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Profesores al borde de un ataque de nervios

Por: Carlos Pérez y Rosario Mendía.

Los más de 100 días de educación a distancia empiezan a tener consecuencias en los docentes a nivel nacional. Reportan que entre encuentros de Zoom y mensajes de WhatsApp en las horas más insólitas han empezado a experimentar cuadros de estrés, insomnio, caídas de pelo y problemas cutáneos. Coletazos de una nueva normalidad lejos de las aulas que, por lo menos para ellos, no parece tener mejoría en el corto plazo.


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Francisca es profesora jefe de prebásica en un colegio particular en Lo Barnechea. Hoy realiza 11 clases online a la semana, además de elaborar un cuadernillo, un video con ejercicios, guías para los alumnos, planificaciones semanales e informes para las familias. Normalmente, ella llegaba a las 7:50 a.m. al establecimiento y se iba a las 13:30 horas, menos un día que salía a las 5 p.m. “Ahora puedo estar hasta las dos de la mañana en el computador”, cuenta la docente, quien agrega que la pandemia le dio un giro radical a su rutina. “Quiero renunciar día por medio”, dice, más en serio que en broma.

”El primer mes y medio no dormía nada, de angustia, de no saber cómo funcionan las cosas, de no poder hacer participar a todos los niños, de no alcanzar a hacer las cosas”, confiesa Francisca. En julio, afirma, ya logra conciliar el sueño, pero todavía no descansa: “Me despierto en la mitad de la noche porque pienso, ‘¿agendé bien la clase?, ¿pedí los materiales correctos?’. O se me ocurren ideas, entonces me levanto de la cama y las anoto en post-it”, cuenta.

Testimonios como el de Francisca no son difíciles de encontrar en los establecimientos del país. La mayoría, eso sí, pide anonimato por temor a represalias, algo que se da sobre todo en colegios particulares pagados, donde la amenaza de los apoderados de dejar de pagar la mensualidad, por los cambios en el “servicio” entregado, han hecho que las escuelas les exijan a los docentes duplicar y a veces triplicar las clases en línea para así justificar el cobro.

Una encuesta hecha por el portal Educar Chile, respondida por 1.051 docentes y educadores entre el 19 de mayo y el 5 de junio, reveló que el 23% de ellos asocia la implementación de la educación a distancia con un estrés constante y un 20%, con aumento de presión.

“Mi sensación no es cansancio, es insipidez de sentir que estás haciendo lo mejor y le puedes dedicar toda tu cabeza, pero sientes que igual te quedas a medias”, dice la profesora Teresita Caraccioli.

“Como estado emocional, los profesores en general tienen preocupación y ansiedad”, explica la antropóloga Ana María Raad, exdirectora del portal Educar Chile y hoy al frente de EcosiSTEAM, un programa de la Universidad de Harvard para acelerar el aprendizaje. Para ella, esta realidad se da por la “combinación de rutinas, el aumento de la carga laboral y mucho tiempo de estarse adaptando y reinventándose sin mucha claridad tampoco de cuál es el siguiente paso”.

Teresita Caraccioli es profesora de Biología del Liceo Amanda Labarca, en Vitacura, donde hace clases en seis cursos entre quinto básico y cuarto medio y, también, lleva la jefatura de un segundo medio. Ella además de ser docente es madre de Tomás, de apenas un año, y cuenta que se despierta todos los días a hacer clases y organizar su material mientras su pareja cuida a su hijo. “Cuando uno está con él, el otro está trabajando y cuando el otro está trabajando, uno lo cuida. Y después hay que hacer las cosas de la casa: aseo, lavar la ropa, cambiar las sábanas…”, así dice que se le pasa el día.

Pero a pesar de que la suya es una rutina de locos, cree que el cuerpo no le ha pasado aún la cuenta: “Mi sensación no es cansancio, es insipidez de sentir que estás haciendo lo mejor y le puedes dedicar toda tu cabeza, pero sientes que igual te quedas a medias”.

La culpa

Raúl -quien no se llama así, pero pidió ser identificado con ese nombre- llegó en marzo desde Santiago a trabajar en un colegio subvencionado de Alto Hospicio. Si bien no era su principal motivación para irse de la capital, su nuevo plan de vida consideraba disfrutar de la playa y el clima de Iquique, pero nada fue así. “Pensaba meterme en un deporte playero, pero hoy sólo pensar en bajar a la playa me distrae”, cuenta, y agrega que desde que llegó a esta ciudad sólo pudo pisar un día la arena, un domingo de marzo cuando recién habían comenzado las clases.

“Ha sido muchísimo trabajo, yo diría que el doble o el triple de lo habitual”, opina Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores.

En su establecimiento la mayoría son alumnos de escasos recursos, que muchas veces presentan problemas de conectividad en las clases a distancia. “Me estresa enseñar así, es una pega super de asistente social porque tienes que estar ‘persiguiendo’ a las familias, ya que hay algunas que tienen un montón de problemas. Hay mamás que me dicen que no tienen cómo conectarse a la plataforma del colegio, porque es pagar internet o la luz. ¿Cómo no le voy a decir que no se preocupe por las tareas de su hija?”, reconoce, al reflexionar sobre el escenario que ha extendido sus jornadas de trabajo. “Estoy viviendo con culpa. Cada vez que quiero ver una película ya son las 10 de la noche, pero estoy subiendo algo del colegio”, explica.

