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Cuba: Niños cubanos volverán a las aulas en septiembre si mejora situación epidemiológica del país

América Central/Cuba/02-07-2021/Autor: /Fuente: www.cibercuba.com

Los alumnos de años terminales, tanto de técnico medio como de obrero calificado, asistirán a clases tres días a la semana.

Las autoridades cubanas consideran iniciar las clases presenciales del año lectivo 2020-2021 en el próximo mes de septiembre, “si la situación epidemiológica es favorable”, cuando el país atraviesa su peor momento respecto de la pandemia.

Un reporte del periódico oficialista Granma explica cómo se procedería en el curso si llegara a comenzar. Para concluir el curso los estudiantes tendrán un mínimo de 19 semanas para consolidar contenidos y recibir otros nuevos en cada grado y asignaturas, definidos en las adaptaciones curriculares, explica.

Entre diciembre de 2021 y la primera quincena de enero de 2022 se realizará el otorgamiento masivo de plazas para círculos infantiles, que ahora solo se puede realizar en Las Tunas, seis municipios de Cienfuegos y nueve de Holguín, en los cuales no se ha detenido el curso escolar.

En enseñanza primaria, se han establecido los objetivos de nivel, grado, ciclo, asignatura, unidades y clases, también se han podido identificar los contenidos que se deben mantener, los que se eliminarían o integrarían y aquellos que deben pasar a los grados siguientes.

Asimismo, el otorgamiento de plazas para los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas (ipvce), se desarrollará por el escalafón municipal y de manera directa a los estudiantes que cursan el 9no. grado en tales instituciones.

Desde mayo, la ministra cubana de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiell, indicó que los niños cubanos podrían regresar a las aulas en septiembre, basándose en tres posibles escenarios sanitarios: favorable, menos favorable y crítico.

El curso escolar 2019-20 se detuvo el 24 de marzo ante la propagación del coronavirus y el 30 del propio mes se iniciaron las actividades docentes televisivas, pero, según Velázquez Cobiella, en ese momento ya los estudiantes habían recibido más del 70% de los contenidos del plan de estudio.

A comienzos de junio, el Ministerio de Educación (MINED) de Cuba adelantó que las clases en la educación media superior podrían reanudarse en septiembre de este año. Entonces habrían de graduarse los obreros calificados y comenzarían a prepararse los estudiantes que aspiraran a ingresar en la educación superior, con exámenes de admisión en febrero.

Los alumnos de años terminales, tanto de técnico medio como de obrero calificado, asistirán a clases tres días a la semana y dos días realizarán prácticas en entidades laborales. Mientras, la educación de jóvenes y adultos de septiembre a enero va a desarrollar el proceso de orientación y aprendizaje en turnos de 60 minutos, de lunes a sábado, para toda la matrícula.

Los estudiantes de este nivel, que se preparan para el ingreso a la universidad por concurso o por la Orden 18, serán localizados y atendidos por los profesores cuando comience el curso escolar.

En las últimas 24 horas, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) reportó el fallecimiento de 14 personas con coronavirus y 2,970 nuevos pacientes diagnosticados con la enfermedad. Entre los fallecidos, se destacó el fallecimiento de un menor de dos años que permaneció varios días reportado de crítico inestable.

La víspera se detectó el virus en 497 menores de 20 años, de los cuales 447 son pacientes en edades pediátricas, una cifra elevada si se tiene en cuenta que representa el 15% de todos los diagnósticos en la jornada. Cuba suma 18 días consecutivos con más de 200 casos de menores de edad y se acumulan 26,352 niños, adolescentes y jóvenes, desde el inicio de la pandemia.

Aunque se reportaron niños contagiados en todas las provincias del país, los territorios con mayor incidencia fueron Matanzas, La Habana, Camagüey, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila.

Fuente e Imagen: https://www.cibercuba.com/noticias/2021-06-30-u185759-e185759-s27061-ninos-cubanos-volveran-aulas-septiembre-situacion

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Cuba: Universidades de La Habana y Las Villas entre las veinticinco mejores de América Latina

América Central/Cuba/25-06-2021/Autor(a): /Fuente: www.cibercuba.com

La conocida como CUJAE (Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría) ocupa el lugar 49 de la clasificación regional y el mil doscientos de la mundial, tras haber descendido 200 puestos en un año; ninguna otra universidad cubana aparece evaluada.

