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Busca AMLO tirar puentes, ¿rescatará la historia?

Por:  Sofía García-Bullé

El mandatario mexicano hace un intento por recuperar el conocimiento histórico.

El pasado miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador causó revuelo una vez más en los titulares al anunciar su iniciativa para retirar los “puentes”, la práctica de mover el asueto de un día festivo al lunes o viernes más próximo. El motivo citado para esta propuesta fue su preocupación por la falta de conocimiento histórico en los niños.

“Los niños en las escuelas hablan de puentes pero no del por qué no asisten a la escuela un viernes o lunes como acaba de suceder, y resulta que hoy, el 5 de febrero, nadie recuerda que se promulgó la Constitución”.

López Obrador calificó de lamentable que las fechas cívicas y el conocimiento histórico que se desprende de las mismas haya caído en el olvido y agregó que propondrá reformas para recuperar ese conocimiento, que considera parte importante para la identidad nacional. La intención es sin duda loable, pero queda la duda de si la estrategia del presidente mexicano ataca solamente un síntoma o la enfermedad completa que implica el estado de la educación histórica en México.

Sin maestros no hay historia

El problema de la educación histórica en México es mucho más complejo que no recordar las fechas por las que se está dando un “puente”. El problema surge de que hay muy pocas ofertas educativas y aún menos oportunidades laborales para los historiadores. Debido a esto, el número de historiadores que hay en México no alcanzaría ni para cubrir el 2% de las clases de Historia en el sistema educativo mexicano. ¿Cómo es la preparación del maestro de Historia de México entonces? ¿Necesita ser historiador? Si no es así, ¿tenemos definido cuál es el perfil idóneo para este rubro de la educación?

El Dr. Sebastián Plá Pérez, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, explicó que un profesor de historia debe tener sensibilidad, conocimiento de la materia, conocer los contextos y ser intelectual. “Debe darse al profesor la libertad de ser un intelectual, quitarle ese yugo de funcionario público que le están poniendo hoy en día con los temas de evaluación tan centralizados”, expresó el también especialista en enseñanza de la historia. Agregó que ser maestro de Historia no debe solamente repetir los conocimientos proporcionados por el Estado o una institución educativa, pero que sí debe de existir un “piso académico” con conocimientos básicos del cual el estudiante pueda partir. De acuerdo a Plá, lo que diferencia a un maestro de Historia de un repetidor, es la capacidad no solo de conocer sino de discutir y dar contexto a los contenidos relevantes en una clase de Historia.

La historia está en las fuentes

El registro histórico es la única herramienta que tenemos para acceder al conocimiento de eventos del pasado. Nuestra visión sobre el transcurrir de los ayeres se forja completamente alrededor de estas fuentes y esto influye también en la forma en que construimos el presente histórico usando el contexto proporcionado por eventos previos.

Por eso las fuentes en las que nos basamos para enseñar historia son tan importantes, y de acuerdo a expertos en historiografía, estas a veces se quedan cortas.  En el 2014, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), diagnosticó una serie de errores en los libros de texto gratuitos de historia para los niveles de primaria y secundaria. Estas fallas abarcaban incluso nombres y fechas importantes equivocadas, como errar los años en los periodos presidenciales de Benito Juárez, Porfirio Díaz y Francisco I. Madero.

En 2018 se incluyó una imagen de la banda estadounidense Nirvana para ilustrar el concepto de “jóvenes mexicanos de los 90’s”. Patricia Galeana, directora del INEHRM agregó que la educación secundaria cuenta con altos índices de reprobación de la materia de Historia. Galeana declaró: “Cuando vemos a los jóvenes en segundo y tercero (de secundaria) ya se les olvidó todo lo que vieron en quinto y sexto”.

¿Qué soluciones podrían funcionar?

Los “puentes” vacacionales como los conocemos surgieron en el 2005, durante el mandato del presidente Vicente Fox con el objetivo de incentivar el turismo y disminuir el absentismo escolar de los niños cuyas familias tomaban los días de la semana hábil posteriores  o anteriores al asueto. Esta decisión, y la que ahora propone AMLO en 2020, tienen mucho que ver con la asistencia de los estudiantes a la escuela y casi ninguna relación con la calidad de la enseñanza de la historia en México, sin embargo, sí se puede hablar de un mayor interés en este sexenio por preservar y difundir el conocimiento cultural e histórico.

El manual de la Nueva Escuela Mexicana, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), muestra un panorama más completo sobre cómo la SEP quiere mejorar la impartición de conocimiento, tanto general como histórico, durante el presente sexenio. La idea de rescatar el conocimiento histórico como parte fundamental de la identidad nacional es integrar a la familia en la enseñanza y remembranza de la historia. Partiendo de que la teoría no es suficiente, y a través de actividades asignadas por el docente, se busca involucrar a la familia en conversaciones con el tema de la historia fuera del salón de clases, o motivarlos a realizar visitas a sitios históricos o arqueológicos ligados a las fechas en las que hay asueto.

En artículos anteriores hemos sugerido que la educación histórica no solo debe servir para incentivar la adherencia a una identidad nacional, sino también un sentido crítico hacia los componentes cívicos y políticos de la historia. Para un problema tan complejo como el de la enseñanza y aprendizaje de la Historia en México no necesitamos una solución, necesitamos varias: Una mejor preparación para los maestros de Historia, mejores materiales didácticos, mejores programas académicos que conceptualicen esta materia como un transcurrir de eventos que forman el presente y no como un conjunto de fechas y eventos que hay que memorizar para pasar una prueba; estrategias de enseñanza que sepan aprovechar el conocimiento histórico como herramienta tanto como generar un sentido de pertenencia a una nación como para la reafirmación de un sentido crítico que convoque a la acción positiva y no solo a la repetición de datos.

La iniciativa de López Obrador podría verse como ingenua o insuficiente ante las circunstancias, pero habría que ver si su estrategia para rescatar la enseñanza de la Historia incluye no solo tirar puentes, sino construir nuevas rutas hacia una conciencia histórica mexicana a través de la educación.

