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La enseñanza de matemáticas en Europa

Por: Roberto Rodríguez

La semana pasada comentamos aquí los primeros resultados de la prueba PLANEA-2017 e hicimos notar la persistencia de graves problemas en el área de matemáticas. Las dificultades para que todos los estudiantes, al menos la mayoría, logre los objetivos de la disciplina en educación básica es una preocupación que se comparte en la mayoría de los países, avanzados y subdesarrollados. Es un problema no resuelto e implica una tensión entre la retórica de la sociedad del conocimiento y la contundente realidad según la cual apenas un segmento de la población, una élite, logra capacidades para desempeñarse exitosamente en el nuevo entorno.

Por ello, en 2008 el Consejo de Europa incluyó en el documento “Marco Estratégico para la Cooperación Europea en el ámbito de la Educación y la Formación (ET-2020)” la meta: “el porcentaje de jóvenes de 15 años con escasa competencia lectora, matemática y científica ha de ser inferior a 15 por ciento”, entendiendo por “escasa competencia” los primeros dos niveles de la prueba PISA de la OCDE. Además, se solicitó a la Comisión Europea desarrollar un estudio sobre los factores que inciden en los resultados de matemáticas y ciencias, producto de lo cual resultó el informe, elaborado por la red Eurydice, “La enseñanza de las matemáticas en Europa. Retos comunes y políticas nacionales” (2011).

El informe incluye información de los 31 países de la red, es decir los estados miembros de la Unión Europea, más Islandia, Liechtenstein, Noruega y Turquía, se refiere a las estructuras curriculares y modelos pedagógicos en primaria y secundaria, y toma en cuenta los resultados la prueba TIMSS (Trends in International Mathematics and Science Study) y la prueba PISA (Programme for International Student Assessment).

En el informe se revisan los datos de TIMSS y PISA, se describe el currículum de matemáticas de los países, se consideran los enfoques pedagógicos, métodos didácticos y organización del aula, y se presentan las políticas de evaluación y las estrategias ensayadas para la mejora del rendimiento. Además, el informe aborda dos temas específicos que, a la luz de los resultados, se consideran estratégicos: cómo mejorar la motivación del alumnado y cómo mejorar la formación inicial y permanente del profesorado del área. Aparte de los resultados de las pruebas internacionales, el informe incorpora los datos de la encuesta SITEP (Survey on Initial Teacher Education Programmes in Mathematics and Science) elaborada por Eurydice.

Como primer resultado destaca el fuerte peso de factores de índole social. El origen socioeconómico está estrechamente correlacionado con el rendimiento en matemáticas. Se concluye que “la ventaja de asistir a un centro en el que la mayoría de los alumnos proceden de un entorno familiar favorable se relaciona con un gran número de factores, incluyendo la influencia que ejercen los compañeros, un clima de aprendizaje positivo, las expectativas del profesorado respecto a los alumnos y las diferencias en cuanto a los recursos o la calidad de las escuelas.” También se hace notar que el contexto socioeconómico de los centros escolares es un factor con aun mayor capacidad predictiva que las diferencias socioeconómicas de nivel individual. y que la correlación no es absoluta: hay estudiantes que, con todo y ventajas socioeconómicas, presentan déficit de aprendizaje y viceversa, estudiantes que pese a la adversidad consiguen sobresalir.

Hay otros factores que tienen incidencia en el fenómeno. Según el estudio tres son relevantes: la preparación de los maestros en la disciplina y en materia pedagógica, las condiciones de los centros escolares, y la distribución curricular en primaria y secundaria. La capacitación de los profesores es fundamental. Se hace notar que una planta docente bien preparada es la mejor solución para infundir a los estudiantes actitudes favorables: confianza, motivación y autopercepción positiva. Si los profesores carecen de esa motivación es imposible transmitirla.

Un experimento interesante, aplicado con diferentes metodologías en Suecia y en España demostró que los profesores con estudiantes de bajo rendimiento suelen ser docentes con conocimientos insuficientes en matemáticas. El seguimiento de la reforma de educación básica de Noruega advirtió que la aplicación ortodoxa del “aprender a aprender” y “aprender haciendo”, en matemáticas de primaria y secundaria, hizo decrecer los resultados de aprendizaje. Lección: el acompañamiento docente es indispensable en esta área de conocimiento. En cambio, la reforma de la formación y actualización de profesores de matemáticas en Portugal y Turquía generó buenos resultados en el corto plazo.

