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¿Formación docente en y para la interculturalidad en Escuelas Normales no interculturales?

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

Reflexiones desde un Taller con docentes normalistas en la mixteca oaxaqueña

Velia Torres Corona

Investigación y Diálogo para la Autogestión Social AC de Oaxaca 

Miembro de la Red Temática de Investigación de Educación Rural (RIER)

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Para construir este trabajo revisé los dos últimos estados del conocimiento publicados por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE, 2003, 2013), que abarcan estudios sobre la temática en los últimos veinte años. Se resaltan los aportes y ausencias de los textos analizados, sin pretender que por ello sea una revisión exhaustiva o descartar la existencia de otros estudios que también aborden el tema. Los estudios en torno a la formación docente en y para la diversidad, según Salinas y Avilés eran, en 2003, incipientes y restringidos a la mera descripción, con muy poco análisis y la mayoría de éstos realizados y consumidos por los propios formadores de docentes y con el objetivo de (re)orientar el trabajo docente. Sin embargo, entre éstos destaca el interés en “propuestas de formación situadas en contextos particulares con estrategias cultural y lingüísticamente pertinentes” (Salinas y Avilés, 2003, p. 180), así como en proyectos conformados por profesionistas indígenas y no indígenas.

Sin embargo los programas de formación docente para la diversidad cultural no son recientes y surgen desde 1960 para la capacitación y actualización docente, caracterizados, en muchos casos, “por carencias y vacíos, así como con una insuficiente preparación en este campo, la falta de dominio de contenidos y conocimientos básicos sobre los pueblos indígenas” (Von Groll, Keyser y Silva, 2013, p. 152), además de que muchas experiencias son generadas y organizadas desde el Estado, por lo que se singularizan por ser integracionistas y asistencialistas (Von Groll, Keyser y Silva, 2013).

Diez años después, dichos estudios se convierten en un campo emergente y consolidado dentro de una línea de investigación sobre Instituciones de Educación Superior. Uno de los elementos relacionados con este “cambio” fue la oficialización, pues pasa a formar parte de la política educativa mexicana, del modelo intercultural bilingüe para la población indígena y de la llamada “intercultural para todos” para el resto de la población (ver Jiménez Naranjo, 2009). Esta circunstancia trae como consecuencia la creación de la Coordinadora General de Educación Intercultural y Bilingüe y la apertura de las universidades interculturales, dirigidas explícitamente a la población indígena (Dietz, 2009). Mateos, Mendoza y Dietz (2013) reagrupan los estudios que analizan el enfoque intercultural en la educación superior mexicana en tres rubros: 1) Programas con perspectiva intercultural en universidades convencionales y preexistentes, 2) Visión intercultural en Escuelas Normales donde se forma al magisterio, y 3) Nuevas universidades interculturales.

Dado el poco espacio para discutir cada uno de estos rubros en este documento, y después de revisar y analizar los trabajos que se mencionan en el segundo, tema principal de nuestro interés, comentaré algunos puntos importantes que permiten situar la discusión y la reflexión. El primero es que en los estudios reportados hay todavía una ausencia generalizada de una construcción dialógica de los currículos y planes de estudio que incorporen el enfoque intercultural (Mateos, Mendoza y Dietz, 2013), pero, al mismo tiempo y como contrapartida, el interés y la preocupación de varias escuelas Normales Interculturales por forjar en ellas “la atención a la diversidad, promover el reconocimiento y valoración del contexto, construir conocimientos y estrategias de enseñanza adecuados a los procesos locales y regionales de los futuros maestros interculturales, desarrollar el liderazgo o empoderamiento de sus egresados y la difícil tarea de trabajar de forma transversal el enfoque intercultural” (Mateos, Mendoza y Dietz, 2013, p. 336). Otro punto que los estudios dejan entrever es el interés por incorporar el enfoque intercultural en Escuelas Normales no necesariamente interculturales, pero cuyos contextos y particularidades socioculturales y lingüísticas lo exigen.

Y, precisamente, la experiencia que comentaré a continuación se inscribe en este último punto, ya que un colectivo de docentes de tres Escuelas Normales (ER), no interculturales, en la mixteca oaxaqueña realizó un Taller denominado “Antropología educativa, interculturalidad y comunalidad” con el fin de poner en la mesa de debate la importancia de la formación docente en y para la diversidad lingüística y cultural entre las y los estudiantes normalistas, futuros maestras y maestros en Oaxaca.

El Taller se realizó en 2014 (de abril a junio, con un total de 36 horas) en las instalaciones de la Escuela Normal Rural Vanguardia (ENRUVA), ubicada en Tamazulapan del Progreso, en la mixteca oaxaqueña. A éste asistieron docentes de las tres normales ubicadas en la región mixteca del estado: la Escuela Normal Experimental de Huajuapan (ENEH) y Escuela Normal Experimental de Teposcolula (ENET) y la propia ENRUVA.

El Taller se inscribió en un proyecto más amplio de esta última, consistente en la construcción de un Trayecto Formativo con cursos optativos que dotaran de herramientas teórico-metodológicas a las y los estudiantes normalistas para el desarrollo de su práctica docente en el contexto lingüístico, étnico y sociocultural de Oaxaca (Torres, 2019). Así, el Dr. Bruno Baronnet y una servidora fuimos invitados a impartir dicho Taller, cuyo objetivo fue “proporcionar referentes teórico-metodológicos a los docentes, a través de la revisión, discusión y reflexión colectiva, para la puesta en práctica del Trayecto Formativo ‘La Educación en contextos de diversidad cultural’, formado por tres asignaturas optativas, del Programa de Licenciatura en Educación Primaria” (Documento interno, 2014).

La impartición del Taller constituyó una experiencia de formación docente intercultural, al problematizar en torno a la educación en contextos de diversidad (desde dónde y para qué de la educación) y discutir sobre la pertinencia lingüística y cultural de la misma en el contexto particular oaxaqueño. A partir de este Taller, pudimos identificar –desde las voces de los mismos profesores– algunas complejidades a las que se enfrentan los alumnos normalistas y los mismos docentes. A continuación, comento brevemente tres ejes que engloban algunas de éstas:

Eje 1 Formación teórica-metodológica para la interculturalidad. Dentro de este eje se concentraron aquellas preocupaciones sobre la falta de referentes teóricos y metodológicos, de los “formadores de formadores”, para abordar la diversidad lingüística y cultural en los contextos donde los alumnos normalistas se insertarán laboralmente. A lo largo de su experiencia docente, los profesores asistentes del Taller han estado trabajando diferentes proyectos en torno a la relación comunidad-escuela y a la diversidad lingüístico-cultural de los contextos escolares locales. Sin embargo, varios externaron su desconocimiento sobre “teoría y herramientas” para nombrar y “dar forma” a su práctica docente, con el fin de sistematizarla y volverla pertinente a las necesidades de sus estudiantes, así como el fomento de la participación comunitaria.

Eje 2 Complejidad lingüística. Un segundo eje temático fue el ámbito sociolingüístico, relacionado con el perfil de los estudiantes, sus contextos de origen y de trabajo. Entre los puntos señalados se encuentran el monolingüismo indígena de algunos contextos escolares y el desconocimiento de dicha lengua por los alumnos normalistas, lo que cuestiona a los docentes sobre el perfil lingüístico de egreso deseable de los estudiantes. Otro punto es el desconocimiento de métodos para la enseñanza de lenguas indígenas como L1 o L2 (dependiendo del contexto), pensando en el cumplimiento de la alfabetización en la lengua originaria de los estudiantes de primaria y el respeto y promoción de la diversidad lingüística desde la escuela.

