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Claims of student retention crisis in Australia ‘overblown’

Australia/Junio de 2017/Fuente: The World University Ranking

Resumen:  Cualquier afirmación de que las universidades australianas están enfrentando una «crisis» de deserción estudiantil son infundadas y «innecesariamente alarmistas», dijo un panel de expertos. El Panel de Estándares de Educación Superior, encargado de examinar el tema por el ministro de Educación Simon Birmingham, dijo que la cobertura reciente de los medios de comunicación sobre las tasas de deserción había pintado un panorama excesivamente sombrío del sector de educación superior de Australia.

Any claims that Australian universities are facing a student dropout “crisis” are unfounded and “unnecessarily alarmist,” an expert panel has said.

The Higher Education Standards Panel, commissioned to look at the issue by education minister Simon Birmingham, said that recent media coverage of attrition rates had painted an overly gloomy picture of Australia’s higher education sector.

Overall, 15 per cent of students at Australian universities did not complete their course in 2015, roughly the same proportion as in 2005, says the paper, “Improving retention, completion and success in higher education”.

The study, published on 14 June, rejects claims that this non-completion rate was caused by lower admission standards linked to the rise in student numbers in recent years.

“Common reasons cited for withdrawal are personal, including physical or mental health issues, financial pressures and other reasons often beyond institutional control,” the paper notes.

Belinda Robinson, chief executive of Universities Australia, said that the paper was further evidence that claims about university attrition rates were “overblown”.

“It concludes yet again that students with the highest attrition rates are those most likely to be juggling university with jobs or caring for their families,” said Ms Robinson, who added this was “particularly true for students who are mature, part-time or studying online.”

The Australian government is considering linking a portion of public funding to institutional performance on retention, but Ms Robinson said that it was “important to note that the factors that lead most students to consider leaving their studies are often beyond the control of a university».

“This highlights the problem with attempting to tie funding to metrics such as attrition rates – you’d potentially penalise the universities that serve students who have the greatest challenges to complete a degree,” she said.

The fact that attrition rates had not risen since 2005 was “a real accomplishment…given the uncapping of student places, [in which] we have seen a huge increase in the number of university students, and rapid growth in the number of students from disadvantaged backgrounds,” added Ms Robinson.

The discussion paper suggests collecting better data to understand the factors driving attrition in more detail.

“It’s by understanding even more about the students most at risk of attrition that we will continue to build on a very strong track record here in Australia,» the paper says.

Fuente: https://www.timeshighereducation.com/news/claims-student-retention-crisis-australia-overblown#survey-answer

 

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Estados Unidos: La educación en línea no es para todos, más del 90% de los inscritos desertan

Estados Unidos/22 junio 2017/Fuente:Arena Publica

El desconocimiento de tus métodos de aprendizaje puede hacer que nunca termines el curso al que ingresaste.

Cuando un estudiante se encuentra en riesgo de dejar la escuela o es propenso a reprobar materias, tomar un curso en línea puede ser su peor decisión.

Los porcentajes de continuidad escolar disminuyen en los cursos en línea en comparación con los presenciales, asegura el estudio “Promesas y peligros de la educación en línea” publicado por el Instituto Brookings en 2017.

Las tendencias de clases seriadas en modalidad presencial y en línea de la Universidad DeVry, en Illinois, Estados Unidos revelaron que el promedio de estudiantes que tomó la segunda parte fue de 88% de forma presencial y 79% en línea.

Esta universidad otorga todas sus clases en ambas modalidades, provee los mismos materiales a todos los estudiantes y sus clases no son gratuitas, motivos por los que fue tomada como caso de estudio.

Así mismo el reporte revela que los cursos en línea son deficientes para los estudiantes rezagados en conocimiento, pues a pesar de que el trabajo en línea ayuda a identificar sus puntos débiles, no hay manera de hacer algo para nivelarlos, debido a la naturaleza digital que desaparece la interacción directa en el curso.

No obstante, esto no significa que las clases en línea sean de menor calidad que las presenciales, sino que están diseñadas para perfiles de estudiantes muy específicos, algo que confirma la misma Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), las dos con cursos en línea disponibles a nivel internacional.

La Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, cuentan  con cursos en línea gratuitos disponibles a nivel internacional.

Los estudiantes de cursos en línea deben de ser dedicados y disciplinados, hacerse el tiempo para ver las presentaciones y cumplir con las tareas no es fácil, especialmente si el estudiante es quien fija estos horarios, coinciden ambas instituciones.