Fuente e imagen:  https://observatorio.tec.mx/edu-news/amlo-puentes-escolares

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Opinión: La importancia del conocimiento histórico para evitar tragedias humanas

Por: Sofía García-Bullé

29 de diciembre de 1845, Estados Unidos anexa a su territorio a la República de Texas. Este evento causa un conflicto de magnitud internacional con México, que ni siquiera había reconocido la independencia de Texas, considerándolo aún un estado mexicano renegado.

Esta cadena de sucesos provocó la erupción de la guerra entre México y Estados Unidos de 1846 a 1848; año en que, tras la derrota militar, México se vio obligado a ceder todo el territorio al norte del río Bravo. Estas tierras comprendían lo que hoy son los estados de Arizona, California (A través de la venta de La Mesilla), Nevada, Utah, Nuevo México, algunas partes de Colorado, Wyoming, Kansas, Oklahoma y, por supuesto, Texas.

Estos sucesos pertenecen a un pasado lejano, valioso tal vez para los historiadores y maestros de historia, o quizás relevante en otros niveles más conectados con nuestra realidad actual. Patrick Crusius salió de su casa el sábado 3 de agosto con la intención de matar a todos los mexicanos que le fuera posible antes de que las autoridades lo detuvieran. El saldo del ataque ascendió a 22 muertos y 24 heridos.

Su crimen, perseguido por los fiscales de estado como un acto de terrorismo doméstico, fue motivado por una creencia equivocada de que los inmigrantes hispanos invadían territorio estadounidense y que su deber como ciudadano era defender a su país de este ataque. Tal vez si su manifiesto publicado se hubiera basado más en conocimiento histórico y menos en la misma línea de pensamiento que motiva los tweets de su presidente, Crusius habría entendido que la presencia histórica de los mexicanos en Texas tenía que ver exactamente con lo opuesto de una invasión mexicana.

La lucha por una perspectiva histórica completa

De acuerdo con el Washington Post, las clases de historia son obligatorias en los niveles básicos de las escuelas tejanas. Desde cuarto de primaria hasta primero de secundaria los estudiantes aprenden la historia de su estado, desde su independencia con respecto a México, pasando por su anexión a Estados Unidos, hasta la cesión mexicana al terminar la Guerra de Intervención Estadounidense.

Si esto es algo que se asume que todos los niños tejanos saben, ¿qué se pierde en el camino a convertirse en adultos? ¿Las instancias educativas que comunican estos hechos históricos incluyen también un entrenamiento para ejercer el pensamiento crítico y comprender el complicado camino que hizo a Texas el estado bicultural que es hoy? ¿O hace falta la continuación de una intención histórico-educativa en niveles superiores como preparatoria o universidad?

Si este es el caso, el mensaje que han enviado varias universidades del sur de Estados Unidos ha sido desalentador. El estado de Arizona, ordenó a Tucson prohibir las clases de estudios mexicoamericanos en el 2012, decreto que fue anulado apenas en el 2017 en la Corte del Distrito, por considerar que favorecía una agenda educacional y política racista.

El caso de Texas es complicado. A pesar de contar con educación histórica en los niveles básicos, la de niveles superiores, que es donde se forma el pensamiento crítico para entender cómo la historia entra en juego para formar la sociedad en la que se vive, no contaba con un estatus oficial ni estándares generales para la materia de estudios mexicoamericanos.

Esto dejaba a los profesores que impartían estos programas electivos en una situación de abandono académico, en la que tenían que buscar contenidos por su cuenta, careciendo de una guía para programar contenidos y actividades para la clase.

Tan solo el año pasado, después de un arduo debate, la Junta Estatal de Educación en Texas votó para crear un currículum estandarizado para la clase de estudios mexicoamericanos, pero por orden de la Junta la asignatura debía cambiar su nombre de “Estudios México-Americanos” a “Estudios Étnicos: Una visión general de los americanos de ascendencia mexicana”.

La propuesta y posteriormente mandato del cambio de título pudiera parecer inocua, pero es en realidad un vehículo de sesgo educacional. Cuando hablamos de estudios mexicoamericanos está implícita la intención de comunicar el delicado balance y simbiosis de los momentos históricos que comparten México y Estados Unidos, además de cómo estos se reflejan en la actualidad que viven ambos países.

Si en cambio hablamos de una “visión general de los americanos de ascendencia mexicana”, colocamos el elemento mexicano como una cosa del pasado, lo borramos del presente, lo convertimos en un accesorio de la americanidad, que sería en este caso la perspectiva central. El aspecto mexicano en la dimensión bicultural de Texas se convierte en un miembro vestigial de la identidad texana, no el elemento presente y vivo que es.

Maestros y activistas de la comunidad latina y mexicoamericana en Texas pelearon la decisión, y en septiembre de 2018 lograron la instauración de una nomenclatura más certera para los objetivos educacionales de la materia que quedó como «Estudios étnicos: estudios mexicoamericanos”.

Esto representó solo un paso más de una intención constante de proveer a los tejanos de un acercamiento real sobre su herencia histórica e identidad bicultural, que no puede describirse como menos que una necesidad patente. Silenciar a la mitad de una cultura a través del control de cómo educamos su historia tiene consecuencias, más trágicas y reales de lo que anticipamos.

El peso de silenciar la biculturalidad en la educación histórica tejana

Sin una perspectiva sensible acerca de la dimensión bicultural de Texas es difícil procesar una realidad presente como la que tememos. Estamos viviendo la crisis mundial de migración más grande de la historia moderna. Tan sólo en El Paso, el número de familias migrantes que cruzaron el territorio aumento 2100 % el año fiscal pasado. La mayoría de estas familias vienen de Centroamérica, de las cuales 15,000 fueron arrestadas en este periodo.

Esto, aunado al discurso y políticas infamatorias del presidente Donald Trump y su equipo de comunicación, ha generado una narrativa en la que se claman víctimas de una invasión extranjera y dirigen relaciones internacionales hostiles con México para forzarlo a parar la ola de migración hacia Estados Unidos.

Texas no es ajeno a esta situación, es de hecho uno de los estados en los que más ha aumentado el cruce de migrantes en los últimos años. Pero tomar en cuenta solo este presente para juzgar toda la realidad social e identidad cultural tejana, ignorando que lo que hizo a Texas lo que es hoy fue la migración de norteamericanos hacia territorio mexicano, y además encuadrar las tendencias migratorias actuales como una invasión, que es básicamente un acto de guerra, no denota solamente falta de memoria histórica, sino de humanidad, cosas que idealmente se aprenden en una clase de historia.

