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Estado de excepción y actitud crítica

Por: Leonardo Díaz 

En mi artículo de la semana pasada, “Pan, espacio y olvido”, tomé la disyuntiva metáforica de Albert Camus, pan o espacio, para reflexionar sobre uno de los problemas fundamentales para las políticas de confinamiento en América Latina, las dificultades que confrontan importantes segmentos poblaciones para ceder el espacio público y replegarse en sus casas, ante la necesidad imperiosa de buscar el alimento cada día.

República Dominicana no es la excepción a la referida situación, a pesar de que las autoridades gubernamentales se han jactado, durante años, del crecimiento económico sostenido durante décadas.

Pero, como el crecimiento del producto interno bruto no equivale a mejoramiento del índice de desarrollo humano, o en otras palabras, como el aumento de la riqueza no significa que la gente viva con mejores niveles de vida, millones de seres humanos viven en nuestro país la “vida desnuda”, arrojados a una lucha por la sobrevivencia que se asemeja, en muchas situaciones, a las de una sociedad del siglo XIX.

En este sentido, para más de la mitad de la población dominicana el confinamiento significa la clausura a las posibilidades de lograr el sustento familiar.

Pero la calle no solo es el espacio del pan, sino también del ocio. Si en los sectores de la clase media, las plataformas streaming, los escritorios para el teletrabajo, los televisores LED y los juegos electrónicos desempeñan el rol de distractores, en los sectores marginales, las casas constituyen pequeñas cárceles donde la estrechez del espacio dificulta la movilidad corporal, genera incomodidad e interacciones violentas.

Así, como ha señalado Tahira Vargas, en su artículo “COVID 19 y desigualdad social”, la calle se convierte, para los pobres, en una “extensión del hogar”. El espacio se ensancha como un mecanismo de fuga, de desahogo, de distracción y en el caso de los hombres, en reafirmador de la austoestima masculina. Estos aspectos dificultan el acatamiento de una orden de autoencerramiento de varios días.

También, debe agregarse un aspecto importante de nuestra historia cultural al problema del confinamiento. En nuestra sociedad, el ciudadano común ha interiorizado los hábitos de incumplimiento a la ley, no solo por la inexistencia de un régimen de consecuencias, sino también, como un mecanismo inconsciente de rebeldía ante regímenes donde la ley es solo para los débiles.

Dado este escenario, resulta comprensible las violaciones al estado de excepción proclamado hace quince días. Agréguese a la situación, que el actual gobierno se encuentra en una profunda crisis de credibilidad expresada en los últimos comicios electorales.

No obstante, los sectores del oficialismo pretenden obviar los hechos señalados, en vez de intentar gestionar la crisis orientado hacia los mismos. La socióloga Rosario Espinal ha señalado en su artículo“Higiene y distanciamiento social: ¿y los pobres?”, la necesidad de contrarrestrar la inviabilidad del confinamiento en los barrios populares mediante “las intervenciones sociales quirúrgicas”, es decir, mediante la intervención focalizada del Estado para aislar los pacientes afectados del virus mediante control sanitario.

Dicha acción sería más efectiva que la represión violenta en las calles y el hacinamiento de los detenidos en sórdidas cárceles. Es conocido por todos la arraigada práctica de violación de los derechos humanos de los organismos policiales dominicanos, estimulada, hoy, por un estado de emergencia.

Por otra parte, un aspecto fundamental que no debemos obviar es la necesidad de seguir manteniendo una actitud vigilante y crítica con respecto a las autoridades en este difícil momento de nuestra historia. De buena fe, muchos ciudadanos pueden pensar que no es momento para la crítica, sino para el trabajo solidario de apoyo al gobierno.

Existe un falso dilema  en este planteamiento. En el mismo subyace una concepción errónea de lo que constituye el ejercicio de la actitud crítica. Se piensa que criticar es denostar contra el enemigo, no someter a cuestionamiento los fundamentos de nuestras prácticas. No hay contradicción entre apoyar a las autoridades gubernamentales en aquellas medidas acertadas relacionadas con paliar la pandemia, y cuestionar a esas mismas autoridades cuando las prácticas son incorrectas. Ejemplos de estas últimas son: el apresamiento violento y el hacinamiento de los presos en las cárceles, la entrega de alimentos sin tomar las medidas que cuiden el protocolo sanitario contra la pandemia, el cierre sin información previa ni organización de vías medulares de tránsito que pueden obstaculizar el tránsito de los especialistas de salud, o el intento de sacar capital político de las ayudas a los sectores marginales.

