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Metaverso y Educación

Por: Juan Carlos Casco

¿Se adaptará la educación al Metaverso o será colonizada por los Gigantes tecnológicos?

En el artículo anterior analizábamos como el Metaverso está creando un mundo paralelo al nuestro donde pronto estará interactuando, trabajando y viviendo la mayor parte de la Humanidad, hasta convertirse en el mayor sector económico y de actividades del mundo. Aunque su proyección alcanzará todas las actividades humanas, la educación será uno de los ámbitos que más  transformaciones experimente, por ser el dominio que mayor estancamiento ha sufrido lo largo de los últimos siglos.

Mientras otras disciplinas humanas (industria, ciencia, medicina…) han incorporado muchas de las tecnologías que se integran en el Metaverso, como la Inteligencia Artificial (IA), la Realidad Aumentada (RA) o la Realidad Virtual (RV), con carácter general la educación ha experimentado muy pocos cambios en los últimos siglos; tanto es así que si resucitásemos a una persona que murió hace doscientos años, se encontraría desubicada en una fábrica moderna, un laboratorio o un hospital. Sin embargo reconocería una universidad o un aula sin problema.

Por los motivos citados, el impacto del Metaverso en la educación va a ser radical, incidiendo tanto en las formas, lugares y tiempos como en la experiencia del aprendizaje, lo que producirá a la larga una serie de cambios en la plasticidad y estructura de nuestro cerebro, al potenciar algunas de sus partes y funciones (creativa, racional, emocional) en detrimento de otras (memorística).

Aprender se convertirá en una experiencia más divertida y menos traumática.

Una vivencia más parecida a la aventura de Alicia en el país de las maravillas  y menos a la  tortuosa tarea de memorizar información para repetirla en un examen y olvidarla después, un alegato que no desmerece la importancia de la memoria y su cultivo, pero con un valor y función mucho más residual que la de tiempos pretéritos donde las actividades humanas y el trabajo se basaban en la repetición de tareas.

En el futuro aprenderemos experimentando en los mejores laboratorios del mundo, viajaremos al pasado para estudiar historia, discurriremos por todos los ecosistemas y lugares del universo para familiarizarnos con la geografía, aprenderemos a realizar operaciones quirúrgicas sin ser capaces de distinguir entre realidad física y virtual… Y lo haremos sin desplazarnos. El aprendizaje mismo se convertirá en una experiencia inmersiva que involucrará nuestros cinco sentidos, haciendo de la educación a lo largo de la vida una tarea agradable y adictiva.

Las escuelas y centros educativos  en el Metaverso.

Tendremos escuelas, universidades y laboratorios permanentes en el Metaverso a los que, en un primer momento, accederemos a través de pantallas, gafas y sensores, pero que con el tiempo nos hibridaremos en sus escenarios, como una experiencia de inmersión completa, abandonando definitivamente nuestros obsoletos y burdos entornos educativos que han permanecido estancados con sus formas y fondo en los últimos siglos.

Pronto dispondremos de versiones completamente virtuales de nuestros centros educativos como réplicas permanentes de los viejos recintos, donde profesores y alumnos interactuarán de manera cómoda y amigable. De hecho muchas instituciones y universidades ya están embarcadas en este proceso, y en un futuro próximo ahí nos matricularemos, realizaremos nuestras carreras, volveremos recurrentemente a formarnos a lo largo de la vida y saldremos a un mundo laboral, profesional y empresarial también virtual e interconectado. En esos centros convivirán docentes y estudiantes de diversos países y procedencias, promiscuidad que enriquecerá los aprendizajes.

Los campus y espacios físicos tradicionales quedarán reducidos a lugares para seguir cultivando las relaciones personales, pero más como escaparates despojados de la función clásica del aula o la biblioteca, algo parecido al nuevo concepto de showroom en el comercio (tienda-escaparate que funciona como una sala de exposición).

Las instituciones educativas que queden al margen del Metaverso entrarán en riesgo de desaparición o de irrelevancia.

Los Gigantes tecnológicos, mucho más ágiles y proactivos que los gobiernos y las instituciones educativas, ya están preparando el desembarco y construyendo el mundo de la educación que vamos a habitar. Si no queremos vivir de prestado y hacerlo con sus reglas resignándonos a que ocupen el papel de educar a nuestros jóvenes (porque la oferta que van a realizar será mucho más atractiva que la de nuestros centros educativos y universidades), es menester que nos pongamos manos a la obra a transformar la educación y diseñar una oferta sugerente en el Metaverso. Y eso tenemos que empezar a hacerlo ahora mismo sin perder un minuto porque de lo contrario estaremos expuestos a la irrelevancia y la extinción.

Cooperación masiva entre estados, sistemas públicos de educación, universidades, instituciones multilaterales y organizaciones (ONU, UNESCO, Kairós…).

El desafío es tan descomunal y la educación se juega tanto, que se necesita una coordinación de fuerzas entre estados y organizaciones para rediseñar la educación en el Metaverso, porque los esfuerzos y las inversiones a realizar son tan grandes que han de realizarse de manera coordinada en un proceso basado en la inteligencia colectiva, so pena de dejar el futuro de la educación en manos de grandes compañías, como si de una mercancía más se tratase.

El desarrollo de la educación en el Metaverso va a precisar de grandes inversiones en conexión y tecnología punta (5G, diseño, programación, cloud computing, big data, inteligencia artificial, realidad virtual, realidad aumentada, digitalización total…), algo que no se puede abordar de manera aislada. En la construcción de la nueva educación estarán implicadas las tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial (programación, robótica, blockchain…) y las resultantes de la convergencia NBIC (nanotecnología, biotecnología, infotecnología y cognotecnología), con los nuevos avances de la neurociencia en cabeza.

