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7 tendencias tecnológicas que veremos en la educación este 2018

Chile/31 de Marzo de 2018/Universia

Tecnología y Educación avanzan a paso firme, complementándose para permitir nuevas posibilidades.

  • Las denominadas iniciativas Ed Tech combinan Educación con Tecnología.
  • Los docentes y responsables de centros educativos deben conocer las posibilidades que ofrece la Tecnología.
  • En 2018 muchas de estas iniciativas serán tendencia.

El sector educativo cambia constantemente. Gracias a la introducción de nuevas tecnologías, estos cambios son cada vez más frecuentes.

La combinación de herramientas tecnológicas con conocimientos propios de la Pedagogía se conoce como iniciativas Ed Tech. Estas buscan sacar el mayor provecho posible de herramientas tecnológicas y aplicarlas al proceso educativo para mejorar las formas de enseñanza de los docentes y facilitar el aprendizaje de los estudiantes.

Desde hace algunos años, hemos visto cómo las universidades y centros educativos de todos los niveles han incorporado plataformas virtuales para ofrecer sus lecciones o permitir que los estudiantes envíen sus tareas y profundicen los conocimientos de clase. Además, en algunos países el uso de tecnologías de Realidad Virtual dentro del aula es una realidad.

Docentes y responsables de centros educativos deben mantenerse al día con estas tendencias para asegurarse de brindar a sus estudiantes la mejor formación posible.

El 2018 no será la excepción. De hecho, este año será posible observar la aparición de nuevas tendencias educativas, que combinan conocimientos de Pedagogía con lo mejor de la Tecnología para generar determinados resultados.

¿Quieres saber cuáles serán? Estas son las 7 tendencias Ed Tech que veremos en 2018:

1) Digitalización de planes de estudio

Los nuevos planes de estudio atenderán a las necesidades digitales de los estudiantes, pero además, serán digitalizados y por lo tanto accesibles a todo público. De este modo, el estudiante podrá conocer exactamente lo que le aportará una carrera y lo que aprenderá con ella.

2) Datos para personalizar el aprendizaje

El Análisis de Datos será fundamental en el futuro de la educación, particularmente para determinar la satisfacción de los estudiantes con diferentes opciones formativas y atender de mejor forma sus necesidades.

3) Autoevaluación

El Big Data aplicado a la educación no solo permitirá procesar datos de utilidad para las universidades, sino también para los estudiantes. Gracias al análisis de datos estos serán capaces de evaluar, controlar y medir su propio progreso.

4) Realidad Virtual en el aula

La Realidad Virtual seguirá avanzando a paso firme, permitiendo a los docentes brindar a sus alumnos un panorama más claro de ciertas temáticas. Mediante el uso de las gafas de Realidad Virtual y las aplicaciones correspondientes, estos podrán enseñar de forma visual y dejar los conceptos más claros.

5) Formación personalizada

Cada acción generada por los estudiantes creará datos, que los centros educativos y docentes deberán utilizar para ofrecer formación personalizada. El análisis de las fortalezas de cada estudiante permitirá a los docentes orientar sus clases a reforzarlas, o bien le facilitará la forma de trabajar en las debilidades de sus alumnos.

6) Aprendizaje híbrido

La mezcla entre aprendizaje en clase y aprendizaje online será cada vez mayor, pues los docentes comenzarán a aprovechar las posibilidades que ofrece la tecnología para brindar lecciones de forma virtual o recomendar a sus estudiantes recursos online con los que complementar lo enseñado en clase.

7) Tecnología Blockchain

La Tecnología Blockchain sirve para almacenar grandes cantidades de datos en miles de ordenadores, descentralizando así la información para evitar ciberataques. Es por ello que es la tecnología clave detrás de las monedas virtuales.

Las instituciones educativas no están libres de sufrir ataques cibernéticos, por lo que en 2018 emplearán esta tecnología para estar más seguras. Además, algunas instituciones están creando sus propias monedas virtuales para ofrecer a los estudiantes transacciones económicas con menos riesgos.

Fuente: http://noticias.universia.cl/cultura/noticia/2018/03/28/1157850/7-tendencias-tecnologicas-veremos-educacion-2018.html

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República Dominicana suspende clases por evaluación de docentes

República Dominicana/23 noviembre 2017/Fuente: Telesur

En la nación evaluarán el desempeño de cerca de 80 mil maestros y docentes mediante instrumentos para la autoevaluación y el ejercicio profesional.

