La investigadora del Centro de Estudios Públicos hace un balance de las reformas que ha impulsado el Ejecutivo, y afirma que todavía es muy difícil prever el efecto que tendrán estos cambios en el sistema educativo.
A casi tres años de iniciado el gobierno de Bachelet, ¿se puede hacer un balance de la reforma educacional implementada por el Ejecutivo?
Me parece complejo poder determinar cuáles serán los efectos de la reforma educacional, porque son muchos los factores que se han abordado al unísono, y por lo tanto es complejo saber cómo esos factores se combinan y cuáles serán los resultados que va a tener.
¿Pero esas reformas mejorarán la educación en Chile?
Estas reformas no están hechas para mejorar la calidad de la educación, sino que está hecha para mejorar la inclusión en los colegios. El problema es que el principal factor para terminar con la segregación, y así lo dicen todos los estudios, es el factor residencial, y ese factor no se está tocando. Es decir, es posible que tengamos un efecto de integración, pero a largo plazo. Entonces habrá que esperar mucho tiempo para ver el efecto de la integración. Pero el factor que más incide no se está abordando.
¿Y qué pasa con el proyecto de carrera docente?
Este proyecto sí busca mejorar la calidad de la educación, y para ello establece una serie de normas, incentivos y regulaciones, pero tampoco sabemos cómo va a impactar el sistema educativo. Lo que sí estamos viendo es que va a ser difícil cumplir con las exigencias que se pusieron en puntaje, en términos de la PSU, para que estudiantes ingresen a Pedagogía. Porque uno suponía que si se les va a incrementar el sueldo a los profesores existiría mayor interés de alumnos con mejores puntajes por estudiar la carrera, y eso no está ocurriendo.
Vamos a ver qué ocurre con esto. Porque hay un puente, como son los alumnos PACE, que no cumplen con los requisitos de puntaje ni de ranking, y que accederán a la educación superior, y podrían estudiar pedagogía. Y vamos a ver si esos estudiantes van a tener los conocimientos y capacidades para estudiar la carrera y desarrollarse después de forma adecuada en el aula. Esta iniciativa sí apunta a mejorar la calidad, pero veremos qué pasa, ya que toca muchos aspectos.
¿Pero esto no llevará a que alumnos con mala formación estén dedicados a formar a las nuevas generaciones?
Así es, y además con buenos sueldos. No obstante, igual los alumnos PACE tendrán algunos filtros. Lo que debemos observar es si habrá finalmente alumnos de pedagogía. O cuántas instituciones que están ofreciendo programas de pedagogía van a dejar de ofrecer ese programa con el nuevo sistema de acreditación que va a exigir la nueva ley de carrera docente.
Habrá que ver si tendremos profesores, cuáles serán las características de los estudiantes de pedagogía, y si los programas que ofrecen las universidades van a mejorar. También habrá que ver si los sueldos que ofrecen los establecimientos subvencionados por el Estado serán atractivos para los egresados, para que enseñen en esos colegios, especialmente en lo más vulnerables. Todo eso está por verse.
Cualquier pieza del engranaje que falle, puede tener consecuencias negativas finales.
¿Este desinterés se debe a la mala percepción que existe de la educación en Chile?
Exacto. Hay una percepción de que la carrera de pedagogía no es prestigiosa ni desafiante. Esto no pasa solamente por un tema monetario, que sí bien influye en el prestigio de la carrera, no es el único factor.
También influye el desafío que implica ser un docente y cómo lo valora la sociedad. Eso es un cambio cultural, y para que esta carrera sea concebida por la sociedad como prestigiosa, deben suceder muchas cosas al mismo tiempo. Y esto no es un cambio que se dé un año para otro. Porque tú puedes subir las remuneraciones, y eso no provocará un cambio inmediato en la percepción. Hay un período de ajuste para saber qué pasará.
¿Qué ocurre con la educación pública en este contexto?
Desde el 2006 que estamos cuestionando la educación municipalizada. Se la ha desprestigiado continuamente al decir que ha fracasado, y no le hemos dado solución. Está en el Congreso un proyecto de ley que busca desmunicipalizar la educación pública, pero la propuesta no concita consenso entre los parlamentarios y los expertos.
