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Los peligros de la educación online para la privacidad de los alumnos

Por: Educación 3.0

Estos son los principales peligros que pueden surgir por el uso inadecuado de Internet y aplicaciones gratuitas en el aula y en el ámbito educativo. Nos lo explica Juan Quintanilla, director general de Syntonize.

La situación que vivimos en el sector educativo desde marzo del año pasado ha supuesto importantes desafíos para padres (conciliando en casa), maestros (transformando los métodos de enseñanza) y escolares (aprendiendo y experimentando sin compañeros). Pero, sin duda, uno de los factores más controvertidos en este tiempo ha sido el excesivo peso que se está dando a la tecnología en este modelo.

Se ha hablado mucho durante estos meses del teletrabajo y sobre los desafíos que comporta para la productividad y la ciberseguridad, pero la realidad es que la mayoría de las empresas, cada una en su medida, está preparada para afrontar este reto sin problemas. Sin embargo, cuando miramos a los colegios, la realidad es muy diferente. No sólo porque como instituciones no cuenten con las infraestructuras necesarias sino, y sobre todo, porque los más jóvenes no son del todo conscientes de los peligros que entraña un uso inadecuado de la tecnología.

Normativa de la Unión Europea en privacidad de los alumnos

En primer lugar, es importante ser consciente de las aplicaciones que proponen los colegios para la educación remota. No todas las herramientas cumplen con las regulaciones de seguridad necesarias para salvaguardar la privacidad de los alumnos; por ello, es importante confiar solamente en fabricantes conocidos. Muchos centros han elegido plataformas gratuitas, como pueden ser Google, Microsoft o Zoom, aunque esto también puede suponer un problema.

El Tribunal de Justicia de la UE, en sentencia del 16 de julio, advierte a los centros educativos de que deben abstenerse de utilizar aplicaciones cuyo prestador de servicios tenga su sede social en EEUU al menos hasta que se garantice la protección adecuada de los datos de los alumnos. De hecho, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha prohibido expresamente el uso de estas aplicaciones en los colegios públicos y concertados de la región.

privacidad de los alumnos en Internet

Aplicaciones seguras en el aula

Antes de elegir otras aplicaciones más concretas, es importante también que desde la escuela se lean los términos de servicio y las políticas de seguridad y que se compruebe si están admitidas o recomendadas por las autoridades. En este sentido, precisamente la legislación estadounidense se encuentra bastante avanzada que la europea, y leyes como FERPA o COPPA suelen certificar a las aplicaciones más comunes y que cumplen los criterios de privacidad de los alumnos y protección de la infancia.

Una vez elegidas las aplicaciones idóneas para el trabajo con el alumnado, es importante que el propio colegio establezca sus propias reglas de protección de datos, tanto para almacenar documentos (incluidos exámenes o expedientes), como para permitir las conexiones hacia las infraestructuras de la institución, ya sea a través de VPN o mediante capas adicionales de seguridad. En este momento, es fundamental también la formación del profesorado para que conozcan perfectamente cómo utilizar todas las herramientas y evitar fugas de datos o acceso de intrusos.

Involucrar a las familias

Y ya que hablamos de formación, es un buen momento también para educar a los estudiantes, pero también a los padres, para que puedan disfrutar de una Internet segura y respetuosa. Muchas veces los más jóvenes consideran Internet como un amigo más y no son conscientes de los peligros que acechan si no se toman las precauciones necesarias o si pasamos por alto comportamientos inadecuados. No hablamos solamente del ciberbullying sino de la simple ‘netiqueta’ o educación a la hora de hablar con otras personas en redes o foros.

En definitiva, la educación remota ha llegado para quedarse y, en realidad, es importante que se haya dado este paso, ya que puede ayudar en el futuro a muchos niños que no puedan asistir a clase por cualquier motivo, pero es fundamental que pensemos más allá del mero sistema y seamos conscientes de que, además de un gran habilitador, puede suponer muchos perjuicios si no se hace un uso adecuado de la misma.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/privacidad-de-los-alumnos/

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Los excluidos digitales deberían ser una prioridad global

Por:

La pandemia ha sacado a la luz la gravedad de la brecha digital que ha puesto a quienes no tienen las habilidades de conectividad y acceso en una grave desventaja.