Las universidades de La Habana y «Marta Abreu», de Las Villas, están entre las 25 mejores de América Latina, según el ranking QS anual, que ubicó a los dos altos centros de estudios cubanos por detrás de instituciones homólogas de Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia, Uruguay y Perú, que encabezan la clasificación regional.

La clasificación mundial de universidades QS (en inglés, QS World University Rankings) es una ordenación anual mundial, dispuestas con un criterio de jerarquías sectorial, regional y global.

En el ranking mundial de QS, las universidades de La Habana y Las Villas ocupan los puestos 510 y 530, del total de más de mil centros auditados y, en ambos casos, han descendido nueve puntos, con respecto al año anterior.

La Universidad de La Habana (UH), fundada el 5 de enero de 1728 por frailes Dominicos pertenecientes a la Orden de Predicadores, es estatal  -como la mayoría de las escuelas- y la más antigua institución educativa superior de Cuba.

La UH está estructurada en 16 facultades, siete Centros de Estudios, tres entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación, varios institutos, como el de Farmacia y Alimentos (IFAL), Superior de Diseño (ISDi), Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), el Jardín Botánico Nacional y una Unidad Presupuestada de Aseguramiento, en las tres primeras se desarrollan procesos de formación, investigación y extensión universitaria como en una facultad.

En febrero, la Universidad de La Habana informó que su curso 2021 comenzaría -en la modalidad no presencial- el 1 de marzo para aquellos que continúan estudios en cualquiera de las carreras, mientras que los nuevos alumnos empezarían en abril, siempre que baje la epidemia de coronavirus que afecta a la capital cubana.

Universidad Central Marta Abreu, de Las Villas

La Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas fue fundada el 30 de noviembre de 1952, y es el centro de educación superior más importante de esa región de Cuba, está compuesta por una sede central, la facultad pedagógica “Félix Varela” y la de Cultura Física.

La universidad de Las Villas, donde estudió el presidente Miguel Díaz-Canel Bermudez, es la más interdisciplinaria de Cuba, cuenta con una matrícula de 11.497 estudiantes y 2.036 profesores, ubicados en 12 facultades, en las que se estudian 54 carreras que abarcan las ciencias humanísticas, las técnicas y las naturales. Además, ofrece 29 programas doctorales, 44 programas académicos de Maestría y cuatro especialidades, según su web.

La conocida como CUJAE (Universidad Tecnológica de La Habana «José Antonio Echeverría») ocupa el lugar 49 de la clasificación regional y el mil doscientos de la mundial, tras haber descendido 200 puestos en un año; ninguna otra universidad cubana aparece evaluada.

CUJAE, en La Habana

La Universidad Tecnológica de La Habana «José Antonio Echeverría», fundada el 2 de diciembre de 1964, tiene nueve facultades, con mil personas dedicadas a la docencia, incluidos profesores Asistentes y Auxiliares, y contribuye al desarrollo sostenible de Cuba, mediante la formación integral, continua y eficiente de profesionales de excelencia comprometidos con su patria socialista, la ciencia e innovación y la extensión universitaria; con alto impacto y racionalidad económica, liderazgo nacional y prestigio internacional en el campo de las ciencias técnicas, según su web.

El ranking QS eligió como mejores universidades del mundo al Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), seguido por las universidades de Oxford, Stanford, Cambridge, Harvard, la Caltech de California, el Colegio Imperial de Londres, Instituto Federal Suizo de Tecnología, la Global de Londres (UCL) y la de Chicago, siempre por ese orden.

Fuente e Imagen: https://www.cibercuba.com/noticias/2021-06-21-u191143-e191143-s27061-universidades-habana-villas-veinticinco-mejores-america

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Cuba aplicará candidato vacunal anticovid a menores de edad

América Central/13-06-2021/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

El producto se suministrará a personas con edades comprendidas entre los tres y los 18 años.

El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) de Cuba aprobó el jueves el primer ensayo clínico a ejecutarse en la población pediátrica con el candidato vacunal contra la Covid-19 Soberana, desarrollado por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV).

En un mensaje en su cuenta de Twitter, el IFV indicó que el ensayo se denominará Soberana-Pediatría y se aplicará para las edades comprendidas entre los tres y los 18 años.