Si los estados, las instituciones y las universidades no cooperan, la calidad individual de la oferta pública será irrisoria comparada con los medios y recursos que cuentan los Gigantes tecnológicos, que ya están montando una ingeniería tecnológica descomunal y contratando a los mejores especialistas del mundo en cada materia (premios nobel, científicos y académicos reconocidos, comunicadores y prescriptores…) para tenerlos en nómina y pilotar el proceso.

Para los Gigantes tecnológicos, la educación es una parte más del gran negocio en el Metaverso, donde ya están pugnando hace tiempo. Metaverso son los negocios de Google, las tiendas de Amazon, los servicios de Apple o el mercadeo de datos personales de Facebook. Su esfuerzo consiste en que sus nuevos habitantes permanezcan el mayor tiempo cerca de su caja registradora, si es posible desde la edad escolar hasta el entierro y más allá (porque también están trabajando para darnos una vida virtual después de la muerte y cobrarnos por anticipado por ello).

De esta manera, el entramado que están construyendo para colonizar el Metaverso, dividirlo en parcelas, vendernos los solares y convertirnos en consumidores zombies y compradores cautivos para la eternidad (porque para vivir allí se lo tendremos que comprar todo a ellos), incluye también la educación como una pasarela más hacia el mundo del trabajo y el ocio. Sus centros educativos y universidades tendrán puertas y corredores con el resto de sus negocios. ¡Y todo esto lo están haciendo delante de nuestras narices, sin que nadie se dé por aludido!

Cuando el Metaverso se expande como una metástasis, las instituciones y responsables educativos discuten sobre el sexo de los ángeles encerrados en su torre de marfil, mientras la sociedad contempla atónita el espectáculo. ¡Increíble!

La prehistoria de la educación en el Metaverso.

Para asomarnos al futuro del Metaverso es interesante hacerlo desde sus inicios, que es el punto donde estamos ahora en torno a las burdas metáforas de la realidad en soporte digital que hemos alumbrado y sus interfaces (pantallas, gafas, dispositivos electrónicos pegados a nuestras prendas), primitivos avatares para adentrarnos en escenarios todavía muy mejorables, hologramas y realidades tridimensionales poco refinados, y escalas espaciales y temporales que ya comienzan a dar el pego. Quien quiera asomarse a éstas antiguallas para avizorar el futuro del Metaverso educativo puede hacerlo desde SecondLifeAltspaceVR o Spatial.

Junto a las referidas experiencias hay otras iniciativas como GoStudent que avanzan a paso firme hacia el Metaverso. Según su creador (Félix Ohswald), pronto reunirán a estudiantes de México, Australia o Estados Unidos para compartir aula en el reino virtual. La empresa acaba de recaudar 300 millones de euros en una ronda de financiación y ya vale más de 3000 millones de euros.

Los entornos del Metaverso se caracterizarán por ser persistentes, es decir, las cosas seguirán ocurriendo y el software ejecutándose cuando decidimos salir de la escena. Su fuerza de atracción radicará en la calidad de sus experiencias que superarán las de la vida real. Pero su cualidad fundamental reside en la comodidad, hecho que determina el éxito total de una oferta y conduce nuestras propensiones y decisiones de compra.

En resumen, el Metaverso educativo, como el del conjunto de sus entornos nos reclamarán cada día más tiempo y atención, hasta que finalmente nos traslademos a estudiar, aprender y vivir en él.

El dominio educativo del Metaverso estará expandido a sus otros dominios.

Los entusiastas de la educación siempre habíamos soñado con el aprendizaje práctico y expandido fuera del aula, en el entorno mismo donde ocurre lo que queremos aprender, es decir, aprender a crear objetos en la fabrica, reparar en el taller, hacer prácticas en el laboratorio, a hacer teatro metiéndonos en el cuerpo de un actor en un espectáculo, rodar una película… Como todos estos mundos comienzan a cobrar vida en el Metaverso, interactuar con ellos será la esencia misma del aprendizaje, algo que es mucho más complejo, práctico y cómodo de realizar en la vida real.

En principio iniciaremos una inmersión en el mundo educativo en forma de avatares que interactuarán en entornos persistentes (la escuela o la universidad seguirá con sus actividades aunque nos salgamos de la escena). Y estos entornos dinámicos tendrán miles de puertas abiertas y conexiones con el resto de realidades (laboratorios, fábricas, galerías, espectáculos, servicios públicos…).

La diferencia de aprender en el Metaverso a hacerlo en la escuela actual será la diferencia entre hacer un viaje o aprender de memoria una lección de historia, hacer un experimento en un laboratorio o estudiar fórmulas, aprender los fundamentos de la conducción o pilotar un coche… No habrá color, la oferta tradicional no podrá competir con los operadores que estarán ofreciendo estos servicios.

Conciliar los mundos postmodernos del Metaverso con las viejas preguntas y desafíos de la educación.

Necesitaremos repensar, resignificar y rediseñar el futuro de la educación, una tarea que ya hemos iniciado desde Kairós (www.kairos-educacion.com) y el Tercer Contrato Social de la Educación (http://juancarloscasco.emprendedorex.com/wp-content/uploads/2021/03/tercer_contrato_educacion_Kairos.pdf), que nos ayudan a sentar las bases para dar a luz una nueva educación.

Aunque muchas de las viejas respuestas de la educación quedarán obsoletas a medida que surgen nuevas preguntas, sin embargo los pilares que sustentan la labor educativa seguirán vigentes (aprender a ser, a hacer, a conocer y a convivir); también las preguntas kantianas (¿Qué debo hacer? ¿Qué puedo conocer? ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el hombre?). Todo un esfuerzo que nos convoca a seguir trabajando desde la educación para que cada persona alcance la mejor versión de sí misma, ayudando a cada ser humano a que se plantee y responda a las siguientes preguntas: ¿Quién soy? ¿En quién quiero convertirme? ¿Qué puedo ofrecer a los demás?

