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Cuando la lucha bondadosa pasa por conquistar reconocimientos

Por: José Yorg

“Los sectores poderosos no sólo han dominado económica, financiera y políticamente el país, sino que también han logrado su dominio cultural. Han apartado a la gente de los hechos sociales”. Floreal Gorini.


“Vivimos en un mundo social y político convulso y cambiante. Y este se extiende también a la educación. Ser conscientes de este nuevo escenario es crucial para poder crear marcos de pensamientos acordes a nuevas necesidades educativas y que éstos sean compartidos por la sociedad y, por lo tanto, se concreten en prácticas y políticas”. Manuel Fernández Navas


Las dos citas que encabezan este modesto artículo ayudan a entender y  reflejar el enfoque cooperativo que implica la lucha bondadosa del cooperativismo desde que surgiera como reacción ante los males sociales que implicó la Revolución industrial en Inglaterra del siglo XIX.

Mucho han avanzado las ideas y acciones del cooperativismo en el mundo entero, sin embargo, hoy ese mundo está “convulso y cambiante” circunstancia real y comprobable donde quiera que sea, pero ello no basta, se requiere  “Ser conscientes de este nuevo escenario es crucial para poder crear marcos de pensamientos acordes a nuevas necesidades educativas y que éstos sean compartidos por la sociedad y, por lo tanto, se concreten en prácticas y políticas”.

Y es, precisamente, en esa necesidad de “crear marcos de pensamientos acordes” cuando la lucha bondadosa pasa por conquistar reconocimientos para la educación cooperativa escolar y universitaria como herramienta de posicionamiento político, cultural y educativo en la sociedad, en el corazón del pueblo.

Los medios periodísticos surgen como imprescindibles en esta disputa de posicionamiento político, cultural y educativo, de agenda pública, porque ayudan a llegar al corazón y a la mente del pueblo para ampliar su conciencia y su sensibilidad social y cooperativa y “para que la gente ya no sean apartados de los hechos sociales”.

En ese claro objetivo de conquistar reconocimientos para visibilizar los valores y principios cooperativos en el seno del pueblo debemos inscribir la formal solicitud del Secretario General de Gremio Voz Docente, Prof. Manuel Pereyra, cuando presentó formalmente ante el Ministerio de Educación de la Provincia de Formosa (Arg.) el pedido del Reconocimiento a los Profes. Ana María Ramírez Zarza y José Yorg como “Representativos de la Educación Pública de la Provincia de Formosa”, en base y sustento de suficientes y probados méritos”.

Seguido a esta acción gremial ante el Ministerio de Educación, se sumó la acción legislativa por medio del Diputado provincial  Dr. Juan Carlos Amarilla solicitando al pleno el acompañamiento del proyecto que Declara “Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo Provincial, a través del Ministerio de Educación y los organismos pertinentes, Reconozca a los Profesores Ana María Ramírez Zarza y José Yorg como “Docentes representativos de la Educación Pública de Formosa”.

Sólidos fundamentos.

Tanto el sindicalista como el legislador expusieron sólidos fundamentos que se sostienen en dos premisas fundamentales, expresadas, por cierto, por muchos docentes e investigadores (“El desempeño docente y la calidad educativa” (Guadalupe Iván Martínez-Chairez; Albertico Guevara-Araiza; y María Manuela Valles-Ornelas), que nos ayudarán a entender y meritar:

a) “La educación de calidad requiere que se acompañe, reconozca y se valore a todos los educadores, en especial a aquellos/as que van más allá de sus responsabilidades áulicas como es el caso por lejos de Ana y José”.

b) “El efecto que puede lograr un buen profesor en sus alumnos es determinante. Es por ello que la calidad de un sistema escolar es equivalente a la calidad de sus docentes”.

“Pero esencialmente la Cra. María Argentina Gómez Uría, Presidente de la Unión Internacional de la Cooperación Escolar-UICE, nos pinta formidablemente a estos dos docentes”: “En José Yorg y Ana María Ramírez de Yorg he encontrado una vocación cooperativista que, sin desmayos en sus largos trajinar de maestros tierra adentro, ha encontrado una manera de ¨formar¨ para la vida a sus alumnos. Sus experiencias, sus investigaciones, su afán de servicio, su amor por los niños, han enriquecido su enseñanza áulica y el contacto de ésta con el entorno comunitario que rodea la escuela”.

“Estos dos maestros argentinos que vuelcan lo que la vida sana y el estudio constante les ha ofrecido para sembrar, desde los primeros pasos escolares, lo mejor del ser humano, su afán por servir, Formosa, una de las provincias más necesitadas de la Argentina fue la receptora de sus inquietudes. El Ministerio de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Formosa no retaceó su oportuno apoyo creando la ¨Comisión Ejecutora de Cooperativismo y Mutualismo Escolar”.

Así, la disputa política, cultural y educativa del cooperativismo, coadyuvando a imaginar y construir un mundo mejor, ahora y aquí mismo es, entonces, cuando la lucha bondadosa pasa por conquistar reconocimientos.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: José Yorg

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Enfoques cooperativos, Hoy: “Tempranamente comprendí que la neutralidad política del cooperativismo es un error”

Por: José Yorg

«El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los garbanzos, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales». Bertolt Brecht.

“La lucha política del cooperativismo es una lucha noble y bondadosa” J.Y.

Recientemente rememoré, por motivación de una entrevista realizada por un medio comunicacional alternativo, mi concepción sobre el principio cooperativo rochdeliano de “neutralidad política” en

el momento de la fundación de TECNICOOP en que me tocó establecer los lineamientos estratégicos y tácticos de la entidad en el año de 1992  y así tempranamente comprendí que la neutralidad política del cooperativismo es un  error, nunca estuve de acuerdo con la neutralidad política, porque es un error de concepción sobre la naturaleza de las disputas de intereses que se enfrentan en la sociedad y que se resuelven  en el plano político.

