Por: Francisco Lemus

Por: Francisco Lemus
China/Abril de 2017/Fuente: Terra
La primera dama china, Peng Liyuan, alabó los logros de su país en materia de igualdad en una inusual entrevista, publicada entre críticas del colectivo de feministas chinas que aseguran sufrir un estrecho control de la Policía para evitar que lleven a cabo sus campañas.
Peng, enviada especial de la UNESCO para la Promoción de la Educación de Niñas y Mujeres, aseguró que la mujer en su país ha experimentado «un progreso destacable» en cuanto al desarrollo personal, en una entrevista con «El Correo de la Unesco», que recoge hoy el diario oficial China Daily.
La primera dama china consideró primordial la educación para conseguir la igualdad de género y alabó los esfuerzos del Gobierno que preside su marido, Xi Jinping, para garantizar que toda niña o mujer tenga acceso a la formación.
Estas declaraciones se topan con las críticas del colectivo de feministas, que denuncian sufrir la represión del régimen.
«Los esfuerzos del Partido Comunista (gobernante) son limitados. No paramos de retroceder en materia de igualdad», aseguró en declaraciones a Efe Xiao Meili, destacada activista en defensa de la mujer.
La entrevista de Peng se publica además en un momento complicado para las feministas chinas, debido a los crecientes controles y tras unos años en el que algunas de ellas han sufrido arrestos por sus populares campañas en público o en internet.
Xiao asegura que, en su caso, la Policía le ha presionado para que se traslade de vivienda en repetidas ocasiones y explica que el colectivo tiene mayores problemas para publicar en internet o en redes sociales, pues sus comentarios, informes o campañas son «censurados».
«La situación es cada vez peor», afirma la activista.
De forma previa al Día de la Mujer de 2015, las autoridades detuvieron a cinco de las más prominentes feministas cuando se preparaban para realizar una campaña de concienciación contra el acoso, y, a pesar de que fueron liberadas tras 37 días, el colectivo asegura que las autoridades siguen controlando sus movimientos.
Fuente: https://www.terra.cl/noticias/mundo/asia/primera-dama-china-defiende-avances-en-igualdad-entre-controles-a-feministas,56abeb0863bc3964b4ed7e09514eebe22clhzl6o.html
España/Abril de 2017/Fuente: Terra
El trabajo activo de las mujeres en la lucha contra la violencia de género es tan importante como la educación de los hombres y de la sociedad en general, con el fin de eliminar las relaciones de poder basadas en la desigualdad.
Así lo resumieron hoy un grupo de expertas internacionales, con notable presencia latinoamericana, durante el I Foro de Violencias Urbanas, que acoge Madrid y donde se analizó la violencia contra la mujer en el entorno urbano, tanto a nivel público como privado.
Para la secretaria de la Mujer de la alcaldía de Bogotá, Cristina Vélez Valencia, la clave está en educar al hombre, pero desde la perspectiva del humor, como ha hecho su ayuntamiento durante los últimos meses con la campaña «Sin Vergüenza», que les anima a no sentirse avergonzados de ayudar en el hogar.
«No podemos hacer a los hombres conscientes de su posición privilegiada llamándoles asesinos, tenemos que utilizar el humor», explica Vélez, quien apuesta por una visión transversal de las políticas públicas para luchar contra la violencia machista.
Las expertas analizaron tanto la violencia que sufre la mujer en el entorno privado – la perpetrada por familiares y parejas-, como la que padecen en lo público, tales como la trata y la mutilación genital femenina que, según denuncian, «está a vista de todos».
La activista contra la ablación en Kenia y Tanzania Nice Nailantei narró cómo tuvo que huir en varias ocasiones para evitar esta mutilación de la que, según lamenta, muchas de sus amigas y hermanas no pudieron escapar.
«Yo creo que hay que involucrar a los hombres, educarles para que rechacen estas prácticas y no marginen a las mujeres que no se someten a la circuncisión femenina», afirmó Nailantei, quien ha luchado durante años para hacer entender a niños y mayores que la ablación es un tipo de violencia de género.
Todas las expertas coincidieron en involucrar a los gobiernos locales, aunque también a los estatales, para que tomen medidas valientes.