“Participarán 350 niños y adolescentes, que cumplan con los criterios de selección”, agregó la institución científica.

En un comunicado, el IFV señaló que el objetivo de esta acción es evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad de los candidatos vacunales profilácticos FINLAY-FR-2 (Soberana 02), aplicado en dos dosis y una de FINLAY-FR-1A (Soberana Plus), separadas por intervalos de 28 días.

El director del IFV, Vicente Vérez, dijo en fecha reciente que que la decisión de proceder con ambos productos se debe a la seguridad demostrada por ellos en las distintas etapas de evaluación desarrolladas en el país, y agregó que las reacciones tras la vacunación han sido leves o moderadas.

Hasta el 27 de mayo de 2021 se acumulan unos 18.249 casos confirmados con el coronavirus en la población pediátrica, de los cuales 983 son menores de un año, anotó el IFV en la nota de prensa.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/cuba-aprueba-ensayo-clinico-vacuna-anticovid-infancia-20210611-0002.html

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El documental «La dictadura del algoritmo». Didáctica de la comunicación: cara y cruz de la guerra contra Cuba

Por: José Manzaneda

El documental “La dictadura del algoritmo” es un producto audiovisual impecable, de cuidada fotografía, dirigido por Javier Gómez Sánchez, actual decano de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual del ISA (Universidad de las Artes de Cuba) y una de las voces más lúcidas en el análisis de las temáticas vinculadas a la guerra psicológica contra la Revolución.

Didáctica de la comunicación: cara y cruz de la guerra contra Cuba 

Cuba es un país en guerra, hoy como hace 60 años. El entorno de poder enemigo sigue intentando hundir el barco de la Revolución, abriendo dos grandes vías de agua: la de la guerra económica y la de la guerra psicológica. Bloquea el comercio y las finanzas mientras, ante la opinión pública –cubana y planetaria-, endosa las carencias generadas a la naturaleza del sistema vigente en la Isla. Son las dos caras de la misma moneda: la guerra a la soberanía cubana.

Sobre la “cara” de esta moneda, la guerra económica, mucho se ha escrito. Los sobrecostes de las importaciones, el cierre de mercados a las empresas cubanas, las trabas y prohibiciones sobre el turismo, las remesas o las transacciones financieras, la persecución del combustible, la amenaza sobre toda inversión en la Isla, el cierre de la colaboración científica o de la contratación de deportistas, la ruptura de los acuerdos de cooperación médica cubana en el mundo, etc., etc. Todo, absolutamente todo, tiene como fin último –y meta lograda- la disminución radical de los ingresos del país y de los salarios reales, así como la precarización de los servicios públicos, desde la educación a la vivienda, pasando por la cultura, el transporte o la salud.

Sobre la “cruz”, la guerra psicológica, Cuba se encuentra en un tornadizo y desafiante campo de batalla, en el que la Comunidad de Inteligencia de EEUU desarrolla una estrategia diversificada y escurridiza, que combina métodos regulares e irregulares, en escenarios diversos, simultáneos y complementarios: el de los medios tradicionales corporativos de comunicación (guerra mediática); el del entretenimiento, los productos artísticos y la seducción de la intelectualidad (guerra cultural); y el de las redes sociales de Internet, muy unido, en el caso de Cuba, al trabajo en amalgama de un conjunto de medios digitales, sostenidos económicamente por las agencias federales estadounidenses.

Este último espacio es analizado, de manera magistral, en el documental “La dictadura del algoritmo”. Es un producto audiovisual impecable, de cuidada fotografía, dirigido por Javier Gómez Sánchez, actual decano de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual del ISA (Universidad de las Artes de Cuba) y una de las voces más lúcidas en el análisis de las temáticas vinculadas a la guerra psicológica contra la Revolución.

“La dictadura del algoritmo” es una muestra de cómo, desde Cuba, se está tratando de impulsar una didáctica de la comunicación, para exponer a la sociedad y, en especial, a los sectores más jóvenes, cómo actúa el motor de la guerra psicológica en las redes sociales, desde los centros de poder político de EEUU, que inyectan para ello, cada año, decenas de millones de dólares del presupuesto del Congreso y de los Servicios de Inteligencia.