Recordemos que la política es una ciencia que explica lo real, lo concreto, de las relaciones en las sociedades y que caracteriza el Estado, el poder, etc., y nos da explicaciones serias sobre el funcionamiento de la realidad para transformarlas que desmontan los discursos políticos de  ficción y entelequia que desdibujan la realidad e ilusionan pero, no resuelven la pobreza.

Por tanto, la despolitización del pueblo, y la instalación de la mentira que lo político se reduce a la actividad de los sectores políticos-partidarios, es una medida para esconder que la política es una herramienta conceptual y procedimental que permite la construcción socio-económica de sociedades de mejor vivir.

Como producto de mis análisis y reflexiones sobre la tendencia política del gobierno de Menen claramente neoliberal concluí que la lucha cooperativa debía sostenerse en la estrategia y táctica política, por eso TECNICOOP acciona en lo educativo, gremial y político, construyendo el cooperativismo del siglo XXI.

Intentamos desde el constructo del Foro del poder político cooperativo Latinoamericano rescatar la perspectiva cooperativa Latinoamericana, social y económicamente, alejada de las conductas empresariales sometidas a la lógica del capitalismo, por medio de la acción política cooperativa, con ello demostramos que la neutralidad política es un error.

En este punto del desarrollo del artículo considero oportuno reiterar conceptos ya publicados pero que adquieren fuerza y actualidad creciente:

La lucha por una sociedad mejor, humanista y con una auténtica democracia es una lucha necesariamente política e ideológica, y por tanto, incluye  a la lucha política e ideológica del cooperativismo que, al igual que otras expresiones políticas y sociales, deberá recuperar su esencia para luego cumplir su rol transformador.

Si, en efecto, existen cooperativas que se desempeñan sin los valores y principios cooperativos, se comportan como empresas que explotan a sus propios miembros, imitan groseramente los parámetros administrativos y de gestión competitivos que las empresas de capitán para deshonra del noble cooperativismo”.

Lo anterior se explica- pero no se absuelve de culpa y cargo-porque en medio de la contienda política-ideológica global, mundial, el cooperativismo, al igual que otras corrientes sociales y partidos políticos fueron colonizados, infiltrados, y desvirtuados en sus doctrinas e idearios en mayor o menor medida, como parte de la derrota cultural que propinó el neoliberalismo.

Y porque además los sectores de poder utilizan un modelo económico y financiero para la precarización del trabajo, de la salud, de la producción del pueblo, utilizan la inflación, y lo más nefasto, el pago  de la deuda ilegal para subyugar al pueblo,  así incrementan sus fabulosas ganancias.

Interpuestos ante una encrucijada de «Cooperativismo o barbarie», la lucha política del cooperativismo es una lucha noble y bondadosa porque sus propósitos implican la construcción de un mundo del buen vivir.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fotografía: Letra P

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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Mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias camino al cooperativismo escolar

“Los seminarios realizados sobre su obra y los enfoques desarrollados sobre su pensamiento han sido puramente laudatorios, acercándose casi de una adoración mesiánica. No hay problematización analítica. Se ignoran las fuentes teóricas que él tuvo como referencia para construir su obra y no se analizan sus aportaciones frente a las nuevas coyunturas del siglo XXI. Lo que se hace es simplemente repetir los lugares comunes de su pensamiento, así como algunos enfoques de las décadas de 1960 y 1970”

Ivonaldo Leite

Se ha desatado un verdadero torrente de acciones para conmemorar los 100 años de Paulo Freire, conmemoración que nos sumamos con entusiasmo por el enorme y valioso legado pedagógico crítico que Freire ha aportado a la humanidad.

A modo de ejemplo del impacto pedagógico trascendente cito que la Universidad Nacional de Tucumán a través de la Facultad de Filosofía y Letras ha convocado al Congreso Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire; “Transitar su legado: un acto de justicia” los días 16 y 17 de septiembre de 2021 que cuenta con destacadas figuras de la educación, como Adriana Puiggrós, entre tantos/as sobresalientes.

De tan importante evento y sus principales justificantes de la fundamentación extraemos dos:

“Desentrañar su legado con ojos y actitud crítica, parados en este presente tan complejo que nos interpela, se constituye en un compromiso ético y político del que tanto nos enseñó en la vastedad de su pensamiento”.

“Las aportaciones de Paulo Freire se abren y nos abren al mundo para la comprensión, el conocimiento de la realidad y la indefectible transformación de ésta, manteniendo la esperanza como la espera activa que nos lleva a trabajar comprometidos con el sujeto social, la praxis, la emancipación, el diálogo, la autonomía, las relaciones de poder y la democracia”.

Así, lo anterior constituye el marco de mis recuerdos de lecturas de Paulo Freire y las experiencias escolares, camino al cooperativismo escolar, camino pedagógico cooperario pretendiendo llenar de cooperación las aulas formoseñas.

Esas lineas anteriores y las reflexiones de los textos de Freire saturaron mi mente de ideas renovadoras y ansioso de llevarlas a la práctica,tal como me encontraba en aquel lejano día de un encuentro en el camino hacia la escuela,sería un cambiante hecho, pero,sin embargo, hoy, evocados se renuevan en vitalidad.