El Metaverso no va a ser, ya es. La cuestión es si queremos vivir de prestado en él o protagonizarlo. La pelota está en nuestro tejado.

Adelante!!!

Fuente de la información e imagen: http://juancarloscasco

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Conferencia de la Unesco examina desafíos de la educación

Inició este lunes en París la 41 Conferencia General del ente. Se extenderá hasta el 24 de noviembre.

La 41 Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (Unesco), inició este lunes en París, Francia, con el propósito de hacer frente a desigualdades educativas agravadas por la Covid-19 y propiciar debates sobre las políticas culturales, la necesidad de invertir más en educación y otros temas relevantes.

De acuerdo con la agenda, las deliberaciones se extenderán hasta el próximo 24 de noviembre, mientras que los días 10 y 11 tendrá lugar la Reunión Mundial de la Educación (GEM 2021) con la participación de numerosos jefes de Estado y Gobierno.

En la jornada inaugural, este lunes, se eligió al presidente de la Conferencia General, responsabilidad que recayó en el embajador de Brasil ante la Unesco, Santiago Mourao.

Se prevé que en la tarde sea ratificada la francesa Audrey Azoulay como directora general. Días atrás,  el Consejo Ejecutivo de la Unesco propuso postergar su mandato. Para el cargo no se presentaron oponentes.

El evento más trascendental ocurrirá este miércoles y jueves, cuando tendrá lugar la GEM 2021, espacio en que se presentará la Declaración de París.

Dicho texto tiene como objetivo central comprometer a los Estados miembros con el futuro de la educación en el planeta y trazar pautas en este sector, uno de los más golpeados por la pandemia de la Covid-19.

La Unesco hace un llamado  a los líderes de los Gobiernos y socios para que expresen su apoyo a la Declaración de París y se comprometan a invertir en educación para el futuro de la humanidad y del planeta.

La Conferencia General se realiza en el marco de la conmemoración del 75 aniversario de la Unesco, por lo que el próximo viernes se realizará una ceremonia especial alegórica a este hecho, con la participación de al menos 25 jefes de Estado y de Gobierno, además de una cifra elevada de ministros.

Según el director de Comunicación e Información Pública de la Unesco, Matthieu Guével, la comunidad internacional tendrá ante sí importantes decisiones a tomar.

En declaraciones a medios de prensa, Guével subrayó que desde 1946 el ente multilateral ha trabajado de forma incansable a favor de la cultura y la integración de las personas, bajo el criterio de que si podemos entendernos entre todos, seremos capaces de construir la paz y el progreso.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/conferencia-general-unesco-desafios-educacion-cultura-20211109-0010.html

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Argentina: Funcionaria macrista estigmatizó a los docentes

Funcionaria macrista estigmatizó a los docentes

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, dijo que los docentes son personas «cada vez más grandes de edad» y con poco «capital cultural»

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, volvió a atacar a los docentes por su formación y militancia política y los acusó de “no enseñar a pensar” sino de “adoctrinar”. Además, invitó a los padres y madres a denunciar a los maestros “ideologizados” ante el Ministerio para intervenir en la situación.

La funcionaria participó de un zoom que organizó el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias: «Un café con Iglesias”, con el objetivo de explicar cuál son los desafíos de la educación, qué problemas ase arrastran desde antes de la pandemia, cuáles se intensificaron con la cuarentena y que en la Ciudad están trabajando.

La ministra señaló directamente a los y las docentes. Dijo que quienes eligen ser docentes son “cada vez más grandes de edad, que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras”.

«Y si uno mira el nivel socioeconómico, o en términos de capital cultural, al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores más bajos socioeconómicos los que eligen estudiar la carrera docente”, agregó.

Después, la funcionaria criticó a los educadores de que tienen una posición política tomada. “La raíz de lo sobre ideologizado y la militancia política en las aulas está en la formación docente, en el perfil que se define sobre qué es ser docente. La gran discusión tiene que ser cómo enseñamos a enseñar”.

La ministra Acuña manifestó que un docente tiene que “enseñar a pensar, no decir qué pensar” y destacó el beneficio que otorgó la nueva modalidad de enseñanza para romper la privacidad del salón de clases: “La virtualidad nos dio la oportunidad de que las familias vean qué pasaba adentro del aula. Antes, el docente cerraba la puerta y todo quedaba entre ellos y los chicos”.

Tras cuestionar que los educadores tengan posiciones políticas tomadas frente a la realidad, Acuña instó a los padres y madres a denunciar ante el Gobierno de la Ciudad “cualquier irregularidad” que observen respecto al desempeño del docente y los contenidos transmitidos.

“Es difícil intervenir porque sos mamá y no querés perjudicar a tu hijo. Pero sin denuncias formales sobre lo que pasa adentro del aula, no podemos hacer nada”, advirtió la funcionaria macrista.

Fuente de la Información: https://infocielo.com/docentes/funcionaria-macrista-estigmatizo-los-n504158

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Juan Carlos Casco: «Las grandes transformaciones que experimentamos reclaman a gritos un Tercer Contrato Social de la Educación»

Por Kelly Robledo

Un mundo cambiante y el sentirnos vulnerables frente a situaciones como la actual crisis del coronavirus, nos invitan a reflexionar sobre el estado actual de las políticas sociales, los retos a los que nos enfrentamos y cómo estamos preparados para afrontarlos. En medio de todo esto se encuentra la educación, cuyos modelos que hasta el momento ha ejecutado ameritan cambios urgentes frente a los desafíos del escenario actual.

