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Costa Rica: Directores de colegios públicos se capacitan para mejorar educación

Centro América/Costa Rica/13 Agosto 2017/Fuente: larepublica/Autor:Brandon Flores

Directores y directoras de 18 colegios públicos de diversas partes del país participaron la semana anterior en una jornada de capacitación e intercambio de experiencias y prácticas para seguir impulsando la educación secundaria.

El programa, llamado “Directores Exitosos” busca generar espacios de interacción, foros de discusión y convivencia, que impulsen la innovación en la gestión administrativa, y el compromiso de la mejora continua educativa.

Colegios de Santa Rosa, Bagaces, Puriscal, Bagaces, Puriscal, Guacimo, Purral, Cariari, Chomes, entre otros, tuvieron participación en la jornada.

La iniciativa es impulsada por la Fundación Acción Joven con el apoyo del Ministerio de Educación Pública (MEP), Fundación Miguel Yamuni y Horizonte Positivo.

A lo largo del año también se realizan capacitaciones de este tipo, aunque no a nivel nacional.

Fuente de la noticia: https://www.larepublica.net/noticia/directores-de-colegios-publicos-se-capacitan-para-mejorar-educacion

Fuente de la imagen: https://www.larepublica.net/images/2017/08/12/201708121158380.directores.jpg

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Padres y profesores somos figuras de apego y debemos estar en el mismo bando

Por: Eva Bailén

Las familias deberíamos interesarnos más por la educación y por conocer metodologías innovadoras

Llevo más de dos años, prácticamente desde que inicié la petición en change.org por la racionalización de los deberes, acudiendo a conferencias, ponencias, charlas e incluso congresos sobre educación. Siempre me siento un poco intrusa, porque parece que es una temática por la que, lógicamente, se interesan principalmente docentes y profesionales del sector educativo. Pero no me incomoda ser de las pocas madres en estos encuentros, al contrario, echo de menos la presencia de otros padres y madres. Sinceramente, creo que las familias deberíamos interesarnos más por la educación y por conocer metodologías innovadoras.

Como ya sabréis, no me creo esa frase tan manida, y a mi modo de ver también dañina, por la que se afirma que “se educa en casa y se enseña en la escuela”. Si fuera así, a los congresos de educación tendríamos que ir los padres y madres, y no los docentes, y ellos tendrían que ir a congresos de enseñar, no de educar. En realidad, creo que los maestros y las familias deberíamos compartir más espacios en los que se hable de educación y de cómo enseñar.

Por todo esto, cuando a principios de julio tuvo lugar una nueva edición del Congreso Iberoamericano Motiva, Crea y Aprende (CIMCA), organizado por el Observatorio de Educación de la Universidad Rey Juan Carlos, no me lo perdí. Este año el congreso trataba sobre las emociones. Desde que se estrenó la película Del revés (Inside Out), creo que somos un poquito más conscientes de la importancia de las emociones en la educación, pero aún así, todavía parece más necesario e interesante enseñar a hacer un análisis sintáctico de una oración que a reconocer y gestionar las propias emociones y las de los demás.

A lo largo de los días que duró el congreso, pasaron varios ponentes maravillosos que nos explicaron qué son las emociones, por qué todas son útiles, aunque algunas sean agradables y otras no tanto, y cómo reconocerlas, gestionarlas y diferenciarlas de los estados de ánimo. Aunque todas las ponencias fueron estupendas, para una madre como yo, creo que la más reveladora fue la de Rafael Guerrero, psicólogo, doctor en Educación y director de Darwin Psicólogos. Después de escucharlo me di cuenta de que a veces educamos muy mal, educamos fatal. Tanto los profesores como los padres y madres podemos llegar a estar muy equivocados y confundidos.

En muchas ocasiones no somos capaces de reconocer ciertas necesidades emocionales de nuestros hijos

De la ponencia de Rafael Guerrero aprendí que una de las grandes confusiones en las que estamos envueltos los educadores nos lleva a no discernir necesidades de deseos o caprichos. Sé que parece una tontería, pero en realidad no es tan fácil, porque una vez cubiertas las necesidades básicas, pasamos a percibir como necesarias cosas que antes no lo eran. Y por otra parte, en el terreno de lo emocional, en muchas ocasiones no somos capaces de reconocer ciertas necesidades emocionales.

