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Irak: Invertir en los docentes para acabar con el extremismo violento en las escuelas primarias de Mosul

UNESCO / 29-12-2019

Dos años después de la liberación de la ciudad iraquí en una de las batallas urbanas más grandes desde la Segunda Guerra Mundial, las casas y escuelas están en ruinas. La reconstrucción será un proceso costoso y laborioso. Afrontar y tratar de atenuar las consecuencias psicológicas que dejó la ocupación en los niños sigue siendo, por encima de todo, un gran reto.

En 2014, antes de la invasión de la organización Estado Islámico en Iraq y el Levante (EI), Mosul era una de las ciudades más plurales y tolerantes del Medio Oriente. Con un nombre que significa “encrucijada” y habiendo sido un lugar en el que convergían las antiguas rutas comerciales, la ciudad acogió durante siglos un mosaico variado de etnias, religiones y sectas. Como consecuencia de ser ocupada, Mosul se convirtió en terreno fértil para el extremismo violento, siendo los niños y los jóvenes los que más expuestos quedaron ante esta amenaza.

Formar a los docentes sobre la prevención del extremismo violento mediante la educación

La UNESCO forma a los docentes en prevención del extremismo violento mediante la educación (PVE-E). Cada historia de extremismo violento es diferente y para alejar a una persona que ha tomado este camino es esencial entender su entorno y su psicología individual. No existe un manual único que aporte todas las respuestas a estas cuestiones complejas. Es por eso que la oficina de la UNESCO en Iraq acaba de elaborar un informe a partir de entrevistas realizadas a docentes, padres, activistas de la sociedad civil y académicos que se quedaron en la ciudad durante la ocupación, con el objetivo de ofrecer una visión matizada de la influencia de la dominación breve, aunque brutal, del EI sobre la población de Mosul. Se trató de un proceso de escucha profundo que recopiló las opiniones de una muestra representativa de la comunidad.

Las entrevistas demostraron cómo los niños de Mosul fueron maltratados mediante la violencia de la que fueron testigos. El acoso reinaba en las escuelas; los juegos eran a menudo violentos e implicaban en determinadas circunstancias la muerte de animales. En los patios de recreación, el nombre del EI era invocado como un enemigo o protector durante las peleas. Estos niños tienen necesidad urgente de apoyo psicosocial ya que además de poder caer en un estado depresivo, los traumas no tratados pueden convertir a los jóvenes en personas más vulnerables a la propaganda del extremismo violento.

Según su experiencia durante la ocupación, los niños y jóvenes se sitúan en diferentes categorías de riesgo de radicalización violenta. Durante el segundo año, numerosas familias mantuvieron en sus casas a los niños que estaban en edad primaria, protegiéndolos así del adoctrinamiento del EI que se había intensificado considerablemente. Pero las familias más pobres se vieron forzadas de enviar a sus niños a la escuela pues el EI empezaba a cobrar una tasa por no asistir a la escuela. Los niños que asistían a la escuela recibieron un nuevo programa de enseñanza que tenía como objetivo “destruir la idea de cohesión social en la mente de los niños” según el punto de vista de los entrevistados. Los manuales escolares mostraban a niños que empuñaban armas y anunciaban ejercicios de matemáticas basados en la cantidad de personas que un atentado suicida podría matar. Los docentes y padres declararon que al introducir temas violentos en todas las asignaturas escolares, el EI trataba de “fabricar soldados” y de “infundir en los niños el deseo de matar”.

El papel clave de las escuelas

El gobierno iraquí reconoce que las escuelas de Mosul deben desempeñar en el futuro un papel clave en la prevención de la propagación del extremismo violento y ha pedido ayuda a la UNESCO y a los grupos de la sociedad civil. Este año, la UNESCO, conjuntamente con los Países Bajos, ha colaborado en un proyecto de formación de docentes en PVE-E en las escuelas primarias, basándose en las lecciones extraídas del informe. Inicialmente, 26 formadores del Ministerio de Educación, del departamento de Nínive, y ONG locales asociadas recibieron esta formación. El proyecto cuenta ahora con 662 docentes formados en el marco de un programa de 8 días de duración.

La UNESCO repertorió recientemente las competencias no técnicas que pueden ser reforzadas en el aula para ayudar a prevenir el extremismo violento (PVE) en una guía dirigida a los docentes. La formación impartida en Mosul se basó en esta guía centrada en la educación sobre los derechos humanos y en la solución de conflictos para sanar las heridas profundas dentro de la comunidad. La alfabetización mediante los medios de comunicación y la información fue otro de los elementos clave de la formación; numerosos jóvenes de Mosul se habían radicalizado en línea antes de la invasión del EI.