Aika conversó con Juan Carlos Casco, historiador de formación, y dedicado actualmente a la asesoraría de gobiernos y organizaciones en el desarrollo de nuevos modelos educativos, en base al emprendimiento y las nuevas tecnologías. En este entrevista, Casco defiende la necesidad de lo que denomina el Tercer Contrato Social de la Educación, en la línea del cual ya trabaja junto a su equipo Kairós, una organización integrada por profesionales de la educación unidos para contribuir a la innovación y transformación del sector.

¿Cuál es su visión de la historia reciente de la educación?

La economía, la sociedad y la tecnología han sufrido una evolución sin precedentes que no se ha visto secundada por un cambio en la educación. Aunque hemos incorporado nuevas tecnologías y aparatos al aula, solo nos han servido para reproducir el viejo patrón del profesor como emisor de información para ser memorizada por los alumnos y repetida en un examen.

Pese a que utilizamos la tecnología en el aula, no hemos cambiado el propósito. Continuamos anclados en el paradigma de la enseñanza y no entendemos que estamos en la sociedad del aprendizaje.

Aunque usamos videproyectores, internet y plataformas virtuales, los fundamentos del currículo educativo no han evolucionado tanto en muchos siglos, no somos tan “modernos” como pensamos. El modelo de Boecio y Casiodoro (Trivium y Quadrivium) aún es reconocible en nuestra educación, mucho más patente es el influjo de la Ilustración con su ideal académico o los requerimientos de la era Industrial que demandaba una escuela para “fabricar” trabajadores que realizasen tareas repetitivas en las cadenas de montaje y la administración, un estándar de escuela prusiana enfocada en producir personas obedientes y soldados disciplinados.

Ahora mismo, ¿cuáles deberían ser las principales preocupaciones en materia de educación?

La principal preocupación está en torno a la pregunta: ¿Qué necesitamos enseñar a nuestros niños y niñas para desempeñarse de manera satisfactoria en el futuro, actuando con la mirada puesta en 2050? Aún siendo evidente que no sabemos cuál va a ser la evolución en el mundo de la economía o el trabajo, algo que es difícil de prever en unos meses, sería pretencioso anticipar el mundo del futuro, y más aún pretender preparar a los niños para profesiones con futuro. Incluso las profesiones más prometedoras, en un horizonte de 10 años, es posible que estén obsoletas, sean marginales o puedan sustituirse por la inteligencia artificial u otras tecnologías disruptivas.

Sin embargo, en este entorno complejo y cambiante, sí sabemos cuáles van a ser las competencias claves para el desempeño personal y profesional en las que tenemos que centrarnos y emplearnos a fondo, como el desarrollo de la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo. De hecho, muchas de ellas, de una u otra manera, ya están escritas en las leyes educativas de muchos países, aunque su enunciado no deja de ser una mera declaración de intenciones porque para su enseñanza y aprendizaje se necesita una apropiación por parte del profesorado.

Nuestros niños y niñas van a necesitar aprender a vivir en la incertidumbre, a trabajar juntos, a ser sensibles, a diseñar soluciones creativas a problemas emergentes, a inventarse su propio trabajo y sustento, a liderar su propia vida. Todo esto no se adquiere por generación espontánea, la base de los nuevos saberes está en el desarrollo de competencias y habilidades subyacentes que hemos reunido en un modelo para su aprendizaje (Modelo 6-9). Estas las podemos resumir en aprender a ser sensibles, a escuchar a los demás y hacernos cargo de sus necesidades y preocupaciones, a prometer cosas valiosas a otras personas, a pedir de manera efectiva, a cumplir nuestras promesas, a hacer buenas ofertas, a declarar cosas importantes y significativas para los demás, a ser veraces y éticos, a hacer juicios fundados con los que conducir nuestros cursos de acción, a tomar decisiones, a crear una visión, a construir dirección con sentido y criterio, a coordinar nuestras acciones y ejecutar el trabajo de manera impecable, a producir satisfacción, a gestionar emociones y crear espacios emocionales expansivos, a evaluar lo que hacemos, a programar y planificar de manera flexible…

Las grandes transformaciones y disrupciones que estamos experimentando en el ámbito económico, social o laboral, están reclamando a gritos un Tercer Contrato Social de la Educación, cuyos rasgos definitorios comienzan a entreverse en torno al siguiente enunciado: “descubre tu pasión, aprende a lo largo de la vida, cultiva nuevas competencias y habilidades, hazte cargo de inventar tu trabajo…”.

Habla de un cambio o renovación de lo que se ha desarrollado hasta el momento. ¿Qué significa en detalle lo que denomina “tercer contrato social de la educación”?

La mayoría de nuestros padres y abuelos nacidos en la primera mitad del siglo XX aceptaron un contrato social que les proponía el siguiente itinerario educativo:  “aprende las cosas básicas para desenvolverte en la vida, desarrolla disciplina y obediencia, luego aprende un oficio y tendrás un trabajo digno para ganarte la vida…”.

Los nacidos en la segunda mitad del siglo XX tuvimos más suerte y nos encontramos con otro contrato social que ampliaba nuestras posibilidades educativas y laborales bajo este enunciado:  “estudia mucho, esfuérzate, saca buenas notas, haz una carrera y tendrás un buen trabajo de por vida…”.

Los venidos al mundo a finales del siglo XX y principios del XXI han tenido la mala fortuna de verse obligados a firmar el mismo contrato que sus padres, cuando la realidad de su mundo es radicalmente distinta.

El Primer Contrato Social de la Educación se basaba en la adquisición de competencias básicas (matemáticas, lenguaje, conocimiento del medio, historia…); el Segundo tenía su fuerte en las competencias técnicas asociadas al desempeño de una profesión que se obtenían principalmente a través del estudio de una carrera; el Tercero tendrá su fuerte en la adquisición de las competencias genéricas (competencias clave para el siglo XXI o soft skills).

