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¿Mejores salarios para los maestros?, ¿y el SNTE?

Por: Abelardo Carro Nava

«¿Qué nos hace pensar que habrá un incremento que realmente impacte en los bolsillos de todos los trabajadores de la educación activos?»

Se ha vuelto una costumbre, de todos los gobiernos y gobernantes, que a unos días de que se celebre el día del maestro en nuestro país, se anuncie con bombo y platillo un aumento salarial para el magisterio.

Tales anuncios se acompañan de sendos discursos que enaltecen la labor que miles de trabajadores de la educación realizan en cada uno de sus centros de trabajo; esto, como parte de la tan prometida y anhelada revalorización del magisterio que, para acabar pronto, se ha quedado en un sueño guajiro. Y bueno, si de campañas políticas habláramos, habría que recordar cuántos políticos han prometido mejorar las condiciones laborales y de vida de los profesionales de la educación sin que tales promesas se hayan hecho una realidad. Claro, el mercado electoral que para ellos les significa el magisterio propicia tales arengas, aunque, como sabemos, nunca se han cumplido, hecho que propicia un probable desencanto que, en años recientes, ha generado una alternancia democrática en diversas latitudes, pero también, curiosamente, el apoyo irrestricto a ciertos personajes que, independientemente del color partidista, logran mantener su poder en el gobierno.

En cualesquiera de los casos, la realidad es que, en los últimos años, el incremento salarial de los trabajadores de la educación ha oscilado entre el 3 y 4 por ciento, pero con una inflación que ha golpeado el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación. Actualmente, la inflación supera el 7 por ciento, ¿el incremento salarial de este año se colocará arriba de este número? Lo dudo. Si en todos estos años se ha demandado que aquellos pensionados del gremio – a quienes se les han hecho sus cálculos con base en la Unidad de Medida y Actualización (UMA) y no en Salario Mínimo (SM) – se pague su pensión conforme al SM, ¿qué nos hace pensar que habrá un incremento que realmente impacte en los bolsillos de todos los trabajadores de la educación activos? Espero, seriamente, equivocarme.

Todo este tema viene a colación por lo que, en días pasados, el presidente de nuestro país, Andrés Manuel López Obrador, expresó en dos de sus conferencias “mañaneras”. En la primera afirmó contundente “hace falta el que se mejoren los salarios de los maestros, estoy consciente de eso, estamos buscando la manera de ayudarlos” (Profelandia.com, 2022); en la segunda reitero dicha afirmación “estoy haciendo un análisis sobre lo que ganan los maestros, porque ahora que ha incrementado el salario, ya un trabajador promedio del Seguro Social, inscrito en el Seguro Social, el promedio son 14 mil 300 pesos al mes… el maestro trae un promedio de 12 mil 500, o sea, el promedio de un trabajador inscrito al Seguro es de 14 mil 300 y el del maestro 12 mil 500” (Profelandia.com, 2022).

Ni tarde ni perezoso, el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) apareció en escena para expresar “ustedes han escuchado que en algunas mañaneras el presidente se ha referido a eso, a que tiene la preocupación de cómo incrementar el salario lo mejor posible a los trabajadores de la educación; nosotros esperamos tener una respuesta decorosa, una respuesta que motive a las maestras, a los maestros, al personal de apoyo” (Profelandia.com, 2022).

Todo esto en el marco de la Revocación de Mandato que, en los últimos días, ocupó la esfera política nacional; no obstante, bien valdría la pena preguntarse, ¿qué significa, para el líder del SNTE, tener una respuesta “decorosa” cuando este líder no recibe el mismo salario que cualquier maestra o maestro frente a grupo?, ¿qué acciones emprendería este líder sindical para que, en caso de que no se tenga esa repuesta “decorosa”, se demande y exija que sí lo sea?, ¿cuál será el parámetro que permitiría medir ese “decoro” al que se refiere este líder sindical? Ahora bien, ¿de qué manera y con qué recursos se incrementaría el salario de los trabajadores de la educación si, como el mismo presidente lo señaló, tiene otras prioridades que, por donde se vea, requieren de un presupuesto robusto para la mejora de la infraestructura educativa, por ejemplo?, ¿de dónde se obtendrán los recursos para lograr este incremento si la brecha de desigualdad salarial entre profesiones en nuestro país es, por así decirlo, no poca cosa?

Desde luego que, como profesor frente a grupo, deseo que tales palabras sean una realidad en el futuro inmediato; para nadie es desconocido el incremento en los precios de diversos artículos que son parte indispensable para nuestro ejercicio profesional, sobre todo, si consideramos que aún el magisterio, y la sociedad, padece los estragos por la pandemia ampliamente conocida. Sin embargo, también tengo claro que, en el orden mundial, acontecen innumerables situaciones que han provocado, por ejemplo, la inflación arriba referida y el aumento de dichos precios, ya no digamos de la canasta básica.

