Page 69 of 77
1 67 68 69 70 71 77

Colombia: Doceava Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Transiciones en la educación inicial II)

Colombia / 3 de diciembre de 2017 / Autor: El abecedario La educación de la A a la Z / Fuente: Youtube

Publicado el 2 oct. 2017

En huellas de maestros estará la profesora Esnedy García de la IE Normal Rafael María Giraldo de Marinilla y, en el palabrero nos acompañará, Mayerly Llanos, coordinadora del servicio Preescolar Integral y, Álvaro Duque, subsecretario de primera infancia del municipio de Rionegro. La nota informativa esta dedicada a los programas que se vienen implementando en primera infancia en el municipio de Rionegro.

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=eNBq_KTWgSc

Comparte este contenido:

Rectores/coordinadores y la calidad educativa.

Por: Jose Darwin Lenis Mejía.

Los directivos docentes son una ficha fundamental en el rompecabezas de la calidad del sistema escolar. Porque sobre su gestión directiva, administrativa,  pedagógica, humana y académica se soporta la misión y el impacto de la gestión social de las instituciones educativas.

En pleno siglo XXI, movilizar con solvencia las competencias de Liderazgo (capacidad de realización efectiva y motivacional para hacer en favor de un bien común) Diseño (modelación  y proyección de metas) y de Seguimiento Escolar (acompañamiento a compromisos o realizaciones institucionales) son fundamentales para garantizar el éxito integral de las instituciones escolares. Es probable que, una institución avance poco en su modelo educativo si los directivos les falta dimensionar planes pertinentes de articulación y desarrollo de la escuela en la comunidad. Soñar con una mejor escuela es un compromiso  posible, si quienes dirigen u orientan las instituciones tienen las metas claras y una ruta diseñada para recorrer el camino que los integrantes  primarios (estudiantes y profesores) demandan. Liderar una institución escolar va mucho más de simplemente dirigir unas personas para que cumplan un “trabajo educativo”. Implica motivar, diseñar, comprender, potenciar, acompañar y evaluar lo que se hace, ¿cómo se hace?  ¿Por qué se hace? y ¿Para quién(es) se hace? aquí las consignas que interrogan el hacer en un sentido amplio establecen y evidencian las percepciones e imaginarios  del concepto  calidad  que en su integralidad tienen los directivos. La calidad educativa, se relaciona con las formas de hacer las cosas bien desde la planeación, en la ejecución y en la verificación de las actuaciones que se proyectan para bienestar de toda la comunidad.  Para Joseph Juran, la calidad como principio de acción del equipo directivo es disponer buenas formas para relacionar de manera eficiente la planeación, la actuación, el control y el mejoramiento. Esto no depende de un direccionamiento del MEN, es por el contrario la capacidad de hacer lo mayormente posible con lo que se tiene con miras al éxito de  estudiantes y de la comunidad en general. La calidad no se supedita a medir resultados, hay una falsa concepción desde el MEN, donde calidad es igual a lo cuantificable en concreción numérica.  La calidad también se puede medir en el bienestar, la gestión y aporte que una institución hace al desarrollo del entorno y la comunidad, no solo en el educar niños y jóvenes para apropiar conocimiento. Calidad es pensar en la armonización de convivencia, impulsar  las capacidades de la población y educar en diferentes contextos de bienestar común para la comunidad.

En las últimas décadas hemos entrado en una contradicción entre las competencias del mercado económico vs la educación como formación humana,  porque por un lado se disminuyen los resultados académicos y del otro aumentan los conflictos escolares de todo tipo. Como ejemplo las escuelas viven hoy un conflicto misional, como factor de mejoramiento el MEN solicita a las instituciones altos resultados en las pruebas saber, éstas a su vez a través de los rectores o coordinadores exigen a sus profesores y estudiantes elevar desempeños, pero algunos padres de familia increíblemente reclaman  dejar cero tareas o actividades complementarias por considerarlas inadecuadas e impertinentes para las ocupaciones de sus hijos y de ellos mismos. En este sentido, la educación va en retroceso, sin exigencias mínimas reclamamos calidad total o queremos ser los mejor educados de Latinoamérica.

