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Colombia: «Aquí lo que tenemos garantizado es un par de tiros en la cabeza»

Entrevista con Jesús Santrich, ex jefe guerrillero que lidera en solitario una huelga de hambre por los guerrilleros encarcelados

Por: Semana

SEMANA: ¿Desde cuándo y por qué está en huelga de hambre?

Jesús Santrich: Desde el día 26 de junio hay una protesta nacional. Iniciaron 1.200 y en este momento hay 1.486 guerrilleros de las Farc en huelga y alrededor de 1.700 en desobediencia. Yo me vinculé el pasado lunes y lo que se busca es que se cumpla el acuerdo de La Habana que tiene que ver con la liberación de nuestra gente.

SEMANA: Pero, ¿ese trámite no viene caminando ya?

J. S.: Han salido de las cárceles, hasta ahora, 843 personas. Debido a esas bajas cifras, comenzó la protesta de la que participan 47 mujeres, una de ellas lactante. A eso se suman, 35 compañeros que tomaron la determinación coserse la boca. Este jueves, hubo un plantón en las principales ciudades del país: Medellín, Pereira, Popayán, Valledupar, Cúcuta y Bogotá.

SEMANA: ¿Quién es la madre lactante?

J. S.: Mayerli Becerra Muñoz y tiene un bebé de cuatro meses de edad. Ella está en la cárcel de Cúcuta y su caso está en manos del juez quinto de ejecución de penas.

SEMANA: ¿Qué ha entorpecido la aplicación de la Ley de Amnistía?

J. S.: Aquí no hay fallas normativas porque el acuerdo tiene el mayor detalle que pueda tener una Ley de Amnistía en el mundo. Eso se lo pueden preguntar a especialistas y juristas. Además de tener un acuerdo depositado en el Consejo Federal Suizo en Berna, existe una declaración unilateral del Estado ante Naciones Unidas, un acto legislativo que lo coloca en marco de interpretación y un decreto presidencial que la regula. Incluso, hay una resolución de reforzamiento del Hábeas Corpus, que no debió salir, pero ahí está. Lo que hay es un problema de voluntad política y demoras, por ejemplo, en la entrega de las certificaciones.

SEMANA: ¿A qué se refiere? ¿No todos los guerrilleros tienen el boleto que acredita su tránsito a la vida civil?

J. S.: En este momento están colgados con la entrega de alrededor de 930. Además, hacen falta actas de compromiso que el secretario de la Jurisdicción Especial de Paz -no sé si por falta de personal, falta de tiempo o voluntad- no se han gestionado. Me atrevería a pensar que es más por lo primero, que por lo último. Hay una actitud negligente, mezquina y antijurídica de los jueces de ejecución de penas porque están haciendo negación de justicia, están prevaricando y no hay instancia del Estado que le ponga freno a eso.

SEMANA: ¿Hasta cuándo va con la huelga de hambre?

J. S.: El día 26 de junio yo dije que en el caso mío, porque no quiero someter a los compañeros que están en las cárceles, es de una huelga de hambre indefinida hasta que salga el último hombre de prisión.

«Es de una huelga de hambre indefinida hasta que salga el último hombre de prisión».

SEMANA: ¿Cómo le ha ido en estos cinco días?

J. S.: He estado tomando agua e hidratándome con suero. La idea es que se aguante lo que más se pueda para que alcancen a salir todos. Ojalá haya una actitud de sensatez porque en La Habana nosotros dialogamos fue con el Gobierno, representando al Estado colombiano. No puede ser que la implementación se convierta en una renegociación con cada una de las instancias y ramas del poder público. Esto, incluyendo a la Fiscalía que se ha convertido en otro palo en la rueda de la paz.

SEMANA: ¿Es decir, el tránsito de la guerrilla a la vida civil no se ha completado?

J. S.: Las Farc ha cumplido a cabalidad con sus compromisos. Cuando se han presentado demoras no ha dependido de nosotros, sino del Gobierno con su parte. Este es un acuerdo que tiene un principio de igualdad, buena fe, de Pacta sunt servanda para cada una de las partes. Es decir, que lo que se acordó hay que cumplirlo. Se habló desde un principio de simultaneidad e integridad. En la medida que las Farc cumplía, el Gobierno también. Sin embargo, nosotros entramos a las zonas veredales sin que la construcción de los campamentos hubiera terminado. La idea era que esos lugares la guerrilla iba a llegar a vivir de manera digna, el problema es que el tiempo pasó y todavía no se han terminado de construir.

SEMANA: Y… ¿Por el lado de la reincorporación de los excombatientes cómo van?

J. S.: Hay algunas acciones asistencialistas que -de su propia inspiración- han hecho entidades del Estado como el SENA. Sin embargo, acciones derivadas del acuerdo de paz como tal, en el capítulo de Reincorporación, no hay ninguna. Hay un decreto que crea las instancias que manejarán la reincorporación pero no han derivado en acciones prácticas. Aquí lo que hay son puras promesas en materia social, salud y generación de proyectos productivos. Yo siempre he dicho que seguimos con el proyecto Escalona. Es decir, con la casa en el aire.

