Este libro reúne las ponencias y debates presentados en el Foro de la Unión de Naciones Suramericanas sobre Ciencia, Tecnología, Innovación e Industrialización en América del Sur, realizado en la ciudad de Río de Janeiro entre los días 2 y 4 de diciembre de 2013.
Durante los últimos dos años la Secretaría General de UNASUR se ha empeñado en priorizar, en la agenda de la Unión, el debate y la reflexión sobre la necesidad y el contenido de una estrategia integral para el desarrollo económico y social de la región y el bienestar de sus pueblos, capaz de orientar el proyecto de integración en curso y de dinamizar las acciones y políticas de todas las instancias de UNASUR en torno a los objetivos estratégicos.
En este marco se realizaron un conjunto de reuniones, foros y conferencias cuyo tema central se refiere a la elaboración de una estrategia continental que tenga como eje dinámico y articulador, una política dirigida al aprovechamiento sustentable y productivo de los recursos naturales que la región posee. La Primera Conferencia de la Unión de Naciones Suramericanas sobre Recursos Naturales y Desarrollo Integral de la Región (Caracas, 27 al 30 de mayo de 2013), abrió el debate sobre los temas estratégicos de la integración suramericana y las propuestas sobre el desarrollo integral impulsado por el conocimiento y aprovechamiento de los recursos naturales disponibles en UNASUR, de acuerdo a los intereses de sus países miembros. Esta Conferencia recomendó la realización de reuniones temáticas que permitieran profundizar el aná- lisis de los diferentes aspectos de una estrategia integral. Atendiendo a este objetivo, se realizó el Foro sobre Ciencia, Tecnología, Innovación e Industrialización en América del Sur que contó con el apoyo de la Universidad Federal de Río de Janeiro de Brasil y, posteriormente, la Conferencia sobre Defensa y Recursos Naturales (Buenos Aires, 9 al 11 de mayo de 2014), evento organizado conjuntamente con el Consejo de Defensa Suramericano y el Centro de Estudios Estratégicos de Defensa de UNASUR.
Se trata de una aventura de resolución de puzles que llega este febrero en Acceso Anticipado.
Promover la educación científica y el espíritu de descubrimiento son los pilares fundamentales de Odyssey, una aventura de resolución de puzles donde los jugadores, conforme avance en la partida, irán conociendo la historia de la astronomía y la propia ciencia, desde los antiguos griegos a Isaac Newton pasando por Galileo Galilei. Su lanzamiento, según ha anunciado The Young Socratics, será en formato de Acceso Anticipado en Steam para PC y Mac.
A pesar del carácter educativo de la propuesta, el estudio ha buscado crear un título capaz de atraer atraer a adultos y adolescentes por igual gracias a la inclusión de una narrativa, donde como un explorador en el Caribe, se responde a la llamada de auxilio de una joven de 13 años, Kai. Ella y su familia conocen la ubicación de un tesoro enterrado en un archipiélago tropical, motivo por el son perseguidos por unos malhechores. Encontrarlos será el objetivo de la aventura. ¿Cómo? Habrá que leer y poner en práctica los fragmentos del diario de la chica, donde ha recopilado las ideas creativas y los argumentos de algunos de los más grandes científicos y filósofos.
Odyssey se pondrá a al venta al precio de 14,99 dólares, tras haberse financiando con éxito en Kickstarter, este próximo mes de febrero. En su desarrollo cuenta con Eric Lindstrom, director creativo de Tomb Raider: Underworld, y Jason Miller, un artista y programador con experiencia en lanzamientos de LucasArts, Disney o Nintendo.
Fuente de la noticia: http://www.3djuegos.com/noticias-ver/167406/odyssey-un-videojuego-para-promover-la-educacion-cientifica/
Fuente de la imagen:https://i11b.3djuegos.com/juegos/14469/odyssey/fotos/ficha/odyssey-3625853.jpg
Europa/Portugal/29 Enero 2017/Fuente y Autor:mundoportugues
Resumen: La escuela superior de biotecnología de la Universidad Católica de Porto, apertura en este 2017 un curso de postgrado en nutrición y ciencia de la alimentación .
O curso vai formar uma nova geração de profissionais
A Escola Superior de Biotecnologia (ESB) da Universidade Católica no Porto vai lançar no início de 2017, uma pós-graduação em Nutrição e Ciência Alimentar, para o setor da restauração.