El silencio educativo con respecto a la historia completa de un estado o país borra partes importantes de la identidad del mismo y habilita a personas como Crusius a racionalizar una crisis migratoria como una invasión.

Bajo este contexto, el conocimiento histórico no es solo una cuestión optativa, es un derecho inalienable del alumno y una obligación apremiante de las instituciones educativas norteamericanas; uno que debe aplicarse rápido, preferentemente antes de que el mandatario estadounidense escriba otro tuit sobre lo que piensa de la migración y de los mexicanos.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-paso-texas

Imagen: https://www.abc.es/historia/abci-como-mexico-perdio-texas-porque-ejercito-estaba-echando-siesta-deshonra-dificil-olvidar-201703230353_noticia.html

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Argentina: Archivo histórico – Colección Educar desde 1810 a 1820

Por: rescatederecursos.blogspot.

Esta colección de documentos históricos ofrece mapas, libros y artículos datados desde 1810 hasta 1820 sobre la historia de la Argentina.

Esta colección de recursos contiene «mapas» históricos, que son en su gran mayoría mapas políticos y «escritos», tales como cartas, documentos o cualquier papel manuscrito, mecanografiado o impreso.

Encontrarán documentos escritos originados en contextos no tradicionales sobre todo en relación con la historia argentina reciente. Se trata de textos cuyos originales no son manuscritos ni impresos en soporte papel, sino que han sido producidos y publicados en diversos formatos audiovisuales y digitales.
Estos materiales son documentos que, tradicionalmente, los historiadores han considerado y consideran como «fuentes históricas» y utilizan como una de las principales «materias primas» en el proceso de construcción del conocimiento histórico.
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Che, comandante, compañero, amigo

Por: Graziella Pogolloti

Para conocer las entrañas de la Tierra, consideró el Che la posibilidad de asomarse al cráter de un volcán. Durante años, me ha atenaceado la necesidad de indagar acerca del trasfondo humano palpitante tras las hazañas del constructor y del combatiente guerrillero. He perseguido el anecdotario conservado en la memoria de sus compañeros y colaboradores, las obras que nos fue dejando, los textos inconclusos, los testimonios personales dejados en crónicas, diarios y en la escasa correspondencia conocida. Puedo configurar una silueta, aun cuando muchos rasgos esenciales se me escapan. Apenas abocetada, esa dimensión humana ha de permanecer, como lava ardiente, en beneficio de la generación actual y de aquellas otras que están por llegar.

En su clásico ensayo sobre el socialismo y el hombre en Cuba, el Che comienza por recordar que los revolucionarios están movidos por profundos sentimientos de amor. Esa pasión lúcida no se dirige a un concepto abstracto de humanidad. Se reconoce en la persona concreta, inmersa en circunstancias históricas determinadas.

En ese contexto específico, hay que sembrar conciencia mediante la palabra, la acción y el sacrificio compartidos, así como por la indispensable superación.

Desde edad temprana, afrontó Ernesto Guevara su lucha personal contra la adversidad. El asma que siempre lo acompañaría lo apartaba de la escuela y del retozo junto a sus coetáneos. Con disciplina y voluntad férreas, con el estudio, con la práctica del deporte y el refinamiento de un artista, fue construyendo su perfil, su sentido de la vida y su destino. Fue médico, pero su experiencia personal y sus lecturas en el campo de las ciencias sociales y las humanidades le enseñaron que no bastaba con curar los males del cuerpo. Entonces, quiso tocar la realidad con las manos.

Se hizo viajero, nunca turista superficial acomodado al bienestar de los hoteles. Apegado a la tierra, con medios rústicos, recorrió la Argentina. Fascinado por el paisaje, en el andar azaroso, allí donde lo atrapaba la noche, descubrió a la gente común.

Comprendió así la necesidad de dar el gran salto hacia la América nuestra. Conoció el vivir de los portuarios de Valparaíso, de los mineros del norte de Chile y en las noches de frío compartió la manta con algún desheredado de la fortuna. Sin abandonar el contacto directo con los de abajo, indaga acerca de las culturas originarias ante la obra deslumbrante de los incas y de los mayas.

Está llegando a Guatemala, punto de partida del giro definitivo de su existencia. Vive desde dentro el proceso que conmovió a la juventud progresista en los 50 del pasado siglo cuando el movimiento popular y el proyecto de reforma agraria fueron aplastados por la intervención imperialista. Se apresta a servir en lo necesario. Ante la metralla de la aviación contra un país inerme, Jacobo Árbenz cede. Durante años, el pequeño país habrá de pagar un alto precio de sangre y sufrimiento. Es allí donde el Che establece su primer vínculo con los cubanos. Había encontrado su destino y su medida de hombre.

Como Martí y Fidel, el Che ejerció un ininterrumpido magisterio. Lo hizo en la lucha guerrillera, desde sus funciones en el Ministerio de Industrias y en el Banco Nacional. En todos los casos, la célula matriz estaba en el fundamento ético, siempre de cara a la verdad para afrontar, con clara conciencia, las más duras realidades y en equilibrado reconocimiento a los éxitos y a los méritos personales. Mantuvo así la cohesión de los combatientes acosados por el hambre, el enemigo y por la naturaleza hostil en la travesía invasora que los condujo de la Sierra Maestra al Escambray.

Para  sobreponerse a la adversidad y proseguir el camino, era indispensable la solidaridad incondicional entre los hombres, la confianza en el jefe y la firme convicción en el propósito común.

