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Zoombombing: Una tendencia en ascenso

Por: Sofía García Bullé

El zoombombing no es una práctica aleatoria, es un ataque estratégico que interrumpe canales de comunicación en tiempo de contingencia.

El periodo de aislamiento durante la cuarentena nos ha obligado a apoyarnos en la tecnología de la comunicación a distancia para mantenernos en contacto. Tanto las aulas como las reuniones laborales están siendo habilitadas por plataformas de transmisión de audio y video en tiempo real. De estas plataformas, Zoom es una de las más usadas.

El tema de seguridad en los chat rooms de Zoom se ha vuelto una cuestión de primera necesidad, ante un aumento significativo en su uso, también se han incrementado los ataques de hackers que irrumpen las videollamadas para interrumpir juntas o sesiones de clases y compartir contenido inapropiado, frecuentemente pornografía. A este tipo de ataque se le llama zoombooming.

¿Cómo funciona el “zoombombing”?

Esta práctica de aprovechar las vulnerabilidades Zoom para disparar comentarios violentos y contenido pornográfico no se trata de una acción fortuita o aleatoria. Jeff Elder, reportero de ciberseguridad e inteligencia artificial para Business Insider, relata la experiencia de cómo su reunión virtual fue atacada por un grupo de zoom bombers y cómo pudo rastrear a uno de ellos.

Elder explica que romper la seguridad de una plataforma como Zoom no es una tarea tan sencilla, y que usualmente requiere de un esfuerzo conjunto, organización para coordinar no solo la entrada a las salas de chat sino para mantener el ataque.

“Trataban sus redadas como si se tratara de un videojuego multijugador. Los atacantes compartían un plan, actuaban al unísono, se felicitaban por ataques efectivos, abrumaban a sus víctimas y se jactaban de sus habilidades”.

Elder agregó que la plataforma que usaban para coordinarse era Discord, un medio de comunicación conocido entre gamers para organizar sesiones multijugador o exhibiciones de juegos. El personal de Discord trabajó de la mano con Elder, canceló las cuentas de los agresores y cooperó en la investigación del reportero, quien fue capaz de identificar al menos a uno de los atacantes de su sesión en Zoom.

Elder insiste en el potencial del zoombombing no solo como un arma que interrumpe las comunicaciones, sino como un vehículo de violencia racial y sexual en espacios que deberían ser seguros por ontonomasía, como un salón de clases. Comentó que el zoombombing es lo mismo que irrumpir en un salón de clases ya sea para ejercer violencia verbal o exhibirse inapropiadamente, y que debería ser perseguido como tal.

La respuesta de Zoom ante estos ataques

El periodo de aislamiento mandatorio ha sido uno muy ocupado para la gente detrás de Zoom. Antes del brote de COVID-19, la aplicación habilitaba a 10 millones de personas a reunirse diariamente, en marzo, la cifra se disparó a 200 millones y en abril a 300 millones en todo el mundo.

Después de que el zoombombing se volviera tendencia, voceros de Zoom anunciaron nuevas políticas y funciones destinadas a mejorar la seguridad de sus chat rooms. Estas medidas incluyen encriptación, nuevos controles de privacidad y actualizaciones que son parte de un plan de 90 días para mejorar la privacidad y seguridad de la plataforma. De la misma forma, se emitió un comunicado con recomendaciones dirigidas a usuarios, para hacer uso de las funciones que ayudan a mantener sus juntas seguras.

Esta “nueva versión de Zoom”, o Zoom 5.0, permite a los organizadores de las reuniones reportar usuarios a través de un botón de seguridad, así como la introducción de una sala de espera, en la que los participantes de la junta pueden esperar hasta que el anfitrión apruebe su participación. Además de esto, todas las sesiones estarían protegidas con contraseña para acceder a ellas.

La encriptación añadida por Zoom es denominada AES 256-bit GCM, considerada como “estándar oro” y usada por el Gobierno de los Estados Unidos para proteger datos. La prevención de prácticas como el zoombombing requiere de un esfuerzo conjunto entre los usuarios, a cargo de hacer uso de las funciones de seguridad y del personal de Zoom para monitorear la efectividad de las mismas y actualizarlas acorde.