Además, debe existir una alta motivación para concluir, pues el 35% de los estudiantes que se registran a un curso gratuito otorgado por HarvardX -plataforma digital de la universidad- nunca ingresan o participan en el curso, asegura un reporte de la misma institución publicado en 2015.

Porcentajes de terminación de cursos gratuitos ¿por los suelos?

En promedio sólo el 6% de los que se inscriben a un curso de la plataforma edX, de Harvard y el MIT lo terminan y pagan su certificado, dio a conocer la misma plataforma.

Un promedio muy similar es el que maneja Coursera, con 5.8% de los inscritos según datos del Proyecto MOOC, una base de datos donde se identificaron tasas de terminación según número de inscripciones en cursos por internet de diferentes plataformas y universidades.

Tasas muy bajas si se observan de manera aislada, sin embargo, representan a millones de estudiantes, y es que a pesar de que las instituciones no dan números exactos de estos porcentajes, de acuerdo con la cantidad de estudiantes que se han inscrito se pueden estimar.

La falta de interacción con el profesor, es uno de los motivos principales para que los estudiantes deserten de los cursos en línea. 

En el caso de edX, que reportó 2.8 millones de registrados en 2015, sus egresados equivaldrían a poco más de 172,000 estudiantes.

Por su parte, Coursera contaría con al menos 1 millón de ellos, tomando en cuenta que anunció alcanzar un total de 18 millones de inscritos en 2015. Los 32,974 egresados de la UNAM en 2016 apenas representarían el 3%.

Para dimensionar estas tasas de terminación se debe tener en cuenta que se trata de cursos gratuitos, abiertos a cualquier persona del mundo, por lo que pueden llegar a tener más de 200,000 inscritos.

Así sucedió con un curso de la Universidad de Duke, Estados Unidos, sobre cómo razonar y argumentar, en donde sólo 5,322 estudiantes terminaron, 2.3% de la matrícula.

Los motivos de la deserción del curso son diversos según los estudios que se consulten, sin embargo, la falta de interacción con el profesor es una de las más constantes, esto incluye ausencia de retroalimentación, la falta de conocimientos, ya sea para completar los cursos o de idioma, así como el tiempo.

El cobro de los cursos puede ser una solución para estas altas tasas de deserción, asegura la directora general de Telefónica Educación Digital del Grupo Telefónica, Carolina Jeux, pues al no existir una carga económica abandonar los estudios resulta sencillo.

No obstante, se debería cuestionar si vale la pena deshacerse de uno de los ganchos primordiales de estos cursos, la gratuidad, para hacer crecer los números de eficacia terminal.

De hacerlo, la tasa crecería de inmediato, pues el 70% de los que tomaron una clase en Coursera para obtener un certificado completaron el curso, asegura la fundadora de esta plataforma, Daphne Koller.

 14,318 personas se inscribieron a una licenciatura en línea dentro de la UNAM en el periodo 2016 – 2017.

En México 14,318 personas se inscribieron a una licenciatura en línea dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el periodo 2016 – 2017.

Hasta 2015 el 70% de ellos se caracteriza por tener entre 20 y 39 años y ser una población adulta con compromisos de trabajo y familia adquiridos, según datos de la misma universidad.

La mitad de ellos supera los 30 años y su principal motivación es regresar a estudiar para obtener el grado de educación superior. No obstante, el porcentaje de egresados se desconoce.

Por su parte 1,342 estudiantes mexicanos han terminado al menos un curso dentro de la plataforma especializada Coursera, el 60% de ellos entraron para obtener algún triunfo laboral como un ascenso, mismo que 53 aseguraron lograr.  El 40% relacionaron sus motivaciones con la educación, de acuerdo con una encuesta realizada por la plataforma en 2015.

Fuente: http://www.arenapublica.com/articulo/2017/06/21/6135/cursos-en-linea-estudiantes

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Perú. Educación: tasa de matrícula cayó en todos los niveles en el primer trimestre

Perú/13 de junio 2017/Fuente: http://semanaeconomica.com  

La matrícula de escolares hombres en el nivel secundaria del área rural registró la mayor caída.

La tasa de matrícula en los niveles de educación inicial, primaria y secundaria cayó en el primer trimestre del 2017, informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en su informe de Estadísticas con Enfoque de Género 2017.