SEMANA: Explíquese…

J. S.: No hay certeza para los excombatientes de dónde van a ir el día 240 porque los sitios que ocupan ahora son terrenos alquilados. Se ha dicho, después de tanta presión nuestra, que esos espacios se van a convertir en escenarios de formación y reincorporación, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. No queremos que por cuenta de este incumplimiento en las liberaciones y en la implementación, el pacto de La Habana se convierta en un falso positivo contra las esperanzas de reconciliación de los colombianos.

SEMANA: Entonces, ¿ve cruda la arquitectura de la reincorporación de los excombatientes?

J. S.: Sí, totalmente. Hay unos planteamientos normativos que -por más sea decirlo- están en manos de una Corte Constitucional que se ha mostrado inclinada hacia la derecha que ha dicho hará trizas el acuerdo. Una posición que también ha mostrado el Procurador. En vez de velar por la administración pública, él ahora está es viendo cómo quita la posibilidad de que los extranjeros que están en las Farc tengan vías de reincorporación. Por eso digo, que aquí debe haber un compromiso de Estado. No podemos seguir con esa farsa de que como no hay división del poder en ramas y de que así es la democracia, toca ver qué se le ocurre a cada funcionario.

SEMANA: En La Habana se acordó la creación de unas comisiones que ayudarían a sacar adelante la implementación, ¿están funcionando?

J. S.: Si están en acción. La Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación (Csivi) que tiene un componente de Gobierno y otro de Farc está funcionando. Precisamente a esa pertenezco yo, al lado de Iván Márquez, Victoria Sandino y tres ministros. Ahí hemos podido adelantar los debates de la implementación normativa, pese a que muchas veces el Gobierno ha pasado proyectos sin tener el visto bueno de la comisión, que es el procedimiento correcto.

Sin embargo, aunque estamos ahí tratando que esos desarrollos normativos se den. Luego vienen otros debates como los del Congreso de la República donde da la impresión de que hay que negociar con cada congresista para que no le pongan 20.000 proposiciones al acuerdo que van en contra vía de ellos. Luego la corte, le colocó cortapisas, casi una puñalada al fast track. Lo que uno puede prever es que la corte más adelante -si le da la gana- puede actuar contra la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) o la misma Ley de Amnistía.

SEMANA: En resumen, ¿qué está fallando?

J. S.: Inseguridad jurídica, inseguridad personal por la expansión del paramilitarismo e inseguridad socioeconómica porque no hay claridad sobre qué proyectos productivos van a desarrollar los excombatientes. Los otros dos puntos son la renegociación en la que se ha convertido esto y la desfinanciación. El Gobierno apenas promete comprometer 0.6 puntos del PIB. Eso no es nada con la deuda social inmensa que tiene el Estado con su pueblo.

SEMANA: ¿En qué va la Comisión de Garantías?

J. S.: Sólo hay denuncias y promesas. Hay más de 15.000 compulsas de copias que están en ese escenario de lucha contra el paramilitarismo y la Fiscalía nunca ha actuado. Del acuerdo se debió derivar una Unidad Especial de Investigación para la desarticulación de ese fenómeno, pero lo único que ha encontrado son obstrucciones por parte del fiscal. Aquí hay una especie de protección a los financiadores del paramilitarismo y señalo de manera directa al fiscal en ese papel. Hasta cuándo va a obstruir el proceso de paz.

SEMANA: ¿Se siente en riesgo?

J. S.: Aquí lo que tenemos garantizado es un par de tiros en la cabeza. No hay garantías para la acción política no sólo para las Farc, sino para el movimiento popular y social. Yo me aventuraría a decir que lo que se está configurando es una reedición de la Unión Patriótica, del exterminio de la UP.

SEMANA: ¿Qué va a pasar cuando desaparezca la figura de las zonas veredales?

J. S.: El plan nuestro es el acuerdo. La insistencia desde la Csivi y el CNR es que se cumpla todo lo que está allí. Eso implicaría actuar contra el paramilitarismo, generar medidas de seguridad para las comunidades y la organización que salta a la legalidad. No hablo con desazón sino con realismo. Hay un estado de incertidumbre porque no se ven garantías para que después del día 240 haya tierra para los guerrilleros, dudo mucho eso.

SEMANA: A propósito del artículo de Iván Gallo, algunos sienten un distanciamiento suyo de las posiciones del Secretariado…

J. S.: Si vi el artículo con la supuesta solidaridad hacia mí y atacando a la dirección de las Farc. Yo estoy en absoluta coincidencia con la dirección de las Farc. Nunca he hecho acciones ni imposiciones de disidencia. Pero también estoy sentando posiciones realistas frente a lo que se viene porque ha habido una actitud sistemática de incumplimientos por parte del Estado.

