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Incendios en Brasil, Bolivia y Paraguay: Las llamas del agronegocio

El humo presente en una decena de provincias de Argentina tiene como responsables a los empresarios de monocultivos y ganaderos. Así lo denuncian organizaciones e investigadores de Brasil, Bolivia y Paraguay. Las consecuencias del corrimiento de la frontera agropecuaria y el rol cómplice, por acción u omisión, de los gobiernos.

Los incendios forestales en Brasil, Bolivia y Paraguay afectaron a la Amazonía y a otros biomas como el Gran Chaco, el Pantanal y el Cerrado brasileño. El denominador común es la influencia del agronegocio en las quemas. En Bolivia, se arrasaron más de cuatro millones de hectáreas en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y La Paz. Paraguay lleva ya 70.000 hectáreas consumidas por el fuego. Y, en Brasil, en un solo día, se registraron 5.132 focos de incendio. La sequía acelera la propagación del fuego en la región.

En Argentina, en tanto, se registraron incendios en Córdoba y San Luis. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta por el humo proveniente de los países vecinos para 14 provincias. Desde Greenpeace Argentina advierten: “La degradación del Ministerio de Ambiente, la falta de política ambiental y el negacionismo sólo pueden traer la ruina de nuestros bosques nativos y con ellos agravar nuestra existencia”.

Brasil: la deforestación de la Amazonía, el Cerrado y el Pantanal

Desde hace semanas, Brasil vive una temporada de quemas que superan al llamado «Domingo de fuego» de 2019 y al «Mar de llamas» de 2004. “La ocupación acelerada de las fronteras agrícolas por parte del agronegocio, desde la época de la dictadura militar, nos ha acostumbrado a imágenes cada vez más gigantescas de bosques y otros ecosistemas devorados por las llamas a lo largo de meses”, contextualiza el economista y ambientalista brasileño Jean Marc Von der Weid, en su artículo «Queimada!», del 8 de septiembre.

Brasil enfrenta, además, una de las sequías más largas de las últimas décadas, según el Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden) de ese país. Esto incide en el impacto de los incendios, sobre todo en áreas como bosques primarios (vírgenes) que pierden su humedad habitual y resultan por lo tanto más fáciles de quemar.

Von der Weid explica que, por los incendios, los vientos que llevan la humedad evaporada por la selva amazónica para irrigar el centro-oeste y sureste de Brasil (los llamados «ríos voladores»), trasladaron el humo hasta los bosques menos densos del Cerrado y los campos inundables del Pantanal. Estos dos biomas permanecen secos debido a los siete meses de sequía. A esta situación se suma además la quema de campos de caña de azúcar (59.000 hectáreas) en el estado de São Paulo.

Las quemas están ligadas a la deforestación. Así lo explica Von der Weid. «Los procesos de desmonte comienzan con la remoción de madera dura, seguida de la llamada tala rasa, realizada con topadoras que arrastran grandes cadenas, dejando a los árboles en el suelo. El siguiente paso, tras un tiempo de espera a que se seque la materia vegetal, es la quema».

Sin embargo, los incendios en la Amazonía o en otros biomas no se limitan a zonas sometidas a deforestación. «Se queman pastos para estimular el crecimiento de la hierba y áreas boscosas en los bordes de los bosques vírgenes. Es menos común quemar bosques primarios, porque eliminan las ganancias de madera dura y porque por su humedad son más difíciles de quemar», aclara.

Mientras el gobierno de Lula da Silva celebra haber reducido los niveles de deforestación registrados durante la presidencia de Jair Bolsonaro, los incendios en el Amazonas aumentaron significativamente. Además, este año, la temporada de fuegos comenzó más temprano de lo habitual. Entre enero y julio la superficie quemada aumentó un 83 por ciento respecto al mismo periodo de 2023. Teniendo en cuenta el promedio de los diez años anteriores, subió un 38 por ciento, precisa el economista.

Otro aspecto significativo, subrayado por el economista, es que entre enero y marzo de 2024, las quemas en áreas de deforestación reciente fueron el nueve por ciento. En los bosques vírgenes, del 34 por ciento. En 2023, solo el cinco por ciento de los incendios se produjeron en bosques primarios y el 21 por ciento en áreas de deforestación reciente.