En modo de narrativa docente expongo: En un día caluroso del año de 1983 me dirigía a asumir por primera vez como maestro de grado en la Escuela N° 54 de la localidad Villa Escolar, Departamento de Misión Laishi, de la Provincia de Formosa-Argentina-, y tal como lo adelanté en el párrafo anterior en mi mente estaban las ideas del gran maestro Paulo Freire.

En efecto, en aquel trayecto a recorrer de seis kilómetros de ruta de tierra desde la localidad de Gral. Mancilla hasta la escuela se produjo un encuentro casual significativo y trascendental con la Supervisora Escolar Prof. Lidia Friederich de Acuña, ya que ambos teníamos como punto de llegada la escuela.

La Supervisora Escolar no tardó en hablarme de las bondades del cooperativismo escolar y exponer en contexto la desvinculación existente entre la escuela y las necesidades de los educandos, hijos de pequeños productores; la educación común no es la apropiada en relación a los intereses de las mayorías de los niños, toda vez que la perspectiva de un horizonte promisorio se presenta problemática, también por sus métodos, visibilizan una ruptura del medio social rural y la educación.

Esa práctica educativa necesaria surge de la necesidad de incorporar saberes del cooperativismo escolar dado que los educandos, hijos de labriegos, trabajan muy bien la tierra pero desconocen los aspectos organizativos gremial y empresarial que les permitan superar sus debilidades mercantiles ante el intermediario que menoscaba el precio de sus productos y los mantiene en perpetua debilidad, inermes individualmente.

No obstante aquel primer encuentro y diálogo con mi Supervisora Escolar, en principio me apoyé en las concepciones pedagógicas de Paulo Freire, pero pronto me enfrenté a las contradicciones que descubriría en dicha pedagogía a partir de aspectos maravillosos pero muy teóricos e insuficientes ante la realidad de niños labriegos que llegan tarde al inicio escolar en razón a trabajos en la cosecha de algodón.

Pienso que la propuesta pedagógica del educador brasileño continúa vigente en cuanto que su propuesta asume a la educación, a la alfabetización, al diálogo y a la reflexión, como valiosas herramientas de liberación del hombre. Por tanto, yo no hablaría de abandono de las ideas de Freire.

Sin embargo, no es menos cierto que la clave de la desigualdad social y económica reside en la organización capitalista que se expresa, entre otros, en sus  empresas, que constituyen terrenos de relación capital-trabajo, desventajosa para el sector del trabajo. La empresa cooperativa, por el contrario, fundada y organizada sobre otra concepción, altera esa relación injusta y establece una relación de cooperación, entre iguales y proporcionales, en sus beneficios. Mientras esto no se logre, habrá injusticia social.

La virtud de la pedagogía cooperativa reside-entre muchos-en su instrumento didáctico: La cooperativa escolar.

Ella es en pequeño el medio de transformación del educando y su perspectiva creativa de modificar, alterar, ulteriormente la organización de la economía mercantil en una economía de la cooperación. Este descubrimiento del carácter  pedagógico y didáctico del cooperativismo me llevó a asumir una decisión inapelable con respecto al estudio e investigación pedagógica que dio por resultado la pedagogía cooperaria.

Tal decisión conlleva evidenciar las virtudes pedagógicas y didácticas del cooperativismo escolar en cuanto a su carácter transformador social y económico, puesto que se plantea nada más y nada menos que superar la forma organizativa capitalista de la sociedad, de la empresa y la formación del educando que lo moldea para esa forma de vida. En cambio, el cooperativismo transforma esa lógica, pues se sostiene en la propiedad y distribución equitativa cooperativa que aniquila la desproporción entre el trabajador y el capitalista.

He allí el meollo de la cuestión al hablar de pedagogía transformadora, ello conlleva modificar la organización social y económica capitalista por otra diferente ya que está bajo la concepción humana, reflejada por la empresa cooperativa y las relaciones socio-económicas que ella trastoca, propugna y esparce, insistir en este aspecto nunca será suficiente.

Lo que a su vez significa la superación sobre las metodologías planteadas por los diversos educadores cooperativistas porque éstos emplean la pedagogía liberal aprendidas en los Institutos de Formación docentes y Facultades a la enseñanza del cooperativismo en todos los niveles del sistema educativo oficial, lo que implica, cuanto menos, una contradicción.

Tal análisis y conclusión no es un asunto menor, son indagaciones que dicen mucho de cómo construí la pedagogía cooperaria, estableciendo en realidad una ruptura con la práctica de asimilación pedagógica liberal a la pedagogía cooperativa original, de su génesis.

Para concluir , y en base al hecho de que elegí una cita extraída de un párrafo del artículo “La Educación Popular, Paulo Freire y la “muerte de la dialéctica” del catedrático de Sociología de la Educación, Universidad Federal de Paraíba (UFPB)Brasil, Ivonaldo Leite, para presidir este artículo.

Pienso, precisamente, en otro párrafo de ese importante artículo de  Leite cuando afirma que:

“El método de Freire y su amplia obra configuraron un rico universo de reflexiones acerca de la educación, de la pedagogía y la ética liberadoras. Para Paulo Freire, educar significa, por ejemplo, conocer críticamente la realidad, comprometerse con la utopía de transformarla, formar sujetos de dicho cambio y desarrollar el diálogo. Pero, aunque su método constituía una profunda crítica a las prácticas educativas tradicionales, él también empezó a revelar limitaciones y ambigüedades políticas. Los problemas se referían principalmente al desconocimiento del condicionamiento de la educación por la estructura social y económica, así como a los conflictos de clase. Como consecuencia, la idea de transformar la realidad quedaba convertida en un acto abstracto”. https://rebelion.org/la-educacion-popular-paulo-freire-y-la-muerte-de-la-dialectica/

Un agregado compendiado:

Reconozco y valoro la influencia en mi formación pedagógica Latinoamericanista de Freire, pero resalto que la debilidad fundamental que posee esa pedagogía,como pedagogía contestata
ria a la injusticia social,está en la ausencia de un recurso didáctico orgánico que se desenvuelva en la escuela,se evidencie en la comunidad y genere conciencia subjetiva en cuanto a  posibilidad de modificar organizadamente el estado de necesidad de sectores menos favorecidos, e incidir en la transformación productiva de campesinos y sectores comunitarios, como sí la tiene la educación cooperativa por medio de la cooperativa escolar.