SEMANA: ¿Cree que ese estado de incertidumbre más el efecto de la campaña electoral aumentará las disidencias?

J. S.: No pienso más en desertores porque las Farc son una organización política que ya dejó las armas. Sin embargo, sí puede haber desaliento y desazón. Por eso el Estado tiene el compromiso de generar alternativas para la construcción del buen vivir. No sólo a las Farc sino a las comunidades. Aquí no se trata sólo del asunto de las armas. La paz no sólo es el silenciamiento de los fusiles, la paz es darle vivienda, salud y resolver las necesidades básicas que tienen los colombianos.

En el país hay más 12 millones de pobres. No se trata de que los que pertenecieron a las Farc se alzan o no en armas, aquí va continuar el alzamiento armado de parte de la gente oprimida, segregada y excluida si no se solucionan esos problemas que pretenden palear -de alguna forma- el acuerdo de La Habana.

SEMANA: ¿Cómo va el engranaje de las ECOMUN, el modelo asociativo con el que aterrizarán en la economía legal?

J. S.: Queremos entrar a todos los sectores de la economía y la acción social que hay en Colombia. La reincorporación tiene dos capítulos: uno es el político que abre las puertas para tener la personería jurídica que permite establecer el partido, eso se dará después de la primera semana de agosto. El otro es el económico, no se trata de crear guetos sino de vincularlos con todas las comunidades que han estado apartadas, aisladas del conjunto de desarrollo nacional. Eso es lo que deseamos. Estar en todos los sectores de la producción, de las políticas y las artes. La terminación de la guerra implica eso, una transformación económica, política pero también social y cultural.

Fuente original: http://www.semana.com/nacion/multimedia/jesus-santrich-de-las-farc-habla-de-la-huelga-de-hambre-que-emprendio/530727

 

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Crean en Colombia proyecto tecnológico para maestros.

Aulas Amigas es un proyecto que busca apoyar los procesos educativos de los docentes a través de herramientas prácticas e innovadoras.

Por: ElEspectador.com.

Un docente fue la inspiración para que Juan Manuel Lopera creara, hace más de siete años, Aulas Amigas, iniciativa que apoya a los maestros con dispositivos tecnológicos, incluso en la zonas a donde ni siquiera llega internet.

“El proyecto nace por esos docentes que no sólo se dedican a enseñar a leer y escribir, sino a inspirar la vida de los niños con las herramientas necesarias”, cuenta Óscar Lombana, integrante de Aulas Amigas. Sin embargo, en un punto descubrieron que, más allá de desarrollar tecnologías, tenían que darle cabida a la formación de los docentes, por eso conformaron un equipo que se encarga únicamente de este componente.

Indiferentemente del escenario, buscan que todos tengan acceso a la tecnología de más alta calidad y que ésta pueda llegar fácilmente a los lugares más apartados de Colombia. Muestra de ello es el lanzamiento que llevan a cabo en Virtual Educa 2017 de Tomi 7, un dispositivo que crearon con base en las necesidades de los maestros en la actualidad.

Tomi 7 es una computadora que permite desde preparar las clases, calificar exámenes y personalizar los planes de estudio y refuerzo de los estudiantes, hasta comunicarse con los padres de familia, hacer seguimiento de la participación en clase, enviar tareas y conformar grupos de estudio con docentes alrededor del mundo.

“Creamos la primera computadora diseñada especialmente para docentes. Suena un poco ambicioso, pero en el rastreo que hemos hecho, y me refiero al mundo, pocos se han dedicado a desarrollar un computador que sea su mano derecha”, dice Lombana, y agrega que “es completamente útil, principalmente en la ruralidad, porque le permite al profesor generar una red local para los niños y, sin que tengan cobertura de internet, darles acceso a esta”.

No obstante, no se trata de la primera herramienta digital de Aulas Amigas. Antes de Tomi 7 habían ideado una pizarra y una mesa digital para el trabajo colaborativo, donde los alumnos pueden trabajar conjuntamente.

Aulas Amigas, que recibió un premio de MIT Technology Review el año pasado, tiene dos maneras de llegar a los docentes: la primera, a través del Gobierno, secretarías de Educación y otros entes que llegan a instituciones públicas; la segunda, directamente con los maestros, quienes pueden acceder a descuentos sobre el valor total de los productos y además pagarlos a cuotas sin cargo de intereses.

Finalmente, y sin desestimar la importancia de la tecnología en esta iniciativa, los integrantes de Aulas Amigas creen que “la educación se transforma a través de maestros inspiradores, y ahora que cuentan con nuevos recursos pueden dedicarse exclusivamente a la enseñanza de alta calidad de sus estudiantes”, como lo explica Óscar Lombana.