Con el triunfo revolucionario no había llegado la hora del reposo. Todo lo contrario. Ante la complejidad de los problemas, los días sin sueños imponían una conducta que compartiera la austera ejemplaridad, la permanente proximidad con la temperatura popular y un enorme desafío intelectual. Para los combatientes de ayer había llegado la hora de estudiar, tanto más cuando muchos técnicos calificados abandonaban el país. Porque vivimos una realidad planetaria cada vez más riesgosa e injusta, sus victimarios no pudieron asesinar al maestro. Al poder de las armas y de las finanzas, se suma ahora la sofisticada manipulación de las mentalidades con el propósito de convertir al ser humano en mercancía al servicio de las demandas del mercado. La batalla decisiva se está librando también en el terreno de la conciencia. Así lo comprendió el Che desde fecha temprana y, desde esa perspectiva, advirtió fisuras en el campo del llamado socialismo real. Contraponía entonces la necesidad de construir, mediante la crítica, la lúcida compenetración con el individuo concreto y el estudio, al sujeto protagonista de la historia. Por eso, política, ética, apego  a la verdad y lúcida comprensión de nuestras propias deficiencias resultaban inseparables.

Para fortalecer el vínculo solidario, el amor se convertía en impulso transformador. En lo más profundo, siempre pudoroso, tocaba la cuerda de la ternura, reconocible en los textos que escribió y en los fragmentos del epistolario que han pasado al dominio público. Tenemos que fijar la mirada en su semblanza del Patojo –el guerrillero guatemalteco–, del Vaquerito, anónimo y arrojado combatiente cubano y en el desgarrador relato del sacrificio del cachorro en los días de la Sierra Maestra.

En las efemérides y en la vida cotidiana, rindamos culto merecido al héroe. Profundicemos en el estudio de su pensamiento. Guardemos, en lo más profundo del corazón, al decir del cantor popular, «tu querida presencia, Comandante Che Guevara».  (Tomado de Juventud Rebelde)

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-10-08/che-comandante-companero-amigo-08-10-2017-20-10-59

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EL legado de Leibniz

Por: Ignacio Mantilla

De esos grandes personajes que trascienden en la historia, hay sin embargo muy pocos que son realmente universales. Y precisamente el año 2016 ha permitido conmemorar, hace apenas unas semanas, tres siglos de la muerte de uno de estos grandes hombres, de los más sobresalientes en las ciencias. Se trata de Gottfried Wilhelm Leibniz, un nombre que nos resulta familiar para quienes hemos estudiado formalmente las matemáticas o la filosofía.

De Leibniz se afirma que fue el último hombre capaz de dominar todas las ciencias en su época. En efecto, ocupa un lugar igualmente importante tanto en la filosofía como en la matemática, se anticipó a desarrollos científicos y contribuyó con nuevas nociones a otras áreas como Medicina, Ciencias de la Computación, Ingeniería, Teología, Geología, Biología, Derecho, Mecánica, Astronomía, Política y Diplomacia, Lingüística, Historia; en fin, a todas las existentes en su época y algunas que estaban por aparecer.

Sus aportes en matemáticas son especialmente conocidos y reconocidos. Contemporáneo de Newton, los trabajos de ellos dos en matemáticas convergieron, en forma independiente, a los mismos importantes resultados que dan la paternidad al Cálculo y al Análisis Matemático formal. A Leibniz se le atribuye haber “inventado” el Cálculo Infinitesimal y haber introducido la notación científica que aún hoy se usa.

En efecto, todos los lectores que hayan tenido que aprender (o estudiar) Cálculo Diferencial recordarán la regla para derivar un producto. Pues fue Leibniz, quien en 1675 introdujo por primera vez, en un manuscrito, con toda sencillez esta expresión, que para un matemático es como un hermoso verso: d(xy)=xdy+ydx.

De la misma forma en que los aficionados disfrutan de un partido de fútbol cuando se juega “bonito” y los jugadores exhiben gran talento, también quienes nos dedicamos a las matemáticas podemos deleitarnos y disfrutar con la elegancia de la demostración de un teorema o con la ingeniosa presentación de una solución. Y ese es el caso de Leibniz.

Por ejemplo sus aportes al estudio de las series son fascinantes. Y para que todos los lectores lo comprendan mejor, me voy a permitir ilustrar con sólo un pequeño ejemplo, una de sus geniales contribuciones: en 1672 el profesor Huygens despertó el interés de Leibniz en el tema de las series infinitas cuando le planteó el problema de calcular la suma S=1/2+1/6+1/12+1/20+1/30+···. A Leibniz se le ocurrió escribir el término general de la serie, 1/[n(n+1)], en la forma [1/n]-[1/(n+1)] y luego de demostrar que esta suma S es igual a 1, se decidió entonces por hacer un estudio general de las series alternadas. Una de las más conocidas hoy es:  Pi/4 = 1-1/3+1/5-1/7+-···.

Un invento de Leibniz, poco conocido, es una máquina diseñada y construida por él mismo hacia 1672, capaz de realizar cálculos aritméticos. Es la primera invención de su género y una clara demostración de su interés por la computación. La máquina, conocida como la “Stepped Reckoner” fue presentada a la Royal Society de Londres y por esta contribución se le nombró miembro externo.

La mente inquieta de Leibniz produjo también obras de gran valor para la filosofía y se le reconoce como uno de los tres principales filósofos de la escuela racionalista, al mismo nivel de Spinoza y de otro portento matemático como lo fue René Descartes.

Como racionalista, su filosofía se concentró en demostrar que todo lo que sucede en el universo depende de un único principio, el Principio de Razón Suficiente, que en últimas postula que todo lo que ocurre tiene una causa de ser como es. Ahora bien, como buen hijo de su época, Leibniz, científico, filósofo y político era un ferviente creyente en Dios y en su propuesta  filosófica pudo ubicarlo sin contradicción en el lugar más importante. Para Leibniz, dado que todo tiene una causa o razón, si uno rastrea las razones de todo lo que pasa en nuestro mundo, se encontrará con que al final de esa investigación hay una única causa de donde todo se deriva. El origen, el punto inicial de todo, esa “causa incausada», es para Leibniz el mismo Dios.

Su referencia a Dios se hace explícita y frecuente en sus escritos. De acuerdo con el matemático E. E. Kummer, al final de su trabajo sobre series infinitas alternadas, por ejemplo, expresa su admiración por las propiedades impredecibles que él mismo descubre, con la cita: «Gott freut sich über die ungeraden Zahlen» (“Dios se alegra de los números impares”).