Sin embargo, en mi acción pedagógica e investigadora, me distancio de las prácticas educativas cooperativas tradicionales.Enfatizo la esencia transformadora de la cooperación en las aulas. Asumo abiertamente las dificultades burocráticas en las instituciones educativas e identifico a estas trabas como expresión material ideológica de la influencia liberal en ellas.

Rompí con las prácticas cooperativas bajo el influjo liberal devenido  desde la formación docente en las  instituciones educativas al comprender las distorsiones que infringen a la pedagogía cooperativa genuina por parte de los docentes cooperativos/as que reproducen esa desvirtuación pedagógica y que impiden su pleno desarrollo educativo.

¡Saludos cooperativos!

Fuente: https://rebelion.org/mis-recuerdos-de-lecturas-de-paulo-freire-y-las-experiencias-camino-al-cooperativismo-escolar/

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Enfoques cooperativos; Hoy: La pedagogía cooperaria avanza lentamente, pero avanza.

La pedagogía cooperaria es una corriente  que sostiene que el  proceso enseñanza-aprendizaje en modo alguno es neutral  o prescindente del contexto de una realidad cada día más desigual, humanamente hablando, por el contrario, es contestatario a esa dura realidad.
 
Por José Yorg, el cooperario.

“No puedo entender por qué la gente está asustada con las nuevas ideas. Yo lo estoy de las viejas”, John Cage

“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”. Albert Einstein

“La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas” Erich Fromm

Este artículo pone en tensión  una consideración fundamental, cual es la esencia pedagógica del cooperativismo en tanto se desvincula de la forma tradicional de su enseñanza.

 La pedagogía cooperaria avanza lentamente, pero avanza, en su afirmación en el mundo académico, en el ámbito de la docencia, pero también, gracias a la prensa se instala paulatinamente en el público, en su desarrollo teórico.

 En tanto su constitución  pedagógica, esta corriente reposa en un número de premisas teóricas que tornan diferentes y distanciadas de los abordajes educativos de las tradicionales, a punto tal que son incompatibles, en tanto las formas conservadoras del proceso enseñanza-aprendizaje no impactan tal como se espera de una concepción doctrinaria-histórica nacida al calor contestatario al capitalismo industrial y sus secuelas terribles para la vida.

Otro indicador no menos importante del avance de la pedagogía cooperaria constituye ciertas y determinadas formas de resistencia conservadora hacia ella y que manifiestan algunos/as formadores, de manera enmascarada o disimulada, pero reaccionan negativamente. Confirman así aquello de la recordada expresión “Si los perros ladran, Sancho, es señal que cabalgamos”.

 Así que, si se  teoriza, se indaga correctamente, a partir del análisis que realizaran los Probos Pioneros de Rochdale, al indagar la estructura de esa  sociedad en la que vivían y cuyo resultado fue altamente negativo a la luz de la doctrina socialista,  tal como nos da cuenta Paul  Lambert  en su libro  La doctrina cooperativa, que “La ciencia explica lo real, la doctrina juzga y propone diversos cambios para mejorar lo real”.

“Esta distinción entre ciencia y doctrina no implica preferencia hacia una u otra: ciencia y doctrina son complementarias y tienen una importancia similar para el destino  de los hombres”. Insistimos

¿Qué nos significa la frase de Robert Owen “…para crear un nuevo mundo moral que regenerara a la sociedad y transformara la naturaleza del hombre”?

 Entendemos que la pedagogía cooperativa no puede estar desarmada de una visión crítica y transformadora, emancipadora que “regenerara a la sociedad y transformara la naturaleza del hombre” y lleve a su estadio superior “el hombre y mujer cooperativos”.

 Habla, sin dudas,  de cómo el poder emanado del capitalismo modela la totalidad de la vida y del pensamiento, funcional a él.

Entonces, la concepción pedagógica cooperativa debe promover en la docencia una visión situada desde los valores y principios cooperativos contestatarios, que viabilice una   interacción coherente  entre los Diseños Curriculares de Educación Cooperativa Escolar y Universitaria, la propia docencia y los educandos, y que refuercen también los valores democráticos, instituciones y horizontes políticos modernizantes, trasformadores, y para que ello se concrete se debe también concientizar de que existen diversos  e incluso formas antagónicas de construir  el conocimiento, las maneras de ejercer el poder político.

De allí que la pedagogía cooperaria sea una corriente  que sostiene que el  proceso enseñanza-aprendizaje en modo alguno es neutral  o prescindente del contexto de una realidad cada día más desigual, humanamente hablando, por el contrario, es contestatario a esa dura realidad.

 Por tanto, esta orientación pedagógica  afirma y confirma lo que los Pioneros de Rochdale luego de analizar la realidad tal y cual se les presentaba en manera adversa y perversa, decidieran emprender un proceso de ruptura con el modo de organización capitalista y su forma empresarial que colocaba al trabajador en eterna debilidad en todos los órdenes de la vida.

