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Infiltraciones ideológicas colonizantes

Autor: Fernando Buen Abad Domínguez

Una ilusión manipuladora -no confesada- se desliza como si fuese el non plus ultra de toda Comunicación y Cultura. Se trata de un estereotipo ideológico que anhela controlar conciencias y conductas, al estilo nazi-fascista, como si se tratase de un logro táctico y estratégico para dirigir a las masas, milimétricamente , en lo objetivo y en lo subjetivo. Una especie de poder “iluminado” por el “Poder” para acarrear al “rebaño” por el camino de la subordinación placentera. Deseo perverso empeñado en comerciar con las conductas de los pueblos. Si lo saben, mal… si no lo saben peor.

Algunos anhelan que “una frase”, “una imagen”, “un mensaje”… tengan el poder, por sí, para de convencer a los destinatarios de ser y hacer lo que quieren los genios de la comunicación fabricantes de publicidad o propaganda, así se disfrace de periodismo, cine, televisión, radio o “ influencers ” en internet con sus “redes sociales”. El fetichismo de la comunicación individualista y mercantilizada.

Desde su perspectiva, la ideología de la clase dominante se las ingenia para imponer su reduccionismo satanizador contra la clase trabajadora como el enemigo del “bienestar”. En los trabajadores forjan un enemigo único. Contra los trabajadores se reúne a todas las fuerzas disponibles para constituirse en un sector acosado por la rebeldía de la clase subordinada. Entonces cargan sobre los pueblos los errores y defectos propios mientras se victiman y emprenden ataques inventando amenazas. Inventan su concepto de lo “popular” bajo el supuesto de que el pueblo no es inteligente y los mensajes han de ser ideados para no exigir esfuerzo intelectual y siempre sea fácil de olvidar. Tal como indicaba Goebbels: “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Para los Goebbels de gabinete no hay límite a la exageración y la desfiguración. Todo acontecimiento es susceptible de ser convertido en “amenaza grave”. Es el viejo negocio de asustar al burgués propio para que financie ciegamente toda represión. Se educa los mass media con la idea peregrina de que “…debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente”… “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Incluso de la repetición hasta la náusea, pretenden hacer su renovación. Para eso se empeñan en imponer “información” y silogismos efímeros dichos como si fuesen verdades eternas. Eso se logra sólo con el desarrollo de un modelo de indiferencia tozuda ante todo lo que los pueblos denuncian y repudian. Y todo eso a condición de que parezca verdad. No importa cuántas fuentes haya que silenciar o cuántas falacias haya que infiltrar para garantizar el reino del engaño. Cultura “fake”.

Tal filosofía de la manipulación sólo funciona al precio de silenciar a los pueblos. Cortarles toda posibilidad de comunicación independiente al discurso hegemónico a su lógica y su estética. Y, principalmente, tal filosofía de la comunicación hegemónica ha de operar sobre las bases de su propia tradición dominante y de la necesidad de trascender los planos de lo material para convertirlos en cultura y en arte que los pueblos subordinados deben aprender a disfrutar. Eso incluye amar a toda la parafernalia alienante, sus ídolos y sus héroes, sus fiestas y sus ritos como si fuesen propios. Gozar la subordinación, disfrutar la esclavitud y principalmente enseñar a los pueblos a agradecerla con aplausos y con raiting . Dicho de otro modo, consolidar una cultura de la subordinación que se divierte sumiso con cualquier chatarra material e ideológica que le imponga el aparato de comunicación y cultura dominante. Y convencerse de que es lo mejor que la humanidad ha conseguido, que debe defenderlo con su vida y ha de heredar a su descendencia.

Tal paradigma de la dominación cultural y mediática, con su ilusionismo de genios goebbelianos , es un un dispositivo ideológico amasado, larga y corporativamente, en la progresión, hasta hoy imparable que implica acumulación de las herramientas de producción de sentido y la dominación de los campos semánticos que reducen los contenidos de casi todo pensamiento a sofismas de mercado dogmatizados. Al servicio de esto compiten desaforadamente personas y empresas para convencernos (y convencer a sus clientes) de que sus “campañas” y sus “ideas” son la solución mágica a la crisis de sobreproducción que ahoga al capitalismo y a los focos de rebeldía y revolución que proliferan, por todo el planeta, como signos claros de hartazgo ante los estragos del capitalismo contra la humanidad y contra el planeta todo.

Pero el ilusionismo de los discípulos de Goebbels termina cuando la realidad toma la palabra. No pocos de sus feligreses desesperan si las fórmulas de la dominación no funcionan como dicen sus manuales. Y es que olvidan la inteligencia dinámica del pueblo trabajador que es infatigable en su resistencia simbólica aunque luche en condiciones asimétricas. Incluso las “victorias” comunicacionales hegemónicas se diluyen en lo efímero de sus intereses y sus fundamentos convertidas en fuente de creatividad para que los pueblos produzcan humor, sarcasmos, ironías, cancioneros, dramaturgias y todo tipo de guerrilla semiótica que, más temprano que tarde, ayudan a conjurar los efectos de las ofensivas hegemónicas a condición de que medie una lucha (o un conjunto de luchas) desde el campo laboral, el campo de las ciencias, el campo de las artes o de cualquier género desigual y combinadamente.