Pero es sumamente importante distinguir unas de otras, porque si lo hacemos bien, si realmente somos responsivos y atendemos las necesidades verdaderas de nuestros hijos o alumnos, estaremos construyendo una bonita relación de apego seguro, tal y como explicó Guerrero. Por el contrario, si lo hacemos mal, podemos estar creando (atención a la definición) una relación de apego ansioso ambivalente, es decir, sobreprotegiendo. Para diferenciar un caso de otro, el ejemplo al que recurrió fue al del chiste de Gila que decía “cuando mi madre tenía frío, me ponía un jersey”. Evidentemente, El niño necesitará el jersey cuando tenga frío él, no cuando lo tenga la madre o el padre. La madre de Gila no estaba cubriendo una necesidad del pequeño, estaba sobreprotegiendo.

Uno de los asistentes al congreso se preocupó por los efectos nocivos que pudiera tener el apego seguro, y le lanzó la pregunta a Guerrero. El apego seguro, nos explicó, no es en ningún caso malo para un niño. Un apego seguro no genera niños sobreprotegidos, hay tanta preocupación por la sobreprotección ahora mismo, que parece que nos olvidamos de cubrir las necesidades de nuestros pequeños con tal de no llegar a ser unos padres sobreprotectores o unos padres helicóptero. Y a veces acabamos haciéndolo terriblemente mal, criando a nuestros hijos sin la seguridad que necesitan o educando a nuestros alumnos de manera equivocada.

Otro error monumental que cometemos los adultos es el de criticar al niño, insultando o etiquetando, en vez de criticar la conducta. Cuántas veces decimos a nuestros hijos que son malos, cuando en realidad lo que han hecho mal es un acto concreto, una mala conducta. Posiblemente le hayan pegado a otro niño, que está mal, claro, pero diciéndole que es malo no vamos a solucionar el problema, al contrario, perpetuaremos la conducta. Otras veces, sobre todo cuando el niño suspende, se le dice que es vago, o tonto. Sin embargo en multitud de ocasiones ese niño en realidad sufre un trastorno del aprendizaje, como puede ser TDAH o dislexia, y el daño que se les hace cargándoles el sambenito de la vaguería es difícil de reparar.

Contaba Rafael Guerrero, que al calificar a un niño de tonto o vago, inconscientemente lo ponemos en la tesitura de tener que elegir qué imagen prefiere dar, la de perezoso o la de estúpido. Esto, unido a otra frase que repetimos hasta la saciedad que reza “querer es poder” puede llevar a un chico o a una chica a decantarse por elegir dar la imagen de ser vago, porque dar la imagen de ser poco inteligente es indudablemente peor. Sin embargo, a veces se quiere pero no se puede, a todos nos ha pasado en alguna ocasión que nos hemos sentido incapaces de ejecutar algo que queremos hacer. Pero reconocer que no se puede supone para un chico que se ve en esta situación reconocer la estupidez absoluta, mientras que, tal vez para conseguir aquello que quiere, solo necesita un poco de ayuda, no que lo tachen de vago.

Muchos adolescentes se cierran en banda no por las hormonas, sino porque los padres no supieron crear un apego seguro

Esto último está muy relacionado con el efecto Pigmalión, con la profecía autocumplida. Explicaba Guerrero que si le decimos a un niño que es tonto, que no sabe, que no puede, que es vago, que es un inútil o lanzamos cualquier otra afirmación que deja nuestras expectativas sobre él y su futuro a la altura del barro, lo que ocurrirá es que irremediablemente se cumplirán nuestros mensajes, y difícilmente ese chico o chica será otra cosa que un tonto, un inútil, o un vago. Pero afortunadamente a la inversa también funciona, tener expectativas altas sobre los hijos o alumnos puede ser muy positivo.

Además, me llamó mucho la atención una reflexión que hizo sobre la adolescencia, esa etapa tan temida y tan difícil. Dijo que en ese momento muchos chavales se cierran en banda, y no comparten nada con sus padres, y esto que achacamos a una etapa de la vida o a las hormonas puede tener muchas más relación con la gestión de las emociones, con que se hayan cubierto adecuadamente las necesidades emocionales de esos adolescentes durante la infancia, y de que se haya creado un vínculo de apego seguro, que con cualquier otro proceso fisiológico por el que estén pasando.

El apego, nos dijo Rafael Guerrero, no es un concepto relacionado solo con los bebés. El apego seguro y la gestión emocional son importantes a lo largo de todas las etapas de la crianza y de la educación, y si queremos niños autónomos, que no independientes, porque un niño es dependiente por naturaleza, debemos educar creando vínculos de apego seguro, tanto en casa como en la escuela. Para que un niño sea solvente, y llegue a la independencia, es importante que los adultos de referencia, padres y maestros, seamos capaces de autorregular nuestras emociones, de enseñar las destrezas necesarias para que aprendan a hacerlo ellos mismos, y mantener siempre esa relación asimétrica entre padres e hijos, maestros y alumnos, que garantizará la armonía.