Ciertamente, prometer no empobrece, pero por años se ha venido prometiendo esa mejora en las condiciones laborales y de vida de los trabajadores de la educación y nada más no se ha logrado. Excusas y justificaciones siempre han existido, ¿no habría la imperiosa necesidad de exigir que, hoy día, se hagan una realidad dichas promesas? En todo caso, ¿para que tiene el magisterio una representación sindical si, en los hechos, está sometida, por no decir vendida al poder en turno?, ¿no habría la posibilidad de, por ejemplo, se haga una realidad que las pensiones de los jubilados se cubran en razón de los salarios mínimos y no en UMA?, ¿no se supone que el SNTE, que hoy dirige Cepeda Salas, pugnaría por este propósito pero no ha hecho nada? En fin.

Bien dice que las promesas se las lleva el viento; espero, en verdad, equivocarme en ello.

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información e imagen: https://profelandia.com

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Argentina: General/ Gremios docentes debatirán en paritaria nacional la extensión de la jornada escolar

El ministerio de Educación accedió al pedido sindical y abrirá la discusión sobre una posible modificación en la cantidad de horas en las escuelas primarias.

Los gremios docentes lograron que el ámbito de discusión para una potencial extensión de la jornada de clases sea la paritaria nacional del sector.

Así lo señaló Sergio Romero, titular de la Unión Docentes Argentinos (UDA), tras participar de la 117° asamblea del Consejo Federal de Educación realizada el pasado viernes en Ushuaia, Tierra del Fuego.

«El Consejo Federal de Educación accedió a nuestro pedido gremial”, señaló Romero, quien confirmó: “las condiciones de trabajo y los aspectos pedagógicos serán discutidos previamente en la paritaria docente nacional”.

El dirigente, también integrante del Consejo Directivo de CGT, se mostró sorprendido por el anuncio mediático del ministro de Educación, Jaime Perczyk, para incorporar una hora más de clase en las jornadas de educación primaria.

Rápidamente, los sindicatos docentes salieron al cruce y pidieron ser partícipes de la discusión y garantizar que se respeten las condiciones laborales y no represente una sobrecarga laboral.

«Queremos lo mejor en términos educativos para las niñas y los niños, precisamente por eso pensamos en las condiciones de trabajo, salariales de las y los docentes y aspectos pedagógicos de las medidas”, sostuvo Romero, quien renovó reclamo por el cumplimiento de las leyes en materia educativa y de financiamiento.

SADOP, el gremio de los docentes privados, también solicitó el llamado a la paritaria nacional docente para debatir los aspectos del proyecto. Lo propio realizó la CTERA días atrás tras conocerse la propuesta de Perczyk.

En tanto, el ministro de Educación informó que en los próximos días se conformarán mesas de trabajo con participación de todos los actores para avanzar en la extensión horaria y llevar la jornada escolar a un piso de 25 horas semanales.

“Tenemos que impulsar esta discusión. Estamos convencidos de que más días y horas de clases son fundamentales para mejorar los aprendizajes de los chicos”, sentenció el funcionario al encabezar la reunión del Consejo Federal de Educación.

Fuente de la información e imagen: https://mundogremial.com

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Otra vuelta de tuerca a la precarización docente

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: CORTOCIRCUITOS

En las últimas semanas se han dado a conocer nuevas acciones de la SEP que afectan los ingresos, el tiempo de trabajo, las vacaciones y la práctica docente. Aquí un recuento inicial:

  • El aumento salarial de 3.9 % al salario base y 1.8% a prestaciones, algo así como 19 pesos diarios en promedio; la inflación anualizada es de 3.15%, o sea, en el año de la pandemia, una recuperación ínfima del salario real;
  • El bono extraordinario de 720 pesos prometido hace meses para premiar los esfuerzos docentes en la pandemia;
  • El nuevo calendario escolar, con doscientos días efectivos, casi un mes más largo que el vigente;
  • Las actividades de limpieza y preparación de las escuelas para el regreso a las clases presenciales y/o remotas, incluidas las actividades en el Centro de Aprendizaje Comunitario

Son las recientes; más las acumuladas antes y durante la pandemia: el pago en UMAs a las jubilaciones, lo que representa una disminución nominal respecto a los salarios mínimos;

carga administrativa excesiva, jornada laboral más allá de las horas pagadas; colaboración en tiempo, espacio y recursos con las clases remotas.

¿Qué significan estas acciones? Para muchxs profesorxs, desconocimiento de funcionarios, impericia, malas decisiones, desencuentros, faltas de atención, incapacidades.

No es así. Hay que decirlo abiertamente: se trata de una vuelta más en la tuerca de la precarización docente.