Por tanto, no debemos postergar el cuestionamiento para un futuro pos-pandemia. Porque el futuro comienza a gestarse hoy, cuando pueden tomarse medidas de consecuencias irreversibles, o pueden provocarse daños colaterales a los que podemos reaccionar demasiado tarde.

Fuente: https://acento.com.do/2020/opinion/8800585-estado-de-excepcion-y-actitud-critica/

Imagen: https://pixabay.com/photos/coronavirus-corona-quarantine-4939242/

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Aprendizaje vivencial en la Tercera Edad

Por: Rosa Isela Aguilar y Nora Druet

Para nuestros adultos mayores, recibir oportunidades educativas tiene un impacto positivo en su desarrollo humano y en el mejoramiento de su salud física y mental.

La vejez es una etapa de la vida que comienza a los sesenta años de edad. Es una etapa que se encuentra estigmatizada debido a la presencia de diversos cambios físicos, cognitivos y sociales. Sin embargo, es importante reconocer las diversas necesidades de este grupo heterogéneo de la población, cuidar de su bienestar y darles las herramientas necesarias para que puedan lograr una participación más activa en la sociedad. Para ello, es indispensable fomentar la revalorización de la experiencia de los adultos mayores, sus anhelos, sus valores y apoyar su desarrollo personal a través del fortalecimiento de su sentido de vida.

Por primera vez en la historia, en el 2018 las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo y para el año 2050, una de cada cuatro personas que viven en Europa y América del Norte podría tener 65 años o más, de acuerdo con el reporte de las Naciones Unidas World Population Prospects (2019). Contrario a esta tendencia, el 34 % de los países miembros de la UNESCO que participaron en el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos GRALE 4 (2019), respondieron que a la fecha en su país no se considera ningún tipo de financiamiento para la educación de adultos mayores o que no es prioridad.

“Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo”.

El objetivo 4 de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de la UNESCO, busca “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Sin embargo, la realidad es que, en este aspecto, a la fecha, no se percibe un progreso adecuado de la meta, la inversión es insuficiente y la participación en muchos países es irregular GRALE 4 (2019). Los analistas comentan que, de seguir la misma dirección, no se alcanzará el objetivo 4 de educación de la agenda 2030, además de poner en riesgo otros objetivos que se relacionan también, como son: pobreza, salud y bienestar, trabajo decente y crecimiento económico, y, ciudades y comunidades sostenibles.

Continuar aprendiendo a lo largo de la vida permite a las personas mayores adaptarse mejor a esta nueva etapa de su vida, les ayuda a mantener su mente y su cuerpo activo, a tener un buen estado emocional, a mantenerse actualizado de lo que ocurre a su alrededor, entre muchos otros beneficios. Las personas mayores que participan en actividades relacionadas con su aprendizaje, salud y educación están más involucradas en la comunidad, son más independientes al tener que depender menos sus familiares y gozan de mejor salud y bienestar.

“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)

En las últimas tres décadas en México, ha aumentado el número de personas mayores a 60 años según lo establece el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2014). Por un lado, es un logro, dado el aumento en la esperanza de vida, sin embargo, la sociedad y la economía de los países en general no se encuentran preparadas para este cambio, lo cual implica la generación de nuevas necesidades de atención en aspectos de salud, económicos, empleabilidad y educación, entre otras cosas.

Esta nueva dinámica demográfica ha suscitado la atención de las necesidades de este sector de la población. Nuestros adultos mayores deben tener un papel más activo en la sociedad, evitando sentirse aislados y sin oportunidades de desarrollo. Ante este reto, es importante conocer las estrategias que se han generado respecto a las oportunidades de educación para los adultos mayores, así como también las alternativas que favorecen su aprendizaje y desarrollo personal.

Para mejorar las oportunidades educativas dirigidas a los adultos mayores, es necesario que las metodologías y los modelos de aprendizaje se adecuen a las características de esta población. Para lograr su efectividad se propone el uso de la experiencia inmediata, la reflexión, la observación, así como el pensamiento y la acción (Serrani, 2013).