El Ministerio de Educación de República Dominicana anunció el pasado martes que el viernes 24 las clases serán suspendidas parcialmente en el país, con el fin de ejecutar la segunda etapa del proceso de evaluación del desempeño docente.

El ministro dominicano Andrés Navarro explicó que la suspensión será en 104 centros educativos para la evaluación de directores, subdirectores, bibliotecarios, orientadores, psicólogos, secretarias y técnicos docentes.

 Mantienen alerta en República Dominicana ante las lluvias http://bit.ly/2jsB6ww 

Navarro explicó que con ese proceso se pretende identificar los avances y las debilidades que acompañan al sistema educativo nacional, de cara a la mejora de la calidad de la enseñanza-aprendizaje.

Asimismo, detalló que desde hace ocho años no se ha realizado esta apreciación de desempeño, por lo que se pretende iniciar un diagnóstico de fortalezas y debilidades del magisterio y aplicar incentivos salariales.

Según fuentes oficiales, hasta el momento han sido observados 40 mil profesores con evaluadores que supervisan durante 45 minutos la clase y valoran el desempeño.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Republica-Dominicana-suspende-clases-por-evaluacion-de-docentes-20171123-0030.html

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¿Habría que evaluar a los profesores?

Por: Noa de la Torre.

La evaluación del sistema educativo no es algo nuevo. Hay informes internacionales tan famosos como el de PISA, las comunidades autónomas han regulado sus evaluaciones diagnósticas… Pero, ¿quién evalúa a los profesores? Es más, ¿hay que evaluar su tarea docente? En la Universitat de València, en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, arranca este lunes el VI Coloquio de la Red Iberoamericana de Investigadores sobre Evaluación de la Docencia(RIIED), que abordará básicamente la evaluación para la carrera profesional docente.

De hecho, entre los objetivos de RIIED figura el de «visualizar la evaluación docente como una herramienta indispensable para la mejora de la calidad educativa en todas las instituciones educativas independientemente del nivel educativo de que se trate». Por tanto, cabe preguntarse cómo podría extenderse a la enseñanza obligatoria lo que ya se hace también en la universitaria.

De entrada, el catedrático de Medición y Evaluación Educativas y coordinador del congreso, Jesús M. Jornet, afirma que la solución a los males de la educación en España no pasa exclusivamente por la evaluación de los profesores: «Hay muchos factores previos que están detectados y legitiman decisiones político-administrativas acerca de la estructura y funcionamiento del sistema y centros educativos».

En su opinión, por tanto, la evaluación del profesorado debería considerarse sólo después de solventar las deficiencias estructurales y de otro modo, acompañando un nuevo modelo de carrera profesional docente», que por otro lado no existe, según lamenta.

La evaluación personal e individual de cada docente -y no la del conjunto del sistema educativo- no tiene por qué ser la panacea. La evaluación del profesorado, ya sea para mejorar (la verdaderamente válida para los expertos) o para controlar (con incentivos o medidas punitivas), puede versar sobre los siguientes aspectos: las competencias en la materia de su responsabilidad, competencias pedagógicas, aportaciones en la institución educativa en la que trabaja y en relación con la comunidad escolar, etc.

En todo caso, la evaluación más defendida en el ámbito académico partiría de una autoevaluación que deberían luego validar expertos externos. Ahora bien, hay indicadores a tener en cuenta, según Jornet, porque «afectan a la actuación de los centros»: con qué población y en qué condiciones trabaja el docente, qué metodología didáctica utiliza y cuáles son los resultados (sin olvidar el concepto de inclusión educativa).

A partir de ahí, ¿cuáles pueden ser las ventajas y cuáles los inconvenientes de esta evaluación? «Un enfoque institucional que sirva para evaluar a los centros educativos y aporte informaciones que ayuden a planificar sus procesos de mejora sería muy positivo para la innovación permanente. En este tipo de enfoque el profesorado se trataría como una parte de la institución y el énfasis no estaría en evaluar la actuación individual como algo descontextualizado del centro en que trabaje», explica el catedrático de la Universitat.

Por el contrario, «enfoques individualizados de evaluación del profesorado» pueden no ser convenientes en el actual contexto, precisamente porque «producirían más problemas que ventajas». «El mayor inconveniente sería el rechazo a la evaluación y los problemas que añadiría a un sistema que tiene elementos estructurales y funcionales que previamente deberían mejorar, y que no está en las manos del profesorado solucionarlos, sino en las autoridades político-administrativas», afirma Jornet.