Sabemos muy bien que el magisterio es reacio a ser clasificado como un conjunto de trabajadores que ejercen su labor en condiciones precarias. Somos profesionistas, se recuerda, ¡y con razón!, una y otra vez. Sin embargo, la precarización no tiene que ver con ausencia de calificación o de preparación profesional, sino con las condiciones en que se desarrolla el trabajo docente y la reproducción de la fuerza de trabajo del magisterio; es decir, con las condiciones materiales, profesionales y simbólicas en que se realiza la práctica docente y en el modo como se produce y reproducen los maestros y sus familias.

La precarización es un resultado, un objetivo, una producción de múltiples acciones gubernamentales a lo largo del tiempo. Se observa en los siguientes procesos:

  1. La sobre-explotación de la fuerza de trabajo magisterial; consiste en el pago por debajo de su valor del trabajo docente; aquí se encuentran todas las acciones que durante décadas
    1. Han reducido sistemáticamente el salario real de los trabajadores (en otras palabras, el salario que resulta una vez descontada la inflación, o el poder adquisitivo de los ingresos del magisterio), que se calcula superior a 60% en los últimos cuarenta años;
    1. Han extendido la jornada laboral por muchas horas más que no son remuneradas ni reconocidas, como el trabajo en casa, el alargamiento del calendario, la reducción de vacaciones;
    1. Han multiplicado las tareas, funciones y responsabilidades docentes por el mismo pago; las denuncias de sobrecarga administrativa es la prueba palpable de esto;
    1. Han disminuido las prestaciones laborales, económicas y sociales del magisterio, como la reducción de aguinaldos y todo el paquete de modificaciones de lo que antes era un derecho laboral y ahora es un reconocimiento;
  2. La flexibilidad e incertidumbre en las condiciones laborales:
    1. Multiplicación de contratos de corto plazo con ausencia o reducción de prestaciones de ley;
    1. Subcontrataciones y formas laborales no contractuales ( becas, estímulos, recompensas);
    1. Reducción, congelación y cancelación de plazas;
    1. Proliferación y cambios abruptos en las tareas asignadas (clubes, talleres, seguridad escolar, ahora salud).
    1. El más reciente: la eliminación de las plazas y la aparición de las vacantes en la legislación secundaria;
    1. El retraso y la judicialización de pagos por trabajos realizados.
  3. Las implicaciones de la autonomía de gestión:
    1. Responsabilidad docente en las condiciones de operación cotidiana de la escuela;
    1. La provisión de recursos para el mantenimiento de la infraestructura escolar;
    1. La responsabilidad directiva y magisterial en la administración de la escuela y las actividades comunitarias.

Estamos convencidxs de que las maestras podrán aumentar, corregir y modificar este listado inicial; lo que nos interesa es resaltar tres  cuestiones que nos parecen primordiales:

  • La precarización es un ensamblaje histórico de múltiples acciones que minan progresivamente las condiciones de producción y reproducción de la fuerza de trabajo magisterial;
  • La precarización responsabiliza al magisterio cada vez más de las condiciones en que se desarrollan los procesos escolares; y
  • La precarización no es un proceso aleatorio ni accidental, sino un condicionante estructural del Sistema Educativo Nacional; en otras palabras, la sobre-explotación y la precarización son condicionantes y derivas del mismo sistema; como está construido no puede operar sin ellas.

Reiteramos: la precarización no se produce en un gobierno ni en un sexenio, es el resultado de muchos años de políticas gubernamentales que no han cambiado ni un ápice su modo de concebir y atender los problemas educativos. No han cambiado nada, por el contrario, se han ido perfeccionado y desarrollando cada vez en mayores direcciones.

Diremos más: la precarización es un resultado del flujo histórico de las decisiones gubernamentales, pero a la vez se ha convertido en un elemento estructural del SEN; de hecho, no puede funcionar sin la sobre-explotación, la precarización y la autonomía de gestión; está atado racional, presupuestal, administrativa y cognitivamente a eso.

Es en esta perspectiva donde se perciben con mayor claridad los desafíos de un gobierno que se auto-proclama como la IV Transformación Nacional; una gesta a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Ni más ni menos.

La pregunta es: ¿las acciones que desarrolla la SEP contribuyen a transformar las condiciones de operación del SEN que producen la sobre-explotación y la precarización, o las mantienen y profundizan?

La respuesta es evidente; ¿no les parece?

Fuente:  https://insurgenciamagisterial.com/otra-vuelca-de-tuerca-a-la-precarizacion-docente/

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El trabajo en la Cuarta Revolución Industrial

Por: Diego Lorca  y Diego Pierdominici

Las economías se podrían clasificar en un segmento integrado globalmente, que emplea a una minoría de la fuerza laboral formada y bien remunerada, y un segmento de escasa productividad, con bajos salarios y condiciones precarias.

En el mundo que estamos viviendo a veces resulta complejo encontrar respuestas concretas e incluso plantearse preguntas sobre las causas de lo que nos rodea.  En esta nota intentaremos esbozar algunos de los cambios que se observan en el mundo del trabajo, sus causas y sus posibles consecuencias.  ¿Cambió la pandemia la forma de trabajar?  ¿O profundizó tendencias que venían desde hace años?