Leibniz fue un escritor prolífico, además de los numerosos libros publicados en vida y que en ocasiones firmó con seudónimos, escribió cerca de 15 000 cartas dirigidas a más de mil destinatarios; muchas de ellas más que cartas eran tratados sobre las distintas materias que en su momento le interesaban. Por esta abundante razón, aún hoy se sigue editando la obra completa de Leibniz que ya supera los 25 volúmenes.

Este legado que acaba de cumplir 300 años debe ser apreciado con la vigencia actual de sus trabajos, aunque pase inadvertida en nuestro medio la conmemoración de su muerte ocurrida el sábado 14 de noviembre del año 16 del siglo XVIII.

Recibamos con mucho optimismo este nuevo año impar 2017, que además es un número primo. A propósito ¿sabe usted, apreciado lector, cuál será el siguiente año primo?

“Numero Deus impare gaudet!” – Virgilio.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/el-legado-de-leibniz

Imagen: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Leipzig_Leibniz_Denkmal_07.JPG

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Fidel y las transnacionales

Por: Gladys Cecilia Hernández Pedraza

Consciente del papel histórico que las empresas transnacionales han jugado en la concepción y aplicación de las políticas neoliberales a partir de la década de los años setenta, la voz de Fidel se ha elevado para reflejar la esencia de tales manipulaciones y dedicar al estudio de estas expresiones del sistema capitalista importantes análisis, indispensables a la hora de desentrañar las causas que provocan tales fenómenos y discutir sobre las políticas alternativas para impulsar otro mundo posible.

Fidel y las empresas transnacionales en los primeros años de la revolución

En los últimos cien años, en la misma medida que el sistema capitalista ha continuado avanzando y los Estados-nación han venido cediendo parte de su soberanía en cuanto a las decisiones socioeconómicas, las empresas transnacionales han logrado consolidarse y ampliar su control sobre incontables recursos, tanto naturales como humanos. Cuba también experimentó la explotación de las empresas transnacionales radicadas en Cuba. Sobre este proceso Fidel destaca: “Pero el hecho fue que los yankis se apoderaron de nuestra economía. Y si en 1898 poseían inversiones en Cuba por valor de 50 millones, en 1906 unos 160 millones en inversiones, y 1 450 millones de pesos en inversiones en 1927”. (Castro Ruz, Fidel, 1968)

No creo que haya otro país donde se haya producido en forma tan increíblemente rápida semejante penetración económica, que condujo a que los imperialistas se apoderaran de nuestras mejores tierras, de todas nuestras minas, nuestros recursos naturales; que explotaran los servicios públicos, se apoderaran de la mayor parte de la industria azucarera, de las industrias más eficientes, de la industria eléctrica, de los teléfonos, de los ferrocarriles, de los negocios más importantes, y también de los bancos”. (Castro Ruz, Fidel, 1968)

En los primeros años de la Revolución se organizarían nuevas estrategias para favorecer al pueblo que entraban en contradicción directamente con los intereses de tales empresas extranjeras, fundamentalmente norteamericanas. Estas acciones desembocaron en una guerra mediática y otra que implicaba ataques directos a los bienes económicos y sociales del país con las que se pretendía acabar con el gobierno revolucionario. Sobre estos acontecimientos, Fidel declararía: No se puede llamar democracia al gobierno de las oligarquías; democracia es el gobierno del pueblo, como dijo Lincoln, para el pueblo y por el pueblo, y aquí sí hay democracia porque aquí ya las oligarquías no gobiernan, aquí gobierna el pueblo”. (Castro Ruz, Fidel, 1959a)

“Estamos haciendo una revolución profunda. Esta Revolución tiene por objetivo llevar a los sectores más humildes y necesitados del país los beneficios de las medidas revolucionarias, y aun cuando esas medidas perjudiquen algunos intereses nacionales toda la nación marcha detrás de las medidas revolucionarias, y marcha más unida tras las medidas del Gobierno Revolucionario mientras más evidente se hace la actitud de los intereses extranjeros lesionados por nuestra Revolución ; porque, en definitiva, ¿qué problemas tenemos en Cuba y qué problemas tiene nuestra Revolución que no sean problemas con intereses extranjeros? ¿Y qué tienen que ver los intereses extranjeros con nuestra Revolución?” (Castro Ruz, Fidel, 1959b)

En opinión del intelectual Atilio Borón, refiriéndose a la importancia histórica de la Segunda Declaración de la Habana: “Si hoy esta región no es la misma que hace medio siglo atrás; si aquí se ha derrotado al ALCA, si hay gobiernos y pueblos que resisten y luchan contra el imperialismo, si el centro de gravedad de la política latinoamericana se ha corrido hacia la izquierda, todo eso se lo debemos, en una medida mucho mayor de lo que habitualmente se reconoce, a ese grito lanzado por Fidel desde La Habana, plantando una semilla que germinaría en mil flores. Un texto de enorme valor histórico y de también rigurosa actualidad que las nuevas generaciones de luchadores anti-imperialistas y anticapitalistas deben leer, estudiar y, lo más importante, llevarlo a la práctica”. (Borón, A, 2012)

Este documento marca, sin dudas, un legado histórico, reflejo fiel de una etapa, de su coyuntura internacional, y simultáneamente ofrece un escenario sobre los problemas que todavía hoy enfrentan los países subdesarrollados, fundamentalmente la región latinoamericana

“¿De dónde salieron las colosales sumas de recursos que permitieron a un puñado de monopolistas acumular miles de millones de dólares? Sencillamente, de la explotación del trabajo humano. Millones de hombres, obligados a trabajar por un salario de subsistencia, produjeron con su esfuerzo los gigantescos capitales de los monopolios. Los trabajadores acumularon las fortunas de las clases privilegiadas, cada vez más ricas, cada vez más poderosas. A través de las instituciones bancarias llegaron a disponer estas no solo de su propio dinero, sino también del dinero de toda la sociedad. Así se produjo la fusión de los bancos con la gran industria y nació el capital financiero. ¿Qué hacer entonces con los grandes excedentes de capital que en cantidades mayores se iba acumulando? Invadir con ellos el mundo. Siempre en pos de la ganancia, comenzaron a apoderarse de las riquezas naturales de todos los países económicamente débiles y a explotar el trabajo humano de sus pobladores con salarios mucho más míseros que los que se veían obligados a pagar a los obreros de la propia metrópoli. Se inició así el reparto territorial y económico del mundo. (Castro Ruz, Fidel, 1962)

Estos mensajes también despertaron la conciencia de los pueblos latinoamericanos y del Tercer Mundo acerca de la necesidad de iniciar la lucha por la justicia, la dignidad, la democracia; palabras capaces de movilizar a las masas en la búsqueda de la verdadera satisfacción de las necesidades de los pueblos.

