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“LO QUE TODO AMBIENTALISTA NECESITA SABER SOBRE CAPITALISMO”: FRED MAGDOFF Y JOHN BELLAMY FOSTER.

Por: Marxismo Crítico.

Ha llegado el momento de que aquellos preocupados por el destino de la Tierra enfrenten los hechos: no sólo la grave realidad del cambio climático sino también la acuciante necesidad de un cambio en el sistema social. La incapacidad de arribar a un acuerdo sobre el clima global en Copenhague en diciembre de 2009 no fue únicamente una simple abdicación de liderazgo mundial, como se ha sugerido frecuentemente, sino que tuvo raíces más profundas en la inhabilidad del sistema capitalista para lidiar con la creciente amenaza a la vida en el planeta. El conocimiento de la naturaleza y los límites del capitalismo, y los medios para trascenderlo, tienen entonces importancia vital. En palabras de Fidel Castro en diciembre de 2009: “Hasta hace muy poco se discutía sobre el tipo de sociedad en que viviríamos. Hoy se discute si la sociedad humana sobrevivirá”.

I. La crisis ecológica planetaria

Existe abundante evidencia de que los humanos han causado daño ambiental durante milenios. Problemas por deforestación, erosión de suelos, y salinización de suelos irrigados se remontan a la antigüedad. Platón escribió en Critias:

“Nuestra tierra ha venido a ser, en comparación con la que fuera entonces, como el esqueleto de un cuerpo descarnado por la enfermedad. Las partes grasas y blandas de la tierra se han ido en todo el derredor, y no queda más que el espinazo desnudo de la región. Pero, en aquellos tiempos, cuando estaba aún intacta, tenía como montañas, elevadas ondulaciones de tierra; las llanuras que hoy día se llaman campos de Feleo, estaban cubiertas de glebas grasísimas; sobre las montañas había extensos bosques, de los que aún quedan actualmente huellas visibles. Pues, entre estas montañas que no pueden alimentar ya más que las abejas, las hay sobre las que se cortaban, no hace aún mucho tiempo, grandes árboles, aptos para levantar las mayores construcciones, cuyos revestimientos aún existen. Había también multitud de altos árboles cultivados, y la tierra brindaba a los rebaños unos pastos inagotables. El agua fecundante de Zeus que caía cada año sobre ella, no corría en vano, como actualmente para irse a perder en el mar desde la tierra estéril: la tierra tenía agua en sus entrañas, y recibía del cielo una cantidad que ella había hecho impermeables; y ella conducía también y desviaba por sus anfractuosidades el agua que caía de los lugares elevados. De esta manera, por todas partes se veían rielar las generosas corrientes de las fuentes y los ríos.
Respecto de todos estos hechos, los santuarios que en nuestros días aún subsisten en honor de las antiguas fuentes, son un testimonio fehaciente de que esto que acabamos de contar es verídico”.

Lo que es diferente en nuestra era actual es que existen muchos más de nosotros habitando la Tierra, que tenemos tecnologías que pueden ocasionar daños mucho peores y hacerlos más rápido, y que tenemos un sistema económico que no conoce límites. El daño que se está haciendo se encuentra tan extendido que éste no sólo degrada ecologías locales y regionales, sino que también afecta el medio ambiente planetario.

Existen muchas sólidas razones para que, junto a muchas otras personas, nos preocupemos sobre la vigente y rápida degradación del medio ambiente de la Tierra.

El calentamiento global, ocasionado por el aumento inducido de gases de efecto invernadero (CO2, metano, N2O, etc.), se encuentra en proceso de desestabilizar el clima mundial –con horrendos efectos para la mayoría de las especies en el planeta y la humanidad misma con cada vez más seguridad. Cada década es más cálida que la anterior, con 2009 alcanzando el nivel del segundo año más cálido (2005 se encuentra primero) en los 130 años de registros instrumentales de la temperatura a nivel mundial.[3] El cambio climático no ocurre de forma gradual, linear, sino que es nolinear, con todo tipo de retroalimentaciones que lo amplifican y puntos de no retorno.