Así que antes de implantar la evaluación docente, en opinión de este experto habría que abordar otros problemas «obvios» del sistema educativo español: el acceso y la promoción del profesorado o la asignación de plazas a centros, por ejemplo. Y aquí Jornet se refiere a «la existencia de excesivos docentes transeúntesque pasan gran parte de su carrera trasladándose de un centro a otro hasta que llegan a una plaza estable», lo que a su vez dificulta la creación de equipos docentes estables en muchos centros educativos.

Por otro lado, Jornet apunta a la inexistencia de una carrera profesional «real»: «Es plana, desde el acceso a la jubilación no hay un modelo de carrera que constituya una verdadera promoción personal y profesional que incentive la mejora». Y a todo ello se suma «la falta de autonomía de los centros educativos que no pueden incluir entre sus decisiones la de seleccionar al profesorado más adecuado para desarrollar sus proyectos de centro».

QUÉ DICE TALIS

  1. Preparación El informe TALIS de 2015, que muestra el sistema educativo español en comparación con los países de la OCDE, dice que un alto porcentaje de profesores está enseñando asignaturas para las cuales no está específicamente preparado (64,5% en España frente al 69,6% de la OCDE).
  2. Recursos Entre el 24% y el 42% de los docentes trabaja en centros en los que el director informa de falta de recursos materiales.

Fuente:

http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2017/10/22/59eb5eece2704e85378b459a.html

Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/10/21/15085974645636.jpg

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Maestros: Evaluación de desempeño

Gilberto Guevara Niebla

Este año se realizará una nueva edición de la evaluación de desempeño (ED). Considerando experiencias previas, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación ha diseñado un nuevo paradigma para esta evaluación con el cual se busca superar las dificultades que del pasado, al mismo tiempo se pretende aumentar la pertinencia del ejercicio, enfatizar los efectos formativos y poner el acento en el trabajo desde la escuela y el contexto.

Todo esto dentro de la perspectiva de que la evaluación incida en la mejora de la enseñanza. La nueva propuesta de ED considera tres etapas de evaluación: 1) Un (doble) informe de responsabilidades profesionales: por un lado, un informe que emite la autoridad escolar; por otro, un ejercicio de autoevaluación del docente en el cual identifica fortalezas y debilidades en su propia formación; 2) Un proyecto de enseñanza: el docente hace un proyecto en el cual trabajará determinados aprendizajes esperados a lo largo de tres a cinco sesiones con su grupo y el proyecto debe incluir una parte de planeación didáctica, otra de implementación y una tercera de reflexión sobre los resultados de su intervención; 3) finalmente, una examen de conocimientos pedagógicos y curriculares o disciplinarios.

Como puede verse, el eje de esta evaluación es la segunda etapa que se apoya en la práctica del docente. El proyecto de enseñanza (para cuya realización se dará un plazo de ocho semanas) propone, primero, que se defina un objetivo, no en abstracto, sino en función de la práctica real del profesor; en otras palabras, de lo que se trata es de seleccionar un aprendizaje esperado dentro de la materia que se imparte y realizar en torno a él un ejercicio de planeación didáctica. Enseguida se quiere que el profesor ponga en acción en el aula su propia planeación (a lo largo de tres a cinco sesiones) y que recoja evidencias de aprendizaje de sus alumnos, finalmente, la etapa concluye con un ejercicio de autoreflexión crítica que hace el maestro sobre el conjunto de su proyecto.

Los profesores que participarán en esta evaluación de desempeño están siendo notificados por la autoridad educativa local —notificación que concluye formalmente a fines de julio—. A partir de agosto, los profesores que participarán en la ED tendrán acceso a un curso vía digital que se denomina Proyectar la enseñanza (se podrá acceder a este curso en agosto en el sitio electrónico de la Dirección General de Formación Continua de la SEP). Los informes de responsabilidades se deberán enviar en la última quincena de octubre. Por su parte, el periodo para realizar el proyecto de enseñanza correrá del primero de septiembre al día 3 de noviembre. La parte final, el examen de conocimientos didácticos y curriculares se hará entre el 4 y el 26 de noviembre.

Los docentes que se evaluarán recibirán apoyos académicos: a través de un programa de fortalecimiento y actualización de conocimientos disciplinarios, a través del curso, antes mencionado y por medio de los recursos que se ofrecen en el capítulo de formación continua.