Este tipo de reportes han llegado al Colegio de Profesores. Según Mario Aguilar, presidente del organismo, esto sucede porque nadie -ni el Ministerio de Educación ni los sostenedores ni los profesores ni los alumnos-, estaba preparado para la educación a distancia, lo que ha resultado en más trabajo para los docentes. “En los hechos, el profesor trabaja y sigue conectado a veces hasta altas horas de la noche, porque hay familias donde los padres trabajan y en la noche recién pueden consultar, llamar, enviar un WhatsApp o un correo electrónico y hay que responder. Ha sido muchísimo trabajo, yo diría que el doble o el triple de lo habitual”, opina Aguilar.

El dirigente dice que si bien no manejan cifras sobre la incidencia del estrés o de licencias médicas en el profesorado, éstas deberían aumentar en relación con el período anterior a la pandemia. “Preliminarmente, me atrevería a decir que va a haber un alza en las tasas habituales de licencias médicas porque se está reportando muchísimo estrés, agobio, agotamiento y cansancio”, comenta.

Alguien que podría engrosar este registro es Alejandra, guía de salón -algo así como la profesora jefe- en el preescolar de un colegio Montessori del sector oriente de Santiago. Ahí ha debido adaptarse, modificando su metodología de educación a la pantalla y lidiando con padres que reclaman que el trabajo que hace es insuficiente para educar a sus hijos, una dinámica que ha impactado en su salud. “Me ha generado un montón de alergias, me ha dado dermatitis nerviosa, se me empezó a caer el pelo, duermo mal todas las noches y tengo como un cansancio generalizado”, reconoce la docente, quien para contrarrestar estos problemas comenzó a meditar y a hacer rutinas de ejercicios de media hora.

”Creemos que el uso de las tecnologías de teletrabajo va a generar también un compromiso mayor de la salud mental de los profesores”, opina Dante Castillo.

Ella dice que detenerse tampoco es una alternativa, porque de la dirección del colegio le piden atender las solicitudes de los padres sin mucha posibilidad de queja. “Al final tengo la presión de que esto tiene que salir sí o sí porque necesito la pega. Esa es una de las grandes presiones que tenemos hoy los profesores porque nadie puede decirle que no al trabajo”, explica.

Si bien no existen cifras sobre el momento de la salud mental de los profesores, pronto las habrá gracias a un estudio pedido por el Colegio de Profesores y que está realizando el sociólogo y doctor en educación Dante Castillo, director del Centro de Estudios e Investigación Enzo Faletto de la Facultad de Humanidades de la Usach. Ahí medirán dos tipos de expresiones sicosociales en los docentes: la tecnoansiedad -la vinculación emocional con el uso de las tecnologías- y la tecnofatiga -los sentimientos de cansancio y agotamiento mental y cognitivo asociados a su uso-.

Las preguntas se les están haciendo llegar actualmente a profesores de educación básica y media de establecimientos municipalizados, subvencionados y particulares pagados y los resultados que serán publicados durante este mes serán homologables a trabajos que se están haciendo en universidades de España, Francia y Brasil. Castillo cuenta que hizo un estudio preliminar en noviembre del año pasado, en el contexto del estallido social cuando algunos establecimientos debieron recurrir a clases online. Los resultados mostraron que un 11% de los docentes manifestó algún tipo de patología de alta intensidad. O sea, estaba tecnoansioso o tecnofatigado.

”En este nuevo estudio, el porcentaje de profesores con alguna patología va a ser mayor por temas de agotamiento emocional. Creemos que el uso de las tecnologías de teletrabajo va a generar también un compromiso mayor de la salud mental de los profesores”, opina Castillo, y explica que este instrumento lo están pensando para prepararse y adelantar los escenarios para cuando ocurra la vuelta a clases presenciales.

Jorge Poblete, subsecretario de Educación, dice que en el ministerio están periódicamente levantando las inquietudes y preocupaciones de la comunidad educativa. “Los cambios y adaptaciones que han tenido que hacer los profesores durante este período nos han impulsado a realizar diversas iniciativas de contención y apoyo socioemocional para nuestros docentes”, explica.

En ese sentido, destaca que la semana pasada lanzaron la “Bitácora para el Autocuidado Docente”, una herramienta de trabajo personal, voluntario y autónomo para que los profesores puedan desarrollar su propio aprendizaje socioemocional. “Esta herramienta también ayuda a la regulación de las emociones y entrega recomendaciones específicas para trabajar la motivación, la recuperación de energías y, así, avanzar hacia el bienestar socioemocional”, dice Poblete. Esta medida se suma a un ciclo de conferencias online lanzadas hace algunos meses por el ministerio y que están destinadas específicamente al desarrollo socioemocional de todos los actores de la comunidad educativa.

En esa cancha emocional le ha tocado jugar mucho en estos meses a Isabel, profesora de prebásica en un colegio en Cerro Navia, que, además de las actividades académicas, tiene que llamar por rutina una vez a la semana a los apoderados de sus 28 alumnos. “El otro día me llamó una apoderada a las 20:30 horas y yo pensé que era por algo importante porque lloraba y lloraba, pero era para contarme algo nada que ver, sobre un accidente de tránsito”, recuerda la docente y agrega otra “anécdota” sobre lo mismo: “Me pasó con una apoderada que me decía ‘tía, yo estoy super mal emocionalmente, mi hijo me ve mal y él también está estresado’. Ahora me di cuenta de que tengo que estar preguntando cómo está el niño y cómo está él o ella, porque de eso también depende el aprendizaje de mi alumno”.

