Por: ABC.com.py
El no hacer faltar nada a los hijos mueve a millones de papás a no escatimar esfuerzos, pero los niños no solo necesitan cosas materiales, sino también acompañamiento diario. La unidad familiar es fundamental para que los hijos sean ciudadanos útiles para la sociedad. En esta nota presentamos algunos testimonios por el Día del Padre, que se celebra hoy. Los papás que pelean la tenencia de sus hijos denuncian discriminación de género de la justicia.
Uno espera fines de semana, otro estudia para mejor futuro
Son jóvenes y buenos padres, aseguraron los compañeros de trabajo de Milssi Catalino Mancuello Vera (29) y Óscar Daian Garcete Díaz (34), ambos auxiliares administrativos del Hospital Distrital de Lambaré, cargo ocupado por aquellos que nunca son vistos por los pacientes, pero de importante y arduo trabajo diario.
“Como a todo papá, la venida de mi hijo Elías Josue, hace 2 años, me cambió totalmente la vida. El se volvió nuestro motor. Junto con mi esposa, Maura Raquel Aguayo, nos dedicamos a darle amor e inculcarle humildad y buena educación a nuestro pequeño”, señaló Mancuello, quien está en el tercer año de Enfermería.
Comentó que una de las cosas que lo motiva a estudiar son las puertas que se pueden abrir y de esa manera dar a su hijo y esposa un mejor vivir. “Yo quiero ayudar a mi hijo a que cumpla sus sueños el día de mañana. A que sea una buena persona”, manifestó.
Padre de fin de semana
Garcete comentó que ve a su hijo solo los fines de semana. “Se llama Mateo Ezequiel (6) y los viernes ya va a mi casa, hasta el domingo. Trato de aprovechar ese tiempo para compensar los días de ausencia en la semana”, dijo. Reconoció que lo extraña, pero siempre están “a tiro” de teléfono. “Tengo buena relación con la madre y espero que eso nunca cambie. Quiero que mi hijo sea un triunfador y que estudie para eso”, dijo.
Piden igualdad de condiciones para compartir con sus hijos
Muchos progenitores luchan por la custodia de sus hijos y aseguran que existe una discriminación de género contra los hombres en el sistema judicial paraguayo, no obstante en estos años se lograron importantes aperturas, enfatizaron.
La Asociación Kuimba’e Aty lleva adelante 6.500 casos de demanda judicial para obtener la custodia compartida de la criatura y muchos de ellos obtuvieron triunfos judiciales y gracias a eso, hoy esos chicos podrán compartir con sus papás este día.
Por ejemplo Kuimba’e Aty ya presentó 600 casos de custodia compartida en el periodo 2016-2017. Más de la mitad fueron ganados. La ley establece que el padre o madre fuera del hogar debe brindar la cuarta parte de su salario en concepto de prestación alimentaria, sin importar la cantidad de hijos que tenga la pareja.
También ya se consiguió hasta hoy que 72 mujeres paguen la prestación alimentaria a los padres de sus hijos.
Juan Ramírez cuenta con amargura que tuvo que sufrir por cuatro años los prejuicios en los juzgados de familia a la hora de definir temas como la custodia o el régimen de visitas de los niños. “Escuché una frase descorazonadora: deben entender que cualquiera puede ser padre, pero madre sólo hay una”, indicó.
Vendiendo frutas, sacó adelante a sus hijos
Felipe Ojeda, de 55 años, vende frutas y verduras hace más de tres décadas y afirmó que con ello sacó adelante a sus cuatro hijos. “Todos trabajan y estudian”, expresó con satisfacción.
Dijo que lo que hace feliz a un padre es que toda su familia “esté bien de salud y trabaje”. Felipe tiene esposa y con ella tuvo cuatro hijos. “Una tiene 15 años, la otra 12 y los otros dos ya son grandes y están casados”.
Vive en Capiatá y todos los días se carga con ganas de trabajar y viaja hasta Asunción para vender frutas y verduras en el barrio Carmelitas. Hace esto de forma incansable desde hace 35 años.