De gran interés, aunque no hay espacio para desglosarlo, la organización temática por país. En la mayoría, el énfasis en primaria está en el dominio de la aritmética, pero en el ciclo secundario hay una importante diversificación: mayor peso a geometría, iniciación al álgebra, o introducción a la interpretación de tablas, estadísticas y cálculo de probabilidades. También ha diferencias en la cantidad de horas de estudio dedicadas a la materia y en las tareas para los estudiantes. Pero estos factores no parecen ser decisivos, como sí lo son la preparación de los profesores y los ambientes de aprendizaje.

En las conclusiones se recomienda, como prioridades: la formación docente, la intervención temprana, sobre todo en los primeros dos años de primaria, el tratamiento de necesidades específicas de aprendizaje, el impulso a los factores motivacionales y la atención a dificultades de lectoescritura, cuyos problemas suelen trasladarse al de área matemática.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-ensenanza-de-matematicas-en-europa/

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Bolivia: Presidente Morales pide a universidades públicas mejorar formación de profesionales

Bolivia/02 octubre 2017/Fuente: Bolivia

El presidente Evo Morales pidió a las universidades públicas mejorar sus políticas de formación de profesionales, para evitar que los estudiantes continúen optando por casas de estudios superiores privadas.

«Esperamos que nuestros rectores, nuestros dirigentes de CEUB puedan planificar como mejorar como nuestras universidades públicas estén mejor que la privada eso debe ser la meta para mejorar la educación, para profesionalizar», dijo.

Morales, en un acto en el que entregó un internado en Vila Vila, Cochabamba, aclaró que los derechos de las universidades privadas están garantizados; sin embargo, lamentó que este tipo de instituciones continúen creciendo en el país por mala formación de profesionales en el sector estatal.

«¿Saben hermanas y hermanos? Si la universidad pública con autonomía estaría mejor que las universidades privadas con seguridad seguro se cerrarían, bajarían; lamentablemente la mayor parte de nuestras universidades públicas están mal», sostuvo.

El Presidente dijo que en el exterior las universidades públicas son las más cotizadas por otorgar una buena formación profesional a sus estudiantes, situación que -a su juicio- debe pasar con Bolivia.

Fuente: http://www.bolivia.com/actualidad/nacionales/sdi/163628/morales-pide-a-universidades-publicas-mejorar-formacion-de-profesionales

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Empezó evaluación por la Excelencia en universidad cubana

Cuba/02 octubre 2017/Fuente: ACN

La evaluación institucional del ministerio de Educación Superior a la Universidad de Oriente (UO) empezó hoy, en esta ciudad, a fin de obtener la categoría de Excelencia que en Cuba ostentan otros tres centros de ese tipo.

 Con un proceso de integración en 2015, la UO asumió nuevas estructuras ante un necesario programa de perfeccionamiento académico en el cual profesores y estudiantes muestran la eficacia de la formación profesional en la institución.

Diana Sedal, rectora del Centro de Educación Superior, presentó las tareas del  proceso que se extenderá hasta el seis de octubre con los resultados definitivos en enero de 2018, al tiempo que docentes  y directivos reconocieron estar preparados, a partir de una rigurosa autoevaluación que reflejó sus fortalezas y debilidades.

De obtener un buen resultado será otro regalo a Cuba de la ya  septuagenaria Casa de altos estudios con el esfuerzo de estudiantes, profesores y trabajadores, quienes acogen con toda seriedad el actual proceso, afirmó Sedal.

Se destacan los notables avances en la informatización que favorecen el quehacer académico, además de 16 carreras consideradas de excelencia y 33 posibles a alcanzar esa categoría, más importantes inversiones que aportan al mejoramiento de la labor docente y la vida en los tres campus universitarios y ocho centros municipales.

Entre las principales fortalezas mencionó  las relacionadas con el postgrado, la preparación y superación del claustro que consideró consolidado y altamente calificado, así como el impacto económico social de la universidad  y la efectividad de los convenios de colaboración nacional e internacional.

   Maribel Ferrer, vicerrectora docente de la UO, dijo que espera la mejor evaluación, atendiendo al elevado compromiso, protagonismo y sentido de pertenencia de los alumnos con la institución y alta satisfacción con el proceso formativo, la calidad del claustro y su influencia en el desarrollo de valores y competencias profesionales.

En este primer intercambio destacaron los premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba y la incorporación activa de los estudiantes a la actividad científica estudiantil, tareas de impacto y los proyectos de investigación para resolver problemas priorizados del territorio y el país.

Próxima a cumplir siete décadas de fundada, la UO evocará jornadas de tradición histórica y patriótica donde se forjaron héroes y mártires de la Revolución y está latente la huella de Vilma Espín, quien fuera estudiante de Ingeniería Química y tuvo allí los primeros gestos de rebeldía.