Para Ana María Raad, esa responsabilidad emocional es otro de los factores que se suma al cansancio de los docentes. “En este momento también se ha potenciado o amplificado ese rol porque también están haciendo de resorte emocional con los niños y de la comunicación con las familias”, afirma la experta.

”Hay muchos papás que dicen ‘para eso te pago, lo mínimo es que hagas algo’… ¿Los colegios? Toman una postura de servicio al cliente, de ‘estamos para servirle’. Las decisiones de aumentar las clases en línea las toman por estos reclamos, jamás se ha hecho una encuesta al profesorado, pero sí a los apoderados”, dice Paula.

Isabel cuenta que no duerme bien, termina de trabajar y a las 19:00 horas empiezan los WhatsApp de los papás que le envían las tareas y muchas veces le piden consejos. Dice que duerme en la pieza que convirtió en una sala de clases y que habla con sus amigos por donde mismo se comunica con los apoderados. “No hay separación de trabajo y vida privada”, se queja.

El cliente siempre tiene la razón

Paula enseña Lenguaje y Ciencias Sociales a niños de segundo y tercero básico en un colegio particular de Las Condes, y tiene claro cuál ha sido su mayor problema en este período: “Me causa una contradicción hacer clases a través de una pantalla; estoy violando mis principios porque sé que no les hace bien a los niños”, dice, y después detalla un trance que han vivido muchos profesores de colegios privados. Cuenta que partieron con dos clases online a la semana, pero los apoderados reclamaron argumentando que no estaban recibiendo un servicio al nivel de lo que pagaban y un día el gerente de finanzas del establecimiento los llamó a una reunión.

”Comparó la situación del colegio con la de Latam. ‘¿Vieron lo que pasó ahí? Nosotros no quisiéramos llegar a algo así’, nos dijo. Fue una especie de amedrentamiento que me pareció super evidente”, recuerda la docente al referirse a una situación que, según afirman algunos profesores, ha ocurrido en varios establecimientos. “Hay muchos papás que dicen ‘para eso te pago, lo mínimo es que hagas algo’… ¿Los colegios? Toman una postura de servicio al cliente, de ‘estamos para servirle’. Las decisiones de aumentar las clases en línea las toman por estos reclamos, jamás se ha hecho una encuesta al profesorado, pero sí a los apoderados. Nadie nos ha preguntado nuestra opinión como expertos en educación sobre tener a niños de tercero básico 45 minutos frente al computador. Pero al cliente sí se le pregunta”, alega Paula.

Desde el Colegio de Profesores, Mario Aguilar dice que se trata de un fenómeno que han visto recurrentemente. “Hay colegios pagados que tratan de mantener la ‘clientela’ o el ‘servicio’, que son dos conceptos que para mí están muy distorsionados respecto de lo que debe ser la educación. Han ejercido muchísima presión hacia el profesorado para que responda mensajes a toda hora y estar poco menos que 24/7 conectado y disponible”, opina.

“Llevamos cuatro meses en este ritmo, después de tener unas vacaciones ridículas que se pusieron cuando no eran necesarias. ¡Las necesito ahora!”, comenta Pilar, profesora.

Esta mirada más economicista de la educación es denunciada por algunos docentes. Francisca -la profesora de un colegio de Lo Barnechea con que partía el artículo-, recuerda que “al principio teníamos cuentas de Zoom gratis y a la media hora se nos cortaba la clase, entonces no alcanzábamos a despedirnos o a explicarles algo a los niños”. Si la clase se acababa sorpresivamente las profesoras enviaban un mensaje a los apoderados pidiendo disculpas y un mensaje de despedida a los niños para que entendieran que se terminaba la clase. Aunque a los receptores, esto no siempre les caía bien. “Las que ponen la cara para todos esos errores somos nosotras. Entonces, nos dicen que las profesoras cortamos las clases, cuando es el colegio el que no es capaz de pagar Zoom; que las profesoras son las que agendan mal las clases, cuando en realidad la plataforma es la que falla; que los niños se aburren porque la rutina es todo el rato igual, cuando el colegio no nos permite hacer más clases u ocupar otras herramientas”, se queja.

Ana María Raad dice que la visión de los educadores en Latinoamérica es bastante distinta a la del mundo anglosajón y al europeo. “Ahí tienen un reconocimiento, una admiración y una valoración de la profesión de los docentes. Aquí estamos acostumbrados a tener una relación más bien de exigencia de servicios educativos y muy poca comprensión del rol del profesor”, explica.

Ante esta presión han surgido iniciativas como la campaña #RecesoPedagógico, iniciada desde organizaciones de docentes, con el argumento de que las vacaciones de invierno que fueron adelantadas por el Ministerio de Educación y que se extendieron entre el 13 y el 24 de abril no sirvieron para aplacar el cansancio de los docentes.

Una de las que plantea eso es Pilar, profesora de Arte en un colegio de Las Condes. “Llevamos cuatro meses en este ritmo, después de tener unas vacaciones ridículas que se pusieron cuando no eran necesarias. ¡Las necesito ahora! En otros colegios van a dar semanas, pero sin avisarles a los papás porque si no, van a alegar. Ojalá que este artículo remueva el alma de las personas y digan: ‘es que se lo merecen’”, exhorta la docente.

“Hay que darle certidumbre al sistema. Tanta incertidumbre es parte del agotamiento, porque no se sabe si se vuelve o no; eso genera un estrés adicional muy fuerte”, opina Aguilar.