En el 2016 y en ocasión del Foro Económico Mundial de Davos, Klaus Schwab, fundador del Foro, acuñó el término “Cuarta Revolución Industrial” para referirse a los avances tecnológicos emergentes en una serie de campos, incluyendo la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, el internet de las cosas, la impresión 3D, los vehículos autónomos, etc.

Todos estos cambios traen profundas modificaciones en las condiciones y modos de trabajo.  Mientras que algunos desaparecerán, otros se crearán y algunos tendrán que adaptarse.  Pero esta revolución tecnológica no surgió de la nada, sino que tiene una relación intrínseca con el desarrollo del sistema capitalista y su tendencia ineludible a invertir en medios de producción que acorten los tiempos sociales del proceso productivo.

Es necesario recordar que en la crisis del 2008 –que tuvo características de crisis orgánica– la especulación del sector financiero e inmobiliario generó una burbuja de dinero ficticio sin asiento productivo, que terminó por hacer estallar el sistema financiero dominante hasta aquel entonces.

El sector tecnológico se convirtió en una enorme salida para el capital acumulado, no invertido frente al estancamiento.  Esto implicó la transformación de toda la estructura de procedimientos de la producción manufacturera y de comercialización.  Además, la creación de plataformas digitales y la expansión de la conectividad en el mundo ha permitido la aceleración de este proceso.

La pandemia de coronavirus, que comenzó según la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020, vino a acelerar estos procesos de digitalización de la economía a una velocidad pocas veces vista.  Pero esta crisis sanitaria, que se suma a la crisis financiera y económica mundial, no afecta a todos por igual. Vemos hoy como la mayoría de las y los trabajadores pierden, mientras que los que ganan son un muy reducido grupo de empresarios.

Por todo lo dicho afirmamos que la pandemia vino a acelerar procesos y tendencias que ya venían sucediendo hace años.

Aumento mundial de la desocupación y la explotación

Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo “La COVID-19 y el mundo del trabajo. 7ª edición”, en 2020 se perdió el 8,8% de las horas de trabajo a nivel mundial con respecto al cuarto trimestre de 2019, equivalentes a 255 millones de empleos a tiempo completo.  La pérdida de horas de trabajo en 2020 fue aproximadamente cuatro veces mayor que la registrada durante la crisis financiera mundial de 2009.

La cantidad de personas desocupadas a escala mundial aumentó en 33 millones en 2020, y la tasa de desocupación aumentó hasta el 6,5%.  Además, se estima que los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial en 2020 disminuyeron un 8,3%, a saber, 3,7 billones de dólares, o sea el 4,4% del PIB mundial.

Así, la automatización, la robotización y la inteligencia artificial abren una nueva etapa en la configuración mundial del trabajo, orientada al “conocimiento”, conformando nuevas fracciones dentro de la clase trabajadora que agudizan las diferencias salariales al interior de la clase.

Por un lado, comienza a emerger una fracción de la clase trabajadora vinculada a los trabajos del sector de la información, un grupo muy diverso unido por el uso de la más moderna tecnología de la información para el tratamiento, manipulación, identificación y procesamiento de datos.  Son creadores, manipuladores y procesadores de los flujos de información, que hacen posible esta Nueva Fase Digital del Capitalismo.  Esta fracción está formada por científicos/as, investigadores/as, ingenieros/as de diseño, analistas de “software”, investigadores/as en biotecnología, banqueros/as, inversionistas, diseñadores/as urbanísticos, consultores financieros, arquitectos/as, planificadores/as estratégicos, etc.

Y por otro lado, se observa como tendencia general un aumento en la informalidad y la subocupación.  Además de un crecimiento de la explotación laboral y la expulsión de grandes masas de trabajadores del proceso productivo.  De este modo, las economías globales se podrían clasificar en: un segmento avanzado, integrado globalmente, que emplea a una minoría de la fuerza laboral con altos grados de formación y remuneración, y un amplio segmento de baja productividad que absorbe la mayor parte de la fuerza laboral, con bajos salarios y condiciones muy precarias.

Pocos ganadores: Las grandes empresas tecnológicas ante la pandemia

La transformación de la economía en servicios de plataformas digitales cambia la forma de trabajar y de acumular riqueza. Esta transformación se presenta bajo la apariencia de “mayor libertad” para la clase trabajadora, ya que ahora puede “decidir cuándo, dónde, cuánto y cómo trabajar”, pero lo que realmente se oculta es su mayor grado de dependencia.  En esta forma de mediación virtual, no existen responsables por las condiciones de las y los trabajadores, pero sí existen personas que acumulan ganancias a una gran velocidad.