Mosul es una sociedad tradicional y jerarquizada en la que los niños y jóvenes aprenden a respetar a los mayores y a conocer el lugar que ocupan. El EI supo sacar provecho de este aspecto de la cultural local al reclutar a los jóvenes y darles poder sobre los mayores. Al reconocer la necesidad de hacer frente al trauma profundo de los niños, la formación integró también elementos de apoyo psicosocial.

Estos docentes van a tener que enfrentarse a determinados obstáculos cuando apliquen lo aprendido en su formación. Como un 5% de las escuelas fueron destruidas y muchas otras afectadas, el tamaño de las clases oscila entre 60 y 80 niños. No hay espacio o tiempo disponible para actividades extraescolares destinadas a aliviar los traumas e inculcar valores, como los deportes.

La UNESCO ha proporcionado al gobierno un conjunto de recomendaciones de carácter urgente con el objetivo de mejorar las infraestructuras escolares, las políticas, la cultura escolar y el apoyo psicosocial. Las autoridades locales no podrán asumir el costo de estas mejoras que requerirán de otros compromisos de financiación apoyados por la comunidad internacional. No obstante, la formación de los docentes por parte de la UNESCO, que tiene como objetivo la prevención del extremismo violento, es una iniciativa oportuna e importante que debe priorizarse. Tal vez la formación no logre impedir a todos los niños de Mosul que tomen más tarde en sus vidas el camino del extremismo violento, pero proporcionará a muchos de ellos las alternativas ideales a este camino.

 

El enlace original de esta nota:  https://es.unesco.org/news/invertir-docentes-acabar-extremismo-violento-escuelas-primarias-mosul

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«Gobiernos, cumplid vuestras promesas: ¡haced la educación sobre el cambio climático universal ya!»

David Edwards

En 2015 se vivió un momento histórico cuando los Estados miembros de la ONU adoptaron un programa gradual para conseguir un mundo mejor, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Un punto clave de los ODS era el importante (aunque tardío) reconocimiento de que el desarrollo social y económico es inviable sin considerar su impacto medioambiental. En otras palabras, no se puede pensar en las personas sin pensar en el planeta.

Sin embargo, han pasado cuatro años y… ¿Qué han hecho los Gobiernos para detener la catástrofe que se cierne sobre las personas y el planeta como consecuencia del cambio climático que nosotros hemos provocado? Poca cosa. Los desastres provocados por el clima ya están generando una destrucción sin precedentes. Aún así, seguimos permitiendo que la temperatura mundial aumente. Mientras tanto, una poderosísima herramienta para combatir la crisis climática (la educación sobre el cambio climático) ha sido prácticamente olvidada por los Gobiernos.

Al adoptar los ODS, todos los Estados miembros de la ONU se comprometieron a incorporar una educación sobre el cambio climático para todos, en línea con promesas pasadas. Los Gobiernos se comprometieron a «mejorar la educación […] en relación con la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana» (objetivo 13.3), «velar por que las personas de todo el mundo tengan información y conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza» (objetivo 12.8) y «garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles [de la que la educación sobre el cambio climático es parte fundamental]» (objetivo 4.7).

Dentro del marco de los ODS se considera que concienciar, informar y dar datos sobre la crisis climática es crucial para poder atajarla. Está generalmente aceptado que todos los estudiantes deben adquirir las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para emprender acciones contra el cambio climático. Esto significa que el cambio climático debe enseñarse en todas las asignaturas y a todos los niveles. Para que esto ocurra, la educación sobre el cambio climático debe introducirse en los programas y políticas educativos de todos los países, así como en la formación de profesores y en las evaluaciones. Todos los Gobiernos estuvieron de acuerdo. ¿Pero qué ha ocurrido en realidad? ¿Qué avances se han logrado?

Según Fuera de órbita, un reciente informe de la IE que evalúa los progresos en la consecución del ODS 4, la educación sobre el cambio climático dista mucho de ser universal. Al contrario: la realidad es que nuestros sistemas educativos son incapaces de ofrecer educación de calidad sobre la cuestión más importante a la que se enfrenta la humanidad a día de hoy. Los docentes de todo el mundo nos explican que no sienten un respaldo suficiente para abordar la educación sobre el cambio climático. Pocos reciben formación docente o de desarrollo profesional que abarque el cambio climático. A algunos incluso se les niega el permiso a enseñar ciencias climáticas porque los políticos y mandatarios de su jurisdicción están instalados en el negacionismo.