Según Raad, este cansancio del profesorado es una realidad mundial, tal como lo reportó un estudio hecho por la Universidad de Harvard con la OCDE que dio cuenta de profesores sobrepasados en distintos países. “No hay una disposición ministerial respecto a las vacaciones y hoy hay colegios que han decidido entregar unos días y otros que no lo han hecho, pero ahí no tengo una respuesta oficial. Lo que sí está clarísimo es que se requiere por lo menos un tiempo de descanso, no sólo para los niños, sino para los profesores. Eso es transversal a los colegios privados y públicos, porque cuando se tomó la decisión de adelantar las vacaciones de invierno no se veía este escenario en julio”, opina la antropóloga.

En ese sentido, desde el Colegio de Profesores explican que ya le hicieron una petición formal al Ministerio de Educación para que se concrete un receso durante este mes. El subsecretario Poblete afirma que “los establecimientos educacionales tienen la posibilidad, dentro de un marco flexible, de adecuar sus actividades durante el período de cuarentena. Esto podría significar, por ejemplo, un cambio de actividades, jornadas de reflexión del cuerpo docente, actividades de contención socioemocional, entre otras”.

Raad dice que hay una expectativa de que se dé una señal más formal o institucional con respecto a las vacaciones de invierno, “aunque eso signifique que el año escolar va a durar más tiempo, pero en realidad se recomienda llegar a puerto en buenas condiciones que hacerlo todos reventados”. Aguilar alude a otra razón importante para una nueva detención de las clases: disminuir la incertidumbre. “Hay que darle certidumbre al sistema. Tanta incertidumbre es parte del agotamiento, porque no se sabe si se vuelve o no; eso genera un estrés adicional muy fuerte”, comenta el presidente del Colegio de Profesores.

Un agotamiento al que no se acostumbran los docentes y que algunos aseguran les ha dejado un “trauma”. Pilar -la profesora de Arte de un colegio de Las Condes- cuenta que a pesar de los vaivenes que han tenido en los últimos meses aún tienen formas de distraerse. En su caso se reúne virtualmente algunas noches con otras docentes a través de videollamada, un canal que no a todas les gusta: “Tengo una amiga que es del grupo y siempre le aviso que nos vamos a juntar por Zoom, pero me responde ‘llevo 12 horas frente a la pantalla, por favor no hagamos un encuentro por ahí… no quiero saber de Zoom ni de Meet ni de nada’. Así estamos”.

Fuente del artículo: https://www.latercera.com/tendencias/noticia/profesores-al-borde-de-un-ataque-de-nervios/TC4ZS5LEVZBO5A7FVR7KH6AOVM/

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Venezuela iniciará nuevo año escolar en septiembre y desde casa

América del Sur/ Venezuela/ 14.07.2020/ Fuente: www.telesurtv.net.

 

Se aplicará el programa «Cada familia, una escuela» que prioriza el uso de la tecnología para el aprendizaje desde el hogar.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este jueves que el nuevo curso escolar 2020-2021 iniciará el próximo 16 de septiembre con la modalidad Cada familia, una escuela, programa implementado en el país para culminar el período lectivo en medio de las complejidades que impuso para el sistema educativo la pandemia de la Covid-19.

«El 16 de septiembre del año 2020 arranca en Venezuela el año escolar 2020-2021 en la modalidad de Cada familia, una escuela, con distanciamiento social. Venezuela va a aplicar modalidades tecnológicas para el nuevo año escolar hasta nuevo aviso para cuidar la salud de nuestro niños, de nuestra juventud, de nuestro maestros», anunció el presidente.

El alto dignatario encabezó en esta jornada el balance de las actividades escolares y académicas 2019-2020, en el que ponderó el éxito del «Programa Cada familia, una escuela»,  que se ha aplicado con éxito en la nación durante la pandemia.

“Estamos visualizando el nuevo año escolar en tiempos de pandemia. Hemos mantenido el Programa Cada Familia una Escuela y estamos felizmente culminando el año escolar 2019-2020”, destacó.

Igualmente, resaltó que dicho programa abarcó todos los niveles de enseñanza, con el propósito de mantener el proceso educativo en todos los municipios, parroquias y provincias del país en medio de la pandemia.

Por su parte, el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, afirmó que el país ha tenido un año escolar exitoso,  y que del 1 al 10 de julio se ha realizado el proceso evaluativo de la educación primaria. «La educación inicial, primaria y especial el día de mañana deben cerrar sus procesos de evaluación», detalló.

El jefe de Estado también felicitó a más de 1 millón de los graduandos venezolanos que lograron culminar sus estudios a través de la tecnología en medio de las complejidades por la pandemia de la Covid-19.

Luego, enfatizó en la importancia de perfeccionar el Programa Cada familia una escuela,  a partir de las experiencias compartidas, y contribuir a reforzar los conocimientos en los estudiantes. “Ha sido totalmente un éxito la modalidad de Cada Familia Una Escuela, debemos perfeccionarla a todo nivel”, instruyó.

Durante el balance educativo de esta jornada, trascendió que fueron cumplidos los contenidos y programas pedagógicos, en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo, garantizando el derecho a la educación de calidad, pertinente y liberadora, en el contexto de las dificultades por la Covid-19.

“El virus existe, llega a cualquiera, hay que cuidarse. Vamos a cuidarnos”, exhortó el mandatario nacional NicolasMaduro  al tiempo que reiteró la importancia de usar los métodos de prevención para combatir el COVID-19.