¿Has estado en una reunión virtual que haya sido atacada por zoom bombers? ¿Qué medidas utilizas para prevenir reincidencias? ¿Cómo llevas la conversación con tus alumnos para procesar un ataque de zoom boombers? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/zoombombing

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“Inoportunas, insuficientes y antidemocráticas”, medidas universitarias para enfrentar la pandemia: CEU

América/México/06/05/2020/Autor y fuente: desinformemonos.org

Las medidas impulsadas por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), entre las que se encuentra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para enfrentar la contingencia por la pandemia de coronavirus, “han sido inoportunas, insuficientes y antidemocráticas, ya que hasta ahora ignoran la situación real en la que se encuentran miles de alumnas, alumnos y profesores”, indicó la Central de Estudiantes Universitarios (CEU) de la UNAM tras realizar una encuesta sobre las clases en línea.

De acuerdo con los resultados de la encuesta, de los 3 mil 316 estudiantes de educación media y superior de la UNAM que participaron, 67.3 por ciento no se ha adaptado a las clases virtuales, mientras que 66.4 por ciento cuenta con una conectividad a Internet deficiente y sólo uno de cada diez respondió que todos sus docentes les imparten clases.

“Las clases en línea improvisadas no garantizan plenamente el derecho a la educación”, señalaron los integrantes de la CEU, quienes hicieron a las autoridades universitarias una serie de recomendaciones en el marco de la situación extraordinaria por la contingencia.

Entre las medidas se encuentra que los docentes evalúen de manera flexible y se suspenda la seriación obligatoria en la inscripción de materias de los próximos dos semestres, así como que haya la apertura de un periodo de ajustes extraordinarios a la inscripción del actual semestre, en el que se permita tramitar la baja de una o más asignaturas sin que aparezca en el historial académico.

Dentro de las recomendaciones, la CEU incluyó también la creación de modelos de exámenes finales y extraordinarios en línea, de cada materia, y gestionar la ampliación de la banda ancha de los estudiantes que no son usuarios de Telmex.

Los encuestados fueron alumnos de la Facultad de Derecho, la Escuela Nacional Preparatoria y la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, todas de la UNAM, “con un nivel de confianza del 99 por ciento y un margen de error del 2.3 por ciento, de una población total de aproximadamente 356 mil 530 estudiantes, según la Agenda Estadística de la misma institución en el periodo 2018-2019”.

Fuente e imagen: https://desinformemonos.org/inoportunas-insuficientes-y-antidemocraticas-medidas-universitarias-para-enfrentar-la-pandemia-ceu/

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¿Por Qué Los Padres Están Retirando A Sus Hijos De La Escuelas Online?

Por: Sofía García-Bullé

Para asegurar un aprendizaje efectivo, primero deben reunirse los criterios de salud mental y emocional de los niños.

La actual crisis de salud ha obligado al sistema educativo a apoyarse enteramente en la tecnología para la enseñanza remota de emergencia. Los recursos de tecnología educativa (EdTech),  han tenido un enorme crecimiento en los últimos meses debido a la necesidad de soluciones rápidas para asegurar la continuidad de la educación durante los tiempos de contingencia.

Este uso estratégico de recursos tecnológicos ha permitido establecer plataformas de educación en línea en todos los niveles. Escuelas y universidades alrededor del mundo ofrecen clases en línea de español, matemáticas, historia, química, filosofía, artes y educación física, entre otras.

Aún con las áreas de oportunidad que la educación en línea presenta, el esfuerzo conjunto para mantener abiertas las escuelas, en modo virtual, ha permitido a millones de estudiantes alrededor del mundo continuar su aprendizaje. Sin embargo, una cantidad importante de padres de familia está retirando a sus hijos de las escuelas online a medida que la cuarentena se alarga. ¿A qué se debe esto?

La salud emocional infantil en la cuarentena

El peso psicológico de vivir una agenda de aislamiento tan estricta a largo plazo, no solamente afecta a los adultos, los niños son especialmente vulnerables en una situación de cuarentena como la que vivimos ahora. En casa, los padres con opción a trabajar a distancia, deben equilibrar sus obligaciones laborales con el trabajo que es necesario hacer en casa, y ayudar a sus hijos con las asignaciones escolares. Lo anterior ha probado ser una carga muy pesada para los padres con niños en nivel de educación básica.

