Por: Teresa Ortuño
Soy norteña, del desierto, urbana y clasemediera. Tuve el privilegio de viajar por mi país después de cumplir los 25 años -hace ya algunos más-, y no soy nativa digital, por eso cuando finalmente conocí Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, quedé subyugada por su grandeza, su cultura y belleza.
Cuesta trabajo pensar que los estados más ricos y dotados por la naturaleza sean los que van en el sótano de casi todos los indicadores de bienestar y desarrollo humano. Y el origen de esto se encuentra en los que corresponden a la Educación.
Allí, los usos y costumbres han podido más que la Ley. Recuerdo haber estado en la capital de Oaxaca hace algunos años, durante alguno de los muchos paros convocados por la CNTE. La ciudad estaba tomada por ellos, paralizada, agónica, pintarrajeada, sin personas de allí en las calles, sin Guelaguetza, ni turistas. Tres días después acudí al informe de un alcalde en Chihuahua, al que acudieron funcionarios y dirigentes de diversos partidos políticos, representantes de iglesias, sindicatos, sociedad civil, etc. Contrasté la normalidad democrática del norte con el rehén que estaba siendo una ciudad joya de gran riqueza cultural, arquitectónica, histórica como Oaxaca, explicaba el drama que representan esas brechas.
Ahora hay algunas buenas noticias. El poder de la CNTE va en declive. Si bien es cierto, en algunos de sus planteamientos hay razonamientos atendibles, la forma en que pretenden hacerlos valer les ha ido retirando todo posible apoyo popular. No hay movimiento social que triunfe si la población no lo avala.
Apenas hace seis meses, en octubre de 2015, durante las protestas convocadas por los dirigentes de la Coordindora, abrieron el 35, 70, 93 y 95 por ciento de las escuelas de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas, respectivamente. En mayo de 2016 estos porcentajes pasaron a 95, 85, 100 y 96 por ciento. Además, hace seis meses hubo paros en apoyo a la protesta, en algunas escuelas de otros diez Estados. Hoy, en ninguna otra entidad federativa se manifestó esa “solidaridad” que imposibilita la impartición de clases y que cierra escuelas.
Esta Reforma no es perfecta, ni es absurdo todo lo que dicen quienes se oponen a ella. Sin embargo, no es faltando a clases como se resuelven las diferencias. El diálogo político siempre debe ser la opción de los demócratas de cualquier color.
Los líderes sindicales no sufrirán las consecuencias que impusieron a sus seguidores. Ellos gozan de licencias que les permiten seguir cobrando. La autoridad informó que suspenderán a 4,359 personas. De ellas, 120 son de Guerrero, 1620 de Michoacán, 1,279 de Oaxaca y 1,340 de Chiapas.
Cuando una persona se inscribe a un concurso para obtener una plaza y no acredita el concurso, puede tener derecho a que su nombre se resguarde, porque es suficiente pena el no haber obtenido el puesto deseado. Este punto ha sido polémico. Hay organizaciones que defienden la postura de la publicación de todas las listas, más con el interés de que no se vulnere el orden de prelación y se transparente el proceso. Hay quienes sostienen que las personas no acreditadas tienen derecho a la privacidad.
Sin embargo, cuando hablamos de docentes que, teniendo su plaza, se negaron a asistir a clases, la Ley es muy clara. El artículo 76 de la Ley del Servicio Profesional Docente establece, sin lugar a dudas, que quien acredite tres faltas consecutivas sin justificación, será separado de sus funciones. Aquí sí que las autoridades deben publicar la lista de quienes incurrieron en esta falta, así como el orden de prelación de los nombres de quienes los van a sustituir, de acuerdo al concurso de plazas. Los padres de familia, los maestros cumplidos y la sociedad civil, tienen derecho a saber si los maestros de sus hijos son o no quienes cubren el perfil establecido por la Ley.
Suma por la educación ha dicho por sí, y en conjunto con otras organizaciones, que estará atento a que se cumplan todos los preceptos que se alcanzaron con la Reforma Educativa, que no acaba de aterrizar. La aplicación de esta medida mostrará si las autoridades están o no dispuestas a cumplir y hacer cumplir lo que es requisito para iniciar la ruta hacia la calidad de la educación en esas cuatro entidades. Sin duda hay mucho en juego, pero la recompensa no es menor: el acceso de los niños y jóvenes a clases regulares, ininterrumpidas, a menos que hubiera causas de fuerza mayor.
Sí, crecí entre cerros grises, pelones y árboles, todos plantados por la mano del hombre. La belleza del desierto es también belleza. Amé más a mi país cuando recorrí su rica geografía, conocí su gastronomía y admiré las diversas culturas que integran el alma mexicana. Ahoranos toca a todos poner nuestro granito de arena para que los niños nacidos en cualquier parte de nuestra Patria, tengan el mismo nivel de calidad educativa, y ésta forme personas comprometidas, sólidas y solidarias. Donde la técnica esté al servicio de la humanidad y del progreso. Donde se premie el talento y no la trácala. Donde el maestro sea un referente ético de responsabilidad y amor al servicio.
Donde esos cuatro estados sean reconocidos por su fantástica riqueza humana, natural, cultural y educativa. Ni más, ni menos que el resto de México y del mundo.