Aunque en términos institucionales la calidad escolar es una responsabilidad compartida y además transversal a todos los participantes de la comunidad educativa, insisto en que los rectores y coordinadores son pilares en los que se soporta ésta como proceso de mejoramiento integral e institucional. No solo son fundamentales por su investidura del cargo, sino también por la experiencia, impulso y gestión que asumen en sus espacios escolares y comunitarios. Factores como la motivación, los ambientes de aprendizaje, la infraestructura y los materiales de apoyo aportan, pero no definen la calidad. En sí misma, la calidad tiene componentes humanos que armonizan las visiones compartidas entre directivos, docentes, estudiantes, administrativos, padres y agentes comunitarios.

Algunos principios como la comunicación asertiva, la empatía, la organización, el gerenciamiento o los protocolos, determinan la armonía laboral e institucional. También, los planes de mejoramiento, la autoevaluación y la planificación colectiva aportan valores agregados al trabajo diario escolar. Todos ellos,  en acción en micro, mediano y macro contexto (aula, institución y comunidad). En otras palabras, calidad no es necesariamente saber más.

Desde esta óptica estandarizar la noción calidad es una equivocación, se requiere pensar otras formas para medirla por ejemplo en términos de valores aprehendidos por lo sujetos, formas de convivencia, aportes institucionales al desarrollo de las comunidades o en el uso de inteligencias para vivir armónicamente en el planeta.

Finalmente, rectores, coordinadores, estudiantes, profesores, padres y comunidad ¿Cómo comprender o dimensionar la calidad? si en la actualidad se presenta como paradigma único de resultados en un mercado comercial que desconoce la unidad de la condición humana.

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/rectorescoordinadores-y-la-calidad-educativa-columna-724140

Imagen: http://www.pasto.edu.co/images/proyecto2017/Portada21212.jpg

Comparte este contenido:

Libro: Experiencias de educación indígena en Colombia: entre prácticas pedagógicas y políticas para la educación de grupos étnicos

Colombia / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Alba Lucía Bernal Cerquera / Fuente: Universidad Pedagógica Nacional

Este libro presenta un análisis de las políticas educativas para y con grupos étnicos en Colombia, especialmente la educación de pueblos indígenas. Utiliza como fuentes para este análisis voces del movimiento indígena, jurisprudencia y academia.

De otra parte, analiza tres experiencias educativas, a partir de un trabajo de campo en escuelas de educación propia en Colombia desde las cuales se expresa la relación entre dos categorías: política educativa (Nacional, Municipal,Comunitaria e Institucional) y pedagogía (aspectos curriculares, de formación de maestros, y administrativos). Además, se presenta una experiencia de formación docente en el marco de la interculturalidad urbana, proceso desarrollado para la formación de maestros de jardines indígenas en la ciudad de Bogotá.

El grupo de investigación Equidad y Diversidad en Educación (Universidad Pedagógica Nacional y Universidad Distrital Francisco José de Caldas) espera con este libro aportar al reconocimiento y análisis de otras formas de hacer educación y desde allí a relevar los proyectos de lucha en defensa de lo propio que no solo respetan sino que intentan darle sentido y permanencia a lo que por otros ha sido catalogado como diferente.

Link para la descarga:

http://editorial.pedagogica.edu.co/docs/files/libro%20experiencias%20educacion%20indigena%20(digital)(1).pdf

Fuente:

http://editorial.pedagogica.edu.co/verpub.php?pubid=315&catId=31

Comparte este contenido:

Colombia: Onceava Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Transiciones en la educación inicial)

Colombia / 26 de noviembre de 2017 / Autor: El abecedario La educación de la A a la Z / Fuente: Youtube

Publicado el 2 oct. 2017
11° Emisión con el tema: Transiciones en la Educación Inicial. En huellas de maestros estará la profesora Elizabeth Gutiérrez de la IE José María Córdoba, sede Pascuala de Rionegro y, en el palabrero nos acompañará, Mayerly Llanos, coordinadora del servicio Preescolar Integral y, Álvaro Duque, subsecretario de primera infancia del municipio de Rionegro. En la nota informativa se presentaran algunos elementos del libro: Fabrica de niños, las instituciones en la era de los derechos de la infancia.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=YsqBq4mq20c
Comparte este contenido:

Dinamización educativa en Antioquia.