Aseguró que con las ganancias de sus ventas no solo pagó las cuentas de la casa, sino que pudo también apoyar a sus hijos en el estudio, comprando sus materiales, pagando cuotas y pasajes.
Al preguntarle cuál es la función principal del papá en la vida de sus hijos, contestó que “le tiene que salir bien las hijas, que trabajen y estudien”.
Ayer don Felipe se encontraba ofreciendo sus productos Frente a la Catedral de Asunción. Así como él, muchos otros papás trabajan en la calle para solventar los gastos del hogar. Ayer se pudo observar a muchos en las Plazas de la Capital.
Sobre el Día del Padre, se le preguntó a Don Felipe cómo festejaría, y este respondió que no espera una fiesta grande ni regalos caros, sino una reunión con su familia a lo paraguayo. “Con asadito, ese nomás, y mucho jugo”, expresó.
Diácono pide mayor compromiso de padres
Bernardo Figueredo Troche es diácono permanente del Arzobispado de Asunción y su vida se reparte entre las actividades de la Iglesia y su familia.
“La vida de un diácono es particularmente intensa. Al despertar oramos en familia y participamos de la misa en la Catedral a las 06:15. Luego trabajo como administrador del Arzobispado de Asunción y me encargo de las operaciones normales de la pastoral. Después comparto con la familia parte de la tarde y retorno a la Parroquia Virgen del Rosario de Sajonia para apoyar la parte litúrgica y pastoral”, explicó.
Figueredo recibió el llamado para ser diácono hace tres años. “Los diáconos permanentes somos hombres casados. Nunca estuvo en mis planes ser diácono, es el Señor el que elige realmente”, explicó.
Sobre el rol de los padres en nuestra sociedad expresó que necesitan comprometerse más con la educación de sus hijos y de toda la familia, como uno de los pilares que representan.
Además indicó que los padres son los primeros en compartir la palabra del Señor.
“Los padres necesitan comprometerse realmente con sus familias porque ellos son los primeros evangelizadores de la Iglesia. Partiendo de la primera comunidad que es la familia, son los padres, papá, abuelos los que deben inculcar el amor a la eucaristía a la palabra del Señor y asistir a misa los domingos. Ese compromiso serio es el que hace falta en nuestras familia”, dijo.
No se aprende en libros sino con la experiencia
Blas Quiñónez es secretario general de la Curia Pastoral y hace más de 26 años se desempeña como coordinador de toda la tarea pastoral de la Iglesia a nivel de la Arquidiócesis.
Quiñónez crió a dos hijos varones como lo criaron sus padres. “Vengo de una familia donde el respeto, la comprensión y en primer lugar Dios siempre estuvieron presentes y ese es el camino que le enseñé a mis hijos”, dijo.
Para Quiñónez la llegada de su primer hijo fue una escuela para ser padre. “Hace poco cumplí 25 años de casado y al año vino mi primer hijo y luego el segundo. Solo con la llegada de los hijos se aprende a ser padres. No hay libros ni escuelas donde consultar qué hacer. Solo crecer juntos”, comentó.
El secretario general además de sus actividades en la arquidiócesis también se desempeña como catequista y educador, y en esa tarea nota que cada vez más niños y jóvenes no son acompañados por sus padres.
“En la mayoría de las familias existe la ausencia de papá y mamá en el crecimiento de los hijos. Noto que se les abandona mucho a los chicos. Se nota la falta de acompañamiento de los padres”, indicó.
Pese a que estamos en una sociedad en la que ambos padres están obligados a salir a trabajar, Quiñónez recomienda prestar más atención a los hijos. “Los niños tienen que ver y sentir a papá y a mamá, de tal manera a que puedan fijar su futuro. Ellos necesitan ambas figuras, que son irremplazables, en sus vidas”, dijo.
Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/locales/ser-padre-es-asumir-el-compromiso-de-formar-hijos-utiles-para-la-sociedad-1604596.html