El mito del genio goebbeliano en Comunicación y Cultura es una mercancía más que el sistema se vende a sí mismo -y a sus víctimas- para hacerse pasar por invencible. Eso no implica que sea inocuo ni implica que sus maquinarias sean fáciles de vencer. Lo que implica es que, además de mostrarnos muchas de nuestras debilidades, evidencia la urgencia de trabajar para desmontar todas sus parafernalias y dejar en claro que el único verdadero genio creador de las estrategias más efectivas, a largo plazo, es el pueblo en lucha emancipadora. De esa lucha emergen y han emergido siempre las estrategias y las herramientas más poderosas que, en todas sus variables, constituyen un patrimonio extraordinario al tiempo que un desafío permanente. Acaso, una de nuestras mayores derrotas y deudas, consiste en no haber sabido compendiar todas esas victorias en un mapa general que nos permita reconocernos victoriosos en semejante lucha. También nos han balcanizado en conocimiento sobre nuestras propias fortalezas y victorias. El colmo.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=243621

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A favor de la esperanza, contra la esperanza

Autor: Salvador López Arnal

Reseña de Filosofía y esperanza. Ernest Boch y Karl Löwith, intérpretes de Marx, de Diego Fusaro

Breve e interesante. Para aficionados al filosofar y a la filosofía especialmente. Marxistas o no marxistas.

Una breve noticia sobre el autor en la solapa interior. Un resumen: nacido en 1983, habitual colaborador de La Stampa Il Fatto quotidiano, Diego Fusaro [DF] enseña filosofía en un lugar más que singular, en el Instituto Alti Studi Strategici e Politici de Milán. Ignoro las características de ese “Instituto de altos estudios estratégicos y políticos”. El Viejo Topo publicó en 2017 su ensayo Todavía Marx: el espectro que retorna.

La estructura del libro: Introducción. 1. Karl Löwith; filosofía o esperanza. 2. Ernst Bloch: filosofía y esperanza. 3. Bloch y Löwith frente a Marx. 4. Conclusión. Ocaso del marxismo, ¿eclipse de la esperanza? Bibliografía.

El asunto discutido es este:

Junto a viejas cuestiones como las relaciones entre la infra y la supraestructura, el de la legitimidad de la esperanza es uno “de los principales problemas sin resolver que Marx ha dejado como legado a sus sucesores”. Surge el dilema cuando hace un diagnóstico, con rigor de científico, del inminente derrumbe del capitalismo a causa de sus propias contradicciones y, al mismo tiempo, incita a los trabajadores a movilizarse, a derrocarlo. Por tanto, desde el análisis del autor, hay en Marx una superposición problemática, no resuelta en su opinión, entre las dimensiones (no homogéneas) de la ciencia y la esperanza, del conocimiento y la utopía, de lo descriptivo y analizado y lo prescriptivo. La aporía señalada puede resumirse así: albergamos la esperanza de que algo ocurrirá necesariamente (la destrucción del capitalismo) o bien, por el contrario, le asignamos un valor científico a la esperanza. Esta tensión conceptual, sostiene DF, acompaña al pensamiento de Marx a lo largo de los años. ¿Cómo pueden combinarse los imperativos científicos con los morales?, se pregunta. Más aún: ¿qué sentido tiene esperar algo que ocurrirá inevitablemente? Esperanza, necesidad, ¿no es una clara contradicción?

Los autores comentados, Bloch y Löwith, leen a Marx a luz del paradigma interpretativo que se plantea como una auténtica hermenéutica de la esperanza. Pero sus soluciones, las conclusiones a las que llegan son radicalmente opuestas. “Para Bloch el marxismo es el heredero legítimo de las esperanzas que siempre han animado al hombre; por el contrario, para Löwith, no es más que una desviación indebida del camino de la filosofía, porque su núcleo más auténtico -la esperanza- se descarría de los senderos filosóficos” (p. 11). A favor de la esperanza, contra ella. Bloch interpreta la esperanza, la verdadera alma del marxismo, como su puente fuerte; Löwith, por el contrario, quien también coincide con esa interpretación sobre el marxismo y su alma esperanzada, sostiene que ese es precisamente su talón de Aquiles, su punto débil, su contradicción interna, su autodestrucción.

Si Bloch concibe el marxismo como la más alta filosofía por el decisivo papel de la esperanza en la teoría y en la praxis, Löwith liquida la esperanza porque su actitud es la menos filosófica de todas: “se relaciona más con la fe que con la razón” (p. 12). Nada menos. Fideísmo versus racionalismo. Para ambos, “Marx no solo es el filósofo con más esperanzas, sino también el que hizo soñar a todos aquellos que creyeron en el, ofreciendo un auténtico horizonte común a la esperanza de millones de personas que, hasta 1989 [hasta la caída del Muro de Berlín], albergaban un único sueño” (p. 13).

La actitud filosófica de Löwith la resume DF en al disyuntiva excluyente: filosofía o esperanza (y no ambas a la vez). La de Bloch la resume en una conjunción: “filosofía y esperanza”, solo cuando hay esperanza hay filosofía en su sentido más verdadero, más auténtico. El principio esencial, esperanza. DF desarrolla ambas aproximaciones en los siguientes capítulos del libro.