Existen claros indicios de los problemas que nos deparará el futuro. Éstos incluyen:

– Derretimiento del hielo del Océano Ártico durante el verano, que reduce el reflejo de la luz solar al reemplazar el hielo blanco por el océano oscuro, y por lo tanto, aumentando el calentamiento global. Satélites muestran que el remanente del hielo ártico durante el verano se redujo en un 40 por ciento en 2007 respecto de fines de la década de 1970, cuando comenzaron las mediciones precisas.

– La eventual desintegración de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, ocasionada por el calentamiento global, ocasiona aumentos en los niveles de los océanos. Inclusive un aumento del nivel del mar de entre 1-2 metros podría ser desastroso para cientos de millones de personas habitando países que se encuentran a nivel del mar como Bangladesh y Vietnam, y varios estados insulares. Un aumento del nivel del mar a una tasa de unos pocos metros por centuria no es inusual en el registro paleoclimático, y por lo tanto debe considerarse posible, dadas las actuales tendencias de calentamiento global. Actualmente, más de 400 millones de personas viven dentro de los cinco metros sobre el nivel el mar, y más de mil millones dentro de los veinticinco metros.

– La veloz disminución de los glaciares de montaña a nivel mundial, muchos de los cuales –de continuar las actuales emisiones de gases de efecto invernadero- podrían encontrarse prácticamente (o totalmente) desaparecidos en la presente centuria. Estudios han demostrado que un 90 por ciento de los glaciares de montaña a nivel mundial ya se encuentran en franco repliegue debido al calentamiento global. Los glaciares del Himalaya proveen de agua a países con miles de millones de habitantes en Asia durante la temporada seca. Su reducción ocasionará inundaciones y agudizará la escasez de agua. El derretimiento de los glaciares de los Andes está contribuyendo a inundaciones en esa región. Pero el problema más inmediato, vigente y de largo plazo, asociado con la desaparición de los glaciares –visible hoy en día en Bolivia y Perú- es el de la falta de agua.

– Devastadoras sequías, expandiéndose posiblemente a un 70 por ciento de las tierras dentro de las próximas décadas de continuar la situación actual; ya se ha tornado evidente en el norte de India, noreste de África y Australia.

– Mayores niveles de CO2 en la atmósfera pueden incrementar la producción de algunos tipos de cultivos, pero éstos podrían verse dañados en años futuros por una desestabilización que ocasione condiciones climáticas secas o muy húmedas. Ya se han constatado pérdidas en campos de arroz en el Sureste Asiático, atribuidos a mayores temperaturas durante la noche que ocasionan disminuciones en el incremento de la respiración nocturna de la planta. Esto implica una mayor pérdida de lo producido
por fotosíntesis durante el día.

– Cambios rápidos en el clima de ciertas regiones ocasionan la extinción de especies que no pueden migrar o adaptarse, conduciendo a un colapso de todo el ecosistema que depende de las mismas, y la muerte de más especies. (Ver debajo para más detalles de la extinción de especies).

– Relacionado al calentamiento global, la acidificación del océano producto de un aumento en la absorción de carbono amenaza con el colapso de ecosistemas marinos. Recientes indicios sugieren que una acidificación del océano puede, eventualmente, reducir la eficiencia del océano en la absorción de carbono. Esto significa una potencial y más veloz acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, y una aceleración del calentamiento global.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/lo-que-todo-ambientalista-necesita-saber-sobre-capitalismo-fred-magdoff-y-john-bellamy-foster/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2016/11/chiledesarrollosustentable.jpg

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Acuerdo mundial para proteger el clima

Por Cristián Frers

Alrededor de doscientos países firmaron, el 15 de octubre de 2016, un acuerdo  para reducir los gases efecto invernadero que se usan en equipos de aire acondicionado y refrigerantes. Es  uno de los pasos más importantes  para combatir el cambio climático.
Los hidrofluorocarbonados (HFC) son uno de los más poderosos inductores del calentamiento global pues atrapan miles de veces más calor en la atmosfera terrestre que el dióxido de carbono (CO2) y permanece en ella. Sus emisiones  crecen  a un ritmo de un 10 % anual,  en especial en los países en desarrollo.

Desde los primeros tiempos, las variaciones climáticas  modelaron el destino de la humanidad y el ser humano  reaccionó  adaptándose, emigrando y desarrollando su inteligencia.