Dadas estas características, identificamos modelos de aprendizaje que dotaran de mayores efectos positivos a los aprendizajes de los adultos mayores como el aprendizaje vivencial que “implica la vivencia de una experiencia en la que el alumno puede sentir o hacer cosas que fortalecen sus aprendizajes” (Fuerte, 2018). También el aprendizaje a lo largo de la vida, entendido como “la educación que se cursa a la par y posteriormente de los grados académicos” (García-Bullé, 2019, párr. 1). En este sentido, es evidente que en ninguna de las etapas de la vida se deja de aprender y al contrario, existe una oferta importante de mecanismos formales, autodirigidos, profesionales, personales, indirectos e informales que apoyan al aprendizaje constante de las personas.

En México, tanto el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) como el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) se han dado a la tarea de crear un modelo educativo para la Vida y el Trabajo para responder a las características, necesidades, intereses y expectativas de los adultos mayores y otorgar respuesta de manera adecuada a su derecho de recibir educación para su desarrollo personal, familiar y comunitario.

En este contexto, la Universidad Autónoma de Yucatán implementó en 2018 el Programa de la Universidad de los Mayores que tiene como objetivo el fortalecimiento del bienestar de los adultos mayores, a través de actividades académicas, deportivas, sociales, culturales y de desarrollo humano. Para este último aspecto, se implementó un taller sobre Autodescubrimiento, Sentido de vida y Trascendencia con una duración de 20 horas, dirigido a 11 adultos mayores, cuyo rango de edad era entre los 75 y 87 años. El taller tuvo como objetivo que los adultos mayores identificaran sus recursos personales, valores y actitudes como una vía para dar un sentido a sus vidas.

Para impartir este taller se decidió utilizar el modelo de aprendizaje vivencial, mismo que considera la experiencia como un pilar. Siguiendo el modelo de aprendizaje vivencial se utilizaron diversas estrategias de enseñanza-aprendizaje, entre ellas, reflexiones personales y grupales, trabajo en equipo, visualizaciones, ejercicios de relajación y la elaboración de un diario personal. Nuestros alumnos también hicieron uso de objetos digitales de aprendizaje como: videos, audios, presentaciones multimedia y documentos digitales los cuales estimularon su participación e interés favoreciendo su aprendizaje y motivación.

Los adultos mayores disfrutan de la participación activa y mantienen una motivación constante durante todo el proceso educativo, ya que reconocen que este aspecto favorecerá su desarrollo social y personal. Para los adultos mayores recibir oportunidades educativas repercute directamente en el desarrollo de su potencial humano y en el mejoramiento de su salud.

A continuación, se muestran algunos comentarios de los participantes en el taller:

“He evolucionado en todos los aspectos de mi vida, mi espíritu goza de una intensa luz, gracias a las aportaciones de cada uno de los integrantes del grupo”. (María, 68 años)

“Me emociona la idea de aprender a utilizar WhatsApp para comunicarme con este lindo grupo de mi taller”. (Melissa, 91 años)

“Algo esencial cambió en mí al coincidir con mis compañeros del taller, gracias a nuestras maestras por formar agentes proactivos”. (Carlos, 72 años)

Al implementar este modelo, los adultos mayores tienen la oportunidad de adquirir aprendizajes que les permitirán enfrentar los retos inherentes a esta etapa de su vida. También pudieron ampliar sus redes sociales de apoyo lo cual es muy importante en cualquier etapa de vida del ser humano y sobre todo pudieron encontrar y dar un sentido a sus vidas por medio de los valores y la autotrascendencia.

El taller representó para las docentes una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel profesional como personal, ya que tuvimos la oportunidad de observar la motivación de nuestros alumnos por aprender y compartir sus aprendizajes y experiencias de vida. El salón de clases se transformó en una verdadera comunidad de aprendizaje.

Es importante continuar generando opciones educativas dirigidas a los adultos mayores que tomen en cuenta las necesidades, ya que esta población está en aumento constante y merecen oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida que contribuyan con su desarrollo personal y profesional.