Eje 3 Problematización sobre la identidad étnica. El último de los ejes gira en torno a una serie de reflexiones sobre la trayectoria personal de las y los docentes y su identificación comunitaria. Preguntas como ¿quién soy?, ¿con qué me identifico?, ¿qué es lo propio? fueron consideradas útiles para cuestionarse en cuanto docentes, y necesarias para comenzar un fortalecimiento de la autoestima. De igual forma, la identidad étnica y la autoidentificación comunitaria se posicionó como un elemento sustancial y de inicio para transformar la práctica docente de los formadores de formadores y, por ende, de los alumnos normalistas.

Estos tres ejes, derivados de la experiencia del Taller, así como la experiencia en la construcción del Trayecto Formativo permiten reflexionar, en un primer momento, en torno a dos temáticas relacionadas con la formación docente intercultural.

La primera tiene que ver con las Escuelas Normales en Oaxaca. Las tres EN participantes en el Taller no son “interculturales”; sin embargo, los hallazgos y complejidades reportadas nos cuestionan, necesariamente, sobre la exclusividad de programas lingüística y culturalmente pertinentes en instituciones nominalmente “indígenas” o “interculturales”, aun cuando el contexto local, el perfil de los alumnos o la planta docente nos remitan a una profunda diversidad lingüística, cultural y étnica. Ante este hecho, cabe preguntarse si la formación docente intercultural puede ser solamente el privilegio de Instituciones Educativas Superiores nominalmente interculturales, incluidas ahí las Normales.

Esta pregunta no es nueva, ya que el interés por el enfoque intercultural dentro de los procesos de formación docente de las EN “convencionales” está siendo una constante
–como tema de investigación, pero también dentro de las propuestas didácticas de diferentes actores educativos–, al menos dentro de los estudios reportados por Mateos, Mendoza y Dietz (2013) que ya mencioné. La segunda temática puede pensarse como una respuesta al cuestionamiento recién planteado.

El Taller “Antropología educativa, interculturalidad y comunalidad”, perteneciente al proyecto de construcción del Trayecto Formativo mencionado, se presentó como un ejercicio de encuentro y reflexión colectiva entre el grupo de docentes que asistió. Su esfuerzo en la organización y realización del mismo muestra la participación activa de éstos en la transformación de sus realidades inmediatas. A pesar de que los programas ofertados en las tres Normales no sean explícitamente interculturales, el grupo de docentes ha emprendido un proceso de interculturalización del currículo (Dietz, 2009) ante las complejidades del contexto oaxaqueño; esta adecuación se enmarca en una propuesta institucional, pero de fondo se erige como alternativa y propia, con lo que muestra ciertos márgenes de autonomía dentro de los programas y también una iniciativa posicionada y clara sobre el “ser docente”, desde dónde y para qué.

Para Baronnet, el control de los contenidos de los cursos y currículos de los programas en instituciones de educación superior, por parte de todos los actores sociales implicados (educativos y no) es un elemento necesario en la construcción de un currículo regional legítimo, “de acuerdo con la participación directa y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas” (Baronnet, 2010, p. 270). El Taller y la propuesta de Trayecto Formativo en el que pude participar parece ser un intento por la búsqueda de dicha regionalización y legitimidad.

Referencias bibliográficas

Baronnet, B. (2010). De cara al currículum nacional: las escuelas normales indígenas en las políticas de formación docente en México. En S. Velasco Cruz y A. Jablonska Zaborowska (coords.) Construcción de políticas educativas interculturales en México: debates, tendencias, problemas, desafíos (pp. 245-272). México: UPN Ajusco.

Cházaro Arellano, E. H. (2006). Implementación del enfoque intercultural y atención del Bilingüismo en las Escuelas Normales, Ponencia presentada en el Congreso Nacional Nuevos Enfoques y Perspectivas (pp. 1-15), Puebla: UDLAP.

Dietz, G. (2009). Los actores indígenas ante la “interculturalización” de la educación superior en México: ¿empoderamiento o neoindigenismo?”, Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva2(3), 55-75.

Dietz, G. (2011). Hacia una etnografía doblemente reflexiva: una propuesta desde la antropología de la interculturalidad, Revista de Antropología Iberoamericana1(6), 3-26.

Jiménez Naranjo, Y. (2009). Cultura comunitaria y escuela intercultural. Más allá de un contenido escolar, México: CGEIB.

Mateos Cortés, L. S., Mendoza Zuany, R. G., y D. Gunther (2013). Diversidad e interculturalidad en la Educación Superior convencional. En M. Bertely Busquets, D. Gunther, D., y M. G. Díaz Tepepa (coords.) Multiculturalismo y educación 2002-2011 (pp. 307-374). México: COMIE, ANUIES.

Salinas Sánchez, G., y Avilés Quezada, M. V. (2003). Formación de docentes en y para la diversidad. En M. Bertely Busquets (coord.) Educación, derechos sociales y equidad, Tomo 1 (pp. 165-186). México: COMIE.

Torres Corona, V, (2019). La construcción de un trayecto formativo intercultural y la vinculación comunitaria en la Mixteca: algunas reflexiones desde la Escuela Normal Rural Vanguardia de Tamazulapan, Oaxaca. En B. Baronnet y F. M. Bermúdez Urbina (coords). La vinculación comunitaria en la formación de profesionales indígenas en México (pp. 277-307). México: ANUIES.

Von Groll, M., Ulrike Keyser, O., y Castellón, E. (2013). Formación de maestros indígenas y no indígenas para la educación indígena e intercultural. En M. Bertely Busquets, G. Dietz y M. G. Díaz Tepepa (coords.) Multiculturalismo y educación 2002-2011 (pp. 151-183). México: COMIE, ANUIES.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/formacion-docente-en-y-para-la-interculturalidad-en-escuelas-normales-no-interculturales/

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Diversidad cultural, educación y neoliberalismo en México

Por: José Carlos Buenaventura

El México profundo está formado por una gran diversidad de pueblos, comunidades y sectores sociales que constituyen la mayoría de la población del país. Lo que los une y los distingue del resto de la sociedad mexicana es que son grupos portadores de maneras de entender el mundo y organizar la vida que tienen  su origen en la civilización mesoamericana, forjada aquí a lo largo de un dilatado y complejo proceso histórico… La civilización mesoamericana es una civilización negada, cuya presencia es imprescindible reconocer.[2]

En el siguiente texto vamos a presentar un análisis que hemos hecho desde el Seminario de Perspectivas Críticas en Educación en relación a la diversidad cultural y la educación, en específico sobre la enseñanza de las culturas de los pueblos originarios y las lenguas originarias, lo que señalaremos es lo que se ha observado del 2013 hasta el 2019, lo cual va implicar señalar algunos puntos sobre el proyecto educativo y la reforma educativa que inicia su promulgación a partir de publicar el artículo 3° constitucional el 15 de mayo de 2019, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Para iniciar la exposición se retoma lo que señala la ONU en relación a la diversidad cultural, dice:

La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.[3]

A partir de esto retomamos que la diversidad cultural son las diferentes culturas e identidades que conforman la humanidad, las naciones, los Estados. México está constituido por diferentes cultural y pueblos, siendo nuestro país, un país multicultural donde conviven matrices culturales de pueblos originarios, afroamericanos, y de otras europeas, asiáticas y norteamericanas. Es un país de convivencia conflictiva, ya que haya ciertos sectores de la sociedad que viven privilegiados y con las mejores condiciones de vida y dignidad. Mientras un muy alto porcentaje viven en condiciones de explotación, ignorancia, exclusión social y en procesos de discriminación constante, procesos racistas, misóginos, homofóbicos, gerontofobicos, etc.

