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Otra vuelta de tuerca a la precarización docente

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: CORTOCIRCUITOS

En las últimas semanas se han dado a conocer nuevas acciones de la SEP que afectan los ingresos, el tiempo de trabajo, las vacaciones y la práctica docente. Aquí un recuento inicial:

  • El aumento salarial de 3.9 % al salario base y 1.8% a prestaciones, algo así como 19 pesos diarios en promedio; la inflación anualizada es de 3.15%, o sea, en el año de la pandemia, una recuperación ínfima del salario real;
  • El bono extraordinario de 720 pesos prometido hace meses para premiar los esfuerzos docentes en la pandemia;
  • El nuevo calendario escolar, con doscientos días efectivos, casi un mes más largo que el vigente;
  • Las actividades de limpieza y preparación de las escuelas para el regreso a las clases presenciales y/o remotas, incluidas las actividades en el Centro de Aprendizaje Comunitario

Son las recientes; más las acumuladas antes y durante la pandemia: el pago en UMAs a las jubilaciones, lo que representa una disminución nominal respecto a los salarios mínimos;

carga administrativa excesiva, jornada laboral más allá de las horas pagadas; colaboración en tiempo, espacio y recursos con las clases remotas.

¿Qué significan estas acciones? Para muchxs profesorxs, desconocimiento de funcionarios, impericia, malas decisiones, desencuentros, faltas de atención, incapacidades.

No es así. Hay que decirlo abiertamente: se trata de una vuelta más en la tuerca de la precarización docente.

Sabemos muy bien que el magisterio es reacio a ser clasificado como un conjunto de trabajadores que ejercen su labor en condiciones precarias. Somos profesionistas, se recuerda, ¡y con razón!, una y otra vez. Sin embargo, la precarización no tiene que ver con ausencia de calificación o de preparación profesional, sino con las condiciones en que se desarrolla el trabajo docente y la reproducción de la fuerza de trabajo del magisterio; es decir, con las condiciones materiales, profesionales y simbólicas en que se realiza la práctica docente y en el modo como se produce y reproducen los maestros y sus familias.

La precarización es un resultado, un objetivo, una producción de múltiples acciones gubernamentales a lo largo del tiempo. Se observa en los siguientes procesos:

  1. La sobre-explotación de la fuerza de trabajo magisterial; consiste en el pago por debajo de su valor del trabajo docente; aquí se encuentran todas las acciones que durante décadas
    1. Han reducido sistemáticamente el salario real de los trabajadores (en otras palabras, el salario que resulta una vez descontada la inflación, o el poder adquisitivo de los ingresos del magisterio), que se calcula superior a 60% en los últimos cuarenta años;
    1. Han extendido la jornada laboral por muchas horas más que no son remuneradas ni reconocidas, como el trabajo en casa, el alargamiento del calendario, la reducción de vacaciones;
    1. Han multiplicado las tareas, funciones y responsabilidades docentes por el mismo pago; las denuncias de sobrecarga administrativa es la prueba palpable de esto;
    1. Han disminuido las prestaciones laborales, económicas y sociales del magisterio, como la reducción de aguinaldos y todo el paquete de modificaciones de lo que antes era un derecho laboral y ahora es un reconocimiento;
  2. La flexibilidad e incertidumbre en las condiciones laborales:
    1. Multiplicación de contratos de corto plazo con ausencia o reducción de prestaciones de ley;
    1. Subcontrataciones y formas laborales no contractuales ( becas, estímulos, recompensas);
    1. Reducción, congelación y cancelación de plazas;
    1. Proliferación y cambios abruptos en las tareas asignadas (clubes, talleres, seguridad escolar, ahora salud).
    1. El más reciente: la eliminación de las plazas y la aparición de las vacantes en la legislación secundaria;
    1. El retraso y la judicialización de pagos por trabajos realizados.
  3. Las implicaciones de la autonomía de gestión:
    1. Responsabilidad docente en las condiciones de operación cotidiana de la escuela;
    1. La provisión de recursos para el mantenimiento de la infraestructura escolar;
    1. La responsabilidad directiva y magisterial en la administración de la escuela y las actividades comunitarias.

Estamos convencidxs de que las maestras podrán aumentar, corregir y modificar este listado inicial; lo que nos interesa es resaltar tres  cuestiones que nos parecen primordiales:

  • La precarización es un ensamblaje histórico de múltiples acciones que minan progresivamente las condiciones de producción y reproducción de la fuerza de trabajo magisterial;
  • La precarización responsabiliza al magisterio cada vez más de las condiciones en que se desarrollan los procesos escolares; y
  • La precarización no es un proceso aleatorio ni accidental, sino un condicionante estructural del Sistema Educativo Nacional; en otras palabras, la sobre-explotación y la precarización son condicionantes y derivas del mismo sistema; como está construido no puede operar sin ellas.

Reiteramos: la precarización no se produce en un gobierno ni en un sexenio, es el resultado de muchos años de políticas gubernamentales que no han cambiado ni un ápice su modo de concebir y atender los problemas educativos. No han cambiado nada, por el contrario, se han ido perfeccionado y desarrollando cada vez en mayores direcciones.

Diremos más: la precarización es un resultado del flujo histórico de las decisiones gubernamentales, pero a la vez se ha convertido en un elemento estructural del SEN; de hecho, no puede funcionar sin la sobre-explotación, la precarización y la autonomía de gestión; está atado racional, presupuestal, administrativa y cognitivamente a eso.

Es en esta perspectiva donde se perciben con mayor claridad los desafíos de un gobierno que se auto-proclama como la IV Transformación Nacional; una gesta a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Ni más ni menos.

La pregunta es: ¿las acciones que desarrolla la SEP contribuyen a transformar las condiciones de operación del SEN que producen la sobre-explotación y la precarización, o las mantienen y profundizan?

La respuesta es evidente; ¿no les parece?