En un mundo de distanciamiento social y órdenes de quedarse en casa, ha existido una mayor presión por hacer todo en el entorno digital, desde las clases hasta la banca electrónica o compras en línea. Esto ha sacado a relucir el grave problema de inclusión digital que se vive en el mundo.

Esta crisis ha puesto al descubierto los desafíos que viven los que están fuera del mundo digital. El no tener conectividad no sólo deja a las personas aún más aisladas, sino también en una gran desventaja ya que tienen que luchar por tener acceso a cosas vitales como una educación, trabajo u oportunidades laborales. Antes de la pandemia, muchos tenían la oportunidad de ir a alguna cafetería, librería o lugar con acceso a internet público pero, ¿y ahora que muchos de estos lugares cerraron? ¿Cómo le hacen para informarse, acceder a anuncios gubernamentales oficiales e incluso tener videollamadas con seres queridos que viven lejos?

En el caso de Estados Unidos, según un estudio del Pew Research Center, hay 33 millones de estadounidenses que no tienen acceso a internet. Esto representa al 10 % de la población. Esta brecha digital está vinculada a una serie de variables demográficas, incluida la edad, el nivel educativo, los ingresos familiares y el tipo de comunidad. La falta de acceso a las tecnologías pueden tener un impacto negativo en todos los aspectos del día a día. Desde provocar exclusión social por no tener manera de hablar con otras personas por la pandemia hasta no tener acceso a servicios públicos, como registrarse para la vacuna del COVID-19.

Una investigación realizada por Capgemini sobre por qué debería ser prioridad eliminar la brecha digital, descubrió que el 44 % de los encuestados que no contaban con internet creían que podían encontrar trabajos mejor pagados y mejorar su educación si lo tuvieran. Según Capgemini, la mayoría de los encuestados que no cuentan conconectividad tienen entre 22 a 36 años de edad. La encuesta fue realizada a personas que van desde los de 18 a más de 70 años. También notaron que la mitad de ellos, no son novatos al mundo digital, de hecho, el 59 % ha utilizado estas herramientas anteriormente, es decir, que cuenta con las habilidades digitales necesarias para usar Internet en el futuro.

¿Por qué el 44 % de los encuestados no tiene acceso a internet? La investigación encontró tres razones: el costo, complejidad o falta de interés. Sin embargo, mencionan que no hay una causa universal, por ejemplo, el costo del internet puede ser un punto clave para la gente joven que vive en zonas rurales y la complejidad para el caso de los adultos mayores, las personas en situación de discapacidad o con problemas de salud.

En Estados Unidos la principal barrera es el costo ya que, según Capgemini, el 84 % de la población desconectada menor de 36 años admite que no están en línea por lo que cuesta contratar el servicio de internet. En comparación al resto del mundo, el promedio de personas sin conectividad por temas económicos es el 50 %. Pero la brecha digital va más allá de tener acceso a internet. El 76 % de los encuestados sin conexión dijeron que esta situación se debe a que no pueden comprar computadoras o dispositivos móviles para conectarse.

El nivel educativo también es uno de los factores que afectan la probabilidad de que una persona no esté conectada. Según el estudio de Pew Center, tres de cada diez adultos (29 %) que no usan el internet cuentan, como máximo, con estudios de bachillerato. Esta cifra ha disminuido en gran medida desde el 2000 ya que en ese entonces era el 81 % de las personas.

¿Cómo apoyar una mayor inclusión digital y cerrar la brecha digital?

La responsabilidad de la inclusión digital y el acceso universal a Internet no puede recaer en el individuo o en un solo grupo; requiere la contribución de una variedad de partes interesadas. Esta responsabilidad debe ser, principalmente, de los gobiernos, organizaciones privadas, organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones sin fines de lucro y el mundo académico en conjunto con expertos.

Las organizaciones públicas y privadas deben tomar medidas críticas y urgentes para garantizar que las personas afectadas por la brecha digital no queden más excluidos. Google, por ejemplo, se asoció con el Departamento de Educación del Estado de California para proporcionar Chromebooks y 100,000 puntos de acceso móvil a estudiantes en áreas rurales.