En cadena nacional, el presidente, además, se refirió a la necesidad de aprovechar las potencialidades del acceso a Internet para compartir el conocimiento, ya que la situación epidemiológica impone actuar con cautela con respecto al retorno de los estudiantes a las clases presenciales.  “Vamos a hacer un poderoso movimiento de las redes sociales en función de la educación, en función de la cultura”, ordenó.

Educación Superior

El ministro de Educación Universitaria, César Trompiz, informó igualmente que del 13 al 23 de julio se autorizará  la entrega de títulos para los graduados de ese nivel de enseñana mediante las secretarías de las universidades.

Trompiz precisó que este año se graduaron en el país 70.944 profesionales tanto de la educación pública, como de la educación privada, mientras que en el Sistema Nacional de Ingreso ya se han inscrito un total de 346. 562 estudiantes, lo que representa un 92 por ciento de la meta de inclusión para el año 2020.

“Venezuela se está construyendo, el sistema educativo es una de las columnas vitales, y fíjense ustedes el sistema de ingreso a las universidades del país está funcionando en medio de la pandemia”, destacó por su parte, el presidente.

Asimismo, significó que en medio de la pandemia, se sigue construyendo desde el acceso a la educación, el país y la Patria. “Es importante avanzar al máximo en el acceso educativo, en la calidad educativa, en la transformación de esa juventud en grandes profesionales y técnicos del futuro comprometidos con el país”, instó.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/venezuela-iniciara-ano-nuevo-escolar-septiembre-desde-casa-20200709-0044.html

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Decisiones vitales para transformar la educación del mañana

 

Por: Audrey Azoulay.

Cuando la Unesco anunció que 1.500 millones de alumnos —más del 90% de ellos— no podían ir a la escuela o a la Universidad porque estaban cerradas a causa de la covid-19, el dato provocó conmoción en todo el mundo. Estas cifras nos afectaron profundamente a todos, porque hacían realidad algo hasta entonces impensable: un mundo sin escuelas.

Este trauma compartido nos hizo a todos tomar conciencia de que la educación es un bien común mundial. Una sociedad sin escuela y sin aprendizaje, o con una enseñanza en condiciones muy degradadas, está destinada al abandono social, ético y económico. El derecho a la educación debe defenderse firmemente, asumiendo todas las consecuencias que ello conlleva.

A este respecto, la comunidad internacional tiene una responsabilidad colectiva que debe manifestarse, en primer lugar, en un incremento de la inversión en educación. La Unesco estima que, incluso si los países mantuvieran el porcentaje actual de inversión pública en educación respecto al PIB, los recursos disponibles para el sector educativo se reducirían en 210.000 millones de dólares en 2020 debido al impacto económico de la covid-19, y es probable que esta estimación empeore. Por tanto, es necesario aumentar tanto la proporción de la ayuda mundial destinada a la educación como los recursos asignados al sector educativo en los presupuestos nacionales.

La crisis de la covid-19 nos recuerda también la omnipresencia de unas desigualdades estructurales que se han agudizado durante la pandemia, entre países, pero también dentro de cada uno de los países, sin excepción. Es un hecho que las poblaciones más vulnerables, como las personas con discapacidad, los refugiados y los desplazados, los más pobres, los jóvenes y las niñas son quienes tienen más dificultad para acceder a la educación; incluso cuando tienen acceso, a menudo se encuentran en situaciones de marginación, en particular debido a la estigmatización.

Así, hemos podido comprobar que la educación a distancia a través de Internet no puede ser una panacea en la actualidad, cuando en el África subsahariana solo el 18% de los alumnos disponen de conexión en su casa (frente al 57% a escala mundial).

Por tanto, nuestro esfuerzo mundial en materia de educación debe tener por objeto la reducción de todas esas desigualdades, en particular aplicando medidas concretas para que la educación sea más inclusiva. Ahora que los centros educativos van abriendo sus puertas en muchos países, se debe prestar especial atención a que las niñas y jóvenes vuelvan a la escuela o a la Universidad.

¿Cómo esperar que la escuela sea el principal vehículo para reducir las desigualdades sociales y económicas o para construir la ciudadanía del futuro si es en sí misma un lugar lleno de desigualdades?

Por último, la pandemia nos ha llevado a todos —alumnos, docentes, sindicatos, padres, Administraciones, sociedad civil— a replantear los fundamentos de la educación. ¿Qué papel puede desempeñar la educación a distancia o por Internet? ¿Qué relación se ha de establecer entre los distintos protagonistas del proceso de aprendizaje? ¿Cuáles son los valores y principios sobre los que debe construirse la educación del mañana?

Esa es precisamente la finalidad de la iniciativa Futuros de la Educación de la Unesco: pensar cómo debería ser la educación en 2050 y más allá. La Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación, compuesta por personalidades de diversos horizontes, ya ha iniciado su trabajo de reflexión y presenta ya nueve ejes en los que se pueden aplicar medidas muy rápidamente. No obstante, se trata de una labor a largo plazo que se nutrirá del diálogo y el debate con los jóvenes, los agentes del mundo de la educación y, más ampliamente, la ciudadanía de todo el mundo. Por eso, queremos que cada persona se sienta invitada a participar en este diálogo mundial.

Nos encontramos en una encrucijada. Ha llegado el momento de actuar colectivamente por el bien común mundial que es la educación. De forma inmediata, aumentando la inversión y luchando contra las desigualdades; y, a medio plazo, reflexionando juntos sobre el futuro de la educación. Convirtamos la crisis de la covid-19 en una toma de conciencia colectiva sobre la importancia de los bienes comunes fundamentales como la salud o la educación.