En este trabajo me limitaré a presentar algunas ideas sobre la diversidad cultural en los pueblos originarios, lo que no implica desconocer la diversidad cultural de otros sectores que integran la sociedad mexicana, sin embargo, considero que hoy en día a pesar del discurso de la interculturalidad y de neoindigenismo que vivimos se deben de poner sobre la mesa de la discusión educativa, puntos para mejorar y construir un proyecto educativo no neoliberal, colonial y racista, que hoy en día nuestro proyecto educativo sigue siendo, no abiertamente por supuesto, sino en el contenido y en el tipo de políticas pública que no resuelven ni resolverán los problemas de los pueblos originarios y de otros sectores de la sociedad mexicana, hasta que cambien los contenidos, políticas y proyectos que no sean neoliberales.

Para entrar en materias de nuestro tema es importante señalar algunas cosas en relación a la reforma educativa actual 2019 del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Recordemos que la reforma inicia con la publicación del 3° constitucional el 15 de mayo de 2019 y se publican las leyes secundarias para el 30 de septiembre de 2019. Un dato interesante es que en dos de las leyes secundarias esta escritas muy pocas veces la palabra indígena o cultura, por ejemplo: en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, sólo se menciona 1 vez la palabra indígena y 2 veces la palabra cultura y en la Ley Reglamentaria del artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Mejora Continua de la Educación, aparece 1 vez la palabra indígena y 4 veces la palabra cultura. Donde se va a parecer más concepto de indígena o cultura será en la Ley General de Educación.

En la Ley General de Educación se puede leer varias cuestiones que son importantes anotar y preguntar: ¿Para quién es la educación indígena?, ¿Quiénes aprenden los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas? ¿Cómo se percibe el valor de los conocimientos de los pueblos indígenas en el proyecto educativo nacional de México?

En la Ley General de Educación se puede leer en su artículo 14 en su fracción V que se debe de “promover la participación de los pueblos y comunidades indígenas en la construcción de los modelos educativos”, y en el artículo 30 que se refiere a los contenidos de los planes y programas de estudio que imparta el Estado en su fracción se V se menciona, que uno de los contenidos será: “El conocimiento y, en su caso, el aprendizaje de lenguas indígenas de nuestro país, la importancia de la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas”. Sin embargo, es ambiguo al señalar si esos contenidos se tienen que enseñar a todos y todas la estudiantes de México aunque no sean indígenas. Se llega hace la interpretación de que esos contenidos sólo se transmite en la modalidad de educación indígena. Ello se puede leer en el Capítulo VI, artículo 56 de la Ley General de la Educación, en su párrafo segundo que dice: “La educación indígena debe atender las necesidades educativas de las personas, pueblos y comunidades indígenas con pertinencia cultural y lingüística; además de basarse en el respeto, promoción y preservación del patrimonio histórico y de nuestras culturas.”

Por un lado, es reconocer que es importante que las personas que pertenecen a un pueblo o comunidad indígena sean educadas con “pertinencia cultural y lingüística”. Sin embargo, no se le da el valor e importancia que tiene los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas u originarios para el desarrollo económico, político, ético o ambiental de México. Planteamos una hipótesis del porqué no se piensan los conocimientos, saberes y cosmovisiones para ser enseñados en todo el Sistema Educativo Nacional, sin necesidad de pertenecer a un pueblo originario o indígena.

Por un lado, está la simple mitificación que han hecho investigadores e intelectuales de izquierda y derecha que piensan que los pueblos originarios solo están interesados en mitos y leyendas o en sólo preservar una cultura idealizada milenaria; y no reconocen que los pueblos originarios son pueblos que se encuentran que procesos históricos de reconfiguración, adaptación, creación de cultura, saberes y conocimiento. Ello implica que los pueblos no se niegan a aprender la ciencia, las humanidades y artes que pertenecen a otros pueblos, aunque sean occidentales.

Por otro lado, que es una hipótesis del porque no retomar conocimientos, saberes y cosmovisiones de los pueblos originarios y volverlas sistemáticas para crear contenidos nacionales en el Sistema Educativos Nacional, a través de la escritura u otras tecnologías que permiten la recuperación de saberes y conocimientos, es que las culturas originarias cuestionan las bases epistemológicas, políticas e ideológicas de la educación neoliberal, la educación dominante: la propiedad privada, la libertad individual, la relación que se tienen entre la naturaleza y el ser humano, el individualismo, la competencia, la soledad, la calidad/excelencia, los procesos de selección, los tipos de exámenes o aprendizajes que se llevan a cabo, el tipo de justicia, el desarrollo económico.[4]

Luis Villoro señalaba que el nuevo liberalismo a través de la libertad individual que promulga necesitaría de la ausencia de la comunidad, y en el caso de los actuales actores sociales, quienes siguen produciendo comunidad son los pueblos originarios, sin embargo, la reproducción de su cultura, comunidad y cosmovisión está llevando grandes cambios en todos los pueblos originarios en México y en el mundo, ya que existen procesos de desindianización, discriminación lingüística y epistemológica que dan como resultado la perdida de las lenguas y las culturas. Ello lo podemos leer en documentos como los que ha producido el Instituto nacional de Lenguas Indígenas (INALI), México lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición, donde todas lenguas indígenas están en riesgo de desaparición, claro con diferente nivel de riesgo.[5]

Un elemento fundamental del porqué nos debe de preocupar la pérdida de las lenguas y las culturas originarias, no debe de ser sólo por un argumento flocklorizante o un nuevo indigenismo, que realmente no les importa los seres humanos que pertenecen a los pueblos originarios. Primero en una posición ética de reconocer que ellas y ellos son ejemplo concreto de cómo es y puede ser el ser humano. No seres humanos de segunda ni subhumanos, como se han visto a lo largo de la historia de conquistas y colonización que se han llevado a cabo en América. Por otro lado, su saberes y conocimientos como han señalado autores como Leonardo Boff, Noam Chomsky, Pablo González Casanova, Naomi Klein, Carlos Lenkersdorf nos pueden permitir que continúe la vida humana, por los problema que ha producidos otros sectores de la humanidad como es el cambio climático y el calentamiento global. Nos urge relacionarnos de otra forma, con la naturaleza, con el planeta, con el globo, entre nosotros mismos como seres humanos. Este sentido sus conocimientos ante una emergencia mundial se convierten en universales que debemos aprender, para que siga la vida humana sobre la faz de la tierra, por lo cual sus saberes no son locales o regionales, sino se convierten antes las necesidades actuales en el mundo en conocimientos éticos, ambientales y antropológicos para formar otras humanidades.