O curso, que a academia afirma ser único a nível nacional, vai formar uma nova geração de profissionais – chefes de cozinha, gerentes, empresários, consultores, fornecedores – “ajudando-os a sustentar o seu crescimento, a saber responder às tendências atuais e, mais importante, a serem capazes de antecipar novas tendências”, informa numa nota divulgada à comunicação social.
O curso centra-se na nutrição e na ciência alimentar, incluindo aspetos relacionados com a análise das matérias-primas, em termos da sua natureza e origens, e, ainda, na história e geografia da alimentação. A pós-graduação oferece, igualmente, um programa de formação e educação “que visa dotar os alunos de conhecimentos e capacidades em áreas críticas para a competitividade de restaurantes num ambiente económico tão exigente como o atual”. “É importante referir, ainda, que o programa da formação explora os conceitos da cozinha molecular e da engenharia alimentar”, acrescenta a nota.
O curso dirige-se a profissionais do setor da restauração, particularmente a candidatos com formação superior, preferencialmente na área das Ciências ou da Engenharia (Ciências de Nutrição, Dietética, Engenharia Alimentar) ou outros com interesse neste ramo de atividade.
Fuente de la noticia: http://www.mundoportugues.pt/article/view/64626
Fuente de la imagen: http://www.mundoportugues.pt/assets/stores/93/uploads/o_article_64626.jpg
11 de enero de 2017 / Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com
Por: Claudia García
Las computadoras son hoy día lo que prácticamente todo el día tocamos. Todavía tenemos una imagen de ordenadores como objetos rectangulares, ya sea en un escritorio, o en estos días en los bolsillos; pero las computadoras están en nuestros vehículos, que están en nuestros termostatos, están en nuestros refrigeradores.
De hecho, cada vez más ordenadores ya no son objetos en absoluto, sino que impregnan la tela y prácticamente cualquier otro material.
Debido a eso, realmente necesitamos preocuparnos por lo que el futuro de la computación tiene, porque va a impactar nuestras vidas todo el día.
Algunos de los avances interesantes tienen que ver con el Internet de las cosas. De la misma manera que tenemos una tendencia a pensar en ordenadores como cajas rectangulares, tenemos una tendencia a pensar en la Internet como una especie de éter que flota alrededor de nosotros.
Pero hace muy poco tiempo los investigadores han hecho grandes avances en la creación de una forma de que todos los objetos sirvan para comunicarse; por lo que el teléfono puede comunicar a su refrigerador, lo que podría comunicar a la bombilla. De hecho, en un futuro cercano, la bombilla se convertirá en un ordenador en sí, la proyección de información en lugar de la luz.
Del mismo modo, la computación biológica aborda cómo el cuerpo en sí mismo puede calcular, cómo podemos pensar en el material genético como la informática.
Se puede pensar en la computación biológica como una manera de calcular ARN o ADN y la comprensión de la biotecnología como una especie de ordenador.
Algunas de las formas en que la informática está cambiando ahora son que se está moviendo en los tejidos en nuestra ropa y se está moviendo en nuestros propios cuerpos.
Ahora los científicos están en el proceso de perfeccionamiento de las prótesis que no sólo ayudan a las personas a alcanzar algo, esas prótesis ahora envían un mensaje al cerebro.
Las primeras prótesis fueron capaces de forma milagrosa, llevar un mensaje desde el cerebro y usarla para controlar el mundo. Esto realmente cambia la forma de pensar de lo que significa ser humano, si nuestros propios cerebros se ven afectados por el movimiento de una pieza de metal en el borde de nuestras manos.
En primer lugar, no hay realmente una interrupción de todos los sectores de la industria. Todo, desde los sectores de la información y el entretenimiento, que puede imaginar los anuncios que entienden sus emociones cuando nos fijamos en ellos el uso de la máquina de aprendizaje; a la fabricación, donde los robots en una línea de producción pueden aprender en tiempo real en función de lo que perciben.
Cada sector está cambiando e incluso las líneas entre los sectores de la industria se está difuminando, como 3D-impresión y de aprendizaje automático se unen, por ejemplo; como la fabricación y la información; o la fabricación y el cuerpo se unen.
Cada vez más desarrolladores se atreven a hacer públicas las peticiones ilegales o escasamente éticas que les hacen sus jefes o clientes. Conforme avanza la automatización de nuestro entorno, el debate sobre la necesidad de un código deontológico para los programadores también se intensifica. En España, pocas carreras relacionadas incluyen una formación ética consistente.