Fuente del artículo: https://elpais.com/educacion/2020-06-30/decisiones-vitales-para-transformar-la-educacion-del-manana.html
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Toni Bernabeu: “La tecnología ha llegado a las aulas para quedarse”

Por: Educación 3.0.

 

Conscientes de que la COVID-19 va a cambiar también la forma de relacionarse en el aula, Newline ha querido conocer de la mano de Toni Bernabeu, profesor de Primaria en la región de Murcia, cuál será el futuro del sector educativo.

Pregunta: ¿Crees que el virus va a suponer un antes y un después en el uso de las nuevas tecnologías en el aula?

Respuesta: Esta situación ha servido para, por un lado, hacernos ver la realidad de nuestra educación y de nuestros centros educativos respecto al uso de las TIC. Y, por otro, ha servido de ‘estímulo’ para que muchos docentes que no veían la tecnología como una herramienta eficaz en sus clases descubran que sí lo es.

P: En este nuevo modelo educativo en el que se prevé que sea necesario la convivencia de la formación presencial y la online, ¿cómo crees que las pantallas interactivas podrían ayudar a los profesores a afrontar su tarea?

R: Las pantallas interactivas podrán acercar al alumnado a la escuela y, dependiendo de cómo se gestione la vuelta a la ‘normalidad’ en los centros, servirán de puente con los alumnos que tengan que estar en casa. Si finalmente todos volvemos a las aulas (como es el deseo de alumnos, maestros y familias), seguirá siendo, en mi opinión, una herramienta imprescindible en el día a día y que nos ayudará en el proceso de aprendizaje.

Newline - una niña trabaja online con un ordenador

P: Los estudiantes son nativos digitales, ¿consideras que su pericia en el ámbito tecnológico y digital está ayudando a que puedan seguir las clases a distancia de la forma más rutinaria posible?

“Es muy habitual que un estudiante de Primaria no sepa enviar correctamente un email, adjuntar un archivo o crear una presentación”

R: Nuestros estudiantes son nativos digitales porque están rodeados de tecnología desde muy pequeños, aunque eso no implica que sepan gestionar lo digital correctamente. Es muy habitual que un estudiante de Primaria no sepa enviar correctamente un email, adjuntar un archivo o crear una presentación. Lo que sí tienen es un ‘miedo cero’ a usar todo lo digital, lo que facilita enormemente su avance y permite que en muy poco tiempo consigan conocer y dominar multitud de herramientas digitales.

Pero, lo más importante es educarlos y guiarlos en un uso cívico y adecuado de todas esas herramientas, así como mostrarles la forma adecuada de buscar información en Internet, por ejemplo. En mi caso, el hecho de que ya estuviéramos trabajando con herramientas digitales y en un entorno digital ha favorecido mucho nuestras clases a distancia.

“Lo más importante es educarlos y guiarlos en un uso cívico y adecuado de todas esas herramientas”

P: Estás acostumbrado a utilizar soluciones interactivas ¿consideras que eso ha supuesto una ventaja para afrontar la docencia a distancia?

R: Sin duda, el uso de ciertas herramientas interactivas que consiguen un feedback inmediato y que promueven el trabajo cooperativo, como las pantallas, ha sido crucial durante este periodo. Cuando volvamos a las aulas seguiremos usando y aprovechando todo el potencial que aporta lo tecnológico en nuestra forma de enseñar y aprender. Como he dicho anteriormente, la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse y ese es uno de los aspectos positivos (de los pocos) de esta situación.

“La tecnología ha llegado a las aulas para quedarse y ese es uno de los aspectos positivos (de los pocos) de esta situación”

P: ¿Cuáles son los retos a los que se está enfrentando el sector educativo en España debido a la actual situación?

R: Esta situación nos ha mostrado abiertamente y en toda su crudeza cuáles son algunas de nuestras debilidades (estructurales, materiales, metodológicos) y nos ha exigido tomar decisiones que se habían ido dilatando y que ahora, de una forma precipitada y caótica, hemos tenido que implementar. Como decimos en Educación, hay que aprender de los errores y tomar buena nota de cuáles son los cambios que nos ayudarán a dar un salto hacia adelante en una nueva forma de educación, más competencial, emocional y vivencial, y dejar atrás lo meramente memorístico y pasivo.

Espero que entre todos: políticos, docentes, familias… sociedad en general, saquemos un aprendizaje positivo de esta situación y nos sirva para seguir creciendo y mejorando nuestra labor.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/tecnologia-aulas-para-quedarse/

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¿Qué pasará con los estudiantes extranjeros amenazados de deportación en EE.UU.?

América del Norte/ EEUU/ 14.07.2020/ Fuente: www.semana.com.

 

La preocupación aumenta entre decenas de miles de estudiantes extranjeros en Estados Unidos amenazados de deportación por el gobierno estadounidense si no regresan a clases presenciales, cuando siguen creciendo los casos y muertes por coronavirus en el país.

Solo en las universidades públicas de California, que anunciaron cursos virtuales a partir de septiembre, cuando comienza el primer semestre del año académico, hay más de 40.000 estudiantes extranjeros. En Harvard, que suspendió los cursos presenciales por todo el año, son unos 5.000.

El lunes la policía migratoria estadounidense (ICE) anunció la revocatoria de las visas de estudiantes universitarios que no tengan cursos presenciales.