A la vez, el documental es, en sí, un producto de comunicación para enfrentar dicha guerra. Desnuda a sus agentes colaborativos en la Isla, describe las redes de mercenarismo y trata de desperezar a los públicos más ingenuos, objetivo de esta enorme operación de injerencia. Y este es el hallazgo principal del film: explica lo que ocurre y realiza propuestas de lo que se debe hacer, mientras lo hace, empleando para ello códigos de la actualidad, adecuadas claves estéticas y mensajes no doctrinales. En suma: practica, a un tiempo, didáctica de la comunicación y comunicación frente a la guerra.

La Casa Blanca sostiene económicamente a un enjambre de medios digitales de temática cubana, dedicados a la creación de bulos y noticias falsas, a la hiperbolización de sucesos y anécdotas de la realidad de la Isla, a la persecución de dirigentes y militantes de la Revolución y, en general, a la legitimación de las sanciones y de la intervención estadounidense. Su cuerpo mercenario de gacetilleros y propagandistas, a su vez, cumple otros dos roles: ser agente de provocación de calle y actuar como red de activismo en las redes sociales, en coordinación con plataformas de Miami y Madrid, principalmente. Es un triángulo funcional (redacción-provocación-redes) que no actúa de manera espontánea. No existiría sin las subvenciones de Washington. Pero tampoco sin la orientación de coherencia de la llamada Fuerza de Tarea de Internet para Cuba, creada en 2018 por Donald Trump y subordinada al Grupo de Acción Política (GAP), eslabón del Centro de Actividades Especiales de la CIA.

El imperialismo ha logrado derrocar o debilitar a gobiernos incómodos, manejando con eficiencia el alfil de la guerra psicológica a través de Internet y las redes sociales. En Cuba, la mayor conectividad, lograda gracias a la inversión de cuantiosos recursos nacionales –y enfrentando, curiosamente, el bloqueo de EEUU- ha facilitado la labor de penetración. Y la naturaleza expositiva e invasiva de Facebook, Twitter, Instagram y otras plataformas ha permitido la exposición directa y sin filtro, de cada segmento poblacional de la Isla, a elaboradas campañas de mensajes encapsulados, cuyo objetivo final es evidente: conseguir el deslizamiento paulatino de sectores apáticos y desconectados, especialmente de la juventud cubana, hacia posiciones beligerantes con el socialismo y adherentes a los valores e ideología del capitalismo.

Sin embargo, en Cuba, las reservas morales, ideológicas, patrióticas y de amplio sentido común, producto de una práctica antiimperialista de seis décadas, son aún muy grandes. El combate es “de león suelto a mono amarrado”, con un león que reparte recursos y compra mentes y talentos. Pero, como afirma en la película el cantante de Buena Fe, Israel Rojas, “bien organizada, esta pelea es un paseo por el Prado. Porque es de inteligencia y de razonamiento”.

José Martí dijo que “de pensamiento es la guerra mayor que se nos hace”. El desafío para la Revolución cubana sigue siendo, hoy, tal como plantea el documental “La dictadura del algoritmo”, utilizar la inteligencia, crear la organización y convocar –permítanme el añadido- a la solidaridad de los pueblos del mundo, para ganarla también… “a pensamiento”.

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación

Fuente: https://www.tercerainformacion.es

Fuente Original : https://admin.cubainformacion.tv/contra-cuba/20210607/91682/91682-la-dictadura-del-algoritmo-didactica-de-la-comunicacion-cara-y-cruz-de-la-guerra-contra-cuba

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Académicos cubanos divulgan carta abierta al Secretariado de LASA

Fuentes: Rebelión/Fernando Luis Rojas 

Los promotores de la iniciativa son merecedores del Premio a la Excelencia Académica en los Estudios sobre Cuba que otorga la sección cubana de Latin American Studies Association (LASA).

Seis académicos y escritores cubanos, premiados por la Excelencia académica en los estudios sobre Cuba, dieron a conocer este 4 de junio una carta abierta al Secretariado de la Latin American Studies Association (LASA) con el título «Sobre las relaciones entre LASA y su membresía cubana».

La misiva, divulgada a través de la plataforma digital www.ipetitions.com, llama la atención al Secretariado de LASA sobre su reciente «Pronunciamiento sobre la protección de los derechos humanos en Cuba», dado a conocer el pasado 29 de mayo de 2021.