Crear rutas posibles para la dinamización educativa en Antioquia no es un reto menor y demanda la movilización de un gran esfuerzo multisectorial. Avanzar en esa vía implica que como sociedad asumamos el acompañamiento y promoción de estrategias que nos conduzcan hacia la meta de una educación con calidad y pertinencia.

Por: Diana Paola Basto.

La complejidad de este propósito exige de una reflexión permanente que nos deje claro cuáles son los caminos que deben priorizarse para lograr una educación realmente buena que favorezca la equidad y el desarrollo social y productivo de la región y el país. No obstante, en este campo muchas veces las acciones de los diversos actores (público, social y empresarial) no están articuladas estratégicamente y en muchas ocasiones no se ha dado la continuidad de iniciativas y programas que han mostrado buenos resultados.

Entendiendo lo anterior, el área de educación de  ha realizado un documento que propone seis líneas de acción que son consideradas unos mínimos a priorizar para mejorar la calidad y pertinencia de la educación en nuestro departamento. Dichas líneas buscan dos propósitos fundamentales: aportar a la alineación de los esfuerzos que hace el sector empresarial en educación y señalar unos mínimos que ayuden a los hacedores de las políticas públicas a garantizar la calidad de las mismas.

En este sentido, partimos del análisis de la información disponible sobre nuestro sistema educativo para identificar seis grandes retos de la educación en Antioquia:

  1. Ampliar la cobertura, principalmente en la educación media, sigue siendo una cuenta pendiente en el departamento
  2. Disminuir la deserción escolar a lo largo de la básica y media, asunto que incide directamente en el reto anterior
  3. Disminuir las brechas entre las instituciones educativas rurales y urbanas
  4. Reducir las brechas entre la educación oficial y privada
  5. Mejorar e incrementar los aprendizajes en la escuela, que permitan lograr unos desempeños que estén más acordes con nuestros niveles de inversión en educación
  6. Cualificar a nuestros maestros en los disciplinar, didáctico y socioemocional.

Los retos identificados, el estudio de la evidencia internacional y local, así como la experiencia del trabajo en educación de Proantioquia y sus aliados, nos llevaron a proponer seis líneas de acción que pretenden “movilizar” al sistema educativo de Antioquia en un plazo de 5 años.

Se consideran entonces dos grandes grupos de propuestas: en primer lugar, desde las instituciones educativas, donde aparecen la gestión curricular y el clima escolar como dos factores determinantes dentro de una propuesta educativa pertinente e innovadora. Adicionalmente la evaluación institucional se reconoce como un proceso que permite la reflexión y el mejoramiento continuo. Finalmente, la educación media hace posible cerrar las brechas existentes pues es un puente directo con la educación terciaria y las prácticas laborales.

En segundo orden, líneas desde los actores del sistema, que se refiere a acciones que permitan la instalación de capacidades en el territorio por medio de estrategias de formación de los maestros y los directivos docentes. Nuestro acercamiento parte de reconocerlos como actores claves que inciden en los aprendizajes de nuestros estudiantes.

Creemos que estás seis líneas pueden ser fundamentales para lograr avances importantes en el corto plazo. La realidad educativa de cada región nos obliga a mirar detalladamente las particularidades del territorio, pero también nos compromete con una lectura crítica de la evidencia que nos permita formar ciudadanos que logren desenvolverse tan bien en sus propios contextos como en la sociedad globalizada del siglo XXI.