En esta línea, ¿qué es Kairós? ¿Qué respuesta da a los desafíos que plantea la sociedad actual? ¿Y de qué manera busca hacerlo en contraste a lo que plantean otras instituciones del mismo sector?

Kairós es un movimiento que trabaja para impulsar y materializar el Tercer Contrato Social de la Educación, cuyos miembros son reconocidos líderes educativos de diferentes países y continentes, expertos en campos diversos y profesionales de un gran prestigio y compromiso.

Nos hacemos cargo de una anomalía histórica para adaptar la educación al signo de los tiempos desde una actitud proactiva. Somos conscientes del desafío monumental que enfrentamos, pero nos une el compromiso con la sociedad y el amor por las futuras generaciones.

Desde Kairós nos mueve el compromiso radical y somos optimistas respecto al futuro de la educación, reclamamos valentía a los gobiernos para plantear un Tercer Contrato Social de la Educación e iniciar el camino dando el primer paso, uniendo vigores dispersos y haciendo camino al andar. Sabiendo, como el esforzado labrador, que es posible que no lleguemos a recoger el fruto del olivo, pero con la satisfacción de que lo plantamos y lo cuidamos con todo nuestro cariño para las futuras generaciones.

Kairós es la casa común de toda la comunidad educativa, es tu casa.

Como ha dicho, estamos en un momento histórico que demanda cambios profundos en políticas a todo nivel, y especialmente en el campo educativo. ¿Cómo asume Kairós el complejo escenario planteado por la expansión del coronavirus?

El coronavirus ha actuado como un acelerador del cambio histórico en el que ya estábamos inmersos, evidenciando y haciendo transparentes las anomalías y fallas que ya existían en el mundo de la economía, el trabajo o la educación.

La crisis del coronavirus nos ha puesto ante la evidencia de que el mundo que nos espera estará presidido por la incertidumbre, y que para un buen vivir, tendremos que aceptarlo con alegría y en clave de oportunidad. Estamos ante un cambio radical de paradigma que no es nada nuevo, forma parte de un debate histórico que se inició hace 2500 años en torno a la concepción del ser humano como realidad inmutable o devenir.

La educación en este momento ha de hacerse cargo del estado de ánimo de la gente, que se concentra en un sentimiento colectivo mayoritario donde las personas perciben que su mundo se desmorona a sus pies. “No veo posibilidades para mí” es el pensamiento más recurrente, y la educación ha de hacerse cargo de ello, ayudando a las personas a descubrir posibilidades. Si no somos conscientes de esto, podemos vernos arrastrados hacia el derrotismo y el nihilismo, o por el contrario, abrirnos la puerta a una nueva esperanza para construir un mundo mejor. Eso sí, aprendiendo otras cosas, de otra manera y con otro propósito.

En base a su experiencia, ¿qué le hace falta a la gestión de la educación que los gobiernos realizan? ¿Qué diferencias encuentra entre las políticas educativas de Latinoamérica y Europa?

Los gobiernos están gestionando el presente de la educación como pueden, agotados en discusiones estériles y cortoplacistas, sin tiempo para pensar, ni mucho menos, para diseñar el futuro. Y esto es una auténtica anomalía. Todo el mundo sabe que el problema está ahí pero muy pocos quieren reconocerlo. Llevamos décadas escondiendo los problemas en los cajones con la amenaza latente de que un día nos exploten en las manos.

Muchas personas viven en la tranquilidad de que sus gobiernos están trabajando por el futuro de la educación. Yo les digo ¡Asústense! Porque su gobierno no se está haciendo cargo del futuro de la educación. La Educación que están recibiendo nuestros hijos es una herencia del pasado que los lleva directamente a un callejón sin salida.

Las democracias no son perfectas, están llenas de tabúes y conversaciones prohibidas, los partidos políticos se mueven por el tacticismo electoral, están pensando en las próximas elecciones en lugar de las futuras generaciones.

La política se centra en producir resultados a corto plazo que puedan traducirse en votos. Y la educación requiere la sensibilidad del agricultor que planta un olivo, el mismo amor que nos guía como padres y madres cuando realizamos una gran inversión durante 20 años o más en la educación de nuestros hijos e hijas, sin condicionarlo a los resultados en los próximos cuatro años, sabiendo que la educación es un tesoro que produce resultados a largo plazo. Es el amor por las futuras generaciones lo que mueve el mundo, y también debería ser el sentimiento que estuviera presente en nuestros gobernantes.

Los problemas que aquejan a la educación en diferentes países y continentes tienen la misma raíz.

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Claudia Uribe: “Si no cambiamos el rumbo en educación, la humanidad está en problemas”

Por AikaEducacion

Tras largas semanas de estudiantes y maestros recluidos en casa en casi todo el mundo, la educación difícilmente vuelva a ser la misma. Y esto, según la Dra. Claudia Uribe, Directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, sería lo más deseable para su región.

La especialista habló el pasado viernes 29 de mayo sobre ‘’La educación latinoamericana antes y después de la pandemia’’, en el marco del ciclo Diálogos sobre educación organizado por el Ministerio de Educación de la Nación Argentina, y ofreció su mirada integradora de la región.

Entrevistada por Mariela Nassif -Ministra de Educación, Ciencia y Tecnología de la provincia de Santiago del Estero-, Claudia Uribe describió el escenario actual como “un momento desafiante para la humanidad”. Momento en el que todos los países del mundo -incluidos los más desarrollados- fueron sorprendidos por la pandemia sin la preparación adecuada.