Educación, pueblos originarios y pedagogía

Ahora bien, es importante ubicar la discusión del papel de los pueblos originarios en el terreno de la educación, en este texto se va a comprender a la educación como un proyecto social, cultural, histórico, político y económico donde se hacen presentes diversos modos de formar al ser humano para llevar a cabo un determinado proyecto de sociedad. A partir de esta forma de conceptualizar la educación, considero que en la educación conviven y se articulan diferentes pedagogías, que hacen presentes diferentes modos de formar al ser humano. Lo que está en juego hoy en día es la educación o en otros términos el proyecto educativo nacional. Se puede señalar que la educación dominante hoy en día es la continuación del proyecto educativo gerencialista y neoliberal como lo han demostrado autores como Lucia Rivera, Roberto González Villareal y Marcelino Guerra, en texto como Cancelar la Reforma Educativa un kit para luchar contra la reforma neoliberal y también Mauro Jarquín que está a punto de publicar su libro titulado: Pedagogía del capital. Empresarios y reforma educativa en México.

Ante este panorama lo que debemos ir construyendo es otra educación no neoliberal, donde participen otros actores que construyan otros objetivos que persigan formar al ser humano, no como consumista, cosa, objeto, sino como un ser humano diferentes a los idealistas gerencialistas y neoliberales hegemónicos en México y en muchas partes del mundo. En México tenemos una gran diversidad cultural, que podemos leerlas como matrices epistémicas y epistemológicas desde donde se pueden construir pedagogías de cada uno de los pueblos que conforman México. Ante esta tesis que se sostiene a partir de la experiencia personal como docente y pedagogo y también desde la lectura hecha de la obra de Carlos Lenkerdorf, desde su convivencia con el pueblo maya tojolabal.[6]

La sistematización de los conocimientos de esos modos posibles de formar a mujeres y hombres en los distintos pueblos humanos, es a lo que aquí se le da el nombre de “pedagogías de los pueblos”. A cada pueblo le corresponde una pedagogía. Los caminos de su construcción pueden ser diversos. Sin embargo, me limito a plantear algunas posibilidades para la construcción de “las pedagogías de los pueblos”, y señalar lo siguiente:

  1. A partir de cada cultura de los pueblos, se puede sistematizar o construir la pedagogía de cada pueblo.
  2. A partir de cada filosofía de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  3. A partir de cada lengua que pertenezca a troncos lingüísticos diferentes, se puede construir una pedagogía.
  4. A partir de las diferentes cosmovisiones, se pueden construir o sistematizar la pedagogía de cada uno de los pueblos.

En este sentido, al hablar de pueblos, no sólo me refiero a los pueblos originarios, sino a una forma de clasificar a los diferentes grupos humanos en nuestra América, como ya lo ha hecho de forma extraordinaria en la década de los setenta Darcy Ribeyro cuando hace una tipología de los pueblos extraeuropeos del mundo moderno, presentando las siguientes categorías: Pueblos Testimonio, Pueblos Nuevos, Pueblos Transplantados y Pueblos Emergentes.[7] Por nuestro lado, nos concentraremos en mencionar algunos de los pueblos que observamos en la realidad mexicana: los pueblos originarios, los pueblos afromexicanos y los pueblos mestizos, concentrándonos, por el momento, en apelar a la construcción de las pedagogías de los pueblos originarios para ir superando el problema de la colonización pedagógica, qué se comprende como la transmisión del consenso de un modo único e ideal de formar a los seres humanos que no corresponde a la diversidad cultural de las naciones.

Ante la gran diversidad cultural y diversidad pedagógica es necesario, pensar que la educación es un proyecto, que es la unidad en la diversidad, y que mejor reflexionar en la posibilidades en un momento donde están existiendo aperturas para la discusión, pero también urgencias para cambiar las formar de plantear y resolver problemas, ya que debemos hacer presentes nuestros problemas como mayorías que somos: como pueblos indígenas, afromexicanos, jóvenes, mujeres, niños, viejos, homosexuales, afromexicanos, desempleados, explotados, enfermos, etc., para poder resolver nuestros problemas.

[1] Coordinador del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica: construcción de discursos y prácticas.

[2] Guillermo Bonfil Batalla, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001, p. 21.

[3] Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, p.p. 1-2.

[4] En relación a algunos de los anteriores puntos Luis Villoro señalaba: “Esas cuatro palabras, libertad individual, democracia, Estado debilitado y desarrollo, resumen el pensamiento de un liberalismo renovado que parecehaber obtenido un consenso planetario. Pero he calificado a ese liberalismo de “desencantado”. Porque, en efecto, la adhesión que suscita no se acompaña de entusiasmo, sino de un creciente malestar por sus resultados de una nostalgia dolorosa.” Luis Villoro, P.p. 3-4.

[5] Arnulfo Embriz y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

[6] Se pueden consultar los textos: Carlos Lenkersdorf, Los Hombres Verdaderos. Voces y testimonios tojolabales, México, Siglo XXI, 1996 y Carlos Lenkersdorf, Filosofar en clave tojolabal, México, Miguel Ángel Porrúa, 2005.

[7] Darcy Ribeyro, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977, p. 93.

Fuente e imagen tomadas de: http://insurgenciamagisterial.com/diversidad-cultural-educacion-y-neoliberalismo-en-mexico/

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MANIFIESTO. Recogida de firmas en apoyo a las niñas, niños y adolescentes del centro de menores de Hortaleza

Por: Tercera Información

Se ha puesto en marcha una recogida de firmas en apoyo a las y los menores de la casa de acogida de Hortaleza https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSceIhWTnjvsj879AOr9C4UCFO1wgw98fvptykjy67ISKNdb5A/viewfo

Un grupo de personas ha puesto en marcha una recogida de firmas en apoyo a las y los menores de la casa de acogida de Hortaleza . Reproducimos el manifiesto, a continuación:

EN APOYO A LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES DE LA CASA DE ACOGIDA DE HORTALEZA

Las vecinas y vecinos de Madrid y de muchas otras partes del mundo queremos mostrar nuestra más firme repulsa a lo ocurrido el 4 de diciembre de 2019 en el centro de primera acogida de Hortaleza.

La casa de las niñas, los niños y adolescentes que por diversas circunstancian están bajo la protección de la Comunidad de Madrid ha sido violentada con una granada, parece que anunciada con un mensaje que decía “Aquí empieza la nueva España”.

Antes de continuar, niñas, niños y adolescentes que vivís en esa casa, nuestro más fuerte abrazo. Nosotras estamos a vuestro lado y frente aquellos que piensan que una granada puede ser el principio de algo positivo y no violento.

Estamos a vuestro lado frente a aquellos que vomitan su odio a la diversidad de las culturas en vuestras personas.

Estamos a vuestro lado frente a los que no comprenden que el sol sale para todas y todos, que los derechos humanos no dependen del lugar de nacimiento y que la vida se defiende siempre.

Estamos a vuestro lado frente a los que piensan que la educación, la sanidad, la cultura, el pan, la naturaleza, no es para todos por igual; nosotras estamos junto a vosotros.

Estamos a vuestro lado frente a los que os intentan hacer daño, frente a los que difunden mentiras, frente a los que os odian. ¿Quién puede odiar a una niña, un niño o un adolescente por estar solo?

¿Cómo alguien puede difundir mentiras sobre vosotros hasta el punto de que estas mentiras provocan que alguien intenta haceros daño?

Gozáis de los derechos recogidos en la Convención de Derechos de los Niños de las Naciones Unidas de 20 de noviembre de 1989 y por tanto, exigimos a las administraciones públicas que incrementen los recursos necesarios para garantizar que esos derechos se cumplan.