Los estudiantes se han echado a las calles para exigir educación sobre el cambio climático. Los sistemas educativos deben estar al nivel. Incorporar plenamente la educación sobre el cambio climático en 2030 será ya demasiado tarde para el planeta. Hay que tomar medidas inmediatamente. ¿Qué debe hacerse? Nuestras tres recomendaciones son las siguientes:

Las tres P de la IE:

  1. Planificar

La educación sobre el cambio climático no surgirá por generación espontánea. Si los Gobiernos quieren realmente incorporar la educación sobre el cambio climático en todas las instituciones educativas, tienen que asegurarse de que se reservan los fondos suficientes para desarrollar un plan de estudios sobre el cambio climático, generar materiales docentes e invertir en recursos humanos y formación del profesorado. En Alemania, un estudio encargado por un sindicato miembro de la IE y sus colaboradores ha mostrado que incorporar la educación para el desarrollo sostenible en todas las escuelas del país costará cerca de 13 700 millones de euros, lo que supondrá un aumento del 3,6 % de los fondos nacionales dedicados a la educación. Para lograr que la educación universal sobre el cambio climático sea una realidad, los Gobiernos deben planificar cómo implementarla, presupuestar su puesta en marcha y buscar fondos para cumplir sus promesas.

  1. Priorizar

Si la educación sobre el cambio climático va a ser universal, debe convertirse en una prioridad de los sistemas educativos. Hasta la fecha, los Gobiernos se han centrado en otros aspectos de los ODS, dando prioridad a la alfabetización y las competencias matemáticas a costa de otros aspectos educativos más amplios. Es más, la tendencia a la privatización, la gestión empresarial de las escuelas y la creciente fijación en los resultados de los exámenes no hacen sino agravar la obsesión por las famosas «asignaturas troncales». Sin embargo, ¿qué hay más importante que la educación para salvar el planeta y la humanidad? Es necesario rediseñar los sistemas que contemplan la educación sobre el cambio climático como algo secundario, y los docentes deben disfrutar de autonomía profesional para abordar la cuestión del clima.

  1. Practicar lo que predicas

Los Gobiernos deberían asegurarse de que las instituciones educativas «se aplican el cuento» y se convierten en sedes de acción climática. Deben crearse políticas para animar a las instituciones, no solo a enseñar sobre la crisis climática, sus causas y soluciones, sino a predicar con el ejemplo y adoptar una actitud sostenible desde dentro. Las instituciones educativas deberían ser «verdes» y reducir sus residuos, usar energías renovables, reciclar, etc. También es importante que la pedagogía al respecto refleje los objetivos transformadores de la educación sobre el cambio climático. Las metodologías didácticas de la educación sobre el cambio climático deberían centrarse en la acción y la cooperación, facilitando a los alumnos el conocimiento, las habilidades y las actitudes necesarias para convertirse en agentes de cambio en pos de una sociedad mejor.

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CLADE: Repudio ante la reciente declaración de Bolsonaro sobre el educador Paulo Freire

CLADE / 28-12-2019

El pasado lunes 16 de diciembre 2019, Jair Bolsonaro actual presidente de Brasil, insultó públicamente al Patrono de la Educación Brasileña, Paulo Freire, atribuyéndole responsabilidad por mal desempeño de Brasil en evaluaciones educativas internacionales, como el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA).

Las redes nacionales, regionales e internacionales que suscriben esta nota pública, quieren expresar su repudio a las declaraciones de Bolsonaro que muestran un desconocimiento sobre Paulo Freire y su obra, declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO. Durante su vida, Freire recibió 40 títulos de doctorado honoris causa, que le fueron otorgados por universidades de todo el mundo; siendo el tercer pensador más citado en trabajos académicos de lengua inglesa y su libro “Pedagogía del Oprimido” fue traducido a más de 40 lenguas.

Igualmente, reafirmamos nuestra defensa al legado de Paulo Freire y a las banderas de lucha que el educador brasileño siempre apoyó, y nos comprometemos a llevarlas adelante: la libertad de pensamiento, la educación crítica y emancipadora, la autonomía del sujeto, la democracia plena y el respeto a las diversidades.

Firman:

Agencia Pressenza
Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER)
Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE)
Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL)
Federación Internacional de Fe y Alegría
Portal Otras Voces en Educación
Red Espacio sin Fronteras
Red de Educación Popular entre Mujeres de América Latina y el Caribe (REPEM)
Red Global/Glocal por la Calidad Educativa
Marcha Global contra el Trabajo Infantil de Sudamérica
Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP)

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Entrevista con Nora Rodríguez: «Muchos programas antibullying no funcionan porque no tienen en cuenta lo que ocurre en el cerebro»

Por: Carlota Fominaya

Entrevista con Nora Rodríguez, experta en el estudio de la violencia escolar, mentora de líderes internacionales, y fundadora de Happy Schools Institute.