Las mujeres refugiadas y las desplazadas internas son las mayores olvidadas de estas políticas, explicaron las ponentes, ya que sólo las iniciativas civiles se hacen cargo de su bienestar.
Este es el caso del proyecto colombiano «La ciudad de las mujeres», que lleva dieciocho años trabajando en la región de los Montes de María para dar sustento y refugio a mujeres desplazadas por el conflicto armado y por las violaciones sistemáticas de sus derechos humanos.
«Estas mujeres y niños se estaban muriendo por la desnutrición, pero eran invisibles para el Estado», explica Patricia Guerrero, fundadora de la Liga de Mujeres Desplazadas y gestora del proyecto.
En el caso de España, el problema no que si bien hay legislación que protege a las mujeres contra la violencia, ésta no cuenta con los recursos suficientes para que se desarrolle.
«Ahora hay una necesidad de ver un impacto positivo en la mujer de las políticas públicas que emprendemos», afirmó la alcaldesa de la localidad catalana de Badalona (noreste de España), Dolors Sabater Puig, quien apostó por una gobernanza compartida con la población y que involucre a las mujeres.
La educación para que las mujeres emprendan una política activa en la lucha por sus derechos y de los hombres para que adquieran conciencia de sus privilegios son, unidos a la inclusión de la perspectiva de género en la política, algunas de las claves para combatir la violencia de género, según concluyeron.
Fuente: https://www.terra.es/noticias/espana/la-educacion-de-hombres-y-mujeres-clave-para-acabar-con-violencia-de-genero,359e8f1af5989c56d6f28a3b5e4dd188nxunlq5y.html
Abril de 2017/Fuente: CEPAL
La igualdad de género se juega desde la infancia, por lo que urgen acciones para erradicar todas las formas de discriminación que afectan a las niñas y adolescentes en la región.
Fuente: http://www.cepal.org/es/infografias/ninas-adolescentes-america-latina-caribe
Lucía Sánchez Saornil, Teresa Claramunt, Amparo Poch y Gascón, Lola Iturbe, Antonia Maymón, Pepita Carpena… Mujeres anarquistas, feministas y revolucionarias a las que la historiografía no ha hecho justicia. Batallaron por dejar de ser “la esclava del esclavo” y destacaron tanto por su empuje como por la modernidad de sus reivindicaciones en la España de los años 30. “Mujeres de clase obrera pasaron a capacitarse, escribir e incluso colaborar con las vanguardias artísticas”, afirma la historiadora Dolors Marín (L’Hospitalet, 1957). Hoy profesora de instituto en Palma de Mallorca, Dolors Marín comenzó a investigar la historia del anarquismo con 17 años, en su barrio de Hospitalet de Llobregat. También empezó entonces a recuperar la historia de las mujeres. Es autora de “Clandestinos: el maquis contra el franquismo” (2002), “Ministros anarquistas” (2005), “La semana trágica” (2009), “Anarquistas, un siglo de movimiento libertario en España” (2010) y “Anarquismo, una introducción” (2014). “No sólo la popular Emma Goldman, sino mujeres como Voltairine de Cleyre, Lucy Parsons, Virginia Bolten, Rirette Maitrejean, Maria Huot, Magdalena Vernet o Maria Lacerda de Moura se preocuparon por el rol de la mujer dentro del movimiento anarquista”, afirma. La historiadora ha participado en la XVII Mostra del Llibre Anarquista de Valencia.
Desplegaron su actividad en el estado español entre abril de 1936 y febrero de 1939, y llegaron a contar con cerca de 20.000 afiliadas. ¿Quiénes fueron las “Mujeres Libres”?
Un grupo de mujeres que comenzó a funcionar en torno a una revista llamada también “Mujeres Libres”. Eran mujeres anarquistas -anarcofeministas, diríamos hoy- aunque entonces no se denominaban “feministas”. Sobre todo pensaban que había que capacitar a la mujer de la España de 1936 para que pudiera llegar un poco más allá; que pudiera aprender, tener mejores trabajos y desarrollar libremente la creatividad.
-¿Y también hacer la Revolución?
Sí, porque en España a partir de 1936 no sólo hay una guerra contra el general Franco, que traicionó a la República, sino que también está en marcha una Revolución. Ellas se sienten capaces de vivir en esta España del mañana….