Algunas de las tesis finales del autor: 1. Interpretar el ocaso del marxismo como el fin de la esperanza es, tal vez, una ecuación demasiado fácil e inexacta. 2. También lo es la fórmula löwithiana según la cual el nacimiento de la esperanza debería relacionarse con el fin del mundo de los griegos. 3. En la estela de Bloch, podemos preguntarnos: el futuro puede albergar alguna esperanza que no sea la marxista. ¿Puede llegar a ser, si la respuesta es afirmativa, igual de fuerte que lo fue la esperanza marxista, compartida por millones y millones de seres humanos? 4. Si ya resulta imposible creer en Marx (enterrado en su sueño, según DF, bajo el muro de Berlín), que esta nueva esperanza, propone DF, tome en cuenta al menos lo que Derrida llamó los espectros de Marx. 5. La expresión derridiana pone en evidencia, de manera sobresaliente en el pensar de DF, cómo hoy Marx aunque a menudo olvidado y renegado, es, por así decirlo invisible pero igualmente presente en todas partes: “cada vez que nos negamos a aceptar las ideologías que nos proponen, cada vez que no aceptamos el estado actual de las cosas, antes bien lo criticamos y superamos en vista de lo que aún no ha sido, convencidos de que un mundo mejor aún es posible” (p. 93).

Una de las consideraciones de las conclusiones: “En este nuevo contexto, el capitalismo se vuelve como el aire que respiramos, algo a lo que estamos acostumbrados y del cual ya no podemos prescindir; puesto que se presenta como el único modelo a escala mundial, resulta imposible someterlo a crítica en nombre de algo que se ha fracasado, absorbido por su antiguo rival. Se pierde la esperanza en el otro, porque el otro ya no existe” (p. 90). Otra no menos importante desde la perspectiva e interpretación de DF: “… haciendo de nuestra época, “la época de las pasiones tristes”, del miedo y el terror, del aburrimiento y la indiferencia, del grado cero de esperanza; una época que, tal vez, careciendo de esperanzas, le hubiera agradado a Löwith, pero que, sin duda, dejaría a Bloch en un estado de afasia” (p. 92).

Conviene leer (y reflexionar) las conclusiones con la mayor calma y concentración posibles.

DF abre el libro con una cita de Lenin, del ¿Qué hacer? nada menos. Es la siguiente: “Pregunto, ¿tiene un marxista algún derecho a soñar, sabiendo que, según Marx, la humanidad siempre se plantea tareas realizables?”. Posible respuesta tras la lectura FyE: no sólo tiene algún derecho, sino que tiene todos los derechos precisamente por eso, porque la Humanidad socialmente activa se plantea, en la mayor parte de las ocasiones, tareas realizables. Para conseguir esas tareas realizables hay que soñar… y hay que tener una esperanza temperada, razonable, no alocada. Francisco Fernández Buey nos habló de todo ello en uno de sus libros imprescindibles, muy hermosamente editado, Utopías e ilusiones naturales.

De hecho, la segunda cita del libro, la que abre la introducción nos da la clave de muchos pasajes: “Se verá entonces que desde hace mucho tiempo, el mundo posee el sueño de una cosa de la que tan sólo le falta tener la conciencia para poseerla realmente.” Es de Marx, del joven Marx de 25 años, de una carta a Arnold Ruge que escribió en septiembre de 1843. Probablemente demasiado confiado, pero, en cualquier caso, esperanzado. Aunque, ciertamente, la esperanza, como el ser o mil términos afines, se declina o se puede decir de muchas maneras.

Asuntos menores: hubiera convenido un índice onomástico y conceptual, un breve glosario… e incluso ¡un índice!, el usual de todos los libros. Pecata minuta.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=244356

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Escuela, educación y cultura en Colombia

Por Oscar Sánchez

Definir la cultura es algo muy difícil. No pretendo pontificar en dos párrafos sobre lo que ha ocupado a las mentes más lúcidas de todas las civilizaciones durante milenios. Afirmemos solamente que ante todo somos cultura. Es decir que aprendemos (o apropiamos) la cultura todo el tiempo, de modo cotidiano, a veces intencional y generalmente no inintencionado. La lengua; la corporeidad; las costumbres; las creencias; los patrones de consumo, progreso y equidad y hasta las ideas de lo bello y lo bueno suelen formarse a través de relaciones familiares y comunitarias, de experiencias de amor y poder y de mensajes recibidos a través de los medios de comunicación. Se aprenden sin mayor esfuerzo y con pocas elecciones.

Lo que nos permite hacer una distinción: la educación, aunque parte de la cultura, es un esfuerzo deliberado orientado a fortalecerla o transformarla. Lucha con o junto a la cultura con objetivos, contenidos, métodos y jerarquías firmemente definidos. Fíjense que a la hora de aprender, la una es veloz y natural, y la otra, lenta y exigente. Por eso, si queremos que la educación tenga el poder de actuar sobre la cultura, hay que tomarse muy en serio su tarea. Lo que no pueden ser las escuelas es ni ajenas a la cultura ni pretendidamente libres de creencias o valores. En cambio, aunque sea más difícil y escaso, pueden convertirse en un ámbito que abre puertas a las personas, asumiendo un desafío ético liberador y un rol, sobre todo, facilitador.