¿Es posible acabar con el acoso? ¿Cuál es el papel de los profesores en la lucha contra esta lacra? Hablamos con Nora Rodríguez, experta en el estudio de la violencia escolar, mentora de líderes internacionales, y fundadora de Happy Schools Institute, donde combina la Neuroeciencia con la educación para la Paz, sobe esto, y sobre el programa LAZOS, destinado a prevenir e intervenir frente al bullying, que imparte a docentes y alumnos.

Usted afirma que muchos programas antibullying no funcionan porque no tiene en cuenta lo que ocurre en el cerebro. ¿Puede explicar por qué?

Más exactamente, porque no se educa en sintonía con el cerebro social. Porque hoy sabemos mucho sobre el aspecto social del cerebro y de las aptitudes internas, relacionadas con el cuidado del grupo, y sin embargo no se lleva este saber a las aulas para que los alumnos de todas las edades puedan ejercitar con otros aquello que nos hace humanos, esto es, sacar lo mejor de sí mismos. Los seres humanos somos mucho más buenos que malos. Por el contrario, se pone todo el esfuerzo en prevenir la violencia en las aula mediante enseñanzas en las que el adulto repite «eso no está bien, no lo hagas», y no se le dan a los alumnos oportunidades continuadas para que puedan actuar desde lo que son, desde las capacidades que nacen de su interior y que nos permiten desarrollar la empatía, la generosidad, el altruismo, la ayuda mutua….

Y ello sin contar que se tiende a frenar la violencia cuando se visibiliza con medidas disciplinarias firmes que a menudo incluyen mecanismos de exclusión, sin tener en cuenta que estos mismos mecanismos a menudo generan más acoso a mediano y largo plazo. Sé que es difícil entender, pero no alcanza con decir una y otra vez a los alumnos «no aceptamos que te comportes así», independientemente de que este sistema pareciera que tiempo atrás ha funcionado.

¿A qué alternativas se refiere?

Hoy hay otros paradigmas, otro modo de promover el aprendizaje social. Por ejemplo, sabemos que los alumnos deben reflexionar, prever consecuencias, y si no las han previsto, reparar. Durante las últimas dos décadas, una ola de investigaciones científicas ha documentado repetidamente el impacto dañino y duradero del acoso escolar entre los jóvenes. Investigaciones de todo el mundo han demostrado que el acoso escolar, considerado durante mucho tiempo como un rito de paso benigno, en realidad contribuye a la violencia y los problemas de salud mental. En respuesta, se han desarrollado una gran cantidad de programas contra el acoso escolar pero no sólo no han servido sino que en algunos casos lo han agravado.

… ¿Y el cerebro?

A diferencia de lo que creíamos hace algunos años, en la actualidad saber que nuestro cerebro es tremendamente moldeable por plasticidad neuronal, así que puede reorganizarse de forma estructural y funcional adaptándose continuamente en cada aprendizaje. Esto abre una puerta a la esperanza también frente al bullying, podemos esperar también lo mejor de los alumnos, independientemente de lo que hayan hecho, de la edad que tengan y del momento de desarrollo por el que estén pasando. En este sentido, si excluir y dejar a los alumnos fuera de juego los perjudica como persona, o no creer en ellos, o someterlo a exclusión social, ya sabemos que el resultado no va a ser satisfactorio. De hecho, la exclusión provoca el mismo dolor que una herida física, y el cerebro necesita de relaciones sociales, sentir que somos aceptados, que pertenecemos a un grupo, algo tan básico y fundamental como la alimentación. Los seres humanos necesitamos sentirnos integrados socialmente porque este es un factor de supervivencia. El daño causado por la exclusión social que a veces acompaña a las situaciones de bullying, no es sólo mental.

También se sabe que los niños y adolescentes ven afectado el córtex prefrontal ventral, cuya función consiste en regular la angustia que desencadena el dolor. Esta reacción cerebral es un aviso para que la persona proceda a la integración antes de que sea demasiado tarde para su vida. Todos los niños son conscientes de que están siendo marginados, lo cual llevado al ámbito educativo, hemos de ser conscientes de que sus cerebros se vuelven menos eficientes. Los neurotransmisores y las hormonas se liberan de manera diferente ante estímulos de peligro para la supervivencia que para situaciones agradables y de recompensa. Cuando la percepción es de peligro, la respuesta de nuestros alumnos será de lucha o de huida, secuestrando a la amígdala, bloqueando a la corteza prefrontal y a las funciones ejecutivas, es decir, las buenas decisiones. Lo cual perjudica no sólo el pensamiento analítico, sino también el pensamiento creativo y la resolución de problemas.