Fuente:  https://insurgenciamagisterial.com/otra-vuelca-de-tuerca-a-la-precarizacion-docente/

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El trabajo en la Cuarta Revolución Industrial

Por: Diego Lorca  y Diego Pierdominici

Las economías se podrían clasificar en un segmento integrado globalmente, que emplea a una minoría de la fuerza laboral formada y bien remunerada, y un segmento de escasa productividad, con bajos salarios y condiciones precarias.

En el mundo que estamos viviendo a veces resulta complejo encontrar respuestas concretas e incluso plantearse preguntas sobre las causas de lo que nos rodea.  En esta nota intentaremos esbozar algunos de los cambios que se observan en el mundo del trabajo, sus causas y sus posibles consecuencias.  ¿Cambió la pandemia la forma de trabajar?  ¿O profundizó tendencias que venían desde hace años?

En el 2016 y en ocasión del Foro Económico Mundial de Davos, Klaus Schwab, fundador del Foro, acuñó el término “Cuarta Revolución Industrial” para referirse a los avances tecnológicos emergentes en una serie de campos, incluyendo la robótica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, el internet de las cosas, la impresión 3D, los vehículos autónomos, etc.

Todos estos cambios traen profundas modificaciones en las condiciones y modos de trabajo.  Mientras que algunos desaparecerán, otros se crearán y algunos tendrán que adaptarse.  Pero esta revolución tecnológica no surgió de la nada, sino que tiene una relación intrínseca con el desarrollo del sistema capitalista y su tendencia ineludible a invertir en medios de producción que acorten los tiempos sociales del proceso productivo.

Es necesario recordar que en la crisis del 2008 –que tuvo características de crisis orgánica– la especulación del sector financiero e inmobiliario generó una burbuja de dinero ficticio sin asiento productivo, que terminó por hacer estallar el sistema financiero dominante hasta aquel entonces.

El sector tecnológico se convirtió en una enorme salida para el capital acumulado, no invertido frente al estancamiento.  Esto implicó la transformación de toda la estructura de procedimientos de la producción manufacturera y de comercialización.  Además, la creación de plataformas digitales y la expansión de la conectividad en el mundo ha permitido la aceleración de este proceso.

La pandemia de coronavirus, que comenzó según la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020, vino a acelerar estos procesos de digitalización de la economía a una velocidad pocas veces vista.  Pero esta crisis sanitaria, que se suma a la crisis financiera y económica mundial, no afecta a todos por igual. Vemos hoy como la mayoría de las y los trabajadores pierden, mientras que los que ganan son un muy reducido grupo de empresarios.

Por todo lo dicho afirmamos que la pandemia vino a acelerar procesos y tendencias que ya venían sucediendo hace años.

Aumento mundial de la desocupación y la explotación

Según el informe de la Organización Internacional del Trabajo “La COVID-19 y el mundo del trabajo. 7ª edición”, en 2020 se perdió el 8,8% de las horas de trabajo a nivel mundial con respecto al cuarto trimestre de 2019, equivalentes a 255 millones de empleos a tiempo completo.  La pérdida de horas de trabajo en 2020 fue aproximadamente cuatro veces mayor que la registrada durante la crisis financiera mundial de 2009.

La cantidad de personas desocupadas a escala mundial aumentó en 33 millones en 2020, y la tasa de desocupación aumentó hasta el 6,5%.  Además, se estima que los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial en 2020 disminuyeron un 8,3%, a saber, 3,7 billones de dólares, o sea el 4,4% del PIB mundial.

Así, la automatización, la robotización y la inteligencia artificial abren una nueva etapa en la configuración mundial del trabajo, orientada al “conocimiento”, conformando nuevas fracciones dentro de la clase trabajadora que agudizan las diferencias salariales al interior de la clase.

Por un lado, comienza a emerger una fracción de la clase trabajadora vinculada a los trabajos del sector de la información, un grupo muy diverso unido por el uso de la más moderna tecnología de la información para el tratamiento, manipulación, identificación y procesamiento de datos.  Son creadores, manipuladores y procesadores de los flujos de información, que hacen posible esta Nueva Fase Digital del Capitalismo.  Esta fracción está formada por científicos/as, investigadores/as, ingenieros/as de diseño, analistas de “software”, investigadores/as en biotecnología, banqueros/as, inversionistas, diseñadores/as urbanísticos, consultores financieros, arquitectos/as, planificadores/as estratégicos, etc.

Y por otro lado, se observa como tendencia general un aumento en la informalidad y la subocupación.  Además de un crecimiento de la explotación laboral y la expulsión de grandes masas de trabajadores del proceso productivo.  De este modo, las economías globales se podrían clasificar en: un segmento avanzado, integrado globalmente, que emplea a una minoría de la fuerza laboral con altos grados de formación y remuneración, y un amplio segmento de baja productividad que absorbe la mayor parte de la fuerza laboral, con bajos salarios y condiciones muy precarias.

Pocos ganadores: Las grandes empresas tecnológicas ante la pandemia

La transformación de la economía en servicios de plataformas digitales cambia la forma de trabajar y de acumular riqueza. Esta transformación se presenta bajo la apariencia de “mayor libertad” para la clase trabajadora, ya que ahora puede “decidir cuándo, dónde, cuánto y cómo trabajar”, pero lo que realmente se oculta es su mayor grado de dependencia.  En esta forma de mediación virtual, no existen responsables por las condiciones de las y los trabajadores, pero sí existen personas que acumulan ganancias a una gran velocidad.

Según la revista Forbes, que actualizó su lista de los empresarios más ricos del mundo este 6 de abril, 7 de los primeros 10 multimillonarios más acaudalados provienen de la industria tecnológica.  Según la revista; “en total, los 2.755 multimillonarios que forman la lista suman 13,1 billones de dólares, frente a los 8 billones de 2020. Estados Unidos sigue siendo el país que cuenta con más ricos, con 724, seguido de China (incluyendo Hong Kong y Macao) con 698”.