Digo lo anterior porque las escuelas pueden ayudar a que las comunidades transmitan a sus niños su tradición y los formen para adaptar el conocimiento universal a sus necesidades locales. Pueden mezclar elementos vernáculos y cosmopolitas. O pueden sostener unida a la nación y próspera a la economía como pieza de un engranaje institucional al servicio de las creencias de élites religiosas, políticas o empresariales. Y esas élites pueden ser de muchos signos ideológicos, pero en Colombia son dominantemente conservadoras.

Las escuelas pueden ayudar a que las comunidades transmitan a sus niños su tradición y los formen para adaptar el conocimiento universal a sus necesidades locales.

La violencia y la injusticia social están naturalizadas en nuestro machismo, clasismo, frivolidad y urbanocentrismo. Y los medios de comunicación y demás formas de reproducción de las creencias a lo sumo son hipócritas, cuando no cínicas frente a esos desafíos culturales. Pero los proyectos escolares para integrar en la educación a las personas diversas en circunstancias igualitarias y para reflexionar sobre el poder y la inequidad en la sociedad suelen ser vistos con recelo, cuando no descalificados de modo agresivo. Y doy cuatro ejemplos:

1. Los programas especiales para ofrecer educación de excelencia y apropiada a su contexto para poblaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes no se logran concretar; todos decimos que sí, que muy importante, pero nuestra manera de ver el mundo no reconoce el valor del ámbito rural.

2. Frente a la discriminación homofóbica en los colegios se imponen fundamentalismos religiosos que justifican la violencia.

3. El sistema cada vez está más dividido por capacidad de pago y origen social, y hoy hay unos diez tipos de educación segregada desde los muy ricos, pasando por los ricos, las clases medias altas, las clases medias populares, hasta varios tipos de divisiones entre colegios para personas pobres; pero cuando se expresa la necesidad de romper ese tipo de barreras juntando a los chicos en condición de pares para tener una verdadera sociedad de ciudadanos, los padres de familia y asociaciones de colegios se oponen con todas sus fuerzas.

4. Se habla de educación para la ciudadanía, pero los ejercicios genuinamente democráticos en las escuelas, que cuestionan el poder dentro de esas instituciones, son casos muy excepcionales.

Cuando han existido políticas educativas en Colombia que han querido aprender de escuelas alternativas, democráticas, incluyentes o que han apostado por la equidad para generalizar sus experiencias, esos esfuerzos han sido rápidamente neutralizados. Las ideologías moralmente retardatarias se han impuesto, y en el mejor de los casos se entiende que el papel de la educación pública llega hasta el mejoramiento de condiciones físicas o el fortalecimiento de las competencias laborales de los estudiantes pobres, dejando que las clases medias accedan a un mercado educativo a la medida de los padres consumidores. ¿Quién se atreve a proponer escuelas realmente nuevas para una educación que transforme los rasgos trágicos de nuestra cultura?

Fuente del artículo: https://www.google.com/amp/www.eltiempo.com/amp/opinion/columnistas/oscar-sanchez/escuela-educacion-y-cultura-en-colombia-239322

 

 

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Pueblo nativo ka’apor crea su propio sistema educativo en Brasil

América del Sur/Brasil/23.07.18/Fuente: mundo.sputniknews.com.

 Los indígenas brasileños ka’apor están impulsando desde hace cinco años un sistema educativo propio para recuperar su cultura y no depender del «karaí» (hombre blanco), lo que desconcertó a las autoridades del Gobierno.

«Aquí ya no quedaba nada de la cultura ka’apor, solo la lengua, el resto se perdió, pero con mi generación está volviendo (…) Ahora todos los niños conocen los cánticos tradicionales, y hemos creado un sistema educativo propio, formando a nuestros propios maestros», explicó a esta agencia Itahú Ka’apor, uno de los líderes de esta comunidad de 1.700 integrantes.

Selva amazónica
© FOTO : JOAN ROYO GUAL

Los ka’apor viven distribuidos en 11 aldeas en el interior del estado de Maranhão (noreste de Brasil), en una zona de la selva amazónica muy deforestada y con intenso contacto con la cultura y el modo de vida de la población occidental, lo que según Itahú acabó perjudicándolos.Itahú asegura que pasaron muchos años soportando el choque con las instituciones del Estado brasileño, que mandaban a las aldeas a profesores que no hablaban su idioma y que no tenían interés en su cultura, o a técnicos que en lugar de ayudarlos a preservar su territorio se involucraban en esquemas corruptos con los madereros ilegales que talan sus bosques.

Grupo de niños indígenas ka'apor
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
Grupo de niños indígenas ka’apor

Los ka’apor tienen fama de ser un pueblo combativo y en el pasado libraron varias «guerras» contra los colonos para no someterse al Estado; actualmente tan solo 20% de ellos tienen nociones de portugués.

El mal de los caciques

En la vida comunitaria siguen una jerarquía horizontal.

Sin embargo, cuando la estatal Fundación Nacional del Indio (Funai) empezó a trabajar con ellos impuso la figura del cacique para establecer interlocutores, algo ajeno a la cultura de este pueblo que empezó a dar problemas enseguida, relata Itahú.