Para Von dei Weid, dos factores influyen en esta tendencia. Por un lado, la sequía. Por el otro, que los sistemas de control satelital del INPE sean hoy capaces de localizar en tiempo real cualquier área de bosque talada por encima de las 30 hectáreas. Y agrega que las imágenes satelitales disponibles, en relación a los incendios, muestran que el 95 por ciento de las quemas empiezan en propiedades privadas, predominando aquellas destinadas a la ganadería.

El fuego no afecta solamente a la Amazonía brasileña. Entre 2022 y 2023 se quemaron 665.000 hectáreas de vegetación nativa del Cerrado, una ecorregión ubicada en el centro del país. En este bioma ya habían ardido 500.000 hectáreas entre 2011 y 2015. Se estima que hoy cuenta con un 50 por ciento menos de su cubierta vegetal original, lo que equivale a 100 millones de hectáreas. Allí, según un informe de Ecologistas en Acción, se produce entre el 50 por ciento y el 70 por ciento de la soja producida en Brasil (solo un diez por ciento procede del Amazonas, donde prevalece la ganadería). El agronegocio en esa zona es impulsado por multinacionales como Cargill, Bunge y ADMI.

También en estas semanas se consumen hectáreas del Pantanal, considerado el mayor humedal del mundo. Esta región se ubica en el Mato Grosso del Sur y alcanza también a Bolivia y Paraguay. Su superficie quemada aumentó un 2.362 por ciento en 2024, respecto al primer semestre de 2023 y un 529 por ciento en relación a la media de los últimos cinco años.

Bolivia: financiamiento estatal al agronegocio

Las quemas en Bolivia afectaron más de cuatro millones de hectáreas, según un reporte de la Fundación Tierra. Los departamentos más perjudicados son Santa Cruz con 2,6 millones de hectáreas, Beni con 1,3 millones de hectáreas y La Paz con 18.990 hectáreas, zonas pertenecientes a la Amazonía boliviana. La organización reporta además afecciones en la salud (respiratorias, oculares y diarreicas) como consecuencia del humo.

“En estos sectores hay sitios donde se producen recurrentemente incendios. Pero también hay nuevas afectaciones a bosques primarios que requerirán entre 50 a 100 años para reponer las áreas naturales”, lamenta en el informe Efraín Tinta, investigador de la Fundación Tierra.

Durante 2023 se perdieron tres millones de hectáreas de bosque nativo, según el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM). Para ampliar la frontera agrícola, los empresarios agroindustriales (dedicados por ejemplo al cultivo de palma) realizan el chaqueo, la quema de ciertas áreas para luego realizar agricultura. Lo hacen indiscriminadamente y rebasan la frontera agrícola, indican desde el WRM.

Stasiek Czaplicki es economista ambiental especializado en temas agropecuarios. Consultado por Tierra Viva, explica la relación entre los incendios forestales y el agronegocio a través de datos relacionados con la tenencia de la tierra. Señala que el 16 por ciento de la tierra en Bolivia es considerada de tenencia «mediana» o «empresarial». Y el 44,9 por ciento de los incendios ocurrieron en ese tipo de propiedad.

«Uno podría pensar que esos incendios son provocados por terceros malintencionados, pero las denuncias recibidas por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) de parte de los empresarios son menos de 500, sobre un total de 50.000 predios afectados en el país», dice Czaplicki.

Los incendios son un fenómeno conexo a la deforestación. «Pero en el caso particular de Bolivia no se sobrepone», matiza. «En 2022 se quemaron cerca de cuatro millones de hectáreas y de ese total se desmontaron 60.000. Quiere decir que los incendios no tienen una finalidad productiva o de habilitación de tierras como uno podría pensar», explica.

Si las quemas ocurren en territorios pertenecientes a empresarios, pero no tienen un fin necesariamente de desmonte, ¿por qué otros motivos se están incendiando esas masas boscosas? «Por las quemas controladas que se salen de control, lo que señala una incapacidad para contener los incendios, y también porque las quemas son usadas para amedrentar a territorios indígenas«, responde.