Casi todo lo que hacemos hoy en día —desde comprar o realizar una llamada hasta coger un tren, conducir un coche conectado o viajar en avión— implica utilizar algún programa informático. Detrás de las líneas de código que rigen nuestro día a día está el trabajo de un profesional que escribe las instrucciones y las reglas lo mejor que sabe, puede y le dejan.
Como son humanos, los desarrolladores pueden cometer errores o tomar decisiones equivocadas, a veces con graves consecuencias. También puede suceder, como han confesado algunos programadores arrepentidos o escandalizados por las peticiones de sus jefes, que el ‘software’ en el que se ven forzados a trabajar tenga unos fines cuestionables.
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Así, mientras estos profesionales van escribiendo el código que mueve el mundo (sistemas de voto electrónico, herramientas bursátiles, complejos programas de gestión industrial…), el debate sobre la necesidad de establecer códigos éticos en informática y de dar directrices claras a los jóvenes estudiantes que se inician en el sector se intensifica, sobre todo en el mundo anglosajón.
«Estamos matando gente», se lamentaba el programador Robert Martin en una reciente intervención. «Y un día alguno de nosotros va a cometer una estupidez y el resultado va a ser una catástrofe en la que mueran miles de personas».
Por desgracia no iba desencaminado. “El mal funcionamiento de programas informáticos puede provocar graves problemas que incluso involucren el coste de vidas humanas”, recuerda a HojaDeRouter.com José Manuel García Carrasco, catedrático de la Universidad de Murcia y experto en la materia. “Hay unas prácticas de trabajo saludables que pueden contribuir a mitigar o resolver estos problemas y ayudarnos a tratar el tema de la responsabilidad ante un fallo informático”.
En los años 90, este investigador, miembro de la Red de Excelencia Europea HiPEAC y de prestigiosas asociaciones internacionales como IEEE y ACM, ya publicaba artículos hablando sobre la importancia de la ética para los programadores y reclamando la elaboración de códigos deontológicos rigurosos. Aunque entonces era difícil prever la omnipresencia de la tecnología en nuestras vidas, ya se habían producido algunos incidentes graves por culpa de problemas informáticos sobre los que convenía reflexionar.
“Algunos recordarán el caso del buque de guerra inglés Sheffield, hundido durante la guerra de Las Malvinas en 1982”, apunta el catedrático. Aquel barco estaba entre los más modernos de su tiempo, y los pilotos argentinos que intentaban atacarlo contaban con aviones menos sofisticados. Sin embargo, fue alcanzado por un misil.
“Aunque la versión más divulgada fue que gracias a la pericia y valentía del piloto había conseguido hundir dicho barco, un examen más profundo del caso reveló que el ‘software’ de defensa, que no había sido verificado en su totalidad, tenía algunos fallos”, explica Carrasco.
En aquellas décadas, otros conflictos bélicos dejaron más ejemplos de fallos informáticos que terminaron costando vidas. Tal y como relata el catedrático, en la primera guerra del Golfo, en el año 1991, un misil iraquí del tipo Scud traspasó la barrera de defensa de misiles estadounidenses Patriot, penetrando en una base de Estados Unidos en Dhahran (Arabia Saudí) y matando a 28 personas. La causa fue otro fallo en el ‘software’ de defensa.
Sin embargo, no todos los lamentables incidentes han tenido lugar en el contexto de una guerra. A finales de los años 80, el equipo Therac-25 para el tratamiento del cáncer, que se basaba en una terapia por bombardeo de rayos en la zona afectada, se hizo especialmente popular. Este aparato disponía de dos tipos de radiaciones: directas de baja potencia y reflejadas de alta potencia.
“Por un fallo en el diseño de la aplicación, en algunas circunstancias el equipo no operaba correctamente y le aplicaba al enfermo directamente las radiaciones de alta potencia, lo que provocó que murieran varias personas antes de que se detectara dicha anomalía y se retirara el equipo”, explica Carrasco.
Desde entonces, aunque muy poco a poco, las formulaciones éticas han ido avanzando con el objetivo de evitar fallos como aquellos en un mundo cada vez más informatizado. “La importancia de este tema hoy en día es tan grande que ha hecho que ya se hayan desarrollado códigos de ética para los profesionales de la informática, especialmente en el terreno de la programación”, concreta el experto.
Las organizaciones internacionales más prestigiosas, como la Association for Computing Machinery (ACM), el Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) o la International Federation for Information Processing (IFIP), han ido desarrollando códigos y normas de conducta aplicables a este sector. De hecho, en el año 1999, las dos primeras suscribieron un código ético para la enseñanza y la práctica profesional de los ingenieros de ‘software’, que resume los deberes de un programador en ocho principios, comenzando por el interés público.