Esta caída en todos los niveles es contraria a la tendencia de crecimiento de la tasa de matrícula desde el 2015, según registra el INEI en informes anteriores.

Entre enero y marzo del 2017, la tasa de matrícula a nivel secundaria cayó a 41.5%, 2.9 puntos porcentuales menos que lo registrado en el mismo periodo del 2016. La tasa, tanto de escolares hombres como mujeres, mostraron un retroceso de 2.9 puntos porcentuales en el indicador, ubicándose en 41.1% y 41.8%, respectivamente.

por zona - tasa de matricula 2017

A nivel primaria, la tasa de matrícula en el primer trimestre del 2017 bajó a 43.6% este año, 2.9 puntos porcentuales por detrás de lo obtenido en el 2016. En este caso, los niños registraron una mayor caída (4.6 puntos porcentuales) frente a las niñas (1.2 puntos porcentuales), ubicándose en 44.4% y 42.8%, respectivamente.

En el mismo periodo, la tasa de matrícula a nivel inicial descendió a 41.6%, 0.3 puntos porcentuales menos que el año pasado. En este caso, sólo el índice de las niñas registró un ligero aumento de 0.5 puntos porcentuales, ubicándose en 43.4% en el 2017. La tasa de matrícula de los niños retrocedió a 39.9%, 0.9 puntos porcentuales menos que en el 2016.

tasa matricula 2017

En el primer trimestre del 2017, la tasa de matrícula de las niñas a nivel primaria se ubicó en 48.4%, 2.2 puntos porcentuales menos que en el 2016; mientras que la tasa de matrícula de los hombres a nivel secundaria cayó un punto porcentual en el trimestre en evaluación, ubicándose en 46.3%.

La mayor caída de la tasa de matrícula en el primer trimestre fue la registrada en los hombres a nivel secundaria del área rural, con un retroceso de 7.2 puntos porcentuales, ubicándose en 32.1%.

Fuente de la Noticia:

http://semanaeconomica.com/article/sectores-y-empresas/educacion/230935-educacion-tasa-de-matricula-cayo-en-todos-los-niveles-educativos-en-el-primer-trimestre/

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Perú: Hay 30 % de deserción en la Educación universitaria por falta de orientación y de recursos

América del Sur/Perú/10 Junio 2017/Fuente: Andina

La deserción universitaria en el Perú alcanza el 30 % y es motivada especialmente por la falta de una buena orientación vocacional y por razones económicas.

Así lo señaló Justo Zaragoza, director de Expouniversidad 2017, citando un estudio realizado por Insan Consultores en ocho universidades privadas de Lima.
Para 2017, la proyección de ingresantes a diferentes universidades supera los 300,000 y de este grupo entre 40,000 y 50,000 jóvenes abandonarán sus estudios universitarios cada año, refirió.
Afirmó que el 70% de los que deciden no continuar pertenece a universidades privadas y el 30% restante a estatales. “En términos económicos, tal decisión representa para los padres de familia una pérdida de al menos 100 millones de dólares”, manifestó.
Demanda de técnicos
El especialista recordó que el mercado peruano requiere anualmente de 300,000 técnicos; sin embargo, solo egresan alrededor de 100,000 de los institutos de educación superior. Este déficit de 200,000 técnicos hace que estos profesionales sean bien pagados.
Agregó que en el ámbito de la educación superior, los principales factores que explican la deserción universitaria están vinculados a los intereses vocacionales, rendimiento académico, solvencia económica y a las características propias de las instituciones educativas. De ahí la importancia de una eficaz orientación vocacional.
Expouniversidad 2017
Expouniversidad 2017 abrió sus puertas con una asistencia de 10,000 asistentes, de los cuales el 70% son delegaciones acompañados de sus profesores y tutores, así como jóvenes con sus padres de familia.
Zaragoza resaltó que hoy se hace evidente la necesidad de conocer previamente las habilidades, destrezas y competencias del alumno, para a partir de estas fortalezas orientar mejor su decisión vocacional y su futuro desempeño laboral.
 