Ahora bien, ¿cómo es que han podido acumular tanta riqueza estos 2.755 multimillonarios en un mundo atravesado por una profunda crisis?

En primer lugar, por la restricción en la circulación de las y los trabajadores, como plantea Giménez[1]: «así como bajo el capitalismo industrial el trabajador fue conducido hacia la fábrica, donde fue disciplinado a través del miedo a la muerte por hambre y también organizado bajo la lógica del trabajo común, hoy los cambios estructurales en su fase digital empujan a las clases subalternas hacia las ‘nuevas fábricas’ del territorio virtual, con sus plataformas y redes sociales; construyendo nuevos valores organizativos».  Según el informe digital-2020 (de wearsocial.com), la mitad de la población mundial (3.800 millones de personas) utiliza actualmente las redes sociales. 4.540 millones de personas están ahora en línea, con un aumento interanual de 298 millones, o sea el 7%, por lo que nos acercamos a una penetración de Internet del 60%.  El usuario medio de Internet pasó 6 horas y 43 minutos por día en línea en 2020, más de 100 días en total.

Esto genera una dependencia por parte de todas las empresas, instituciones y personas, del servicio que puedan brindar estas Big Tech. Grandes flujos de información que, a través de un complejo sistema de algoritmos, estas empresas convierten en la fuente de su riqueza.  Controlan de esta forma los tiempos sociales de producción de todas las demás ramas de la industria y del comercio.

Esto no es nuevo, como afirmamos anteriormente. Ya en 2018, más de la mitad de los habitantes del planeta utilizaba internet. El porcentaje de usuarios se situó en el 51,2%, lo que supone un aumento de 2,6 puntos respecto a 2017.

Otra parte de estas ganancias proviene de la baja de salarios a nivel mundial y del aumento de la jornada laboral.  Según un estudio realizado por Adecco Argentina al comenzar la cuarentena, el 42% de las y los trabajadores dedican más horas al trabajo desde su casa que en la oficina, mientras que un 40% cumple exactamente las mismas horas como si estuviera en su lugar de trabajo.  Esto es posibilitado por el gran ejército de desocupados/as que presionan sobre las condiciones salariales de los ocupados/as y aumenta la lucha entre trabajadores por salarios y puestos laborales.

Finalmente, una última parte deriva de la restricción de la circulación de las y los trabajadores.  Según datos de la OIT del informe antes citado: “Durante todo el año el 77 por ciento de los trabajadores se vieron afectados por esas medidas, lo que implica un porcentaje muy cercano del valor máximo del 85 por ciento alcanzado a finales de julio de 2020”.

Esto les permitió a las empresas ahorrar en infraestructura, eventos corporativos, energía y suministros, dietas, viajes, vehículos de empresa, suministros electrónicos, entre otros gastos fijos anuales.  Según un estudio llevado a cabo por Global Workplace Analytics, la compañía internacional de investigación y consultoría sobre las y los empleados, el ahorro promedio en inmuebles con teletrabajo a tiempo completo es de 10.000 dólares al año por empleado/a.

Las y los trabajadores frente a la crisis

Las y los trabajadores combinan nuevas y viejas formas de lucha en defensa de sus derechos y condiciones laborales, utilizan las calles y también el territorio virtual para reclamar, organizarse y luchar por sus derechos.  Hemos visto en Francia como el movimiento de “Chalecos Amarillos” se organizó a través de las redes sociales y salieron en conjunto a las calles presionando al gobierno nacional.  Lo que comenzó como un reclamo por un aumento de gasolina escaló rápidamente a un rechazo de las políticas neoliberales.

En la India estalló la “Manifestación más grande del mundo” de la que se tenga registro.  El 26 de noviembre, 250 millones de agricultores marcharon en todo el país, lo que significa el 3,3% de la población mundial y que dejó más de 64 muertos y cientos de heridos.  Detectando la importancia de la virtualidad para construir organización, el Gobierno produjo 134 cortes de internet, el 68% de todos los que suceden en el mundo.

En Chile las manifestaciones que comenzaron por un aumento de 30 pesos en el transporte público, también escalaron a un proceso donde la mayoría del pueblo salió a las calles a pedir un cambio de la constitución neoliberal y contra el gobierno de Sebastián Piñera. Y la lucha continúa.

Otro ejemplo de lucha lo vienen dando las mujeres trabajadoras que este 8M también inundaron las redes y las calles de todo el mundo. Y así podríamos seguir citando ejemplos de manifestaciones a lo largo y ancho del planeta.

En las empresas tecnológicas el panorama de lucha no es diferente.  En el Reino Unido, el Tribunal Supremo sentenció que las y los trabajadores de Uber tienen derecho a acogerse a la legislación laboral vigente, lo que abre las puertas para obtener un salario mínimo o vacaciones pagas.

En enero de este año, unos 200 trabajadores de Alphabet Inc, la empresa matriz de Google, han formado un sindicato para velar por los principios de igualdad en el trabajo y por la observancia de principios éticos en el modelo de negocio.  La formación de este sindicato, el primero que se crea entre las grandes tecnológicas, es la consecuencia directa de protestas sin precedentes en el seno de la compañía, y de un año de organización en secreto.

O las nuevas tecnologías están al servicio de las y los trabajadores, generando mejores condiciones de vida, eliminando el trabajo forzoso, repetitivo, dando más tiempo para disfrutar de una vida digna, o estarán en manos de un minúsculo grupo de especuladores financieros, generando mayor acumulación, explotación y exclusión.

El curso que puedan tomar los acontecimientos dependerá de la participación activa de los trabajadores y trabajadoras, y de que estos logren construir un programa estratégico que ponga por encima el bienestar general de la clase trabajadora.

Diego Lorca y Diego Pierdominici son miembros del Observatorio Internacional del Trabajo y el Futuro -OITraF-, un equipo de jóvenes profesionales dedicados a la Investigación y Análisis en el convulsionado mundo del Trabajo. OITraF: https://oitrafuturo.wixsite.com/oitrafuturo  Twitter: @OITraF1 https://instagram.com/observatorio_de_trabajo

26/04/2021

Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 552: ¿Quién decide nuestro futuro digital?