Fuente: http://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/crean-en-colombia-proyecto-tecnologico-para-maestros

Imagen: http://mba.americaeconomia.com/sites/mba.americaeconomia.com/files/styles/article_main_image/public/field/image/cellular-education-classroom-159844_1.jpeg?itok=wJJKf73g

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La histórica huelga de los educadores colombianos

Por: Horacio Duque

En un gran acontecimiento histórico se ha convertido la prolongada y masiva huelga de los casi 400 mil maestros colombianos que han paralizado actividades para exigir soluciones a las demandas incluidas en su pliego de peticiones. 

El señor Santos, dizque Nobel de Paz, y su Ministra de Educacion, han quedado ante el pais como los principales enemigos de la educacion, la ciencia y el desarrollo tecnologico.

Su respuesta ha sido la violencia del Esmad, las retaliaciones salariales y el asesinato de varios lideres docentes.

Apoyamos la potente huelga de los maestros colombianos.

No hay paz sin el derecho a la educacion.

Un acontecimiento es histórico cuando marca una tendencia de transformación en la sociedad y en sus diversos campos que la integran.

La actual huelga de casi 400 mil educadores colombianos para respaldar su pliego de peticiones de aumento de salarios y prestaciones socio económicas; de cambios consistentes en el actual sistema de salud de los docentes, afectado por graves casos de corrupción en el Fondo de Prestaciones sociales del magisterio y la Fiduprevisora, por la bochornosa y delincuencial colusión de altos burócratas del Fomag y ciertos directivos de Fecode (incluidos ex dirigentes como Jaime Dusan, Avellaneda y los allegados al Senador moirista J. Robledo); y de implementación racional de la Jornada Única en concertación con los maestros, para impedir las absurdas imposiciones de los funcionarios del Ministerio de Educación y las respectivas secretarias departamentales y municipales, sacude con mucha potencia el movimiento social nacional en auge por los paros cívicos y populares de Buenaventura, el Choco, los trabajadores estatales y otros sectores agrarios, indígenas, de cocaleros y afros.

Los maestros colombianos y sus sindicatos están dando un ejemplo de lucha aguerrida y coherente para alcanzar sus objetivos y vencer la indolencia, negligencia y arbitrariedad del señor Santos, de su Ministra y del equipo educativo gubernamental, que luce toda su mediocridad e indolencia en el manejo del justo movimiento de los docentes al servicio del Estado.

Una verdadera vergüenza la posición del nobel de la paz, el señor Santos, en la solución de la difícil problemática que carcome la educación pública de millones de niños y jóvenes.

Ahí está pintado el neoliberalismo de este personaje que dice ser el adalid de la paz.

La respuesta oficial ha sido el bolillo, la represión y el uso generalizado de la violencia por parte del Escuadrón antidisturbios de la policía que se ha cebado en los huelguistas.

Esta huelga de los maestros con casi un mes de actividades nos trae a la memoria las grandiosas movilizaciones de los años 60 cuando los maestros alcanzaron importantes conquistas en los departamentos, obligando a Lleras Restrepo (1968) a negociar y concertar con líderes como Adalberto Carvajal y otros.

Con la posición de Santos se está demostrando que es un enemigo de la educación, que su famoso Plan de desarrollo centrado en la educación es una gran farsa.

Santos es un enemigo de la educación, de la Ciencia y el desarrollo tecnológico.

Recientemente promovió la barbaridad de quitarle casi dos billones de pesos al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, del Sistema General de Regalías, para invertirlos en vías terciarias dizque para el post conflicto. Otro gran negociado para los politiqueros santistas que se robaran tales recursos como ha ocurrido con la mermelada puesta al servicio de gamonales y contratistas inescrupulosos. No se le paso por la cabeza a Santos recortar los gastos del sector de defensa, seguridad y contrainsurgencia para canalizarlos en la paz; peor, echo mano de los presupuestos de la ciencia para agudizar nuestro atraso y subdesarrollo.

Apoyamos la lucha de los maestros, la aplaudimos y promovemos.

En la anterior huelga, la del 2014, criticamos las inconsecuencias de los directivos de Fecode que terminaron entregando el pliego de peticiones por unas migajas, como lo hizo el expresidente Luis Grubert Ibarra, una ficha petrista inescrupulosa, que se embolsillo unos cuantos millones de las jornadas deportivas de los maestros, para luego irse como burócrata de las federaciones internacionales de los educadores. Una verdadera peste delincuencial, de las tantas que pululan en las burocracias de Fecode y que serán desplazadas por los nuevos y honestos liderazgos del magisterio como los actuales responsables de la ADE de Bogotá y de Asoinca en el Cauca.

Bien por los educadores que no retroceden frente a las amenazas santistas, la violencia policiaca del Esmad y los grupos paramilitares que ya han acribillado a varios huelguistas en plena implementación de la paz.

¡Que viva el justo paro de los educadores colombianos!

Fuente:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227768&titular=la-hist%F3rica-huelga-de-los-educadores-colombianos-

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Colombia: Maestros para el Catatumbo podrían ser contratados sin restricciones.

A través de un mecanismo que habilite la participación de los bachilleres, técnicos y tecnólogos.