El edificio de la Fundación Nacional del Indio
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
El edificio de la Fundación Nacional del Indio

Algunos ancianos «traicionaron» a su comunidad permitiendo la entrada de colonos en la reserva, y con ellos llegaron no solo la deforestación ilegal, también el alcoholismo y enfermedades del «karaí» que hasta entonces eran prácticamente desconocidas, como la hipertensión o la diabetes.En 2013 los indígenas crearon el Consejo Ka’apor y expulsaron a todos los foráneos; se organizaron para luchar contra los madereros invasores, pero también entendieron que la educación es un puntal básico en su proceso hacia más autonomía, explica a Sputnik el antropólogo José Mendes, que trabaja con ellos desde hace años.

La esencia es la lengua

«El idioma es una de las pocas cosas que les quedan, así que decidieron que los niños no aprenderían portugués hasta los 10 años», comenta, recalcando que el nuevo sistema educativo ka’apor ha sido diseñado en función de sus necesidades; el programa académico, por ejemplo, está guiado por el ciclo productivo de la tierra.

La mayoría de los ka’apor son analfabetos y ninguno de ellos llegó siquiera a un instituto de educación secundaria; las barreras culturales son inmensas, así que su sistema propio ofrece conocimientos básicos y después la posibilidad de especializarse en cuatro profesiones: técnico agricultor, gestor político, enfermero o profesor.En un principio, el Gobierno de Maranhão (que ejerce las competencias del Estado en materia educativa) no vio con buenos ojos la propuesta, pero últimamente está dando pasos para homologar este sistema en la legislación brasileña, aunque los ka’apor desconfían y temen que las autoridades quieran, de nuevo, apropiarse de lo que es suyo para colgarse una medalla.

Madre con su niño
© FOTO : JOAN ROYO GUAL
Madre con su niño

Desde la creación del Consejo Ka’apor hace cinco años se han recuperado tradiciones y rituales que estaban en desuso, pero los propios indígenas saben que su realidad es interdependiente de la de la población occidental.Muchos de sus alimentos ya no provienen de la caza, sino de los supermercados de Santa Luzia de Paruá, a 40 kilómetros de distancia.

Muchos visten camisetas de algodón y algunos usan celulares y motocicletas, pero la intención de los ka’apor no es renunciar a eso para volver al aislamiento de la selva, resalta Itahú, sino aprovechar las herramientas de la civilización occidental para defender sus intereses.

«Ante todo somos indígenas, pero luego muchas veces tenemos que luchar contra el Gobierno, y eso se hace con papel, con documentos, y esas cosas tenemos que aprenderlas con el hombre blanco», explica.

Por ello, dentro de su programa pedagógico hay un módulo dedicado a «la cultura de contacto».

«Me pinto la cara como ellos»

Si en el ámbito educativo se produjeron algunos avances, la situación es más crítica en lo que respecta a la salud: los indígenas se quejan de que en los hospitales de la región no hay traductores ni personal especializado en medicina indígena, por lo que muchos temen salir de la aldea y acaban muriendo.

Indígena peruano vestido como rey inca
© AP PHOTO / SEBASTIAN CASTAÑEDA

En apenas dos años 38 indígenas murieron por enfermedades como leishmaniasis, neumonía y tuberculosis, infección que se ceba especialmente con los niños, según explica Odete Oliveira, quien trabaja en la aldea de Ximborendá como técnica de enfermería y tiene que lidiar cada día con la falta de medicamentos.»Aquí entramos como enfermeros y nos convertimos en defensores de su causa (…) cada vez que salgo de la aldea y voy a la ciudad me pinto la cara como ellos, así cuando entro en un órgano público me preguntan ¿ah, eres india?, y pasó por lo que ellos tienen que pasar cada día», dice Oliveira, remarcando que son víctimas de muchos prejuicios.

Los Ka’apor mantienen algunos saberes tradicionales y usan raíces y plantas medicinales para tratar algunas dolencias, pero después de años de contacto con el mundo occidental se volvieron dependientes y necesitan el apoyo del Estado del que tanto desconfían.

Fuente de la noticia: https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201807181080502881-pueblo-nativo-kaapor-crea-su-propio-sistema-educativo-brasil/

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Paraguay vota por una educación inclusiva

Redacción: Prensa Latina

El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) de Paraguay presentará hoy los lineamientos para un Sistema Educativo Inclusivo, un ambicioso proyecto que pretende darle un vuelco a la enseñanza en el país, argumentaron fuentes de esa cartera.

El plan busca aumentar mediante las prácticas educativas, culturales y políticas, el acceso y el aprendizaje de todas las personas sin discriminación.

Los lineamientos -aseguran las fuentes-, condensan conceptos, normativas, procedimientos y estrategias que facilitan la implementación efectiva de la Ley Nº 5136/13 de Educación Inclusiva.

El documento aborda tres ejes fundamentales: política, cultura y prácticas educativas, bases de la realidad social de toda la comunidad educativa.

Esas tendencias son el resultado de un proceso de creación en el que se acoplaron maestros, directores, alumnos, supervisores y técnicos de diferentes dependencias del MEC; referentes de organizaciones relacionadas a personas con discapacidad, educación y niñez, entre otros.