Durante las últimas glaciaciones, los niveles de los océanos descendieron y los hombres se desplazaron a través de puentes continentales desde Asia hacia América y las islas del Pacífico: Desde entonces se registraron numerosas migraciones, cambios y también catástrofes. Algunas de éstas tuvieron su origen en pequeñas fluctuaciones climáticas, con siglos de temperaturas levemente superiores o inferiores a la media, más sequías prolongadas. La más conocida es la pequeña era glaciar, registrada en Europa, a comienzos de La Edad Media, que provocó hambrunas, disturbios y el abandono de las colonias septentrionales, tanto en Islandia como en Groenlandia. El hombre  soportó durante milenios los caprichos climáticos, recurrió a su ingenio para adaptarse, incapaz de influir en fenómenos de tal magnitud.

Hoy es un hecho científico que el clima global está en peligro, alterado por los seres humanos,  desde La Revolución Industrial hasta nuestros días, debido al aumento de concentraciones de gases invernadero, tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos. Estos gases  atraparon una porción creciente de radiación infrarroja terrestre y se espera que hagan aumentar la temperatura planetaria entre 1,5º a 4,5 °C (el llamado efecto Invernadero o calentamiento Global).

Según el acuerdo, firmado, llamado “Enmienda de Kigali”, el calendario prevé que un primer grupo de los países desarrollados reduzcan su producción y consumo  de HFC un 10 %, a fines de 2019, en relación a los niveles de los años 2011 – 2013, y un 85 % antes de 2036  y de un 85% antes del año 2.036.

 China, hoy la segunda potencia del mundo, y un  segundo grupo de países en vías de desarrollo más los países africanos, deberán alcanzar una reducción de un 10% respecto de los niveles: desde 2.020 a 2.022, para el año 2.029, y del 80 % para el año 2.045.

India, Pakistán, Irán, Irak y los países del Golfo, no empezarán a disminuirlos  hasta el año 2.028; serán reducirlos el 10 %, con respecto del período 2.024 – 2.026, en el año 2.032, y del 85 %, para el año 2.047.

El calentamiento del planeta es un riesgo que no se puede permitir el lujo de seguir oculto. Pregunto: ¿En qué grupo se ubica o se ubicará La Argentina?

La defensa de la vida es una lucha que debemos incorporar en nuestra agenda, porque compromete la condición humana. Debemos sensibilizar la concienciar de quienes aún no se  percataron de la gravedad del problema y generar lazos solidarios que  permitan  revertir la actual tendencia histórica que  llevará hacia el abismo de la autodestrucción como especie, es decir, hacia el verdadero fin de la historia.

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Banco Mundial: Mantener el aire fresco sin aumentar el calentamiento del planeta

Octubre de 2016/Fuente: Banco Mundial

La demanda de aire frío está de moda. En algunas zonas urbanas de China, donde los sistemas de aire acondicionado eran prácticamente desconocidos hace 20 años, casi todos los hogares tienen uno ahora. Las ventas en países como India aumentan en más del 10 % al año. Se estima que en 2030 habrá 700 millones de unidades de aire acondicionado adicionales en el mundo.

Todos estos sistemas de enfriamiento ofrecen beneficios en materia de salud y desarrollo, conservando los alimentos, aumentando la productividad y mejorando la calidad de vida de cientos de millones de personas.

Pero también tienen un costo muy alto para el clima. Los sistemas de aire acondicionado aumentan el consumo de electricidad, especialmente en las horas pico, y los sistemas de refrigeración pronto superarán a los sistemas de calefacción como factor principal de la demanda de energía por parte de los consumidores. Las tecnologías de enfriamiento también dependen de los hidrofluorocarbonos (HFC), poderosos gases de efecto invernadero cuyo efecto en el calentamiento global es miles de veces superior al del dióxido de carbono (CO2).

Hasta ahora.

El 15 de octubre, en una reunión en Kigali (Rwanda), las 197 partes del Protocolo de Montreal acordaron una enmienda que reducirá gradualmente el uso de los HFC en todo el mundo. Esta decisión podría limitar el aumento de la temperaturas media mundial a un nivel de 0,5 °C para fines del siglo, uno de los pasos más importantes en la lucha contra el cambio climático, y una importante contribución a los objetivos del Acuerdo de París, que entrará en vigor el 4 de noviembre.