Según la revista Forbes, que actualizó su lista de los empresarios más ricos del mundo este 6 de abril, 7 de los primeros 10 multimillonarios más acaudalados provienen de la industria tecnológica.  Según la revista; “en total, los 2.755 multimillonarios que forman la lista suman 13,1 billones de dólares, frente a los 8 billones de 2020. Estados Unidos sigue siendo el país que cuenta con más ricos, con 724, seguido de China (incluyendo Hong Kong y Macao) con 698”.

Ahora bien, ¿cómo es que han podido acumular tanta riqueza estos 2.755 multimillonarios en un mundo atravesado por una profunda crisis?

En primer lugar, por la restricción en la circulación de las y los trabajadores, como plantea Giménez[1]: «así como bajo el capitalismo industrial el trabajador fue conducido hacia la fábrica, donde fue disciplinado a través del miedo a la muerte por hambre y también organizado bajo la lógica del trabajo común, hoy los cambios estructurales en su fase digital empujan a las clases subalternas hacia las ‘nuevas fábricas’ del territorio virtual, con sus plataformas y redes sociales; construyendo nuevos valores organizativos».  Según el informe digital-2020 (de wearsocial.com), la mitad de la población mundial (3.800 millones de personas) utiliza actualmente las redes sociales. 4.540 millones de personas están ahora en línea, con un aumento interanual de 298 millones, o sea el 7%, por lo que nos acercamos a una penetración de Internet del 60%.  El usuario medio de Internet pasó 6 horas y 43 minutos por día en línea en 2020, más de 100 días en total.

Esto genera una dependencia por parte de todas las empresas, instituciones y personas, del servicio que puedan brindar estas Big Tech. Grandes flujos de información que, a través de un complejo sistema de algoritmos, estas empresas convierten en la fuente de su riqueza.  Controlan de esta forma los tiempos sociales de producción de todas las demás ramas de la industria y del comercio.

Esto no es nuevo, como afirmamos anteriormente. Ya en 2018, más de la mitad de los habitantes del planeta utilizaba internet. El porcentaje de usuarios se situó en el 51,2%, lo que supone un aumento de 2,6 puntos respecto a 2017.

Otra parte de estas ganancias proviene de la baja de salarios a nivel mundial y del aumento de la jornada laboral.  Según un estudio realizado por Adecco Argentina al comenzar la cuarentena, el 42% de las y los trabajadores dedican más horas al trabajo desde su casa que en la oficina, mientras que un 40% cumple exactamente las mismas horas como si estuviera en su lugar de trabajo.  Esto es posibilitado por el gran ejército de desocupados/as que presionan sobre las condiciones salariales de los ocupados/as y aumenta la lucha entre trabajadores por salarios y puestos laborales.

Finalmente, una última parte deriva de la restricción de la circulación de las y los trabajadores.  Según datos de la OIT del informe antes citado: “Durante todo el año el 77 por ciento de los trabajadores se vieron afectados por esas medidas, lo que implica un porcentaje muy cercano del valor máximo del 85 por ciento alcanzado a finales de julio de 2020”.

Esto les permitió a las empresas ahorrar en infraestructura, eventos corporativos, energía y suministros, dietas, viajes, vehículos de empresa, suministros electrónicos, entre otros gastos fijos anuales.  Según un estudio llevado a cabo por Global Workplace Analytics, la compañía internacional de investigación y consultoría sobre las y los empleados, el ahorro promedio en inmuebles con teletrabajo a tiempo completo es de 10.000 dólares al año por empleado/a.

Las y los trabajadores frente a la crisis

Las y los trabajadores combinan nuevas y viejas formas de lucha en defensa de sus derechos y condiciones laborales, utilizan las calles y también el territorio virtual para reclamar, organizarse y luchar por sus derechos.  Hemos visto en Francia como el movimiento de “Chalecos Amarillos” se organizó a través de las redes sociales y salieron en conjunto a las calles presionando al gobierno nacional.  Lo que comenzó como un reclamo por un aumento de gasolina escaló rápidamente a un rechazo de las políticas neoliberales.

En la India estalló la “Manifestación más grande del mundo” de la que se tenga registro.  El 26 de noviembre, 250 millones de agricultores marcharon en todo el país, lo que significa el 3,3% de la población mundial y que dejó más de 64 muertos y cientos de heridos.  Detectando la importancia de la virtualidad para construir organización, el Gobierno produjo 134 cortes de internet, el 68% de todos los que suceden en el mundo.

En Chile las manifestaciones que comenzaron por un aumento de 30 pesos en el transporte público, también escalaron a un proceso donde la mayoría del pueblo salió a las calles a pedir un cambio de la constitución neoliberal y contra el gobierno de Sebastián Piñera. Y la lucha continúa.

Otro ejemplo de lucha lo vienen dando las mujeres trabajadoras que este 8M también inundaron las redes y las calles de todo el mundo. Y así podríamos seguir citando ejemplos de manifestaciones a lo largo y ancho del planeta.

