- Dreamcatchers es una academia de danza que busca que las niñas entiendan que pueden recibir una educación apropiada
- Tienen miedo de que los secuestros de chicas en el norte del país se extiendan también al sur, donde se encuentra el centro
Desde que era pequeña, Seyi Oluyole, una coreógrafa y guionista nigeriana de 29 años, sabía que quería dedicarse a las artes escénicas, pero nunca tuvo la oportunidad de estudiar para ello en una escuela, ya que sus padres no podían permitírselo. Siempre deseó que alguien le ayudara, pero nadie lo hizo y, por eso, decidió convertirse en esa persona -la que ayuda- para otros.
En 2014 creó Dreamcatchers, una academia de danza en Nigeria que ofrece oportunidades educativas y una vida mejor a niñas desfavorecidas. Comenzó con ocho alumnas y ahora, siete años después, la academia acoge a 20 niñas, con edades entre 4 y 15 años, que viven juntas como una gran familia.
Con sus vídeos en las redes sociales, que han logrado captar la atención de famosas como Rihanna o Naomi Campbell, y las donaciones que reciben de personas de todo el mundo, la academia logra que las niñas tengan acceso a una buena educación, en un país en el que 12 millones de niños en edad escolar no asisten al colegio y en el que, en los últimos meses, los ataques a centros educativos y el secuestro de estudiantes se han multiplicado.
La danza, una puerta a oportunidades alejadas del riesgo
“En la academia aprendo a bailar diferentes géneros, lo que significa la danza y cómo puede darme oportunidades en el futuro”, asegura Mifemi, de 11 años, a RTVE.es. Es una de las veinte niñas de Dreamcatchers, que llegan de familias pobres, que vivían en espacios muy pequeños –por ejemplo, en una única habitación para siete personas sin cocina ni baño- e incluso algunas de ellas han perdido a sus padres.
La danza, según afirma Seyi, “les ayuda mentalmente, porque muchas de ellas han vivido experiencias traumáticas y a través de la danza pueden encontrar alegría”. También les ayuda a mejorar la memoria, a reducir el estrés y es una forma de hacer ejercicio, pero la creadora de la academia asegura que “no es solo bailar por bailar o entretenerse”. “Les ayuda a crecer para que cuando dejen la academia no vuelvan a la sociedad sin nada que hacer, sino que se les abren oportunidades”, subraya.
“Bailar me hará trabajar duro, porque para bailar hay que hacerlo y creo que puede darme oportunidades que nunca habría tenido”, señala Mifemi, quien en el futuro quiere ser una artista y dedicarse a cantar, actuar y bailar “en todo el mundo, no solo en Nigeria”. “Me encanta bailar porque siento que puedo expresarme”, añade.
Con la danza, también han logrado darse a conocer y que más personas puedan colaborar con la academia, que permite que las niñas estén escolarizadas de forma gratuita. “Intentamos usar la danza para invitar a la gente a eventos, hacemos también mucho ‘crowfunding’ y también pedimos becas a algunas organizaciones”, explica Seyi a RTVE.es. “La danza ayuda a todo el mundo. Ayuda a nuestra organización, porque a través de la danza nos ha conocido mucha gente y quieren ayudarnos”, asevera.
El principal objetivo, mantener a las niñas en la escuela
Nigeria es el país con más niños en edad escolar que no asisten al colegio, superando los 12 millones, la mayoría de ellos niñas. La razón principal por la que no acuden a la escuela es la pobreza, aunque la educación básica es gratuita y obligatoria en el país africano. En muchas ocasiones, además, las familias consideran que la calidad de la educación es muy baja o no ven el valor de llevar a sus hijos a la escuela.
“Algunas personas apenas pueden comer, entonces no pueden permitirse una educación apropiada y lo que ofrece nuestra academia es educación de calidad”, explica Seyi. Al mismo tiempo, algunos padres “no saben valorar la educación y solo quieren que sus hijos trabajen y lleven dinero a casa”, mientras muchas de las niñas que “deciden tener una carrera en artes, abandonan las escuelas porque empiezan a creer que la educación no tiene nada que ofrecerles”.