Es decir, cuando los alumnos necesitan sus habilidades mentales más sofisticadas, si hay bullying, y las respuestas al peligro provocadas en situaciones sociales tienden a ser más intensas y duraderas que la respuesta de recompensa en el cerebro, las funciones ejecutivas son bloqueadas.

¿Cuál es el papel del profesor en estos casos?

Personalmente, creo que no tienen en cuenta que cualquier alumno de sus clases sí sabe si hay intimidación, y también saben entre quiénes se produce. Esta es un gran ventaja, obviamente no para preguntarles, pero sí para enseñarles a detectar cuáles son las señales de que hay que actuar, y con qué recursos cuentan como grupo para frenarlo. En ningún caso usar la mediación llevada a cabo por ellos, porque eso se ha comprobado lleva a los mediadores a ser posibles víctimas. Si se ayuda a los alumnos de que ellos tienen todas las herramientas personales y emocionales que necesitan, y que necesitan pararlo entre todos, entonces ellos dejarán de poner excusas para no hacer nada. Hay que explicarles a los alumnos que la frase de Martin Luther King: «No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que sí me preocupa es el silencio de los buenos»… indica que ya no alcanza con tener el deseo de apoyar a la víctima y justificarse: hay que actuar, y hay que hacerlo en grupo.

Ya sabemos que uno solo no puede parar el bullying, ni dos, ni cinco, tienen que ser todos. Más cuando los que la ignoran creen tener razones fundamentadas según demuestran la investigaciones. («No es mi problema si alguien que no conozco está siendo atacado»; «No es agradable entrometerse en los asuntos de alguien»; «Ellos pueden resolver todo por sí mismos»; «No quiero ser un chivato contándoselo a un maestro»; «Él o ella debe defenderse por sí mismo»; «La mayoría de las personas pueden cuidarse a sí mismas y, a veces, las víctimas se lo merecen».

Sin contar que, lamentablemente, algunos niños y adolescentes, como algunos adultos, aprueban la intimidación, encuentran atractiva la violencia o la posibilidad de violencia. También frases como «me encanta ver pelea»; «A todos los niños les gusta divertirse y yo soy parte de eso»… son algunos ejemplos de esto.

¿Qué le dice usted a los profesores a los que forma?

Cuando formo a los profesores para que sean líderes en las aulas, les doy estrategias para que puedan hacen sentir bien a sus alumnos, teniendo en cuenta qué pasa en el cerebro, creando un clima positivo en el aula, dando autonomía para tomar decisiones, enseñándoles a dar algo de lo que saben hacer, enseñándoles cómo se establecen buenas relaciones, practicando el agradecimiento, la amabilidad, entre otros. Esto favorece la respuesta de recompensa, hay más dopamina en el cerebro, y la recompensa social es que tiene efectos duraderos, lo cual favorece el clima del aula, con una clase más efectiva, abierta a ideas y más creativa. Los docentes con alto liderazgo les hablan a los alumnos de quiénes son con sus características individuales, les ayudan con cierta periodicidad a los alumnos a ensayar lo que podrían decir en presencia de un acosador.

¿Cómo sería entonces un programa antibullying ideal?

Sin duda los que fomentan ante todo los buenos vínculos en el aula, el respeto y la reparación como forma de aprendizaje social. El aula, y por extensión el colegio, necesita ser vista ante todo como un laboratorio socioemocional, que permita poner en marcha lo que nos define como humanos. Y para ello es necesario que los docentes se perciban líderes inspiradores, transformadores, sintiendo que son importantes para sus vidas.

Se piensa en programas pero hay que pensar en cómo deseamos ser tatados, y qué podemos hacer por los demás. Algunos programas han demostrado ser efectivos, otros no, y otros no han sido evaluados científicamente. Ahora lo que identificamos e implementamos son mejores prácticas de prevención e intervención.

¿Cree que en algún momento será posible borrar el bullying de las aulas?

Sí, cuando sea prioritario conocer a las personas a las que se educa, y crear con ellas y entre ellas vínculos positivos. De ese modo, en lugar de poner el foco en lo que no saben, en lo que no aprenden, se tratará de descubrir qué los hace auténticos, como sus talentos y fortalezas les ayudan a aprender, y focalizarse más en conseguir relacionarse mejor con los demás.