En las empresas tecnológicas el panorama de lucha no es diferente.  En el Reino Unido, el Tribunal Supremo sentenció que las y los trabajadores de Uber tienen derecho a acogerse a la legislación laboral vigente, lo que abre las puertas para obtener un salario mínimo o vacaciones pagas.

En enero de este año, unos 200 trabajadores de Alphabet Inc, la empresa matriz de Google, han formado un sindicato para velar por los principios de igualdad en el trabajo y por la observancia de principios éticos en el modelo de negocio.  La formación de este sindicato, el primero que se crea entre las grandes tecnológicas, es la consecuencia directa de protestas sin precedentes en el seno de la compañía, y de un año de organización en secreto.

O las nuevas tecnologías están al servicio de las y los trabajadores, generando mejores condiciones de vida, eliminando el trabajo forzoso, repetitivo, dando más tiempo para disfrutar de una vida digna, o estarán en manos de un minúsculo grupo de especuladores financieros, generando mayor acumulación, explotación y exclusión.

El curso que puedan tomar los acontecimientos dependerá de la participación activa de los trabajadores y trabajadoras, y de que estos logren construir un programa estratégico que ponga por encima el bienestar general de la clase trabajadora.

Diego Lorca y Diego Pierdominici son miembros del Observatorio Internacional del Trabajo y el Futuro -OITraF-, un equipo de jóvenes profesionales dedicados a la Investigación y Análisis en el convulsionado mundo del Trabajo. OITraF: https://oitrafuturo.wixsite.com/oitrafuturo  Twitter: @OITraF1 https://instagram.com/observatorio_de_trabajo

26/04/2021

Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 552: ¿Quién decide nuestro futuro digital?

Bibliografía

https://www.adecco.com.ar/noticias/teletrabajo-y-productividad-durante-la-pandemia-a-causa-del-coronavirus/

https://www.lavanguardia.com/vida/formacion/20201209/6108068/teletrabajo-cuanto-ahorra-empresa.html

https://forbes.es/listas/93410/lista-forbes-2021-estas-son-las-personas-mas-ricas-del-mundo/

https://www.ilo.org/global/topics/coronavirus/impacts-and-responses/WCMS_767045/lang–es/index.htm

https://elpais.com/economia/2021-01-05/trabajadores-de-google-se-organizan-en-el-primer-sindicato-creado-en-una-gran-tecnologica.html

https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20210329-amazon-derecho-laboral-sindicatos-alabama

-Giménez, P. (2020). Un 1º de mayo (muy) diferente, un mundo en guerra mediado por la virtualidad. Disponible en: https://www.nodal.am/2020/05/un-1o-de-mayo-muy-diferente-un-mundo-en-guerra-mediado-por-la-virtualidad-por-paula-gimenez/

Notas

1/ Giménez, P. (2020). Un 1º de mayo (muy) diferente, un mundo en guerra mediado por la virtualidad. Disponible en: https://www.nodal.am/2020/05/un-1o-de-mayo-muy-diferente-un-mundo-en-guerra-mediado-por-la-virtualidad-por-paula-gimenez/

Fuente e imagen: https://vientosur.info

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UNESCO llama a docentes de América Latina y el Caribe a responder encuesta sobre su trabajo en pandemia

Actualmente durante la pandemia de la Covid-19, los docentes se han convertido en el sostén de los sistemas educativos, por esta razón la UNESCO busca conocer las experiencias así como las estrategias que han implementado para salir adelante.

Los resultados obtenidos ayudarán a tomar decisiones a nivel local, nacional y regional, promover programas de apoyo y de formación que sean oportunos para la labor de las y los trabajadores de la educación.

La “Encuesta a docentes de América Latina y el Caribe sobre su situación y necesidades de apoyo en el contexto de la COVID-19”, busca recopilar desafíos enfrentados durante la pandemia y sus necesidades de apoyo en medio de la incertidumbre.

Si forma parte del sistema educativo nacional puede ingresar a la encuesta a través de la página de la Unesco.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/unesco-llama-a-docentes-de-america-latina-y-el-caribe-a-responder-encuesta-sobre-su-trabajo-en-pandemia

 

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Las escuelas también son de este planeta

Micaela Ramos

«La ternura será abrigo frente a los rigores de la intemperie, alimentos frente a los del hambre, y fundamentalmente buen trato, como escudo protector ante las violencias inevitables del vivir» Fernando Ulloa.