La carta abierta, firmada inicialmente por el politólogo Rafael Hernández; el sociólogo Aurelio Alonso Tejada; el historiador Pedro Pablo Rodríguez; el escritor y etnólogo Miguel Barnet Lanza; la poetisa Nancy Morejón y el ensayista Ambrosio Fornet, señala que el Pronunciamiento «no facilita continuar este patrón de entendimiento, ni contribuye al diálogo que ha caracterizado nuestra colaboración [de LASA con los académicos cubanos]».

El «Pronunciamiento sobre la protección de los derechos humanos en Cuba» divulgado por el Secretariado de LASA, ha suscitado «reacciones negativas (…) de ambos lados, en un breve plazo, contra la dirección de LASA, desde posiciones opuestas en el espectro político». Asimismo, los promotores de la misiva expresaron: «Este mensaje nuestro al Secretariado de LASA no sugiere que abusó de sus prerrogativas según los estatutos de la asociación, ni pretende representar el consenso de la Sección Cuba. Tampoco se debe confundir con ninguno de los ataques contra LASA que han circulado en estos días».

En otro fragmento de la carta, se alude directamente a lo expresado en el Pronunciamiento en relación con el compromiso de la entidad académica «con los valores de la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto por los derechos humanos en el contexto de la democracia, la soberanía y el estado de derecho». Sobre el particular, los investigadores y escritores sostienen: «Como si esos principios y valores fueran ajenos a muchos de nosotros, adopta un tono aleccionador y extraño, después de tanto tiempo de dialogar y escucharnos mutuamente».

Hasta las 23H56 (hora local de Cuba) de este domingo 6 de junio, se han adherido a la carta abierta 210 académicos, investigadores y escritores miembros o no de LASA y otros profesionales. Apenas 48 horas después de aparecer, resulta notable la reacción a la iniciativa, no solo por el número de firmantes, sino por su calidad y diversidad.

Entre los nuevos firmantes se cuentan los Premios Nacionales de Ciencias Sociales de Cuba, María del Carmen Barcia y Juan Valdés Paz. Asimismo, los investigadores, académicos, críticos y profesionales cubanos residentes o no en la isla Tania García Lorenzo, Zuleika Romay, Félix Massud-Piloto, Félix Valdés García, Samuel Furé-Davis, Carlos Alzugaray, Milena Recio, Rafael Acosta de Arriba, Sonia Rivera Valdés, Ileana Díaz, Roberto Corral, María Isabel Domínguez, Marta Núñez Sarmiento, Reinaldo Montero, Ana Vera Estrada, Víctor Casaus, Elaine Morales Chuco, Jorge Hernández Martínez, Vivian Martínez Tabares, Ileana Hodge Limonta, Jesús Arboleya, Romy Aranguiz, Jorge Núñez Jover, Ernesto Limia, Ovidio D´Angelo, Mayra Sánchez Medina, Omar Everleny, Gabriel Coderch Díaz, Pedro Pérez-Sarduy, Maikel Pons Giralt, Ana Niria Albo, Esteban Morales, Denia García Ronda, Mildred de la Torre, entre otros.

De igual forma, se adhieren a la misiva «Sobre las relaciones entre LASA y su membresía cubana» académicos e investigadores de otros países como Pablo Vommaro (Argentina), Deborah Billings (Estados Unidos), Arnold August (Canadá), Sara Latorre (Ecuador), Merriam Ansara (Estados Unidos), Par Kuramaswami (UK), Lauren Collins (UK), Keith Ellis (Canadá), Carolina Tetelboin (México), John Coatsworth (Estados Unidos, expresidente de LASA), Agustín Lao-Montes (Colombia), entre otros.

A continuación, se comparte el texto de la Carta abierta al Secretariado de LASA

Sobre las relaciones entre LASA y su membresía cubana.

A lo largo de más de cuarenta años, contra viento y marea, se han venido tejiendo relaciones de colaboración e intercambio entre latinoamericanistas e instituciones académicas de Estados Unidos y de Cuba. Esta cooperación ha sido posible gracias a que el espíritu de diálogo y buena voluntad ha prevalecido sobre las diferencias ideológicas, y se ha sabido superar, con inteligencia y constancia, todos los obstáculos, que han sido legión. El viento y la marea han incluido el legado de desconfianza, el recelo ideológico, las trabas burocráticas, los intentos por secuestrar, politizar o instrumentalizar los espacios de encuentro, entre ellos, el que ha ofrecido Latin American Studies Association (LASA).