“Se puede constatar la falta de asesoría dedicada a orientación vocacional y el conocimiento profundo de carreras, considerando que en los colegios prácticamente no existen psicólogos vocacionales”, sostuvo el especialista.
En sus 16 ediciones, Expouniversidad ha reunido a más de 100 universidades e institutos que ofertan más de 1,000 carreras profesionales y técnicas en un solo lugar, tanto instituciones de probada trayectoria, así como a noveles instituciones que ofrecen carreras novedosas y acordes con el mercado laboral.
Los visitantes accederán a charlas informativas sobre las diversas carreras brindadas por centros de estudios a cargo de sus representantes; talleres sobre carreras con futuro laboral, además de psicólogos que responderán a las inquietudes vocacionales de los jóvenes.
También hay plataformas para tomar test online; y el portal Ponte en Carrera, con información de carreras con mayor demanda y las mejor remuneradas.
Por otro lado, los asistentes también podrán encontrar información de becas y crédito educativo a cargo del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), así como becas a USA y Canadá promovidas por la Comision Fulbright
Expouniversidad 2017 va hasta el sábado 10 en el Centro de Exposiciones Jockey Club de diez de la mañana a seis de la tarde.
Fuente: http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-educacion-universitaria-hay-30-desercion-falta-orientacion-y-recursos-670189.aspx
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Colombia mejora en acceso a educación superior, pero falta calidad

Colombia/05 junio 2017/Fuente: El Tiempo

En informe, el Banco Mundial señala que 50 por ciento de estudiantes no terminan la carrera.

Colombia ha tenido una de las mayores expansiones de América Latina en cuanto a acceso a la educación superior, según un estudio del Banco Mundial. Sin embargo, es preocupante que aún se presenta un déficit en cuanto a calidad y a equidad que repercuten en un alto índice de deserción.

 Según María Marta Ferreyra, una de las autoras de la investigación, la expansión de Colombia refleja que la economía ha crecido, como también el crédito de consumo que se está usando para pagar matrículas, se han creado muchos programas nuevos para satisfacer la demanda y han habido políticas deliberadas para expandir el acceso.

Sin embargo, aclaró que “Colombia necesita trabajar particularmente en reforzar la equidad en el acceso, y esto significa reforzar sobre todo la calidad de la educación previa”.

Isabel Segovia, exviceministra de Educación, aseguró que la expansión ha sido muy desorganizada y llevó a muchos estudiantes nuevos (o sea de recursos bajos que antes no habrían podido acceder) a demandar más programas.

“No ha habido una respuesta clara de políticas y es el mercado el que regula la oferta, es decir, las universidades abren más cupos y amplían los programas. Pero eso ha terminado en que hay una cantidad de carreras de mala calidad que terminan generando, entre otras razones, que más de la mitad de los estudiantes deserten en el primer año. Hay que organizar la oferta de lo que hay”, explicó Segovia.

Según la investigadora del Banco Mundial, las brechas de acceso se deben porque los estudiantes de menores ingresos no se gradúan de la secundaria o se gradúan, pero saben menos. Además, vienen de hogares más limitados en cuanto a la educación de los padres y eso también restringe el acceso que estos estudiantes tienen al sistema.

Los empresarios demandan habilidades que no existen, hay vacantes que no se pueden cubrir

Otro tema en el que debe mejorar Colombia, según el estudio, es en la calidad. Si bien ha expandido su matrícula, las tasas de deserción también han subido. Esto se debe a que una asignatura pendiente es trabajar por la calidad de la educación superior.

Usando datos administrativos para Colombia, en el estudio se estimó que en torno al 37 por ciento de los estudiantes que comienzan un programa universitario abandonan el sistema de educación superior.

Este porcentaje asciende a aproximadamente al 53 por ciento para los estudiantes que comienzan programas de ciclo corto (principalmente educación técnica y tecnológica), “un resultado con implicaciones fuertes para la diversidad”, asegura el estudio. Aunque no resulte sorprendente, los estudiantes de habilidad e ingresos bajos son más propensos a desertar que sus pares más favorecidos.

“Nosotros lo que queríamos medir como calidad es la contribución de la institución. Es decir, si el estudiante deserta se debe a que él no está preparado para ese programa, o a que está preparado pero la universidad no agregó el suficiente valor, no contribuye: las clases no fueron buenas, por ejemplo”, explicó Ferreyra.

El estudio también revisó la recolección y difusión de información sobre educación superior. En este campo, Colombia, respecto a otros países de la región, ha progresado mucho; sin embargo, necesita profundizar en la misma.