Crear sistemas de ayuda mutua, practicar la generosidad, altruismo, y no sólo para planificar clases dinámicas y colaborativas en donde los alumnos cumplan un rol, sino para que se sientan parte del aula, porque si el cerebro reptiliano está tranquilo, y el instinto de pertenencia satisfecho, el ambiente del aula mejora de un modo increíble.

¿Qué es exactamente Lazos?

Un conjunto de buenas prácticas de alto alcance que pone el foco en los vínculos positivos, con 22 desafíos destinados a desarrollar aptitudes internas que los hacen mejores seres humanos, como la generosidad, la amabilidad, la empatía, la ayuda mutua, entre otros; primero en el colegio, pero luego el desafío va hacia las familias, y así uno cada mes, o dos, dependerá del colegio, el caso es que cada alumno es un mediador positivo entre el colegio y la familia. El programa incluye la formación liderazgo del docente, y 300 estrategias en las aulas para frenar el bullying según la fase en que se encuentra, y la edad de los alumnos, usando el espacio como cómplice, dinamizándolo según las necesidades.

El objetivo es el contagio de emociones constructivas. Con un enfoque de «toda la escuela», con una acción coordinada a nivel del estudiante individual, el aula y la escuela, evitando programas y estrategias que los dejen los dejan mal equipados emocionalmente para enfrentar sus problemas sociales y emocionales.  Y volvemos al cerebro, porque desde el nacimiento tenemos la capacidad para aprender interactuando con los demás porque disponemos de neuronas espejo que se activan cuando realizamos una acción, pero también cuando observamos a otros realizarla, del mismo modo, nos copiamos también de emociones negativas o positivas.

Así que jugamos con ventaja, porque una función básica de los grupos es el deseo de armonizar. Es una necesidad de nuestro cerebro estar en sintonía. Buscamos que ellos encuentren en su interior que hacer y lo hagan.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-muchos-programas-antibullying-no-funcionan-porque-no-tienen-cuenta-ocurre-cerebro-201912090145_noticia.html

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«Si queremos alumnos indagadores, el profesor tiene que serlo también»

Por: ABC

La clave del éxito, aseguran expertos, es planear la educación como algo a largo plazo.

«Si queremos alumnos indagadores, el profesor tiene que ser indagador; si queremos alumnos audaces, el profesor tiene que ser audaz». Así explica el experto en gestión académica Juan Luis Yagüe, director general del Grupo de Colegios Casvi, la importancia que tiene el profesorado en el sistema educativo y en los resultados académicos del alumnado.

Para ello, es necesario «involucrar a los docentes» en el «proyecto educativo de los centros escolares», admite el director. «El profesorado tiene que estar comprometido con la educación, con los niños y las familias y ser vocacional», estima.

«Nuestro objetivo es que todos los profesores trabajen en la misma dirección», señala. Según Yagüe, la «educación cambia» y los profesores deben ir «adaptándose, formándose y entrando en las nuevas metodologías y tecnologías». «Nosotros como colegio siempre les hemos hecho ver que estamos con ellos», reconoce.

Por eso, cuando decidieron dar un giro internacional al colegio formaron a los profesores en la metodología del Bachillerato Internacional. «Más que los idiomas, que son importantes, es necesario fomentar una mentalidad internacional para que el alumno sea capaz de desenvolverse en un mundo global», precisa.

Cambio de rol

En ese sentido, el profesor deja de ser «el que explica, como en la educación tradicional donde predomina la memorística, para fomentar que el alumno vaya aprendiendo a medida que va indagando». Esto es lo que se conoce como «metodología constructivista» donde «el propio alumno va generando su propio aprendizaje y el profesor cambia su rol».

«El docente ya no da una clase magistral sino que incita al alumno para que vaya aprendiendo y reflexione sobre lo aprendido y generar así un pensamiento crítico», expone el director de Casvi.

«Antes el alumno no podía aprender más de lo que le enseñaban», apunta. Por tanto,«el profesor era el tope, ahora es el que garantiza los mínimos», indica. «Si algún niño o niña tiene especial interés por una asignatura, el profesor de esta manera no le frena sino que fomenta su curiosidad por aprender», añade.

«Al final los niños quieren aprender mucho más que lo que nosotros queremos enseñarles, con este planteamiento conseguimos no solo que aprendan unos contenidos, sino también una serie de habilidades que son fundamentales para la vida», detalla el director.