Sarah Parcak, madre de un niño de siete años, se volvió viral al publicar en Twitter la razón por la que retiraría a su hijo de la escuela en línea:

“Acabamos de escribir un correo serio. Le dije a la (encantadora, noble y dedicada) maestra de nuestro hijo que él no participará más en su “salón virtual”, y que el primer grado estaba terminado para él. No podemos con esta locura. Asegurar su salud emocional y su bienestar es lo primero”.

La también arqueóloga, agregó que la familia sigue realizando actividades para cultivar la inteligencia académica, emocional y motora de su hijo, pero a un ritmo que los padres pueden seguir sin sobrecargar a un niño ya de por sí abrumado por la situación extraordinaria de aislamiento mandatorio.

El breve pero contundente mensaje que recibió más de 36 mil likes y 3 mil quinientos retweets, la mayoría de padres identificados con la experiencia de Parcak ha sido sin duda catártico para muchos, pero genera preguntas importantes sobre el futuro académico de los niños cuyos padres los retiren de la escuela en línea.

¿Qué pasa con el avance académico de los niños?

Para los padres que toman la decisión de retirar a sus hijos de la escuela debido a la cuarentena, la mayor inquietud es que los niños puedan retrasarse en comparación con otros. Jon E. Pedersen, decano de la Escuela de Educación de la Universidad de Carolina del Sur, explicó que el retraso comparativo no sería mucho, dado que son muchos los niños que están en la misma situación, ya sea que sus padres los hayan retirado de la escuela en línea o que tengan problemas para adaptarse a este modelo. “[…] no van a estar solos, la mayoría de las escuelas en el año siguiente tendrán que lidiar con lo que se perdió durante la crisis. Los aspectos académicos se pueden recuperar. Podemos superar esto”, comentó el decano.

De la misma forma, maestros, personal educativo y expertos en educación se preparan para una contingencia educacional, cuando termine la crisis de salud y sea tiempo de volver a llenar las aulas. Ya se están discutiendo opciones y estrategias para que los alumnos puedan compensar el tiempo perdido sin tener que repetir año. De momento, la prioridad debe ser asegurar primero el bienestar emocional de niños y padres de familia, es así como se establece un espacio seguro para el aprendizaje en todos los niveles.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/padres-escuela-online

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¿Se deberá adaptar el modelo VARK a las clases en línea?

Por: Paulette Delgado

Según el modelo VARK, todo estudiante posee un estilo de aprendizaje propio. ¿Deben los docentes adaptar sus clases para complacer a todos?

Al igual que en un salón de clases tradicional, cada estudiante aprende de manera diferente en línea, por lo que ante la adopción generalizada de la enseñanza remota de emergencia, los educadores deben aprender a equilibrar las necesidades de aquellos estudiantes que prefieren estudiar solos a aquellos que extrañan la socialización en la escuela. Para esto, es importante que el maestro tome en cuenta los distintos estilos de aprendizaje ya que ayudará a los estudiantes a enfrentar los retos de aprender desde su casa.

El modelo VARK (Visual, Aural, Read/Write, Kinesthetic) estudia los cuatro sistemas representacionales básicos de la programación neurolingüística (PNL) que se pueden dividir en cuatro tipos de aprendizaje: Visual,  Auditivo, Lectura / escritura y Cinestésicos. Este modelo ha existido por años, pero no fue hasta 1987 que el maestro Neil Fleming desarrolló un cuestionario que ayudó a los educadores y alumnos a distinguir qué estilo de aprendizaje se ajusta mejor a ellos. Tanto la Universidad Estatal de Carolina del Norte como la organización VARK realizaron pruebas donde identificar qué tipo de estilo de aprendizaje tiene cada alumno.

Estilos de aprendizaje (según el modelo VARK): 

  1. Alumno visual: este alumno es aquel que aprende mejor cuando la información la pueden visualizar y recordarla así después. Son aquellos que prefieren las clases con apoyos visuales como flechas, puntos, videos o cualquier forma que demuestre jerarquía de información. Suelen aprender mejor cuando la presentación se les presenta en cuadros y diagramas en lugar de diapositivas secuenciales. La Universidad de Illinois Springfield (UIS) los describe como alumnos tranquilos que prefieren estudiar solos, por lo que adaptarse al entorno en línea no es difícil, más porque muchas clases tienen todo por escrito, con gráficos y resumido.