América del Sur/Colombia/09.05.2017/Autor y Fuente: http://www.laopinion.com.co

Para finales de mayo de este año, el ministerio de Educación espera que sea reglamentado el decreto para hacer la convocatoria del concurso especial de docentes, en zonas de conflicto armado.

Según la secretaría de Educación del departamento, el anuncio se originó luego de una visita a Bogotá para conocer y revisar el proyecto del decreto ley con el cual dictarán las normas para convocar el concurso de méritos especial para proveer esta planta de maestros, urgente para la zona de Catatumbo.

El decreto, que expedirá la Presidencia, permitirá, por primera vez en la legislación nacional, contar con un mecanismo que habilite la participación, además de los licenciados y profesionales afines, de los bachilleres, técnicos y tecnólogos para ejercer como docentes.

Así mismo, se tendrán en cuenta aspectos como los años de experiencia de los docentes en la región, sus lugares de residencia y la condición de víctima del conflicto.

Simultáneamente, se elabora la modificación del Decreto 490 de 2016 o Banco de la excelencia, para regionalizarlo, es decir, tener un mecanismo que facilite el ingreso al magisterio de quienes llevan años en estas regiones y han prestado sus servicios como maestros.

Anque Orielso Torrado, fiscal de Asinort, destacó el trabajo hecho por la mesa técnica del Catatumbo y el gobierno departamental para que se agilice el decreto, señaló que uno de los aspectos aún en duda es el banco de excelencia.

Al respecto, advirtió que la meta es que se modifique el decreto del banco de excelencia, para que sea definitiva su aplicación por regiones; de lo contrario, “que se acabe”.

“Si de aquí al 20 de mayo, cuando culmina la negociación previa, no se ha definido la modificación para el banco de la excelencia por municipios se convocará a otro paro de maestros del Catatumbo, el 22 de mayo”, dijo. “Una parte de los docentes se quedaría en la zona, mientras que otro grupo comenzaría una marcha, a pie, hasta Bogotá”.

Fuente: http://www.laopinion.com.co/region/maestros-para-el-catatumbo-podrian-ser-contratados-sin-restricciones-132839#ATHS

Imagen: http://static.laopinion.com.co/sites/default/files/styles/640×370/public/2017/05/05/imagen/estudiantes.jpg

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69 Años del asesinato de Gaitan.

«Oídme bien: Revolución no significa demagogia y desorden,  sino método,  ponderación,  equilibrio  y  avance…..todo clama a gritos en este país porque se lleve a cabo una revolución fundamental, una transformación rotunda.”    Gaitán

Por: Vicente Blanco.

Jorge Eliezer Gaitán Ayala,  se dice nació el 23 de enero de 1903, en  Cucunubá  un municipio de Cundinamarca, ubicado en la Provincia del Valle de Ubaté, a 88 km al norte de Bogotá,  pero para otros historiadores en el barrio Las Cruces del mismo Bogotá en el año 1898,  su padre era vendedor de libros  y su madre profesora, en 1924 obtiene el título de  Doctor en Derecho y Ciencias Políticas en la  Universidad Nacional de Colombia con un trabajo de investigación que lleva por nombre «Las ideas socialistas en Colombia» y para 1927, con la tesis «El criterio positivo de la premeditación», recibe un doctorado en jurisprudencia cursado en la Real Universidad de Roma   en categoría académica  de Magna Cum Laude y para 1948 se hace merecedor del  título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas y Sociales otorgado por  la Universidad Libre, en ese mismo año,  obtuvo un resonante triunfo en su carrera de abogado, al lograr la absolución de un Teniente acusado de la muerte de un periodista.

     Durante su agitada y prolifera vida, como abogado, político, orador y militante progresista en Colombia, lideró en el Congreso de la República un debate entre el 3 y el 6 de septiembre de 1929 por el asesinato de un número, aún no determinado, de trabajadores de la United Fruit Company en la región de Ciénaga, Magdalena, los trabajadores pedían mejores  condiciones laborales y un trato justo por parte de sus contratistas, dicho asesinato a sangre fría por los cuerpos represivos de la oligarquía colombiana se recuerda en la historia de ese país bolivariano  como la Masacre de las Bananeras, por cierto, hecho  citado en la obra Cien años de soledad  de Gabriel García Márquez,  este aguerrido y combativo  gesto le valió a Gaitán el título de «Tribuno del Pueblo», con el que le honrarían los sectores populares.

     Para,  1931 fue elegido presidente de la Cámara de Representantes y ejerció también como catedrático de Derecho Penal en la Universidad Nacional y en la Universidad Libre, siendo nombrado Rector de esta última. Su postura en contra del monopolio de la tierra le brindó un amplio apoyo del campesinado, en 1933 fundó el movimiento político «Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria» (UNIR) y su órgano periodístico «El Unirismo», que poco tiempo después disolvió para vincularse al Partido Liberal, desde donde planteó la necesidad de una reforma agraria.  De allí fue que propuesto por los dirigentes tradicionales del Partido Liberal se posesionó como alcalde de Bogotá en 1936,  desde allí adelantó reformas sociales, promovió la municipalización de los servicios públicos.