-¿Qué actividades desarrolla la organización “Mujeres Libres”?
Abrir escuelas para mujeres, “sacar” a las que estaban en la prostitución y capacitarlas para otros trabajos, o ayudar a los niños que llegaban como refugiados de las regiones donde había entrado Franco; además abrir escuelas para estos niños, lugares donde dormir o que pudieran ser acogidos en otras casas. Son mujeres que realizan una tarea muy importante.
-Como profesora e historiadora, ¿recuerdas en las clases y talleres el legado de esta organización anarcofeminista?
Sí, les hablo a los alumnos en las lecciones de segundo o cuarto de bachiller, cuando abordamos la guerra de España. Les digo que el feminismo de Mujeres Libres fue muy moderno; de hecho, las ideas que defienden serían recuperadas principalmente en Estados Unidos en los años 60 por las mujeres afroamericanas y también por las latinas. Estas mujeres observan que el feminismo no sólo ha de luchar contra el patriarcado, ni quedarse en el feminismo burgués y del voto, sino también luchar para que las mujeres se capaciten. Esto ya lo decían las primeras anarcofeministas: “Dejar de ser la esclava del esclavo” (el marido explotado). Es decir, llegar a ser mujeres autónomas, libres y plenas.
-¿En qué contexto histórico aparece este colectivo de mujeres?
Me gusta hablar de “Mujeres Libres” porque parece impensable que un país tan “tercermundista” como era la España de los años 30, con una revolución agraria por hacer y con una revolución industrial que se situaba a la cola de Europa, surgieran unas mujeres con este empuje. Y sobre todo, tan modernas para su época.
-¿A quiénes destacarías?
Por ejemplo a Lucía Sánchez Saornil, una obrera madrileña que traspasa el obrerismo para trabajar de telefonista en Telefónica. Se trataba, por tanto, de una obrera capacitada y que en sus horas libres componía versos y colaboraba con la prensa ultraísta madrileña. Me interesa observar este “salto”: cómo mujeres de clase obrera pasan a colaborar con las vanguardias artísticas. También me interesa la figura de Amparo Poch y Gascón, una mujer médico que además decide escribir y ser creativa.
-¿Qué te llama la atención de la revista “Mujeres Libres”?
Es una publicación que incluye una parte artística, tal vez se trate de una de las revistas más bellas de la guerra civil. En un contexto bélico, estas mujeres añaden a la lucha una faceta artística, creativa y transgresora. Hay tiempo para la poesía… Encontramos, por ejemplo, un artículo muy divertido de Lucía Sánchez Saornil, quien se queja de los matrimonios civiles y dice que son un “proyecto para la creación de una fábrica de bodas en serie (churros auténticos)”. Se ríe mucho del matrimonio civil, porque piensa que ha terminado sustituyendo al eclesiástico, pero con la sanción del Estado.
-En tu intervención en la Mostra del Llibre Anarquista de Valencia te has referido a algunas mujeres invisibilizadas, como Dolores Iturbe (1902-1990). ¿Por qué fue importante?
Lola fue una mujer de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), la compañera de Juan Manuel Molina. No sólo articularon numerosos grupos de la FAI, sino que también editaron la revista “Tierra y Libertad”, el órgano de la federación de grupos anarquistas. Serán además amigos de las vanguardias artísticas en Barcelona, por ejemplo del dibujante Ángel Lescarboura y del periodista y editor Mateo Santos. Así, ilustrarán con dibujos surrealistas “Tierra y Libertad”. Pantalonera de oficio (se pasa todo el día cosiendo), Lola Iturbe es una mujer que parece muy modesta y que por las noches escribe sin parar. Era tan discreta que, cuando la conocí a finales de los 70, vivían ella y su marido en un piso de aproximadamente 40 metros cuadrados en Sant Adrià de Besòs (Barcelona). Eran personas modestísimas, con una biblioteca fabulosa.
-¿Qué te admiró de Lola Iturbe en el trato directo?
Fue corresponsal de guerra en el frente, recibió a Emma Goldman, pasó una última noche con condenados a muerte de su grupo de afinidad, estuvo en el asalto de las Atarazanas de Barcelona, donde mataron a sus amigos… Y sin embargo esta mujer, que había hecho tantas cosas, cuando volvió del exilio a Barcelona lo que hizo fue escribir sobre sus amigas. Publicó “La mujer en la lucha social y la guerra civil de España”.
