Argentina: Cuando Enseñar es desaprender

Argentina / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Juan Funes / Fuente: Página 12

La Asamblea Autoconvocada Inter-Institutos manifestó ayer su rechazo al Operativo Enseñar, las evaluaciones impulsadas por el Ministerio de Educación de la Nación que se tomarán a los estudiantes avanzados de profesorados en todo el país y que comienzan a aplicarse hoy en dos institutos de la provincia de Buenos Aires (ver aparte). Los estudiantes del Instituto Nº 11 de Lanús advirtieron que no se presentarán a la prueba, mientras que los del Instituto Nº 35 Vicente D’Ambramo, de Monte Grande, tampoco lo harán en su mayoría, aunque al cierre de la edición todavía no había consenso de tomar la decisión en forma unánime. En diálogo con PáginaI12 el delegado de Suteba de ese establecimiento, Luis Brunetto, señaló que “el Operativo Enseñar es presentado por el gobierno de Cambiemos como una evaluación neutra que tiene por fin obtener datos sobre la situación de los profesorados, pero sabemos que lo que busca es culpabilizar a los docentes de la crisis educativa que desde hace décadas existe en Argentina, para abonar las reformas que van a destruir la educación pública”.

Con un pizarrón apoyado entre la vereda y la reja del Instituto Nº 35, pasadas las 13, Brunetto abrió la clase pública. Esta fue la modalidad para abrir el debate sobre el Operativo Enseñar que votó la Asamblea, integrada por agrupaciones docentes y Centros de Estudiantes de los institutos del sur del conurbano bonaerense. “Ya que tenemos este pizarrón vamos a arrancar con esta palabra que aparentemente es aséptica e inofensiva: evaluar”, anunció el delegado y docente. “Estaría bárbaro que nos evalúen. Todos ustedes alguna vez habrán leído a Antonio Gramsci –continuó–, y su concepto de sentido común. Esta es una idea de sentido común: evaluar está perfecto. Pero, ¿qué nos diría Gramsci? El sentido común hay que ponerlo en contexto”. El docente explicó que “la evaluación se toma en un contexto histórico de varias décadas de decadencia educativa. Lo que tenemos que ver es si la política del gobierno actual busca reducir la tendencia de decadencia o tiende a reforzarla. Claramente lo que buscan es vaciar la educación pública”.

Brunetto consideró que la reforma Secundaria del Futuro, que se va a implementar en escuela públicas porteñas, es el modelo de educación que busca impulsar Cambiemos. “Hoy en día asistimos al predominio de un discurso según el cual los docentes pueden ser reemplazados por aplicadores, facilitadores o por internet. El conocimiento científico puede ser desplazado por el entrenamiento, por el manejo de herramientas técnicas”, afirmó.

A su turno, Julián Odriozola, profesor de política educativa del mismo instituto, sostuvo que el objetivo del Operativo Enseñar es “acompañar la reforma laboral que está anunciando el gobierno con una reforma educativa”, ya que “ninguna reforma laboral podrá ser verdaderamente efectiva si no se reforma la subjetividad y la educación de los sujetos”. “Estamos de acuerdo en que hay una crisis educativa. Pero los docentes no somos los culpables de esa crisis; hay un Estado que desde muchos años se corrió de su responsabilidad de garantizar educación de calidad. Si la evaluación va a recaer sobre el rendimiento de los docentes, eso será motivo para decir ‘los docentes no están a la altura de la circunstancias’. ¿A quién hay que ajustar entonces? A los docentes. Es el escenario que se plantea”, agregó.

Antes de finalizar Odriozola leyó una frase dicha por Esteban Bullrich a poco tiempo de haber asumido como Ministro de Educación: “‘Es imposible controlar la calidad de los institutos de formación docente. En Finlandia, que tiene 5 millones de habitantes, hay 8 institutos de formación; en Francia, que tiene 66 millones, hay unos 40 institutos; en Argentina que somos 41 millones tenemos 1500’. No hace falta ser demasiado inteligentes para darnos cuenta de qué van a hacer con los resultados del Operativo Enseñar”.

Diego Acuña, docente del Instituto Nº 103 de Lomas de Zamora, coincidió con los oradores anteriores en que “lo que buscan con estos operativos es responsabilizar a los estudiantes y a los docentes de la crisis del sistema educativo”. “Buscan darle fundamentos a la sociedad para que acompañe la reforma educativa que quieren llevar adelante, que es la misma política educativa que dejó a la educación en crisis”, advirtió. “Tenemos que proponer un sistema educativo público y gratuito, crítico y con compromiso social”, concluyó.