Uso de la tecnología

Una de las claves del éxito académico para Casvi es la visión a largo plazo. «Esto incluye el compromiso del profesorado, la estrategia del colegio y el proyecto educativo», explica Yagüe. «No vemos un alumno de 3 años, sino un alumno que acaba 15 años después con las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo».

En relación a la tecnología, para el director de Casvi es una «herramienta más que está en la sociedad y que «debemos introducir en el aula» pero «sin ser radicales». «En el aprendizaje se debe dar cabida a todo». Por ello considera que en los libros en papel hay «mucho conocimiento» y que se pueden «combinar con la tecnología». «Nuestros libros de textos a partir de 5º no existen en papel, están hechos para iPad», subraya.

En esa línea, cuando a un profesor le cuesta el manejo de un iPad o le cuesta ver una nueva tecnología, «le decimos ‘no pasa nada, estamos contigo, no estorbas, te necesitamos’ porque hay muchas fórmulas para ayudarle: desde cursos formativos hasta la ayuda de otros profesores», puntualiza.

«No llenamos la clase de portátiles porque lo diga un ministro», expresa. «Nosotros tardamos dos años en introducir los iPads en las aulas, porque antes queríamos que los profesores tuvieran confianza en el manejo del dispositivo», reconoce el experto.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-si-queremos-alumnos-indagadores-profesor-tiene-serlo-tambien-201911270143_noticia.html

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«Apps» que sirven para aprender y entretener

Por: ABC

El Pupitre de Pilu recomienda a los padres probar antes las aplicaciones que elijan para sus hijos.

Hoy en día la tecnología está instalada en nuestra vida, y el Instituto Nacional de Estadística ha revelado datos alarmantes en cuanto a su uso. Según el INE, hoy en día el 91,4% de los hogares españoles tiene acceso a Internet. Esto ha provocado que los niños tengan acceso a dispositivos electrónicos a una edad más temprana, el 66% de la población de 10 a 15 años tiene un teléfono móvil propio.

Pilu Hernández Dopico, reputada maestra, afirma desde El Pupitre de Pilu, que «a pesar del contexto las nuevas tecnologías pueden traer cosas muy buenas. Muchos educadores han aprovechado para desarrollar aplicaciones que ayuden y aporten a los más pequeños». Por ello, desde el Pupitre de Pilu proponemos 8 apps con las que los padres pueden dejar de preocuparse, ya que sus hijos estarán aprendiendo sin darse cuenta.

Las más destacadas son:

Memorama: juegos de habilidades de memoria donde puede jugar toda la familia. Está inspirado en el popular juego de parejas, donde la concentración y la memoria son primordiales.

Lingokids: Con esta app de aprendizaje temprano del inglés, los niños de 2 a 8 años aprenderán de forma interactiva. La aplicación trabaja: la pronunciación, vocabulario, el alfabeto y la escritura.

Differences- diferenciar: este juego tradicional, donde tienes que encontrar las diferencias entre dos imágenes, es ideal para ejercitar la concentración y paciencia, mucha paciencia.

Juegos para niños de 2 a 5 años: permite a los más pequeños aprender autónomamente los números del 1 al 20. Esta app incluye más de 100 actividades educativas en el que tu hijo desarrollará la creatividad, motricidad fina, coordinación óculo manual, atención y, cómo no, la memoria.

TaoMix 2: para niños que les cueste dormir o relajarse, es una app increíble. En ella podrás crear más de 120 sonidos, con tus propias grabaciones. Las opciones son infinitas.

Toca Kitchen 2: Esta aplicación es ideal para potenciar buenos hábitos alimenticios en los niños. Podrán elegir entre 50 ingredientes y hacer elaboraciones que serán puntuadas por los personajes de la aplicación. Este tipo de aplicaciones fomentan su responsabilidad, autoestima y autonomía. Un juego interactivo donde podrás cocinar varias recetas de manera visual y después llevarlo a la realidad.

Matemáticas juegos para niños: es un programa interactivo adaptable a cualquier ritmo y nivel. Los niños aprenderán de una manera divertida. Recomiendan usarlo 30 minutos al día un par de veces a la semana.

La magia de las palabras: fantástica aplicación para que los niños aprendan los fonemas, los relacionen grafía-sonido, para así llegar a formar palabras correctamente.

¿Cómo elegir las apps adecuadas?

Pilu Hernández Dopico, aconseja que “debemos tener en cuenta el perfil de cada uno de nuestros hijos. En muchas ocasiones, lo que es bueno para uno, quizás no es lo más aconsejable para el otro, así que debemos considerar las familias con más de un hijo en casa”.