Czaplicki es autor del libro «Las finanzas grises del agronegocio en Bolivia y su rol en la deforestación». El concepto de «finanzas grises» alude —por contraposición al financiamiento «verde»— a los fondos destinados a sustentar actividades extractivas como las quemas o la deforestación. «En Bolivia no se usa la plata de los empresarios para eso, sino los ahorros de los fondos de pensión de los bolivianos y de la banca. Las sumas ascienden a 2.500 millones de dólares», informa el investigador. El Gobierno es el encargado de orientar esos fondos para favorecer a la agroindustria, en particular a los sectores sojeros, azucareros y ganaderos.

Sin matices entre los sucesivos gobiernos, el Estado boliviano apuesta a favorecer al agronegocio como política de desarrollo económico: «El gobierno actual (de Luis Arce) sigue negociando más y más medidas a favor de la agroindustria, continuando con las políticas públicas desarrolladas por Evo Morales y por Jeanine Áñez».

En comparación, los fondos destinados a prevenir incendios son solo 1,4 millones de bolivianos, lo que equivale a 200 mil dólares. Es menos que el 1,4 por ciento del presupuesto que maneja la ABT. Los reportes del organismo reportan, por ejemplo, que en 2022 recaudaron cerca de 140 millones de bolivianos (20 millones de dólares). Pero al año siguiente, su presupuesto total para la protección de bosques fue de 50 millones de bolivianos.

«Hay una voluntad de no financiar las instituciones públicas, de no darle las herramientas correctas para poder asistir a la situación actual. En el marco de una crisis financiera y macroeconómica, las autoridades han ido implementando incentivos económicos para apoyar la expansión agropecuaria, particularmente en los bosques bolivianos», explicita Czaplicki.

Paraguay: un puñado de empresarios contra miles de hectáreas

Según el último reporte oficial, fechado el 11 de septiembre, en Paraguay existen 118 incendios en bosques nativos, 37 en áreas protegidas, 19 en palmares y tres en plantaciones forestales. Los focos más intensos se registran en el oeste del país, en la zona del Chaco Paraguayo.

Con seis millones de hectáreas deforestadas entre 2001 y 2019, Paraguay es el segundo país que más cubierta arbórea perdió en la región sudamericana, después de Brasil, según el sistema satelital Global Forest Watch. Desde 2001 hasta 2021 se perdieron 466.230 hectáreas por incendios forestales. El peor fue 2019, con 121.000 hectáreas incendiadas. El Chaco Paraguayo fue la región más deforestada de ese país durante el periodo 2001-2021. Los años con mayor pérdida de cobertura arbórea a consecuencia de los incendios fueron 2017, 2019, 2020 y 2021.

Un estudio de la organización brasileña Agro é Fogo menciona que los incendios forestales y de campo en el Chaco paraguayo ocurren entre los meses de agosto y octubre, con mayor incidencia desde mediados de agosto hasta mediados de septiembre. Y confirma que el origen de estos incendios es por la acción humana, ya que son utilizados por el sector agrícola de forma recurrente para gestionar los pastos, basándose en la práctica de “quema controlada” de campos.

Un informe de la organización Bases IS sobre la deforestación en 2023 también alude a la concentración de la tierra. «Si en el país se deforesta mucho, es porque se necesita esa tierra para pastura (de ganado) o para agricultura extensiva. El elemento a remarcar en este contexto es que dicha deforestación es realizada por un pequeño puñado de gente», advierten. En Paraguay, el 90 por ciento de la tierra está en manos de 12.000 grandes propietarios. El resto se reparte entre 280.000 pequeños y medianos propietarios.

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/incendios-en-brasil-bolivia-y-paraguay-las-llamas-del-agronegocio/

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Intoxicaciones, caídas y ataques: crece la inseguridad en colegios de Bolivia

En lo que va de este 2023, se registraron al menos 10 casos en los que estudiantes menores de edad sufrieron accidentes y ataques dentro de sus unidades educativas en diferentes ciudades del país. En la mayoría de las situaciones, los niños se recuperaron, pero también hubo los que perdieron la vida.

Desde intoxicación con el desayuno escolar u otros elementos hasta caídas y peleas, pasando por ataques y ser aplastados por árboles o postes, la inseguridad se evidencia en estos espacios.

El caso más reciente es el de una adolescente de 13 años que cayó desde el segundo piso de su colegio en Santa Cruz de la Sierra, este lunes, y se encuentra en estado crítico en cuidados intensivos (UTI). La menor estaba parada en una silla cerca de la ventana del aula. Al perder el equilibrio, cayó de cabeza al piso.