Estas vivencias y su camino a edificar el cooperativismo como movimiento social y económico a partir de la actividad de la cooperativa, son los asuntos relevantes que invita al pensamiento a posar su atención y descubrir la clave pedagógica y didáctica de tal conglomerado cooperativo, y evidenciar su esencia crítica y emancipadora.

Por tanto, la pedagogía genuina del cooperativismo no puede ser otra que aquella que surja desde las entrañas del cooperativismo y su pensamiento transformador y que sean, no tan sólo interpretadas, sino que sean reflejadas pedagógicamente con exactitud proverbial.

La presencia de una cooperativa en cualquier lugar, barrio, o zona, y que ajuste su conducta empresarial económica y social a los valores y principios cooperativos, promueven cambios de conductas, ello significa su labor educativa, puesto que, donde existe aprendizaje hay cambio de conducta. Esta acción educativa interna de la cooperativa trasciende los muros de la entidad y se traslada al seno de la sociedad logrando simpatía por esas nobles enseñanzas. Estos hechos, ocurridos en los pueblos del interior argentino en época pretérita, dan cuenta de la enorme influencia cooperativa, y  son testimonios irrefutables.

Esos rasgos peculiares de la acción cooperativa deben ser constitutivos esenciales de las características de la pedagogía y didáctica cooperativa. En demasiadas experiencias-más allá de sus resultados-se observan una enojosa inclinación a enseñar cooperativismo bajo los designios liberales.

Y es que en la pedagogía cooperaria la  promoción al cambio social y económico vertebra una educación participativa de los alumnos en ese proceso que pueda y deba transcender la escuela o la universidad.

En términos conceptuales definimos que  la pedagogía cooperaria tiene como finalidad promover la formación del hombre y mujer cooperativo/a, pero además, conmover y transformar el sistema educativo tradicional y que a partir de ello, pueda incentivar transformaciones en la sociedad para que se construya la sociedad cooperativa. Compatible a lo expresado por  Georges Jacob Holyoake  en las páginas de su “Historia de los Pioneros de Rochdale” cuando afirma que “Es el conjunto de circunstancias y el ambiente social lo que hay que modificar”. Es una aspiración que guía la acción cooperativa.

Esta aspiración es fundante en los Probos Pioneros de Rochdale en el año de 1844 en Inglaterra y en plena revolución industrial, expresados entre sus objetivos y planes en los primitivos Estatutos:

 …”en los que además de distribuir los artículos para la vida corriente en un almacén, la cooperativa de consumidores que se pone en marcha, se proponen construir viviendas, fabricar bienes para facilitar el trabajo a los socios desempleados, cultivar tierras con la misma finalidad… y “Tan pronto sea posible, esta sociedad procederá a la organización de las fuerzas de la producción, distribución, educación y gobierno…” (Laws and objects of the Rochdale Society  (Alejandro Martínez Charterina- LAS COOPERATIVAS Y SU ACCIÓN SOBRE LA SOCIEDAD-REVESCO. Revista de Estudios Cooperativos, núm. 117, 2015)

Y finalmente el argumento como principio cooperativo poco difundido, expresado en el libro de Paul Lambert  ya citado, y expresado en el artículo de  Martínez Charterina…“a juicio de Paul Lambert las “aspiraciones de conquista”, que conforman la esencia de la cooperación: “… queriendo… servir a sus miembros y a la colectividad entera, la cooperación tiende a conquistar y transformar la organización económica y social del mundo”. Todo dicho.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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La pedagogía cooperaria es la esencia y proyección del cooperativismo en clave pedagógica.

Por Ana María Ramírez Zarza y José Yorg

“Descubrir la leyes internas y genuinas de la cooperación en función pedagógica constituye en sí misma la comprobación de la cooperación, puesto que otros hombres abrieron el camino en otros tiempos y en otros lugares para ese encuentro.” José Yorg

Asumimos a la Pedagogía en general como una ciencia y como tal, ésta define su objeto de estudio y reflexión en un campo del quehacer social específico cual es la educación.

Por tanto, colateralmente afirmamos que no nos interesa el debate en cuanto a la cuestión  sobre la pedagogía, si ella constituye  o no constituye una ciencia, por cuanto ello nos lleva a un laberinto de disquisiciones y teorías que nadie comprende.

Así, como toda ciencia la pedagogía posee métodos de investigación propios y acordes a su campo social, descubre leyes propias que la informan, posee un arsenal teórico y conceptual que la sustenta.

Repasando lo dicho hasta aquí entendemos a la pedagogía como aquella ciencia cuyo  objeto el estudio es la educación de las personas en la sociedad, y que además posee disciplinas específicas como educación de adultos, de pre-escolares, etc., es decir, “ella concentra su atención en el estudio de la educación como el proceso en su conjunto, especialmente organizado, como la actividad de los pedagogos y educandos, de los que enseñan y los que aprenden, estudia los fines, el contenido, los medios y métodos de la actividad educativa y el carácter de los cambios que sufre el hombre en el curso de la educación”. Jorge Pérez Machado; Alejandro Eliécer Lie concepción; Yamile Torres Retorta-La pedagogía como ciencia de la educación-2009.-

Pero, como toda ciencia, también la Pedagogía es susceptible de influencia filosófica e ideológica del poder político, es decir, se orienta el saber en interes determinado, como de hecho sucede, los Institutos y Universidades de formación docente imparten saberes desde la concepción liberal.

Así entendido el problema que tenemos entre manos, sabemos que el cooperativismo se aparta y contesta la pedagogía a la luz liberal a pesar de que la realidad nos indica que en todas partes se enseña y aprende cooperativismo desde el método liberal. Esa contradicción debe cesar, puesto que son pedagogías con intereses diferentes.