Bibliografía

https://www.adecco.com.ar/noticias/teletrabajo-y-productividad-durante-la-pandemia-a-causa-del-coronavirus/

https://www.lavanguardia.com/vida/formacion/20201209/6108068/teletrabajo-cuanto-ahorra-empresa.html

https://forbes.es/listas/93410/lista-forbes-2021-estas-son-las-personas-mas-ricas-del-mundo/

https://www.ilo.org/global/topics/coronavirus/impacts-and-responses/WCMS_767045/lang–es/index.htm

https://elpais.com/economia/2021-01-05/trabajadores-de-google-se-organizan-en-el-primer-sindicato-creado-en-una-gran-tecnologica.html

https://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20210329-amazon-derecho-laboral-sindicatos-alabama

-Giménez, P. (2020). Un 1º de mayo (muy) diferente, un mundo en guerra mediado por la virtualidad. Disponible en: https://www.nodal.am/2020/05/un-1o-de-mayo-muy-diferente-un-mundo-en-guerra-mediado-por-la-virtualidad-por-paula-gimenez/

Notas

1/ Giménez, P. (2020). Un 1º de mayo (muy) diferente, un mundo en guerra mediado por la virtualidad. Disponible en: https://www.nodal.am/2020/05/un-1o-de-mayo-muy-diferente-un-mundo-en-guerra-mediado-por-la-virtualidad-por-paula-gimenez/

Fuente e imagen: https://vientosur.info

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UNESCO llama a docentes de América Latina y el Caribe a responder encuesta sobre su trabajo en pandemia

Actualmente durante la pandemia de la Covid-19, los docentes se han convertido en el sostén de los sistemas educativos, por esta razón la UNESCO busca conocer las experiencias así como las estrategias que han implementado para salir adelante.

Los resultados obtenidos ayudarán a tomar decisiones a nivel local, nacional y regional, promover programas de apoyo y de formación que sean oportunos para la labor de las y los trabajadores de la educación.

La “Encuesta a docentes de América Latina y el Caribe sobre su situación y necesidades de apoyo en el contexto de la COVID-19”, busca recopilar desafíos enfrentados durante la pandemia y sus necesidades de apoyo en medio de la incertidumbre.

Si forma parte del sistema educativo nacional puede ingresar a la encuesta a través de la página de la Unesco.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/unesco-llama-a-docentes-de-america-latina-y-el-caribe-a-responder-encuesta-sobre-su-trabajo-en-pandemia

 

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Las escuelas también son de este planeta

Micaela Ramos

«La ternura será abrigo frente a los rigores de la intemperie, alimentos frente a los del hambre, y fundamentalmente buen trato, como escudo protector ante las violencias inevitables del vivir» Fernando Ulloa.

El contexto adverso que atravesamos durante el ciclo lectivo 2020 y la imposición de encontrar espacios formativos colectivos para tranquilizarnos en la completa incertidumbre transitada, produjo un aceleramiento en la toma de conciencia sobre la importancia del registro y la producción teórica que, a partir de las prácticas pedagógicas, les educadores debemos realizar y compartir. Reencontrarnos con la necesidad de la ternura como herramienta de trabajo, más a flor de piel que nunca ha sido pura ganancia. Esta peripecia que implicó la pandemia y el ASPO nos empujó a muches a poner “manos a la obra”, a trabajar en equipo si veníamos trabajando en soledad, a transversalizar las disciplinas y jerarquizar saberes, a cuestionarnos absolutamente todas las que hasta entonces nos parecían certezas, a democratizar las prácticas y las voces, y todos los “vicios” de poder que el rol docente traía/trae vetustos consigo.

La irresolución de la situación de pandemia fue produciendo un desorden de la temporalidad que nos organizaba y llevó largos meses ir entendiendo que la significatividad de nuestras prácticas estaba dada en los criterios de salud que la mediaran. Aun así, a 280 días de aquel primer anuncio de ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) en nuestro país, hay quienes intentan poner en el centro de la escena criterios reducidos que no resisten ningún intercambio serio.

Sin dudas la situación mundial agravó todos los condicionamientos en términos de desigualdad socio económica, cultural, de género y de clase pre existentes en todos los continentes y por supuesto en los países más castigados históricamente. Naturalmente, las instituciones educativas no están al margen de esta agudización de las imposibilidades. Asimismo, es menester dar algunos debates hacia adentro, visualizar el gran aceleramiento de aquellos procesos que ya nos atravesaban, como el alcance de la propuesta escolar, por ejemplo. Pues la escena nos obligó y -paradójicamente- nos posibilitó repensar las prácticas en vías de que sean transformadoras de las realidades injustas. Poder retomar aquellas ideas que hacen a la justicia curricular, y revalorizar aquellas prácticas que miran desde la perspectiva de les más necesidades, resulta imprescindible y urgente.

Evidentemente la situación de emergencia nos pide a les trabajadores de la educación a gritos el ejercicio de reflexión y la puesta en cuestión de una serie de categorías pretenciosas de una sociedad con mayor igualdad y justicia. Ha sido necesario desde el inicio expresarse y afirmarse en el compromiso que la tarea educativa implica, el ejercicio crítico, la inmersión en la realidad que nos acontece, el involucramiento con las políticas que buscan aportar a las necesidades del conjunto. Claro que es imperiosa la necesidad de complejizar los marcos teóricos que nos contenían y daban tranquilidad, de deconstruir aquellos mandatos que reproducen el sometimiento histórico, de desempolvar y rescatar la cultura propia – “ (…) reconocer las condiciones del pensamiento crítico y denunciar la inadecuación entre paradigmas ajenos y realidades propias” Graciela Flores, 2013. – y de disputar el poder que opera siempre en favor de los dueños del mundo, ajenos tanto a nuestras identidades latinoamericanas como a la pertenencia a las mayorías trabajadoras. Por supuesto, y en esta misma línea, es indispensable revisitar y reescribir los relatos gastados acerca de la historia, las rupturas y las revoluciones que convidamos a les pibes sin mencionar la desigualdad de género resultante del mismo orden sistémico patriarcal y capitalista.