Después de su ponencia, me convencí más aún si cabe de la importancia de que los progenitores se informen sobre lo que los expertos en educación cuentan en congresos y ponencias reservadas habitualmente a profesionales del sector. Asistir a este tipo de encuentros ayuda muchísimo a comprender las limitaciones del sistema educativo actual, y a apoyar los cambios y las iniciativas innovadoras que tanta falta hacen. Habría sido una pena perderse este congreso, imprescindible tanto para docentes como para padres, una oportunidad única para compartir espacio y dejar de situar a familias y a profesores en bandos diferentes.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/07/28/mamas_papas/1501238010_432618.html

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La escuela innovadora reivindica la tradición

Por : Carina Farreras

  • Dos directores de centros con proyectos pedagógicos singulares reflexionan sobre los cambios en la educación

Pocos rasgos comunes parecen tener las escuelas que dirigen Pilar Ugidos(Miquel Bleach) y Joan Puig (Súnion). No coinciden ni sus etapas educativas (primaria y secundaria/ bachillerato), ni el tipo de alumnado (inmigrante y autóctono), ni la titularidad de los centros (pública y concertada). Sin embargo, sus respectivos directores, que dejaron el cargo el pasado junio después de tres décadas de experiencia en entornos educativos, comparten el mismo discurso: la educación es alentar la autonomía intelectual y humana de los alumnos. “No es extraño”, indica Ugidos, “porque las personas que vivimos con pasión la educación coincidimos en lo
básico”.

Se reúnen en Súnion, a propuesta de La Vanguardia. “La educación, que ahora acapara tanto la atención de la sociedad, no ha cambiado en su esencia”, interviene Puig que habla sobre los jóvenes. “Los adolescentes comienzan a ver el mundo, se hacen preguntas, son muy críticos. A veces, parecen estar de vuelta del mundo (que desconocen), pero si les acompañas, les das confianza, estimulas el sentido de la curiosidad, ves que están abiertos a comprender, y te siguen”.

 Los populismos educativos

Ambos directores han forjado sus carreras en proyectos pedagógicos revolucionarios, transformadores. Pero se muestran reservados respecto a la ola de innovación que recorre las escuelas de Catalunya. En este sentido, advierten sobre el riesgo de los “populismos educativos”.

“Hay que preguntarse, ‘la innovación ¿para qué?’ En sí misma no es un valor absoluto”, indica Puig. “La pedagogía a lo largo de la historia ha realizado muchas aportaciones que no podemos desestimar, desde la explicación magistral brillante hasta el trabajo por proyectos”. Ugidos añade que “el educador debe estar abierto a todas las metodologías y pensar cuál es la adecuada a su propósito, porque lo que importa es el aprendizaje”.

A juicio de estos maestros, que pese a su cargo no han renunciado a dar clases, educar es acceder a la cultura palanca para interpretar la realidad. Y en ese proceso se requieren las disciplinas educativas, las asignaturas clásicas. “Claro que todo está enlazado en la vida –exclama Puig– pero, ¡hombre!, las matemáticas son las matemáticas, la literatura es la literatura”. Y sigue: “Internet nos hace pensar que muchos contenidos se han quedado obsoletos, prescindibles, y con poco significado para los alumnos. En este camino de transformar el cu-
rrículo hay mucho que hacer. Pero hay muchos aspectos que tienen un buen recorrido, un único recorrido. No es la disciplina la que hace perversos algunos contenidos, sino algunos contenidos mal planteados”. Y concluye: “Los niños tienen que ser competentes, por supuesto, pero tiene que haber una base de conocimiento para aplicar la sabiduría, porque si no son ignorantes”.

Revisión continua

La innovación, acuerdan, tiene que ver, en todo caso, con el cuestionamiento continuo sobre la práctica educativa desde la dirección y el claustro. “La construcción de materiales, la realización de actividades concretas, la formación del profesorado, la creación de una estructura organizativa (calendarios, reuniones), hasta el espacio, todo eso debe estar vinculado a los objetivos finales”, indica Ugidos.

Puig asiente en que no se puede caer en la autocomplacencia. “Un profesor no puede estar quieto, está obligado a cuestionarse. Si hace tres años que imparte la clase igual, con los mismos materiales, ¿está bien? No, hay que revisar nuestra actuación. De forma individual y colectiva. Si perdemos la capacidad de interrogarnos permanentemente, fallamos”, señala.