En el caso de las organizaciones privadas, éstas deben invertir en cerrar la brecha digital como parte de su agenda de responsabilidad social. Lloyds Banking Group ha incorporado la inclusión digital y la igualdad digital en su estrategia y propósito. En el Reino Unido, Lloyds estableció un Programa de Campeones Digitales donde tienen cerca de 25,000 “campeones” desde que empezó este programa en el 2015 comprometidos a aumentar las habilidades digitales de al menos dos personas, empresas u organizaciones cada año. Utilizan distintas campañas a través de asociaciones e iniciativas locales.

Aunque, claro, los que tienen el papel más importante son los legisladores y los gobiernos, que deben trabajar para hacer que los dispositivos e internet sean más accesibles para las comunidades marginadas o cualquier persona que no cuente con estos servicios. Deben enfocarse en el acceso público y acceso privado al internet. La Unión Europea, por ejemplo, lanzó la iniciativa WiFi4EU para proporcionar Wi-Fi público gratuito en espacios públicos, incluidos parques, plazas, bibliotecas, centros de salud y museos.

Además, los gobiernos pueden contribuir a que los dispositivos sean más asequibles. La organización “Alliance for Affordable Internet” dice que gran parte del costo de los dispositivos proviene de los impuestos de importación y venta. En julio de 2015, el gobierno de Costa de Marfil, por ejemplo, redujo los impuestos sobre los teléfonos inteligentes del 27 % al 6,5 %.

Además, a través de regulaciones y políticas públicas, los gobiernos pueden ejercer presión a los proveedores de servicios de Internet y las empresas de tecnología, para que éstas reduzcan el costo de los datos móviles o banda ancha para ciertas comunidades o áreas rurales, establecer iniciativas como las de Lloyds Banking Group, brindar acceso a internet de alta velocidad en áreas remotas. Por ejemplo, Spectrum, una compañía de telecomunicaciones, ofreció acceso gratuito de banda ancha e internet por 60 días a hogares con estudiantes de primaria, secundaria o universitarios que aún no tienen una suscripción

Las organizaciones privadas también deben buscar educar a las personas sobre cómo mantenerse seguros en línea. Muchas personas mayores no usan el internet por miedo a caer en estafas o fraudes, tampoco se sienten cómodos compartiendo información personal en línea. En estos tiempos donde incluso se pueden hacer transferencias bancarias en línea, es clave ayudarlos a perder el miedo y a utilizar estas aplicaciones.

Durante una época de crisis como la pandemia del coronavirus, es aún más importante que se priorice la inclusión digital, no sólo para las personas que trabajan de forma remota o porque las escuelas han mudado al aprendizaje en línea, sino porque se ha vuelto vital para obtener información básica y servicios de salud. Es fácil olvidar que tan sólo en Estados Unidos hay 33 millones de personas que están desconectadas. Es momento de explorar formas de cerrar la brecha digital y brindar oportunidades a quienes enfrentan estos desafíos digitales.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/brecha-digital-covid19

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Uñac: «Nunca vamos a poder suplir el vínculo de los docentes con los alumnos». Argentina

América del Sur/Argentina/05-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

El Gobernador encabezó el acto de regreso a las aulas que se realizó en Caucete, durante la inauguración de la escuela Arturo Beruti, en medio de la pandemia.

En la mañana de este lunes, San Juan celebró el inicio del ciclo lectivo 2021, que marca la vuelta a las aulas de modo presencial, aunque parcial, del alumnado en medio de la pandemia por coronavirus. Si bien la intensa lluvia caída durante la madrugada obligó a suspender las actividades en varios establecimientos, en otros volvieron a verse los guardapolvos blancos. En ese contexto, las autoridades de la provincia, encabezadas por el gobernador Sergio Uñac, realizaron un acto en la escuela Arturo Beruti, de Caucete, que fue inaugurada.

Y agregó: «El Covid, fundamentalmente el año pasado, ha dejado grandes enseñanzas a la sociedad mundial, a los argentinos y a los sanjuaninos. Quizás una de las más importanteses que es altamente necesario que el docente pueda ser la guía de los alumnos. Este año hemos logrado la presencialidad, gracias al esfuerzo de todos. La tecnología ha sido algo sumamente importante, pero nunca vamos a poder suplir la presencia de las docentes y los docentes sanjuaninos y su vínculo con los alumnos».