Una de las ideas que presentó Ferreyra fue: se debería crear una base de datos pública en la que se conozca, por ejemplo, cuánto es el salario de un recién egresado por cada una de las carreras, según la universidad, cuánto es el porcentaje de deserción y en qué empresas consiguen trabajo.

El vicerrector de la Universidad del Norte, Alberto Roa, aseguró que el informe muestra que la educación superior ha sido el gran igualador, pero hay una tarea muy pendiente para que la equidad social funcione mejor.

Por otro lado, expresó que ese gran aumento de cobertura no ha significado un incremento fuerte en el tema de calidad. “Se necesita regulación, fomento a la calidad, de tal manera, que esas mejoras se deberían traducir o deberían ir acompañados de una política más sólida de calidad”, concluyó Roa.

Desconectados

Según Ferreyra, los empresarios no están encontrando lo que buscan en los egresados de las universidades.

La investigadora explicó que las consecuencias de esta desconexión entre el sector privado y la educación superior tiene graves repercusiones en la economía del país.

“Los empresarios demandan habilidades que no existen, hay vacantes que no se pueden cubrir, productos que no se pueden producir, innovaciones que no se realizan, entre otras”, asegura.

Y agrega: “La economía nunca llega a producir lo que de otra manera querría producir, por eso decimos que la educación superior es una condición necesaria para el progreso”.

Según el informe, falta variedad en las áreas de conocimiento. En promedio, en América Latina y el Caribe se gradúa un porcentaje menor de científicos y un porcentaje mayor de maestros que en Estados Unidos, el Reino Unido y otros países.

En Colombia, por ejemplo, el 54,1 por ciento de los estudiantes universitarios están estudiando ciencias sociales, administración de empresas y derecho.

“No necesariamente son las carreras que el sector productivo necesite. De ahí que es necesario que se entreguen incentivos para crear otras carreras y programas necesarios”, afirmó la investigadora.

Ferreyra explicó que para solucionar este problema es necesario que las instituciones educativas formen en áreas pertinentes y relevantes para el sector productivo.

De una u otra forma, si se aplica la estrategia de profundizar en la información y hacerla pública –acerca de salarios de egresados, empresas en las que entran a trabajar, entre otros– las universidades se verán en la obligación de ofrecer carreras relevantes, a dialogar con el sector privado, saber qué busca y generarlo.

Por otro lado, también es necesario que se fortalezcan otro tipo de habilidades, como las competencias blandas: liderazgo, trabajo en equipo, claridad de propósito, organización y seguimiento, y capacidad de influenciar.

Al respecto, el vicerrector de la Universidad del Norte dijo: “Son múltiples las tareas que hay que hacer para fortalecer la relación entre universidades y empresas. Desde las prácticas, lograr que los estudiantes puedan emplearse bien y generar proyectos de innovación científicos y tecnológicos aplicados a las empresas”.

En expansión

En América Latina y el Caribe, diferentes políticas públicas y el ascenso de la clase media en la década pasada han empujado a muchos jóvenes a entrar a las universidades.

Según el estudio, la cantidad de personas entre 18 y 24 años que asisten a una institución de educación superior aumentó del 21 por ciento en el año 2000 a 43 por ciento en el 2013, con una mayor cantidad de estudiantes provenientes de sectores medios y bajos.

Esto significa que hay más de 20 millones de estudiantes que asisten a las cerca de 10.000 instituciones que ofrecen 60.000 programas de formación. Cifras satisfactorias en comparación con las de otras regiones.

Sin embargo, la educación superior está en una encrucijada porque mayor acceso no significa mayor calidad. Millones de estudiantes entran a las aulas, pero no todos acceden a opciones de calidad.

Esto significa que no solo no cuentan con un plan de estudios atractivo que los retenga hasta terminar sino que, al graduarse, tampoco están preparados para enfrentar las demandas del mercado laboral actual.

Se calcula que solo el 50 por ciento de los estudiantes que inician sus estudios superiores llegan a terminar y se gradúan.

El mayor aumento en el acceso a la educación superior lo representa el grupo de estudiantes más pobres: el 45 por ciento del aumento de las matrículas en los últimos años. Ellos, provenientes de familias con menores recursos, muchas veces no están preparados académicamente para enfrentar los desafíos de la educación superior, lo que explica, según el estudio, niveles tan altos de deserción.