Los estudiantes extranjeros se convirtieron así en víctimas colaterales de la pulseada del presidente estadounidense, Donald Trump, para forzar la reapertura de todas las escuelas y universidades del país, a pesar de que la pandemia está lejos de estar controlada y ha dejado desde marzo casi tres millones de casos y más de 131.000 muertes.

La Universidad de Harvard y el MIT pidieron el miércoles a la justicia que bloquee la decisión «arbitraria y caprichosa» del gobierno. «Llegó sin aviso, y su crueldad solo es superada por su irresponsabilidad», dijo el presidente de Harvard, Lawrence Bacow.

«Podría verme afectado si no proponen cursos en persona», se inquieta Taimoor, estudiante paquistaní de 25 años en la universidad pública Cal State de Los Ángeles.

«Estoy preocupado, podría cambiar mi futuro y mis proyectos», confesó.

Un estudiante indio inscripto en una maestría en una gran universidad de Texas explica que pensaba seguir cursos en línea este otoño para evitar contagiarse la enfermedad covid-19. Ya tuvo cursos virtuales en el último semestre. Pero ahora se ve obligado a regresar físicamente a la universidad para no perder su visado.

«El costo del tratamiento en el hospital (en caso de hospitalización si se contagia el coronavirus) es mucho más alto que en mi país», señala este joven que pidió el anonimato y tiene 25 años. «Así que tengo miedo».

«Hablo con mucha gente que está realmente atemorizada», añadió. «Estamos solos en un país extranjero. No tengo a nadie que me cuide» en caso de enfermedad, afirmó.

Otra estudiante india que cursa una maestría en ingeniería electrónica en una gran universidad de Arizona, otro foco de la epidemia, también tiene temor.

Sabe que deberá regresar al campus para terminar sus trabajos de investigación y garantizar su puesto de tutora de estudiantes más jóvenes, a pesar de que «parece muy difícil controlar la propagación del virus en un campus tan poblado».

La mayoría de las universidades estadounidenses (84%, según el sitio Chronicle of Higher Education) se orientan hacia una fórmula en persona o híbrida, que combina cursos virtuales y enseñanza en el campus, lo cual permitiría a los estudiantes evitar la deportación con la cual les amenaza el gobierno Trump.

Algunas, como la Universidad del Sur de California (USC), que al inicio anunció que casi todos los cursos serían en línea, estudian ofrecer más cursos presenciales.

 «Injusto»

Pero muchos temen un resurgimiento de la pandemia en el otoño boreal. Esto obligaría a los establecimientos a regresar a la enseñanza virtual, y a los estudiantes extranjeros a dejar el país.

El gobierno «no puede controlar el virus. Esto puede terminar mal», opinó la futura ingeniera india.

Dijo que hasta acabe el semestre de otoño vivirá «en un estado de inquietud permanente». «Invertí tres años de mi vida y trabajé duro para obtener este diploma. Si mi visa es revocada, sería terrible», afirmó.

El número de estudiantes extranjeros en Estados Unidos se duplicó en 15 años, y desde 2015 está estable en cerca de un millón, según el Instituto de Educación Internacional (IEE).

El costo prohibitivo de la mayoría de las universidades estadounidenses, el aumento de universidades competidoras, sobre todo en Europa, y la política migratgoria de Trump han tornado a Estados Unidos en un país menos atractivo para estudiar.

Las recientes decisiones «corren el riesgo de debilitar una de las mayores ventajas de Estados Unidos, su sistema educativo, el mejor del mundo» para los estudios superiores, advierte Aaron Reichlin-Melnick, del Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC por sus siglas en inglés).

Hasta ahora, la futura ingeniera que estudia en Arizona quería quedarse en Estados Unidos para hacer un doctorado, y quizás incluso más. Pero hoy duda debido «al trato a los inmigrantes y las personas con visados temporarios por parte del gobierno».

Fuente de la noticia: https://www.semana.com/educacion/articulo/que-pasara-con-los-estudiantes-extranjeros-amenazados-de-deportacion-en-eeuu/685215

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Paraguay: Estudiantes y docentes, en movilización permanente contra recortes

América del Sur/ Paraguay/ 14.07.2020/ Fuente: www.ultimahora.com.

Gremios de estudiantes secundarios, universitarios, docentes y funcionarios de educación se declaran en estado de movilización permanente contra recortes y en defensa de la educación pública.

Diferentes gremios de estudiantes, docentes y funcionarios se declararon en movilización permanente para defender el presupuesto de educación pública ante cualquier tipo de recortes, como también para exigir mayor inversión en el sector y defender una educación pública, gratuita y de calidad.

Desde el Frente Nacional en Defensa de la Educación Pública emitieron un comunicado en el que piden que la educación no pague la crisis de la pandemia del coronavirus (Covid-19).

Así también, mencionan que todo el sector se congregó como respuesta a las políticas de ajuste económico y recorte presupuestario del Gobierno Nacional, que afectará a toda la comunidad educativa.

Asimismo, señalan que a raíz de la pandemia del coronavirus las autoridades se vieron obligadas a replantearse las políticas de Estado, pero no se considera la problemática en educación y, por el contrario, se realizan recortes cuando que el sector pide mayor inversión.

«Esta crisis no la puede cargar el sector educativo, menos aún cuando los sectores económicos más privilegiados no han aportado absolutamente nada para enfrentar la crisis. Mientras el Gobierno Nacional priorice el pago de las deudas con más deudas, al tiempo que desfinancia la educación y la salud de nuestro pueblo, la crisis no podrá ser superada», exponen.