Referencias

Fuerte, K. (2018). Glosario de Innovación Educativa. Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/glosario-de-innovacion-educativa

García-Bullé, S. (2019). ¿Qué es lifelong learning y en qué consiste? Recuperado de https://observatorio.tec.mx/edu-news/aprendizaje-a-lo-largo-de-la-vida-lifelong-learning

Instituto Nacional de Geografía y Estadística, (2015). Estudio Nacional Longitudinal sobre Salud y Envejecimiento en México. Recuperado de http://mhasweb.org/Resources/DOCUMENTS/2015/Documento_Metodologico_2015.pdf

Serrani, D. (2013). Procesos de aprendizaje de adultos mayores residentes en un geriátrico. Recuperado de https://rephip.unr.edu.ar/bitstream/handle/2133/11025/Tesis%20doctoral%20-%20Serrani.pdf?sequence=3&isAllowed=y

UNESCO Institute for Lifelong Learning. 4 GLOBAL REPORT ON ADULT LEARNING AND EDUCATION. Recuperado de http://uil.unesco.org/system/files/grale_4_final.pdf

Naciones Unidas. (2019). Envejecimiento. Recuperado de https://www.un.org/es/sections/issues-depth/ageing/index.html

Naciones Unidas. (2019). Objetivos de Desarrollo Sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/

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Por qué América Latina es «la región más desigual del planeta»

Redacción: Gerardo Lissardy

América Latina es tan desigual que una mujer en un barrio pobre de Santiago de Chile nace con una esperanza de vida 18 años menor que otra en una zona rica de la misma ciudad, según un estudio.

La gran disparidad latinoamericana también alcanza al color de piel o la etnia: los afrodescendientes o indígenas tienen más posibilidades de ser pobres y menos de concluir la escuela o lograr un trabajo formal que los blancos.

Se trata de la región del mundo que registra mayor desigualdad de ingresos en el informe sobre desarrollo humano 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), divulgado en diciembre.

El 10% más rico en América Latina concentra una porción de los ingresos mayor que en cualquier otra región (37%), indicó el informe. Y viceversa: el 40% más pobre recibe la menor parte (13%).

Protesta en Chile bajo una pintada que lee "Desigualdad".Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption La alta desigualdad social ha generado protestas recientes en países de América Latina.

Esta brecha supera incluso la de África subsahariana y muchos la señalan como una de las explicaciones detrás de la ola de protestas que recorrió países latinoamericanos recientemente.

Pese a sus avances económicos y sociales de los primeros años de este siglo, América Latina aun es «la región más desigual del planeta», ha advertido en distintas ocasiones la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La pregunta, entonces, es por qué ocurre esto.

Y la respuesta, según expertos, comienza algunos siglos atrás.

«Puede decirse que el pasado colonial creó las condiciones», señala Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, a BBC Mundo.

ColombiaDerechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
Image caption Los expertos ven factores históricos y raciales detrás de la desigualdad estructural latinoamericana.

Una vieja historia

Según Stiglitz, la disputa entre colonizadores e indígenas sembró una semilla de desigualdad en Latinoamérica, así como la distribución despareja de la tierra en economías agrarias contribuyó a «la creación de algunas familias muy ricas y muchas familias muy pobres«.

«En varios países latinoamericanos, así como en Estados Unidos, un gran elemento racial (…) jugó un rol en al menos una dimensión de la desigualdad», sostiene el execonomista jefe del Banco Mundial y actual profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Y esto parece lejos de ser apenas un asunto del pasado.

En América Latina la incidencia de la pobreza aun es mayor en zonas rurales, para las personas indígenas y afrodescendientes, señaló la Cepal en su informe de 2019 sobre el panorama social de la región.

Apuntó, por ejemplo, que si bien hubo una leve reducción reciente, la tasa de pobreza de las personas indígenas en 2018 fue de 49%, el doble que la registrada para la población no indígena ni afrodescendiente. Y la tasa de extrema pobreza llegó al triple (18%).

En México, donde los indígenas son aproximadamente 15% de la población y casi tres cuartas partes de ellos viven en pobreza, un estudio de la organización Oxfam indicó en agosto que 43% de quienes hablan una lengua nativa no completaron primaria y apenas 10% tiene trabajo formal o es empleador.

Mujeres indígenas en Guatemala.Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption Las poblaciones indígenas de América Latina son especialmente golpeadas por la pobreza y la desigualdad.