-¿Por qué, como historiadora, eres tan crítica con la figura de Federica Montseny, anarcosindicalista y ministra de la CNT durante los gobiernos de Largo Caballero?
No soy crítica, pero en mi opinión fue conservadora. Se menciona mucho a Federica Montseny, pero no se habla tanto de Lola Iturbe o de Mercedes Comaposada, otra de las fundadoras de “Mujeres Libres”. Y como ellas había muchas más: Libertad Ródenas, Rosario Dulcet… Mujeres de mitin y de sindicato. Eran más discretas, pero al no haber sido ministras ni tener artículos publicados, los “abuelos” no hablan de ellas. Además, como en la época de la clandestinidad prácticamente no había actos ni fotografías, no se las recuerda. A las mujeres que no firmaban sus artículos en la prensa, como Lola, tampoco las visibilizamos.
-¿Quiénes fueron los “abuelos”?
Me refiero a los viejos militantes de la CNT. Aunque también es verdad que Federica parece que cuando hablaba en un mitin la gente lloraba, porque tenía una capacidad enorme de llegar a la concurrencia.
-Amparo Poch y Gascón…
Por suerte una historiadora cercana al anarquismo y una de las primeras “rescatadoras” de las mujeres libertarias, Antonina Rodrigo, escribió dos libros sobre ella: “Una mujer libre” y “Amparo Poch y Gascón. Textos de una médica libertaria”. Amparo Poch estuvo en “Mujeres Libres” en 1936, pero a partir de 1939 se marchó al exilio y ayudó a los maquis españoles en el Hospital de Toulouse. Fue una gran doctora que apoyó a los refugiados españoles; así, realizó consultas gratuitas a los exiliados que estaban indocumentados en Francia. Su labor fue magnífica, pero tampoco dejó muchas cosas escritas.
-No has mencionado a la escritora, editora y periodista Teresa Mañé (1865-1939), madre de Federica Montseny, y a quien también se la conoció por el seudónimo con el que firmaba los textos, “Soledad Gustavo”.
Fue una de las primeras maestras laicas del estado español, lo que en su caso fue una forma de “jugársela”. En Reus le cerraron la primera escuela. Sus padres no eran obreros, tenían una fonda, por lo que se trata de una mujer de clase media. Si Teresa Mañé no se hubiera mezclado en el “fregado” del anarquismo, habría vivido muy bien. Pero por el hecho de ser anarquista y conocer a Juan Montseny, tuvieron que partir al exilio. No sólo fue la gran educadora de su hija, Federica Montseny, sino que también era más feminista que Federica. Pero a quien más destacaría es a Teresa Claramunt.
-Una mujer obrera y anarcosindicalista…
Sí, pero que pasa del obrerismo a escribir y organizar grupos de mujeres. O a Antonia Maymón, una maestra laica que tiene escritos preciosos. Pero, insisto, todas estas mujeres están muy invisibilizadas.
-¿Observas muchas diferencias entre el anarcofeminismo y el sufragismo?
No, lo que ocurre es que las anarquistas creen que las sufragistas son mujeres burguesas que luchan sólo por el voto, y no es verdad. Cuando lo descubren, el nexo de unión es mayor. La imagen distorsionada de las sufragistas provenía sobre todo de la prensa burguesa. Las anarquistas no se plantean el voto, es algo que no les importa. Además hay un gran desprestigio de la política en todo el anarquismo.
-¿Cómo fue la relación entre la CNT y “Mujeres Libres”?
Difícil, porque los hombres no entendían que las mujeres pudieran plantear organizaciones específicamente de ellas. Y esto no pasa sólo con el anarquismo, sino también con el comunismo y el socialismo, que dejaban la cuestión de la mujer para el día después de la Revolución. Las internacionales obreras no dieron respuesta a este asunto. Cuando aparecen los feminismos en los años 20 es porque hay una desconfianza de las mujeres obreras hacia las propias organizaciones, ya que las ningunean. Por ejemplo, los sindicatos se reúnen por las noches. Las mujeres obreras no van a estas reuniones porque están cuidando a sus hijos. Esto sucedió en la CNT.