Ahora bien, la educación lleva consigo esa versatilidad – que puede pensarse como flexibilidad o como condena – de ser potencialmente reproductora del orden imperante, o transformadora. Y en este sentido voy a ser concreta, y al que le quepa el sayo que se lo calce. Suponer que los sistemas educativos están determinados por las pedagogías críticas o tradicionales que les docentes persigamos, es de una ingenuidad (en el mejor de los casos) absurda; igualmente lo es sintetizar que la institución escuela es excluyente por los engranajes que la hacen funcionar.

Es necesario algo de razonabilidad y de sustento… es ineludible abandonar la languidez y la violencia con la que se manifiestan en favor y en contra de no se sabe qué.

Estos últimos días estuvieron circulando discursos en torno a la modalidad de las clases que volverán a comenzar en breve…vale la pena apelar a la responsabilidad y la buena voluntad. Enmarcar la discusión es, en efecto, primordial.

¿Qué vamos a sentarnos a resolver? ¿Si la educación puede volver a funcionar como lo hacía, cuando el mundo no puede volver a hacerlo? ¿Es posible realizar una lectura más amplia capaz de registrar, por ejemplo, lo ocurrido en los distintos países del mundo en relación a la vuelta a clases? Pero, con honestidad, ¿alguien considera responsable y productivo empezar por conversar la presencialidad en las escuelas? ¿Es factible establecer un orden de prioridades que no nos distraiga de las fatalidades que nos aquejan? La incertidumbre inundó las agendas de todos los continentes. Este miércoles 20 en la Argentina hubo 150 muertes por covid-19, antes de ayer 235. La desigualdad de acceso a los bienes básicos agobia a las mayorías. En lo local, no se puede aseverar con certeza que el transporte público vaya a poder responder a la demanda de los barrios que más los utilizan. ¿Quiénes están evaluando las condiciones materiales de las instituciones educativas que albergarán niñes, docentes, y familias de la comunidad educativa? ¿Quiénes son los actores implicados en la toma de decisiones? ¿En qué medida están dispuestos a democratizar las decisiones?

Resulta insensato pensar que algo será como era antes, tanto como debatir los modos, como si se tratara de una cuestión de voluntades de les trabajadores o de los gobiernos. Una pandemia azota al planeta muchaches, y las Escuelas somos de aquí también…

¿Nos vamos a sentar todes (autoridades y sindicatos en representación de les trabajadores) o vamos a seguir – funcionales a los poderosos – desviándonos de las urgencias, discutiendo desde la individualidad, mientras otres disponen en otra mesa?

Fuente: https://redaccionrosario.com/2021/01/21/las-escuelas-tambien-son-de-este-planeta/

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Formación continua de docentes debe ser contextualizada: MEJOREDU

Por:  Erick Juárez Pineda

En el encuentro virtual titulado “Formación continua de docentes”, del Ciclo iberoamericano de encuentros con especialistas, organizado por Mejoredu y la Oficina en México de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), las investigadoras Denise Vaillant, Alejandra Birgin y Etelvina Sandoval coincidieron en que abordar la formación continua y el desarrollo profesional exige reconocerlos en su complejidad y en su contexto.

En su oportunidad, Denise Vaillant -directora del Instituto de Educación y del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad ORT de Uruguay-destacó que con la pandemia los desafíos para la formación continua y el desarrollo profesional docente se han agudizado y son momentos en los que se tiene que preguntar qué se ha perdido y qué se ha ganado.

Dijo que la formación continua de los docentes no puede ser mirada aisladamente, pues la valoración social, las condiciones laborales y la carrera docente son también factores que intervienen en el desarrollo profesional.

Destacó la importancia de la etapa de inserción a la docencia, pues la investigación ha mostrado que los tres primeros años de trabajo son cruciales en el trayecto profesional de las maestras y maestros, así como el importante papel que juegan los equipos directivos. y los procesos de seguimiento y acompañamiento permanente y constante.

Mencionó que algunos aspectos que permitirían mejorar el trabajo docente son: contar con tiempo, tener asesoría, mentoría, tutoría, y acceder a estímulos profesionales.

Alejandra Birgin -profesora e investigadora en la Universidad de Buenos Aires y directora de formación docente en la provincia de Buenos Aires, Argentina- aseveró que la formación docente no es una vara mágica, que es una de las condiciones imprescindibles e insuficientes a la vez, para fortalecer el sistema escolar. Aseveró que la formación docente debe considerar lo individual y lo colectivo, y estar vinculada con las culturas y los contextos particulares, así como que un profesor debe contar con competencias específicas y un repertorio especializado de saberes.

Señaló que la pandemia y la pospandemia mostraron la urgencia de incorporar la virtualidad en la didáctica y la pedagogía, lo cual plantea un desafío para la política educativa y los maestros para avanzar hacia una formación sistemática que ayude a favorecer las interacciones y los procesos en la cultura digital. Hoy es imprescindible un debate entre cultura digital y cultura escolar y formar en una pedagogía y en una didáctica de la virtualidad, afirmó.

Manifestó que la pandemia ha mostrado que la escuela y el Estado salieron fortalecidos, porque se dieron respuestas rápidas para atender la enorme diversidad, y en los casos que no se cuenta con las condiciones tecnológicas. “Hubo respuestas de parte de los maestros y de los sistemas educativos”, finalizó.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Etelvina Sandoval Flores, destacó que si se quiere un mejor maestro, comprometido con los niños, que reconozca las diversidades, y contribuya a garantizar el derecho de todos a la educación, es crucial considerarlos sujetos centrales del proceso educativo, recuperar sus saberes, y tomar en cuenta la diversidad de los contextos en los que trabajan. Asimismo, preguntarse qué tipo de maestro queremos, para qué país y cuál es el proyecto educativo que interesa impulsar.

