 kilómetros de su casa en el que había encontrado un hueco en la entrada por el cual colarse. Cae la noche en la cocina de la autora cuando recuerda: “Lo convertí en mi lugar de escritura. Entonces, me imaginaba que las tumbas sin nombre podrían ser las de los míos”.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/210692-la-mujer-descalza-es-el-primer-libro-traducido-al-castellano

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