Al servicio de un proyecto

La diferencia con la escuela concertada, según explica la directora del centro público, es que se admite que hay una línea pedagógica. Toda la comunidad (las familias, el equipo, los alumnos) la comparten. “En una pública un director no es nada más que un compañero que está en dirección al que le toca desempeñar temas de gestión y organización. Y te tocan unos alumnos, familias heterogéneas. Si quieres transformar, tienes que convencer, seducir, implicar al claustro primero y a las familias después”. Al llegar a Miquel Bleach, hace siete años, se encontró con un personal desmotivado por el difícil reto que suponía el alumnado (98% inmigrante, sin dominar la lengua, con cargas emocionales pesadas al vivir en contextos desfavorecidos). “La vivencia de los maestros en muchos centros de alta complejidad, que son como guetos, es: ¿qué culpa tengo yo de encontrarme con estos niños si yo he estudiado para dar clases?”. Al mito de la homogeneidad del aula (una fantasía común) se unían las quejas hacia la administración, la dejadez de las familias, la falta de esfuerzo de los alumnos… “Pero logramos el cambio colocando al alumno en el centro de todas las decisiones. Los niños pasaron de ser meros receptores pasivos a narradores del relato de su aprendizaje, dirigiéndose a sus propias familias, a las que también implicamos. Entendieron por qué estudiaban, ampliaron competencias comunicativas, y el arte, nuestro eje vertebrador, les aportó perspectivas fundamentales para comprender el mundo, como la creatividad o la crítica”.

“Nosotros –continúa Puig– planteamos desde el inicio la necesidad de que los alumnos tuvieran un espacio amplio y de bienestar para que se autoconstruyeran, con poca presencia de los adultos, pero con responsabilidad”. El espacio, el horario (variable cada semana en función de las actividades) y la asistencia fueron los elementos que definieron la fundación de Súnion. “Hemos recuperado la libertad de asistencia a clase que inicialmente había y que retiramos un tiempo después porque nos pareció que la sociedad no iba por ahí. Los chicos de 2.º de bachillerato, con 18 años, ¿tienen que cumplir con esta obligación cuando estrenan su libertad en otros ámbitos? La asistencia, por mucho que crean algunas universidades que la exigen para su evaluación, no es un valor en sí mismo. El valor es el aprendizaje y eso es lo que nosotros creemos que hay que evaluar. Y funciona. Sólo hay que procurar que los alumnos hagan un buen uso de esa libertad, que no se excedan. El acompañamiento en este proceso es parte de nuestra función”.

El papel del maestro

“Los profesores son la clave del proyecto, si creen en él, lo aplican cada uno con su capacidad, su temperamento y creatividad. Deben mantener una buena relación con el alumno”, reitera Ugidos. Para el director de Súnion, los docentes son educadores. “Yo no entiendo que haya unos profesores especialistas y luego unos tutores que entran en la vida privada de los alumnos. No, todos tenemos que conocer a los alumnos y luego ser profesores de matemáticas o de lo que sea”.

Ambas organizaciones reflejan en las aulas lo que sucede en el claustro, donde también hay una diversidad. “No todo el mundo es perfecto y tenemos el deber de ayudarnos unos a otros. Hay profesores que tiran más que otros, pero todos participamos y hay que asegurar un buen ambiente de personal”, considera el director de la escuela de secundaria.

Formación

“Soy muy crítica sobre la formación que se hace a los profesores por su inutilidad –explica la directora de primaria–. Nosotros determinábamos el tipo de formación preguntando a los maestros. Primero formarnos en arte, luego en trabajo por proyectos, en trabajo en equipo, en gestión emocional… Pero no queríamos expertos para llenar vasos vacíos, sino expertos que entraran en el aula, y dieran un feedback personal”. Puig cree en la responsabilidad como docente. “Hay una parte tuya, de querer actualizar conocimientos, profundizar en tus inquietudes. Y otra parte es de la escuela, que debe organizar la formación de forma eficiente”.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20170803/43291766828/escuela-innovadora-reivindica-tradicion.html

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Entrevista a Vicky Colbert: “Apoyar la educación rural dará convivencia pacífica”

16 Julio 2017/Fuente: compartirpalabramaestra/Autor: Palabra Maestra

Una reflexión sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad de Colombia.

