09 Octubre 2016/Fuente: /Autor: Ben Davis Min
A su paso por Buenos Aires, luego de haber participado en el Foro Internacional sobre Derechos de las Mujeres y el Desarrollo organizado por la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID), en Costa do Sauípe, concedió una entrevista a Notas Ulrika Holmström, miembro de la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional, especialista en cuestiones de género y reconocida feminista. Estudió Ciencias Políticas e Historia Económica Internacional en la Universidad de Estocolmo. Habla perfectamente en castellano y portugués.
-¿Qué significa ser feminista?
-Significa reconocer que existe una desigualdad sistémica entre mujeres/niñas y hombres/varones y tener la decisión de querer cambiar esa realidad.
-¿Cómo han sido tus comienzos en el trabajo de cuestiones de género?
-Empecé a trabajar con una ONG sueca llamada Fórum Syd, que es una organización de la sociedad civil. Después me surgió una oportunidad de trabajar en Angola como asesora, en tareas relacionadas con asuntos de igualdad de género. Y ahí también trabaje para otra organización sueca que se llama Grupos África de Suecia. Hoy en día la organización trabaja dando apoyo financiero y trabajando en conjunto con ONGs locales. Trabajé en Angola en tareas súper interesantes, porque el país había estado muchos años en guerra y justo cuando yo llegue en 2002, se había firmado un acuerdo de paz.
-¿Es parecida la problemática de la mujer de Angola a la de las mujeres suecas?
-Mucho no, porque los contextos son muy diferentes. En Angola hay una alta presencia de la pobreza y una gran mortalidad materna. Esa situación no tenía nada que ver con Suecia, donde un parto no es peligroso para la mujer. Y la situación de pobreza es totalmente diferente. El contexto de la posguerra también era totalmente diferente. Los problemas tenían que ver con la falta de infraestructura básica.
Pero después también había problemas en común también. Eso fue interesante porque, por ejemplo, la violencia de género es un problema importante en Suecia también y era un problema grande en Angola. El dominio de los hombres en muchas áreas de decisión también, así como las ideas sobre la sexualidad de las mujeres. Esas eran notas comunes a ambas culturas.
-¿El tema de la sexualidad de la mujer es similar en la mujer angoleña y sueca?
-Hay problemas en común en relación a cómo se ve la sexualidad de las mujeres y la de los hombres. Como por ejemplo en caso de una violación cuando se insinúa que la mujer tuvo alguna culpa o se cuestiona la ropa que llevaba… El hecho de que a veces los hombres dominaban el discurso en las conversaciones y las mujeres quedaban afuera. Eso en Suecia pasa también.
-¿Trabajaste en Argentina?
-Si en 2008/2009 trabajé como asesora de género en la Fundación Mujeres en Igualdad (MEI). Es un contexto muy diferente, con otro nivel de educación, pero también con algunas problemáticas muy específicas de aquí. Por ejemplo, en América Latina la cuestión de los femicidios es un problema muy grande, los números son horrendos. Otro problema muy grave en Argentina es la trata humana.
-¿Acerca de tu tarea actual: estás trabajando en una organización estatal?
-Sí, se llama SIDA, en español es ASDI (Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional). Y trabajo en el área de igualdad de género.
-¿Que es lo que hace el gobierno sueco concretamente por la igualdad de género?
-La igualdad de género ha sido una prioridad desde hace muchos años, pero más ahora que tenemos un gobierno feminista. Es un gobierno que tenemos desde hace un año y que se declaró como el primer gobierno feminista. También declararon una política exterior feminista. Hay un plan de acción y tenemos una embajadora por la igualdad de género. Este gobierno le está poniendo muchísimo énfasis a este tema.