Entre tanto, refieren que la pandemia deja en evidencia la crisis del modelo educativo vigente y la necesidad de discutir la construcción de uno nuevo y que tenga participación democrática de todos los sectores de la educación.

«La brecha digital existente en educación escolar básica, media y superior, los inminentes recortes a las becas de las universidades públicas y el pago de aranceles que no ha cesado a pesar del difícil contexto en que estamos, ha obligado a la deserción de una cantidad alarmante de estudiantes», sostienen.

Entre otras cosas, manifiestan que la falta de cumplimiento del acuerdo firmado para la instalación de la carrera docente y el salario básico profesional por parte del Gobierno deja de lado el cumplimiento con el magisterio hasta este momento.

«De la misma manera que hace 44 años, no existe crecimiento vegetativo natural en el sector administrativo del MEC. Esto es el reflejo de un plan para la educación que no sirve», detallan.

Finalmente, alegan la ausencia del Estado en las necesidades educativas como la política alimentaria, vislumbra las fallas de un modelo educativo que ya está obsoleto y que no se considera un gasto, una inversión estratégica a corto, mediano y largo plazo.

Fuente de la noticia: https://www.ultimahora.com/estudiantes-y-docentes-movilizacion-permanente-contra-recortes-n2894405.html

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España: Los directores, «desesperados» ante la falta de directrices para el curso escolar

Europa/España/12-07-2020/Autora: Eva Fanjul/Fuente: www.elcomercio.es

Sindicatos y equipos directivos critican «el silencio» del Principado y advierten de que «no queda tiempo» para acordar las medidas.

La incertidumbre empieza a hacer estragos en el sector educativo asturiano. A menos de dos meses del inicio del nuevo curso y con vacaciones de por medio, sigue sin conocerse el plan del Principado para el próximo periodo lectivo. Los equipos directivos de muchos centros educativos se confiesan «desesperados» ante el silencio institucional, la falta de directrices y los fallos del sistema de gestión GICE. «Un silencio que preocupa». La frase, de Dolores Fernández, directora del Colegio Público Asturias, de Gijón, resume el sentir de los directores y docentes asturianos. Están preocupados, agobiados, nerviosos. Y no es para menos. «Hay silencio respecto a los grupos, silencio sobre los desdobles, silencio sobre las plantillas…», lamenta Fernández. Un silencio al que ellos deben adelantarse e intentar dar soluciones, porque se agota el tiempo. Cabe recordar que la última semana de julio se tramitarán las matriculaciones.

«Tengo que organizar un colegio con 640 niños», explica Yolanda Fueyo, directora del colegio Jovellanos. Y tiene que hacerlo sin información. «Parece que la idea es que los niños no salgan de clase, pero que sí haya especialistas. Y parece que no han pensado en que cada niño elige sus especialidades y las combinaciones no permiten grupos que no se vayan a poder dividir». Y poder organizarlo «va a llevar tiempo».

No saben a quién preguntar, dónde dirigirse. Han llamado y escrito a la Consejería de Educación, a los sindicatos, a todo el que pudiera tener algo de información. Pero nada. Siguen «esperando», reconoce César Suárez, director del IES Montevil, al tiempo que intentan tranquilizar a las familias, preocupadas por cómo se va a desarrollar el curso.

El presidente de Escuelas Católicas de Asturias, Simón Cortina, es más crítico. Asegura que la consejería «sabe que es imposible organizar aulas de 15 alumnos», que le resulta «confuso y extraño e incluso improvisado» por los pocos datos que se han ido conociendo. De confirmarse esa ratio, solo en su centro, el Codema en Gijón, necesitaría 18 aulas más y también 18 docentes. «¿Y el dinero para contratar a todos esos nuevos profesores?», se pregunta Cortina.

«Este retraso no es de recibo»

Los sindicatos docentes se impacientan. Insisten en la urgencia de acordar las medidas a tomar. El borrador con las propuestas de Educación podría llegar el próximo lunes. «Tarde, muy tarde», asegura Borja Llorente, secretario general de Enseñanza de CC OO Asturias. Después, quedará analizar el documento y debatirlo en la mesa sectorial, aún sin convocar. «No es de recibo. Quedan 20 días hábiles para dejarlo todo planificado», reprocha. Suatea espera que el nuevo director general de Personal Docente, José Manuel López «ayude a desatascar la situación». Aunque duda de que lo logre en el seno de «un equipo que se caracteriza por ir siempre con retraso», afirma Tino Brugos.

La pandemia impone hacer frente a dos escenarios educativos: uno presencial, por el que todos apuestan, y otro telemático, en caso de rebrote. Para ello, los sindicatos insisten en garantizar la seguridad, establecer una ratio de 15 alumnos por aula, reforzar las plantillas docentes y dotar de recursos tecnológicos a los centros. Cuestiones «inviables» sin un presupuesto suficiente. «Barbón debe presionar para obtener fondos. La educación no es un gasto es una inversión», insiste Maximina Fernández, secretaria general de Enseñanza de UGT. el presidente de ANPE, Gumersindo Rodríguez acusa a la Consejería de «inoperancia» y alerta de que el estrés está afectando a los equipos directivos. «Muchos están desesperados, no pueden dormir». Entre los problemas que los acucian los fallos del sistema de gestión GICE, que «les impide cerrar las cuentas de 2019 y preparar las de 2020». Directores «a los que nadie contesta cuando piden ayuda», afirma.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/directores-desesperados-ante-falta-directrices-curso-escolar-20200711000545-ntvo.html

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