Fuente: http://www.acn.cu/cuba/29009-empezo-evaluacion-por-la-excelencia-en-universidad-cubana

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Entrevista a Camila Vallejo: “Hemos hecho cambios históricos a la Educación pese a los intereses de quienes quieren mantener el legado de la dictadura”

02 octubre 2017/Fuente: El Diario de la Educación

Camila Vallejo fue una de las caras más reconocidas de la lucha estudiantil chilena para conseguir la gratuidad de la educación. Ahora está cerrando su primera legislatura como diputada por el Partido Comunista.

Fue uno de los principales rostros del movimiento estudiantil chileno que en 2011 logró poner en jaque al Gobierno conservador de Sebastián Piñera, exigiéndole una “educación pública, gratuita y de calidad”. Su liderazgo dentro de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la agrupación universitaria más antigua y simbólica de Chile, le entregó la popularidad que cultivó también desde la calle.

Ante los oídos sordos del entonces mandatario chileno, y pese a la desconfianza inicial en el sistema institucional, decidió tratar de impulsar los cambios desde dentro del Congreso. Con sólo 25 años, Camila Vallejo se convirtió en diputada por el Partido Comunista. Junto con otros tres líderes estudiantiles del momento, saltó al mundo de la política formal con la reforma educativa como una de sus principales prioridades.

Hoy, con 29, preside la Comisión de Educación del Congreso y está punto de cerrar su primera legislatura con el objetivo prácticamente cumplido. Quizás no con la profundidad que desearía, pero al fin y al cabo, con cambios destacables para revertir un sistema educativo que registra tasas más altas en la educación superior pública que en la privada, y cuyas universidades estatales son las segundas más caras de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sólo por detrás de Estados Unidos.

El fin al lucro, la gratuidad universal progresiva -tanto en educación escolar como en superior- o el traspaso de las competencias educativas de los municipios al Estado para terminar con la desigualdad entre centro educativos, son algunas de las propuestas que esta geógrafa de profesión ha peleado a fondo desde su escaño en los últimos cuatro años.

Camila Vallejo durante su época de líder estudiantil. / Flickr

¿Qué la llevó, a nivel personal, a levantar la lucha por una reforma educativa hasta convertirse en dirigente estudiantil?

Durante mi ingreso a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile empecé a tomar consciencia de la necesidad de hacer un cambio en el sistema educativo. Empecé a trabajar con compañeros, a levantar centros de estudiantes -porque no había en mi carrera-, a participar en instancias de la facultad y a involucrarme en los debates de la Federación de Estudiantes.

Me impliqué principalmente viendo mi realidad del endeudamiento y el de mis compañeros, que no podían pagar las carreras en la universidad pública, ni tampoco la comida o los materiales. Ahí empecé a cuestionar por qué la universidad pública no tiene financiamiento estatal como corresponde y tiene que autofinanciarse cobrando aranceles y provocando mucha desigualdad dentro de sus facultades.

¿Qué déficits enfrentan las universidades públicas en Chile?

Las universidades del Estado y particularmente la Universidad de Chile, que sigue siendo un referente muy importante en nuestro país y en el mundo, tiene que cobrar aranceles de 4.000 dólares al año para poder mantenerse. Eso hacía que no todos pudieran entrar y los que lo hacían tenían que endeudarse. No parece sostenible cuando la mayoría de las universidades del mundo son públicas, gratuitas o tienen financiamiento por parte del Estado. La Universidad de Chile se financia con menos de un 20% de aporte estatal. Es muy difícil ingresar a la educación superior con estos costos. Es perverso y no me parecía factible.

¿Así decidió pasarse de los movimientos sociales a las instituciones?

Fue un paso difícil pero necesario porque en un momento había millones de personas en las calles marchando, con apoyos de toda la familia. Era un movimiento muy transversal y diverso que tenía más del 80% de apoyo a sus demandas. Teníamos la mayoría, teníamos la razón, y el respaldo de investigaciones y estudios internacionales que hablaban de la educación de mercado en Chile. Pero nos faltaba algo: el Gobierno [de Sebastián Piñera] no quería recoger las demandas y defendía la educación privada, el lucro y el mercado. Por otra parte, había un Parlamento que no respondía a hacer cambios reales, y no había quórums suficientes para impulsarlos.

Ahí decidimos que no bastaba con marchar sino que había que llevar estas demandas a las instituciones para poder decidir y no que los otros hicieran los cambios por nosotros.

¿Qué supuso para usted dar ese salto?

No fue fácil. Hubo mucha crítica porque éramos dirigentes estudiantiles y nos metíamos en una institucionalidad muy desprestigiada. Pero lo hicimos y se lograron avances importantes respecto a las demandas que teníamos.