En mi trabajo lo que hacemos en esa área es apoyar a las instituciones en los países donde trabajamos. El apoyo puede ser al Estado, en el caso de que se trate de un Estado democrático y transparente, como también puede ser un apoyo a la sociedad civil, ONGs, por ejemplo un apoyo a organizaciones de mujeres, organizaciones de derechos humanos u otras áreas donde es relevante la perspectiva de género. Mi trabajo es ayudar a mis colegas, sobre todo a los que trabajan en las embajadas, porque tenemos personal de la Agencia en las embajadas. Y yo trabajo con ellos para asegurar que todo el dinero que va para algún programa, a algún proyecto que termine beneficiando a las mujeres. Que haya una perspectiva de género, que se haga un análisis y que se puedan medir los resultados.
-Uno de los puntales del Estado de bienestar fue la asistencia médico sanitaria, ¿cómo está el tema actualmente en Suecia?
-Toda esa área está bastante bien cubierta en Suecia, el aborto es legal, y es accesible. Sobre el aborto hay un consenso bastante amplio. Aunque ahora aparecieron algunas voces que lo están cuestionando nuevamente. Y con relación a los partos, Suecia es un lugar relativamente seguro para tener un hijo, pero ahora se han empezado a ver problemas que muchos adjudican a falta de recursos. Por ejemplo, a una mujer la pueden mandar a otra ciudad a tener su hijo porque no hay lugar y eso es una problemática que se ha vuelto cada vez más visible. La atención debe ser igual para suecos y para inmigrantes.
-¿Crees que existe una relación entre pobreza e igualdad de género?
-Sí, veo muchas relaciones. Por un lado vemos que de los más pobres las mujeres son la mayoría. Las mujeres pobres están afectadas por una doble discriminación. Están en una situación más complicada. Y por otro lado, para trabajar contra la pobreza uno de los factores más importantes es tratar de generar más equilibrio entre hombres y mujeres, porque hay una relación entre los derechos de las mujeres y la pobreza. Además la pobreza tiene muchas dimensiones. Puede ser falta de recursos o dinero, pero también puede ser la falta de voz, de tiempo, de poder de decisión. Estos factores forman parte de lo que puede ser la pobreza. Y las mujeres lo viven muchas veces de otra manera que los hombres.
-¿Es posible lograr la igualdad de género habiendo una gran desigualdad económica en la sociedad?
-Yo creo que está muy relacionado con la economía. Si hay mucha división en la sociedad es difícil lograr la igualdad de género. La igualdad de género está relacionada con otros tipos de desigualdades.
-Estuviste en el Foro Internacional de AWID por el Derecho de las Mujeres, en Brasil ¿cuál fue tu experiencia?
-Fue súper interesante. Es una red de organizaciones de mujeres y cada cuatro años organizan un foro feminista. Los hubo en Estambul, en Bangkok, en Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Es un gran foro de encuentro del movimiento feminista en el mundo. Y este año eran más de 1800 personas de 140 países. Había un montón de seminarios que pasaban simultáneamente. Un tema del que se habló mucho fue la falta de recursos para las organizaciones de las mujeres, otro tema tratado fue el papel de las corporaciones multinacionales y de las relaciones desiguales de comercio entre los países que afectan a las mujeres. Se habló mucho también de todo el dinero que se gasta en armas comparado con el dinero que va para proyectos de paz. Son una gota en el océano por comparación y eso habla un poco de lo absurdo que es el mundo.
Me parece que este encuentro en Brasil fue muy interesante porque estaba muy representado el universo de organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres, que es una fuerza increíble. Yo viajé mucho y en todos los países existen este tipo de organizaciones y se parecen. El tipo de trabajo que hacen, el compromiso que hay y las cosas increíbles que generan con muy poquitos recursos. Y eso es lo que tenemos que cambiar, sobre todo nosotras que tenemos un país que se declaró feminista, tenemos que generar más recursos para ese trabajo.
Fuente de la entrevista:https://notas.org.ar/2016/10/05/ulrika-holmstrom-suecia-feminismo-recursos/
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