La pedagogía cooperaria busca formar al Hombre cooperativo.Esa peculiaridad implica que la pedagogía cooperaria es la esencia y proyección del cooperativismo en clave pedagógica. Es, en suma, la imagen pedagógica que devuelve el espejo en que se mira la cooperación organizada, imagen en clave pedagógica.

La pedagogía liberal es parcializada,estamentada, pues atomizó los saberes en busca de una supuesta especialización y en consecuencia, genera una mentalidad procesual diferenciada: Matemáticas se separó de Lengua, de quimica, de filosofía,etc. Al momento de pretender  unificar esos saberes dispares, recurre al método llamado multidisciplinario o interdisciplinario.

La pedagogía cooperaria es integral e integradora, teórica y práctica y con ello estimula unas de las funciones cerebral superior, cual es la capacidad de vincular o establecer relaciones diversas.

Baste un ejemplo comprobable tanta veces como se quiera. Su concepción educativa genera un pensamiento integral por tanto, se desarrolla al máximo la función cerebral superior de vinculación:Visitar un huerto escolar con tablones con figuras geométricas,allí conjugan los saberes tales como matemáticas, geometría, física, quimica y botanica, lengua oral y escrita y administrativa,gestión y valores y principios cooperativos en el respeto por la salud, preservación de la naturaleza,etc, dentro de un recurso didáctico sin igual, la cooperativa escolar.

Los ejes centrales de la acción educativa cooperaria son: 1°.-Historia y Doctrina; 2°.-Orgánico-institucional y legal, sobre los que giran y se vinculan las diferentes disciplinas existentes en el proceso enseñanza-aprendizaje.

Al abordarse esta aproximación sobre la pedagogía cooperaria es posible hacer y determinar un campo específico de ella, de su identidad propia, por lo cual nos habilita suficientemente a denominarla así, pedagogía cooperaria.

Hasta aquí estas líneas para conceptualizar la pedagogía cooperaria,entendiendo que sus aspectos tecnico-pedagógico requiere un abordaje específico.

Simultaneamente la pedagogía cooperaria se nutre de una concepción Latinoamericana y funda alianzas estratégicas y tácticas superiores con pensamientos libertarios. Su filosofía pedagógica es situada en un continente demorado en su desarrollo socio-económico,toma posición geopolítica y estratégica.

¿Cuáles son los principios metodológicos que nos permitieron abrir las instancias de la pedagogía cooperaria? El método de análisis y el contenido teórico del enfoque cooperativo de León Schujman. Sólo enumeraremos unos pocos de ellos por la razonable restricción de espacio periodístico:

“El método es el camino que sigue el pensamiento para conocer la realidad. La teoría cooperativa debe ofrecernos un sistema de ideas que permita sustentar un método de análisis que oriente el accionar común. Otro elemento esencial para tener en cuenta en el enfoque cooperativo de la realidad es que el cooperativismo nace y se desarrolla históricamente como un movimiento de cambio y progreso social. Nacido como respuesta crítica a la injusticia social a que condujo el desarrollo del capitalismo y su posterior expresión de la concentración monopólica, su comportamiento ha sido solidario con las causas progresistas de la humanidad.”

“La identidad de los problemas que abordan los países de economía dependiente, subdesarrollados o periféricos, suscita la necesaria solidaridad para abordar las soluciones. La común raíz histórica y el vínculo cultural que une a las naciones de la América Latina, plantea una estrategia concertada. El cooperativismo debe ser parte de esta estrategia.”

“El medio económico social en que la cooperativa se inserta es antagónico a su existencia. Los hombres y mujeres que la integran son producto de ese medio y sufren su permanente influencia. La conducta cooperativa supone un comportamiento no sólo distinto sino también consciente de la necesidad de cambio.”

“Resumiendo: El marco teórico se compone de los principios cooperativos y de las ideas reivindicativas para lograr un comportamiento económico y social más justo y un desarrollo basado en una mayor solidaridad y participación.”

En consecuencia, nuestro enfoque pedagógico cooperario es el reflejo educativo de los valores y principios cooperativos para una nueva conciencia social que permita construir una nueva civilización basada en la relación cooperativa.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Enfoques cooperativos, Hoy: Reflexiones sobre la epistemología de la Educación Cooperativa Escolar y Universitaria.

Por  Ana María Ramírez Zarza-José Yorg.

 

“La transformación sólo puede existir y materializarse a través del acontecimiento y la performatividad, concibiendo a esta última, como la capacidad que las cosas sucedan y se ejecuten de una cierta manera”. Aldo Ocampo González.

“Creo que es necesaria una ruptura epistemológica en la pedagogía cooperativa, una revolución pedagógica para acercarnos a los educandos, aprender de ellos y juntos, colectiva y solidariamente generar el conocimiento”. Mario Schujman.

Nos ilustra con toda crudeza Aldo Ocampo González en su trabajo “Comprensión epistemológica de la Educación Inclusiva: constelaciones, movimientos, encuentros y plasticidades”:

“La comprensión epistemológica de la Educación Inclusiva ha sido un tema omitido e invisibilizado por los investigadores y sus agendas, un tema no discutido con su debida pertinencia en las propuestas políticas y programas de formación del profesorado a nivel de pre y post-graduación –algunos esfuerzos dedicados a pensar su base epistemológica, incurren en el error de recurrir al aplicacionismo epistémico, esto es, el encapsulamiento de sus fuerzas analíticas en los esquemas de pensamiento proporcionados por los principales macro-modelos científicos de la filosofía de la ciencia, invisibilizando la pregunta por la autenticidad de su campo de conocimiento–, producto de un amplio espectro de equívocos de interpretación y aproximación a su objeto”.