Luego de destacar que la formación inicial y la formación en servicio deben articularse, indicó que es tiempo de avanzar gradualmente hacia una formación continua en México que sea colectiva y se desarrolle in situ, porque se requieren formaciones diferenciadas que vayan más allá de un catálogo de ofertas desarticuladas y en ocasiones yuxtapuestas.

Señaló que Mejoredu avanza en la formulación de lineamientos, criterios y programas para la formación continua, privilegiando este enfoque, para contribuir a operacionalizar el Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización de Maestros, que establece la ley.

Finalmente, aseveró que la experiencia que deja la pandemia debe ser recuperada para llevar a cabo un cambio radical de las políticas y programas de formación continua que impulsen la mejora de la escuela.

El encuentro fue moderado por Norma Guadalupe Pesqueira, consejera técnica de Mejoredu.

Fuente e magen: http://www.educacionfutura.org/formacion-continua-de-docentes-debe-ser-contextualizada-mejoredu/

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España: Derechas, explotación y racismo: entre todos lo mataron y él solo se murió

Derechas, explotación y racismo: entre todos lo mataron y él solo se murió

Pedro Luis López Sánches

Su nombre era Eleazar Blandón, nicaragüense solicitante de asilo. Huyó por la represión del régimen de Daniel Ortega dejando a Karen, su compañera embarazada de cinco meses, y cuatro hijos en su país. Tras llegar en avión a Bilbao, pasó por Almería para encontrarse con su hermana Anna y de ahí al trabajo en el campo del Guadalentín en la Región de Murcia. Murió el sábado de un golpe de calor tras 11 horas de trabajo a 44 grados en las peores horas, después de que lo dejaran solo en un ambulatorio en un estado lamentable.

Deberíamos tener la buena costumbre de buscar detrás de las palabras inmigrante, extranjero, mena, irregular o ilegal que tanto usa la derecha y la extrema derecha, que tanto hemos leído y oído en el último mes en esta tierra en una campaña de racismo institucional y mediático y poner caras y nombres, historias y afectos. Es la vacuna contra el odio y el miedo que llevamos soportando semanas y semanas en medios.

El Gobierno regional, en su inutilidad para controlar los brotes de COVID-19, en su dejadez interesada del control sobre las empresas del campo y hortofrutículas, como ha quedado claro con el caso de Fruveco en el Raal (Murcia) o en el último brote en la empresa Susaña de Mazarrón, donde trabajadores con síntomas estuvieron trabajando cinco días sin aclarar si habrá sanciones para la empresa, busca en el drama migratorio tirar balones fuera haciendo oposición al Gobierno central.

En una deriva de racismo institucional pone nacionalidad a los brotes, y habla día sí y día también de las pateras como si fueran un problema de salud pública. No hay ningún informe de carácter sanitario que pueda afirmar que la llegada de inmigrantes a nuestras costas suponga un riesgo de salud pública, pues conforme pisan tierra se les hacen pruebas y a los positivos se les confina. Los informes sí que nos avisan de los riesgos en las zonas cerradas y mal ventiladas, como son las empresas del sector primario cuya responsabilidad sanitaria es exclusiva del Gobierno regional.

Algunos medios de comunicación, que sobreviven gracias a la publicidad institucional del Gobierno regional, contribuyen día tras día con titulares y portadas sobreactuadas, amarillistas y en algunos casos escandalosamente racistas hasta el punto de dar a entender en algún titular la “responsabilidad” de la inmigración en el aumento de los delitos de odio en redes sociales, como “La inmigración dispara los delitos de odio en Internet”. La víctima del odio es a su vez la responsable.

Un arma peligrosa. El fin último del racismo no es evitar en este caso la llegada de inmigrantes, sino dirigir el malestar social hacia los más débiles en vez de hacia las élites, y buscar el consenso de la sociedad en el sometimiento de un sector de la población para explotarlos, deshumanizándolos, para tratarlos peor que a animales. Los nazis no buscaban en última instancia la pureza de la raza aria -vaya gilipollez, con perdón- sino la expropiación de los judíos y mano de obra esclava para su industria de guerra. No, no podemos lamentarnos de la desgracia sin antes denunciar y señalar la deriva racista institucional y mediática a la que están llegando las derechas y el establishment empresarial-político- mediático en la Región.

Ante el escándalo inhumano de esta muerte, que pone de relieve en qué condiciones se está trabajando en nuestros campos y huertas, parece que se apresuran en buscar un responsable, coloquialmente cargarle el mochuelo a alguien y que se quede ahí. El “jefe” es un ecuatoriano, en algunos medios incluso el dueño de la finca, aunque tiempo después corrigieron pues es el contratista, el empleador. Pero no, ni siquiera aunque sea así formalmente, en la esclavitud estaba el esclavo que llevaba el látigo, en los campos de concentración estaban los presos (normalmente comunes) distinguidos que maltrataban al resto. Es el capataz, no el patrón.

La figura del capataz autónomo es solamente un eslabón en la cadena de explotación en el campo. La figura laboral jurídica del jornalero o jornalera debería ser el fijo discontinuo, porque hacen su trabajo por temporadas de recogida. Las empresas solamente deberían contratar a través de ETTs justificando picos de producción, cosa que hacen todos los meses. Pero, ¿como puede haber personas sin contrato explotadas y que las empresas se laven las manos cuando ocurre algo?

En un conflicto laboral real en una gran empresa hortofrutícula de el Raal, Murcia, se puso de relieve este sistema. Llaman a un trabajador al despacho del jefe: “te vamos a ascender a capataz, te vamos a poner a cargo de 100 trabajadores pero tienes que hacerte autónomo y emplear a esos 100 trabajadores, nosotros corremos con todos los gastos de trámite”. Así en este caso el capataz autónomo aparece como empresario y jefe de 100 trabajadores y la gran empresa evita tener problemas si ocurren accidentes o se descubren las condiciones de explotación y/o maltrato. En este caso la inspección obligó a contratar directamente a los trabajadores no sin represalias posteriores por parte de la empresa.