Fidel Castro y el tratamiento del tema de las transnacionales en el período de años 70 y 80: El estallido de la crisis de la deuda externa en la región latinoamericana

Fidel Castro retoma el recrudecimiento de la crisis a inicios de los 70 vinculando sus impactos al deterioro de la situación económica, social y ambiental, en los países capitalistas desarrollados.

“A fines de la pasada década, arrastrada por el peso de sus propias contradicciones y, sobre todo, por el apetito insaciable de ganancias de los grandes monopolios, la economía capitalista entró en un período de conmociones y sacudidas de insólita fuerza. Tras diferentes altibajos e infructuosos intentos de los gobiernos burgueses por estabilizar y controlar la situación, desde la primera mitad del año pasado los índices de la economía capitalista señalan un descenso acentuado de la producción, acompañado por el agravamiento de todos los demás factores que componen la crisis. (Castro Ruz, Fidel, 1974)

El análisis realizado por Fidel Castro en el contexto de la crisis petrolera de este período confiere, ya desde esta etapa, un papel preponderante a los manejos de los monopolios en el contexto global, que se acrecentará con los años: “No es de extrañarse, pues, que las siete mayores compañías petroleras declarasen en 1973 beneficios del orden de los 8 000 millones de dólares, un 77% más que el año anterior, y que esperen para el presente año ganancias por 17 500 millones”. (Castro Ruz, Fidel, 1974)

El período comprendido entre los años setenta y principios de los ochenta, resultó particularmente difícil para el Tercer Mundo. Los impactos de la recesión en los EE.UU que comenzó en el período 1969-1971, se extendieron hasta los primeros meses de 1984, sacudiendo a la economía norteamericana y a las demás regiones. El tema de la deuda externa comenzaría a ser abordado por Fidel ya desde esta etapa: “Las deudas de los pueblos de América Latina después de la Alianza para el progreso aumentaron a más de 20 000 millones de dólares. Y como explicó en las Naciones Unidas el compañero Salvador Allende, los monopolios extraen de la América Latina más de 1 000 millones de dólares al año, y en los últimos la años han extraído 10 000 millones más de lo que han invertido en este continente”. (Castro Ruz, Fidel, 1972a)

El Comandante Fidel Castro se referirá también a todos estos elemento que fueron conformando el caldo de cultivo para la crisis de los 70: “El problema más serio que tiene hoy ante sí el Movimiento de los Países No Alineados es la actual crisis económica internacional. Esta crisis se inició con la inflación galopante en el mundo capitalista desarrollado, a la cual se le suma ahora una grave recesión económica. Para los estudiosos de Marx, Engels y Lenin tal hecho no constituye una sorpresa ni un misterio. La crisis económica es consustancial al sistema capitalista, agravada en este caso por la política de guerra fría, la carrera armamentista y la represión del movimiento de liberación nacional que propició el imperialismo norteamericano después de la Segunda Guerra Mundial; por el intercambio desigual y el feroz saqueo a que las sociedades capitalistas desarrolladas sometieron a los recursos naturales de los países subdesarrollados del mundo”. (Castro Ruz, Fidel, 1975)

Ya desde esta etapa comienza Fidel a señalar la conjunción de múltiples factores que establecen elementos clave para la actual crisis sistémica en la que se verá envuelta la humanidad en la décadas de los 2000. Con aguda certeza apuntan sus ideas hacia el papel jugado por los monopolios y el capital transnacional.

En el Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro analizaba la naturaleza compleja de las políticas aplicadas por las transnacionales; “Ante todo es necesario apreciar el impresionante grado de control ejercido por las transnacionales sobre la comercialización de productos básicos. Este hecho fundamental, pese a ser bastante conocido, no siempre es lo bastante destacado. La realidad es que, “de hecho, todo el comercio internacional de los productos primarios exportados por los países en desarrollo sigue estando dominado por las empresas transnacionales”. (Castro Ruz, Fidel, 1983).

Fidel Castro y el tratamiento del tema de las transnacionales en las décadas de los 90 y los 2000.

La década de los 90 será testigo excepcional del avance de las políticas neoliberales, de la profundización de los procesos de financierización económica y de la concentración cada vez más profunda de los capitales en manos de las transnacionales. En las tres últimas décadas del siglo pasado y en los años transcurridos del actual, la expansión a escala global del neoliberalismo ha recreado un entramado político, económico, jurídico y cultural, que ha beneficiado directamente, en primer lugar a las transnacionales.

“Si se quiere discutir sobre el tema, discútase, y que cada cual se enfrente, según su conciencia, a las cifras irrebatibles y las realidades palpables que demuestran el desarrollo acelerado de una especulación financiera universal e insostenible, la vulnerabilidad creciente de las economías, la destrucción de la naturaleza, el porvenir incierto y el abismo sin fondo a que nos conducen el neoliberalismo ciego e incontrolable y un globalismo aplastante y brutal, bajo la égida de la potencia más poderosa y egoísta de la historia. No hay que esperar a que las monedas pierdan su valor y las bolsas se desplomen” (Castro Ruz, Fidel, 1997)

Ya en el Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro se refería al evidente poder que, en términos económicos, tienen las corporaciones transnacionales. Un estudio sobre fuentes estadísticas disponibles situaba la “producción transnacional” a finales de los años noventa en torno al 10% del producto mundial (Glyn, Andrew y Sutcliffe, Bob, 1999). Las empresas transnacionales o multinacionales han pasado de ser unas 7.000 en la segunda mitad de los años sesenta a 80.000 en el 2010, y controlaban 810.000 compañías filiales. A pesar de que existen miles de transnacionales en el mercado global, apenas unos cientos de ellas controlan a las demás: 737 multinacionales monopolizan el valor accionarial del 80% de total de las grandes compañías del mundo, y solo 147 controlan el 40% de todas ellas. (Ramiro P. et Al, 2012)