La reputada maestra propone tres claves para elegir la aplicación más adecuada para ellos, con la que aprenderán mientras que se sumergen en el mundo de la tecnología:

1. Escoger aplicaciones que les suponga un reto, de esta forma les incentivamos la motivación y la atención. Existen magníficas aplicaciones para la memoria que son gratuitas, y que tienen distintas fases de dificultad, con diferentes temáticas dependiendo del gusto de cada uno.

2. Antes de utilizarla, los padres debemos conocer la app para poder explicársela y plantearlo como algo divertido y único.

3. Escoge diversión y aprendizaje, dos en uno. Elige aplicaciones que contengan: vocabulario, motricidad óculo manual, expresión oral o escrita y conceptos básicos.

«Hagamos de la tecnología nuestra gran aliada para el aprendizaje, ¡veras la evolución!».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-apps-sirven-para-aprender-y-entretener-201912020050_noticia.html

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Polémica en El Líbano por revolución

Asia/Líbano/27-12-2019/Autor(a): Armando Reyes Calderín/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Armando Reyes Calderín

 Thawra, thawra, thawra (revolución, revolución, revolución) corean en plazas y carreteras en El Líbano, las protestas iniciadas el pasado 17 de octubre último, génesis de una polémica por el significado y proyección de esa palabra.
También aparece en graffitis en numerosas paredes de Beirut y otras ciudades; figura en temas diarios de conversación, aunque en la prensa los términos más usuales son manifestaciones masivas, protestas o intifada (sublevación, en árabe).

Los profesores de ciencias políticas en la Universidad Americana de Beirut, Jamil Mouawad y Carmen Geha, tienen puntos diferentes de vista sobre el tema.

‘Es una revolución porque está redefiniendo las normas de participación fuera de los partidos políticos y las sectas, porque responsabilizan a todos al mismo tiempo, un desglose de todo a lo que estamos acostumbrados’, dijo Geha.

Con anterioridad, en El Líbano se registraron similares expresiones de desobediencia civil, en especial la ocurrida en 2005 y llamada Revolución del Cedro, pero a la larga se decantaron hacia la línea confesional.

El carácter diverso y popular de las protestas actuales carece de precedentes con miles de personas de todos los sectores en las calles para expresar su frustración y enojo ante lo que estiman ineptitud y corrupción de la élite gobernante.

Y para exigir el fin de décadas de un sistema sectario confesional al que achacan todas las penurias de hoy.

Mientras, Mouawad expresó que el movimiento era, al menos por ahora, un levantamiento de protestas sociales con ideas revolucionarias y el potencial de convertirse en una revolución política plena.

Aun así, ambos especialistas acordaron que referirse al movimiento como ‘thawra’ de alguna manera ayuda a definir su carácter.

‘Las implicaciones políticas de llamarlo una revolución son las que mantienen vivas las protestas en las calles, apuntó Geha.

Mouawad coincidió; ‘es opresivo para académicos, periodistas u funcionarios decir que esto no es una revolución. Si alguien está en la calle exigiendo un cambio, no le digas lo que está haciendo, no importa’, acotó.

Sin embargo, enfatizó que ‘la revolución es un proceso que requiere debate, elaboración y acción continuas para que tenga éxito’.

Para tener una idea de cómo podría ser ese desarrollo, citó la obra An Anatomy of Revolution (Anatomía de la Revolución), del intelectual estadounidense Crane Brinton (1898-1968), un estudio publicado en 1938 que examina las principales revoluciones de la historia.

Según Brinton, para que una revolución sea exitosa debe ocurrir primero un colapso financiero y en respuesta, la organización de los descontentos, seguida de la emisión de demandas revolucionarias, el uso de la fuerza por el gobierno en un intento fallido de represión y por último la obtención del poder por los revolucionarios.

En el contexto libanés, Mouawad explicó que el siguiente paso consistirá en que el movimiento tradujera su apoyo en instituciones concretas.

‘Necesitamos nuevas estructuras claras, con nuevos partidos políticos y una nueva visión política’, apuntó.

De momento, continuó, hay una visión esporádica; queremos transparencia y no corrupción, pero no tenemos una visión o ideología clara.

Geha reiteró la importancia de transformar el impulso de las protestas en estructuras formales, y en particular, el que necesitan grupos profesionales y activistas para unir a las personas en alianzas no sectarias.

‘Las estructuras son importantes, señaló, pero la revolución no se trata solo de la movilización, sino también de solidaridad’, aseveró.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=329979&SEO=polemica-en-el-libano-por-revolucion
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