Fuente e Imagen: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Unac-en-el-inicio-de-clases-Nunca-vamos-a-poder-suplir-el-vinculo-de-los-docentes-con-los-alumnos-20210301-0033.html

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Mundo: El cambio climático sin pausa durante pandemia de Covid-19

Mundo/05-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

La Covid-19 no estableció pausas para el cambio climático y la gestión para combatirlo debe ser una tarea diaria, afirmó hoy aquí el presidente de la próxima Cumbre del Clima COP26, Alok Sharma.

Durante un encuentro virtual organizado por la embajada de Reino Unido en la capital española para abordar detalles sobre el evento internacional, Sharma enfatizó que hacer frente al calentamiento global es algo en lo cual ‘todos tenemos un papel para desempeñar’.

También puntualizó los principales pilares en los que se sustentará la COP26, prevista entre el 1 y 12 de noviembre en la ciudad de Glasgow, Escocia.

Entre los objetivos de esta cita internacional está llegar a más acuerdos para reducir las emisiones de gases a la atmósfera, reforzar la adaptación al cambio climático, así como lograr financiación para los países más vulnerables y afianzar el libro de las normas del Acuerdo de París sobre cambio climático.

En la reunión acompañaron a Sharma, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de España, país que acogió la COP25, y el ministro de Medio Ambiente de Italia, Roberto Cingolani.

Ribera, destacó la importancia de robustecer la resiliencia social, natural y económica del planeta con vistas a la cumbre de Glasgow.

Aseguró que 2021 es un año crucial en el cual deben ‘hacerse aportaciones precisas’ para alcanzar el Acuerdo de París.

‘Resulta dramático ver ya los efectos del cambio climático en amplias zonas del mundo … El planeta afronta una agenda climática cargada de contenidos apasionantes, muy transversal, compatibles con la preservación de la biodiversidad, el desarrollo y la prosperidad’, expresó.

Sharma felicitó el trabajo realizado por España en los últimos meses en cuestiones de transición ecológica y dijo que el éxito de la futura conferencia climática de la Organización de Naciones Unidas (ONU) está centrado en sentar las bases de un crecimiento verde y limpio para todos.

Recientemente, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió a la comunidad internacional mostrar más ambición de cara a la Conferencia sobre el Cambio Climático.

‘Debemos detener cuanto antes el asalto al planeta y hacer todo lo que sea necesario para garantizar el futuro de nuestros hijos y nietos’, ratificó.

mgt/cdg

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=433256&SEO=el-cambio-climatico-sin-pausa-durante-pandemia-de-covid-19
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Educación y computadoras

Por Óscar Picardo Joao

Las computadoras son un medio y no un fin; influyen, pero no determinan; el factor determinante es el docente.

Desde mediados de los 90, con el surgimiento de internet, se ha estado discutiendo el rol y la importancia de la informática en los sistemas educativos; en 2003, en el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) publicamos uno de los artículos más leídos y plagiados: “Pedagogía Informacional: Enseñar a aprender en la sociedad del conocimiento”, inspirado en las ideas del destacado profesor Manuel Castells.

El debate se centró durante muchos años en la paradoja de la informática: ¿Cómo medio o fin?, ¿Cómo contenido curricular o como eje transversal? La mayoría de académicos y científicos serios optó por la informática como medio, como herramienta, como eje.

Hoy que ingresamos al escenario de la economía digital (más el impulso forzado de la pandemia de COVID-19) y, que observamos a muchos sistemas educativos preocupados por lograr la relación “uno a uno” (alumno-computadora), bajo el modelo OLPC (One Laptop Per Child) que inspiró, por ejemplo, el Plan Ceibal de Uruguay o el intento fallido de “Una computadora-un niño-una niña”, reaparece el debate sobre su viabilidad, costo-beneficio y relevancia.

Los costos de equipo y conectividad representan un desafío para los países en vías de desarrollo o pobres, ya que es el gobierno el que debe subsidiar no menos de US$ 1,000 anuales; esta cifra la debemos multiplicar por la matrícula (en nuestro caso 1.2 millones de estudiantes) y por el plantel docente (en nuestro caso cerca de 50,000).
A esto debemos sumar otros factores no menos importantes: a) La geografía y las sombras de conectividad; b) La alfabetización digital docente y la bilateralidad; c) Los flujos de estudiantes anuales de ingreso y egreso del sistema; d) La reposición y reparación de equipos; e) El modelo educativo online; f) El currículo para una educación online; g) Los materiales didácticos multimedia; h) Las plataformas educativas; entre muchos otros aspectos.