Fuente de la Noticia:

https://www.pagina12.com.ar/72776-cuando-ensenar-es-desaprender

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Hay tanto para reformar!

América del Sur/Uruguay/Fuente:http://www.elobservador.com.uy

Por  Ricardo Peirano.

Como si el país no tuviera problemas acuciantes en el área social (marginación, fractura, inseguridad, decadencia educativa) y en el área económica (una nula tasa de crecimiento en este año y en el próximo, un alto déficit fiscal, inflación obstinadamente rondando los dos dígitos, desempleo creciente, excesiva dependencia de nuestros vecinos para el relanzamiento económico, falta de competitividad que asegure crecimiento sustentable), el Plenario de Frente Amplio –que no parece estar en sintonía una vez más con el gobierno del mismo signo partidario– ha lanzado por enésima vez la peregrina idea de una reforma constitucional.
Nadie sabe muy bien el para qué esta reforma y el por qué en este momento, aunque el enunciado vago de los temas que se proponen modificar apunta a un cambio filosófico que altere la balanza de poderes propia del modelo republicano en perjuicio del Poder Judicial y del Ejecutivo y en beneficio del Parlamento, que hoy tiene dificultad para redactar las leyes en forma correcta del punto de vista gramatical, y para disminuir algunos de los derechos individuales como el de propiedad.
A estos efectos me permito recomendar la columna que publicó el pasado jueves Hoenir Sarthou en el semanario Voces, titulada «La Constitución como excusa», en la que hace un notable ejercicio de demolición de los eventuales motivos para reformar nuestra carta magna y de todas y cada una de las ideas propuestas en la agenda reformista. Por un lado, Sarthou señala con acierto que la propuesta de reforma busca cambiar el «eje de la discusión pública». Y que «en lugar de hablar del ajuste fiscal, de la crisis económica, de la deuda pública, de la enseñanza, de la crisis social, de la inseguridad ciudadana y del aumento de precios, la oposición y parte de la opinión pública deberán discutir reformas constitucionales. Gran éxito estratégico».
Por otro lado, Sarthou opina que «la propuesta de reforma puede operar como justificación de la falta de proyectos y de resultados, cohesionando a cierta parte del electorado frenteamplista. Así, para el sector más incondicional de los votantes frenteamplistas, el problema no serán el gobierno ni su falta de ideas y de aciertos, sino la Constitución que lo maniata y la Suprema Corte de Justicia que lo hostiga. Dos blancos fáciles, por diversos motivos. Incluso más fáciles que la prensa, a la que también se la ha acusado de ocultar los supuestos éxitos y resaltar los fracasos oficialistas». Y no le falta razón: es muy fácil buscar chivos expiatorios ajenos de los fracasos propios. Y el ataque a la Suprema Corte de Justicia, a la que se quieren quitar potestades, es algo que un sector del Frente Amplio tiene entre ceja y ceja luego de que el máximo tribunal declarara la inconstitucionalidad de seis leyes dictadas durante la administración anterior, y actualmente esté haciendo lo mismo con la famosa ley de medios, también dictada en la administración Mujica, con la oposición de muchos sectores de la izquierda y con la advertencia previa de distinguidos constitucionalistas de todas las corrientes partidarias y no partidarias.
Pero dado que el Plenario del Frente Amplio tiene un notorio afán reformista, quizá sería bueno canalizarlo hacia algo más provechoso y más propio de estar al tope de la agenda pública nacional: el tema educativo. La ministra de Educación parece haber tirado por la borda los ambiciosos planes iniciales del presidente Vázquez para cambiar el ADN de la educación. Los planes parecen haberse ido junto con el subsecretario Filgueiras y el director de Educación Juan Pedro Mir, injustamente denostados por la ministra, que los nombró a sugerencia del presidente pero que no encajaban en su filosofía educativa ni en su consideración personal.
Pero la educación pública sigue allí: esperando que alguien la reforme o se anime a hincarle el diente. El Plenario del FA podría ayudar al presidente a llevar a cabo esa reforma, que ya no admite demora alguna y que tiene un referente magnífico en los liceos gratuitos de gestión privada situados en barrios de contexto crítico y ahora incluso replicados en Paysandú y próximamente en Salto. He ahí un punto que necesita reforma urgente, y en el cual la coordinación de esfuerzos puede hacer maravillas. Hay miles de jóvenes uruguayos esperando por esa reforma y para ella en nada se necesita la reforma de la Constitución.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/hay-tanto-reformar-n935840

Imagen: http://static.elobservador.com.uy/adjuntos/181/imagenes/009/640/0009640474.jpg

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