-¿Conoces ejemplos concretos?
Pepita Carpena, de “Mujeres Libres”, trabajaba en el sindicato del Metal, donde predominaban los hombres. Ella les preguntaba a sus compañeros “dónde está tu compañera”, y como la respuesta era “en casa, cuidando a los hijos”, ella entonces les decía “pues mañana te quedas tú en casa y que venga ella a la reunión”. Como historiadora, al no encontrar a las mujeres en el espacio sindical las he buscado donde sí que están: en los ateneos libertarios, donde se dedicaban a la intendencia o a llevar la biblioteca; en las cooperativas, en los ambientes culturales y las revistas o participando en las excursiones, entre otros lugares.
-Has sugerido alguna relación entre espiritismo y anarquismo…
Las anarquistas no son espiritistas, aunque sí que pueda haber alguna relación entre mujeres anarquistas y espiritistas. Las dos tienen un enemigo común, la iglesia católica. A finales del siglo XIX, se organizaban unos encuentros de discrepancia o confrontación en los que se garantizaba la asistencia de numeroso público femenino. Y tanto las espiritistas como las anarquistas querían llevar la harina a su costal. Encontramos a una mujer espiritista, Amalia Domingo Soler, con Teresa Claramunt o Soledad Gustavo, que pretenden llevar a las mujeres al campo anarquista.
-Una mezcolanza ideológica contra el enemigo común.
Teresa Claramunt se juntó con Amalia Domingo Soler y la activista y dramaturga republicana Ángeles López de Ayala en mítines a favor de la escuela laica, pues tienen en común que pretenden la capacitación de las niñas. Pero después en los periódicos Amalia Domingo Soler escribía sobre aquellas anarquistas descreídas que serían muy felices si creyeran en la reencarnación. Un ingeniero y pensador anarquista, Fernando Tarrida del Mármol, le respondería que los anarquistas eran materialistas. Podían coincidir en la defensa de la escuela laica, pero no en la creencia en el más allá.
-Por último, ¿en qué contexto histórico se produce esta coincidencia?
Como a finales del siglo XIX e inicios del XX se hallan en la ilegalidad, se encuentran en los espacios de frontera. Piensa que a raíz de la bomba contra la procesión del Corpus de Barcelona, en 1896, se detiene a numerosos anarquistas en toda Cataluña. Se aprueban leyes especiales y cierran todos los lugares con presencia de anarquistas, como las escuelas coeducadoras. En ocasiones se esconden en los locales de los espiritistas. Se trata de márgenes en ebullición.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=225151&titular=%93muchas-mujeres-anarquistas-feministas-y-revolucionarias-permanecen-invisibilizadas%94-
Por: Lidia Falcón
Hace pocos días un hombre ha asesinado a su mujer y a sus dos hijos, un niño de 8 años y una niña de cinco en Campo de Criptana (Ciudad Real). Ante la espeluznante noticia una prestigiosa psicóloga me dice, en tono de advertencia para que reflexione y salga de mi empecinamiento feminista: “esto no es una cuestión de cultura, es enfermedad mental”. Cuando le argumenté que las mujeres enfermas mentales no matan hombres y niños en la proporción que aquellos lo hacen, me respondió: “Es que las enfermedades mentales también se diferencian por sexo”. Y ciertamente, en términos universales los hombres asesinan y las mujeres se suicidan, pero plantear estas diferencias en términos de salud mental es desideologizar la enorme opresión y explotación de la mujer. Extraer la gran cuestión social de la violencia contra la mujer del debate político, para recluirlo en los sanatorios es el mayor favor que se le puede hacer a los sectores reaccionarios de nuestra sociedad.
En las cifras mundiales, los feminicidios alcanzan cifras espantosas. En países como Afganistán, Irak, Irán, en Oriente Medio, en África, no existen estadísticas pero sabemos de los casos más horribles. En Arabia Saudí cualquier hombre puede agredir a una mujer si va sola por la calle y se las lapida en público por cualquier delito. En México los secuestros y asesinatos de mujeres han alcanzado difusión en el mundo entero; las feministas argentinas informan que se asesina una mujer cada día y se la viola cada 38 minutos.