Fuente: http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/dinamizacion-educativa-en-antioquia-63498

Imagen: http://www.proantioquia.org.co/wp-content/uploads/2017/10/Doc-Edu-Proantioquia-1000×640.jpg

Comparte este contenido:

Análisis: La enseñanza del pasado reciente y el aprendizaje de la Historia

Colombia / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Eduardo Escallón / Fuente: Universidad de los Andes

En este texto abordaré el tema de la enseñanza de la historia de Colombia en el marco de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en su directa conexión con la construcción de paz en los años por venir. En mi perspectiva —puede haber muchas otras, aun mejores—, esta construcción de paz tiene que ver con el desarrollo de la identidad de los individuos basada en el reconocimiento de las diferencias y enfocada en la capacidad de acción para la redistribución de recursos y oportunidades.

Lo interesante aquí es que la educación es, a la vez, una oportunidad y un recurso cuando ella constituye un proceso de formación integral dirigida al desarrollo de las potencialidades humanas. Pero permítanme ser más preciso al respecto y plantear acá la difícil diferencia entre educación y pedagogía en relación con la idea anterior. Cuando pensamos la formación como oportunidad estamos más en el ámbito de la educación, cuando la entendemos como recurso estamos en el campo de lo pedagógico.

Quiero relacionar el reto de la enseñanza del pasado reciente y la construcción de paz con la formación de maestros. Pues bien, la construcción de paz implica llagar a nuevas síntesis entre las tensiones existentes y más que resistir, nos exige crear. Así que para responder a esa invitación les propongo que tratemos de articular de la mejor manera la educación con la pedagogía. Es decir, que conectemos donde sea viable la política educativa con la práctica docente, el currículo formal con el operativo. ¿Cómo se podría hacer esto?, pues tomándonos en serio lo que nos proponen la Constitución y la ley (como propone la profesora Helena Alviar). Pero cuidado, no estoy diciendo que obedezcamos ciegamente las normas y las leyes, aun siendo ellas injustas, sino que las asumamos y obremos en consecuencia.

Permítanme explicar: para saber cómo debe ser la enseñanza del pasado reciente y la construcción de paz tomemos como política educativa, como currículo formal, la Constitución y la Ley 115. Es decir, enfoquemos el aprendizaje y la enseñanza de la historia a construir aquello que nos propone la Constitución y lograr los fines de la Ley. ¿De qué estoy hablando?

Con seguridad muchos de ustedes tiene presentes dichos fines, así que les pediré que los recuerden y a los que no los conocen, les pediré que se los imaginen, que de acuerdo a todo lo que oyen y leen y ven sobre los debates en educación en Colombia, supongan cuál sería el fin número 1 de la educación según la Ley. Y de paso supongan el dos y el tres.

Pues bien, para sorpresa de muchos de ustedes, el fin número uno no es aprender Matemáticas, Ciencias y Lenguaje para las pruebas estandarizadas. Por el contrario, el primero de nuestros fines es:

El pleno desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación integral, física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social, afectiva, ética, cívica y demás valores humanos.

El número dos. La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad.

Y el número tres. La formación para facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan en la vi da económica, política, administrativa y cultural de la Nación.

Como pueden ver no necesitamos formular políticas nuevas, bastaría con que supiéramos dónde, cómo, cuándo y con quién se logra esto en los colegios. Porque el para qué ya lo sabemos: para que las personas seamos capaces de hacer realidad un Estado social de derecho, para que seamos una sociedad democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana y en la prevalencia del interés general, qué es lo que propone nuestra Constitución, pero que estamos muy lejos de logar, en parte porque una porción de nuestra sociedad no comprende y no comparte estos conceptos y principios.

Pero si nos tomamos ello en serio, entonces estamos obligados como sociedad a preguntarnos y a responder ¿cuál es la pedagogía que se necesita para lograr esos objetivos de la educación? Es decir, ¿cómo debe ser el currículo operativo? ¿Cómo sería la práctica pedagógica? ¿Existe una pedagogía democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana y en la prevalencia del interés general? ¿Cómo sería el maestro agente de esta pedagogía? ¿Cuál su contenido?

Mi respuesta es formar, desarrollar y fortalecer maestros y maestras autónomas que pongan en práctica su saber y su capacidad creadora dentro de un marco de acción político, epistemológico y pedagógico. Para ilustrar esto permítanme exponer mi propuesta como maestro de historia.