Las enormes ganancias que acumulan las empresas transnacionales tienen su origen en mecanismos de explotación y apropiación de la riqueza económica que constituyen la esencia misma del sistema capitalista. La creciente explotación de los obreros y campesinos y la permanente introducción de políticas que reducen salarios , las presiones sin límites para garantizar el control de las materias primas y recursos naturales, la especulación financiera tanto con el excedente obtenido como con todo aquello que pueda ser comprado y vendido, la mercantilización de cada vez más esferas de las actividades humanas y la absoluta prioridad de la que gozan los mecanismos de reproducción del capital frente a los procesos que permiten el sostenimiento de la vida han servido, efectivamente, para que los principales directivos y accionistas de las grandes corporaciones se conviertan en multimillonarios.

“Le presentan al mundo como algo ideal esos desarrollos a través de las empresas transnacionales y de las medidas que imponen los organismos internacionales de finanzas. Van a acabar de destrozar lo que queda de la naturaleza. La concepción globalista neoliberal y capitalista significa la suspensión de todas las barreras y regulaciones que dificulten la transferencia de grandes masas de capital de un país a otro, de una región a otra, el desarrollo máximo del mercado mundial en manos de las transnacionales y en beneficio de las potencias más ricas y desarrolladas” (Castro Ruz, Fidel, 1997a)

Hoy las compañías multinacionales controlan sectores estratégicos en la economía mundial tales como energético, financiero, telecomunicaciones, servicios de salud básicos, agricultura y alimentación, desarrollo de infraestructuras, agua, recursos de la biodiversidad, medios de comunicación, e industrias bélicas.

La crisis capitalista actual ha fortalecido el accionar económico y la capacidad de influencia política de las grandes transnacionales que simultáneamente realizan negocios en diversos sectores tales como los recursos naturales, los servicios públicos y la especulación inmobiliaria, o se establecen y adueñan de los mercados de futuros de energía y alimentos, las patentes sobre la vida o el acaparamiento de tierras. La actual crisis sistémica   abarca ya no solo el sector económico sino que se extiende al medioambiente, a la cultura, a la sociedad.

En su discurso ante Informe a la VII Cumbre de los Países No alineados, en 1983 Fidel Castro introducía algunos temas que perfectamente constituyen los antecedentes para la refacturación de mercancías, uno de los mecanismos empleados por las empresas transnacionales para sacar provecho de los paraísos fiscales.

“Otro procedimiento consisten en inflar los costos de las mercancías importadas desde sus sucursales, para burlar los controles gubernamentales tendentes a impedir que los márgenes de venta al por menor excedan de cierto porcentaje de los precios de las mercancías importadas o de los costos de producción. También se manipulan los precios de transferencia para retirar las ganancias y los saldos de tesorería de los países de moneda débil y eludir las restricciones en materia de extracción de divisas”. (Castro Ruz, Fidel, 1983)

En opinión del Informe sobre Integridad Financiera Mundial, la refacturación comercial es la manera más común de cambiar de lugar reservas ilícitamente de países subdesarrollados. Esta organización ha calculado que la refacturación se duplicó en el período entre 2004 y 2012, representando más de 80% de todos los flujos ilícitos, aproximadamente unos 655 mil millones de dólares promedio anual. Asimismo, el volumen global de los flujos financieros ilícitos provenientes de los países subdesarrollados, de los cuales la refacturación constituye mayoría, resultaba superior al valor combinado de la AOD y la inversión directa extranjera (IED) recibida por estos países. (Spanjers Joseph y Frede Foss Håkon, 2015)

 

“El resultado de todo esto, es un comercio internacional distorsionado, precios de transferencia que actúan como piezas en el mecanismo de explotación comercial e intercambio desigual, una menor capacidad nacional para dirigir las economías y orientar el desarrollo, una dependencia de nuevo cuño e inalterable sustancia, estadísticas internacionales engañosas que sugieren un curso positivo, allí donde las tendencias reales indican un ahondamiento del subdesarrollo y creciente saqueo”. (Castro Ruz, Fidel, 1983)

También en este período, y como consecuencia de las pérdidas económicas experimentadas por Cuba a raíz de la desaparición del campo socialista, se inició un proceso de transformaciones en el cual se abrió paulatinamente la posibilidad de atracción de inversiones extranjeras al país. Sobre estas tendencias que resultaban controvertidas, el Comandante Fidel Castro comenta y aclara las motivaciones, las causas que predominaron en la adopción de tales políticas así como el enfoque totalmente social que recibiría la redistribución de las ganancias y recursos obtenidos a partir de dichas inversiones.

“Aunque antes del derrumbe del campo socialista habíamos pensado en ciertas formas de inversión extranjera para sociedades mixtas en ciertas ramas donde no había otra solución, estamos bien conscientes de que durante muchos años combatimos la inversión extranjera, estamos bien conscientes de que durante muchos años nos sentíamos orgullosos de que el pueblo fuera dueño de todos sus recursos, de todas sus industrias y de todos los bienes del país; sin embargo, en las condiciones actuales no podíamos prescindir de la inversión extranjera en un grado mayor porque necesitábamos capital, tecnología y mercados. Son los factores determinantes, lo contrario sería la parálisis, el estancamiento durante mucho tiempo. (Castro Ruz, Fidel 1995)

“Cualquier ingreso que obtenga el país por cualquiera de esas vías no es para enriquecer a nadie ni para ir a parar a los bolsillos de nadie, es para el pueblo hasta el último centavo para comprar alimentos, para comprar medicamentos, para comprar combustible para que hubiera luz eléctrica, para comprar materias primas indispensables para la producción, para que el país marche. Y el país, cualesquiera que sean las dificultades, marcha, y marcha ordenadamente; y el pueblo, cualesquiera que sean los sacrificios, comprende que ese era el camino correcto, que ese era el camino revolucionario; y, desde luego, sin el bloqueo, aquí en este país se habrían invertido grandes cantidades”. (Castro Ruz, Fidel 1995)

Conclusiones

El pensamiento de Fidel Castro sobre el accionar de las transnacionales resulta hoy transcendente y oportuno. En la medida que estas empresas asumen nuevas formas de explotación, los impactos que generan abarcan simultáneamente múltiples sectores y provocan enormes violaciones de los derechos humanos.