     En 1940 el presidente Eduardo Santos Montejo lo nombra Ministro de Educación, desde donde emprendió una campaña de alfabetización, implantó el zapato escolar gratuito, los comedores  escolares, el cine educativo ambulante, la extensión cultural masiva e inició el Salón Nacional de Artistas de donde emergen figuras como Fernando Botero, Edgar Negret y Pedro Alcántara Quijano. En los años siguientes Gaitán continuó su intensa vida pública como jurista, político y caudillo. Su acción política se dirigió contra la oligarquía y por la «restauración moral» de la república.

     En 1945 fue proclamado candidato a la presidencia de la hermana república, pero las divisiones internas del Partido Liberal entre los partidarios de Gaitán y los de Gabriel Turbay, permitieron  el triunfo del candidato conservador Mariano Ospina Pérez. Tras esta derrota, Gaitán resurgió con nuevos ímpetus, siendo proclamado jefe único del Partido Liberal y a principio  de 1948 al saberse la noticia de la masacre de varios liberales en varios pueblos del país a manos de conservadores y viceversa, Gaitán organiza varias marchas s que se destacan la «marcha de las antorchas» y sobre todo la «Marcha del Silencio» donde eleva una plegaria al Presidente Ospina para que ayudara a cesar la violencia y hacen unas horas del silencio para que solo se oyeran banderas y pancartas movidas por el viento,  hasta que ese  9 de abril de 1948, antes de reunirse con el joven  estudiante de Derecho y dirigente estudiantil cubano Fidel Alejandro Castro Ruz a las 2.05 de la tarde Juan Roa Sierra con un revolver apaga la vida del “Jefe”.

     Indudablemente que, por la aceptación que gozaba Gaitán en el pueblo colombiano ese acontecimiento trajo consigo una respuesta popular que se conoció como El Bogotazo donde más de 142 edificios fueron destruidos y el comercio saqueado, es más se extendió a otras ciudades y pasó a denominarse El Colombianazo, y su extensión hasta los años 60 es conocido como la Época  de La Violencia, la cual tristemente no a mermado en tan bello país, pues se debe  considerar que las clases desposeidas, tradicionalmente excluidas del escenario político, encontraron en Gaitán su mejor representante e intérprete, circunstancia que le permitió generar un movimiento revolucionario sin parangón en la historia de Colombia.

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La mala educación.

Es un alivio que lo digan: ¡hay que estudiar! Siempre es bueno leer, escribir, preguntar, oír, experimentar, comparar, aprender, observar y cuestionar. Pensar.

Por: Poly Martinez.

Tal vez por eso por la ausencia de estudio o reflexión es que se ha vuelto tan desgastante y poco gracioso que personas que han ido al colegio, a la universidad, que tienen conocimientos y han visto otros mundos se aferren a la estupidez de multiplicar memes o consignas cargadas de ignorancia.

Sin pedirlo, porque no ando en la movida de repartir chistes o insultos a favor o en contra del gobierno o de los políticos, hace pocos días, justo después de la tragedia de Mocoa, me aterrizó uno en el celular y francamente me superó. El meme decía que el presidente Santos había gastado millones en Cuba para mantener a las Farc y ahora pedía “limosna” para Mocoa.

Efectismo y mala leche parecen ser las dos nuevas materias del pensum nacional. Aprovechar políticamente el desastre de Mocoa para lanzar a esa gallera de las redes sociales un cuestionamiento que nada tiene que ver con la avalancha es francamente un irrespeto, pero no con Santos sino con las víctimas de la tragedia.

Similar al irrespeto de no oír a las víctimas en su día y a cambio pedir más foro y vitrina de la que ya reciben los congresistas, a quienes los medios les dan sobrado espacio no solo de réplica, sino de arenga y señalamiento para descalificar al otro. Embelesados y sin aprender la lección, los micrófonos y las cámaras transmiten con afán ese ese eco hueco.

La paradoja es que los dos temas –los costos de la mesa de negociación con las Farc y el llamado a estudiar- se tocan de una forma mucho más profunda de lo que los detractores del proceso de paz y los botafuegos del congreso alcanzan a pensar o están dispuestos a aceptar. Sin mayor sustento, los repentistas de las redes o del Elíptico sacan cifras sobre el precio de la paz, cascaritas amañadas para que caigan los incautos o los perezosos que prefieren la copialina, repetir como loras.

La discusión sobre el impacto del Acuerdo en la educación y el costo-beneficio a mediano y largo plazo para el país puede ser a la vez un campo de infinita especulación o el más importante para profundizar. Afortunadamente, entre tanta bazofia en las redes también aparece información y gente seria que contribuye a la formación básica de todos nosotros.