¿Que establece la reforma de la gratuidad que se encuentra hoy en su segundo trámite en el Senado?

Desde este año, el 50% de los estudiantes con más bajos ingresos ya estudian en la universidad de forma gratuita. El próximo año esto se amplía al 60% y se incorporará un mecanismo para llegar al 100% a futuro, sin pagar ni derechos de matrícula ni aranceles. El requisito para que el Estado financie a las universidades es que no tengan fines de lucro y que dispongan de un certificado de calidad.

Además de la gratuidad, las universidades públicas tendrán otros avances.

Sí. Superaremos algo que nos dejó la dictadura y que el gobierno de la transición no pudo solucionar: la desarticulación y falta de recursos. La reforma vuelve a articular las universidades estatales en una red y les otorga financiamiento adicional directo y permanente para docencia, investigación, extensión o infraestructura. Este aporte es aún insuficiente y tendría que aumentar para que puedan crecer las matrículas.

 También establece una estatuto propio de la universidad, que la mayoría de ellas no tienen y siguen con los estatutos de la dictadura militar.

¿Cómo avanzarán estas propuestas si se cumplen los pronósticos electorales que prevén la llegada de la derecha al Gobierno tras las elecciones de noviembre?

Creo que vamos a poder avanzar. Desde el primer día, todas las reformas han sido amenazadas por la derecha con llevarlas al Tribunal Constitucional, y han entorpeciendo los trámites legislativos. Para nosotros esto no es nuevo y estamos preparados para estos escenarios. Tendremos que trabajar con premura para llegar con todas las reformas educacionales aprobadas al fin del mandato de Bachelet.

¿Cómo evalúa estos cambios en la educación?

Son cambios históricos y democráticos, que se han dado con mucha dificultad y resistencia porque hay intereses políticos, ideológicos y económicos de quienes quieren mantener el legado de la dictadura militar a toda costa. No es sólo una cuestión cultural.

Si sale reelegida como diputada, ¿qué temas podría plantear para una nueva legislatura?

En educación, habrá que monitorizar la reforma porque muchas cosas se irán implementando en los próximos años.

Además, serán temas el apoyo a la formación técnica estatal, la extensión de la jornada en los colegios o sus estructuras de financiamiento, ya que una parte importante sale de una subvención por asistencia y en los colegios más vulnerables los niñas y niños asisten menos por distintas razones, lo que promueve la desigualdad.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/02/hemos-hecho-cambios-historicos-la-educacion-pese-los-intereses-de-quienes-quieren-mantener-el-legado-de-la-dictadura/

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El Salvador: Violencia provoca la deserción de 12 mil alumnos en ocho meses

El Salvador/02 octubre 2017/Fuente: El Salvador

A Paulina Mendoza, una veinteañera residente en San Vicente, la violencia e inseguridad le truncaron los planes de convertirse en bachiller para optar a un trabajo formal o prepararse profesionalmente y, con ello, ayudar a su familia a salir de la pobreza.

La joven estudió hasta sexto grado en una escuela de un caserío del cantón La Cruz, en San Lorenzo, San Vicente, la cual estaba muy cerca de su modesta vivienda. Cuando cursó el tercer ciclo caminaba a diario entre veredas por más de una hora para llegar a un centro educativo de San Sebastián, un municipio vecino.

Ella nunca fue víctima directa de la violencia, pero algunos de sus compañeros murieron a manos de pandilleros; otros desaparecieron sin que se volviera a saber más de ellos.

Durante el 2016 los centros educativos privados tuvieron entre el 12 % y 13 % de deserción estudiantil, lo cual es preocupante para la gremial.

Estadísticas del Ministerio de Educación indican que, hasta agosto pasado, unos 12 mil estudiantes de todo el país desertaron de la escuela. Las autoridades también revelaron que, en 2015, dejaron las aulas 39 mil alumnos, y el año pasado lo hicieron 35 mil.

Las autoridades han determinado que un elevado porcentaje abandona las aulas a causa de la violencia, la inseguridad o tras recibir una amenaza directa de pandilleros.

Lo que pasó con algunos compañeros de Paulina le provocó temor y, cuando recién había iniciado el noveno grado, les dijo a sus padres que dejaría de estudiar.

Su madre, Cristina -una sexagenaria dedicada a los oficios domésticos- sabía muy bien que el trayecto hacia el centro escolar era peligroso; temía que algo malo le pasara a su hija y tuvo que apoyarla.

“No, niña, qué andas haciendo ahí; está muy feo en San Sebastián, mejor ya no vayás”, fue lo que la señora respondió para secundar la decisión de la adolescente, quien entonces tenía 15 años.