En la región latinoamericana, el desafío de la educación remota ha desnudado una enorme inequidad. Más allá de los esfuerzos de los gobiernos, quedaron al descubierto los efectos de la pobreza, las enormes dificultades técnicas como el acceso a la conectividad y a la tecnología y hasta la disponibilidad de las familias para ayudar a los niños para su continuidad escolar. Tras describir esta situación, Uribe explicó que la preocupación hoy está puesta en el posible retroceso que pueda haber en los trabajosos avances que en materia educativa venían realizando los países de la región en los últimos años: “Por un lado, sabemos por experiencia que mientras más se prolonguen las ausencias a la escuela, más probable es que los niños y las niñas de sectores más vulnerables nunca vuelvan a la escuela. Y por otro lado, está el impacto que tiene en los aprendizajes de los niños el hecho de acceder o no a las actuales metodologías. Todo esto nos presenta un panorama difícil”.

«En la región latinoamericana, el desafío de la educación remota ha desnudado una enorme inequidad»

Según explicó su Directora Regional de Educación, la Unesco tiene pensada su agenda en base a tres momentos. El primero -lo que está sucediendo ahora- es dar apoyo a los países en la respuesta a la crisis inmediata movilizando una coalición a nivel global de socios que los ayuden en todo lo referente a la educación a distancia, apoyando los temas de conectividad, de tecnología. En segundo lugar, la Unesco en conjunto con el Banco Mundial, Unicef y el Programa Mundial de Alimentos, elaboró unos lineamientos prácticos para la etapa de retorno a la escuela, pensando en la reapertura. Y el tercer momento, es el llamado a reimaginar y repensar la educación.

También fueron tema de esta entrevista las conversaciones de rescate económico a los países por parte de los organismos internacionales como la Banca Multilateral. Según la especialista, no se deben considerar sólo a los sistemas productivos y corporativos para prevenir que la crisis y la pobreza se sigan profundizando, sino también a la educación: “Esta es fundamental para el bienestar de la población y para que -en el momento en que queramos retomar actividades- tengamos las capacidades y los recursos humanos necesarios para una reconstrucción”.

«La educación es fundamental para el bienestar de la población y para que -en el momento en que queramos retomar actividades- tengamos las capacidades y los recursos humanos necesarios para una reconstrucción»

Se abre, ante tal panorama, una discusión global y también regional sobre esos futuros que imaginamos que deberemos enfrentar. Pero también sobre los que deseamos. En este sentido, la Dra. Uribe plantea que la reconstrucción de la escuela después de la pandemia debe ser hacia un mundo mejor. “No una reconstrucción para volver al punto en el que estábamos, ni para volver a la trayectoria en la que veníamos. Hay un llamado para que, como humanidad, volvamos a solidificar esos compromisos de pensar en un desarrollo  mucho más equitativo, más verde. Hacer algo al respecto de nuestros modos de vida, nuestros patrones de consumo, nuestro cuidado del planeta, que se vuelven absolutamente centrales en nuestras discusiones hacia adelante”.

«La reconstrucción de la escuela después de la pandemia debe ser hacia un mundo mejor»

Se plantea ahora que la educación debe ser una educación que verdaderamente nos transforme. Eso, para Claudia Uribe, tiene implicaciones conceptuales y prácticas: “Hay que repensar qué aspectos trabajar con esta generación que estamos educando; cuáles son esos focos del currículo que vamos a tener que impulsar y de qué manera vamos a repensar la organización misma de nuestras escuelas”. Y deja planteada su preocupación: “A mí me da temor que en esta carrera por retornar a la normalidad, nos olvidemos de que la trayectoria que llevábamos es un trayectoria que no es sostenible; y que si no cambiamos el rumbo, la humanidad está en problemas”.

«A mí me da temor que en esta carrera por retornar a la normalidad, nos olvidemos de que la trayectoria que llevábamos es un trayectoria que no es sostenible»

En términos de esos futuros deseables, la entrevistada agrega: “Me quiero imaginar una escuela diferente, donde haya mucho más foco en la solidaridad. Será central instalar esa comprensión de que estamos conectados, de que eso que tú haces está afectando a los demás. Ese ha sido uno de los factores que con esta pandemia se ha tornado muy evidente”.

En cuanto a los contenidos, para la representante de la UNESCO, estos deberán ser parte fundamental del debate: “cuestiones necesarias para la vida misma como por ejemplo el autocuidado, el desarrollo sostenible, el bien común, son todos temas que vamos a tener que relevar con mucha más intensidad en nuestros planes de estudio y en nuestras actividades escolares, quizás priorizándolos sobre otros que en este momento llenan los espacios de los niños y que hoy parecen perder un poco la relevancia. Creo que tenemos que considerar todas estas cuestiones para poder tener una generación que pueda transformar el mundo”. Y nos desafía: “Así de chiquita es la tarea”.

Para ver la entrevista completa, hacer click aquí

Todas las entrevistas a especialistas realizadas en ciclo “Diálogos sobre educación, escuela y conocimiento en tiempos de pandemia», pueden encontrarse en el canal oficial de Youtube del Ministerio de Educación de la Nación Argentina.

Fuente:http://www.aikaeducacion.com/actualidad/claudia-uribe-si-no-cambiamos-el-rumbo-en-educacion-la-humanidad-esta-en-problemas/

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Nuestros niños se enfrentan a crisis sin precedentes. Las pruebas estandarizadas no los prepararán.

Hace un siglo, HG Wells resumió una gran verdad: «La historia humana se convierte cada vez más en una carrera entre la educación y la catástrofe».

Claramente, la catástrofe tiene una ventaja dominante. Nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos enfrentan un futuro para el cual la educación tradicional no los está preparando. La tasa de cambio acelerada intensificará significativamente los problemas existentes de conflicto entre sociedades y aumentará su número de formas que nadie espera.