El contexto adverso que atravesamos durante el ciclo lectivo 2020 y la imposición de encontrar espacios formativos colectivos para tranquilizarnos en la completa incertidumbre transitada, produjo un aceleramiento en la toma de conciencia sobre la importancia del registro y la producción teórica que, a partir de las prácticas pedagógicas, les educadores debemos realizar y compartir. Reencontrarnos con la necesidad de la ternura como herramienta de trabajo, más a flor de piel que nunca ha sido pura ganancia. Esta peripecia que implicó la pandemia y el ASPO nos empujó a muches a poner “manos a la obra”, a trabajar en equipo si veníamos trabajando en soledad, a transversalizar las disciplinas y jerarquizar saberes, a cuestionarnos absolutamente todas las que hasta entonces nos parecían certezas, a democratizar las prácticas y las voces, y todos los “vicios” de poder que el rol docente traía/trae vetustos consigo.

La irresolución de la situación de pandemia fue produciendo un desorden de la temporalidad que nos organizaba y llevó largos meses ir entendiendo que la significatividad de nuestras prácticas estaba dada en los criterios de salud que la mediaran. Aun así, a 280 días de aquel primer anuncio de ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) en nuestro país, hay quienes intentan poner en el centro de la escena criterios reducidos que no resisten ningún intercambio serio.

Sin dudas la situación mundial agravó todos los condicionamientos en términos de desigualdad socio económica, cultural, de género y de clase pre existentes en todos los continentes y por supuesto en los países más castigados históricamente. Naturalmente, las instituciones educativas no están al margen de esta agudización de las imposibilidades. Asimismo, es menester dar algunos debates hacia adentro, visualizar el gran aceleramiento de aquellos procesos que ya nos atravesaban, como el alcance de la propuesta escolar, por ejemplo. Pues la escena nos obligó y -paradójicamente- nos posibilitó repensar las prácticas en vías de que sean transformadoras de las realidades injustas. Poder retomar aquellas ideas que hacen a la justicia curricular, y revalorizar aquellas prácticas que miran desde la perspectiva de les más necesidades, resulta imprescindible y urgente.

Evidentemente la situación de emergencia nos pide a les trabajadores de la educación a gritos el ejercicio de reflexión y la puesta en cuestión de una serie de categorías pretenciosas de una sociedad con mayor igualdad y justicia. Ha sido necesario desde el inicio expresarse y afirmarse en el compromiso que la tarea educativa implica, el ejercicio crítico, la inmersión en la realidad que nos acontece, el involucramiento con las políticas que buscan aportar a las necesidades del conjunto. Claro que es imperiosa la necesidad de complejizar los marcos teóricos que nos contenían y daban tranquilidad, de deconstruir aquellos mandatos que reproducen el sometimiento histórico, de desempolvar y rescatar la cultura propia – “ (…) reconocer las condiciones del pensamiento crítico y denunciar la inadecuación entre paradigmas ajenos y realidades propias” Graciela Flores, 2013. – y de disputar el poder que opera siempre en favor de los dueños del mundo, ajenos tanto a nuestras identidades latinoamericanas como a la pertenencia a las mayorías trabajadoras. Por supuesto, y en esta misma línea, es indispensable revisitar y reescribir los relatos gastados acerca de la historia, las rupturas y las revoluciones que convidamos a les pibes sin mencionar la desigualdad de género resultante del mismo orden sistémico patriarcal y capitalista.

Ahora bien, la educación lleva consigo esa versatilidad – que puede pensarse como flexibilidad o como condena – de ser potencialmente reproductora del orden imperante, o transformadora. Y en este sentido voy a ser concreta, y al que le quepa el sayo que se lo calce. Suponer que los sistemas educativos están determinados por las pedagogías críticas o tradicionales que les docentes persigamos, es de una ingenuidad (en el mejor de los casos) absurda; igualmente lo es sintetizar que la institución escuela es excluyente por los engranajes que la hacen funcionar.

Es necesario algo de razonabilidad y de sustento… es ineludible abandonar la languidez y la violencia con la que se manifiestan en favor y en contra de no se sabe qué.

Estos últimos días estuvieron circulando discursos en torno a la modalidad de las clases que volverán a comenzar en breve…vale la pena apelar a la responsabilidad y la buena voluntad. Enmarcar la discusión es, en efecto, primordial.

¿Qué vamos a sentarnos a resolver? ¿Si la educación puede volver a funcionar como lo hacía, cuando el mundo no puede volver a hacerlo? ¿Es posible realizar una lectura más amplia capaz de registrar, por ejemplo, lo ocurrido en los distintos países del mundo en relación a la vuelta a clases? Pero, con honestidad, ¿alguien considera responsable y productivo empezar por conversar la presencialidad en las escuelas? ¿Es factible establecer un orden de prioridades que no nos distraiga de las fatalidades que nos aquejan? La incertidumbre inundó las agendas de todos los continentes. Este miércoles 20 en la Argentina hubo 150 muertes por covid-19, antes de ayer 235. La desigualdad de acceso a los bienes básicos agobia a las mayorías. En lo local, no se puede aseverar con certeza que el transporte público vaya a poder responder a la demanda de los barrios que más los utilizan. ¿Quiénes están evaluando las condiciones materiales de las instituciones educativas que albergarán niñes, docentes, y familias de la comunidad educativa? ¿Quiénes son los actores implicados en la toma de decisiones? ¿En qué medida están dispuestos a democratizar las decisiones?