El gobierno de El Salvador se ha propuesto todo esto en un año, buscando cerrar la brecha digital, tarea que NO será posible en el tiempo propuesto, sino que representará un costo mucho mayor que lo presupuestado y proyectado. No obstante, es un reto indelegable.

Todos los estudiantes, tarde o temprano se enfrentarán a circunstancias digitales laborales, ya no hay sector que no esté articulado en la economía digital y en la trasformación digital. Para saber más sobre esto puede buscar en Google: Informática Social aplicada: Caso El Salvador.

Antes de iniciar una entrega masiva de computadoras el gobierno debería asegurarse que todos los docentes poseen las capacidades y habilidades digitales; y no basta con un cursito de Google Clasroom, se necesita un trabajo más profundo dado que se requiere un cambio cultural y de paradigma hacia el modelo computacional pedagógico y didáctico; sobre todo, en aquellos docentes que no son nativos digitales y que enseñan como ellos fueron formados y, en dónde habrá mucha resistencia al cambio.

Una primera medida inteligente sería dividir a los docentes en dos grandes grupos, los formados antes de 1995 (que demandarán más capacitación) y el resto, que sólo necesitarán actualizaciones menores.

Otro tema de debate y discusión científica es: a qué edad (en qué grado) y qué tipo de equipo se debe entregar. Esto va más allá del análisis costo-beneficio que debería hacerse de modo responsable y no se ha hecho y que tampoco es un tema de “olfato”; consideremos las preocupaciones psicopedagógicas de individualismo y falta de socialización actual; también el impacto a nivel neurológico en la formación del símbolo, en los procesos de codificación y decodificación y en la dimensión sensomotora.

Lo anterior no debe interpretarse como una negación postmodernista cargada de humanismo, sino como una preocupación pedagógica saludable para pensar e investigar sobre la formación de los ciudadanos del futuro. No hay discusión ni vuelta atrás, estamos en la sociedad del conocimiento, en la economía de la información y digital, en la era de automatización, robótica, Big data, IoT, bockchain, nanotecnologías, etcétera. Pero no olvidemos que estamos formando seres humanos, no máquinas productivas y competitivas. Equilibrio es la clave: Humanismo y tecnologías.

Un último consejo: Revisen las conclusiones del “Plan Ceibal” publicado por IberTic de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la Ciencia y la Cultura (OEI): “Hay tres posiciones discursivas que representan las percepciones de los docentes sobre el plan y que condicionan el modo y grado de apropiación de este. Son caracterizadas como de apoyo importante, apoyo crítico y de resistencia. Resulta de importancia trabajar sobre el sentido pedagógico del plan en relación al cuerpo docente: hace falta una narrativa que articule los diferentes significados que los agentes le otorgan a la experiencia”.

Las computadoras son un medio y no un fin; influyen, pero no determinan; el factor determinante es el docente.

Investigador Educativo/ opicardo@asu.edu

Fuente: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/educacion/810619/2021/#link

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Abrir las escuelas, colegios y universidades: “?”, “!”

Por: Héctor Rodríguez Cruz

La escuela no tiene que replegarse en tiempos pandemia. Debe estar cerca de la ciudadanía y contar con un Plan de Respuestas Educativas en Emergencia y/o desastres.

Cuentan que el escritor y poeta francés Víctor Hugo se encontraba de vacaciones cuando realizaron el lanzamiento de su obra ‘Los miserables’. Al no tener noticias de su acogida entre el público le telegrafió  a su editor un sucinto «?». La respuesta que recibió fue igual de lacónica: «!».

Empujada por la COVID-19, la “escuela” dominicana se fue de vacaciones. Después de casi doce meses de silencio y soledad no sabe si la extrañamos o nosotros si nos extraña. Pero nosotros. Muchos. Los casi cinco millones de dominicanos de “escolares” y “escolarizados”, entre estudiantes, maestros, autoridades gubernamentales, rectores, empresarios, orientadores, investigadores, padres y tutores, protectores, directores, sindicatos docentes y otros defensores y servidores de la escuela queremos preguntarle a ella si quiere regresar y abrir sus puertas. Y lo hacemos como Victor Hugo: “?”.