Con los lineamientos las autoridades de Educación se proponen echar abajo el mito de que la inclusión es solo garantizar la participación y aprendizaje de las personas con discapacidad.

Reafirman además, que la inclusión supone transformar el sistema educativo, eliminando barreras y brindando los apoyos necesarios para facilitar el acceso y el aprendizaje de todas las personas sin discriminación.

Es importante destacar -recalcan desde el MEC-, que el material fue elabortado en el marco de la implementación de experiencias piloto, iniciadas en octubre del 2016 y que finalizan en diciembre del 2018.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=193073&SEO=paraguay-vota-por-una-educacion-inclusiva
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Alfredo Alvar: «El sistema educativo destruye el Estado nacional»

España/09 de Junio de 2018/El Mundo

Entrevista a Alfredo Alvar

Alfredo Alvar (Granada, 1960) es uno de los principales autoridades en Historia Moderna de España. Profesor de Investigación del CSIC, acaba de presentar ‘Felipe IV, el Grande (La Esfera)’, un ensayo en el que desgrana la complejidad de los desafíos y los dramas familiares a los que tuvo que enfrentarse el monarca español que al parecer tenía poco o nada de pasmado.

La Historia es un instrumento de manipulación. El nacionalismo casi llama guerra de secesión a lo que fue una Guerra de sucesión (1701-1713).

Los nacionalismos manipulan la Historia porque tienen sus bases sobre tres fundamentos: un espacio geográfico, la defensa de una lengua propia y diferencial, y un pasado común. Entonces, sobre estos tres pilares culturales, incluido el geográfico como un concepto cultural, hay que construir una nación. Si falla algo no puede haber una nación y entonces -si eso es lo que se desea- hay que construir. Es decir inventar. Y eso es hacer política; no, Historia.

En la guerra de Sucesión gritaron muerte al Borbón pero durante la revuelta de Els Segadors se entregaron a un Borbón, Luis XIII, rey de Francia.
La deserción de los catalanes en 1640 fue terrible porque al entregar el Principado a Francia traicionaron a todo su tronco cultural. Y a los pocos años ya querían echar marcha atrás, e iban de rodillas a suplicarle el perdón a su Rey legítimo Felipe IV. Y esto les guste o no les guste, fue así. Volvieron a Felipe IV, pidiéndole mercedes y perdón, sí. Lógico.

¿Por qué era lo lógico?
Porque su tronco cultural, sus pertenencias, están en la Corona de Aragón. ¿Y para qué quería Luis XIII el principado de Cataluña? ¿Por el bienestar de los catalanes? El rey de Francia no los iba a considerar jamás sus vasallos, o sus súbditos, sino sus conquistados. ¿Sabe alguien en qué consistió el proceso cultural de afrancesamiento del Rosellón? Es interesante ir a Perpiñán, a Colliure, a Salses a Elna y ver, y oír…

Andalucía también trató de rebelarse…
R.- ¡No, Andalucía no! En realidad fue un movimiento de algunos aristócratas (concretamente, el duque de Medina Sidonia y el marqués de Ayamonte) que pretendían desplazar al Conde-Duque de Olivares del poder, para colocarse ellos. En Aragón ocurre lo mismo: no es la Corona, ni el Reino, los que se sublevan, sino el duque de Híjar, que no parece que rigiera cuerdamente sus actos.

¿Y en Cataluña?
No, el principado es muchísimo más complicado porque los catalanes siempre habían sido arduos defensores de sus fueros y privilegios, por encima de cualquier otra consideración. Esa misma actitud en Aragón empezó a decaer tras los levantamientos de 1591 y la entrada de los ejércitos reales. Por supuesto, todos los problemas que hubo en las negociaciones de financiación, por ejemplo, del Imperio, las ha habido desde siempre, bueno…

Es que todo lo pagaba Castilla.
De siempre. El tema es complejo y fascinante; nada estático, sino muy dinámico. No se puede resumir en uno o dos titulares, pero la verdad es que Castilla internacionalizaba muchos de sus pagos. [Aunque Nápoles también contribuía bastante]. Venía dinero de Indias pero no todo el dinero se gastó en el Imperio de España. Si todo el dinero de Indias se hubiera gastado en el Imperio, no existirían las ciudades que existen en América con sus universidades, sus plazas, las catedrales, sus monumentos civiles desde el sur de los actuales EEUU hasta Ushuaia. Basta ir por ejemplo al golfo de Guinea para ver en qué consiste un imperio como el portugués, el holandés o el británico. Díganme qué ciudades existen allí. El único Patrimonio de la Humanidad que existe en el golfo de Guinea son los castillos en los que embarcaban a los esclavos.

Felipe IV se enfrenta al mismo tiempo a la Guerra contra Francia en Cataluña y a la de Portugal. Usted dice en su libro que se ve obligado a elegir.
Y Felipe IV decide que el esfuerzo se tiene que hacer en Cataluña. Portugal es muchísimo más rico, abierto al mundo. Era el Atlántico, el Índico, las costas de Brasil… Sin embargo, Cataluña tan solo era la esquina de un mar secundario, si no ya terciario en aquellos años finales del siglo XVII… Con toda la impronta de su pasado y su infinita herencia semántica.