Para preparar a los jóvenes para ese futuro, la mayoría de las escuelas intermedias y secundarias de Estados Unidos ofrecen el currículo familiar de matemáticas, ciencias, artes del lenguaje y estudios sociales. Ese plan de estudios, reunido por el «Comité de los Diez» de la Asociación Nacional de Educación en tres días en 1892, fue una solución para un problema burocrático. Las escuelas secundarias estaban enseñando demasiados cursos para que los oficiales de admisión a la universidad compararan las calificaciones de los solicitantes. Las recomendaciones del comité fueron para el pequeño número de estudiantes que tienen la intención de ir a la universidad. Nunca tuvieron la intención de dar forma al día escolar de millones de niños durante más de un siglo.

La solución del Comité tuvo una consecuencia no deseada. Su plan de estudios recomendado adquirió la etiqueta de «núcleo», engrasando la pendiente resbaladiza que ya estaba llevando a la escuela en una dirección equivocada: un énfasis único en que los estudiantes puedan recordar, al menos hasta que se prueben, información de segunda mano entregada por un libro de texto, charla del maestro y Tecnología.

La etiqueta «núcleo» implicaba que el plan de estudios de preparación para la universidad era un conocimiento esencial , un conocimiento tan importante que debía estandarizarse y exigirse a todos los estudiantes, independientemente de si estaban o no en la universidad.

La idea de que cualquier plan de estudios, y mucho menos uno de más de un siglo de antigüedad, es igualmente apropiado para todos los estudiantes, sin importar sus diferentes naturalezas, experiencias, situaciones, habilidades, intereses, expectativas, oportunidades de vida o suerte, es ridículo. El núcleo nunca fue, no es ahora, y nunca será un organizador aceptable de conocimiento general. Es un batiburrillo masivo y en continua expansión de información desconectada que se aplica a los niños con mangueras contra incendios en volúmenes irrazonables a tasas imposibles de aprender.

¿Discrepar? Tómese un par de minutos para leer lo que Buckminster Fuller, Kurt Vonnegut, Jr., Thomas Merton, Stephanie Pace Marshall, David Bohm, Stephen Jay Gould, Peter Senge y otros pensadores internacionalmente conocidos han dicho sobre el plan de estudios de uso casi universal en todo el mundo.

El desafío académico

La ignorancia, agravada por la avaricia, ha jugado un papel importante en la crisis del planeta Tierra. Para alejarse de esa crisis lo suficiente como para sobrevivir, se necesitan ideas innovadoras. Es muy probable que tales ideas provengan de los académicos bien educados, pero el currículo central que fragmenta el conocimiento creado por el comité de NEA fue y es contraproducente. Cuando la información se divide en compartimientos por tema, se bloquea el proceso de relación que crea conocimiento individual y colectivo.

A pesar de la insistencia federal y estatal de que la educación es «preparar a los estudiantes para la universidad y las carreras», su propósito general es la supervivencia de la sociedad. La supervivencia requiere que los ciudadanos reconozcan los problemas a medida que surgen, encuentren soluciones y se adapten con éxito a los cambios más allá de su control. Esto requiere la creación continua de nuevos conocimientos y una ciudadanía con suficiente comprensión del cambio y sus posibles y probables consecuencias para generar, aceptar y aplicar nuevos conocimientos.

Generar nuevo conocimiento requiere pensamiento (la capacidad de inferir, formular hipótesis, predecir, generalizar, correlacionar, sintetizar, imaginar, valorar, relacionar, abstraer, estimar, intuir, empatizar, extrapolar, etc.) procesos que no se enseñan porque las pruebas estandarizadas están dando forma a la educación políticas y pruebas estandarizadas no pueden cuantificar la calidad y producir puntajes significativos .

Se aturde la mente. La humanidad enfrenta problemas de complejidad sin precedentes creados por cambios ambientales, demográficos, tecnológicos, económicos, políticos y sociales, y Estados Unidos apuesta a su futuro en un plan de estudios único del siglo XIX bloqueado en su lugar con estándares de materia supervisados ​​por pruebas que no pueden evaluar los procesos de pensamiento que hacen posible la humanidad, el funcionamiento humano rutinario y la vida civilizada; y atribuir el bajo rendimiento escolar a las «bajas expectativas» de los maestros, la falta de elección de los padres y la falta de valor de los niños.

Los diagnósticos erróneos de las causas del bajo rendimiento académico no solo invitan al suicidio social, sino que lo aseguran.

Una alternativa al núcleo como organizador básico del conocimiento

Hace cincuenta y tres años, el Phi Delta Kappan publicó el primero de muchos artículos míos sobre una alternativa al núcleo basada en la teoría de sistemas como el organizador básico de información y conocimiento. Los funcionarios de Prentice Hall, Inc., leyeron el artículo y estaban lo suficientemente convencidos de su mérito como para llevar a cabo varios años de pruebas en el aula a nivel nacional de materiales de instrucción a nivel de escuela intermedia basados ​​en mi alternativa sugerida.

Su entusiasmo aumentó a medida que avanzaban las pruebas, pero una moda reaccionaria de «vuelta a lo básico» en la década de 1970 llevó al departamento de marketing de Prentice-Hall a concluir que el plan de estudios tradicional estaba demasiado arraigado en las expectativas públicas y las burocracias educativas de varias capas para desalojarlo. El proyecto fue descontinuado.

Hace treinta años, en un libro titulado ¿Qué vale la pena enseñar? publicado por la State University of New York Press como parte de su Serie de Filosofía de la Educación, traté nuevamente de llamar la atención sobre el fracaso del currículo central para ayudar a los estudiantes a organizar el conocimiento general de manera simple, integral, lógica y holística. Expliqué en detalle cómo las materias centrales y todos los campos de estudio futuros son partes funcionales de una estructura de significado y conocimiento basada en la cultura única, fácil de entender, sistémicamente integrada. Realicé una copia de seguridad del libro con un curso ilustrativo de estudio para adolescentes, y arreglé proyectos piloto de un año de duración con directores de escuelas intermedias que habían ayudado con el proyecto Prentice-Hall anterior.