Como se puede ver, la evaluación docente en esta modalidad de desempeño no se reduce a la aplicación de una prueba, sino que es un desarrollo denso que quiere atender la complejidad de la práctica docente y que ha sido concebido teniendo como meta, tanto la mejora de la práctica de la enseñanza, como el desarrollo profesional del docente. En respuesta a la diversidad de circunstancias en las que trabajan los profesores, esta evaluación hará posible que sea el propio docente quien describa su contexto, los rasgos de su grupo y explique de qué manera adapta su enseñanza a las circunstancias del contexto.

El esquema de ED que he explicado en sus elementos principales es similar al que habrá de regir para directores, subdirectores, supervisores y jefes de sector. Claro, sus términos serán diferentes y pertinentes para cada caso (21 julio 2017).

 

Fuente del articulo: http://www.cronica.com.mx/notas/2017/1035166.html

Fuente de la imagen: http://www.eduglobal.cl/wp-content/uploads/fotos/Fotografía_cajadepandora.jpg

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La autoevaluación en la escuela permitirá mejorar la calidad de la educación: Sylvia Schmelkes

Por: Erick Juárez Pineda

Una buena escuela es capaz de mitigar el peso de los factores socioeconómicos y culturales, y de hacer una diferencia. Para lograrlo, debe tener liderazgo académico, trabajo en equipo, cultura de la planeación y la evaluación, atención al clima propicio para el aprendizaje y relación con la comunidad, destacó Sylvia Schmelkes del Valle, consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, en su ponencia La autoevaluación en la escuela, ante docentes y alumnos de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal Oficial de Guanajuato.

En el marco del primer aniversario de la Red Estatal de Cuerpos Académicos y Grupos de Interés de las Escuelas Normales Públicas del Estado de Guanajuato (Red CAEN), Schmelkes del Valle señaló que la autoevaluación escolar cobra sentido en el marco de la autonomía para planear en función de la realidad de cada escuela, puesto que la evaluación sirve para mejorar.

Indicó que los centros escolares requieren autonomía para planear a partir de un diagnóstico de sus problemas y de las necesidades educativas del contexto, planeación que debe ser colegiada, monitoreada y evaluada; en este marco la autoevaluación es una actividad central.

La escuela al centro, dijo la consejera del INEE, tiene como ventajas la adopción de un enfoque que le da centralidad a lo pedagógico, impulsa la planeación estratégica traducida en una ruta de mejora y promueve prácticas docentes, participación responsable y rendición de cuentas.

Precisó que la autoevaluación de los centros escolares es una estrategia integral para valorar el proceso y los resultados educativos de la comunidad escolar, así como la efectividad con que la escuela gestiona los recursos disponibles en su contexto, en torno a una visión compartida centrada en altas expectativas de aprendizaje para los alumnos. La autoevaluación en la escuela permitirá mejorar la calidad y la equidad de la educación que ofrece, concluyó.

Por otra parte, el INEE realizó el taller Autoevaluación, evaluación formativa y evidencias, impartido a docentes de escuelas normales de la entidad, por la jefa de proyecto del equipo de la Junta de Gobierno de este organismo autónomo, Eva Hamilton Vélez.

Fuente del Artículo:

La autoevaluación en la escuela permitirá mejorar la calidad de la educación: Sylvia Schmelkes

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Diez principios para la evaluación del profesorado

Por: Miguel Ángel Santos Guerra

No hay argumentos sólidos para sostener una postura contraria a la evaluación del profesorado. Por racionalidad, por responsabilidad, por ejemplaridad y por perfectibilidad de la acción solo se puede decir sí.

La evaluación se asocia, casi de forma inexorable, a los alumnos y a las alumnas. Casualmente, las piezas más frágiles del sistema educativo. Cuanto más se desciende en la jerarquía, más aumenta la evaluación hasta el punto de no imaginarnos siquiera que pudiera no existir. El alumno, por definición, es evaluable. Mientras más se asciende en la jerarquía del sistema, más van aumentando los sueldos y más va disminuyendo la evaluación. De modo que el nivel de jerarquía es inversamente proporcional a la intensidad de la evaluación. Me refiero a una evaluación sin paliativos, con repercusiones de todo tipo.

Hablo de evaluación pura y dura. De la que tiene consecuencias. No para mejorar, no para aprender, no para dialogar. Evaluación para clasificar, seleccionar, controlar, comprobar y jerarquizar.