No basta con mandar a la inspección cuando hay denuncias, es un sistema complejo y generalizado de explotación que pone en cuestión todo un sector del sistema productivo y no se puede atajar caso a caso. Las grandes beneficiarias, las cuatro o cinco multinacionales cuyos beneficios no repercuten en el desarrollo y bienestar del territorio, que están protegidas por las derechas que a su vez criminalizan al inmigrante, que maltratan nuestro entorno como el Mar Menor, en este sistema de explotación de subcontratas de las subcontratas no asumen nunca sus responsabilidades.

Pero no solo la explotación afecta a la población generalmente inmigrante en el campo. En 2018 murió otro trabajador con un golpe de calor en las obras de la “autovía del bancal”. En la última DANA asistimos como abrían centros comerciales poniendo en riesgo a sus trabajadoras y en ningún momento se decretó el cierre de la actividad no esencial cuando por otro lado se recomendaba no salir de casa. No paramos de ver brotes de COVID-19 en empresas con trabajadores con síntomas yendo a trabajar por miedo a represalias.

La explotación laboral nos atañe a todas y todos, mas si cabe ahora, que jugar con la salud de las trabajadoras es jugar con la salud de toda la sociedad.

Este tipo de muertes tienen muchas causas y muchos responsables. Esta campaña de racismo institucional y mediático interesado políticamente que deshumaniza a personas, esta inacción de la administración ante la explotación y maltrato no solo a la población inmigrante, si no en todo un sector, esta ideología de las élites políticas y empresariales que la salud de los trabajadores y trabajadoras es lo último tiene consecuencias. Y desgraciadamente estamos viviendo con horror su expresión mas grave.

En esta tierra hay suficiente memoria de emigración, de convivencia en la diversidad y de dignidad en las peores condiciones como para que miremos hacia otro lado. Mi solidaridad, mi cariño y un abrazo fraternal a la familia. Entre todos lo mataron y él solo se murió, no lo olvidaremos.

Fuente de la Información: https://vientosur.info/derechas-explotacion-y-racismo-entre-todos-lo-mataron-y-el-solo-se-murio/

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España: El profesorado se siente abandonado por las administraciones educativas

Europa/España/Diariodelaeducacion

Los docentes, al menos los más de 5.000 que han contestado a la encuesta y han participado de los grupos de discusión planteados por la investigación Panorama de la educación en España tras la pandemia de COVID-19: la opinión de la comunidad educativa, se sienten abandonados por las administraciones públicas, tanto por el Ministerio como por las comunidades autónomas.

Han tenido que hacer frente, desde el primer día, a una modalidad educativa que no estaba siquiera planteada, con sus propios equipos y con una serie de instrucciones que han sido, en el mejor de los casos confusas, y en el peor, contradictorias. Ahora, a las puertas del verano y las vacaciones y en la antesala del nuevo curso lectivo, defienden la necesidad de la presencialidad. Pero con una serie de garantías mínimas.

Más inversión para formación docente en metodologías activas, en nuevas formas de evaluación, de acompañamiento y seguimiento del alumnado en la semipresencialidad, disminución de ratios o implicación de las entidades locales para la cesión de espacios, una mayor coordinación con los servicios sociales y sanitarios y un largo etcétera son algunas de las claves que ha desvelado este estudio.

Presencialidad

El profesorado, de práctivamente todas las etapas, apuesta por la vuelta a la presencialidad en las aulas. Una presencialidad que ayuda a mejorar la igualdad de oportunidades, la enseñanza individualizada, que garantiza mejor el aprendizaje, que supone mejores explicaciones o que supone usar todo el potencial de los centros educativos.

Pero una presencialidad de dos maneras diferentes y que viene marcada, en buena medida, por la etapa educativa de cada profesional.

Mientras que el profesorado de infantil y primaria apuesta por una semipresencialidad que suponga que todo el alumnado pase diariamente por el centro educativo, dividiendo los grupos de alumnado y en horas alternas, el resto de docentes (ESO, bachillerato, formación profesional o educación de personas adultas) cree que lo mejor sería que la alternancia se hiciera por días, no por horas dentro de la misma jornada.

No obvian, claro, la preocupación de la dificultad que supone duplicar el esfuerzo, atendiendo en clase a unos grupos y las demandas del resto hechas desde sus casas de manera telemática.

La presencialidad debería alcanzarse con una serie de mínimos. Con garantías en cuanto a las medidas de salud y seguridad en los centros, con una apuesta clara por la digitalización y la formación en el uso de las tecnologías. También por una mayor colaboración con los entes locales que, parece, podrían convertirse en la única alternativa para conseguir espacios suficientes para que todo el alumnado pudiera recibir clases presenciales dada la escasez de sitio que sufren los centros educativos, especialmente los públicos. También por una colaboración con los servicios de salud, por la contratación de más personal.

El profesorado encuestado, una vez enfrentado a la dificultad de sostener el sistema educativo desde sus casas, parece tener claro que necesita mejorar en algunas áreas. Tres serían, en concreto: en conocimiento de estrategias de docencia a distancia o semipresencial; en mecanismos de evaluación que fueran justos y adecuados a esta nueva circunstancia, y en procedimientos para fomentar la autonomía del alumnado.

Además, creen que es el momento de que se apueste por un sistema educativo que promueva más la cooperación y la coordinación entre el profesorado. Después de tres meses en los que no han sido pocos los casos en que el sálvese quien pueda no solo ha surgido de las administraciones hacia los centros, sino entre los propios equipos docentes. Tienen claro, quienes han participado en el estudio, que las estrategias de colaboración entre compañeros ofrecen respuestas más eficaces a las situaciones por las que pasan sus estudiantes.