El más reciente Monitor del Cerac aporta elementos para la ecuación: por cuenta de las negociaciones en La Habana, al 1 de abril pasado llevábamos 1.497 días sin tomas de poblaciones por parte de las Farc (hoy ya pasamos los 1500 días), eso es cuatro años y tres meses calendario. Pensando es niños que van a estudiar en las veredas y municipios donde tenían mayor impacto las Farc, eso equivale a 5,7 años escolares (tomando como referencia 40 semanas efectivas de estudio). En resumidas: en estos poco más de 4 años calendario, los niños pudieron estudiar sin que les fuera violentado este derecho por cuenta de esta guerrilla; un menor que empezó primaria o decidió seguir a la básica secundaria en 2013, hoy bien puede tener esas etapas escolares terminadas.

A ese mejor entorno para estudiar, de acuerdo con Cerac, se suman 846 días sin retenes ilegales (poco más de dos años), un año y ocho meses sin emboscadas, y cinco meses sin combates de las Farc con la fuerza pública. Resulta fácil imaginar que los maestros pudieron llegar a sus clases y que ese clima menos agresivo logró la permanencia de muchos de ellos para darle continuidad al proceso educativo de cientos de niños de los 281 municipios donde tenían presencia las Farc.

Pero supongamos también que los profesores jamás volvieron, que en estos años los niños y jóvenes más vulnerables no han tocado un cuaderno, no tienen escuelas ni tableros. Están de “recreo”, tiempo en el que han podido jugar un poco más, desaprender el miedo a verse en medio de un enfrentamiento o a ser obligados a nutrir la “fabrica de los guerreros” a la que se refiere Óscar Sánchez. Tal vez han podido recuperar otros saberes locales o ancestrales, que también hacen parte de su formación y que son desdeñados por miles de colombianos que solo creen en el cartón.

Aquí no cabe el dilema del huevo o la gallina: ¿primero la educación o la paz? Lo que ya se sabe de experiencias similares a la del conflicto colombiano es que la educación es intrínseca a la sostenibilidad de la paz. Y además, que ir a estudiar es una de las vías para recuperar el sentido de pertenencia, un espacio para la libre expresión, para aprender nuevas maneras de relacionarse y para proteger al menor.

Claro que hay que estudiar, pero no como antídoto contra la vagancia, sino contra la manipulación; para conocer, debatir y comprender las causas de esta guerra. Se trata de pasar el curso, no de repetirlo. Debemos volver sobre ciertas materias: respetar la diferencia, cuidar el entorno, defender los derechos de todos. Para avanzar en grupo, no en manada.

 

 Hay hechos tan obvios que no los percibimos o nos negamos a verlos. Por ejemplo, que gracias a estos Acuerdos, a los millones de dólares y al tiempo invertido en La Habana, muchos niños del país han podido ir a estudiar y las ayudas a Mocoa llegaron sin los contratiempos de la guerra; los guerrilleros de las Farc, como miles de colombianos más, hicieron su aporte y ofrecieron la mano.

Pero, además, el desastre nos dio una buena lección: los colombianos sí sabemos de solidaridad. Mocoa logró romper el hechizo de la polarización y por unos días nos permitió el reencuentro. Y un aprendizaje adicional: hizo evidente que estudiar y tener títulos no salva de la ignorancia, la mezquindad y la pésima educación a muchos congresistas y politiqueros.

Fuente: http://www.semana.com/opinion/articulo/en-colombia-educacion-implica-escuchar-a-las-victimas/521829

Imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2017/4/11/521769_1.jpg

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¡No! Mejorar la calidad en educación no se logra escogiendo bachilleres con mejores puntajes para hacer carrera docente.

Por: Jhon Vergel.

Después de cuatro meses de tener la revista Semana Educación sobre mi escritorio esperando a que la lea (edición 20 de diciembre/2016, dedicada al tema “Predice el clima educativo de 2017”), por fin me decidí a llevármela a un café y ojearla. En uno de sus artículos encontré una afirmación que me revolvió los intestinos, razón por la cual estoy escribiendo este texto. El artículo trata sobre las mejores facultades de educación en el planeta y se cuestiona el panorama en Colombia, ya todos sabemos que es oscuro. Tratando de explicar las causas de nuestro penoso panorama en temas de educación, el articulista cita a un profesor de la Universidad de los Andes, que afirma lo siguiente:

“… considera que para que los colegios y universidades mejoren su calidad, se deben “poner barreras de entrada, no que todo el mundo pueda acceder a una carrera docente, sino solamente los que tengan puntajes más altos”…” (“La mejores universidades en pedagogía, ¿Que pasa en Colombia?”, 2016)

La siguiente es una reflexión con dos propósitos. El primero, plantear que no necesariamente porque un profesor de los Andes dice algo es palabra de “dios” (quiero aclarar que yo tengo un título de doctorado en esa universidad), quiero lograr implícitamente este propósito con el segundo, cuestionar si poner barreras con puntajes altos para acceder a la carrera docente permitirá mejorar la calidad en educación en nuestro país. Puede que eso funcione en Finlandia o en Nueva Zelanda, pero ellos tienen unas realidades tan diferentes a las nuestras que es posible que tal estrategia no tenga los mismos resultados en Colombia.