Y nos llega su respuesta: “!”. Un vehemente sí cargado de alegría, optimismo y fortaleza.  Un grito, un salmo responsorial en alta voz que dice: “Yo quiero abrir las puertas”. Para rescatar sueños, proyectos,  y visiones de futuro silenciados por el miedo, el dolor y la muerte que trajo la pandemia.

¡Yo quiero abrir las puertas! Para sembrar esperanza en el corazón de todos. Para volver a crear comunidades solidarias y resilientes, capaces de apreciar, defender y cuidar las escuelas, colegios y universidades de la patria .Que hacen visible el “estoy aquí” mediante la “presencialidad”.

Pero no se trata de un exceso poético, reconociendo, sin embargo, que los poetas son educadores, creadores de utopías “pedagógicas” que conducen hacia la alteridad. Porque la escuela eso: una comunidad de “otros” con mentes y corazones solidarios. La escuela es eso. ¡Una comunidad inspirada en lo justo, lo bueno y lo bello; marcada por la  fraternidad y la sororidad!

Las escuelas, como las iglesias, no existen para estar cerradas. Hay que asumir la respuesta de la apertura de las escuelas como una decisión comunitaria dirigida por las autoridades. Tal como se expresa  en las Normas Mínimas para la Educación en Situaciones de Emergencia, Crisis Crónicas y Reconstrucción Temprana: “una respuesta educativa de emergencia, para ser eficaz, debe basarse en la participación activa de la comunidad”.

Para abrirlas,  ni miedo ni cansancio. En todo caso, prudencia inteligente hasta donde sea necesario. Hay que prevenir que la crisis en materia de aprendizaje se convierta en una catástrofe generacional. Es necesario que se adopten medidas urgentes. “La educación no sólo es un derecho humano fundamental, sino que es un derecho habilitante con repercusiones directas en el ejercicio de todos los demás derechos humanos”. Derechos que también tienen vigencia en tiempos de pandemia.

¿Y qué decir de la escuela virtual y a distancia? Resulta útil. Suele surtir efectos mejorables. Pero no sustituye la “proximidad”, el encuentro de la escuela presencial. Las previsiones muestran una cobertura variable: en países de ingreso alto la educación a distancia alcanza entre el 80 % y el 85 %, mientras que esa cifra desciende hasta menos del 50 % en países de ingreso bajo, y en ese escalón nos encontramos como país.

Ese déficit puede atribuirse en gran medida a la brecha digital, dado que la población desfavorecida tiene un acceso limitado a servicios domésticos básicos, como la electricidad; a una falta de infraestructura tecnológica y a niveles bajos de alfabetización digital de los estudiantes, los padres y los docentes. Así como a la falta de libros de texto adecuados a su nivel.

Las escuelas deben estudiar la mejor forma de volver a abrir sus puertas, mejorando el aprendizaje y ofreciendo una asistencia más completa para los niños, en todo lo relacionado con la salud, la nutrición, el apoyo psicosocial y las instalaciones de agua, saneamiento e higiene. Guardando la distancia social, cuidando el lavado de manos y el uso de mascarilla.

La apertura de las universidades resulta también de gran importancia para el país, dado su compromiso y su capacidad para el desarrollo del capital humano y la formación para el trabajo y para la vida.  De las 40 universidades e instituciones de educación que tiene el país, una gran cantidad de ellas  tendrá serias dificultades económicas para su apertura.

El país no puede permitir que se cierren, que “mueran” universidades públicas o privadas  Se hace, entonces, necesario el “rescate financiero” de las universidades por parte del Estado Dominicano, ya sea mediante préstamos con tasas preferenciales del Banco de Reservas o de “préstamos educativos de emergencia” gestionados por el Estado Dominicano ante el Banco Mundial, BM; el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, el Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; OCDE. Y otros.

La escuela no tiene que replegarse en tiempos pandemia. Debe estar cerca de la ciudadanía y contar con un Plan de Respuestas Educativas en Emergencia y/o desastres, así como de Protocolos genéricos para hacer de sus espacios lugares seguros y resilientes. Hagamos nuestra la pregunta y la respuesta. “?”. “!”.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/abrir-las-escuelas-colegios-y-universidades-8915678.html

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Mireia Orgilés: «La mayoría de niños se ha podido adaptar bien a la pandemia y no ha tenido repercusiones negativas»

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