Hoy es sin duda un mal día para la alegría. Nos hacemos cargo del susto y el miedo que tendréis en vuestro interior, pero sabed que, en esta ciudad, que en este mundo, somos más los que queremos veros sonreír, los que estamos dispuestos a compartir nuestros juegos con vosotras y vosotros que esos que hoy han violado vuestra casa con una granada.

Queremos que sepáis que contáis con nosotros para todo, que vamos a dejarnos la piel para que vuestros derechos sean respetados; que haremos todo lo que está en nuestra mano para que nadie vuelva a atacaros.

Ciudadanas y ciudadanos de Madrid y de muchas otras partes del mundo

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FIRMAS: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSceIhWTnjvsj879AOr9C4UCFO1wgw98fvptykjy67ISKNdb5A/viewfo

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2019/12/05/manifiesto-recogida-de-firmas-en-apoyo-a-las-ninas-ninos-y-adolescentes-del-centro-de-menores-de-hortaleza

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Diversidad cultural y Reforma Educativa

Por: Pluma Invitada

Dedicado a mi querido maestro Carlos Lenkersdorf

El México profundo está formado por una gran diversidad de pueblos, comunidades y sectores sociales que constituyen la mayoría de la población del país. Lo que los une y los distingue del resto de la sociedad mexicana es que son grupos portadores de maneras de entender el mundo y organizar la vida que tienen  su origen en la civilización mesoamericana, forjada aquí a lo largo de un dilatado y complejo proceso histórico… La civilización mesoamericana es una civilización negada, cuya presencia es imprescindible reconocer.

Guillermo Bonfil Batalla[2]

En el siguiente texto vamos a presentar un análisis en relación con la diversidad cultural y la educación, en específico sobre la enseñanza de las culturas de los pueblos originarios y las lenguas originarias. Lo que señalaremos es lo que se ha observado del 2013 hasta el 2019, lo cual implica mencionar algunos puntos sobre el proyecto educativo y la reforma educativa que inicia su promulgación a partir de publicar el artículo 3° constitucional el 15 de mayo de 2019, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Para iniciar la exposición retomamos lo señalado por la ONU referente a la diversidad cultural:

La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.[3]

A partir de esto retomamos que la diversidad cultural significa diferentes culturas e identidades que conforman la humanidad, las naciones, los Estados. México está constituido por diferentes culturas y pueblos, al ser el nuestro un país multicultural donde conviven matrices culturales de pueblos originarios, afroamericanos, y de otras matrices europeas, asiáticas y norteamericanas. Por ello mismo, es un país de convivencia conflictiva, ya que existen ciertos sectores de la sociedad que viven privilegiados con las mejores condiciones de vida y dignidad, mientras un muy alto porcentaje vive en condiciones de explotación, ignorancia, exclusión social y en procesos de discriminación constante, procesos racistas, misóginos, homofóbicos, gerontofóbicos, etc.

En este trabajo me limitaré a presentar algunas ideas sobre la diversidad cultural en los pueblos originarios, lo que no implica desconocer la diversidad cultural de otros sectores que integran la sociedad mexicana. Sin embargo, considero que hoy en día, a pesar del discurso de la interculturalidad y de neoindigenismo que vivimos, se debe poner sobre la mesa de discusión educativa puntos para mejorar y construir un proyecto educativo no neoliberal, colonial y racista, pues tal sigue siendo hoy en día nuestro proyecto educativo, no abiertamente por supuesto, sino en el contenido y en el tipo de políticas pública que no resuelven los problemas de los pueblos originarios y de otros sectores de la sociedad mexicana, lo cual no será posible mientras no cambien los contenidos, políticas y proyectos de corte neoliberal.

Para entrar en materias de nuestro tema es importante señalar algunas cosas relacionadas con la reforma educativa actual 2019 del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Recordemos que la reforma inicia con la publicación del 3° constitucional el 15 de mayo de 2019 y con las leyes secundarias el 30 de septiembre de 2019. Un dato interesante es que en dos de las leyes secundarias está escrita muy pocas veces la palabra indígena o cultura; por ejemplo: en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, sólo se menciona una vez la palabra “indígena” y dos veces la palabra “cultura”, y en la Ley Reglamentaria del artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Mejora Continua de la Educación, aparece una sola vez la palabra “indígena” y cuatro veces la palabra “cultura”. Donde el concepto “indígena” o “cultura” aparece mayor número de veces es en la Ley General de Educación.

En la Ley General de Educación se pueden leer varias cuestiones importantes de anotar y preguntar: ¿Para quién es la educación indígena? ¿Quiénes aprenden los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas? ¿Cómo se percibe el valor de los conocimientos de los pueblos indígenas en el proyecto educativo nacional de México?

En la Ley General de Educación se puede leer en su artículo 14 en su fracción V que se debe de “promover la participación de los pueblos y comunidades indígenas en la construcción de los modelos educativos”; y en el artículo 30 que se refiere a los contenidos de los planes y programas de estudio que imparta el Estado en su fracción V se menciona que uno de los contenidos será: “El conocimiento y, en su caso, el aprendizaje de lenguas indígenas de nuestro país, la importancia de la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas”. Sin embargo, es ambiguo si esos contenidos se tienen que enseñar a todos y todas la estudiantes de México aunque no sean indígenas. Se hace la interpretación de que esos contenidos sólo se transmiten en la modalidad de educación indígena. Ello se puede leer en el Capítulo VI, artículo 56 de la Ley General de la Educación, en su párrafo segundo que dice: “La educación indígena debe atender las necesidades educativas de las personas, pueblos y comunidades indígenas con pertinencia cultural y lingüística; además de basarse en el respeto, promoción y preservación del patrimonio histórico y de nuestras culturas”.

En este sentido, es importante reconocer que las personas que pertenecen a un pueblo o comunidad indígena deben ser educadas con “pertinencia cultural y lingüística”. Sin embargo, no se le da el valor e importancia que tienen los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas u originarios para el desarrollo económico, político, ético o ambiental de México. Planteamos una hipótesis del porqué no se piensan los conocimientos, saberes y cosmovisiones para ser enseñados en todo el Sistema Educativo Nacional, sin necesidad de pertenecer a un pueblo originario o indígena.

Por un lado, está la simple mitificación que han hecho investigadores e intelectuales de izquierda y derecha que piensan que los pueblos originarios sólo están interesados en mitos y leyendas o en preservar una cultura milenaria idealizada; y no reconocen que los pueblos originarios son pueblos que se encuentran en procesos históricos de reconfiguración, adaptación, integración de diferentes elementos culturales, creación de cultura, saberes y conocimiento. Ello implica que los pueblos no se niegan a aprender la ciencia, las humanidades y artes que pertenecen a otros pueblos, aunque sean occidentales.