Yo creo que una forma de lograr lo anterior es una enseñanza de la historia dirigida a la construcción de conocimiento histórico que deviene en construcción de sujetos históricos.

Para esto, los contenidos producidos por la comisión de verdad no deben ser entendidos como un fin, sino como un medio pedagógico, como fuente. De la misma manera, no debemos separar de forma tajante memoria de historia, porque no todos los estudiantes son reconstructores de memoria, pero si deben conocer nuestro presente histórico. En efecto, podemos diferenciar memoria de la historia oficial. Pero la historia oficial no es la que producen los historiadores profesionales. La historia oficial es la que circula por los medios, la que se narra en las telenovelas, los noticieros, los periódicos, las revistas de farándula y actualidad, los trinos y los memes…

De ahí que el papel del maestro en la enseñanza del pasado reciente y el aprendizaje de la historia implique utilizar la memoria como fuente —no como contenido— para conocer nuestra realidad y contrastar esa historia oficial. Ahora bien, no se trata de convertir a cada estudiante en un historiador, sino que cada estudiante aprenda de la manera como se construye el conocimiento en nuestra área del saber. Por esto es que es importante tener presente que el objetivo último no es saber historia sino saberse sujetos históricos.

En consecuencia, los objetivos de aprendizaje serán unas comprensiones centrales sobre la historia como conocimiento, sobre los procesos sociales del país y sobre el papel de cada uno de los estudiantes como ciudadanos, sujetos activos de derechos.

En particular, en mi experiencia yo planteo dichos objetivos de la siguiente manera: Los estudiantes entenderán:

  • Que la Historia permite conocer el presente a partir de entender el pasado(Vilar). Explica los acontecimientos del pasado a partir de la interpretación de fuentes, datos y evidencias.
  • Que los conflictos entre grupos y sectores sociales son inherentes al movimiento de la historia.
  • Que los conflictos entre grupos y sectores sociales se pueden solucionar de diversas maneras.
  • Que todos somos sujetos históricos: lo que cada uno haga o deje de hacer determina el curso de nuestra realidad presente.

Estos objetivos de aprendizaje permiten planear unidades didácticas en las que los estudiantes tendrán que construir interpretaciones a partir de las fuentes y expresarlas de maneras diversas y apropiadas a sus gustos, intereses y necesidades comunicativas. Para demostrar la comprensión de esos objetivos, los estudiantes tienen que:

  • Identificar, definir y contrastar conceptos como dignidad, democracia, resistencia, opresión, pluralismo, exclusión…
  • Ubicar, analizar y valorar fuentes primarias y secundarias.
  • Reconstruir el proceso a partir de fuentes secundarias (o primarias).
  • Explicar el proceso a partir de contrastar su definición conceptual y el aporte de las fuentes.

Y en los niveles más altos:

  • Argumentar sobre procesos históricos usando conceptos y vocabulario del análisis histórico y fuentes primarias y secundarias.

Todo lo anterior está basado en el principio Vygoskyano de que el aprendizaje precede el desarrollo.

Es decir, que al aprender sobre estos temas y de esta manera, los estudiantes están desarrollando funciones de pensamiento, lenguaje, memoria y emoción, así como su capacidad analítica, reflexiva y crítica.

Otra idea de Vygostky detrás de esto es la construcción de conceptos científicos en el colegio y su relación con los conceptos cotidianos de los estudiantes.

La idea es que si nos tomamos en serio la Constitución y la ley para la enseñanza de la historia de Colombia en el marco de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en su directa conexión con la construcción de paz en los años por venir, estamos obligados a innovar pedagógicamente y dejar atrás mucho de lo relacionado con la educación tradicional.

*Este análisis fue presentado durante el panel “En Diálogo: la enseñanza de la historia de Colombia en el marco de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y la Ley que vuelve obligatoria la asignatura de historia”, organizado por la Alta Consejería de los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, de la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Fuente del Artículo:

http://uniandes.edu.co/es/noticias/ensenanza-de-historia-colegios

Comparte este contenido:
Page 69 of 77
1 67 68 69 70 71 77