Demasiado tarde. La campaña de “estándares y responsabilidad” diseñada por intereses corporativos y habilitada por políticos federales y estatales puso fin al esfuerzo. Las llamadas y cartas de disculpa explicaron que los puntajes en las pruebas estandarizadas relacionadas con el contenido del plan de estudios principal ahora determinarían la reputación de los maestros y administradores y el futuro profesional. Los programas piloto fueron cancelados.

Hace seis años, horrorizado por los esfuerzos de los ricos y famosos por duplicar el plan de estudios básico, las pruebas estandarizadas y otras estrategias superficiales de reforma escolar, solicité y obtuve de Prentice-Hall los derechos de autor de los materiales de instrucción que mi hermano Howard y yo habíamos escrito. . Varios miles de dólares fueron a otra editorial para comprar los derechos de mi libro más reciente, What’s Worth Learning? , y nuestras jubilaciones nos dieron a mi hermano y a mí tiempo para editar nuestro trabajo anterior y ponerlo en línea, gratis para descargar, sin ningún compromiso .

Repensar los currículos de conocimiento general

La teoría dominante del aprendizaje de la escolarización tradicional: que si se rocía suficiente información a los niños y que parte de ella se mantendrá, es inaceptablemente simplista. Todo bebé humano normal nace con un cerebro equipado para (1) información sensorial, (2) para crear significado seleccionando esa información de «ruido» relacionada con un objetivo particular, (3) integra ese significado con su «maestro» organizador mental, (4) hipotetiza posibles relaciones sistémicas entre aspectos de la realidad para crear nuevo conocimiento, y (5) aplica el conocimiento de formas útiles e imaginativas.

Mucho antes de que se alcance la edad escolar, mucho antes de que los adultos comiencen a tratar de educarlos, los niños usan esos procesos de una manera demasiado sofisticada para que las pruebas estandarizadas los evalúen y aprenden a tasas que la instrucción tradicional nunca igualará.

Los maestros no pueden enseñar a los jóvenes a pensar, pero pueden usar el contenido tradicional del currículum central de maneras no tradicionales para crear secuencias de lecciones que requieran pensamiento y que se basen en los organizadores de información que los jóvenes comienzan a usar al nacer, llevándolos a la conciencia, elaborando y refinándolos para construir los modelos mentales de la realidad que guiarán sus pensamientos y acciones por el resto de sus vidas.

Reemplazar el plan de estudios básico que fragmenta el conocimiento e intelectualmente inmanejable con un único curso de estudio que conecta e integra todo el conocimiento, no solo eleva el rendimiento del alumno a niveles que ahora no son posibles; pero también, debido a la eficiencia del curso, libera horas al día para hacer algo de enorme importancia que la escuela tradicional nunca ha hecho bien: identificar, desarrollar y explotar el potencial individual del alumno.

Es tarde en la carrera y la advertencia de HG Wells aún no se ha acercado a hacer de la máxima prioridad del país la mejora de la calidad del pensamiento de los estadounidenses. Los poderosos intereses continúan superando al caballo casi muerto de «estándares y responsabilidad» con látigos y clubes basados ​​en el mercado: opciones, vales, escolaridad virtual, cancelaciones de impuestos, cartas y otros esquemas engañosos diseñados para privatizar la educación pública sin el amplio diálogo público un cambio tan radical merece. La situación requiere acción, pero los educadores no tienen palancas de poder y no están organizados para actuar.

Despejando un camino hacia la mejora curricular

Las pruebas estandarizadas no pueden evaluar el tipo de pensamiento que podría salvar nuestras pieles; no les dicen a los maestros nada que ya no sepan; perpetúan una concepción simplista de lo que significa «educar»; desperdician el tiempo del maestro y del alumno que se puede aprovechar mucho mejor.

Si esos problemas no son suficientes para terminar con la estafa de pruebas de alto riesgo, considere que detrás de los muros del secreto erigido para proteger las pruebas estandarizadas del examen y el ataque, se esconde un hecho muy importante. El control del editor de la prueba de los puntajes de corte de aprobación-falla permite aumentar o disminuir las tasas de falla a niveles lo suficientemente bajos como para despertar sospechas sobre la validez de la prueba.

¿Por qué los editores de prueba pueden manipular las tasas de fracaso? Para engordar sus resultados finales para volver a realizar pruebas y vender programas y materiales de preparación para exámenes.

Un primer paso esencial hacia una reforma significativa

Dado el dinero y el poder que impulsan el gigante de la privatización, solo hay una forma segura de detenerlo: una campaña nacional de exclusión voluntaria de pruebas estandarizadas . Si los padres, abuelos y ciudadanos atentos harán lo responsable y respaldarán el movimiento de exclusión voluntaria, la llave inglesa puesta en marcha institucionalmente debería, como mínimo, sacudir la autonomía del educador lo suficiente como para permitir un replanteamiento del plan de estudios de 1892.

Nota: en el espíritu del código abierto, marionbrady.com ofrece materiales educativos gratuitos que utilizan contenido de educación cívica, historia estadounidense, historia mundial, culturas mundiales y experiencia personal para involucrar a los estudiantes en una amplia gama de procesos de pensamiento. Escrita para la escuela secundaria y los alumnos mayores, las lecciones y los materiales de apoyo son totalmente libre de costo u otra obligación cuando se descarga por los profesores para el uso con sus propios estudiantes. A pesar de la falta de publicidad y de materiales de instrucción que requieren procesos de pensamiento demasiado complejos para ser evaluados por pruebas estandarizadas, se descargan a una velocidad que nunca cae por debajo de 5,000un mes .

Fuente: https://truthout.org/articles/our-kids-face-unprecedented-crises-standardized-tests-wont-prepare-them/

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