Como organismo de ejecución del Protocolo de Montreal desde 1991, el Grupo Banco Mundial ha proporcionado hasta la fecha más de USD 1000 millones en donaciones para eliminar el consumo y la producción de sustancias que agotan la capa de ozono. Y como el presidente Jim Yong Kim lo dejó en claro en las Reuniones Anuales de este año, (i) el Grupo Banco Mundial tiene previsto continuar su apoyo a los países para que reduzcan gradualmente los HFC y mejoren la eficiencia energética.

“Hemos desarrollado un plan de apoyo que incluye aumentar nuestros préstamos para eficiencia energética con el fin de acompañar la reducción gradual de los HFC”, dijo Anna Bjerde, directora superior interina de Energía del Grupo Banco Mundial. “Como parte de nuestro Plan de Acción sobre el Cambio Climático, esperamos otorgar USD 1000 millones en préstamos para eficiencia energética en las zonas urbanas hasta 2020. Esto podría ayudar al desarrollo de tecnologías de refrigeración de alta eficiencia que también usen sustancias refrigerantes inocuas para el clima”.

Esta tarea ya está en marcha. En Tailandia, por ejemplo, el Grupo Banco Mundial ha ayudado a un fabricante local a lanzar una nueva línea de aire acondicionado (i) que usa un refrigerante que no agota la capa de ozono y que reduce en un tercio las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los esfuerzos para reducir los HFC se basarán en los exitosos compromisos del Grupo Banco Mundial con los países de poner fin a la producción y el consumo de sustancias que agotan la capa de ozono, adquiridos en el marco del Protocolo de Montreal.

En abril de 2013, el Gobierno de China y el Grupo Banco Mundial comenzaron a trabajar con empresas chinas para eliminar la producción de hidroclorofluorocarbonos (HCFC) que destruyen la capa de ozono. Hasta el momento, se han cerrado cinco plantas de producción, (i) lo que representa el 16 % de la producción total de HCFC en el país. Como parte de este esfuerzo, China también ha creado incentivos para destruir el HFC-23, un gas de efecto invernadero 10 000 veces más poderoso que el CO2. La meta es eliminarlo completamente en 2020.

“En el futuro, exploraremos nuevas oportunidades que brinden beneficios en tres frentes: proyectos que aumenten la eficiencia de las tecnologías de refrigeración, que reduzcan el consumo de energía y que eliminen los productos químicos que son peligrosos para el clima”, dijo John Roome, director superior del Área de Soluciones Transversales en materia de Cambio Climático del Grupo Banco Mundial. “Y aumentaremos nuestro financiamiento y la asistencia técnica para esta tarea”.

Más allá de comprometer su propio financiamiento, el Grupo Banco Mundial adoptará otras cuatro medidas para ampliar su labor en este ámbito:

  • Realizar estudios para identificar dónde los impactos podrían ser mayores. (Por ejemplo, un estudio en Pakistán estimó que una transición a nuevos refrigerantes podría reducir el consumo de energía del aire acondicionado en un 40 % y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en 8 millones de toneladas).
  • Integrar la asistencia técnica y la labor normativa con el financiamiento en condiciones concesionarias.
  • Otorgar nuevo financiamiento en el marco del Protocolo de Montreal para ayudar a los países.
  • Intercambiar conocimientos y prácticas entre los países para acelerar la adopción de medidas.

El acuerdo de Kigali tardó más de media década, y se centró en temas como las tecnologías de seguridad y la disponibilidad de las mismas, los derechos de propiedad intelectual, y el apoyo financiero adicional. A lo largo de este proceso, el Grupo Banco Mundial trabajó tanto con países desarrollados como en desarrollo en cuestiones clave, entre ellas la labor para clarificar las fechas de expiración de patentes.

Desde 1991, el Grupo Banco Mundial ha apoyado más de 700 proyectos en el marco del Protocolo de Montreal para reducir gradualmente las sustancias que agotan la capa de ozono y que se usan en la refrigeración, el aire acondicionado y la fabricación de productos de espuma. Estos proyectos han eliminado más de 300 000 toneladas de sustancias que agotan la capa de ozono, lo que equivale a evitar la emisión de más de 1200 millones de toneladas de CO2.

Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/10/17/staying-cool-without-heating-up

Imagen de archivo

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Que el uso de la energía renovable no sea un fiasco

Por: Cristián Frers
Creo que es necesario construir un escenario energético a partir de un conjunto de suposiciones que permitan estimar de qué forma evolucionará la demanda energética en el futuro si se cumplen las presunciones en que se basa el modelo. Entre las variables que conforman la evolución de la demanda de energía se encuentran: las políticas energéticas, el contexto internacional, los precios de los combustibles energéticos, el crecimiento de la población y del consumo, el aumento de los niveles de confort exigidos y las nuevas prestaciones brindadas por artefactos eléctricos, la utilización de energías renovables, entre otros. Estas variables normalmente determinaran que el consumo vaya creciendo de forma paulatina con el paso del tiempo.

El uso de la energía renovable en Argentina en cuanto a recursos naturales es ideal para que se desarrollen. Lamentablemente no existe una política pública acorde para generar este tipo de energía. Oportunidades que solo serían visibles si se abordasen la realidad desde una perspectiva interdisciplinaria y situada en la realidad del país.

Sin embargo, el gobierno por medio de la Resolución 164 – E/2016, creo el Consejo Consultivo de Políticas Energéticas, el 29 de agosto del 2016. El cual, actuara como órgano asesor para desarrollar políticas energéticas de mediano y largo plazo (Se han olvidado del corto plazo). Sus miembros, ex secretarios radicales y peronistas ejercerán sus funciones Ad Honorem.

Entre sus funciones están:

1.    Brindar opinión respecto del desarrollo e implementación de políticas energéticas concebidas para el mediano y largo plazo, sobre la base de criterios de eficiencia, diversificación, integración regional y desarrollo sustentable.

2.    Proponer planes de acción y/o proyectos que contribuyan a alcanzar los objetivos de política energética definidos.

Medida con la cual no estoy muy de acuerdo… Hubiese sido más justo, llamar a las mismas personas, si de hecho son competentes y que hagan el mismo trabajo pagándoles un sueldo. Por otro lado, considero que para este tipo de funciones hubiese sido más trasparente llamar a ocupar esos cargos públicos por concurso de antecedentes. Hay mucha gente, que se ha capacitado y sabe sobre el uso y la forma de gestionar energía renovable y estaría feliz de poder hacer un aporte al país, y… Así, poder desarrollarse para lo que ha estudiado y se ha capacitado.

Energía renovable, verde, limpia, sustentable o ecológica. Todas estas palabras se pueden utilizar para referirse a aquellas energías que protegen el ambiente al no emitir gases contaminantes. Año a año, miles de millones de toneladas de dióxido de carbono llegan a la atmósfera aumentando la temperatura de la tierra. El calentamiento global es un hecho y los continuos desastres naturales son un fiel reflejo de que el mundo está diciendo basta. Y la mejor manera de combatir esta realidad es con un cambio en la matriz energética, que busque abandonar paulatinamente el uso del gas y el petróleo como principal generador de energía, y construya el camino hacia las energías sustentables.

Argentina cuenta con una enorme cantidad y una excelente calidad de recursos energéticos renovables. Tiene muy buenos vientos, no sólo en la Patagonia, sino también en las zonas serranas y montañosas del centro y el oeste del país; gran parte del territorio nacional presenta irradiaciones solares que permitirían generar electricidad, especialmente en el noroeste y en el Cuyo; tiene una extensa costa con mareas y olas, numerosos ríos y saltos de agua para proyectos hidroeléctricos de bajo impacto ambiental.

Lo que queda en claro, entonces, es que la condición para alcanzar un uso adecuado de las energías renovables, se resume en desarrollar políticas públicas acordes, que den a la industria nacional el marco adecuado para desenvolver sus capacidades y transformar la oportunidad en realidad.

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China y Estados Unidos ratifican pacto internacional sobre cambio climático y medio ambiente

04  Septiembre 2016/Fuente:laprensa /Autor: EFE

China y Estados Unidos volvieron hoy a dar un paso al frente de la lucha global contra el calentamiento global al anunciar conjuntamente en Hangzhou la ratificación del pacto internacional alcanzado en la Cumbre del Clima de París sobre el cambio climático y el medio ambiente a finales de 2015.

Horas antes lo había hecho la Asamblea Nacional Popular (ANP), el Parlamento chino, al término de su sesión bimensual de hoy.