El 13 de septiembre, se registró una explosión durante un fallido experimento en el laboratorio de química en una escuela la ciudad de La Paz, generando lesiones y quemaduras en una estudiante de 15 años. La menor estuvo internada por un mes y medio, además fue sometida a una cirugía reconstructiva de injertos de piel en la mano derecha y en los muslos. Deberá continuar con tratamiento y fisioterapia.Estudiante resultó con quemaduras tras experimento de química.

Otro caso que consternó a Santa Cruz fue el de José Apaza, el niño de 12 años que murió aplastado por un árbol en su unidad educativa. Sus compañeros contaron que fue a recoger su pelota al área donde trabajadores realizaban la poda de un árbol. Sin embargo, una rama cayó sobre el pequeño, que murió con múltiples fracturas y con perforaciones en los pulmones y el corazón.

El 8 de septiembre, padres de familia de una unidad educativa del municipio de Sacaba en Cochabamba, denunciaron que sus hijos habrían sido intoxicados, ya que fueron trasladados de emergencia hasta el hospital. 12 niños del nivel de primaria presentaron dolores en el estómago y convulsiones. Contaron que uno de ellos recibió unas pastillas identificadas como relajante muscular fuera del colegio y le habrían indicado que las reparta, fue entonces que les entregó una a cada uno.

El 28 de agosto, tres estudiantes de un colegio en la ciudad de Trinidad resultaron lesionados después de que una parte del techo se viniera abajo. Los estudiantes de nivel inicial se encontraban en el patio cuando, de repente, escucharon un fuerte ruido y el techo falso se desprendió, cayendo sobre ellos.

Las fotografías que circularon en redes sociales muestran a los estudiantes empolvados y con tierra en la cabeza como resultado del desprendimiento del techo falso.

El 22 de agosto, padres de familia denunciaron un nuevo caso de intoxicación masiva al interior de un colegio en la ciudad de Sucre, donde al menos 15 estudiantes resultaron intoxicados. Se presume que la causa sería alfajores con mantequilla de maní y mermelada del desayuno escolar en aparente mal estado.

Dichos productos tenían un mal olor, era hasta nauseabundo aseguró. Por eso, muchos niños lo botaron a la basura. Entonces, les pidieron devolver los alfajores con mantequilla de maní y mermelada antes de que los coman y los alumnos se quedaron sin desayuno escolar.

«Era el desayuno escolar»: Denuncian nuevo caso de intoxicación masiva en un colegio
El 27 de junio, un niño de ocho años resultó herido luego de que un poste de luz se le cayera encima en una unidad educativa en la zona de Los Yungas. El pequeño no resultó con heridas de gravedad, pero su madre reclamó por el descuido de las autoridades.

En junio, se conoció el caso de un niño de tan solo 8 años de un colegio privado de Santa Cruz que fue obligado por estudiantes de secundaria a tomar una mezcla de lavandina y agua. El menor fue rápidamente internado en una clínica, donde los médicos lograron salvarle la vida.

El 13 de junio, un niño de 6 años fue empujado por las gradas de su Unidad Educativa, en Cochabamba, durante el recreo. Antes de caer fue golpeado por otros estudiantes.

Según la denuncia, los agresores serían alumnos de quinto de primaria, la pequeña víctima tiene moretones en las piernas, heridas en los brazos, un hematoma en la lengua, además de golpes en la cabeza y un constante sangrado en la nariz.

El 5 de junio se registró uno de los hechos más impactantes del año. Una niña de solo seis años fue apuñalada por otro menor de 10 años, al interior de su unidad educativa en Santa Cruz.

La pequeña fue atacada cuando se dirigía al baño y el otro estudiante le asestó la puñalada en el pecho derecho cortando una vena arterial. La víctima fue operada de emergencia y se estaba recuperando lentamente. Sin embargo, 10 días después, la niña sufrió una descompensación, fue trasladada de emergencia hasta el centro de salud, pero perdió la vida.

El 17 de mayo, un niño de 7 años que sufrió una caída en su colegio en la ciudad de La Paz fue internado en el hospital. Ahí, descubrieron que tenía una lesión en el cráneo y fue operado de emergencia.