Bogotá celebró el 3º Congreso Internacional de Escuelas Nuevas que contribuyó a la discusión global sobre la calidad de la educación y la importancia de implementar modelos educativos innovadores y flexibles. La líder de la Fundación Escuela Nueva, organizadora del evento, reflexiona sobre el rol de los docentes y la educación rural en la actualidad del país.

‘Construyendo Redes y Transformando la Educación’ fue el eje central de este encuentro académico buscó consolidar alianzas e iniciativas que propendan por el mejoramiento de la vida de los más vulnerables a través de una educación de calidad, centrada en quien aprende y que promueva un aprendizaje activo, cooperativo y personalizado.

Desde la década del 70, la Fundación Escuela Nueva ha trabajado por reinventar continuamente la educación rural en Colombia. Sus aportes a la política educativa del país la han convertido en un referente nacional e internacional a la hora de hablar de métodos de enseñanza y aprendizaje en el campo, y en un modelo que ha sido galardonado por la Unesco en 2003 y por la revista suiza The Global Journey, por destacarse como una de las 100 mejores organizaciones del mundo.

Ante la actual coyuntura nacional, su fundadora, Vicky Colbert, considera que hoy más que nunca Colombia debe volver su mirada a la ruralidad para recoger lo andado y capitalizar lo aprendido. Pero además para fortalecer la calidad educativa que configure a la escuela como un espacio más democrático, abierto a la reconciliación y a la construcción de paz.

¿Cómo ve la educación rural de Colombia en la actualidad?

En Colombia se han hecho esfuerzos muy grandes por universalizar la primaria en el campo y creo que ahí hemos tenido un logro muy importante en los últimos años. Ahora el reto nuestro es poder llegar más a los jóvenes, pero especialmente con un énfasis de calidad. Tristemente ahora en América Latina el 50% de los niños en cuarto grado no entienden lo que leen. Entonces hay que fortalecer todas estas habilidades básicas. Pero también porque volver al campo es algo fundamental para la construcción de paz.

¿Por qué?

Porque es precisamente en la ruralidad donde se vuelve a dar la inequidad. Pero, además, porque la necesidad es la madre de la innovación y del campo vienen las experiencias más innovadoras. En los márgenes de las sociedades se generan las innovaciones más importantes de un país. Si seguimos apoyando al campo y a la educación en las zonas rurales, vamos a poder tener un gran impacto en convivencia pacífica, que es lo más importante.

¿Y en qué sentido se debe dar esa innovación, ese cambio?

Hay que seguir construyendo sobre lo construido porque ya ha habido evidencias y soluciones probadas en Colombia. Hay que comenzar a trabajar con las normales que es de donde salen los maestros para el campo y luego es fundamental escucharlos y no dejarlos solos. Hay que involucrar a la sociedad civil como parte fundamental en el trabajo con el Estado y entender que el concepto de espacio y tiempo para aprender ha cambiado y no es solo la escuela.

Aquí tenemos escuelas rurales que, a pesar de ser de bajos recursos económicos, tienen mejor calidad en muchas dimensiones porque tienen ambientes de aprendizaje muy ricos, y eso hace que un estudiante se quiera quedar en la escuela.  Podemos lograr una innovación en la educación rural en Colombia si cambiamos los paradigmas pedagógicos y nos convencemos que más de lo mismo no es suficiente.

¿Cuál es el rol del docente en esta transformación de la escuela rural?

Que no sea transmisor de información porque un joven o un niño hoy entra a Google y obtiene más información y más rápido que la que le puede dar el maestro. El rol del docente es otro. Es tener más tiempo para conocer a sus alumnos, quererlos más, conocer sus estilos de aprendizaje, retroalimentar en el proceso. El nuevo rol del docente del siglo XXI es ser un acompañante, un facilitador, un catalizador.

Ustedes lograron llegar a más de 25 mil escuelas en los 90. ¿Cómo está Escuela Nueva en la actualidad?

Luego de la descentralización que hubo en el país en los años 90 la gente se empezó a concentrar más en lo administrativo y se olvidó de lo pedagógico. Muchos docentes de trasladaron a otros lugares, los nuevos no fueron capacitados, llegó mucho material a escuelas donde no había personas capacitadas, entonces todo se comenzó a descuadernar.

Fuimos política nacional, luego esto comenzó a decaer y en este momento estamos hablando de nuevo hablando con los nuevos gobernadores. Actualmente estamos haciendo un trabajo enorme con el Ministerio de Educación Nacional llegando a más de 4.500 docentes, pero no es suficiente.