Ambos líderes dieron un golpe de efecto en la víspera de que arranque la cumbre del G20 en Hangzhou, al este de China, haciendo realidad los rumores que los días previos sugerían que aprovecharían la cita para realizar el vital anuncio para el medio ambiente.

Con el compromiso de China y USA, se hace más probable que el pacto sea pronto vinculante, ya que ambos suman cerca del 40% de las emisiones globales y, para que el acuerdo entre en vigor, se necesita que al menos 55 países que sumen el 55% de las emisiones contaminantes globales completen el proceso de ratificación.

Según la Casa Blanca, más de 55 países han expresado públicamente su voluntad de ratificarlo y, entre los que ultiman el proceso, están Brasil, Argentina, Corea del Sur y Japón.

Presente en el anuncio junto a Obama y Xi, el secretario general de la ONU se declaró hoy “optimista” sobre la posibilidad de que eso suceda antes de que acabe el año y consideró este acontecimiento para el medio ambiente como uno de los más “inspiradores” de su mandato, a punto de concluir.

Obama aseguró que “cuando hay voluntad y ambición, y cuando hay países como China y Estados Unidos listos para mostrar liderazgo y predicar con el ejemplo, es posible crear un mundo más próspero”.

La lucha contra el cambio climático es uno de los legados que Obama quiere dejar cuando abandone la Casa Blanca en enero del año próximo, así como consolidarlo como piedra angular de las relaciones entre las dos naciones más ricas y contaminantes del planeta.

Su batalla conjunta comenzó en noviembre de 2014, cuando ambos anunciaron en Pekín un histórico acuerdo que supone recortes en sus emisiones de gases de efecto invernadero, el primer compromiso de ese tipo, con el medio ambiente, por parte de China.

Ambos líderes se han comprometido en trabajar juntos para sacar adelante este año una enmienda al protocolo para proteger la capa de ozono aprobado en Montreal en 1987, con el fin de incluir más medidas contra los hidrofluorocarbonos (HFC), un gas de efecto invernadero que se usa en frigoríficos y aires acondicionados.

Además, Obama y Xi esperan que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) apruebe, en su asamblea de este mes, el estándar de reducción de emisiones para los aviones comerciales acordado en febrero pasado, con el objetivo de que USA y China estén entre los primeros países en adoptarlo.

Un consenso de las dos potencias que Ma Jun, uno de los activistas por el medio ambiente más prominentes de China, considera “extremadamente importante”, según declaró a Efe.

“Ojalá que ello ayude a otras naciones del G20 a sumarse a la lucha contra el cambio climático”, apunta el activista, quien ve como una estrategia adecuada que se haya elegido esta cumbre para hacer el anuncio.

Ma espera, asimismo, que China y USA tomen también el liderazgo en asegurar que “no se trata sólo de un compromiso gubernamental, sino también de las empresas, del sector financiero”.

En un discurso hoy ante la conferencia de empresarios de las economías del G20, el llamado B20, antes del anuncio conjunto, Xi reafirmó el compromiso de China con “el desarrollo ecológico y el cambio climático”.

“El objetivo es hacer de China un bello país con cielos azules, vegetación verde y ríos limpios”, enfatizó el presidente chino.

Obama abogó para que la lucha contra el cambio climático junto a China sea una herencia de su mandato y que el “próximo Gobierno de USA se encuentre una relación (con la segunda economía mundial) que tenga una estructura fuerte y productiva”.

“Espero que la lucha (contra el cambio climático) continúe con el próximo presidente estadounidense, ya que se trata de una amenaza común y un reto al que debemos enfrentarnos”, subraya Ma Jun.

Al margen de su frente común en esta materia, la reunión que mantuvieron Obama y Xi este sábado en Hangzhou estuvo también marcada por las tensiones entre ambos países por varios asuntos, como las disputas en el mar de China Meridional, ciberespionaje y derechos humanos.