Ninguna otra institución norteamericana ha contribuido tanto a abrir el camino de la cooperación y a desarrollar confianza mutua entre los dos lados. Por esa puerta abierta gracias a la perseverancia y la paciencia de los dos lados, otras instituciones, universidades, ONG, fundaciones, centros de investigación, organismos, organizaciones, y una corriente de académicos e intelectuales, artistas y profesionales de la comunicación, de la investigación social y de las ciencias, han construido, paso a paso, una vía alternativa, tanto a la injerencia como a la mentalidad de fortaleza sitiada. Su mérito, al cabo de más de cuatro décadas, ha sido evitar que se cierre una ventana de diálogo y entendimiento entre las sociedades civiles y la cultura de ambas orillas, crear un clima de libertad académica y fomentar unas ciencias sociales y humanidades críticas y rigurosas.

Hasta tal punto se ha avanzado, que LASA decidió hace 24 años constituir una Sección Cuba, como existía solo con algunos países en el campo de los estudios latinoamericanos, encargada de fomentar el intercambio y tomar decisiones democráticamente respecto a las relaciones mutuas, con la activa presencia de académicos y académicas de los dos lados, tanto en su membresía como en su gobierno. Cada año, el acceso a la membresía y al comité de dirección de esta Sección ha estado abierto a todas las personas que reúnen los requisitos para pertenecer a LASA, y sus cargos se han elegido mediante nominación abierta y elecciones secretas y directas. La membresía de la Sección y el acceso a esos cargos han respondido a normas propias de LASA, que no discriminan por razones de género, color de la piel o ideología política. Los miembros cubanos, en particular los que hemos tenido un papel en impulsar este intercambio, hemos contribuido activamente al respeto de esas reglas.

Cuba no debe medirse con una vara diferente a los demás países latinoamericanos, ni a los propios Estados Unidos. De hecho, rechazar el doble rasero y las precondiciones han sido premisas para intelectuales y artistas involucrados en este intercambio. LASA, sin embargo, ha favorecido la continuidad de nuestra presencia con políticas específicas para sus miembros cubanos. Ha hecho un esfuerzo por compensar las desventajas que producen las políticas estadounidenses contra Cuba, reflejo de un patrón de Guerra fría, que limita nuestro acceso a esos espacios; pero también el de los latinoamericanistas de allá, cuyas investigaciones y programas académicos y culturales en Cuba se han visto entorpecidos, entre otras cosas, por mecanismos diseñados para impedir a sus contrapartes recibir apoyo directo desde EEUU. Cuando LASA ha adoptado esas políticas especiales hacia los residentes en Cuba, así como cuando ha condenado explícitamente el bloqueo, ha sido coherente con una posición institucional opuesta a toda discriminación ideológica, y en favor del interés profesional de sus miembros.

El reciente «Pronunciamiento sobre la protección de los derechos humanos en Cuba» no facilita continuar este patrón de entendimiento, ni contribuye al diálogo que ha caracterizado nuestra colaboración. Su efecto se evidencia en las reacciones negativas que ha suscitado de ambos lados, en un breve plazo, contra la dirección de LASA, desde posiciones opuestas en el espectro político.

Este “Pronunciamiento” surgió de una carta firmada originalmente por una veintena de miembros, y una mayoría de no miembros, que tuvo eco en el Secretariado de la asociación, a pesar de estar redactada en un tono ajeno al respeto que pretende promover. Aunque el “Pronunciamiento” de LASA no tiene la categoría de una resolución, ni el tono de la carta que la originó, sí adopta una actitud unilateral, ajena al diálogo que ha caracterizado las relaciones. Afirma que el rechazo de LASA al bloqueo no implica ignorar su «compromiso con los valores de la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto por los derechos humanos en el contexto de la democracia, la soberanía y el Estado de derecho.» Como si esos principios y valores fueran ajenos a muchos de nosotros, adopta un tono aleccionador y extraño, después de tanto tiempo de dialogar y escucharnos mutuamente.