En promedio, solo la mitad de las personas entre 25 y 29 años que estaban matriculadas no completaron sus estudios, ya sea por abandono o porque aún continúan estudiando. De los que abandonan, la mitad lo hace en el primer año de su carrera.

El estudio del Banco Mundial recomienda diseñar políticas multidimensionales para apoyar a estudiantes que no están académicamente preparados.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/acceso-y-calidad-de-educacion-superior-en-colombia-segun-el-banco-mundial-95456

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Colombia: La brecha en acceso a educación superior se ha reducido 30 puntos

Colombia/29 mayo 2017/Fuente: El Tiempo

Universidad de los Andes midió el impacto del programa Ser Pilo Paga y el balance es positivo.

Desde que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, lanzó, en el 2014, el programa Ser Pilo Paga, se ha dicho que tiene como objetivo reducir las brechas en acceso a la educación superior de calidad. Sin embargo, hasta ahora no se había comprobado su verdadero impacto.

Un estudio de la Universidad de los Andes, contratado por el Departamento Nacional de Planeación comprobó, a través de encuestas a estudiantes del programa y trabajo de campo, el efecto de este programa con miras a ser política de Estado es positivo.

 Unos de los hallazgos que encontró es que se ha logrado que los estudiantes de estratos bajos con mejores resultados en las pruebas Saber 11 tengan las mismas posibilidades que los de estratos más altos de acceder a instituciones de educación superior (IES) acreditadas.

Según el estudio, el programa aumentó el acceso a educación superior en 32 puntos porcentuales. Antes de Ser Pilo Paga, solo el 28 por ciento de los jóvenes con un puntaje en el 10 por ciento superior del total de los estudiantes que presentaron las pruebas Saber 11 accedía a educación superior. Después del programa, el 60 por ciento lo logra.

Más allá del acceso a educación superior, el número de estos mismos estudiantes que ingresaban antes de Ser Pilo Paga a universidades acreditadas (o sea, las mejores del país) era solo del 7 por ciento, y ahora accede el 53 por ciento. Un aumento significativo de 46 puntos porcentuales.

El investigador que encabezó el estudio, el profesor de la facultad de Economía Fabio Sánchez, explicó que “después del 2014, los estratos se nivelaron en acceso a la educación superior. Para el estrato 1, las oportunidades de acceso a educación de calidad se igualaron a los de estratos 5 y 6”.

Sánchez ha evaluado 15 programas de créditos y becas educativas y los resultados de Pilo Paga lo dejaron impresionado: “El impacto es más grande que cualquier otro programa”.

El rector de la Universidad del Rosario, José Manuel Restrepo, asegura que aunque el programa es bueno “no es suficiente, se deben fortalecer los créditos educativos y los subsidios de calidad de tal manera que tengamos distintas estrategias. Hay cientos de miles de jóvenes que se están quedando por fuera”.

Los estratos se nivelaron en acceso a la educación superior. Para el estrato 1, las oportunidades de acceso a educación de calidad se igualaron a los de estratos 5 y 6.

¿Qué pasa con las úes?

Las composición social de las universidades ha cambiado y esto está relacionado con el acceso de estudiantes de bajos recursos. Por ejemplo, la Universidad de los Andes, antes del programa, tenía una población mayoritariamente de estratos 4, 5 y 6. Ahora la situación se invirtió: son estratos 1 y 2 los que entran en mayor cantidad en primer semestre.

“Esto genera un cambio social importante dentro de las universidades porque hay menos exclusión social”, dice Sánchez. Incluso, las oficinas de bienestar universitario se han adaptado para acoger a esta población que antes no iba a este tipo de instituciones.

Otro punto que comprueba el estudio es que los ‘Pilos’ prefieren las universidades privadas acreditadas a las públicas y ahora tienen la oportunidad de acceder a estas. Antes del programa, el 9 por ciento de los estudiantes accedía a estas universidades, ahora lo hace el 72 por ciento.

“Hay gente que dice que este programa le quita buenos estudiantes a las públicas. Lo que encontramos es que ni le quita ni le pone. A quien se los quita es a las no acreditadas”, explica Sánchez, y agrega: “Lo que hace el programa es que jalona estudiantes que nunca hubieran ingresado a las mejores universidades”.

El rector Restrepo concuerda con que hay un avance en lograr universidades más incluyentes. “Hemos visto la necesidad de generar oportunidades y espacios para poblaciones que, aunque en el Rosario teníamos, ahora las tenemos en mayor proporción”. Y explica que este es un factor agregado importante del programa y que a algunas universidades las saca de la burbuja en la que estaban.