Por otro lado, a manera de hipótesis del porqué no retomar conocimientos, saberes y cosmovisiones de los pueblos originarios y volverlos sistemáticos para crear contenidos nacionales en el Sistema Educativos Nacional, a través de la escritura u otras tecnologías que permiten la recuperación de saberes y conocimientos, es que las culturas originarias cuestionan las bases epistemológicas, políticas e ideológicas de la educación neoliberal, la educación dominante: la propiedad privada, la libertad individual, la relación que se tienen entre la naturaleza y el ser humano, el individualismo, la competencia, la soledad, la calidad/excelencia, los procesos de selección, los tipos de exámenes o aprendizajes que se llevan a cabo, el tipo de justicia o el desarrollo económico.[4]

Luis Villoro señalaba que el nuevo liberalismo a través de la libertad individual que promulga, necesitaría de la ausencia de la comunidad, y en el caso de los actuales actores sociales, son los pueblos originarios quienes siguen produciendo comunidad; sin embargo, la reproducción de su cultura, sociedad y cosmovisión está llevando grandes cambios en todos los pueblos originarios en México y en el mundo, ya que existen procesos de desindianización, discriminación lingüística y epistemológica que dan como resultado la pérdida de las lenguas y las culturas. Ello lo podemos leer en documentos como los que ha producido el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), México, lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición, donde todas las lenguas indígenas están en riesgo de desaparición; claro, con diferente nivel de riesgo.[5]

Un elemento fundamental del porqué nos debe de preocupar la pérdida de las lenguas y las culturas originarias, no debe ser sólo por un argumento folcklorizante o un nuevo indigenismo, que realmente no les importa a los seres humanos que pertenecen a los pueblos originarios. Primero, se trata de una posición ética de reconocer que ellas y ellos son ejemplo concreto de cómo es y puede ser el ser humano. No seres humanos de segunda ni subhumanos, como se ha visto a lo largo de la historia de conquistas y colonización que se ha llevado a cabo en América. Por otro lado, sus saberes y conocimientos, como han señalado autores como Leonardo Boff, Noam Chomsky, Pablo González Casanova, Naomi Klein, Carlos Lenkersdorf, nos pueden permitir que continúe la vida humana, por los problemas que han producidos otros sectores de la humanidad como es el cambio climático y el calentamiento global. Nos urge relacionarnos de otra forma con la naturaleza, con el planeta, con el globo, entre nosotros mismos como seres humanos. En este sentido, sus conocimientos ante una emergencia mundial se convierten en universales que debemos aprender, para que continúe la vida humana sobre la faz de la tierra, por lo cual sus saberes no son locales o regionales, sino se convierten, ante las necesidades actuales en el mundo, en conocimientos éticos, ambientales y antropológicos para formar otras humanidades.

Educación, pueblos originarios y pedagogía

Ahora bien, es importante ubicar la discusión del papel de los pueblos originarios en el terreno de la educación. En este texto se va a comprender a la educación como un proyecto social, cultural, histórico, político y económico donde se hacen presentes diversos modos de formar al ser humano para llevar a cabo un determinado proyecto de sociedad. A partir de esta forma de conceptualizar la educación, considero que en ella conviven y se articulan diferentes pedagogías, que hacen presentes diferentes modos de formar al ser humano. Lo que está en juego hoy en día es la educación, o en otros términos, el proyecto educativo nacional. Se puede señalar que la educación dominante hoy en día es la continuación del proyecto educativo gerencialista y neoliberal como lo han demostrado autores como Lucia Rivera, Roberto González Villareal y Marcelino Guerra, en texto como Cancelar la Reforma Educativa, un kit para luchar contra la reforma neoliberal así como Mauro Jarquín en su libro de próxima publicación: Pedagogía del capital. Empresarios, nueva derecha y reforma educativa en México.

Ante este panorama, lo que debemos ir construyendo es otra educación no neoliberal, donde participen otros actores que construyan otros objetivos que persigan formar al ser humano, no como consumista, cosa, objeto, sino como un ser humano diferente a los ideales gerencialistas y neoliberales hegemónicos en México y en muchas partes del mundo, lo que implica formar subjetividades no neoliberales. En México tenemos una gran diversidad cultural, que podemos leerla como matrices epistémicas y epistemológicas desde donde se pueden construir pedagogías de cada uno de los pueblos que conforman México. Esta tesis se sostiene a partir de la experiencia personal como docente y pedagogo así como desde la lectura hecha de la obra de Carlos Lenkersdorf, desde su convivencia con el pueblo maya tojolabal.[6]

La sistematización de los conocimientos de esos modos posibles de formar a mujeres y hombres en los distintos pueblos humanos, es a lo que aquí se le da el nombre de “pedagogías de los pueblos”. A cada pueblo le corresponde una pedagogía. Los caminos de su construcción pueden ser diversos. Sin embargo, me limito a plantear algunas posibilidades para la construcción de “las pedagogías de los pueblos”, y señalar lo siguiente:

  1. A partir de cada cultura de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  2. A partir de cada filosofía de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  3. A partir de cada lengua que pertenezca a troncos lingüísticos diferentes, se puede construir una pedagogía.
  4. A partir de las diferentes cosmovisiones, se puede construir, sistematizar o tejer la pedagogía de cada uno de los pueblos.

En este sentido, al hablar de pueblos, no sólo me refiero a los pueblos originarios, sino a una forma de clasificar a los diferentes grupos humanos en nuestra América, como ya lo ha hecho de forma extraordinaria en la década de los setenta Darcy Ribeyro cuando hace una tipología de los pueblos extraeuropeos del mundo moderno, presentando las siguientes categorías: Pueblos Testimonio, Pueblos Nuevos, Pueblos Transplantados y Pueblos Emergentes, pensándolos como macroetnias.[7] Por nuestro lado, nos concentraremos en mencionar algunos de los pueblos que observamos en la realidad mexicana: los pueblos originarios, los pueblos afromexicanos y los pueblos mestizos, concentrándonos, por el momento, en apelar a la construcción de las pedagogías de los pueblos originarios para ir superando el problema de la colonización pedagógica, qué se comprende como la transmisión del consenso de un modo único e ideal de formar a los seres humanos que no corresponde a la diversidad cultural de las naciones.

Sugerencias para otra educación

Alguna propuesta sobre la educación ante la diversidad cultural son las siguientes:

  1. Enseñar las diferentes lenguas originarias, en sus respectivas variantes lingüísticas en las diferentes regiones de México, desde educación inicial hasta educación superior, para que no haya desubicación lingüística.
  2. Enseñar las diferentes morales de los pueblos originarios en relación a los problemas ambientales, relaciones sociales individualistas, competitivas y violentas que estamos viviendo en México en pueblos no indígenas; con relaciones colectivas y solidarias que algunos pueblos originarios viven y comparten, poner sobre la mesa nuevamente el nosotros, como planteaba Carlos Lenkersdorf, quien lo identifica entre los mayas tojolabales y que comparten muchos pueblos más.
  3. Enseñar el español como segunda lengua, propuesta que ha trabajado más a fondo Leopoldo Valiñas.
  4. Sistematizar la escritura de todos los pueblos originarios para que se escriba en los salones de clases desde educación inicial hasta educación superior, y no haya necesidad sólo de escribir en español, ya que eso implica que poco a poco se vaya perdiendo la lengua. Conservar las lenguas originarias por escrito hoy se convierte en una necesidad para poder resolver la desindianización y etnocidio que se lleva a cabo todos los días en los salones de clases del Sistema Educativo Nacional.
  5. Hablar las lenguas originarias desde educación inicial hasta educación superior dentro de las escuelas y en los salones de clases.
  6. Sistematizar contenidos epistemológicos y éticos desde los pueblos originarios para que se enseñen en todos los planes y programas de estudio de educación inicial e educación superior.
  7. Transmitir la historia de mujeres y hombres que conforman los pueblos, comunidades y estados, para construir no una historia colonial, sino una historia donde se reconozcan a las mujeres y hombres como actores fundamentales en la vida de nuestra nación; una historia no patriarcal ni colonial.[8]
  8. Hacer presente que los diferentes modos de discriminación (por ejemplo racismo, misoginia, homofobia, gerentofobia) son una de las bases de la educación dominante en México, y por lo tanto un problema que se debe resolver pedagógicamente, lo cual implica valorar de forma positiva y práctica los conocimientos, saberes, creencia y cosmovisiones de los pueblos como una herencia histórica que se debe enseñar en todas las escuelas públicas de México.
  9. Hacer presente todos los ideales de ser humano a formar que posee cada uno de los pueblos, para tenerlos como ejes o perfiles de formación, de ingreso y egreso en los diferentes niveles educativos. Esto a partir de concebir que no hay una sola forma de ser mexicanos o mexicanas, sino diferentes modos y, por lo tanto, de ser humano. Y es que los perfiles del proyecto educativo actual en el Sistema Educativo Nacional sigue estando limitando por los principios e ideales del neoliberalismo: un ser competitivo, un ser individualista, un ser indolente, un ser violento, un ser excelente, un ser que ha perdido la historia de su pueblo y se ha impuesto la historia y memoria del consumo y del capitalismo actual, a través de los medios de comunicación como internet, redes sociales, música, artes, ropa, cine y otros productos culturales.
  10. Desmitificar que los pueblos originarios, los pueblos afros y hasta los pueblos mestizos no están interesados en aprender los conocimientos de las ciencias, las humanidades o artes porque los puede desindianizar; por lo contrario, es necesario pensar que esos conocimientos son parte de la cultura universal, por ende un derecho humano, el derecho al conocimiento, que todo pueblo debe de ejercer e integrarlo para que se convierta en su cultural propia; concepto comprendido desde lo que proponía Guillermo Bonfil Batalla: “Los ámbitos de cultura autónoma y cultura apropiada forman el campo más general de la cultura propia; es decir, aquel en que los elementos culturales propios o ajenos están bajo el control de grupo”.[9]
  11. Hacer presente que todas las culturas son incompletas, como señala Boaventura de Sousa Santos, principio de incompletud que debe ser uno de los ejes para la construcción de contenidos curriculares y en general de cualquier conocimiento pedagógico.[10]
  12. Valorar las cosmovisiones, culturas y leguas originarias como matrices pedagógicas desde donde se pueden construir otro tipo de conocimientos, prácticas y relaciones sociales, no sólo para los indígenas, sino para toda la sociedad mexicana. Pensar que estamos urgidos de pensar y comportarnos de formas diferentes para salvar nuestra propia vida, ante problemas como el calentamiento global o el problema de la violencia estructural que vivimos en México; violencia que tiene diferentes modos de expresión, como es: la violencia de género, la violencia contra las mujeres, la violencia contra los homosexuales, la violencia contra los niños, la violencia contra los viejos, la violencia contra los indios, la violencia que ejercen compañeros de trabajo contra otros compañeros de trabajo, violencia de un estudiante contra otro estudiante. Violencia que se convierte en el modus operandi de vida de un alto porcentaje de la población mexicana.
  13. Reconocer que la forma en que se ha intentado resolver los problemas que están relacionados con la diversidad cultural, con la interculturalidad impulsada por el estado, que tiene como base el indigenismo, no ha sido suficiente.[11]
  14. Impulsar políticas públicas que tengan como base epistemológica y ética los conocimientos de los pueblos originarios para resolver problemas, no sólo la sobrevivencia del pueblo local, sino para la resolución de problemas nacionales, ya que sus epistemes poseen una dimensión universal cuando nos ayudan a transformar las relaciones humanas y mejorar nuestra relación con nuestra casa común, la Tierra.

Ante la gran diversidad cultural y diversidad pedagógica, es necesario pensar que la educación es un proyecto, que es la unidad en la diversidad, y que mejorar es reflexionar en las posibilidades de aperturas para la discusión, así como en urgencias para cambiar las formas de plantear y resolver problemas, ya que debemos hacer presentes nuestros problemas como mayorías que somos: como pueblos indígenas, afromexicanos, jóvenes, mujeres, niños, viejos, lesbianas, homosexuales, desempleados, explotados, enfermos, etc., para poder resolver nuestros propios problemas.

Bibliografía

 

Bonfil Batalla, Guillermo, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001.

Embriz, Arnulfo y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

Gargallo, Francesca, Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México, UACM, 2015.

Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991.

Lenkersdorf, Carlos, Filosofar en clave tojolabal, México Miguel Ángel Porrúa, 2005.

Lenkersdorf, Carlos, Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabalesLengua y sociedad, naturaleza y cultura, arte y comunidad cósmica, México, Siglo XXI editores, 2005.

Ribeyro, Darcy, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977.

Santos, Boaventura de Sousa Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010.

UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001.

Villoro, Luis, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.

[1] Coordinador del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica: construcción de discursos y prácticas. Agradezco a David Elías Hernández por sus correcciones y a Miriam Isabel Arciniega Miranda y a Mauro Jarquín por su lectura y sugerencias.

[2] Guillermo Bonfil Batalla, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001, p. 21.

[3] UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001, p.p. 1-2.

[4] En relación con algunos de los anteriores puntos, Luis Villoro señalaba: “Esas cuatro palabras, libertad individual, democracia, Estado debilitado y desarrollo, resumen el pensamiento de un liberalismo renovado que parece haber obtenido un consenso planetario. Pero he calificado a ese liberalismo de “desencantado”. Porque, en efecto, la adhesión que suscita no se acompaña de entusiasmo, sino de un creciente malestar por sus resultados de una nostalgia dolorosa.” Luis Villoro, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p.p. 3-4.

[5] Arnulfo Embriz y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

[6] Dos obras fundamentales de Carlos Lenkersdorf son: Filosofar en clave tojolabal y Los hombres verdaderos.

[7] Darcy Ribeyro, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977, p. 93.

[8] Un trabajo esencial en la recuperación del conocimiento de las mujeres está el trabajo fundamental de Francesca Gargallo, titulado: Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México.

[9] Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991, p. 176.

[10] Boaventura señala: “La tercera premisa es que todas las culturas son incompletas y problemáticas en sus concepciones de dignidad humana. Lo incompleto se debe a la propia existencia de una pluralidad de culturas. Si cada cultura fuera tan completa como afirma ser, habría apenas una única cultura. La idea de completud es la fuente de exceso de sentido que parece plagar todas las culturas. La incompletud es de esta manera más visible desde afuera, desde la perspectiva de otra cultura.” Boaventura Sousa Santos, Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010, p. 71.

[11] La idea de que la interculturalidad impulsada por el Estado tiene como base el indigenismo, la señaló Gunther Dietz en: la 63° sesión del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica, conferencia magistral de Gunther Dietz, titulada: “Los problemas de la educación intercultural en México”, moderó: José Carlos Buenaventura, martes 16 de junio de 2015, a las 17:00 horas, Salón 005 de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=jRz-beOL204&t=1s, sábado 16 de noviembre de 2019, a las 12:44 p.m.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/diversidad-cultural-y-reforma-educativa/

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Educación inclusiva e intercultural en el Perú

América del Sur/ Perú/ 21.10.2019/ Fuente: www.expreso.com.pe.

Los niños, adolescentes y jóvenes recibirán los servicios educativos sin importar el lugar de procedencia.