Desde el corredor de tierra de su vivienda, construida de láminas y bahareque, la señora también lamenta que su pariente, al no haber finalizado sus estudios, ha tenido que ganarse la vida llevando a cabo diferentes trabajos.

Colegios inauguran a?o escolar 2017

En los últimos meses, la joven se ha dedicado a cuidar a una anciana del cantón, quien está muy enferma. La paga que recibe no es mucha pero debe alcanzarle para sostener a sus dos niños y ayudarle a sus padres y a dos hermanos, con quienes comparte el mismo techo.

El acoso de los grupos criminales no solo repercutió en los estudios de Paulina, sino también en los de su hermano menor. Él cursaba bachillerato fuera de San Lorenzo pero empezó a ser hostigado por unos pandilleros, quienes cada vez que lo veían le increpaban sobre su lugar de procedencia.

La madre del muchacho relata que, en una ocasión, los delincuentes le advirtieron que no querían verlo más por la zona y él debió suspender los estudios. El deseo de superarse hizo que dos años después se matriculara en el bachillerato a distancia, con el que solo asistía al Instituto los fines de semana.

“Gracias a Dios terminó de estudiar, pero le costó más. De no haber sido porque los muchachos (pandilleros) lo molestaban, hubiera salido antes”, dice su mamá.

El hermano de Paulina obtuvo su título de bachiller pero no ha podido conseguir un trabajo estable. Mientras espera una oportunidad laboral, le ayuda a su padre a sembrar frijol y maíz, mientras que su madre cuida a sus nietos, hace los quehaceres domésticos y cría aves que luego vende para aportar al sostenimiento familiar.

Abandonan la escuela para emigrar

En los registros de las autoridades no es común ver que los municipios de San Lorenzo o San Sebastián, ambos de San Vicente, se sitúen entre los más violentos del país. Sin embargo, las autoridades del Centro Escolar Domingo Santos (la única escuela pública de la zona urbana de San Lorenzo) han detectado que el número de alumnos de parvularia a noveno grado se ha reducido de 600 a 400 en los últimos cuatro años.

Guillermo Carlos Carrillo, director de la institución, asegura que el fenómeno de la deserción “fue más evidente” en 2014, cuando cerca de 40 estudiantes abandonaron la escuela. Él atribuye esta situación a diversas causas, pero la principal fue porque los menores de edad emigraron al extranjero con sus grupos familiares (la mayoría de forma ilegal) o se marcharon para reunirse con sus padres.

Deserción

Una de las principales causas de la deserción de los estudiantes es la migración a otros países.

El año anterior, en algunos casos por la misma razón, abandonaron sus estudios 16 menores de edad y en lo que va de 2017 suman 20 deserciones.

Una situación similar ha ocurrido en el Instituto Nacional de San Sebastián. La subdirectora, Lorena Antonia Rivas, señala que en los últimos dos años ha aumentado la deserción estudiantil: en 2016 fueron matriculados 251 alumnos pero solo terminaron el año 231.

Mientras que 2017 lo iniciaron con 262 adolescentes pero, hasta inicios de este mes, 20 de ellos habían abandonado las aulas.

Las principales razones por las que los estudiantes se marcharon, según la maestra, fue por la inseguridad, porque debieron cambiarse de domicilio o porque emigraron.

Algunos maestros consultados sostienen que ninguna institución educativa del país escapa de este fenómeno, pues cada vez que hay reunión de docentes a nivel departamental el tema de la deserción estudiantil está en la agenda.

El profesor Carrillo, quien tiene 25 años de dedicarse a esta profesión, cuenta que hasta hace más de una década la deserción escolar se daba porque los niños debían ayudar a sus progenitores a realizar tareas agrícolas.

Según él, no sabe con certeza por qué los estudiantes fueron sacados del país, pero algunos de sus colegas y padres de familia sospechan que podría haber sido para protegerlos de la violencia e inseguridad que enfrenta el país.

Esta suposición cobra fuerza si se toma en cuenta que en 2014, cuando hubo más deserciones en la escuela de San Lorenzo, el informe “Ocultos a plena luz”, elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), reveló que a nivel mundial El Salvador era el país con mayor tasa de homicidios de personas de entre 0 y 19 años, al registrar 27 asesinatos por cada 100 mil habitantes.

Las estadísticas del Instituto de Medicina Legal revelaron que de los 11,466 homicidios registrados entre el 1 de junio de 2014 y el 30 de abril del año pasado, 7,568 de las víctimas eran menores de edad.