La probabilidad de deserción en primer semestre para los beneficiarios es de 7,5 por ciento, mientras que la de sus compañeros es de 14,1 por ciento

Mejora prueba Saber 11

Otro de los hallazgos es que el programa sí motiva a los estudiantes a sacar mejores resultados en las pruebas Saber 11. Según Sánchez, se compararon colegios de condiciones similares, unos beneficiarios del programa y otros no. “Los de grado 10.°, cuando veían que sus compañeros de 11.° eran ‘Pilos’, e iban a presentar las pruebas, se esforzaron y tuvieron mejores resultados que los del colegio que no tenían ‘Pilos’ ”, dijo.

Una de las preocupaciones de las universidades es disminuir las cifras de deserción estudiantil. Lo que se encontró en el estudio es que los ‘Pilos’ presentan niveles de deserción a la mitad de los que no pertenecen al programa.

“La probabilidad de deserción en primer semestre para los beneficiarios es de 7,5 por ciento, mientras que la de sus compañeros es de 14,1 por ciento”, explica el profesor. Algunas de las razones son que tienen mayor nivel de motivación y les da miedo quedar endeudados.

En cifras

-Hoy, son 31.000 estudiantes los que están siendo beneficiados por el programa Ser Pilo.

-Los más pilos son el 10 por ciento de los puntajes más altos de quienes presentaron la prueba Saber 11.

7,5 %, probabilidad de deserción. Esta cifra es entre los beneficiarios de Ser Pilo Paga en el primer semestre. Para el resto, es de 14,1 %.

498 mil millones de pesos: esta es la cifra que el Gobierno Nacional ha invertido en el programa que lleva tres años.

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/universidad-de-los-andes-evalua-impacto-del-programa-ser-pilo-paga-92856

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Gratuidad en América Latina: deserción y financiamiento marcan los desafíos

Por: Flor Guzmán y Myriam Bustos

En 2016 estudiaron gratis 139 mil alumnos en la educación superior chilena. Para este año, se proyecta llegar a los 240 mil, ampliando la gratuidad a los estudiantes del sistema técnico. Pero nuestro país no es el único que ha implementado esta política de financiamiento. En México, cerca de 2,4 millones de estudiantes cursan sus estudios universitarios sin costo, mientras que en Argentina hay cerca de 1,5 millón y en Ecuador son alrededor de 500 mil. Todos los casos son emblemáticos: en el país transandino y en el mexicano, la educación sin costo es un emblema desde hace décadas, mientras que en Ecuador el referéndum constitucional instauró en 2008 la gratuidad como un derecho.

Pero, ¿cómo es el acceso gratuito en América Latina? En Argentina se puede estudiar sin costo desde 1983 y para ingresar a la universidad basta con el certificado de cuarto medio. Así, la gratuidad allí se concentra solo en las universidades del Estado, y en las privadas no existe ninguna otra ayuda estudiantil. Con ello, 1.470.000 alumnos cursan su formación sin costo en universidades estatales, por lo que el 74% de los universitarios no paga por sus estudios. “Actualmente la gratuidad es absoluta, independiente del nivel socioeconómico del alumno en todas las universidades públicas del país”, explica Marcelo Rabossi, académico de la Universidad Torcuato di Tella, de Argentina.

Según el experto, en las instituciones con gratuidad argentinas el índice de abandono de estudios supera el de las privadas; y, además, comparativamente, es mucho más alto que en Chile. “La deserción en las universidades con gratuidad es de alrededor del 73%. En las de no gratuidad, de alrededor del 60%. La variación es grande dentro de cada sector. Hay universidades nacionales con tasas de deserción cercanas al 80% y 90%”, explicó Rabossi.

En tanto, en México la educación superior pública es gratuita desde la década de los 70 y se aplica a las universidades e institutos estatales y federales. Y para poder ingresar al sistema “se debe realizar un examen de ingreso, por medio del cual se evalúan conocimientos de acuerdo con las áreas de conocimiento de la carrera seleccionada, así como aspectos de comprensión lectora y pensamiento matemático”, señaló Mario Rueda, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Al menos un 70% de los alumnos termina su carrera, dijo Rueda.

