Organizan congreso internacional sobre educación en valores en Argentina

Argentina/03 de abril de 2018/Fuente: https://www.aciprensa.com

Un congreso internacional reunirá en Argentina a diversos expertos en investigación, docencia y responsables de políticas, para dialogar sobre la importancia sobre la educación en carácter y valores.

El evento, titulado “Educación del Carácter en Latinoamérica: Retos y Oportunidades”, se realizará el 13 y 14 de junio de 2018 en la IAE Business School de la Universidad Austral, en Pilar, Argentina.

El congreso es impulsado por “’Investigar y promover la educación del carácter en escuelas de secundaria en Latinoamérica”, un proyecto de investigación conjunto de la Facultad de Educación y Psicología y el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, y es financiado por la Templeton World Charity Foundation.

De acuerdo a los organizadores, el evento internacional busca “impulsar la colaboración entre educadores latinoamericanos y del resto del mundo sobre el presente y futuro de la educación del carácter y la integración en la práctica en el aula”.

“Asimismo, el evento pretende fomentar el debate científico sobre los resultados del proyecto de la Universidad de Navarra sobre formación del profesorado y educación del carácter; el impulso de la investigación sobre educación del carácter; y la promoción de nuevas iniciativas de investigación en Latinoamérica sobre estas cuestiones”.

Entre los expertos que participarán en el congreso se encuentran James Arthur y Kristján Kristjánsson, director y subdirector respectivamente del Jubilee Center for Character and Virtues en la Universidad de Birmingham, Reino Unido; Marvin W. Berkowitz, profesor McDonnell de Educación del Carácter y codirector del Center for Character and Citizenship, en la Universidad de Missouri-San Luis, Estados Unidos; Pedro Luis Barcia, expresidente de la Academia Nacional de Educación y de la Academia Argentina de Letras; y Marisa Meza Pardo, profesora de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

El evento está dirigido a padres, educadores, investigadores y responsables de políticas educativas.

Hasta el 15 de abril de 2018 se podrá postular a ayudas económicas para quienes deseen participar en el congreso.

Para más información sobre las ayudas económicas, puede hacer click AQUÍ.

Fuente de la Información:

https://www.aciprensa.com/noticias/organizan-congreso-internacional-sobre-educacion-en-valores-en-argentina-87168

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Los alumnos que afrontan estados adversos sacan mejores notas

Olga Sanmartin

¿Qué convierte a un niño en un buen lector?

Los alumnos españoles son mejores en lectura que hace una década pero siguen por debajo de la OCDE

Los alumnos españoles de 15 años no destacan trabajando en equipo: sólo el 4% es excelente

Los estudiantes más resilientes obtienen mejores resultados académicos. Los que se vuelven fuertes ante la adversidad sacan puntuaciones más altas en el Informe PISA. En el éxito escolar no sólo influyen los conocimientos puros y duros, sino las habilidades -que llevan a la práctica lo aprendido- y el carácter, que es cómo se comportan los alumnos y se comprometen con el mundo.

A estas conclusiones llega un estudio, Valores y éxito escolar, que ha realizado Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, junto a la profesora Isabel García García. El trabajo, que se hace público el próximo lunes, concluye que «los valores que subyacen a la resiliencia como virtud contribuyen, en buena medida, a explicar los elevados resultados escolares», mucho más que el clima escolar o la frecuencia de la asistencia a clase.

Por eso, los países orientales «presentan ventajas comparativas notables» respecto a los occidentales. En las culturas china y japonesa existe «la convicción de que el esfuerzo y la perseverancia constituyen sendas claves imprescindibles del éxito». La creencia de que «el talento puede mejorarse por medio de la perseverancia y el entrenamiento forma parte de la filosofía educativa de esas sociedades y del código de valores compartidos en sus centros».

Esta «ética del esfuerzo» alude a virtudes clásicas como la fuerza de voluntad, la perseverancia, el autocontrol, la confianza, la paciencia, la autodisciplina o la resistencia ante la adversidad. Todas ellas incluidas en la llamada educación del carácter, una corriente pedagógica con bastante peso en el mundo anglosajón que tiene en España al filósofo José Antonio Marina como uno de sus principales defensores.