No podemos menos que decir que tal párrafo incluye-a nuestro juicio-enteramente a la Educación Cooperativa Escolar y Universitaria y su epistemología, destacando-sin embargo- con fuerza, esfuerzos particulares de académicos y universidades que contribuyen al avance de esta modalidad educativa.

Lo primero que debemos señalar, para reflexionar desde lo epistemológico a la educación cooperativa, es que ella conlleva en sí elementos sociológicos, metodológicos, contenidos, sistema objetivos basado en valores y principios, etc, todos elementos u aspectos claramente a contracorrientes del neoliberalismo. La cooperación como filosofía utópica juzga  a la organización socio-económica capitalista, por tanto, es contestataria a ella, posee un pensamiento situado.

Entonces, si nos ajustamos a la conceptualización sobre epistemología dado por Ignasi Brunet y Antoni Morell (Epistemología y cibernética- 2001) se entiende como “reflexión acerca de lo que las disciplinas científicas están produciendo, trata de evaluar la naturaleza y calidad de su conocimiento científico, la verdad o falsedad de sus teorías o cómo proveen de explicaciones adecuadas o cuál es la estructura formal y conceptual de sus teorías”. En síntesis, “la epistemología es una reflexión sobre la producción de las disciplinas científicas y el conocimiento científico”.

La pedagogía cooperaria es la ciencia que reflexiona y aporta saberes al fenómeno cooperación en acción educativa. La reflexión epistemológica sobre la producción pedagógica cooperaria evidencia lo válido que resulta, toda vez  que el momento histórico que atravesamos bajo la pandemia exige  pensar dónde nos situamos ante el devastador efecto sobre el tejido de las relaciones, el modo en que queremos construir el futuro incluyente, y qué aportamos para esa sociedad que imaginamos mejor.

El sociólogo Boaventura de Sousa Santos plantea las Epistemologías del Sur para pensar. Nosotros coincidimos con Mario Schujman cuando afirma que “es necesaria una ruptura epistemológica en la pedagogía cooperativa”, y es que lo hemos hecho y dicho  muchas veces, en la actualidad la educación cooperativa se procesa bajo lineamientos pedagógicos liberales, aprendidos en los Institutos de formación docente oficial, en contrapuesto a ello hablamos de Pedagogía Cooperaria, reflejo de la cooperación doctrinaria.

Entonces, adherimos fuertemente a la filosofía Latinoamericana de la Cooperación, un pensamiento situado desde un continente demorado en su desarrollo por medio de la dependencia. Desde la posición genética de la cooperación en cuanto a su concepción de emancipación, autonomía e independencia.

Dicho todo lo anterior, el debate que tenemos entre manos es considerar cómo contribuir  a superar una educación claramente  colonizadora del pensar, del conocimiento, y avanzar hacia un pensamiento transformador y emancipador. De allí que no exista-para nosotros- una única epistemología.

¿Cómo abordar desde la pedagogía el proceso de descolonización del saber? ¿Cómo se presenta en la realidad la colonización del saber en los/as educandos/as? Nosotros transitamos una formidable experiencia educativa que engarzó  desde la primaria hasta la Universidad a través del ProDeCoop-Escolar y el ProDeCoop-Universitario, dos programas de educación cooperativa, esa trayectoria fue de mutuo aprendizaje.

La Educación Cooperativa es ante todo un proceso  de reeducación cultural y que naturalmente en virtud a ello, en ese proceso, se le antepone inevitablemente resistencia. Esa resistencia proviene de la arraigada fuerza de la costumbre, del hábito, del individualismo, la mezquindad, del “seguir el camino consuetudinario”, y es en ese preciso instante en que la corteza cerebral y sus funciones superiores son el escenario de una lucha por derrotar  esa resistencia para cambiar, para incorporar  nuevos conceptos, nuevas formas de pensar y actuar, para ello naturalmente debe desechar, lo que hoy llamaríamos, “chips defectuosos”.

Ese proceso reeducativo en los niños y jóvenes no presenta tanta resistencia, el problema son los adultos que experimentan altibajos, retrocesos e incluso enojos, todo proveniente de una cultura tradicional, conservadora y hasta reaccionaria.

El método de estudio y trabajo cooperativo implica   hacer oportuno recurrir al análisis y debate grupal respetuoso, facilitando comprender que el camino trasformador del pensamiento es zigzagueante y no llano.

Y es que la pedagogía cooperaria educa y forma teórica y prácticamente teniendo como eje la relación de cooperación, nutriendo con esos valores las disciplinas o saberes escolares y académicos, en suma, es la concreción de lo que  José Martí afirmó “Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote, es preparar al hombre para la vida”.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Fuente: Portal Otras Voces en Educación

 

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Enfoques cooperativos; Hoy: Construir una pedagogía transformadora que desaloje a la colonización pedagógica unitaria

“Humanamente nos avergüenza decirlo: la educación es actualmente una mera mercancía, cuyo valor va en alza. Lo corroboran  sus contenidos, objetivos y sus métodos de aplicación, cuyos fines y metas no son más que la formación del “hombre económico”, despojado de sensibilidad social”*

 

Y en esa maraña mercantil que nos perturba nos preguntamos ¿es posible acaso una educación sin los valores y principios del noble cooperativismo? ¿No  estaríamos, en tal caso, ante un contrasentido humanístico?”*

 

“Pensamos con  férrea convicción de que educación sin cooperativismo es contrasentido humanístico porque estos rasgos de la educación cooperativa someramente descriptas no se encuentran en la educación común, de allí su estimación pedagógica y didáctica por parte del Estado argentino reflejado en normativas que la declararon de “Alto Interés Nacional” e instauraron su financiamiento genuino y especifico legalmente”. *

 
*Enfoques cooperativos; Hoy: Educación sin cooperativismo: ¿contrasentido humanístico? J.Yorg.