El menor cayó de cabeza durante la clase de educación física, cuando intentó patear un balón. Después de la caída, el menor no fue auxiliado por nadie del colegio y continuó pasando clases, minutos después se puso mal y fue en busca de su hermana para pedir ayuda, la menor de 10 años, junto a su amiga llevaron al niño hasta su casa.

EL 16 de febrero, la hora del recreo en un colegio de la ciudad de Sucre terminó en una tragedia cuando un niño de 4 años cayó desde el segundo piso porque estaba cerca de la baranda.

https://www.reduno.com.bo/noticias/intoxicaciones-caidas-y-ataques-crece-la-inseguridad-en-colegios-de-bolivia-2023117191413

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Informe de Milenio: Los problemas de empleo, educación y salud en Bolivia se han mantenido aún después de la pandemia

La situación social de Bolivia es el nombre de la investigación presentada esta semana.

La caída de los ingresos de las familias, la mayor informalización del empleo, “la debacle” de la calidad educativa y el colapso del sistema de salud se han mantenido, e incluso se extendieron después de controlada la pandemia por covid-19, son algunas revelaciones del estudio denominado La situación social de Bolivia, de la Fundación Milenio.

Las secuelas de la pandemia, según el informe, permanecen y causan un deterioro evidente en las condiciones de vida de la ciudadanía; se identifican como causas: la fragilidad de la economía y una menor capacidad de creación de empleo.

“Bolivia ha dado muestras de debilidades y falencias crónicas en materia de protección social, y tanto más por cuanto el aumento incesante de la informalidad determina que un elevado porcentaje de la población esté indefensa frente a la inseguridad económica, la precariedad de los empleos y los riesgos de salud, de vejez y otros”, afirma el documento.

Por su parte, el director ejecutivo de Milenio, Henry Oporto, sostuvo: “El estudio muestra un panorama social preocupante, que contradice el relato político oficial de muchos logros socioeconómicos. Los datos y evidencias que aporta dejan en claro que la mejora de algunos indicadores, en los años anteriores a la pandemia, no han sido genuinos ni sostenibles porque no se asentaron en el fortalecimiento de las capacidades humanas de las personas; es decir en una mejor educación y formación laboral, mayor protección sanitaria y puestos de trabajo más seguros, formales y mejor remunerados”.

De acuerdo con el informe la caída de los ingresos laborales, durante el primer trimestre de este año, fue de 12%, en promedio, respecto del nivel de ingresos previos a la pandemia. Además, apunta a un incremento de la brecha salarial de género.

El estudio identifica como el impacto de más largo plazo la pérdida de capital humano, derivada de las consecuencias sanitarias, pero también de la precarización del mercado laboral y del rezago y la pérdida de aprendizajes de los estudiantes, que no se han podido recuperar en los últimos dos años.

El estudio, que oficialmente se presentó el jueves en La Paz, fue realizado por los especialistas: José Gabriel Espinoza, Ernesto Yáñez, Guillermo Aponte y Patricia Philco-Lima, bajo la coordinación de Henry Oporto. Su producción contó con el apoyo y la participación de la Red Procosi.

https://eldeber.com.bo/pais/informe-de-milenio-los-problemas-de-empleo-educacion-y-salud-en-bolivia-se-han-mantenido-aun-despues_337566

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La educación alternativa en Bolivia

Por: Noel Aguirre Ledezma

Con seguridad alguien preguntará, ¿a qué nos referimos por Educación Alternativa? En principio, téngase en cuenta que sus orígenes se encuentran en la educación previa a la colonia, en la “educación natural”; también es parte de las luchas sociales por el derecho a la educación, por ejemplo: escuelas indigenales, Escuela Ayllu de Warisata y propuestas planteadas para transformar el mundo escolarizado desde las organizaciones sociales, comunitarias e indígenas.

La Educación Alternativa (EA), además de un enfoque, según la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley de la Educación 070 es un subsistema del Sistema Educativo del Estado Plurinacional que determina: “El Estado y la sociedad tienen tuición plena sobre el sistema educativo, que comprende la educación regular, la alternativa y especial, y la educación superior…” La EA es una estrategia fundamental para hacer efectivos mandatos como: “Toda persona tiene derecho a recibir educación…” (CPE, art. 17), la educación boliviana “es única, diversa y plural…” (Ley 070, art. 3) o “el Estado, a través del sistema educativo, promoverá la creación y organización de programas educativos a distancia y populares no escolarizados, con el objetivo de elevar el nivel cultural y desarrollar la conciencia plurinacional del pueblo.” (CPE, art. 90) En resumen, la EA es parte de la construcción de un Estado que garantiza el derecho a la educación, es la expresión de la pluralidad de la educación y está llamada a hacer efectiva la educación no escolarizada, además de dar respuestas a las expectativas del pueblo.