En Chile, si bien aún no hay cifras oficiales respecto de la deserción de los alumnos con gratuidad, según estadísticas del Servicio de Información de Educación Superior, del Mineduc, un promedio de 28,7% de los estudiantes de universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales abandona sus estudios. Sólo en universidades, la deserción es 22,8%.

Respecto de los requisitos socioeconómicos, en Chile el estudiante debe estar dentro de los cinco primeros deciles de ingreso. Desde 2018 eso se extenderá al 60% más vulnerable de la población. Además, sólo se puede optar a la gratuidad en 32 universidades y 12 instituciones técnicas. En México, Ecuador y Argentina, la gratuidad es universal en las instituciones públicas y no depende del nivel de ingreso del alumno.

Para Rabossi, uno de los puntos complicados de la gratuidad en Argentina es que “los alumnos demoran su graduación, ya que permanecer como tales no les implica ningún costo monetario. Alrededor del 40% de los alumnos en las universidades públicas termina el año con uno o ningún curso completado. Así, se demora su graduación y la probabilidad de no terminar y/o abandonar es muy alta. No hay ninguna penalidad que genere en los alumnos alguna motivación para esforzarse”.

En Ecuador se encontraron en el mismo problema y, por ello, explicitaron la responsabilidad académica de los beneficiados. En 2010 se promulgó la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), que reconoce como un derecho de los estudiantes “acceder, movilizarse, permanecer, egresar y titularse sin discriminación conforme a sus méritos académicos”. En dicha normativa, según explica el libro “Gratuidad de la Educación Superior del Ecuador” -escrito por Lorena Araujo, subsecretaria de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de dicho país (Senescyt)-, se definen los deberes académicos de los subsidiados. “La gratuidad será para los estudiantes regulares que se matriculen en por lo menos el 60% de todas las materias o créditos que permite su malla en cada período”, consigna dicha publicación, la que agrega que además deben titularse en el período ordinario establecido y que pierden la ayuda si reprueban el 30% de los ramos.

En Argentina, ninguna condición similar existe, mientras que en Chile solo se pide que el beneficiario esté dentro de la duración formal de su carrera, a diferencia de las becas, las que sí requieren aprobación del 50% de los ramos.

Financiamiento

En Argentina, según explicó Rabossi, “aproximadamente el 90% del ingreso total que obtienen las universidades nacionales proviene de transferencias directas desde el Estado Nacional. Las instituciones privadas no reciben fondos públicos directos, como sí ocurre en Chile con las del Consejo de Rectores, o indirectos, a través de becas o préstamos”.

Además, en la nación vecina, el mecanismo de financiamiento es de “modelo incremental”, es decir, se toma como base el presupuesto anterior y luego el Estado aumenta esa cantidad para el año siguiente, según la disponibilidad de fondos que tenga. “En general se busca como mínimo cubrir la inflación, la que en la Argentina ronda el 25% y 28% desde hace al menos 10 años”, enfatizó Rabossi.

En cambio, en Ecuador se hace un estudio de costos de carreras, el cual arroja los montos que se transferirán. Y, de hecho, reconocen que “uno de los aspectos cruciales en el futuro próximo, que además tendrá permanencia en el tiempo, es el de la sostenibilidad financiera del modelo”, consigna.

Y ¿cómo se financia la educación pública en México? Según Rueda, “el Estado asigna un porcentaje del presupuesto para la educación pública, que considera el gasto realizado en licenciatura, posgrado, y ciencia y tecnología”.

Uno de los planteles que recibe este aporte es la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cada año ingresan cerca de 40 mil alumnos. De acuerdo con su rector, Enrique Luis Graue, el presupuesto para este año fue de US$ 2.100 millones, y aunque “quisiéramos que fuera más, el Estado se preocupa de sus escuelas. Es quien tiene que financiar la educación para que todos tengan acceso”.

Rueda señaló que la gratuidad ha tenido efectos positivos, ya que “estudiantes pobres tienen la oportunidad de acceder a la educación superior y tener la posibilidad de movilidad social”. Sin embargo, el experto agregó que se presentan problemas en las instituciones “por la insuficiencia de recursos para resolver las problemáticas que se generan en las universidades, lo que deriva en que no sea posible cubrir completamente la demanda de ingreso al nivel superior”.

Fuente: http://www.latercera.com/noticia/gratuidad-america-latina-desercion-financiamiento-marcan-los-desafios/

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