  2. Estudiantes auditivos: estos son los alumnos que aprenden mejor escuchando, por lo que muchas veces repiten la información en voz alta para recordarla. También son aquellos que prefieren no tomar nota para prestar más atención a lo que escuchan y concentrarse en eso. Según la UIS, se benefician de hablar con otros ya que escuchan al otro hablar del tema o ellos lo discuten en voz alta.

  3. Alumno de de lectura / escritura: son aquellos que aprenden mejor al leer y escribir, incluyendo leer la información de presentaciones, folletos o sintetizando el contenido, no solo leyendo libros, también son buenos realizando investigaciones en línea. Se acoplan fácilmente al modelo online ya que mucho material de un curso en línea está por escrito

  4. Alumno táctiles / cinestésicos: este tipo de alumno es aquel que prefiere la práctica o ejercicios ya que tienden a involucrar todos su sentidos al aprender. Son aquellos que prefieren las demostraciones o experiencias prácticas o de campo. En el caso de aprendizaje en línea, se benefician de gráficas tridimensionales o experimentos que pueden hacer desde su casa para después comentarlas en los foros virtuales y con sus compañeros.

Lo que Neil Fleming quería lograr al desarrollar esta teoría era un modelo que ayudara a los maestros a acoplar sus clases a distintas maneras de aprendizaje y así enseñar mejor y de manera un poco más personalizada a sus alumnos. Abby Knoll, estudiante de doctorado de la Universidad Central de Michigan, enfocada en estilos de aprendizaje dijo que: “A los maestros les gusta pensar que pueden llegar a todos los estudiantes, incluso a los estudiantes con dificultades, simplemente adaptando su instrucción para que coincida con el formato de aprendizaje preferido de cada estudiante”. Pero esta mentalidad puede resultar en una arma de doble filo ya que algunos alumnos lo han utilizado como excusa para justificar sus malas calificaciones y culpar a sus maestros de que no adaptarse a su manera de aprender.

¿Realmente funciona el modelo VARK?

Aunque la teoría de los estilos de aprendizaje es ampliamente conocida y estudiada, hay muchos que critican este enfoque de  aprendizaje. Un estudio publicado en Anatomical Sciences Education donde alumnos responden el cuestionario VARK,  descubrieron que a pesar de asignarles actividades personalizadas de acuerdo a su estilo de aprendizaje, estos no mejoraron sus resultados académicos. La autora del artículo, Polly R. Husmann, cree que los alumnos ya habían formado sus hábitos de estudio y por más interesados que estuvieran en su estilo de aprendizaje, les costaba mucho romper con sus costumbres.

«Creo que como un ejercicio puramente reflexivo, solo para hacerte pensar en tus hábitos de estudio, [VARK] podría tener un beneficio pero la forma en que hemos estado categorizando estos estilos de aprendizaje no parece sostenerse», señaló la Dra. Husmann. Otro estudio publicado en el British Journal of Psychology, descubrió que los alumnos simplemente preferían palabras o imágenes, pero que esto no significaba que facilitara el  aprendizaje. Esto confirma lo dicho por Husmann, respecto a que los estudiantes se centran en aprender según lo que ellos creen que es su estilo, no porque realmente les ayude a aprender mejor, lo que a la larga les puede perjudicar.

Estilos de aprendizaje vs. Habilidades

Por otro lado, un artículo del Journal of Educational Psychology no encontró relación entre las preferencias de aprendizaje y el desempeño académico. Los autores concluyeron que lo mejor sería que los maestros dejen de orientar sus lecciones según un estilo de aprendizaje particular y enfocarse en fortalecer todas las habilidades. Por ejemplo, dejar de enfocar las clases en alumnos auditivos y ayudarlos a fortalecer sus habilidades visuales.

Aún así, esto no significa que todos los alumnos sean buenos en todas las habilidades posibles. Según Daniel Willingham, psicólogo de la Universidad de Virginia, más que tener estilos de aprendizaje, la gente tiene habilidades diferentes, por eso algunos aprenden mejor leyendo y otros escuchando. También depende de lo que se quiera estudiar, por ejemplo, para aprender otro idioma no se puede visibilizar la pronunciación, se tiene que escuchar y repetirlo para perfeccionarlo.