Los autores del estudio recomiendan incorporar la educación del carácter como elemento del currículo escolar básico -el común para todo el territorio nacional- durante la enseñanza obligatoria. Es decir, desde los seis a los 16 años. López y García sostienen que esta medida «permitiría con una alta probabilidad reducir un 25% las diferencias de resultados existentes entre comunidades autónomas y avanzar en materia de equidad territorial», como apunta en otro estudio Ildefonso Méndez, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Murcia.

¿Qué supone exactamente incorporar al currículo la educación del carácter? López Rupérez responde que «significa dotarlo de un estatuto formal y abordarlo de un modo organizado y sistemático, generando situaciones específicas de aprendizaje con objetivos transversales en diferentes materias». No tendría, por tanto, que haber una asignatura concreta, sino utilizar como apoyo «biografías de personajes ilustres y las claves de su éxito» o «el análisis racional de los fundamentos morales de las virtudes clásicas».

El ex presidente del Consejo Escolar del Estado y antiguo alto cargo educativo del PP sostiene que la Ley Wert no garantiza una suficiente formación en valores. «La asignatura de Valores a la que se refiere la Lomce se concibe como alternativa a la Religión, pero aquí estamos refiriéndonos en especial a los valores de la esfera de la voluntad», recalca.

Considera, asimismo, que el sistema educativo no está formando bien a los alumnos en la educación en el carácter: «No se le presta ninguna atención explícita, y durante mucho tiempo ha prevalecido el facilismo como antítesis de la pedagogía del esfuerzo. La propia discusión actual sobre la necesidad de los deberes escolares es víctima de esa orientación».

Fuente del articulo: http://www.elmundo.es/espana/2017/12/09/5a2ade0de5fdea226d8b45c3.html

Fuente de la imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/12/08/1512758762589

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El carácter y la felicidad en la educación.

Por: Berta Gonzalez de Vega.

Es curioso comprobar cómo en educación todo vuelve, como en la moda. Ahora, algunas políticas educativas han descubierto el carácter. La forja del carácter. Puede sonar a «educar en valores» pero no parece que sea lo mismo. Según el diccionario, «carácter» es la  «Señal espiritual que queda en una persona como efecto de un conocimiento o experiencia importantes» En esta entrevista, el filósofo Gregorio Luri hablaba de cómo «La educación del carácter es esencial en la tradición pedagógica británica y no se puede decir que les haya ido mal. Se ha llegado a decir que las guerras mundiales las ganaron los británicos en los campos de deporte de Eton. Incluso ahora Nicky Morgan, secretaria de Educación (2), insiste en que la educación del carácter ha de ser equiparable a la formación académica. Nosotros consideramos mucho más ese discurso bonito de la educación en valores que es un fomento de la náusea en lugar del apetito. Les intentamos inculcar a nuestros alumnos lo mal que se han de sentir ante determinadas conductas, pero no les impulsamos a dar ejemplo, es decir, a manifestar sus valores en sus conductas».  O sea, no se trataría solo de manifestar repulsa por unos comportamientos,  si no de actuar en el mejor sentido. No de explicar qué es el bien, si no de ser bueno. 

Ahora se trata de elegir qué rasgos del carácter se pueden potenciar en la escuela. En EEUU, el coraje y la determinación, el esfuerzo, tienen predicadores tan potentes como Angela Duckworth, que tiene un laboratorio dedicado al estudio del carácter,  o Paul Tough, autor de Cómo los niños tienen éxito. En el fondo, parte del debate es sobre qué hace a una persona valiosa o buena y se sabe que muchas empresas, por ejemplo, no contratan por los títulos pero sí por los rasgos de personalidad más acentuados, gente que tenga capacidad de aguante o sepa resolver situaciones complejas sin venirse abajo y, a la vez, sea considerado con los demás. Pero forjar el carácter no tendría como objetivo conseguir un empleo si no una atmósfera general, un ambiente, en el que la mayoría de las personas haga lo correcto, no lo fácil. El respeto y ayudar a quien lo necesite sería también indispensable y eso pasa por forzar actitudes como dar las gracias, desde el bedel a la limpiadora, al profesor o a los compañeros.  Así,  se cambia el ambiente, de entrada, en un colegio o instituto.