“Dicho código, que es el que está actualmente en vigor […] vino a cubrir una necesidad muy importante”, afirma Carrasco. Sin embargo, esta referencia deontológica, que se elaboró cuando muchas de las tecnologías actuales ni siquiera existían, presenta ciertos problemas como, en algunos casos, la falta de concreción. Otro, muy actual y el principal según el catedrático, tiene que ver con quién puede ser considerado un programador.
“Para ser programador, ¿hay que haber estudiado Ingeniería Informática o se trata de un conocimiento de tipo artesanal que cualquiera, con pericia y tiempo, puede desarrollar?”, se pregunta el experto. “Dicho de otra forma: ¿puede cualquiera desarrollar y vender una aplicación informática o se necesita pertenecer al colegio profesional de ingenieros informáticos?”.
El resto de carencias son comunes a los códigos deontológicos de casi cualquier profesión: cómo se define lo que es correcto y lo que no, cómo se controla su cumplimiento o quién y cómo se encarga de sancionar a aquellos que se saltan las normas.
A pesar de que existen ciertos códigos, todavía queda mucho por hacer. En las universidades españolas, en las carreras relacionadas con la informática, es poco frecuente encontrar alguna asignatura en la que se aborden cuestiones éticasy solo alguna materia avanzada de programación recoge algún epígrafe sobre el comportamiento deontológico de un ingeniero de ‘software’. Además, los problemas a los que se tienen que enfrentar los profesionales del sector aumentan cada día.
Ejemplo de ello es la creación de aplicaciones informáticas complejas, desarrolladas por un equipo de personas que, además de especificar el problema y escribir el código, tendrán que asegurarse de que funcionan correctamente. “Habitualmente es imposible que se lleguen a ‘testear’ completamente, por lo que el comprador se tiene que conformar con que haya una alta probabilidad de que el programa no tenga ningún error”, se lamenta el catedrático. “ Y cuando falla, ¿de quién es la culpa? ¿Del programador, del especificador del problema, del que le hizo las pruebas o del que lo instaló?”. Todavía no hay respuesta clara.
La propiedad intelectual —dirimir quién es el dueño de una aplicación, si es lícito copiar un programa o hasta cuándo tiene que dar soporte el creador de una herramienta—, las cuestiones de privacidad en el almacenamiento de datos o la legitimidad del acceso a un servidor —dirimir si es razonable acceder si no está expresamente permitido (como harían un ‘hacker’ ético para buscar fallos) o si un programador puede dejar puertas traseras en sus aplicaciones— son solo algunos de los dilemas que se plantean los profesionales de la informática y que a menudo son difíciles de resolver.
Incluso si conocen la respuesta, en ocasiones ceden a la presión de sus jefes y acaban escribiendo programas cuyos fines no son del todo legales o éticos. El código que empleaban los coches de Volkswagen para pasar las pruebas de emisiones contaminantes o el uso cuestionable de los datos personales que hacen algunas tecnológicas podrían ser buenos ejemplos.
“Para solucionar en parte los problemas anteriores, mi propuesta es que en los estudios de informática se incluyan una o varias asignaturas de deontologíaque preparen a los estudiantes para comprender la programación de aplicaciones informáticas como una profesión dentro del contexto de la sociedad”, reclama Carrasco. “Los estudiantes necesitan desarrollar la capacidad de preguntarse acerca del impacto social de la informática». Aprender ética para programar el mundo.
08 de enero de 2017 / Fuente: http://es.unesco.org/
El mundo debe tomar conciencia de la gravedad del nuevo problema de seguridad alimentaria y nutricional e invertir en ciencia, tecnología e innovación, adoptando desde ahora políticas de apoyo para responder a las necesidades futuras del planeta en materia de alimentación y nutrición, de acuerdo con un nuevo informe de políticas publicado hoy por la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General de las Naciones Unidas. En dicho informe se ponen de relieve siete mensajes y recomendaciones clave destinados a determinar y abordar los problemas relacionados con la seguridad alimentaria y la salud, a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo para el Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.