La estructura organizativa de la EA comprende las áreas de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) y Educación Permanente (EP). A su vez, la EPJA desarrolla procesos de formación humanística, técnica y humanística-técnica, mientras que la EP trabaja en la formación de líderes comunitarios, educación técnica comunitaria y fortalecimiento de organizaciones populares y sociales. Los niveles de formación de la EPJA abarcan la primaria y junto a ella la alfabetización y posalfabetización, y la educación secundaria; mientras que la educación técnica puede ser a nivel de técnico básico, auxiliar y medio. Cuenta con dos programas, el Centro Plurinacional de Educación Alternativa a Distancia (Cepead) que ofrece formación a bolivianos que viven más allá de nuestras fronteras y el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias (SPCC) que reconoce capacidades aprendidas en la vida diaria, trabajo y acciones comunitarias. La EA está en permanente adecuación de sus propuestas en función de las expectativas de la población.

En estos tiempos, al igual que el conjunto del sistema educativo, la EA está retada a reafirmar su naturaleza y enfoques, así como a repensar sus horizontes sabiendo leer las lecciones y experiencias de su historia. La EA definitivamente tiene que dejar de ser sustitutiva y remedial a los resultados de los otros subsistemas, tiene que afirmarse en el mandato que le señala la Ley 070, artículo 17, al referirse a sus objetivos: “Democratizar el acceso y permanencia a una educación adecuada en lo cultural y relevante en lo social…” Tiene que ser de veras: Alternativa, una opción de calidad, con pertinencia y relevancia propia a su naturaleza. La EA tiene que consolidarse como Educación Popular y Comunitaria, porque es una educación transformadora y liberadora comprometida con los movimientos sociales, populares e indígenas y por sus metodologías participativas y dialógicas. Tiene que ser inclusiva, porque reconoce la diversidad y se adecúa a las expectativas de la población. Tiene que ser una educación a lo largo y ancho de la vida, lo que supone adecuar su propuesta pedagógica, curricular y de gestión a la diversidad de edad y los distintos grupos poblacionales. Con prioridad tiene que ser una educación productiva vinculada al territorio, centros de producción, cultura y formas de organización sociales. Tiene que generalizar el reconocimiento y homologación de saberes y conocimientos desarrollados en la vida diaria. Decididamente tiene apartarse de la educación escolarizada y aproximarse más a la educación no escolarizada, popular, permanente y comunitaria. La EA tiene que construir la educación en, de y para la vida.

https://www.la-razon.com/voces/2023/09/01/la-educacion-alternativa-en-bolivia/

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En Fotos | En Bolivia, maestros protestan por bajos salarios y cambios en el plan de estudios

Durante el 1 de mayo, trabajadores de la educación salieron a las calles de La Paz para manifestar su descontento contra el nuevo curriculum propuesto por el Ministerio de Educación.


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Bolivia: Personas con Síndrome de Down logran insertarse laboralmente en centros de educación alternativa

En todo el país se reportan al menos 9.700 estudiantes con discapacidad intelectual; y con la población de autismo, la cifra alcanza a 11.995. Sumado este número con estudiantes que presentan dificultades de aprendizaje, el total es de 24.825 a nivel nacional.

Este 21 de marzo se recuerda el Día Internacional con Síndrome de Down. En Bolivia, hay 217 centros de educación alternativa especial para la atención de estudiantes; muchos logran encontrar su talento y hasta hacer un negocio con la ayuda de sus padres.

“Estamos ampliando los centros de técnica productiva, donde nuestros estudiantes, pese a la discapacidad que tienen, ellos sí también desprenden un talento y pueden ser parte también de lo técnico productivo, con diferentes especialidades: gastronomía, repostería, costura, etc.”, aseveró. Elsa Chavarría, directora de Educación Especial Del Ministerio De Educación a Urgente.bo.