En 2014, el entonces ministro de Justicia y Seguridad, Benito Lara, admitió que la violencia era la responsable de que un buen porcentaje de estudiantes desertara. Mientras que las autoridades del Ministerio de Educación dijeron no tener cifras concretas de alumnos que hubieran abandonado la escuela, pero señalaron que estaban reforzando los planes para revertir esta situación.

Deserción

En 2014, la deserción en 4o. Grado fue de 5.27 % .  según una investigación.

Mientras que un estudio elaborado en 2015 por el Sindicato de Maestros de Educación Pública (Simeduco) demostró que la violencia era la principal razón por la que los estudiantes abandonaban la escuela.

Además, señaló que la mayoría de alumnos perdía el año escolar porque les resultaba difícil inscribirse en otra institución debido a que el programa de estudios ya iba muy avanzado o a la territorialidad que imponen los pandilleros en los contornos de los centros de enseñanza. Es decir, si en la zona donde habitan los estudiantes delinque una pandilla, difícilmente pueden matricularse en un sector donde hay presencia del bando rival.

Hasta el año pasado, el Ministerio de Educación había detectado más casos de deserción estudiantil en los departamentos de La Paz, San Salvador y Cuscatlá

Fuente: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/402939/violencia-provoca-la-desercion-de-12-mil-alumnos-en-ocho-meses/
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ACNUR busca apoyo para los refugiados burundeses

02 octubre 2017/Fuente: Acnur

Más de 420.000 refugiados de Burundi siguen necesitando urgentemente asistencia humanitaria y apoyo en la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda, Uganda y la República Unida de Tanzania.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, hace un llamamiento para un mayor apoyo internacional para los refugiados burundeses y sus comunidades de acogida, ya que la permanente falta de fondos está dificultando enormemente la respuesta humanitaria en los países de asilo.

Más de 420.000 refugiados de Burundi siguen necesitando urgentemente asistencia humanitaria y apoyo en la República Democrática del Congo (RDC), Ruanda, Uganda y la República Unida de Tanzania. Dado que el número de refugiados burundeses en los países de acogida sigue siendo alto, es vital que se destinen los recursos adecuados a las actividades humanitarias para salvar vidas. Solo se ha recibido un 19% del llamamiento humanitario revisado por valor de 429 millones de dólares para apoyar a los refugiados burundeses en los países vecinos.

Esta falta de financiación ha obstaculizado gravemente la capacidad de recepción y ha generado tensión en el espacio de asilo, así como ha afectado a la calidad de la protección brindada por los países receptores. Los refugiados burundeses continúan viviendo en campamentos abarrotados, enfrentándose a la consiguiente inseguridad, al deterioro de los albergue de emergencia, a la escasez de agua y alimentos, así como a unos servicios de salud y educación congestionados. La prestación de asistencia y de protección a los refugiados de Burundi todavía no ha alcanzado niveles aceptables, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno de acogida, ACNUR y sus socios.

Muchas zonas que acogen refugiados se encuentran en riesgo de sufrir enfermedades contagiosas como la malaria y la diarrea aguda. Urge ampliar la disponibilidad y la calidad de los servicios de salud, incluyendo la creación de nuevas infraestructuras, la contratación de personal capacitado y la adquisición de equipo y suministros médicos.

La falta de financiación del Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha obligado a la agencia a reducir al 60% las raciones mensuales de alimentos en Tanzania, país que acoge a la mayoría de los refugiados burundeses.

Sólo el 56% de los supervivientes de violencia sexual y de género identificados han recibido asistencia y servicios completos.

La provisión de agua sólo es suficiente en dos de los cuatro principales países de acogida y apenas el 17% de los refugiados de toda la región dispone de una letrina familiar mejorada.

Las tiendas de campaña proporcionadas durante el pico de la emergencia están deterioradas y, debido a la falta de recursos, no se puede dar apoyo a la mayoría de las familias con albergues de transición. En Ruanda, un tercio de los 88.000 refugiados viven aún bajo lonas de plástico, que no de dejan de ser vulnerables a lluvias fuertes y tormentas. Es necesario construir de inmediato albergues, así como mejorar y rehabilitar los ya existentes.

Decenas de miles de niños han sido matriculados en la escuela, pero las aulas están abarrotadas y se necesitan escuelas adicionales, al igual que espacios de aprendizaje, para descongestionar la infraestructura educativa.

Si bien se están produciendo algunos retornos de refugiados, ACNUR no está promoviendo el regreso a Burundi, ya que aún no se dan las condiciones para la repatriación organizada a gran escala. Los refugiados burundeses siguen necesitando protección internacional y las encuestas informales indican que la gran mayoría todavía no planea regresar. No obstante, ACNUR seguirá prestando asistencia a los refugiados que hayan expresado su deseo de regresar voluntariamente a su país de origen.