Es una propuesta que centraliza la educación pública en el Ministerio de Educación, y esa centralización no tiene ningún resguardo de las presiones políticas que van a existir. No hay ningún consejo plural que vele porque los nombramientos de las personas que tendrán altos cargos en la dirección de la educación pública, sean técnicos y no políticos. Eso no está.
En el proyecto actual, los nombramientos dependerán de la Presidenta de la República, y a su vez ellos nombrarán a todos los directores de los servicios locales. Es decir, el riesgo que tiene ese proyecto, es que va a mantener las mismas falencias que tiene hoy el sistema municipal, con la politización de la educación.
Desprolijidades del Ejecutivo
¿Estos proyectos resuelven las incertidumbres que existen en la actualidad en educación, y por las cuales se promovieron estas reformas?
Si uno quiere mejorar la calidad de la educación, se debe buscar un impacto en el aula. Que el proceso que se da entre el profesor y el alumno sea un proceso de calidad. Y lo único que apunta en esa dirección es la ley de carrera docente.
Pero ese no es el único problema que tenemos. Y eso es lo que se ha estado abordando. Tenemos el tema del lucro y de la segregación, de cómo entendemos esos espacios de educación, en el cual todos los estudiantes puedan acceder a ellos, y donde exista un encuentro entre alumnos de distintas realidades.
¿Pero tiene sentido incluir e integrar a los estudiantes si la calidad de la educación que reciben continúa siendo de mala calidad?
Las dos cosas son importantes. Porque, por ejemplo, en Estados Unidos había colegios para negros y para blancos, y eso también es dramático, por más que los colegios sean de excelente calidad. Entonces, tiene que ver con el tipo de sociedad que queremos construir.
Ahora, en la Nueva Mayoría pusieron mucho énfasis en el tema de la inclusión, pero abordaron aspectos que la evidencia empírica demuestra que no son tan importantes, y no tocaron temas tan relevantes como la segregación residencial. Por ejemplo, en este punto podría ayudar mucho el transporte, entregando transporte escolar gratuito para estudiantes vulnerables, que les permita a las familias elegir efectivamente el colegio que ellos quieran.
Porque hoy, la mayor barrera para elegir colegios es la ubicación. Si se les pone transporte, amplías la oferta de colegios a los que pueden aspirar. Hay políticas que se pueden hacer, pero que no se impulsaron, y que pueden impactar más. Sí creo que el gobierno se olvidó del tema de la calidad de la educación.
¿Este gobierno será recordado como la administración que hizo grandes transformaciones en educación?
Sin duda este gobierno ha hecho cambios importantes en materia educacional. En Chile, el lucro en la educación con recursos del Estado estaba permitido desde 1920, y eso se terminó ahora.
Respecto de la selección, es impresionante que este gobierno haya decidido terminar con los liceos emblemáticos. Y estas son reformas importantes, son 200 años de historia. Tenemos el Instituto Nacional, que siendo uno de los mejores colegios de este país, gratis, asequible para todas las personas que no tienen los recursos, y que es un motor de la educación pública, se va a terminar cuando se implemente del todo la ley de inclusión.
Una cosa son las reformas del gobierno y las metas que querían lograr, en las que uno podrá tener diferencias; y otra es la desprolijidad en cómo se han pensado e implementado estas reformas. Hoy se está discutiendo en el Congreso la ley miscelánea, que rectifica muchos problemas que tiene la ley de inclusión. Problemas que en su minuto se les planteó al Ejecutivo y a los parlamentarios.
En el tema de la compra de inmuebles, dijimos las complejidades que tenía, que los recursos dispuestos por el Estado no eran suficientes, y hoy estamos viendo que después de dos años de haberse aprobado, se está rectificando. Esto trae molestia e incertidumbre, ya que se está legislando sobre la marcha. Eso provoca un escenario de inestabilidad que no permite saber a qué atenerse.
Disponible: http://elmuro.cl/sylvia-eyzaguirre-cep-el-gobierno-se-olvido-de-la-calidad-de-la/elmuro/2017-01-04/170921.html