 Establecemos, con todo vigor necesario, que las implicancias pedagógicas colonizadoras que aún perviven en Argentina y en toda Latinoamérica, sin dudas, obturan y retrasan la conciencia social y su avance hacia sociedades de mejor vivir. Sobre estas bases y las argumentaciones que expondremos a continuación constituyen  aproximaciones a la necesidad de construir  una pedagogía transformadora que desaloje a la colonización pedagógica unitaria, y ello implica, entre muchos, una reparación histórica del cooperativismo escolar.

¿Ahora, qué define la concepción y acción de lo “unitario”?

Un breve y necesario repaso: El unitarismo y el centralismo porteño entronca con la historia misma de la Nación Argentina, de los  tiempos de la independencia del Siglo XIX y la disputa desatada contra la otra concepción y acción de los denominados  “Federales”, quienes buscaban la descentralización política y la autonomía de las provincias dentro de la nación.

Los partidarios unitarios  encontraron en las elites de Buenos Aires y de las ciudades que eran capitales provinciales sus sostenedores más fervientes a tal punto que desataron una guerra contra los federales, caudillos rurales del interior argentino.

De tales controversias y vicisitudes, sin embargo, se acuerda la conformación de una República federal…claro en los papeles. Se estableció en Buenos Aires un gobierno nacional que en los hechos fácticos toma  las decisiones, subordinando a los gobiernos provinciales por medio de diferentes dispositivos, por ejemplo, la Coparticipación Federal que tiene “por objeto coordinar la distribución del producido de los tributos impuestos por el Estado Federal, en virtud de una delegación efectuada por las Provincias a la Nación, quien debe recaudar las contribuciones, retener su porción y redistribuir”, método que ha dado lugar en más de una ocasión a disputas legales.   

Como centro de nuestro análisis puesto en este antecedente histórico, muy sintetizado, por cierto, sin embargo, nos permite avanzar y afirmar que no es de extrañar que en tales circunstancias se instalaran procesos educativos neocoloniales pedagógicos aún no desalojado en plenitud.

Darío Pulfer, dice en la  presentación de “La colonización pedagógica” (La yapa) de Arturo Jauretche, que “el interés de UNIPE: Editorial Universitaria, es contribuir a la circulación de conocimiento y la difusión de las diversas tradiciones pedagógicas de nuestro país, favorecer la formación de una conciencia histórica abierta y dinámica que contribuya a pensar de otro modo los problemas y temas que se presentan como nudos críticos de nuestro sistema educativo cuando tenemos serios y renovados desafíos”.

De esas ideas que se expone en el libro rescatamos y subrayamos que Don Arturo  “propone una «línea política que obliga a pensar y dirigir el destino del país en vinculación directa con los intereses de las masas populares, y una afirmación de la soberanía política en la búsqueda de un desarrollo económico no dependiente».

El caso Formosa

Cuando hablamos de modificar la colonización pedagógica unitaria, en concreto, por ejemplo, como caso, nos referimos a la que vino de la mano de una concepción restrictiva para la Provincia de Formosa, Argentina, desde la central del poder porteño, y unitario, catalogándola como territorio con “hipótesis de conflicto” por su situación territorial limítrofe con  Paraguay y Bolivia.

En particular con Paraguay dado el antecedente histórico de la llamada “Guerra de la Triple Alianza” (1865-1870)  de la que Argentina fue parte, y que destruyó aquel Paraguay  industrialista, próspero social y económicamente, basado en una organización política alejada de la expoliación liberal. Formosa, y más territorios, pertenecieron a Paraguay.

Al decir del historiador argentino Felipe Pigna sobre aquel acontecer “La guerra que enfrentó a la Argentina, Brasil y Uruguay contra Paraguay, entre 1865 y 1870, respondió más a los intereses británicos y de acabar con un modelo autónomo de desarrollo como el paraguayo, que podía devenir en un «mal ejemplo» para el resto de América latina, que a los objetivos de unificación nacional y defensa del territorio proclamados por sus promotores”

Y agrega Pigna, nombrando a otro ilustre héroe argentino de aquella época  Alberdi: “Si es verdad que la civilización de este siglo tiene por emblemas las líneas de navegación por vapor, los telégrafos eléctricos, las fundiciones de metales, los astilleros y arsenales, los ferrocarriles, etc., los nuevos misioneros de civilización salidos de Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, San Juan, etc., etc., no sólo no tienen en su hogar esas piezas de civilización para llevar al Paraguay, sino que irían a conocerlas de vista por la primera vez en su vida en el ‘país salvaje’ de su cruzada civilizadora”.

También es importante anotar el hecho de que el propio Gobernador de la Provincia de Formosa, Dr. Gildo Insfrán en su discurso años atrás ante la legislatura expuso que “…en virtud de una defectuosa concepción de la defensa nacional que consideraba como escenario físico de posibles enfrentamientos bélicos con países limítrofes. Esta hipótesis de conflicto restringió todo tipo de inversión en la provincia, lo que en los hechos consagró al río Bermejo como límite norte de la Argentina”.

Queda entonces, de acuerdo a nuestro juicio, iniciar un fuerte y sostenido doble proceso, una de descolonización pedagógica y otra de construcción de la pedagogía libertaria, contestataria y cooperativa, que barra las distorsiones ideológicas y en cambio, promuevan nuevas visiones, que incorporen valores y principios cooperativos y una mirada Latinoamericana libre y justa.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!           

 
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