Puntualmente, ¿cuáles son esas estrategias que Escuela Nueva propone para mejorar la convivencia en la escuela?

Hay estrategias e instrumentos muy concretos que tienen metodologías de aprendizaje activo y muy participativo. Por ejemplo, a través de los gobiernos de los niños donde los estudiantes aprenden a elegir y ser elegidos, a conformar comités, a incentivar el autogobierno. Ahí es donde se terminan tocando las destrezas del siglo XXI, que son las que promueven lo que un computador no puede hacer: aprender a aprender, liderar procesos, tomar iniciativas, pero especialmente aprender a trabajar en equipo y con respeto.

Cuando un niño tiene elementos concretos para aprender, ellos mismos son los primeros en manejar y controlar los comportamientos a veces no deseables de otros niños. Los mismos niños comienzan a tener instrumentos de auto regulación, de comportamientos democráticos y de convivencia pacífica.

¿Y para fortalecer la calidad?

Eso es fundamental porque los docentes no tienen tiempo para planear todos los días clases maravillosas. Entonces diseñamos un instrumento que se llama ‘Guía de aprendizaje’ que es el híbrido entre un texto y un cuaderno de actividades en donde le presentamos a los docentes algunas propuestas de lecciones donde aterriza el currículo nacional a las actividades en la escuela.

Eso sí, teniendo en cuenta que no todos tienen el mismo ritmo de aprendizaje y que se requiere fomentar el aprendizaje colaborativo, el diálogo, el trabajo de pares. Teniendo en cuenta que el otro piensa distinto y no lo voy a matar por eso. Ese es un concepto de pedagogía que dijo John Dewey hace cien años y es lo que hay que poner en práctica. Los conocimientos los tenemos, pero hay que ponerlos en la práctica y apoyar a los docentes para que lo puedan hacer.

Fuente de la entrevista: https://compartirpalabramaestra.org/noticias/entrevista-apoyar-la-educacion-rural-dara-convivencia-pacifica-vicky-colbert

Fuente de la imagen:

https://compartirpalabramaestra.org/sites/default/files/styles/articulos/public/field/image/entrevista-apoyar-la-educacion-rural-dara-convivencia-pacifica-vicky-colbert.jgp

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OMPI: «La innovación alimenta al mundo»

24/06/2017.  Fuente: actualidad.rt.com

La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) presenta su informe internacional anual, que en 2017 revela algunas sorpresas.

Cada año la Universidad Cornell, la escuela de negocios INSEAD y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), elaboran el Índice Mundial de Innovación, que analiza varios indicadores para medir el nivel de innovación en 127 países y economías de todo el planeta.

Entre esos indicadores que se examinan en cada país están el entorno normativo (que puede ser más o menos propicio para la innovación), la educación, las infraestructuras y el grado de desarrollo del tejido empresarial local. Tal como señalan los autores del informe, todos los países tienen potencial para innovar, y lo importante es crear las condiciones óptimas y apostar decididamente por desarrollarlo.

Flickr/ World Intellectual Property Organization

«La innovación es el motor del crecimiento económico en una economía global cada vez más basada en el conocimiento, pero se necesita más inversión para ayudar a impulsar la creatividad humana y la producción económica», dijo el director general de la OMPI, Francis Gurry, que también destacó que «la innovación puede ayudar a transformar el ascenso económico actual en crecimiento a más largo plazo«.

Esta es la lista de los países más innovadores en 2017:

1. Suiza

2. Suecia

3. Países Bajos

4. Estados Unidos

5. Reino Unido

6. Dinamarca

7. Singapur

8. Finlandia

9. Alemania

10. Irlanda

Los líderes de cada región

El informe detalla además qué país lidera cada zona del mundo en la región a la que pertenece. Así, encontramos que en Norteamérica, Estados Unidos está por delante de Canadá.

En la zona del Africa subsahariana, Sudáfrica encabeza la lista de líderes, seguida de Mauricio y Kenia.

Chile es el país más innovador de la región de Latinoamérica y el Caribe, por delante de Costa Rica y México, que ocupan los siguientes puestos.

Flickr/ World Intellectual Property Organization

En la región de Asia Central y Meridional, Israel, Chipre y los Emiratos Árabes son, por ese orden, los países más innovadores.

Singapur es el país más innovador de toda la región de Asia Sudoriental, Asia Oriental y Oceanía, en la que también destaca la República de Corea. Japón, país tradicionalmente puntero en el ámbito de las tecnologías, ocupa este año un discreto tercer lugar en su región, aunque en la lista mundial ocupa el número 14.