En varias naciones musulmanas se ha legalizado el matrimonio entre niñas y hombres adultos. Ya se han reportado varios casos de muerte de la novia por la violación del marido la misma noche de bodas.
En otros países se practica la cliteridectomía, la infibulación y o la recesión de los labios mayores. La prohibición de esta mutilación, que proviene de los tiempos más antiguos, en Egipto, en Mali, en Mauritania, en Senegal, se ha logrado hace pocos años, sin que su práctica haya cesado, mantenida en las familias por la tradición. Se supone que 100 millones de niñas sufren que se las mutiles genitalmente, con la consecuencia de padecer infecciones, dificultades en el parto y hasta la muerte.
Por ello, y muchos más datos, la ONU ha afirmado que “la violencia contra la mujer es el crimen encubierto más numeroso del mundo”.
En España, en los tres meses de 2017 hemos perdido a 29 hermanas: tiroteadas, estranguladas, acuchilladas, quemadas, asfixiadas, y a varios niños y niñas. Durante los últimos 12 años han asesinado a más de 1.000. Contabilizamos, de forma muy conservadora, 2.500.000 de mujeres golpeadas habitualmente, y el maltrato psicológico apenas está perseguido en un país donde el piropo, el acoso verbal y físico en la calle, en el trabajo, en la Universidad, en los Ayuntamientos, en el Parlamento, están siendo denunciados cada vez con mayor frecuencia. Y esos son los casos que se conocen, la punta del iceberg de los miles que quedan ocultos.
Los asesinatos de prostitutas se hunden en la ignorancia y el olvido, ante la indiferencia de las instituciones, de los medios de comunicación y de la sociedad civil. Ni siquiera cuentan para esos Observatorios de Violencia de Género, que proliferan por toda España, ya que estas víctimas no son género sino simplemente mujeres, para nuestra sofisticada Ley de Violencia, que discrimina a las que mantienen o mantuvieron una relación sentimental con el asesino y las que no, sin que se entienda el propósito del legislador al establecer semejante diferencia.
Y vuelvo a preguntarme, después de la preocupación que me ha embargado ante la segura afirmación de la psicóloga, ¿todos los asesinos y violadores e infanticidas son enfermos mentales? No dudo que en algún caso una patología se haya instalado en la mente del verdugo, pero me resulta imposible aceptar que la violencia contra la mujer sea un problema de salud mental. Asumir semejante diagnóstico significaría eliminar las denuncias y el debate político, vaciar las cárceles y llenar los manicomios.
Desde los tiempos del Código de Hamburabí hasta el Cödigo Penal Napoléonico, pasando por el Antiguo Testamento y el Corán, los textos legales, religiosos, morales, educativos, han sancionado la inferioridad de la mujer y su situación de sumisión al varón. Y en consecuencia éste puede maltratarla a su libre albedrío hasta la muerte. Ya en la modernidad los científicos dedicaron muchas horas de su precioso tiempo a medir cerebros de hombres y de mujeres para demostrar que éstas eran más tontas, como investigué y escribí en Mujer y Sociedad hace cincuenta años Y eso es cultura.
Cultura machista que significa el poderío del hombre como clase dominante sobre la mujer como clase explotada y dominada, que no se cura ni con fármacos ni con psicoanálisis ni con electroshock.
De la misma forma que sería un despropósito calificar de dementes a los fascistas, cuando bombardean países, imponen dictaduras, encarcelan a sus opositores, torturan a sus detenidos y fusilan a los disidentes.
Pero me preocupa que mientras tal clasificación no se plantea cuando se trata de lo que se llama la lucha política, en lo que se refiere a las reivindicaciones feministas se pueda derivar lo que es, con toda evidencia, la opresión y explotación generalizada de las mujeres a unos diagnósticos médicos. Lo que da argumentos a los machistas de toda laya, empecinados en quitarle importancia a la violencia que se ejerce contra ellas, e incluso en afirmar que las denuncias son falsas.
O revolucionamos el mundo y el feminismo cambia las relaciones de poder entre el hombre y la mujer y hace imperar la libertad, la igualdad y la solidaridad entre todos: clases sociales, pueblos y sexos o la guerra, la persecución de las razas de color, la tortura de los prisioneros, la explotación económica y el maltrato y el asesinato de mujeres y niños se perpetuarán. Es decir, el machismo.
Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/04/09/enfermos-mentales/
Centro América/Honduras/26 Marzo 2017/Fuente y Autor: nanduti
Honduras, donde cada 16 horas es asesinada una mujer, apuesta por el proyecto salvadoreño Ciudad Mujer para hacer frente a la violencia de género, la desigualdad y transformar la vida millones de madres, hijas, amas de casa y otras víctimas.
Pese a los avances en Honduras en igualdad de género, la participación de las mujeres en el trabajo todavía es baja, pues 6 de cada 10 “no tienen ingresos propios” y eso les obliga a depender económicamente de sus parejas, dijo a Efe Nidia Hidalgo, especialista sénior en Desarrollo Social de la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que apoya el proyecto.
Destacó “el modelo ejemplar” del proyecto Ciudad Mujer, lanzando en El Salvador en 2011 y replicado en junio de 2016 en Honduras con el apoyo del BID, un programa de Gobierno que pretende construir un entorno seguro para la mujer a través de capacitaciones, proyectos de salud y educación.
Hidalgo indicó que Ciudad Mujer contribuirá a “cubrir un vacío importante” y fortalecerá las políticas de género en Honduras, donde las mujeres representan el 51 % de los 8,6 millones de habitante.
Es un modelo “que cambia la vida de las mujeres”, subrayó la experta salvadoreña, quien dijo que en su país ha sido testigo de “la transformación de muchas vidas”, pues el proyecto ha creado seis centros que ofrecen un entorno seguro para la mujer, donde sus derechos se respetan y ejercen sus libertades.
En el caso de Honduras, el BID financiará el proyecto con un préstamo de 20 millones de dólares que se destinará a la construcción de tres centros en las ciudades de San Pedro Sula (norte), La Ceiba (caribe) y Juticalpa (oriente), que se sumarán a dos más, uno ya construido, con inversión nacional.
Los centros permitirán “mejorar las condiciones de vida de las mujeres” y “va disminuir la revictimización”, señaló Hidalgo, quien resaltó que los fondos ayudarán a “fortalecer y expandir” el programa, que ha beneficiado a 1,5 millones de salvadoreñas y consiste en centralizar los servicios básicos en un solo recinto.
Ciudad Mujer Honduras brindará una “atención integral” de 14 instituciones de Estado a las mujeres, especialmente a las víctimas de la violencia, afirmo a Efe Rosa de Lourdes Paz, directora del programa en Tegucigalpa.
“La mujer puede empoderarse de sus derechos” y “romper el circulo de violencia”, subrayó, y agregó que las beneficiarias tendrán la posibilidad de “cultivar toda su capacidad y desarrollar su emprendimiento en aras de que recobre su autoestima y pueda estar consciente de que, como ser humano y mujer, vale y puede sostenerse económicamente”.
Paz enfatizó que Ciudad Mujer pretende “erradicar todas las brechas y discriminaciones” para alcanzar “esa equidad de género que establecen las leyes y la Constitución”.
Ciudad Mujer ofrece también capacitación laboral y servicios de desarrollo empresarial a las que quieren emprender un negocio, explicó a Efe Anaela Gómez, representante del programa Autonomía Económica en El Salvador, que junto a Hidalgo visitaron Honduras esta semana para compartir experiencias con funcionarias hondureñas.
El programa es “innovador” y ha “empujado una dinámica de reconocimiento de los derechos de las mujeres en las entidades del Estado”, subrayó.
Señaló que Ciudad Mujer ofrece servicios en salud reproductiva, atención psicológica a mujeres víctimas de violencia, asesoría jurídica, capacitación laboral y apoyo para establecer pequeñas empresas.
Ciudad Mujer Honduras puede ser “una oportunidad” para las mujeres y para que el país “salga del subdesarrollo”, subrayó la experta salvadoreña.
Fuente de la noticia: http://nanduti.com.py/2017/03/19/ciudad-mujer-honduras-el-programa-que-busca-lograr-la-igualdad-de-genero/
Fuente de la imagen:http://nanduti.com.py/wp-content/uploads/2017/03/Nidia-Hidalgo-BID.jpg