«La coexistencia de gente de ascendencia europea con indígenas y afrodescendientes está en la médula de por qué no se ha podido reducir la desigualdad» en la región, dice Nora Lustig, profesora de economía en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y directora del Instituto de Compromiso con la Equidad.

«A pesar de haber habido intentos de inclusión, eso todavía permea. Y los países donde menos desigualdad hay son los que no tienen una diversidad étnica y racial tan marcada«, compara, señalando como ejemplos los casos de Argentina, Costa Rica o Uruguay.

«Un círculo vicioso»

Claro que existen otros factores detrás del abismo social en América Latina, que ganó su fama de «más desigual» a partir de la década de 1980.

La región también es hoy una de las más urbanizadas del mundo, pero el rápido cambio desde sociedades rurales ocurrió en el último medio siglo de forma desordenada y en muchas zonas de expansión de las ciudades el Estado brilló por su ausencia a la hora de prestar servicios como educación o salud.

Ciudad Bolívar, Bogotá.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption Nacer en un barrio rico o pobre de Latinoamérica puede cambiar en varios años la esperanza de vida.

Un estudio publicado por la revista The Lancet en diciembre encontró grandes brechas en las esperanzas de vida en ciudades de América Latina según las personas nazcan en los barrios más pobres o ricos, como las casi dos décadas de diferencia para mujeres en Santiago de Chile u 11 años para hombres en Ciudad de México.

Stiglitz, que ha escrito distintos libros sobre desigualdad, observa «un círculo vicioso» en la región.

«Un alto nivel de desigualdad económica crea sistemas políticos que ayudan a perpetuar esa economía«, señala. «Así que no invierten tanto en educación, por ejemplo».

Afirma además que las economías basadas en recursos naturales como son las latinoamericanas tienden a caracterizarse por la inequidad.

«La riqueza del continente proviene de las rentas asociadas con los recursos naturales», explica. «Y en la sociedad hay una pelea sobre quién recibe las rentas, en comparación con las sociedades donde hay que trabajar para ganarse la vida y luego hay más igualdad».

Joseph StiglitzDerechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
Image caption Joseph Stiglitz señala que «un alto nivel de desigualdad económica crea sistemas políticos que ayudan a perpetuar esa economía».

Sin embargo, otros países ricos en recursos naturales como Noruega o Australia escapan a los grandes problemas de desigualdad latinoamericanos.

La clave aquí, señalan expertos, es contar con instituciones que permitan manejar de forma más eficiente los ingresos para impulsar el desarrollo.

Y esto también suele escasear en América Latina.

«El fin de la fiesta»

La evidencia muestra que las clases medias latinoamericanas pagan más de lo que reciben por servicios sociales como educación o salud y, como respuesta, acuden a proveedores privados, lo cual tiende a incrementar la segmentación, indicó el informe sobre desarrollo humano del PNUD.

«Una respuesta natural sería agregar recursos de los de arriba», agregó. «Pero esos grupos, aunque minoritarios, a menudo han sido un obstáculo para expandir los servicios universales, utilizando su poder económico y político a través de mecanismos estructurales e instrumentales».

Las políticas impositivas son un resorte clave en esto.

Una mujer vende snacks por las calles de Lima.Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption La disparidad de ingresos ha opacado avances en desarrollo humano en América Latina.

Comparados con países en desarrollo, los sistemas tributarios de Latinoamérica suelen tener una mayor participación de impuestos indirectos (al consumo), que favorecen menos la equidad que los impuestos directos (a la renta o la propiedad).

Así, los impuestos directos y las transferencias reducen mucho más el coeficiente Gini de desigualdad en las economías avanzadas que en las emergentes y en desarrollo, «incluidos países latinoamericanos con algunas de las desigualdades de ingresos más altas del mundo», advirtió en el mismo informe David Coady, del departamento de asuntos fiscales del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a todo eso, unos 100 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza entre las décadas de 1990 y 2000 en base a programas sociales y políticas salariales en medio del auge de las materias primas.

Pero la desigualdad estructural varió bastante menos en ese lapso.