¿Cuáles son los 5 países más innovadores de América Latina?

En cuanto a Asia Central y meridional, la India ocupa el primer puesto, seguida por Irán y por Kazajstán.

Por último, los líderes de la innovación en Europa son Suiza, Suecia y los Países Bajos, que son también los tres primeros países de la lista a nivel mundial.

Tal como apuntan la OMPI en su comunicado al respecto, «las principales conclusiones apuntan a que la India está pasando a ser un nuevo polo de innovación en Asia, a los buenos resultados en materia de innovación para el desarrollo en África Subsahariana, y a que existen oportunidades de mejorar la capacidad de innovación en América Latina y el Caribe».

Innovación y alimentación

El tema del Índice Mundial de Innovación 2017 es ‘La innovación alimenta al mundo’, y está centrado en las innovaciones en la agricultura y los sistemas alimentarios. La OMPI advierte que «En los próximos decenios, el sector agrícola y alimentario deberá hacer frente a un auge enorme de la demanda mundial y a una competencia creciente en relación con los limitados recursos naturales. Además, tendrá que adaptarse al cambio climático y contribuir a mitigarlo. La innovación es fundamental para apoyar el crecimiento de la productividad que se exige para responder a esa demanda creciente y contribuir a perfeccionar las redes que integran la producción, el procesamiento, la distribución, el consumo y la gestión de deshechos sostenibles en la alimentación, es decir, los sistemas alimentarios».

Por su parte, uno de los ponentes en la presentación del informe, Barry Jaruzelski, director de la consultoría ‘Strategy&’, quiso llamar la atención sobre una circunstancia amenazante que podría plantear problemas en un futuro no muy lejano: «Se estima que hacia 2050, la tierra tendrá 9.700 millones de habitantes. Eso plantea un complejo desafío al sector mundial de la agricultura. Se reúnen todos los factores para que se produzca una crisis alimentaria mundial si los encargados de la formulación de políticas y otras partes interesadas no introducen las innovaciones agrícolas necesarias para impulsar la productividad de forma considerable».

Fuente noticia: https://actualidad.rt.com/actualidad/242297-paises-mas-innovadores-mundo

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Argentina: Nuevos enfoques pedagógicos mediados por la tecnología

Argentina/19 de Junio de 2017/

El segundo evento del ciclo, se llevará a cabo el lunes 26 de junio de 18:30 a 20:30hs en el Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551, Ciudad de Buenos Aires, y está dirigido a docentes de los distintos niveles. Es de carácter libre y gratuito, con previa inscripción. El mismo abordará la temática “Nuevos enfoques pedagógicos mediados por tecnología”.

En el encuentro se presentará y debatirá acerca de estrategias efectivas para integrar la tecnología a la planificación docente aún en contextos institucionales donde no llega la conectividad.

El objetivo de este nueva edición es que los docentes puedan conocer los nuevos enfoques pedagógicos mediados por la tecnología que han demostrado resultados exitosos dentro de la comunidad educativa internacional.

La anfitriona de la charla será la doctora Denise Abulafia, fundadora de Educatina, una compañía de innovación tecnológica educativa que ha desarrollado programas de innovación tecnológica en todo el país y espacios de aprendizaje para alumnos en la web que convocan a más de 5 millones de alumnos todos los meses.

El evento contará con la participación especial de Santiago Andrés, director general de tecnología educativa de la ciudad de Buenos Aires. Con una trayectoria de más de 7 años en el Ministerio de Educación, participó del desarrollo herramientas informáticas que posibilitaron la digitalización de procesos, de implementación de TIC en el sistema educativo y de la creación de programas para la formación en nuevas tecnologías.

Este es el segundo evento del ciclo “Educación e Innovación” organizado por Educatina, que busca mediante encuentros, oradores de primer nivel, y facilitadores, promover el debate e intercambio acerca de la implementación de nuevas tecnologías aplicadas a la educación, roles y oportunidades para chicos, jóvenes y docentes.

Para incripciones aquí y para mayor información: contacto@educatina.com

Fuente: https://portinos.com/38365/nuevos-enfoques-pedagogicos-mediados-por-la-tecnologia

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Innovación no implica transformación

Fernando Hernández

Comenzar a cambiar un centro supone cambiar algunas dinámicas internas, hacer crecer la comunicación entre quienes lo forman.