A pesar de la controversia detrás del tema, tanto Willingham como Husmann concluyen que no es perjudicial creer en los estilos de aprendizaje. El primero dice que lo mejor es ver estos estilos como herramientas y pensar cuál es la que mejor ayuda a los alumnos a aprender, ya que todos pueden pensar en palabras o imágenes. Mientras que Husmann advierte que lo más importante es concentrarse en la lección, más que en cómo aprenderla; por ejemplo, si se aprende un idioma, concentrarse en lo auditivo más que en imágenes o gráficos.

Al final, cada persona tiene una forma distinta de recopilar, analizar y memorizar la información, el reto es saber cómo abordar las diferentes habilidades de los alumnos y adaptarlas al entorno en línea, para que el alumno siga aprendiendo de manera remota, eligiendo qué habilidad o herramienta les funciona mejor.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/adaptar-el-modelo-vark-a-las-clases-en-linea

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En busca del equilibrio

Por: Pedro Flores Crespo

La reflexión ha sido aguijoneada por la pérdida de la normalidad. Si algo positivo tienen estos aciagos días es forzarnos a pensar en cosas que dábamos por sentado o que simplemente, no mirábamos.

Dentro de esta incertidumbrealgunos nos hemos preguntado cómo funcionaban los sistemas educativos nacionales antes del “frenón escolar”, qué vamos a perder a consecuencia de éste y cómo se podrían transformar luego de esta terrible emergencia“Nunca antes habíamos sido testigo de un trastorno educativo de tal magnitud”, asegura la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura). Esta organización internacional calcula que “87 por ciento de la población estudiantil se vio afectada por el cierre de las escuelas debido al Covid-19”. Esto representa alrededor de 1,500 millones de personas de 165 países.

Si la economía se mantiene en equilibrio por factores como el consumo y sus relaciones subyacentes muchas de éstas se quebraron de manera general y estrepitosa a consecuencia del confinamiento, ¿qué cosas se están rompiendo dentro del sector educativo? En un primer plano y a simple vistaes claro que se interrumpieron trayectorias académicas y escolares que, sin una respuesta imaginativa y no burocrática, podría generar un mayor desequilibrio. Moverse a clases en línea o con apoyo de alguna herramienta de la Tecnología de la Información (TIC) fue un primer y valioso paso ante la emergencia pero no bastará. Aprender es también producto de una acción social. Además, este “capullo” escolar basado en las distintas interacciones sociales tiene mayor peso y sentido, según algunas investigaciones, para las niñas, niños y jóvenes más pobres.

La escuela, y más específicamente, lo que hacemos maestros, estudiantes, prefectos y directivos dentro de ella importa y esta súbita interrupción nos lo ha recordado reiteradamente. Los factores externos como la riqueza familiar y la cultura tienen un peso importante sobre nuestro desarrollo académico, pero también la vida escolar que cotidianamente construimos. Reconocerlo es un paso para reflexionar sobre nuestra práctica y una condición esencial para darle espacio de análisis a nuestra acción y libertad para formar seres humanos. Si la escuela no importaseentonces no sabríamos que al tener recesos prolongados, se pierden ciertas habilidades y conocimientos disciplinares en áreas como matemáticas y lectura. Así lo explica Jennifer McCombs, especialista del influyente think tank Randquien ha estudiado el impacto que tiene sobre el aprendizaje las interrupciones escolares durante el verano en Estados Unidos. La literatura en el tema, según McCombs, ha mostrado además que aunque hay variaciones de estos efectos, es evidente que los más afectados por estos breaks son los estudiantes de hogares más desfavorecidos económicamente hablando. Gracias a sus estudios, McCombs también señala que una vez que aprendemos algo, podemos reaprenderlo de manera relativamente fácil https://www.gse.harvard.edu/edcast

Si la cancelación se prolonga por más tiempo y alcanzamos el mes de junio sin clases, parece que reaprender y reeducarse van a tener que ser parte de un plan estratégico de los sistemas educativos nacionales. La pregunta para México es si la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación ya han pensado en medir los efectos que tendrá la cancelación de clasepara el sistema educativo nacionalEn este sentido, la ciudadanía esperaría saber: (1) si efectivamente se registraron pérdidas en el aprendizaje, (2) en qué poblaciones se acentuarán tales déficits, (3) en qué momento se inició un declive significativo de los aprendizajes, (4qué atrasos por áreas del conocimiento fueron más fáciles de compensar con el trabajo en casa y el respaldo de las madres y padres de familia, y sobre todo, (5) qué estrategias de aprendizaje van a diseñar y proponer para tratar de volver a la normalidad. Será necesario que todas estas medidas – al igual que las que se están poniendo en marcha en el sector salud –se basen en la evidencia científica y en el conocimiento acumulado. Si la ocurrencia y la improvisación pueden costar vidas humanas a raíz del brote del Covid-19, ¿qué más se podría romper en el sector educativo ante la pandemia?