Y la disparidad de ingresos en países como Brasil, México, Colombia o Chile ha opacado avances recientes en el índice de desarrollo humano de la ONU, que incluye variables como la expectativa de vida o calidad de educación y donde el año pasado en la región solo retrocedieron Venezuela, Nicaragua y Argentina, sumidas en crisis.

Protesta en Santiago de Chile.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl aumento de los precios de los boletos del metro de Santiago de Chile desató protestas cada vez mayores contra la desigualdad social y el alto costo de la vida.

Más aún, después del boom económico la tasa de pobreza en Latinoamérica pasó de 28% en 2014 a 31% el año pasado, según datos de la Cepal. Del total de personas pobres que la región agregó en el último lustro, 26 millones sufrirían de extrema pobreza, con Brasil como principal fuente de este retroceso.

En medio de este panorama, el descontento social se ha expresado recientemente mediante votaciones anti-gobierno a lo largo del subcontinente y, en especial, con fuertes protestas callejeras en países como Chile, Colombia o Ecuador.

«Hay una protesta generalizada contra los que estaban gobernando», señala Lustig. «Se combina el fin de la fiesta para todos con una situación donde empieza a empeorar otra vez la distribución».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51390621

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PNUD llama a trabajar en nuevas brechas de desigualdad social

PNUD llama a trabajar en nuevas brechas de desigualdad social

La agencia de Naciones Unidas indicó que las desigualdades corresponden al acceso a salud, educación universitaria y a las tecnologías de punta.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pidió ayer que se trabaje en reducir las nuevas brechas de desigualdad para el desarrollo humano, como el acceso a las capacidades de salud, educación universitaria y tecnologías de punta.

La institución presentó este lunes su informe sobre el Desarrollo Humano (IDH), metodología que utiliza para medir los avances de la población en cuanto al acceso a educación y nivel de vida digna.

Este año, el PNUD se centró en una edición enfocada en “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI”.

El informe plantea que el mundo entra en una nueva generación de desigualdades sobre educación, transformación tecnológica y cambio climático. De no considerar estos cambios  se “podrían dejar atrás a grupos completos de personas”, indicó Georgiana Braga-Orillard, representante del PNUD en El Salvador.

Rafael Pleitez, representante residente auxiliar y economista jefe del PNUD, indicó que dentro de las capacidades a potenciar están las habilidades que tienen las personas en la infancia y las capacidades aumentadas. Además de trabajar en el acceso a salud, a la educación universitaria y a las tecnologías de punta.

El ejecutivo del PNUD indicó que el informe propone dos objetivos: por una parte, acelerar el cierre de las brechas en cuestiones básicas, como las privaciones que tienen que ver con pobreza extrema. “Es el punto principal que hay que reducir”, indicó.

De igual forma hay que combatir las nuevas desigualdades que están generando inequidades, como las brechas tecnológicas. En este aspecto, explicó, es esencial aumentar la productividad en los mercados para generar eficiencias y obtener así los recursos para cerrar esas deficiencias.

“En una economía, como la salvadoreña, donde tenemos dos de cada tres personas trabajando en micro y pequeñas empresas (mype), es importante apostarle a la productividad de este sector”, indicó.

El funcionario consideró que si las mpyes “mejoran su nivel de competitividad, la calidad de vida de todas las personas que trabajan ahí va a cambiar. Además, de favorecer la economía y así tener mejores mecanismos para trabajar en las brechas de desigualdad”, explicó.

Braga-Orillard enfatizó que es importante tomar en cuenta el  ir más allá del ingreso económico sin perder de vista la desigualdad económica. Consideró que el principal enfoque debe centrarse en las áreas de desarrollo sostenible en salud, educación y el respeto a los derechos humanos.

Los gobiernos deben de seguir trabajando para superar las brechas, pero es prioritario hacer una detención de las desigualdades que están cubriendo cada vez más fuerzas, indicó.

Fuente de la Información: https://elmundo.sv/pnud-llama-a-trabajar-en-nuevas-brechas-de-desigualdad-social/

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La escuela exhausta

Por: Manuel Gil Antón

Para Manolo:

echando en falta

su generosa mirada.

En las sobremesas, luego de la letanía de las desgracias del país que se profiere, no falta una frase, final y lapidaria : “todo es cuestión de educación”. Basta y sobra este lugar común (percepción inútil generalizada) para cerrar el tema. Como es frecuente que por educación se entienda a la formación escolar, se puede hacer un parangón: todo es responsabilidad de la escuela. Y así lo expresan las normas.