Fuente de la noticia: http://laprensa.peru.com/actualidad/noticia-medio-ambiente-claves-ratificacion-china-y-usa-pacto-clima-64184

Fuente de la imagen: http://cde.laprensa.e3.pe/ima/0/0/1/4/5/145145.jpg

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Educación para la prevención ecológica: el cambio climático

Por: Educabolivia 

El presente  artículo explica en un lenguaje sencillo acerca del cambio climático con el objetivo  de que se discuta en las escuelas, estimule el debate entre docentes y estudiantes, creando sinergias entre la educación y la ciencia. Nuestro país  no está ajeno a los efectos y el artíiculo muestra  las señales de los últimos años.

¿Qué es el clima?
El clima es resultado de la compleja relación entre la atmósfera, los océanos, las capas de hielo, los organismos vivientes, los suelos, sedimentos y rocas. Sin embargo, la atmósfera es uno de los factores más importantes que determina el clima global.

¿Qué es el cambio climático?
Es la modificación acelerada de procesos y factores climáticos (lluvias, temperatura, humedad, vientos) provocada directa e indirectamente por actividades humanas que alteran la composición global de la atmósfera, acumulando excesivas concentraciones de gases de efecto invernadero.

¿Qué son los gases de efecto invernadero?
La atmósfera (la capa de gases que rodean la tierra) está constituida principalmente por nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y otros gases que regulan el sistema climático, llamados gases de efecto invernadero.

Estos gases de efecto invernadero que forman parte de la atmósfera, en condiciones normales, absorben parte de la energía solar y permiten mantener una temperatura habitable, con un promedio anual de 15º C.

Si no hubiese atmósfera, la temperatura promedio del planeta sería de 20º C bajo cero.

Los gases de efecto invernadero son el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua (H2O), el metano (CH4) y el Óxido nitroso (N2O).

¿Cómo inicia todo?
Al ser la atmósfera un componente muy importante del clima, su contaminación provoca el calentamiento global (que modifica el factor temperatura)

¿Qué es el calentamiento global?
Es el incremento de la temperatura que en las últimas décadas ha sufrido el planeta, por el acelerado aumento de la concentración de gases de “efecto invernadero” en la atmósfera.

¿Cómo entender el cambio climático?
La tierra recibe energía del sol en forma de radiación y, a su vez, la superficie de la tierra “devuelve”  radiaciones.

El problema del cambio climático inicia cuando los gases de efecto invernadero se acumulan en exceso, especialmente desde la llegada de la era industrial por uso de combustibles fósiles, provocando una acelerada y peligrosa modificación climática en el planeta (más calor… más vapor… Alteración de las corrientes marinas de viento… más lluvia pero irregularmente concentrada…)

Estudios de los niveles de concentración de CO2 de los últimos mil años, comparados con los niveles promedio de temperatura, nos muestran que a mayor concentración de CO2 la temperatura global es mayor.

En los últimos cien años el incremento de la temperatura fue de 0,6º C.

Si el aumento de concentraciones de CO2 continúa en la misma tendencia, la temperatura del planeta en los próximos cien años podría aumentar 5º C, desencadenando complejos efectos.

Efectos del cambio climático
Si permitimos que la temperatura en el siglo XXI suba 2º C, las consecuencias para el planeta podrían ser fatales:

– Veranos más largos y más calientes.
– Inviernos más cortos y más fríos.
– Derretimiento de los hielos polares y retroceso de glaciares.
– Aumento del nivel de los océanos.
– Aumento y redistribución de lluvias con severas inundaciones y sequías.
– Inundaciones en costas de mar.
– Grandes poblaciones convertidas en “refugiadas del cambio climático”.
– Suelos fértiles convertidos en desiertos.
– Tornados, huracanes y tsunamis más fuertes y frecuentes.
– Conflictos por menor disponibilidad de agua dulce.
– Cambios de ecosistemas y pérdida de especies por dificultad de adaptarse.
– Nuevas enfermedades; rebrote y desplazamiento de las endémicas.

El cambio climático en Bolivia
El cambio climático tiene consecuencias en Bolivia. Veamos las señales de los últimos años:

Los nevados están retrocediendo: el Illimani podría desaparecer en 50 años y el Chacaltaya prácticamente ha desaparecido ya.

En Chuquisaca el calor ha recrudecido y la sequedad aumentó en los valles, agudizando la desertización.

En los Yungas el límite superior del bosque en ceja de monte ha subido cerca a 400 metros en los últimos 30 años.