¿Entonces por qué se decide por Cataluña? Influiría la cuantía económica del esfuerzo bélico.
Pero no solo. Felipe IV sentía más vasallos suyos -o mejor dicho: más españoles- a los catalanes que a los portugueses siendo él bisnieto de una portuguesa. Y por el tronco cultural. Cataluña llevaba integrada en Aragón muchísimos siglos.

En cualquier caso, la guerra de 1640 no fue…
Mire. En realidad fue una guerra de catalanes contra catalanes. Si hasta asesinaron al virrey Coloma que era catalán. Y lo mismo pasó en la Guerra de Sucesión. Cataluña también estaba dividida entre bandos. La rebelión de 1640 y su desarrollo y consecuencias es un tema de historia institucional, social o política, de crucial importancia y lleno de aristas y matizaciones; poliédrico.

Usted niega la denominación Austria menor…
Yo no creo que haya unos Austrias menores ni unos Austrias mayores, porque esto implicaría un periodo paradisíaco y unos tiempos terribles. En tiempos del Emperador, de Carlos V, hubo una revuelta de las Comunidades por ejemplo. Y que en tiempos de Felipe II también pasaron muchas cosas. No: si se hace tabla rasa y todo se compara por igual, Felipe III y Felipe IV no salen mal parados. Felipe III, -que no era un dechado de virtudes en el ejercicio del poder- gobernó de Filipinas a Filipinas, dándole la vuelta al planeta. Y lo mismo se puede decir de Felipe IV. Así que lo de Menores… Aunque ¡qué duda cabe que muchos añoraban los tiempos de la austeridad y del tiempo con horizontes, de Carlos V y más aún de Felipe II…, por no citar el de los Reyes Católicos!

Quizás se deba a la influencia de los validos. Según su libro, Lerma se hizo con la complacencia de Felipe III hasta con el monopolio de las almadrabas.
Lerma fue un genio de la corrupción y construyó además su imperio de una manera magistral. Simplemente estando próximo a Felipe III, sin poner dinero de por medio y sin dejar mucho rastro económico. Pero eso no es algo del pasado. Ahora hay algunos que hasta se ponen mirós o picassos en la bañera porque ellos lo valen. Sí, se trata de un fenómeno análogo. Cuando la mente está nublada por la codicia se dejan de tener los pies en el suelo.

Cabe pensar entonces que la corrupción es consustancial al hombre…
Sin duda alguna. Por eso es uno de los pecados capitales. En los confesionarios los curas saben de qué pie cojean los hombres y las mujeres.

Tenga en cuenta que la corrupción también ha finiquitado al Gobierno de Rajoy.
Pues es un bochorno absoluto. Es muy necesario ir a unas elecciones generales de una vez. Es lo que dice la prensa: el PSOE no es precisamente un emblema de honorabilidad. Tienen Filesa, los ERE y ahora investigan lo del Valencia. Y luego además hay un problema político terrible, de verdad, que es pactar con nacionalistas para conseguir una moción de censura. Eso es puro Lerma. Buscar el poder a cualquier coste. Antes de su muerte, después de que se metiera a cardenal, le hicieron una copla. «Antes de morir ahorcado / el mayor ladrón de España / se vistió de colorado». Fantástico ¿verdad? De la jurisdicción real a la jurisdicción eclesiástica. Lerma pensó que retirándose del mundo, se olvidarían sus muchísimas tropelías. Hoy, los ladrones o aquellos que han cometido cualquier tipo de barbaridad contra el interés general también cambian de jurisdicción. «El mayor ladrón de España/ para no morir ahorcado / se ha metido en el Senado».

O se hacen aforados, que también rima. Vivimos tiempos justicieros. La sentencia de Gurtel que es la que ha tumbado al PP solo reconocía que el partido se había llevado a título lucrativo 245.000 euros.
Que no es nada. Ahora todo el mundo, también esos periodistas que van a las tertulias y dicen cualquier cosa, se creen preparados para dictar sentencias judiciales… en función de su ideología. Siento enorme respeto por la Justicia y su aplicación: para dictar una sentencia en España hay que estudiar Derecho, hacer oposiciones, pasar por una Escuela. Por otra parte quiero recordar que en España la Inquisición duró desde 1478 hasta 1834, que se dice pronto. Y una de las razones de funcionamiento de la Inquisición, del apoyo con el que contaba, era que hacía al plebeyo capaz de desmoronar al noble. ¿Le suena? Existe mentalidad inquisitorial en la sociedad española. No tengo ninguna duda, desgraciadamente.

Ahora hay multitud de libros dedicados a ensalzar la Historia de España. O mejor dicho a privarla de tópicos y complejos heredados de años de propaganda y Leyenda Negra.
Este es un problema heredado desde 1898 y la célebre generación….