En los últimos años, hemos visto cómo calaba el mensaje de que los niños tienen que encontrar la felicidad en el colegio, que los profesores deben tener como objetivo que los niños sean felices, igual que los padres. De hecho, en muchos colegios ponen ahora el énfasis en que están embarcados en la misión de hacer felices a los alumnos. Nadie duda de tan loable deseo pero, como explica aquí Richard Weissburg, profesor de la facultad de Educación de Harvard, se trata de conseguir que los niños sean felices siendo amables, responsables y haciendo lo correcto. Para conseguirlo, se puede empezar con exigir unas simples reglas de cortesía y, sobre todo, predicando con el ejemplo en casa.

En su libro «Mejor Educados»,  Luri alertaba contra esta burbuja de la felicidad: La infancia feliz, entendida como un cuento, obvia que es la etapa en la que se forman «el juicio y el carácter», que consiste en acomodar deseos infantiles a las exigencias de los adultos. «El edificio del carácter se levanta sobre pequeñas frustraciones», seguía explicando. Y, eso, incluye la necesidad de postergar muchas veces la satisfacción del deseo -como un pastelero no se come los ingredientes mientras hace un pastel–.  «Una persona incapaz de reprimirse a sí misma es una persona que puede ser incapaz de elegir». Elegir es renunciar a algo. Elegir es asumir riesgos. Y es la forja del carácter. El coraje es saber lo que está bien y lo que está mal y actuar en consecuencia. «Es la fuerza que nos permite hacer realidad lo que es posible y deseable» o «Es la capacidad de hacer lo que hay que hacer «. Y eso, a veces, no es hacer lo más fácil y lo más popular. Además, pasa por tener clara una frase que se ha repetido mucho de padres a hijos: No se puede tener todo. Si eliges, renuncias a algo. La vida es eso.

El otro día, Emilio Calatayud en el periódico contaba su ya tradicional receta para conseguir tener un hijo delincuente: «Darle todo lo que pida, no darle ninguna educación espiritual, no regañarle nunca, hacerle todo, ponerse de su parte cuando tenga un conflicto con los profesores». En principio, todo eso podría hacer al niño feliz de inmediato.

Vivimos  una época en la que hay demasiada ideología en la educación y el carácter se considera algo conservador porque trata de «lo que se tiene que hacer», no de la educación emocional. El carácter sería la dignidad en el desarrollo de lo que hay que hacer, poner un plus de voluntad. En ocasiones, se ha acentuado la existencia de un carácter nacional. Hay corrientes que han intentado enfrentar a la creatividad con el carácter pero no hay nada que pruebe que  sean incompatibles. Al fin y al cabo, muchos de los grandes creadores fueron alumnos de instituciones académicas donde había disciplina, se exigía buen comportamiento y se castigaban las conductas poco éticas como copiar o plagiar.

Mientras, en Singapur, el ministro de Educación, Ng Chee Meng, lleva tiempo diciendo que en la educación hace falta poner menos énfasis en las notas y más en el carácter. En un congreso con miles de profesores, dijo: «En otras palabras, debemos encontrar el equilibrio entre lo que puede medirse, como las notas, y lo que sólo puede ser observado, como los valores y el carácter».  El debate queda abierto sobre cómo hacerlo.

Y acabamos con cita de Ortega y Gasset: «Es falso decir que en la vida deciden las circunstancias. Al contrario: las circunstancias son el dilema, siempre nuevo, ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.»

Fuente: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/2016/09/08/el-caracter-y-la-felicidad-en-la.html

Imagen: http://estaticos.elmundo.es/blogs/elmundo/mejoreducados/imagenes_posts/2016/09/08/173291_540x324.jpg

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