Las zonas productoras de quinua al sur de Potosí se están extendiendo porque el frío es «menos duro». Lo malo es la erosión de esos suelos frágiles: más de cinco mil kilómetros cuadrados se han convertido en desiertos los últimos años.

Paradójicamente, las inundaciones y desbordes de ríos son más intensos y frecuentes, lo que ha contribuido a los recientes desastres en el Beni.

¿Cómo mitigar el cambio climático?
Se afirma que el cambio climático es inevitable; pero debemos disminuir sus consecuencias y desacelerar el proceso.

Aunque Estados Unidos, China y Australia son los que aportan más CO2 a la atmósfera; es importante como país adaptarnos a la adversidad del cambio climático en áreas de seguridad alimentaria, ganadería, recursos hídricos y salud.

En Bolivia se debe evitar la eliminación de bosques, los incendios forestales y respetar la vocación de uso de suelos; además de promover la reforestación.

Además, para reducir las emisiones de CO2, se debe reemplazar la gasolina y diésel de los automóviles por el gas natural vehicular, abundante en el país.

Igualmente se debe cambiar la matriz energética de industrias, residencias y establecimientos comerciales y públicos, para utilizar gas natural.

Otro consejo destinado a conservar los bosques es utilizar las hojas de papel por las dos caras. Esto salvaría varios árboles, porque una tonelada de papel ahorra 17 árboles centenarios.

Si los bolivianos, que no aportamos mucho al problema, implementamos estas sencillas medidas contribuiremos a mitigar los efectos del cambio climático y, aunque nuestro aporte a este problema global es mínimo, el sumir estas acciones nos daría el sustento moral para exigir que el resto de los países, sobre todo los que más emisiones de CO2 producen, lo hagan también.

El cambio climático tiene para Bolivia efectos de los que no podemos huir, porque el cambio climático no tiene fronteras.

El efecto invernadero, en condiciones normales, es útil porque permite la vida en el planeta. Ya el calentamiento global provocado por las actividades humanas la está amenazando.

La excesiva contaminación atmosférica provocada por las acciones humanas provoca el cambio climático.

No debemos perder de vista la corresponsabilidad internacional en el tema del cambio climático; pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados, porque los efectos del cambio climático no tienen fronteras.

El autor, Edwin Alvarado Terrazas

FUENTES CONSULTADAS:
– Arana, Ivar. Vulnerabilidad y adaptación al Cambio Climático en Bolivia
– Gore, Alan Jr. Una verdad incómoda
– Liberman, Máximo. Calentamiento global, observaciones en la agricultura del altiplano
– LIDEMA. Campaña global ¡alto al cambio climático!

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La formación de lagos azules en la Antártida alarma a los científicos

www.ecoportal.net/24-08-2016/

La sureña Antártida es desde hace años el refugio de los negacionistas del cambio climático. La cantidad de hielo que rodea el continente aumenta, al contrario que el norteño Ártico, en el otro polo, que se derrite. Hay más hielo que nunca rodeando la Antártida, repiten una y otra vez los negacionistas. Sin embargo, es una verdad a medias. La Antártida en su conjunto pierde hielo. Y el hielo marino que rodea la Antártida crece, sí, pero por la topografía del continente y la forma del fondo marino, factores que influyen en los vientos y las corrientes alimentando un peculiar microcosmos, según la NASA, en un contexto de indiscutible calentamiento global. El año 2015 fue el más cálido desde que empezaron los registros en 1880.

Un nuevo estudio en el glaciar Langhovde, en la Antártida Oriental, ofrece más munición contra los negacionistas. Un equipo liderado por el glaciólogo británicoStewart Jamieson ha observado allí la formación de casi 8.000 lagos a partir de hielo derretido durante los veranos del periodo 2000-2013. Las imágenes de satélite muestran esa porción del continente blanco salpicada de hermosas manchas azules. “Se sabe que los lagos supraglaciales influyen en el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y potencialmente causan la desintegración de la plataforma de hielo de la península Antártica [en la Antártida Occidental]”, advierten los autores en su estudio, publicado en la revista especializada Geophysical Research Letters.

Jamieson, de la Universidad de Durham (Reino Unido), y sus colegas subrayan que, aparentemente, el agua de los nuevos lagos desaparece en el interior del glaciar, debilitándolo y facilitando su ruptura. En 2002, un fenómeno similar provocó

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