El artículo 30 de la nueva Ley General de Educación, señala, en 25 incisos, los “contenidos de planes y programas de estudio de la educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o reconocimiento de valides oficial de los estudios, de acuerdo al tipo y nivel educativo”. Está escrito que, entre otros, son: aprender matemáticas; conocer la lecto-escritura y la literacidad; aprender historia, geografía, civismo y filosofía. Fomentar la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación y su uso responsable. Conocer y, en su caso, aprender lenguas indígenas, así como reconocer la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas; aprender, también, lenguas extranjeras.

Fomentar la activación física, la práctica del deporte y la educación física: promover estilos de vida saludables, educación para la salud, la importancia de la donación de órganos, tejidos y sangre; fomentar la igualdad de género para construir una sociedad justa e igualitaria; impartir educación sexual integral y reproductiva para el ejercicio responsable de la sexualidad, la planeación familiar, maternidad y paternidad responsables, prevenir embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual.

Y sigue: ha de haber educación socioemocional; prevención de sustancias psicoactivas y el conocimiento de sus causas, riesgos y consecuencias; reconocer la diversidad de capacidades de las personas, reconociendo su ritmo, estilo e interés en el aprendizaje; el uso de Lenguaje de Señas Mexicanas, y el ejercicio de los derechos de todas las personas. Promover el emprendimiento, la cultura del ahorro y la educación financiera.

Fomentar la cultura de la transparencia, rendición de cuentas, integralidad, protección de datos personales, y el conocimiento de los educandos de su derecho al acceso a la información pública gubernamental, y de las mejores prácticas para ejercerlo.

Educación ambiental, para la sustentabilidad, desarrollo sostenible, combate al cambio climático, y generar conciencia para valorar el manejo conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, con participación social y cuidado al ambiente. Aprendizaje de la cultura de protección civil (prevención, autoprotección y resilencia); mitigación y adaptación al cambio climático. Fomentar los valores del cooperativismo para construir relaciones solidarias y fraternas. Actitudes solidarias y positivas ante el trabajo, el ahorro y el bienestar general.

Fomentar la lectura y el uso de libros, materiales diversos y dispositivos digitales. Promover el valor de la justicia, observancia de la ley y la igualdad de las personas ante ésta; cultura de la legalidad, la inclusión y la no discriminación, la paz, la no violencia en las manifestaciones y conocer los derechos humanos. Conocer las artes, respeto al patrimonio musical, cultural y artístico; desarrollar la creatividad artística por medios tradicionales o tecnológicos. La enseñanza de la música, por supuesto, para potenciar el desarrollo cognitivo y humano, así como la personalidad de los educandos. Ah, y educación vial.

La escuela mexicana, nueva o vieja, con tanta encomienda no puede, aunque sí quepa en la Ley. Y es que todo es cosa de la educación.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-escuela-exhausta/
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Mapa global de la pobreza

Redacción: La Vanguardia

Explicamos el alcance de la pobreza en el mundo a través de cinco mapas que muestran las diferentes formas de la desigualdad.

En el mundo existen más de 780 millones de personas que viven con menos de 1,90 dólares al día: esa cifra marca el umbral de la pobreza según Naciones Unidas.

Sin embargo, la pobreza se manifiesta de muchas otras formas más allá de los ingresos económicos: el acceso a la educación, el índice de desarrollo humano o la subalimentación son factores de desigualdad que existen en todo el mundo. Te mostramos cómo en esta infografía.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20191015/471009605289/infografia-mapa-global-pobreza.html

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Estallido en Chile: el aumento del subte, una reacción a causas más profundas

Por: José María del Pino.

Es un país de fuertes desigualdades. El 50% de los trabajadores percibe menos de 570 dólares por mes, el ingreso promedio por hogar es de 550 dólares y el 50% del consumo lo genera apenas el 20% de hogares de mayores ingresos.