Sí, muy buenos escritores, pero un poco cenizos; aterrados ante su presente y medrosos ante el futuro. No es de extrañar, naturalmente…; lo malo es que se siga creyendo en ellos y sus postulados.
La responsabilidad de la Generación del 98 es terrible. Ese derrotismo que caracterizó el regeneracionismo que hubiera sido tan necesario… La generación del 98 era muy intelectualita… pero no pasaban de ser unos melifluos. Y claro, para tragedia de todos, empieza la Guerra Civil, seguida de la Dictadura Franquista… y en la Transición el relato que se impone es el de la Leyenda Negra, que por cierto ya desmontó Juderías a principios del siglo XX. Entonces, empieza esa matraca sobre que los españoles somos los más corruptos, los más inútiles… Estoy convencido de que los españoles se sienten españoles y están hasta la coronilla de estar siendo insultados permanentemente. Eso explica el éxito de este tipo de obras que ayudan a elevar la autoestima nacional. Pero no se trata solo de la Historia. Los economistas llevan diciéndolo desde hace mucho tiempo. Somos un país serio, con una industria potente y muy capaz de internacionalizarse.

Pero la izquierda está muy preocupada con el resurgir de lo que ellos llaman nacionalismo español.
 ¿Por qué no va a ser bueno que la gente se sienta española? Es que no acabo de entender qué mal hay en que uno se sienta español y que además defienda que se pueda tener un puesto de trabajo en cualquier comunidad autónoma. Es difícil comprender que en este mundo, algunos reivindiquen su terruño… e insten a los jóvenes a que «se vayan por el mundo», como si eso fuera una proeza. No es malo que salgan; lo malo es que no se puedan quedar en su país, o que se les castren las oportunidades. Movilidad, movilidad y más movilidad.

Lo normal sería poderse reivindicar como español y extremeño. O catalán. O lo que sea…
Pues claro, es que España es, siempre ha sido variada y riquísima, precisamente en su variedad. No lo entiendo, la verdad.

El nacionalismo reivindica el sentimiento.
Es que la cultura no es sentimiento; la cultura es formación. Cuando tienes que salir a un Foro internacional, te das cuenta de que las cosas ya no son un sentimiento y que no te puedes guiar por localismos. Cuando te vas a Bolivia (y eso que venimos del mismo tronco cultural) te das cuenta de que tienes menos que ver que con un vasco, o un catalán, o un valenciano de hoy… y eso no lo entiende nadie. Desgraciadamente, la fragmentación en la educación ha hecho muchísimo daño a esta concepción. Por eso hace falta viajar.

Puigdemont ha sido muy viajero y fíjese. Y Torra vivió tiempo en Suiza…
En donde están Anna Gabriel y Marta Rovira. ¿Sabe lo que le digo? Que en Suiza es en lugar en donde he visto mayor número de africanos con relojes de oro y descapotables. ¿Por qué? Porque no tienen escrúpulo alguno en recibir dinero de aquellos que roban a los países del Tercer Mundo. Por otro lado, algunos políticos extravagantes tienen graves problemas psiquiátricos. El narcisismo es terrible en política.

¿Se atreve a hacer alguna previsión?
 Yo me dedico al pasado. Con este sistema educativo de las autonomías, como dice un amigo mío vasco, como mucho van a quedar la bandera de España en los buzones de correos. Claro, y esa es otra reflexión también trascendental, un sistema de educación público ayuda a crear una nación: como necesitaremos ingenieros, que estudien matemáticas y física; como necesitaremos defensores del patrimonio cultural, latín, o literatura y así sucesivamente. Entonces se va enseñando a los niños desde los primeros pasos. Y este es el diseño de un sistema público con un objetivo, que es la construcción de un Estado nacional. Que por cierto, fue obra liberal del siglo XIX.

Si sólo se enseñan los ríos de una región o…
 De qué le sirve a España que los niños se sepan el Jarama y el Tajuña. En conclusión, ¿por qué tengo que estar pagando impuestos para sufragar un sistema educativo que está destruyendo un Estado nacional? Porque es lo que hace.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2018/06/09/5b19610e22601dd9078b464b.html

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Se inicia hoy en La Habana conferencia sobre estudios caribeños


Centro América/Cuba/05.06.18/Fuente: www.radiohc.cu

La Habana, 4 jun (RHC) La 43 Conferencia de la Asociación de Estudios Caribeños (CSA) comienza hoy en esta capital con los avances y los desafíos de la región en el centro de la agenda del foro de cinco días.

El encuentro, que acoge a estudiosos de diversas partes del mundo interesados en temas académicos y culturales del Caribe, tiene su inauguración en el Hotel Tryp Habana Libre, mientras que la primera conferencia corre a cargo del catedrático puertorriqueño Nelson Maldonado, reseña Prensa Latina.

Entre las cuestiones a debatir durante la 43 Conferencia de la CSA (siglas en inglés) sobresalen las revoluciones haitiana y cubana, el cambio climático, la música y la situación regional actual.

Respecto a las actividades en el programa del foro, destacan además de las conferencias; talleres, exposiciones, conciertos y una Feria del Libro.

Bajo el tema principal Educación, Cultura y el pensamiento emancipador en el Caribe, el encuentro se sumará al homenaje a la Universidad de La Habana por su 290 aniversario.

La presidenta de la CSA y de la 43 Conferencia, la experta cubana Yolanda Wood, señaló a periodistas hace unos días que el evento posee carácter científico, académico y cultural, y pretende favorecer el diálogo, la circulación de ideas y reconstruir paradigmas.

Fuente de la reseña:  http://www.radiohc.cu/noticias/nacionales/163731-se-inicia-hoy-en-la-habana-conferencia-sobre-estudios-caribenos

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