Lo que se ve con tanta claridad para los alumnos y las alumnas empieza a tener problemas cuando se va ascendiendo en la jerarquía del sistema.

Creo que es necesario hacer la evaluación del profesorado, que no es igual hacerlo bien que hacerlo mal, esforzarse o no esforzarse, formarse o no formarse, relacionarse bien o relacionarse mal, trabajar en equipo o destruir la colegialidad con una actitud insolidaria y egoísta.

Dado el espacio reducido de que dispongo voy a concretar en diez principios mi postura sobre esta cuestión que frecuentemente, levanta ampollas.

Primer principio: Creo que debe establecerse algún tipo de evaluación del profesorado. Por muchos motivos. Uno amarrado a las funciones positivas que puede tener la evaluación como son la comprensión, el diálogo y la mejora. Otra de carácter social, ya que no es lo mismo actuar con esfuerzo y responsabilidad que hacer las cosas de cualquier manera. No es justo que existan profesionales que causen víctimas un año tras otros sin que nadie intervenga. Una tercera es el uso de estímulos o incentivos. Los profesores tienen el techo tan cerca de la nuca que les obliga a mirar siempre hacia abajo.

Segundo principio: Es fundamental determinar la finalidad de la evaluación: ¿para qué hacer esa evaluación? Hay finalidades pedagógicamente ricas, pedagógicamente pobres, finalidades vacías y finalidades perversas. Mientras más ricas sean las pretensiones, mejor. Aunque, como diré luego, habrá que revisarlas.

Tercer principio. Los profesores evaluados tienen que ser parte activa del proceso. Tienen que autoevaluarse. Y tienen que conocer los criterios por los que van a ser evaluados. Tienen que tener la posibilidad de discutirlos y de dialogar sobre su aplicación. He visto muchos instrumentos de evaluación de profesores que reproducen, como modelo, la imagen de un docente tradicional.

Cuarto principio: En esa evaluación deben participar, como evaluadores imprescindibles, los alumnos, los directivos, las familias, los colegas y los expertos. Cada uno de estos agentes tiene una peculiar perspectiva y tiene condicionantes e intereses diversos. Tienen, como es lógico también, prejuicios y distorsiones que conviene tener en cuenta.

Quinto principio: Los métodos tienen que ser diversos, pero no puede haber evaluación rigurosa sin observación directa de la práctica. Tienen que ser también sensibles para captar la complejidad. No se puede evaluar una realidad compleja a través de métodos simples

Sexo principio: Los resultados deben ser negociados. La evaluación es una visión de la realidad, pero no la única. No es indiscutible. Para que se convierta en un proceso de mejora es preciso que los evaluados/as comprendan y acepten la racionalidad de los criterios aplicados.

Séptimo principio: Hay que difundir y debatir experiencias que ya están en marcha y que están teniendo resultados positivos. No para trasladarlas de manera mimética a otro contexto o a otro momento sino para adaptarlas de manera inteligente. Ya hay mucha experiencia acumulada, mucha reflexión escrita que se puede (y se debe) aprovechar.

Octavo principio: La cultura de la evaluación no se improvisa. Hay reticencias que se deben a miedos más o menos racionales y a vivencias negativas que se han experimentado o se han oído. Hay mitos y mitomanías que generan inquietud y rechazo.

Noveno principio: Existe cierta alergia a la evaluación cuando se entiende que va ser un juicio y no una ayuda, un mecanismo de control más que un camino de comprensión y de mejora, una invitación a la competitividad y al cultivo de la apariencia. No se puede olvidar la tendencia a artificializar el comportamiento cuando se es evaluado. Un profesor que era muy vanguardista (entraba en clase y se ponía a leer La Vanguardia, dejó de serlo durante los días que duró la evaluación). Cuanto más control tenga el evaluado sobre el proceso, menor será su tendencia a romper la espontaneidad. Hay, por otra parte, recursos para detectarla: la persistencia de la observación, la honestidad del evaluador y las referencias del alumnado sobre el comportamiento habitual del profesor/a.

Décimo principio: Conviene establecer procesos de metaevaluación de las evaluaciones que se emprenden. Iniciativas que parecían racionales en un inicio se pueden pervertir por motivos diversos. No hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.

No hay argumentos sólidos para sostener una postura contraria a la evaluación del profesorado. Por racionalidad, por responsabilidad, por ejemplaridad y por perfectibilidad de la acción solo se puede decir sí. Otra cuestión es decidir qué condiciones y qué exigencias ha de tener para que consiga objetivos ambiciosos para los docentes y para el sistema

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/19/diez-principios-para-la-evaluacion-del-profesorado/

 

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5 preguntas que deberíamos hacernos todos los docentes al final del día

Por Rocio López.

