Por: Karina Batthyány
El 22 de octubre hubo una reunión muy importante en Chiapas, México, concretamente en Palenque. Fue frente a una docena de presidentes y cancilleres de América Latina y el Caribe para tratar el tema de las Migraciones y los flujos migratorios hacia Estados Unidos.
El encuentro fue encabezado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y se llamó “Por una Vecindad Fraterna con Bienestar”. Contó con la presencia de jefes de Estado de Colombia, Cuba, Haití, Honduras y Venezuela. También estuvieron presentes el vicepresidente de El Salvador y el viceprimer ministro de Belice, así como ministros de Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá. No estuvo, en cambio, Estados Unidos.
Esta cumbre de presidentes y cancilleres latinoamericanos, concluyó con una declaración que rechazó las medidas coercitivas a la migración, sostuvo la promesa de respetar el derecho humano a migrar y la petición de más alternativas legales para la migración. Quiero destacar esta declaración, porque es el enfoque con el que hemos trabajado siempre en CLACSO el tema de Migraciones y Movilidad Humana: entendiéndola como un derecho humano.
La declaración refería: “Acordamos exhortar a que los países de origen, tránsito y destino, implementen políticas migratorias integrales que respeten el derecho humano a migrar, resguardando la vida y dignidad de las personas migrantes y sus familiares, incluyendo la promoción de opciones de regularización permanente”. Este documento fue leido por la actual canciller mexicana, Alicia Bárcena, quién además participó en nuestra última Conferencia CLACSO 2022 en México.
– Sigues en México, ¿nos puedes contar un poco cómo está avanzando esta Cumbre Global sobre Acceso Abierto? Sabemos que es muy importante en el marco de una de las políticas centrales que tiene CLACSO con otras instituciones que también están participando. ¿De qué se trata y cuáles son los avances que hubo en los encuentros de esta jornada?
– Para decirlo en un lenguaje que todos y todas podamos comprender, La Cumbre de Acceso Abierto Diamante, que está sucediendo en Toluca, México desde el día lunes, es la cumbre de acceso abierto no comercial. CLACSO la organizó junto a otra serie de instituciones, entre las que se destacan Redalyc y AmeliCA.
Esta cumbre reúne a representantes de países del Sur Global, por supuesto de América Latina pero también de África y de la India, junto con países del Norte. Hay personas que están trabajando a nivel institucional en esta temática, que tiene como propósito la defensa de tres elementos: el concepto de ciencia abierta, el conocimiento como bien público y el acceso sin ninguna limitación a los resultados de ese conocimiento o de esa ciencia abierta.
Partimos del entendimiento de que el conocimiento y la ciencia deben poder circular ampliamente, tener impactos a nivel social y mejorar las condiciones de vida de todos y todas. En el caso de América Latina y el Caribe quiero destacar que es una región donde la investigación y la comunicación científica o los resultados de esa investigación se financian con fondos públicos, es decir, se realizan principalmente en universidades públicas o en instituciones financiadas por fondos públicos. Por tanto, está muy presente esta idea de la ciencia como un bien común y como parte también del derecho reconocido y proclamado por la UNESCO: derecho humano a la ciencia.
Me detengo en el punto de que el financiamiento de ese conocimiento es público, como uno de los argumentos principales por los cuales los resultados de ese conocimiento no deben comercializarse o no deben convertirse en una mercancía objeto de comercialización, sino que deben circular abiertamente sin ningún tipo de restricción. Por eso, CLACSO hace más de 20 años apuesta a la política del acceso abierto y la practica directamente por medio de sus repositorios, su librería y su biblioteca virtual, donde hay un amplísimo catálogo de la producción propia de CLACSO. Pero también, a partir de la producción de los Centros Miembros y de otros Centros, que está disponible sin ningún tipo de barrera.
Además, quiero mencionar que en esta región, donde el conocimiento se financia principalmente con fondos públicos, tenemos un importante registro de revistas. En América Latina y el Caribe se producen más de 500 revistas científicas que están en acceso abierto para difundir ese conocimiento. Y ese acceso abierto está promovido y apoyado desde CLACSO y Redalyc, que es quien permite por medio de su generación de indicadores, catálogos, entre otros, que se convierta en una realidad.