La ministra de Educación, Flor Pablo, remarcó que el compromiso del Ejecutivo es asegurar que niños, adolescentes y jóvenes accedan a los servicios de educación sin importar el lugar de su procedencia.

“Estamos trabajando para que los servicios del Estado lleguen a todos. Queremos que nuestros niños y adolescentes terminen la primaria y la secundaria y alcancen una educación superior para que desarrollen sus proyectos de vida y se conviertan en buenos ciudadanos”, manifestó Pablo desde la playa Agua Dulce, en Chorrillos, donde acompañó a los escolares de pueblos originarios y afroperuanos que participan en el Tinkuy 2019 a conocer el mar.

Agregó que su sector busca el desarrollo de una educación intercultural no solo exclusiva para los pueblos originarios sino para todos los estudiantes de los colegios del país. “Nuestras diferencias culturales no nos deben preocupar ni ser motivo de discriminación o de excusa para decir que es difícil construir cosas en el país. “Si desde niños aprendemos a vivir con la diversidad cultural, de adultos no tendremos que explicar ni entender su significado para construir el Perú que queremos”, enfatizó.

 

En tanto, los niños de los pueblos amazónicos y andinos quedaron encantados y con ganas de volver ya que por primera vez vieron el mar. Sus caras y risas transmitían ese maravilloso momento. Los menores fueron supervisados por los responsables del Tinkuy, y bajo la atentamirada de la ministra Pablo, llegaron a la playa Agua Dulce del distrito de Chorrillos y de inmediato no ocultaron su emoción de pisar la arena húmeda y la ganas de ingresar al mar.

Fue la última actividad que realizaron los escolares como parte de su participación en el Tinkuy 2019, organizado por el Ministerio de Educación. Los 160 niños de 22 pueblos originarios y afroperuanos que participaron en el Tinkuy 2019 permanecieron una semana en Lima. Durante ese tiempo conocieron las otras culturas de sus compañeros y aprendieron a integrarse pese a sus diferentes idiomas o lenguas.

Además, conocieron Palacio de Gobierno y al presidente de la República, Martín Vizcarra, a quien expresaron su deseo de convertirse en profesionales, compartieron costumbres y tradiciones con alumnos de colegios de Lima, y vieron jugar a la selección peruana de fútbol frente a Uruguay en el Estadio Nacional.

LENGUAS Y CULTURAS

“A pesar de las diferencias de lenguas y culturas, el Tinkuy nos hace un país de encuentro”, afirmó la viceministra de Gestión Pedagógica Patricia Andrade, al clausurar el encuentro intercultural que este año reunió a 160 niños de 22 pueblos originarios.

 

Fuente de la noticia: https://www.expreso.com.pe/actualidad/educacion-inclusiva-e-intercultural-en-el-peru/

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Perú, Variable étnica en educación: un nuevo desafío para la comunidad afroperuana

América del Sur/Perú/Servindi.org/ Oswaldo Bilbao Lobatón

El Ministerio de Educación, por intermedio de la Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DIGEIBIRA) y el Ministerio de Cultura, a través de la Dirección de Políticas Públicas para Población Afroperuana, vienen desarrollando una propuesta para incorporar la variable étnica en los registros administrativos en la educación peruana. Para tal efecto, se están desarrollando dos propuestas:

  • Incorporar una variable de etnicidad en el Censo Escolar 2018.
  • Incorporar una variable de etnicidad en la ficha de matrícula.

Una de las propuestas, para la incorporación de la variable étnica en el censo escolar, es lo formativo, para luego vincularla a una sesión de aprendizaje: los docentes, junto a los alumnos y padres de familia, realicen acciones de acuerdo a cada nivel de estudio.

El soporte de las respuestas serán las fichas de matrículas. Al final, se obtendrán un registro sobre la variable étnica de los estudiantes (respuesta brindada por los padres de familia), para garantizar el proyecto educativo, según la diversidad cultural.

La novedad de este censo, sería la incorporación, en las fichas de matrícula, de la variable étnica asiático-peruano, sumándose a las variables: afroperuano, moreno, mulato, negro, indígena, quechua, andino, aymara, blanco, mestizo, blanco.

Nosotros consideramos importante la realización de un censo escolar nacional, con el fin de incorporar, nuevamente, la variable étnica y conocer la diversidad cultural de esta población. Es lograr una mayor segmentación para políticas de inclusión.

Si bien las acciones de capacitación están planteadas, desde ambos ministerios, es necesario que la sociedad civil participe impulsando actividades de difusión y capacitación; teniendo como antecedente el Censo 2017. Como ejemplo se tiene el proyecto: “Sensibilización para el censo con incorporación de la variable étnica 2015”, desarrollado por CEDET.

Al final del trabajo piloto, se evidencia que los censos tienen un trabajo previo, siendo los responsables los grupos impulsores, en cada zona, para campañas sobre identificación. Sin ellos, no se lograría sincerar las cifras del censo oficial.

Fuente: https://www.servindi.org/actualidad-noticias/29/11/2017/la-variable-etnica-en-la-educacion-un-nuevo-desafio-para-la-comunidad

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Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural “Vivir juntos con igual dignidad”

Por: coe.int.

 

El diálogo: elemento clave para el futuro de Europa La gestión democrática de la creciente diversidad cultural en
Europa – arraigada en la historia de nuestro continente y amplificada por la globalización–se ha convertido en una prioridad  en los últimos años. ¿Cómo podemos responder a la diversidad?, ¿Cuál es nuestra visión de la sociedad del futuro? ¿Se trata de una sociedad integrada por comunidades separadas, caracterizada en el mejor de los casos por la coexistencia de mayorías y minorías con derechos y obligaciones diferenciados, vinculadas vagamente entre sí por la ignorancia mutua y los estereotipos? ¿O, por el contrario, es una sociedad dinámica y abierta, libre de toda discriminación y beneficiosa para todos, caracterizada por la integración de las personas en el pleno respeto de sus derechos humanos? El Consejo de Europa está convencido de que el respeto y la promoción de la diversidad cultural con arreglo a los valores en los que se apoya la Organización son condiciones esenciales para el desarrollo de unas sociedades basadas en la solidaridad.
En el “Libro Blanco sobre el Diálogo Intercultural” aquí presentado se sostiene firmemente en nombre de los gobiernos de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa que nuestro futuro común depende de nuestra capacidad para proteger e impulsar el respeto de los derechos humanos, tal y como están consagrados en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la democracia y el Estado de derecho, y para promover el entendimiento mutuo. Se
defiende asimismo que el enfoque intercultural ofrece un modelo con visión de futuro para gestionar la diversidad cultural. Se propone también una concepción basada en la dignidad humana de cada persona (y en la idea de una humanidad y un destino comunes). Si ha de crearse una identidad europea, ésta se basará en los valores fundamentales compartidos, en el respeto de nuestro patrimonio común y la diversidad cultural, así como en el respeto de la dignidad de cada persona.
El diálogo intercultural tiene una importante función que desempeñar a este respecto. Por una parte, nos permite evitar las divisiones étnicas, religiosas, lingüísticas y culturales. Por otra, nos permite avanzar juntos y reconocer nuestras diferentes identidades de manera constructiva y democrática conforme a valores universales comunes.

Fuente del documento: https://www.coe.int/t/dg4/intercultural/Source/Pub_White_Paper/WhitePaper_ID_SpanishVersion.pdf

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