Resaltó que estos centros son gratuitos a nivel nacional y que hasta fin de este mes las inscripciones están abiertas en diferentes programas.

“Nosotros en el ámbito de educación especial no tenemos limitación de edades, por eso nosotros trabajamos en lo técnico productivo para la inserción laboral, incluyendo a nuestros padres y madres de familia”, explicó.

Este 21 de marzo se recuerda el Día Internacional con Síndrome de Down. En Bolivia, hay 217 centros de educación alternativa especial para la atención de estudiantes; muchos logran encontrar su talento y hasta hacer un negocio con la ayuda de sus padres.

“Estamos ampliando los centros de técnica productiva, donde nuestros estudiantes, pese a la discapacidad que tienen, ellos sí también desprenden un talento y pueden ser parte también de lo técnico productivo, con diferentes especialidades: gastronomía, repostería, costura, etc.”, aseveró. Elsa Chavarría, directora de Educación Especial Del Ministerio De Educación a Urgente.bo.

Resaltó que estos centros son gratuitos a nivel nacional y que hasta fin de este mes las inscripciones están abiertas en diferentes programas.

“Nosotros en el ámbito de educación especial no tenemos limitación de edades, por eso nosotros trabajamos en lo técnico productivo para la inserción laboral, incluyendo a nuestros padres y madres de familia”, explicó.

EMPRENDIMIENTOS

Chavarría indicó que hay estudiantes con síndrome de Down que se han dedicado a la repostería, y han abierto tiendas con el apoyo de los padres de familia.

Ejemplificó que en el centro especial Cobija B, los estudiantes con Síndrome de Down realizan costura, para emprender en negocios.

“Tenemos una estudiante que ha podido destacar y a la vez ha podido desprender como una persona que ha podido ayudar a las familias (…) ha podido hacer su propio negocio ahí con el apoyo de la madre, producir prendas de vestir y entregar a dos municipios”, dijo.

https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/personas-sindrome-down-logran-insertarse-laboralmente-centros-educacion-alternativa/20230321194051900969.html

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Bolivia: Universitarias denuncian acoso y violencia sexual de docentes de la UMSS

El Secretario General de la UMSS dijo que desconoce las denuncias.

Este martes, estudiantes de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) realizaron una marcha de protesta hasta puertas del Rectorado de esta casa de estudios superiores de lucha contra la violencia a la mujer.

Las jóvenes denuncian que hay varios hechos de acoso sexual e incluso violencia sexual por parte de docentes de varias carreras, estudiantes y administrativos, pero no hubo sanciones. Exigen que autoridades universitarias fiscalicen los casos y se haga el seguimiento legal.

«Estamos presentes estudiantes autoconvocadas de todas las facultades de  la Universidad Mayor de San Simón para exigir una adecuada fiscalización y seguimiento a los casos de violencia, acoso sexual y violaciones que se han realizado dentro de nuestra universidad», expresó una de las jóvenes.

Con letreros como «Atrévete, sé valiente y denuncia al agresor», «Mi silencio no me protegió, tu silencio no te protegerá», «No a la violencia, sí a la paz. Rompe el silencio», «Que ser mujer no nos cueste la vida», «No defiendas al violador, no defiendas al agresor», «Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca» y otros, las universitarias piden acciones ante estos hechos.

Por su parte, el Secretario General de la UMSS dijo que desconoce las denuncias y «esa clase de comportamiento».

«No tenemos conocimiento oficial de que haya esa clase de comportamientos dentro de la universidad. Oficialmente no lo sabemos», afirmó Eduardo Lavayen Panoso.

También señaló que existe una oficina dentro del campus para atender estos temas. Aseguró que, en caso de comprobarse las denuncias, aplicarán todo el rigor de la ley.

«La unidad que está encargada de conocer esta clase de demandas y, además, de resolverlas, si es el caso, es la Oficina de Protección de los Derechos de la Mujer en la Universidad ¿Cómo va a enfrentar la Universidad esta clase de actitudes? si es que hubieran; vamos a aplicar con todo el rigor de la ley lo que manda nuestro ordenamiento jurídico en protección a las mujeres especialmente», complementó.

https://www.reduno.com.bo/noticias/universitarias-denuncian-acoso-y-violencia-sexual-de-docentes-de-la-umss-20232811217

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