Por eso, estamos planteando con mucha fuerza la necesidad de que lo que en México se llama Acceso Abierto Diamante, o como lo llamamos nosotros, el Acceso Abierto No Comercial, sea una política a nivel mundial. Esta discusión tiene algunas tensiones por las diferentes visiones en función de los lugares geográficos. Además, en el Norte hay muchas instituciones que están a favor de este tipo de políticas, pero también tenemos que tener presente que es allí donde están las principales industrias comerciales que trabajan con el conocimiento ya no con esta idea de bien público, sino como una mercancía, cobrando para publicar, leer o difundir en sus revistas.
Esas revistas, además, se posicionan a nivel internacional y se vuelven una especie de círculo vicioso, porque por medio de los procesos de indexación y prestigio en la comunidad académica, se convierten en los lugares donde quienes hacemos investigación. Muchas veces es una obligación publicar allí si es que queremos estar rankeados correctamente en los índices científicos de nuestros países.
Esto también tiene que ver con la discusión que venimos impulsando desde el 2019 en CLACSO con mucha fuerza y con mucho reconocimiento a nivel regiona). Hace unas semanas, por ejemplo, estuvimos discutiendo en Lima sobre los principios de evaluación científica para las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe.
– Mientras te escuchaba, pensaba en lo potente que es este discurso relacionado con el acceso abierto a la ciencia, en un momento donde muchos países vuelven a tener un embate muy fuerte contra las comunidades científicas, y las ciencias sociales en particular, y en donde algunos sectores están hablando de la reducción de los fondos para la investigación científica. Lo pienso en dos sentidos: por un lado, el acceso abierto, pero por el otro ¿cuántas veces escuchamos la idea de que solo el sector privado tiene que ver con los avances científicos? Qué importante es ver estos datos que estás dando, relacionados con que la mayor parte de la producción científica se financia con dinero público que termina generando conocimiento científico…
– Absolutamente. Esa es la realidad en nuestros países en términos de investigación científica. La mayoría se realiza con fondos públicos y asociados a los espacios universitarios. En México estamos discutiendo este tema. CLACSO ha traído en ese sentido aportes muy claros por medio de todo el equipo que está participando, que integran Pablo Vommaro, Laura Rovelli, y Fernanda Pampín. Quiero destacar también la participación virtual de Dominique Babini, que es pionera en estos temas para CLACSO y que es una referencia a nivel internacional.
Se están discutiendo varios ejes temáticos que tienen que ver con esta idea del conocimiento como bien público y de su implementación por medio de las políticas de acceso abierto no comercial en las infraestructuras y los sistemas de publicación. Es decir, cómo, dónde, cuándo y cuáles son las condiciones en términos diferenciales para el Norte y el Sur en esas infraestructuras y sistemas de publicación.
Esto está asociado también al multilingüismo. Hoy, el lenguaje impuesto y predominante en el campo de la ciencia es el inglés. En ese sentido, desde CLACSO estamos trabajando por el multilingüismo. Un desafío que se presenta es qué infraestructura y qué sistemas de publicaciones tenemos en los países de América Latina y el Caribe. Otro, corresponde al desarrollo de políticas y a los financiamientos para poder fortalecer este modelo no comercial de difusión del conocimiento y convertir efectivamente al conocimiento en un bien público. Y el siguiente desafío se trata de cómo cooperar internacionalmente en contextos que sabemos que son desiguales, pero garantizando que esa cooperación se dé en condiciones de igualdad. Esto, por lo menos en términos de la participación y representación, donde todas las voces, tanto las del Sur, como las del Norte, sean escuchadas en estos puntos.
También tenemos la necesidad casi imperiosa de avanzar en la implementación de las modificaciones a los sistemas de evaluación científica. Tenemos un círculo vicioso que se da entre la producción de conocimiento y los lugares por los que se canaliza su difusión. Mientras en los sistemas de evaluación de nuestros países perviva esta idea de que hay que publicar en las revistas de mejor ranking, de mejor posicionamiento, que normalmente son revistas comerciales y en inglés, no podremos avanzar en las políticas de acceso abierto.
La discusión es súper interesante y muy intensa. Seguiremos trabajando y apoyando esa convicción profunda que tenemos en CLACSO sobre el conocimiento como un derecho humano, la ciencia como un derecho humano, el conocimiento como un bien público y el acceso abierto sin ningún tipo de restricciones y absolutamente no comercial, como la herramienta y la forma necesaria para todo esto.
https://www.clacso.org/debemos-trabajar-por-el-conocimiento-como-un-bien-publico-y-un-derecho-humano/