Si ese texto se hubiera discutido con los miembros de la Sección Cuba, podríamos haber debatido su contribución y eficacia reales para fomentar las libertades académicas y los derechos humanos. Habríamos podido explicar cómo, a lo largo de estos años difíciles, hemos trabajado para expandir el debate crítico de nuestros problemas, no solo en los medios académicos y culturales, sino en la sociedad civil y entre la ciudadanía cubana, en la isla y en Estados Unidos. Podríamos haber demostrado cómo el ejercicio de la libertad académica se ha extendido al intercambio de LASA con instituciones, investigadores, profesores y artistas en ejercicio, a lo largo de toda Cuba, más allá de élites capitalinas, que a veces se arrogan la representación nacional. Habríamos presentado una mirada de nuestros problemas, como la que solemos llevar a los paneles de LASA, para nada satisfecha ni apologética, que comparte lecciones aprendidas sobre democracia y soberanía, desde la experiencia concreta de haber luchado por ambas, así como por un Estado de derecho, que la actual Constitución incorpora, y cuya realización requiere un clima de diálogo y entendimiento. Nada de lo anterior se sustituye por juicios unilaterales.

Este mensaje nuestro al Secretariado de LASA no sugiere que abusó de sus prerrogativas según los estatutos de la asociación, ni pretende representar el consenso de la Sección Cuba. Tampoco se debe confundir con ninguno de los ataques contra LASA que han circulado en estos días. Lo redactamos como simples miembros de LASA, reconocidos por el premio que la Sección otorga en consulta democrática con sus integrantes, por contribuir al desarrollo de esta relación. Desde esa condición, abogamos por una comunicación constructiva, que evite malos precedentes y guerras de pronunciamientos, cuyo destape por cualquier eventual motivo surgido aquí o allá resultaría dañino para unos puentes ya de por sí expuestos a una hostilidad incesante.

No es un secreto que, durante el corto verano de la administración Obama, fueron los intercambios culturales y académicos el terreno donde más se avanzó en materia de acuerdos interinstitucionales. Como se sabe, la polarización ideológica es lo último que necesitan los cambios en Cuba, así como el postergado camino de cooperación entre Washington y La Habana.

Solo mediante la continuidad de ese diálogo, y de la aplicación de los conceptos que gobiernan a LASA como institución, podremos preservar una colaboración que ha sido ejemplo de democracia y respeto mutuo, así como contribuir a la protección de nuestras libertades y prácticas de los derechos humanos en el campo de la educación y de la cultura, aquí y allá.

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Cuba reabrirá escuelas en septiembre

América Central/Cuba/28-05-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com 

Los estudiantes de primaria, secundaria y preuniversitaria volverán a las clases presenciales en Cuba a partir de septiembre venidero, anunció hoy la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez.

«Teniendo en cuenta la situación epidemiológica y el esquema de vacunación diseñado prevemos que en septiembre pudiéramos iniciar el curso de manera presencial», dijo la ministra en un programa televisivo.

La titular del Ministerio de Educación (MINED) afirmó que en junio o julio retornarán a las clases presenciales algunos territorios que tienen una mejor situación epidemiológica, señalando que ese regreso a la nueva normalidad le confiere una alta responsabilidad a la escuela.

Velázquez recordó que las autoridades esperan tener inmunizado en agosto al 70 por ciento de la población de 11,2 millones de cubanos para comenzar a controlar los efectos de la pandemia, que acumula 890 muertos y 134.208 infectados desde que el nuevo coronavirus apareciera en el país en marzo de 2020.

El curso escolar fue suspendido en marzo del pasado año como parte de las primeras restricciones sanitarias para contener la propagación del nuevo coronavirus, y el proceso docente continuó por televisión, dado la baja penetración de internet en los hogares.

En diciembre del pasado año, el MINED intentó reabrir las escuelas en el curso 2020-2021, pero la aparición de un tercer rebrote, en enero último, obligó a cancelar de nuevo las clases presenciales y a retomar las llamadas teleclases.

Cuba tiene unas 10.700 escuelas de las enseñanzas primaria, secundaria y preuniversitaria, donde estudian cerca de 1,7 millones de niños y jóvenes.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2021-05/25/c_139968177.htm

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Piedras del río como tributo en Cuba a José Martí (+Fotos)

Por: Isaura Diez Millán/La Habana, 19 mayo (Prensa Latina)

Piedra en mano llegué al punto exacto donde murió hace hoy 126 años el Apóstol de Cuba, José Martí, y allí recordé la teoría absurda del suicidio, el mito del caballo y la trascendencia del último combate.