“El neoliberalismo, la globalización de la economía, la política hegemónica, el egoísmo y el monopolio de todos los recursos son cuestiones incompatibles con cualquier medida de desarrollo social” (Castro Ruz, Fidel, 1996)

Resulta urgente la necesidad de analizar y promover políticas racionales que controlen el accionar de las empresas transnacionales. En todo el planeta se observa el avance de las ETNs sobre los recursos naturales, los bienes comunes a partir de mecanismos que promueven el acaparamiento de los recursos. Tales acciones se realizan con una impunidad flagrante ya que cuentan con el apoyo de las élites ricas en los países donde se establecen.

Las actuales negociaciones internacionales sobre los tratados bilaterales de libre comercio y protección de las inversiones, tales como el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), el Tratado de Comercio Transpacífico (TTP) y el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA), proponen consolidar y profundizar el poder de las transnacionales.

Nunca como hoy se eleva con tal nitidez el mensaje de Fidel Castro, su denuncia por los abusos cometidos por las empresas transnacionales, así como la necesidad de mantener aquellos procesos de movilización y resistencias que permitan construir alternativas al dominio de las grandes corporaciones

Lejos de debilitarse con la actual crisis económica y financiera, el hecho es que las grandes trasnacionales continúan fortaleciendo su poder e influencia en el mundo gracias a sus renovadas estrategias corporativas y a la constante aplicación de nuevos modelos de negocio constituye un reto para las fuerza progresistas.

La obra Marxista–Leninista está presente en la obra de Fidel concerniente a las transnacionales, su papel determinante en el contexto del sistema capitalista. Los principios teóricos y metodológicos marxistas aparecen en cada uno de los análisis que realiza; ya sea explícitamente por las causas históricas, políticas, económicas, tecnológicas y científicas del surgimiento y desarrollo de las empresas transnacionales, así como de manera implícita, en sus análisis sobre la intervinculación de los problemas globales que amenazan a la civilización.

El pensamiento de la Revolución cubana, de Martí a Fidel, ha revelado como “trincheras de ideas, valen más que trincheras de piedras”. El contenido humanista del pensamiento económico de Fidel, constituye expresión reveladora del ideario martiano, y se presenta a través de sus incontables discursos, entrevistas, libros, declaraciones publicadas a lo largo de más de 5 décadas de lucha revolucionaria por Cuba y por la humanidad. Su ideario constituye fuente inagotable para las nuevas generaciones de cubanos.

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Castro Ruz, Fidel (1968) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario en el Resumen de la Velada Conmemorativa de los Cien Años de Lucha, efectuada en la Demajagua, Monumento Nacional, Manzanillo, Oriente, el 10 de octubre de 1968. Consultada el 22 de febrero 2016.

Castro Ruz, Fidel (1972a) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la Concentración con motivo del XIX Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada, efectuada en la Plaza de la Revolución, el 26 de julio de 1972. Consultada el 22 de febrero 2016.http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1972/esp/f260772e.html

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Castro Ruz, Fidel (1975) Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno revolucionario, en la clausura de la tercera reunión ministerial del Buro de Coordinación de los Países No Alineados, en Santa María del Mar, La Habana, el 19 de marzo de 1975. Consultada el 22 de marzo 2016. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1975/esp/f190375e.html

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Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/12/02/fidel-y-las-transnacionales/#.WEHXqxJGT_s

Imagen: http://elperiodiquito.com/muere-el-lider-cubano-fidel-castro-a-los-90-anos/

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Presidente de Vietnam llama a promover educación de historia

Asia/Vietnam/03 Diciembre 2016/Fuente: Vietnam plus

El presidente Tran Dai Quang asistió hoy a la celebración del aniversario 50 de la fundación de la Asociación de Ciencias Históricas de Vietnam (VAHS).

Establecida en 1966, en medio de los momentos más arduos de la resistencia contra Estados Unidos, VAHS reunió y estimuló a los historiadores nacionales a reanimar, con actividades prácticas, la tradición heroica del pueblo de luchar contra las fuerzas invasoras, contribuyendo significativamente a la victoria común, afirmó el mandatario.

Apreció altamente el papel de VAHS en la actualidad como propulsor de la renovación de las ciencias históricas, la investigación científica, la educación de las tradiciones nacionales y los valores culturales, el asesoramiento de los proyectos y las obras relacionados, y la reforma del programa de enseñanza.

Especialmente, la organización compila la obra “Historia de Vietnam”, con los últimos estudios nacionales y conocimientos internacionales selectivos, destacó.

El proceso de Doi Moi (Renovación) en los últimos 30 años obtuvo logros de significado histórico, que crea base importante para acelerar la industrialización-modernización y la integración global, enfatizó el presidente y pidió a la Asociación hacer una evaluación teórica-práctica sobre el camino revolucionario de Vietnam bajo el liderazgo del Partido Comunista.

Ese estudio servirá para la empresa de construcción y salvaguarda de la Patria y ofrecerá el fundamento científico para el perfeccionamiento de los lineamientos y políticas del Partido y de las leyes del Estado, afirmó.

Además, VAHS deberá movilizar todos los recursos intelectuales para finalizar la redacción de una colección de historia nacional de máxima calidad, añadió.

Dai Quang también propuso que la institución participe más dinámicamente en la divulgación de conocimientos históricos, colaborando con el Ministerio de Educación y Formación para mejorar la calidad de la enseñanza en las escuelas.

VAHS debe organizar más seminarios sobre eventos y personalidades históricos, y especialmente, la soberanía marítima e isleña de Vietnam, exhortó.

En la ocasión, el mandatario condecoró a la Asociación con la Orden de Trabajo.

La Asociación de Ciencias Históricas de Vietnam está integrada por 59 filiales, con más de cinco mil 200 miembros.

Fuente: http://es.vietnamplus.vn/presidente-de-vietnam-llama-a-promover-educacion-de-historia/68267.vnp

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