Resulta insensato pensar que algo será como era antes, tanto como debatir los modos, como si se tratara de una cuestión de voluntades de les trabajadores o de los gobiernos. Una pandemia azota al planeta muchaches, y las Escuelas somos de aquí también…

¿Nos vamos a sentar todes (autoridades y sindicatos en representación de les trabajadores) o vamos a seguir – funcionales a los poderosos – desviándonos de las urgencias, discutiendo desde la individualidad, mientras otres disponen en otra mesa?

Fuente: https://redaccionrosario.com/2021/01/21/las-escuelas-tambien-son-de-este-planeta/

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Formación continua de docentes debe ser contextualizada: MEJOREDU

Por:  Erick Juárez Pineda

En el encuentro virtual titulado “Formación continua de docentes”, del Ciclo iberoamericano de encuentros con especialistas, organizado por Mejoredu y la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), las investigadoras Denise Vaillant, Alejandra Birgin y Etelvina Sandoval coincidieron en que abordar la formación continua y el desarrollo profesional exige reconocerlos en su complejidad y en su contexto.

En su oportunidad, Denise Vaillant -directora del Instituto de Educación y del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad ORT de Uruguay-destacó que con la pandemia los desafíos para la formación continua y el desarrollo profesional docente se han agudizado y son momentos en los que se tiene que preguntar qué se ha perdido y qué se ha ganado.

Dijo que la formación continua de los docentes no puede ser mirada aisladamente, pues la valoración social, las condiciones laborales y la carrera docente son también factores que intervienen en el desarrollo profesional.

Destacó la importancia de la etapa de inserción a la docencia, pues la investigación ha mostrado que los tres primeros años de trabajo son cruciales en el trayecto profesional de las maestras y maestros, así como el importante papel que juegan los equipos directivos. y los procesos de seguimiento y acompañamiento permanente y constante.

Mencionó que algunos aspectos que permitirían mejorar el trabajo docente son: contar con tiempo, tener asesoría, mentoría, tutoría, y acceder a estímulos profesionales.

Alejandra Birgin -profesora e investigadora en la Universidad de Buenos Aires y directora de formación docente en la provincia de Buenos Aires, Argentina- aseveró que la formación docente no es una vara mágica, que es una de las condiciones imprescindibles e insuficientes a la vez, para fortalecer el sistema escolar. Aseveró que la formación docente debe considerar lo individual y lo colectivo, y estar vinculada con las culturas y los contextos particulares, así como que un profesor debe contar con competencias específicas y un repertorio especializado de saberes.

Señaló que la pandemia y la pospandemia mostraron la urgencia de incorporar la virtualidad en la didáctica y la pedagogía, lo cual plantea un desafío para la política educativa y los maestros para avanzar hacia una formación sistemática que ayude a favorecer las interacciones y los procesos en la cultura digital. Hoy es imprescindible un debate entre cultura digital y cultura escolar y formar en una pedagogía y en una didáctica de la virtualidad, afirmó.

Manifestó que la pandemia ha mostrado que la escuela y el Estado salieron fortalecidos, porque se dieron respuestas rápidas para atender la enorme diversidad, y en los casos que no se cuenta con las condiciones tecnológicas. “Hubo respuestas de parte de los maestros y de los sistemas educativos”, finalizó.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Etelvina Sandoval Flores, destacó que si se quiere un mejor maestro, comprometido con los niños, que reconozca las diversidades, y contribuya a garantizar el derecho de todos a la educación, es crucial considerarlos sujetos centrales del proceso educativo, recuperar sus saberes, y tomar en cuenta la diversidad de los contextos en los que trabajan. Asimismo, preguntarse qué tipo de maestro queremos, para qué país y cuál es el proyecto educativo que interesa impulsar.

Luego de destacar que la formación inicial y la formación en servicio deben articularse, indicó que es tiempo de avanzar gradualmente hacia una formación continua en México que sea colectiva y se desarrolle in situ, porque se requieren formaciones diferenciadas que vayan más allá de un catálogo de ofertas desarticuladas y en ocasiones yuxtapuestas.

Señaló que Mejoredu avanza en la formulación de lineamientos, criterios y programas para la formación continua, privilegiando este enfoque, para contribuir a operacionalizar el Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización de Maestros, que establece la ley.

Finalmente, aseveró que la experiencia que deja la pandemia debe ser recuperada para llevar a cabo un cambio radical de las políticas y programas de formación continua que impulsen la mejora de la escuela.

El encuentro fue moderado por Norma Guadalupe Pesqueira, consejera técnica de Mejoredu.

Fuente e magen: http://www.educacionfutura.org/formacion-continua-de-docentes-debe-ser-contextualizada-mejoredu/

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