ACNUR hace un llamamiento todos los gobiernos para que sigan manteniendo las fronteras abiertas a los solicitantes de asilo de Burundi y aseguren que no se produzcan retornos forzados.

Es vital que la financiación necesaria para responder a esta crisis aumente, beneficiando así tanto los refugiados como las comunidades que los acogen. También es crucial que, en el contexto del Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (CRRF por sus siglas en inglés), se inviertan fondos adicionales en las zonas de acogida de refugiados. Esto ayudará a los gobiernos locales a incluir a los refugiados en sus planes de desarrollo.

Tanzania -que está aplicando formalmente el CRRF- es el país que acoge a más refugiados burundeses, con 246.000 personas. Otros 88.000 se encuentran en Ruanda, 40.000 en la República Democrática del Congo, 37.000 en Uganda, 7.000 en Kenia y más de 1.000 en Mozambique, Malawi y Zambia.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/acnur-busca-apoyo-para-los-refugiados-burundeses-1/

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Religión fuera de la escuela

Por: Enrique Díez

Necesitamos una escuela laica que eduque sin dogmas, en valores humanistas y universales, en la pluralidad y en el respeto a los derechos humanos, en la asunción de la diferencia y de la diversidad y en los valores éticos, no sexistas y democráticos.

Vaya por delante que, como católico practicante y cristiano convencido, defiendo una educación pública, inclusiva y laica, porque considero que la laicidad de las instituciones públicas es la mejor garantía para una convivencia plural en la que todas las personas sean acogidas en igualdad de condiciones, sin privilegios ni discriminaciones. Tanto las católicas como las musulmanas, las ateas, las agnósticas o las protestantes, etc.

La actitud laica tiene dos componentes: libertad de conciencia y neutralidad del Estado en materia religiosa. Cada persona es libre de ser o no religiosa y de abrazar la religión que quiera, mientras que el Estado debe abstenerse y mantenerse al margen de estas creencias y prácticas personales. En este sentido, el laicismo busca separar esferas (el saber de la fe, la política de la religión, el estado de las iglesias), para garantizar la libertad de conciencia y posibilitar la convivencia entre quienes no tienen los mismos credos.

Todas las religiones, incluida la católica, deben ocupar el lugar que les corresponde en democracia: la sociedad civil, no la escuela; que debe quedar libre de cualquier proselitismo religioso. El espacio adecuado para cultivar la fe en una sociedad en la que hay libertad religiosa son los lugares de culto: parroquias, mezquitas, sinagogas u otros.

Pero esta separación iglesia-estado no se resolvió adecuadamente durante la Transición. El paso de la escuela nacional-católica de la dictadura franquista a una escuela laica o aconfesional, como la que propicia la Constitución, se impidió manteniendo unos Acuerdos con el Vaticano, heredados de las postrimerías de esa dictadura franquista, que “obligan” a que se oferte la asignatura de religión en todos los colegios y facultades de formación del profesorado de todo el Estado. El PSOE perdió una oportunidad de oro para derogarlos cuando era posible y deseado por la mayor parte de la sociedad.

No obstante, actualmente, en un Estado aconfesional como el que hemos acordado en la Constitución española, con libertad de culto, se debería impulsar y fortalecer una escuela laica, como instrumento plural, defensor de los derechos humanos y libertades, inclusiva, no sexista.

Por eso, la Escuela Pública ha de ser laica para ser de todos y todas, para que en ella todas las personas nos reconozcamos, al margen de cuáles sean nuestras creencias. Creencias personales que son un asunto privado. Por eso, la religión no debe formar parte del currículo. No por motivos antirreligiosos, sino desde un planteamiento pedagógico y social beneficioso para el desarrollo de la racionalidad del menor de edad, de su independencia y autonomía personal, para la que debe ser educado libremente.

La finalidad de la escuela no puede ser inculcar dogmas, muchos de los cuales además entran en contradicción con la razón, la ciencia y los derechos humanos, como la subordinación de la mujer o el origen mágico de la vida y el universo. Ni la escuela es lugar de exclusión y discriminación en el que niños y niñas sean separados en función de las creencias o convicciones de sus familiares, lo cual es una afrenta a la libertad de conciencia y una grave vulneración de los Derechos de la Infancia, como recoge la Declaración de los Derechos del Niño y de la Niña de 1959 y la Convención de 1989, que rechazan el adoctrinamiento y el proselitismo religioso. Separar al alumnado que comparte toda la jornada escolar, a la hora de las clases de religión, dificulta su convivencia y entendimiento, que es de donde nace el afecto y la solidaridad.