En Cataluña se está viviendo un tiempo de especial interés por la educación escolar. Los medios de comunicación se hacen eco, de una manera frecuente, de iniciativas y debates en torno a las propuestas que realizan diferentes redes que promueven y vehiculan iniciativas que inciden en la vida de los centros. Palabras como ‘revolución educativa’, ‘escuelas avanzadas’ o ‘escuelas innovadores’ circulan por la vida diaria y están presentes en conversaciones y en las redes sociales. Analizar este fenómeno podría ser un buen tema para esta colaboración. Pero he preferido enunciarlo como telón de fondo de las historias que voy a seguir compartiendo.

Uno de los efectos de esta ‘efervescencia’ social  de lo educativo es que escuelas e institutos se plantean cómo poner en marcha iniciativas -que las familias reclaman en muchos casos- para formar parte de estas redes y no quedar al margen. El equipo directivo de una de estas escuelas, que está en una ciudad cercana a Barcelona,  donde el  gobierno municipal tiene especial interés en que sus escuelas sean consideradas como ‘innovadoras’, contactó conmigo a principios de septiembre.

Antes de decidir si voy a colaborar con el proceso de un centro, prefiero visitarlo y conversar con quienes promueven y parecen liderar lo que se presenta como un posible interés por introducir o aglutinar procesos de mejora en la vida de la escuela. En este caso, me encontré con la directora y la coordinadora pedagógica. Conversamos largo y tendido. Escuché sus afanes y desvelos por aglutinar un proyecto educativo en el que la globalización de los aprendizajes fuera su eje conductor. Hablamos de la historia del centro, de los docentes y su vinculación con la propuesta que planteaban. También conversamos sobre las familias y sus expectativas. Después paseamos por un centro que comenzaba a despertarse del letargo de las vacaciones. Fui recorriendo los pasillos vacíos. Entré en las aulas, donde las maestras comenzaban a ordenar el material y el escenario para el nuevo curso. Quedamos para un primer encuentro con todos los docentes en la primera semana de octubre. Les sugerí que podían comenzar el curso con sus alumnos, si querían facilitar un sentido relacional del aprender, con  tres posibles propuestas: que trajeran una imagen que reflejara una experiencia significativa de las vacaciones, que llevaran una noticia de un hecho que hubiera llamado su atención y que pensaran en lo que podían aprender este curso.

Cuando llegué estaba todo el grupo. Me pareció una buena señal. Les pedí que anotaran una pregunta que reflejara sus expectativas para este primer encuentro. Las ordené e hice un primer balance. Sus aportaciones giraron en torno a cómo hacer proyectos, cómo activar un proceso de cambio y otro grupo manifestó que no tenía preguntas.  Después les sugerí que podíamos comenzar  a compartir lo que había sucedido con las propuestas que les había hecho para iniciar el curso. Algunos comentaron lo que habían traído los niños, cómo lo habían recogido y, sobre todo, su sorpresa ante lo que planteaban como cuestiones para aprender durante el curso. Yo iba haciendo aportaciones, señalando puntos de interés y reflexionado sobre cómo se habían apropiado de las propuestas que  les hice. Les indiqué que este era un camino para comenzar a hacer el curriculum del curso con los niños y las niñas. Que así tenían un punto de partida desde el cual ir estableciendo relaciones. Terminamos y nos despedimos hasta un nuevo encuentro.

Al regresar en el tren hacia Barcelona, comencé a pensar en la sensación que me había dejado esta primera sesión.  Mi  intuición era que comenzar el acompañamiento pidiéndoles que compartieran la vida del aula quizá no había sido lo más oportuno. Que había sido prematuro. Por eso la mayor parte se mantuvo en silencio. Había percibido formas de dialogar con las aportaciones de los alumnos que mostraban ideas pedagógicas que parecían alejadas del enfoque globalizador que buscaban (significara lo que significara esta idea). También intuí, que para algunas maestras, mis observaciones más que facilitar la reflexión les ponía en una posición incómoda. En definitiva: comenzar por compartir la vida del aula y la relación con los niños en un grupo que no está habituado a hacerlo desvelaba que faltaba mucha conversación entre los maestros. Que no podían comenzar por la globalización si no tenían un proyecto de vida de centro en el que esta opción tuviera un sentido y  respondiera a una propuesta sobre la escuela que querían construir. Pensé que esto tenía que ver con la diferencia entre innovación y transformación. Que era necesario aclararla y compartirla con ellos. Para que decidieran hacia donde encaminarse. Para que pudieran comenzar a pensar la escuela que sueñan y que pueden construir con las familias y los niños. De esto hablaríamos en el  siguiente encuentro.

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/21/innovacion-no-implica-transformacion/

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