A diferencia de Argentina, estas manifestaciones en Chile no son producto de un “tarifazo” puntual o un recorte de las prestaciones sociales. Los 5 centavos de dólar que la autoridad del transporte público anunció –y que el presidente Sebastián Piñera sólo debe acatar, porque la ley así lo establece- simplemente fue la gota que rebalsó un vaso. Uno que se fue llenando con colusiones empresariales condenadas con irrisorias multas en bienes tan sensibles como el papel higiénico, escándalos de financiamiento a la política sancionados con “clases de ética” mientras el comercio ambulante paga con cárcel, soluciones habitacionales en la periferia sin acceso a transporte, entre otros.

Es cierto, las cifras de Chile son de ensueño para la región. Es líder en el índice de Desarrollo Humano de la ONU, tiene un ingreso per cápita de 25.000 dólares, tiene altísima eficiencia en la relación de ejecución presupuestaria y calidad de la salud que entrega, lidera la región en el índice de PISA en educación y tiene la mayor tasa de egresados de la educación superior, donde al menos 3 de sus universidades están entre las 10 mejores del subcontinente. Pero ello no bastó.

Somos un país de contrastes. El 50% de los trabajadores percibe menos de 570 dólares por mes, el ingreso promedio por hogar es de 550 dólares y el 50% del consumo lo genera apenas el 20% de hogares de mayores ingresos. Vivir en Santiago de Chile es vivir con prestaciones y servicios a valor de Washington DC, pero con sueldos del tercer mundo.

La clase política lo intuyó, pero nunca se hizo cargo. La derecha generó una férrea defensa al mercado desconociendo su altísima concentración por rubro, su escasa competencia por capital humano –para subir los sueldos- y las brechas de accesos para nuevos actores. La izquierda construyó una retórica de prosa académica, inentendible para muchos, con diagnósticos correctos pero escasa posibilidad de articular soluciones. ¿Y el país? El país siguió en piloto automático.

Así creció una generación que vio la resignación de sus padres. Sin las ataduras de la dictadura, ni el miedo a la autoridad, levantó la cabeza y decidió pelear. En 2006 cuando eran adolescentes, en 2011 cuando ya eran universitarios y hoy cuando forman parte de la clase media emergente.

El problema es que quienes gobernaron ayer, hoy son los mismos. Una generación que, para muchos, debió haberse jubilado hace 10 años. Aferrados al éxito de la transición democrática, se han erigido como verdaderos “prefectos de la doctrina de la Fe” política. En Chile, todo pasa por ellos.

En medio de ese auge ciudadano, pacífico, inspirado en la no violencia activa con evasiones masivas en el Metro, irrumpieron los grupos anarquistas, antisistemas o quizás qué. Y digo quizás qué, porque escasamente se ha logrado determinar a qué responden. Solo se sabe que son inorgánicos, que no hay una cabeza clara y que la tecnología de las informaciones les ha permitido actuar como nunca antes.

Algo ocurre en el mundo. Sudamérica vive momentos difíciles, de agitación y malestar. Lo preocupante no es ello, el reclamo y la protesta son legítimos. La dificultad es que quienes gobiernan parecen no comprender los desafíos del mundo global y lleno de problemáticas multidimensionales que habitan.

Le pasó a Lenín Moreno en Ecuador por el costo de vida, lo vive Jair Bolsonaro con los temas ambientales en Brasil, lo sufrió Mauricio Macri atrapado por indefiniciones políticas para gobernar Argentina, entre otros ejemplos. Y la izquierda, que creyó tener la receta a principios del siglo XXI, fracasó estrepitosamente sólo replicando pobreza y coartando libertades. A excepción de Evo Morales que, como talón de Aquiles, ha puesto en jaque su verdadera convicción democrática con una reelección inconstitucional.

Ante esto ¿qué se puede esperar? El mundo ya nos demuestra los caminos: Uno, el de oídos sordos, que da paso a populismos que gobiernan por twitter a dedo rápido. Otro, menos explorados -y quizás la opción-, el de una sociedad que en la crisis encuentra espacios de diálogo que carecía y construye un nuevo pacto social. Porque la paz social solo se logra con una sensación de justicia en la que grandes mayorías se sientan identificadas. El reloj –que corre rápido- espera de Chile una pronta definición que evite que nuestra ciudad continúe durmiendo “al calor de las brasas”.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/mundo/estallido-chile-aumento-subte-reaccion-causas-profundas_0_0GpSYSGS.html

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