Pero es más grave aún si analizamos la normativa que establece el currículum de la enseñanza de la religión católica en la educación primaria y secundaria actualmente. Ésta convierte la clase de religión en catequesis, pese a que explícitamente afirme que huye de “la finalidad catequética o del adoctrinamiento”. La jerarquía católica, que es quien decide los contenidos de la materia de religión, no acepta la realidad de los nuevos modelos familiares y se empecina en su retrógrada concepción de la sexualidad humana, negando la diversidad sexual reconocida ya por la legislación, el derecho al propio cuerpo, a la libertad sexual y a la anticoncepción. La concepción y la práctica del catolicismo, en donde la mujer es subordinada, que mantiene y justifica un modelo sociedad patriarcal, no es compatible con la educación en igualdad que es un principio pedagógico básico. Hasta el teólogo Juan José Tamayo afirma que “los contenidos son en su totalidad catequéticos con tendencia al fundamentalismo; el pensamiento que se transmite es androcéntrico; el lenguaje, patriarcal; la concepción del cristianismo, mítica; el planteamiento de la fe, dogmático; la exposición, anacrónica”.

La religión católica actualmente tiene una carga horaria superior a la de contenidos tan importantes como la educación física o la educación artística. Es más, las clases de religión restan muchísimas horas lectivas a las demás asignaturas, que sí son importantes y acordadas por toda la comunidad educativa y social. Pero es que la religión católica ya se imparte en la mayor parte de las materias que se estudian a lo largo de la escolaridad. Para analizar el estilo arquitectónico de un templo, para explicar el Camino de Santiago o un cuadro de Velázquez o una partitura de Bach, para adentrarse en la literatura del siglo de oro o el origen de la lengua castellana y, sobre todo, para comprender la mayor parte de la historia de este país, se acude y se explica en clase la religión católica. Es incomprensible, por tanto, este empeño de la jerarquía católica, en exigir, además de los púlpitos los domingos en misa, una asignatura específica en todas las escuelas dedicada a catequesis.

Sumemos a todo ello que, el acuerdo con el Vaticano, heredado del franquismo, impone que en la Escuela Pública haya “profesores y profesoras de religión” pagados por el Estado (es decir, con los impuestos de todos y todas) pero nombrados a dedo por los obispos, que los seleccionan en función de sus creencias, de su fe, sin haber pasado, como todos los demás docentes, por una oposición en igualdad, mérito y capacidad. Más de quince mil de estos verdaderos “delegados diocesanos” figuran como personal laboral (debido a la ley educativa LOE aprobada por el PSOE) en los centros escolares de titularidad pública. Además, los obispos pueden despedirles sin tener que explicar el cese (cosa que suelen hacer en función de avatares de la vida privada de esas personas). De hecho, mientras en las demás asignaturas fomentamos el respeto a todas las personas al margen de su estado civil, la jerarquía católica despide a profesoras de religión porque se divorcian.

En definitiva, la Escuela debe ser lugar para educar en conocimientos científicos universales, en valores cívicos, no para el proselitismo o el adoctrinamiento. La Escuela debe ser neutral en el respeto a la pluralidad de opciones morales e ideológicas. La religión, que es una creencia entre otras muchas, debe difundirse en el ámbito privado de la familia y los lugares de culto.

Por eso debemos negarnos a que con el dinero público se financie ningún tipo de adoctrinamiento religioso. El art. 27.3 de nuestra Constitución recoge el derecho de las familias a que sus hijas e hijos «reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Pero no a que ésta formación sea impartida en los centros educativos, y menos financiada por el Estado. Las familias que quieran que sus hijas e hijos reciban formación de religiosa son muy libres de hacerlo, pero evidentemente al margen del sistema educativo.

No podemos seguir anclados en un nacional catolicismo rancio y obsoleto. Ni seguir educando con dogmas y creencias del siglo XIX a una ciudadanía del siglo XXI. Hasta un país como Irlanda, marcado por una secular tradición católica, va a sacar la religión del horario escolar. Necesitamos una escuela laica que eduque sin dogmas, en valores humanistas y universales, en la pluralidad y en el respeto a los derechos humanos, en la asunción de la diferencia y de la diversidad y en los valores éticos, no sexistas y democráticos. Queremos una escuela donde se sientan cómodos tanto las personas no creyentes, como las creyentes. La escuela un lugar para razonar y no para creer. Debemos abandonar ya la época de la superstición y avanzar definitivamente hacia la racionalidad y la ciencia. Por justicia, por convivencia en igualdad y por respeto a los derechos humanos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/29/religion-fuera-de-la-escuela/

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