Quiero responder este cuestionamiento apoyado en un caso, mi caso. La ventaja de la interdisciplinariedad es que podemos ver un mismo problema desde diferentes ángulos, y aunque soy educador, también soy médico, por lo que veo en la medicina un excelente ejemplo para contra argumentar la tesis del artículo que menciono arriba.

Hace varios años, cuando salí del bachillerato, me puse como meta estudiar medicina en la Universidad Industrial de Santander (UIS), un reto bastante grande porque solo los estudiantes con mejores puntajes ICFES, lo que ahora conocemos como pruebas Saber 11, ganaban un cupo en esta carrera. Me preparé muchísimo para contestar bien este examen, lo presenté tres veces y al final obtuve un puntaje ponderado de 95%. Para mi temporal felicidad, logré un cupo en la carrera de medicina de esa universidad y, cuando entré a estudiar, noté  que mis compañeros también tenían excelentes puntajes, pasamos 35 estudiantes de 1000 inscritos.

La gran  mayoría de nosotros terminamos la carrera y comenzamos a ejercer como médicos del servicio social obligatorio en diferentes regiones del país. Años más tarde, caí en la cuenta de que lograr un cupo en la carrera de medicina es casi igual de difícil para las demás facultades de medicina en este país. Por lo tanto, solo aquellos con los mejores puntajes en las pruebas estandarizadas estudian medicina. Ahora bien, ¿quiere decir esto que en Colombia tenemos el mejor sistema de salud? ¿tamizar a los estudiantes de medicina por resultados en las pruebas del ICFES trajo como consecuencia que la morbimortalidad materno-infantil de Colombia sea la más baja en Latinoamérica? ¿Por qué, entonces, tantos pacientes (incluyéndome) nos quejamos del trato que recibimos de algunos médicos cuando tenemos la desgracia de enfermarnos? ¿Por qué existen colombianos que hoy se mueren de hambre, diarrea o gripas? ¿Por qué en nuestro país tenemos incrementos en los casos de obesidad, personas sedentarias, fumadores, gente que no lleva un estilo de vida saludable? ¿Por qué ocurre todo esto si tenemos médicos con los mejores puntajes? ¿Por qué las guías de manejo y atención a pacientes son construidas por médicos estadounidenses o europeos si tenemos a los más brillantes entre los brillantes estudiando medicina?

Yo creo firmemente que poner barreras en el acceso de la carrera docente, escogiendo a quienes tienen mejores puntajes, no traerá un sistema educativo con mejor calidad, así como sucede con el sistema de salud. Creo esto porque el significado de tener mejores puntajes no es el de tener mayor capacidad de transformar la realidad sino el de haber nacido con mayores privilegios que otros. Yo, por ejemplo, nací en una familia de clase media, mi mamá es licenciada en educación básica primaria y mi papá es comerciante, ambos se preocuparon siempre porque yo tuviese la mejor educación. Cuando estudiaba en el colegio tenía un compañero muy inteligente, era mi amigo, y ambos hacíamos los trabajos que nos dejaba la maestra de tarea, a veces en su casa, a veces en la mía. Cuando fui a su casa noté que su mamá era ama de casa y su papá albañil, las paredes no eran blancas como las de mi casa, eran de ladrillo y el piso no tenía baldosas, era de cemento.

Haciendo las tareas con mi amigo aprendí qué era ser pobre, mi amigo llegaba a nuestras clases sin haber desayunado, en cambio mi mamá se levantaba temprano todos los días para prepararme un milo, con huevos fritos y arepa antes de que yo saliera para el colegio. Mis papás pagaban un tutor para que me diera clases de matemáticas en mi tiempo libre, me permitieron pertenecer a un grupo infantil de literatura en el instituto Bellas Artes de Ocaña, hice dos cursos pre-ICFES, nada baratos, pero mi amigo no tuvo esos privilegios, él obtuvo un 35% de puntaje ponderado en su prueba ICFES, ahora él es albañil, mientras que yo tengo un título de pregrado y tres de postgrado.

Ahora, que veo la historia de mi amigo de la infancia desde otra perspectiva, entiendo que no vivimos en Finlandia, que los resultados de las pruebas tienen otros significados, que impedir el acceso a la carrera docente con base en esos puntajes solo aumentaría la espantosa brecha social que tenemos en este país. Hay que darle oportunidades a los que nunca las han tenido, ellos son los que saben qué se siente estar en desventaja y qué es querer transformar la realidad. Si no tenemos un sistema de salud como el de Finlandia, ¿por qué vamos a creer que escogiendo a los bachilleres con mejores puntajes en la carrera docente vamos a tener su mismo sistema educativo?

Fuente: http://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/no-mejorar-la-calidad-en-educacion-no-se-logra-escogiendo

Imagen: 

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