Y es que entre los problemas que temen en el futuro, este de la autonomía de chicas y chicos a la hora de guiar su propio proceso de aprendizaje destaca de una manera u otra. Junto a esto, también han detectado la falta de competencia digital entre el alumnado, la necesidad de una mayor promoción de la salud, de una mejora de la comprensión lectora y, desde luego, la urgencia de una «poda» curricular que permita alcanzar unos mínimos estándares de conocimiento en esta situación.

Fernando Trujillo, profesor de la Universidad de Granada y uno de los artífices del informe, explicaba en la presentación del informe, que el profesorado encuestado y entrevistado siente la preocupación («muy profesional», explicaba Trujillo) por estar a al altura el próximo curso. «Hemos visto, insistía, un profundo ejercicio de responsabilidad profesional intentando hacerlo lo mejor posible» desde el inicio del estado de alarma.

Familias

Las familias han sido otra de las patas de sostén de la educación en estos meses. Han tenido que asumir en muchos casos el papel de docentes, en casa, con escasos equipos y sin conocimientos mínimos.

Ellas también apuestan por la presencialidad y por una mejora de la conciliación, pero no con la mirada puesta en la escuela (o no solo), sino en los centros de trabajo. Ven con preocupación cómo podrá comenzar el próximo curso en una situación presumible de semipresencialidad. Por eso, también defienden una apuesta decidida por la contratación de más profesorado, o de perfiles de educadoras y educadores sociales que puedan apoyar a los equipos docentes en colegios e institutos. También, por supuesto, que haya presencia de personal sanitario en los centros.

Reclaman una mayor dotación para los centros educativos, al tiempo que se den ayudas a las madres que han tenido que dejar sus trabajos para poder dedicarse a las tareas de cuidado y acompañamiento estos meses atrás y una apuesta decidida por la educación de 0-3 años. Y ponen sobre la mesa el transporte escolar. Por mucho que el estudiantado ocupe muy diversos espacios para formar grupos más reducidos, una buena cantidad de ellos van a clase diariamente en transporte escolar. Las familias hablan de la necesidad de que se dupliquen las rutas para poder garantizar un mínimo de distancia social.

Una de las quejas de las familias tiene que ver con la multiplicación de plataformas y vías de comunicación con la que los docentes, los centros, se dirigen a chicas y chicos. Piden unificación y homogeneización de criterios y usos. Algo que podría estar también relacionado con la petición de que los horarios escolares se unifiquen para evitar la llegada de comunicaciones y tareas a cualquier hora del día (y de la noche) así como en fin de semana. Piden las familias que el horario «escolar», al menos, sea conocido por ellas.

Las familias, al igual que el profesorado, reclaman una racionalización del currículo que se imparte así como la utilización de diferentes metodologías activas que pueden pasar desde la gamificación hasta el aprendizaje basado en proyectos.

Conclusiones

Cuatro son las conclusiones que destaca el equipo investigador. Empezando por una mayor inversión que hagan posible dar respuesta a los retos que han surgido en estos meses. Una dotación económica que haga posible la autonomía que se ha esgrimido desde el mes de marzo para dejar a los centros y las familias solos ante la situación.

La comunidad educativa también reclama unas instrucciones claras, al tiempo que piden una mayor confianza por parte de las autoridades en relación a su trabajo. Esto hace referencia a la crítica de un aumento de la burocracia que ha surgido estas semanas y meses.

La tercera conclusión es que, aunque la enseñanza digital parece haber venido para quedarse (como ya se ha intentado en no pocas ocasiones en las últimas décadas), la presencialidad es innegociable para docentes, familias y alumnado.

Y, por último, la educación, como diría aquel, es cosa de toda la tribu. A pesar de que el profesorado tenga la mayor responsabilidad en el proceso de enseñanza, toda la sociedad debe ser consciente del esfuerzo que ha de realizarse el próxmo año, especialmente, para que pueda seguir llamándose educación. Toda la sociedad debe implicarse en la necesaria conciliación de la vida familiar y laboral, de igual manera que se deben ocupar de la atención al alumnado con necesidades educativas especiales. Del accesoi universal a internet o de la mejora de las situaciones sociales de no pocas familias.

En este sentido, Fernando Trujillo, de la Universidad de Granada, explicaba en la rueda de prensa de presentación del informe, que es necesario que las administraciones (y toda la sociedad) comience desde ya a estudiar las maneras de hacer todo esto posible, dado que cada día que se pierde en este sentido, se pagará de una u otra manera, a partir de septiembre.

«Deben favorecerse ya las reuniones para que el profesorado vaya pensando en septiembre, comentaba Trujillo. Y que en septiembre no lleguemos para pensar, sino para ponernos en funcionamiento».

Para el investigador, que se ha mostrado bastante crítico en redes sociales en los últimos meses con la gestión que han hecho las administraciones públicas, tanto el Ministerio de Educación como las consejerías de Educación de las comunidades autónomas, hubiera sido proferible un poco más de silencio en este tiempo.

Para Trujillo, ahora el Ministerio, aunque no tiene las competencias educativas, sí le queda cierto margen de acción. Por ejemplo, proponiendo como ha hecho una inversión de 1.600 millones de cara a septiembre («supongo que habrá razones para que esa inversión no llegue hasta septiembre»), a pesar de que ese mes podría ya ser un poco tarde para la contratación de docentes o la compra de dispositivos dados los tiempos con los que funciona la administración pública. En este sentido ha mostrado su preocupación por el hecho de que esta inversión, no finalista, no recaiga finalmente en la educación, como ya han insinuado algunas comunidades autónomas.

La otra gran tarea del Ministerio de Isabel Celaá sería la de la coordinación. Trujillo ha señalado que ha habido ciertos intentos, aunque infructuosos, o lo suficientemente poco exigentes como para que las comunidades autónomas los hayan asumido sin demasiado problema, a pesar del ruido mediático en muchos casos.

«Como ciudadano, ha dicho, creo que la Administración no ha estado a la altura».

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