Alimentar a la humanidad de manera sostenible constituye un importante desafío mundial para la sociedad. A corto plazo, las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial se centran en el hambre y la pobreza entre los más pobres, siendo esta situación más aguda y apremiante en los países en desarrollo, en que unos 800 millones de personas pasan hambre y los niños corren el riesgo de sufrir retrasos en el crecimiento. La Junta examinó la cuestión de la seguridad alimentaria en un contexto más amplio, teniendo en cuenta la utilización y la conservación de los recursos naturales, unas prácticas más eficientes de producción de alimentos y de utilización de los recursos, los efectos del cambio climático y la reducción de la pérdida y el despilfarro de alimentos en el mundo. Entre las cuestiones que se tratan en el informe sobre políticas figuran los cambios que deben introducirse en la dieta alimentaria, pasando de una alimentación rica en calorías a otra más rica en proteínas.
El informe de políticas fue preparado bajo la dirección de Gebisa Ejeta, miembro de la Junta de Asesoramiento Científico. De acuerdo con la Junta, las capacidades humanas e institucionales de muchas naciones pobres necesitan de manera apremiante ser reforzadas para que esas naciones puedan ser parte de las soluciones en calidad de actores importantes en un nuevo sistema alimentario mundial que responda a las crecientes necesidades mundiales en materia de alimentación y nutrición.
La Junta aboga también por el establecimiento de alianzas sólidas entre los sectores público y privado, esenciales para promover el desarrollo de “sistemas alimentarios” comerciales sostenibles y prósperos a fin de favorecer el crecimiento económico, proporcionar empleo remunerado y satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de la sociedad para mejorar la salud.
En el informe de políticas se destaca la necesidad de vincular la seguridad alimentaria mundial a políticas nacionales y mundiales más firmes que apoyen sistemas de producción inteligentes desde el punto de vista climático, con empresas rentables y sistemas alimentarios que se basen en la ordenación racional de los recursos del planeta Tierra.
“Al invertir en ciencia, creamos la posibilidad de frenar e invertir los actos y las tendencias dañinos mediante las decisiones que adoptemos hoy”, afirma la Junta.
“Hemos aprendido de la historia que las inversiones realizadas en ciencias agrícolas en el siglo XX han permitido evitar desastres y obtener grandes beneficios. En el marco de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, no es imposible que este planeta pueda producir por sí solo alimentos suficientes para alimentar a 9.000 millones de personas de manera sostenible para el medio ambiente gracias a la ciencia y la innovación creativas, así como a la sabiduría local y las políticas eficaces”, explica Gebisa Ejeta.
Creada en 2014 en reconocimiento de la función decisiva que desempeña la ciencia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Junta de Asesoramiento Científico constituye una experiencia singular que sienta las bases para el asesoramiento científico interdisciplinario al Secretario General de las Naciones Unidas. La UNESCO hace las veces de Secretaría de la Junta.
Portugal / 23 de diciembre de 2016 / Fuente: http://www.portugal.gov.pt/
O Ministro da Ciência, Tecnologia e Ensino Superior afirmou que o Governo quer ter «um sistema politécnico em Portugal ao nível daquilo que se faz na Europa», durante a sessão de encerramento da conferência «Que futuro com o IBM Watson? – O Impacto da Inteligência Artificial na Sociedade», em Viseu.
«Isso requer uma capacidade de observação, autocrítica e estar sempre a refletir sobre melhores formas de evoluir, trabalhar e educar gerações futuras, sempre com empregos capazes de produzir maior valor social e económico», disse Manuel Heitor.
O Ministro destacou a importância das parcerias entre as instituições de ensino superior e o setor empresarial e referiu que «esta ligação com o tecido produtivo é exatamente aquilo que se quer cada vez mais vir a estimular».
«O desenvolvimento e a organização, quer do ensino em estreita ligação com a atividade de investigação desde o primeiro dia de aulas, seja feita em estreita colaboração com o tecido produtivo e económico, nomeadamente estimulando aquilo a que chamamos laboratórios colaborativos, entre as instituições de ensino superior, as suas unidades de investigação e as empresas em particular», continuou.
Criação de emprego
Manuel Heitor afirmou que as ligações do ensino superior com o setor empresarial potenciam a criação de emprego, «que resulta de uma partilha de risco, mais uma vez originada para criar os empregos do futuro».
O Ministro frisou que não se sabe como será o mercado de trabalho daqui a uns anos e destacou a importância da instalação de um centro de competências da IBM no Instituto Politécnico de Viseu.
«Estamos claramente numa instituição de futuro que soube valorizar, formar e atrair instituições empresariais e atores económicos para trabalhar em colaboração. Este é o exemplo que temos de seguir diariamente, dando confiança a todos que vale a pena apostar no Politécnico de Viseu e no sistema politécnico nacional», disse.
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