No hay que olvidar, siguiendo a Jean Paul Sartre, que “no amamos al hombre por lo que es, sino por lo que puede ser”De este tamaño es el reto. Busquemos entonces con afán e inteligencia el equilibrio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/en-busca-del-equilibrio/

Imagen: https://pixabay.com/photos/coins-calculator-budget-1015125/

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Higher Education in the Time of COVID-19

Higher Education in the Time of COVID-19

 

Desperate attempts to curtail the spread of the Corona Virus are turning many localities in different parts of the world into phantom cities. Universities and other higher education institutions have not been immune to this process. They are closed institutions, with academics urged, if not compelled, irrespective of their training for this purpose, to place their courses and carry out their teaching online. This has led many to herald the ‘brave new world’ of online learning as the panacea for the crisis. There are those who would consider the present period as the potential watershed in establishing this already widely practiced mode of delivery as the dominant form of teaching in Higher Education. This reaction, couched in phrases such as “every cloud has a silver lining”, is to be expected and falls in line with the neoliberal tenets that have been underlying most common sense thinking about mass-oriented Higher Education. I argue for caution in this regard.
The history of education is full of episodes whereby necessity, through crises in the form of occupation, led to ingenuity. Under Nazi occupation, Polish universities went underground and operated as distance learning (DL) institutions; material flew from one place to another. This became known as the ‘flying university’. It was innovative and attested to the resilience of the Polish academic community (students and professors) involved. The good thing about the present crises is that it makes those who are resistant to modern digitally mediated technology take the plunge, whether adequately trained for this purpose or not. Many academics from Greece, Italy, Cyprus and the UK revealed that online learning is a new experience foisted on unprepared academics. It might enable them to transcend archaic ways. Most universities throughout the world have placed their courses and are delivering their teaching online. Some universities already have had adequate preparation for this as a good percentage of their students are DL students. It is likely that the teachers involved have had adequate training, in one case of a year’s duration. A former tutor at the UK’s Open University, which backs distance learning with a variety of other approaches, including tutorials carried out by academics ensconced in different parts of the country, spent a year’s preparation period before joining the university staff. The present crisis however recalls, in certain cases, the situation during the immediate post revolution literacy campaigns in Latin America and elsewhere when young literacy workers were rushed to the field without adequate preparation.

This mass scale online learning approach can have the same effect. It can extend beyond a crisis response as the institution begins to see the lucrative side of it, a means of spreading one’s net far and wide. Now it would be foolish to overlook online learning’s positive aspects reaching communities at the furthest remove from universities and centres. It reaches communities with problems of physical access and time. However once the dust settles, will there be space for critical reflection as to how technologically mediated delivery complements what is good about ‘face to face’ delivery and adequate teacher student human interaction? Online learning can address mass students anywhere and at any time throughout the world. All academic staff really need to think about the appropriate pedagogical approach to take and how to use most modern technology in appropriate ways. Development of good learning environments requires specialist skills and is a team effort that requires collaboration between academics and learning designers. And by appropriate ways I mean avoiding the use of this technology as another surveillance mechanism. Recorded sessions, ostensibly for the benefit of those who could not tune into the live session, can inhibit student participation in the discussions.To what extent is it part of the blended approach to learning which reserves space for different forms of interaction including human to human and human to earth interaction? The push for a lucrative share of the global education market can easily make institutions forget the second aspect of the blended learning approach. Meanwhile elite schools continue to enjoy a monopoly in the latter type of University learning.

How do we strike a happy medium between online and face to face teaching? Will online learning continue to drag higher education along the business route or will it play its part in an overall conception of education as a public good? To end on an optimistic note, as hope springs eternal, I reproduce the words of one of the US’s most prominent educators, Ira Shor who wrote to me on this matter, stating “Critical teachers who question the unequal, toxic status quo will deliver critical education no matter the delivery system”.

Peter Mayo is Professor at the University of Malta and author of Higher Education in a Globalising World: Community engagement and lifelong learning (Manchester University Press, June 2019).