Me gusta pensar que llevamos la profesión de docentes escrita en nuestro ADN y que, en cierta manera, estamos predestinados a ejercerla. Es algo que va más allá de la vocación, algo que tiene que ver con nuestro ser y nuestra manera de entender el mundo.

Sin embargo, hemos de tener claro que no es suficiente con esta tendencia hacia la enseñanza, es necesario formarse y crecer día tras día. En mi opinión, una de las formas más naturales y sencillas de hacerlo es a base de preguntas que nos permitan reflexionar y analizar nuestros pensamientos desde un punto de vista distinto.

Estoy segura de que, en más de una ocasión, habréis encajado esa duda que os ha descolocado, ha roto vuestra coraza y os ha hecho dar ese paso que necesitabais. Hoy quiero compartiros algunas de las que a mí me hacen crecer. Por supuesto, vosotros iréis encontrando las vuestras a lo largo del camino. ¿Empezamos?

¿Cuándo fue la última vez que reíste en clase?

La risa estimula nuestro cerebro y nuestro buen humor. Nos hace sentir bien: nos muestra más comunicativos, relajados y pacientes. En efecto, beneficia muchas de las cualidades básicas en la labor docente. Por supuesto, en cualquier ámbito de la vida, y la escuela no podría ser menos, es imprescindible localizar lo que nos hace sentir felices y agarrarlo con fuerza, así que… ¡a reír se ha dicho!

¿Has hecho algo hoy de forma distinta a como lo sueles hacer?

Por costumbre, tendemos a mecanizar las tareas más habituales en nuestro día a día: despertarnos, ducharnos, ir a la escuela, pasar lista, saludar a los alumnos, etcétera. Esto nos ahorra mucho tiempo y esfuerzo, pero también nos impide descubrir si podríamos hacerlo de una manera más eficiente.

¡Os propongo algo! Sed hoy conscientes de una tarea que hagáis siempre igual, pensad de qué otra forma podrías realizarla y ponedlo en práctica durante el día de mañana.Esto os hará crecer y enfrentaros, pasito a pasito, a vuestra zona de confort.

Si pudieses echar el reloj atrás 24 horas, ¿volverías a hacerlo igual?

Es cierto que se trata de una acción técnicamente imposible, pero dadle una oportunidad:¿qué cambiaríais de vuestra actitud durante el día de hoy?

Por ejemplo, es posible que abordaseis un conflicto de distinta forma, que no llevaseis a cabo según que tareas o que dijeseis las cosas de otra manera. Esta reflexión respecto a vuestro comportamiento os ayudará a no repetir los mismos errores y avanzar hacia el docente que queréis ser.

¿Has dicho hoy “gracias” y “por favor”?

O lo que sería lo mismo, ¿te has mostrado amable y agradecido? Ambas son cualidades que nos conectan con nuestro yo interior, nos hacen tomar consciencia de nuestro papel en el mundo y nos permiten construir relaciones más positivas con nuestros alumnos y compañeros.

Las emociones positivas llevan a otras. Así que, ¿por qué no practicar desde hoy mismo?

El niño que quería convertirse en docente, ¿estaría hoy orgulloso?

shutterstock_309236441_pMuchos de nosotros queríamos ser maestros desde pequeños, ¿verdad? Os propongo entonces un pequeño juego. Imaginaros de niños, estáis sentados en el pupitre que solíais usar, junto a vuestro estuche y mochila: ¿Cómo le gustaría, a ese niño, ser de mayor?, ¿esta imagen se asemeja a cómo sois ahora? Esta respuesta os resultará reveladora, os facilitará volver a vuestra esencia y reencontraros con vosotros mismos.

Os animo a estar muy atentos: a veces por casualidad, otras de forma consciente, iréis encontrando vuestras propias preguntas. Esas preguntas que os sacudan por dentro y os recuerden por qué escogisteis esta profesión. Llegado el momento, únicamente sed valientes y disfrutad del camino.

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/5-preguntas-que-deberiamos-hacernos-todos-los-docentes-al-final-del-dia/31928.html

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-u0PGMV0jXrw/Vp57cI22pjI/AAAAAAAADCM/33Sm_eFer-w/s1600/shutterstock_247739401_p.jpg

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