La piedra era del río Contramaestre, ubicado a metros del obelisco-monumento que se yergue en el lugar donde el delegado del Partido Revolucionario Cubano perdió la vida, en la actual provincia de Granma (oriente).

En 1896 el general en jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, convidó a los cubanos a homenajear a Martí depositando allí una roca de ese afluente y por eso hasta ahí llegué con la mía.

De hecho, el primer monumento en esa zona dedicado a la memoria del Héroe Nacional lo construyeron de manera rústica con sus piedras los integrantes del destacamento al mando de Gómez.

La historiografía de la isla recoge esta y otras cuestiones sobre los días previos y sucesivos a la muerte del más universal de todos los cubanos.

Aunque existen versiones sobre la caída en combate del Apóstol, especialistas coinciden en señalar la obra Dos Ríos: a caballo y con el sol en la frente, del historiador cubano Rolando Rodríguez, como la más completa aproximación a aquel hecho.

Según el texto, ese 19 de mayo en el campamento de Vuelta Grande, Martí, Gómez y el mayor general Bartolomé Masó pasaron revista y arengaron a las tropas.

Luego del almuerzo, un teniente avisó sobre disparos en dirección a la zona de Dos Ríos, el General en Jefe ordenó montar a caballo, a cuatro kilómetros de allí comenzó la acción y un Gómez preocupado dijo ‘Hágase usted atrás, Martí, no es ahora este su puesto’.

De acuerdo con Rodríguez, el delegado se aproximó al escenario del combate y en compañía del subteniente Angel de la Guardia cargó a galope contra las líneas españolas desde una posición que los convirtió en blanco perfecto de la avanzada contraria, oculta en la hierba.

Versión de la muerte según pintura de Esteban Valderrama 
                                                                         

Tres balas le alcanzaron en el cuello, pecho y muslo, según historiadores, lo más probable es que haya muerto en ese momento y no ultimado por otra persona, como sugiere una versión.

Su acompañante, herido en el suelo, pudo ponerse a salvo pero le fue imposible rescatar el cuerpo, bajo la intensidad de los disparos, y este quedó en poder de los españoles.

Martí vestía casi por completo de negro, era un objetivo fácil en aquel escenario; no obstante, sugerir un posible suicidio solo evidencia el desconocimiento sobre el carácter del entonces mayor general, señaló Rodríguez.

Otros testimonios alegaron que el caballo del Apóstol era brioso, incontrolable, asustadizo y pudo desbocarse, sin embargo en el libro Dos Ríos… se desmontó esa hipótesis al referir que el delegado no era un jinete inexperto.

A propósito, el caballo Baconao sobrevivió al combate y Gómez pidió que lo cuidaran en una finca sin que nadie más lo montara, por respeto a su antiguo dueño.

En diálogo con Prensa Latina, el historiador Luis Fidel Acosta destacó la trascendencia de la muerte del Apóstol para la guerra de independencia de 1895.

‘Al morir Martí, única persona en el campo insurrecto que tenía una idea de revolución entendida como una transformación profunda de la realidad colonial cubana, esa propuesta radical desaparece’, comentó.

En opinión de Acosta, eso conllevó, por ejemplo, a que la Asamblea Constituyente de Jimaguayú (1895) no lograra el equilibrio defendido por el Apóstol entre el mando civil y el militar.

Según el experto, esto después incidió en un ‘secuestro de la revolución’ por parte de intelectuales que participaron en la guerra y desconocieron los sectores más populares, tesis también defendida por los historiadores Francisco Pérez Guzmán y Antonio Pitaluga.

José Martí murió 39 días después de desembarcar en la isla para participar en una guerra que él mismo organizó desde Estados Unidos.

Mausoleo en Cementerio Santa Ifigenia
                                                                                 

Sus restos se encuentran en el cementerio Santa Ifigenia de la provincia oriental de Santiago de Cuba, donde también están los del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes y los del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.

‘Cuando me toque caer todas las penas de la vida me parecerán sol y miel’, ante esa frase martiana escrita en bronce deposité mi piedra de río y allí quedó junto a otras cientos de rocas, flores blancas y una bandera cubana que custodian actualmente el obelisco.

Fuente: prensa-latina.cu

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