Fuente de la Información: https://www.counterpunch.org/2020/03/23/higher-education-in-the-time-of-covid-19/

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¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

México / 9 de junio de 2019 / Autor: Paulette Delgado / Fuente: Observatorio de Innovación Educativa

En un presente donde la educación superior es cada vez más costosa y la deuda estudiantil sigue creciendo, ¿puede la educación en línea salir al rescate?

Aunque una credencial alternativa, como los MOOC, puede parecer una solución, hay muchos factores que se deben considerar antes de decidir que la educación en línea puede reemplazar el aprendizaje tradicional, entre ellos, el dinero que desembolsan tanto los estudiantes como la institución e incluso la calidad de la misma.

Un meta-análisis de la Universidad George Mason examinó más de 100 estudios sobre aprendizaje en línea para descubrir si está a la altura de su promesa. De acuerdo a este análisis, las clases tradicionales son mejores para niños pequeños, adolescentes y adultos jóvenes que no se han unido a la fuerza laboral debido a que la asistencia regular a clases les permite interactuar con otras personas de su edad, ser más disciplinados, seguir un horario establecido y mejorar sus habilidades sociales.

Además, las clases presenciales desarrollan una mejor relación profesor-alumno, lo que permite al educador evaluar mejor sus fortalezas y debilidades, servir como mentor y ayudar a los alumnos a encontrar posibilidades de carrera. A su vez, el estudiante tiene la oportunidad de expresar sus dudas y obtener respuestas de inmediato.

Por otro lado, las clases en línea son más convenientes para las personas interesadas en el aprendizaje permanente porque su formato permite que los alumnos tengan más flexibilidad en el proceso de aprendizaje. También permite al estudiante elegir entre una gama más amplia de opciones de diferentes carreras o intereses y acumular créditos o certificaciones en lugar de seguir un plan de estudios fijo.

Una desventaja de la educación en línea es que los estudiantes con menor preparación académica y de bajos ingresos suelen tener un desempeño inferior constante en este tipo de cursos y una menor tasa de éxito, señala el meta-análisis.

Estos resultados desalentadores hacen que la educación en línea se perciba como de menor calidad comparada con aquella que se lleva a cabo en un entorno tradicional y en la que se tiene interacción cara a cara. Sin embargo, es esencial recordar que la tecnología se aprovecha mejor cuando complementa los títulos tradicionales en lugar de reemplazarlos.

Uno de los estigmas de la educación en línea y una de las principales razones por las que los empleadores, estudiantes e incluso los profesores tienen una percepción negativa hacia la educación online, es la falta de interacción entre el profesorado y el estudiante. Es por eso que es crítico diseñar una mejor experiencia de aprendizaje con comunicación directa y significativa; esto mejorará la calidad de los cursos y desarrollará la satisfacción, el aprendizaje y los resultados de los alumnos.

A pesar de que los cursos en línea tienen opciones como las salas de chat que les permiten a los estudiantes comunicarse entre ellos y con el profesor, el retraso en la respuesta realmente puede desmotivar una discusión de ida y vuelta. Una solución a este problema pueden ser los sistemas de tutoría artificial ya que pueden ayudar a evaluar las debilidades de los estudiantes y diagnosticar errores y ajustar los materiales, lo que podría ayudar a complementar una interacción real entre el profesor.

Debido a que el aprendizaje digital es la única opción para muchos que no tienen los recursos o el tiempo para matricularse en un curso tradicional, este debe garantizar que el estudiante obtenga los conocimientos, autodisciplina y administración del tiempo y no solo que les brinde información o contenidos específicos.

Además, a pesar de que la educación en línea es el sector de la educación superior de más rápido crecimiento, está en riesgo de crear una brecha más grande entre aquellos con recursos y preparación académica intensa y aquellos que dependen de la tecnología para tener carreras profesionales productivas.

Está claro que la educación en línea o digital puede ser beneficiosa para aquellas personas que no pueden encontrar el tiempo para inscribirse en una clase tradicional y por lo tanto buscan una opción flexible, asequible y accesible para continuar su formación. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar su potencial completo y sobre todo, eliminar el estigma y cambiar la perspectiva de la gente que suele creer que es una opción educativa de menor calidad.

Fuente del Artículo:

¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

ove/mahv

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