La creadora de Dreamcatchers recalca que el principal objetivo de su academia es “mantener a las niñas en la escuela, para que entiendan que pueden obtener una educación apropiada y, aun así, seguir con su carrera para convertirse en artistas”.
Para Mifemi es “un placer pertenecer a la academia, porque tengo muchas oportunidades” y le encanta ir al colegio porque “aprender es un gusto”, sobre todo su asignatura favorita, Matemáticas.
Seyi espera que, en un futuro y una vez que tenga una estructura apropiada en Lagos, pueda abrir más academias en otras ciudades del país y ayudar a niñas como Mifemi. “Definitivamente, es una iniciativa que tiene que crecer y hacer que la gente entienda que el arte no es una distracción para la educación. Aprenden más y tienen la oportunidad de soñar y de obtener más oportunidades”, asegura.
Miedo a los secuestros
En los últimos meses se han multiplicado los ataques a centros educativos y el secuestro de estudiantes en Nigeria, especialmente en el norte del país. Entre diciembre y marzo han sido raptados alrededor de 800 estudiantes en cinco secuestros en diferentes estados.
Los secuestros los han llevado a cabo “bandidos”, motivados principalmente por el dinero, ya que se cree que los gobernadores han recurrido al pago de rescates para conseguir la puesta en libertad de rehenes. Esto ha convertido los raptos en una lucrativa fuente de ingresos.
Las niñas de Dreamcatchers viven todas en una misma en casa en Lagos, en el sur del país, y, aunque tienen a tres trabajadores que están ahí siempre para cuidarlas, Seyi asegura que al ver las noticias de los secuestros le da “mucho miedo”.
“Los secuestros pueden ocurrir en cualquier parte. Secuestran a muchas personas y da mucho miedo”, confiesa la creadora de Dreamcatchers. “Esperamos que nunca nos pase a nosotras. Siempre intentamos hacer lo mejor para garantizar la seguridad, pero da mucho miedo porque las niñas deben tener el derecho a soñar, a recibir una educación y a hacer todo lo que quieran. No es justo que no estén seguras”, recalca.
Seyi también afirma que, si las niñas siguen siendo raptadas, “dejarán de ir al colegio porque les da miedo acabar secuestradas en el colegio”. “Realmente esperamos que eso acabe pronto”, añade.
Evitar el abuso sexual y el matrimonio infantil
Al entrar en la academia y formar parte de Dreamcatchers, además de recibir una educación gratuita, las niñas evitan peligros como ser abusadas sexualmente, aunque también evitan la pobreza, se reducen las probabilidades de que se vean implicadas en delitos o sean víctimas del matrimonio infantil.
La incidencia del matrimonio infantil en África Occidental y Central es del 41%, por lo que cuatro de cada diez niñas y mujeres jóvenes se han casado antes de los 18 años, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Nigeria cuenta con la mayor cifra de víctimas del matrimonio infantil y se estima que al menos 22 millones de niñas se han casado en el país, lo que representa el 40% de todas las menores casadas en la región.
“Especialmente al ser chicas, están más seguras de evitar ser abusadas sexualmente. Las posibilidades de que sean abusadas se reducen drásticamente. También evitan el matrimonio infantil, porque si las niñas están seguras en casa y en un hogar como el nuestro, nadie puede verlas y decir que las van a casar”, señala Seyi.
La academia permite que las niñas eviten la pobreza, vivan en mejores condiciones de vida y tengan oportunidades para triunfar, así como un futuro mejor. Dreamcatchers (atrapasueños, en inglés) no tiene un único sueño que atrapar, porque “puedes ir a por un sueño, pero nunca atraparlo”, según afirma su creadora. “El sueño es que cada una de las niñas que ha entrado en nuestra academia sea capaz de conseguir aquello que sueña”, explica Seyi. Por eso, el lema de la academia es: ‘Aquello que quieres, tienes la oportunidad de lograrlo’.
Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20210429/dreamcatchers-lanza-evitar-ninas-abandonen-escuela-nigeria/2084789.shtml