Francesc Pedró.
Director UNESCO IESALC
En este Día Mundial de las y los Docentes, el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior quiere aportar su contribución sobre uno de los desafíos más persistentes y cruciales en la educación terciaria: la calidad de la enseñanza universitaria.
Durante más de un siglo, la mejora de la enseñanza universitaria ha sido una aspiración constante de los reformadores educativos en todo el mundo. A pesar de numerosas iniciativas —desde la introducción de evaluaciones estudiantiles hasta la implementación de tecnologías educativas innovadoras— la calidad de la enseñanza sigue siendo un punto débil en muchos sistemas de educación superior a nivel global.
Mientras que la investigación académica ha florecido, convirtiéndose en un pilar de la reputación institucional, la enseñanza a menudo queda relegada a un segundo plano. Esta disparidad plantea una paradoja fundamental: las instituciones diseñadas para educar a menudo no priorizan la calidad de la enseñanza en sí misma.
Los estudiantes de todo el mundo coinciden: la calidad de la enseñanza es crucial para su experiencia educativa. La investigación respalda esta percepción, demostrando que el aprendizaje activo y participativo produce mejores resultados que los métodos pasivos tradicionales. Sin embargo, la implementación de estas prácticas efectivas sigue siendo un desafío global.
Varios factores contribuyen a esta situación:
Sistemas de incentivos que priorizan la investigación sobre la enseñanza.
Falta de formación pedagógica adecuada para los docentes universitarios.
Métricas de evaluación institucional que no reflejan adecuadamente la calidad de la enseñanza.
Recursos limitados para la observación y mejora sistemática de las prácticas docentes.
En este Día Mundial de las y los Docentes, hacemos un llamado a la comunidad educativa global para reimaginar y revitalizar la enseñanza universitaria:
Reevaluación de prioridades: instamos a las instituciones y a los gobiernos a reconsiderar cómo se valora y recompensa la excelencia en la enseñanza.
Inversión en desarrollo docente: abogamos por programas robustos de formación pedagógica para docentes universitarios, adaptados a los contextos culturales y educativos diversos.
Métricas significativas: proponemos el desarrollo de sistemas de evaluación que capturen genuinamente la calidad de la enseñanza, más allá de las métricas tradicionales.
Colaboración internacional: alentamos el intercambio global de mejores prácticas en enseñanza universitaria, reconociendo y aprendiendo de la diversidad de enfoques en diferentes culturas.
Empoderamiento estudiantil: recomendamos involucrar activamente a los estudiantes en el proceso de mejora de la enseñanza, valorando sus perspectivas y experiencias.
Mejorar la calidad de la enseñanza universitaria es un desafío complejo que requiere un esfuerzo sostenido y colaborativo a nivel mundial. En un momento en que la confianza pública en la educación superior está disminuyendo en muchas partes del mundo, centrarse en la excelencia docente no es solo una necesidad educativa, sino también una imperativa social y económica.
El Día Mundial de las y los Docentes nos recuerda el papel crucial que desempeñan los educadores en la formación del futuro global. Al priorizar y mejorar la calidad de la enseñanza universitaria, no solo enriquecemos la experiencia educativa de millones de estudiantes, sino que también fortalecemos la base del progreso social, la innovación y el entendimiento intercultural. Por esta razón, desde el Instituto Internacional de la UNESCO para la educación superior haremos todo cuanto esté en nuestras manos para favorecer el desarrollo de capacidades de las instituciones de educación superior para favorecer el apoyo pedagógico a los docentes y acompañarlos en su compromiso con la innovación pedagógica.
La calidad del profesorado en la educación superior: un reto mundial