La educación en ciencias

 Por: Moisés Wasserman.

La afirmación de que vivimos en la sociedad del conocimiento ya es un lugar común. La riqueza de las naciones depende de su capacidad para producir conocimiento, tecnologías e innovación. El conocimiento engrandece la cultura, mejora la salud, multiplica las posibilidades de desarrollo personal y permite a las personas entender mejor a sus congéneres y el universo. Por tanto, la educación en ciencias debe ser una buena estrategia de desarrollo. Pero no se trata solo de educar científicos (eso, más o menos, sabemos cómo hacerlo), sino de educar a todo el mundo para que sea capaz de entender recomendaciones y usarlas para decidir entre dilemas que le toque enfrentar.

Tanto para el caso del científico profesional como el del ciudadano que quisiéramos que no fuera un ‘analfabeta científico’, enfrentamos un problema importante: la expansión inmensa y acelerada del conocimiento. Nadie es capaz de dominar hoy más que un campo relativamente estrecho. Los idiomas propios de la ciencia se han venido especializando en tal medida que se han vuelto ininteligibles para el no iniciado.

La formalización extrema del lenguaje no es una pedantería académica. La ciencia requiere un lenguaje preciso que no permita ambigüedades. Las matemáticas que describen el mundo cuántico son entendidas por físicos y químicos en todo el mundo y de todas las culturas, el significado de las secuencias de ADN es entendido por biólogos y bioquímicos, pero nada de eso por quien carece de una prolongada formación en el tema. Los conceptos de los expertos parecen cada vez más oscuros a quien toma decisiones políticas, y la confianza en los otros no es un bien que abunde.

La solución obvia sería mejorar la educación escolar. Sin embargo, eso tampoco es sencillo. Hasta científicos con posgrados fallan en campos que no son los suyos. 
Conozco matemáticos que tienen un cactus al lado del computador para “absorber” las ondas electromagnéticas (cuyas ecuaciones deben conocer bien), ingenieros que creen en la energía de cuarzos y perfumes, y biólogos que defienden “la memoria del agua” en las drogas homeopáticas. La alfabetización científica general es una necesidad, incluso para los profesionales en ciencias.

La difusión científica para jóvenes debería jugar en eso un papel fundamental y es en verdad una buena iniciativa. Sin embargo, sus logros están muchas veces por debajo de las expectativas. Nuestro programa Ondas, por ejemplo, es hermoso y emociona, pero un estudio de Fedesarrollo en el 2017 señaló que tiene un bajo impacto en la calidad de la educación en matemáticas y ciencia, que no ha disminuido sustancialmente la deserción estudiantil ni ha aumentado significativamente las vocaciones científicas. Si la difusión no es cuidadosa, puede generar efectos extraños. 
En uno de nuestros museos, después de una explicación entusiasta sobre meteoritos en la cual los niños pudieron observar y tocar uno de verdad, salieron entusiasmados comentando el hecho (mencionado tangencialmente por el guía) de que había caído un Viernes Santo. Temo que terminen recordando solamente que el Viernes Santo caen meteoritos.

Pienso que la mejor forma de enseñar ‘ciencia para el ciudadano’ es desde el colegio, y por medio de su historia. Hay que reproducir con los estudiantes las discusiones que se dieron durante el desarrollo de los grandes hitos, y estudiar con ellos los experimentos que las resolvieron. Si el estudiante entiende esas discusiones del pasado, entenderá que a veces se den contradicciones, y habrá podido desarrollar una lógica que le permita decidir entre dos opciones cuál es la de mayor peso. Una educación que permita entender cómo crece el conocimiento será siempre más exitosa que la que presente hechos terminados.

Fuente del artículo: https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/la-educacion-en-ciencias-columna-de-moises-wasserman-345958

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Conferencia: Panorama de la investigación en Educación en Ciencias en Brasil (Video)

Brasil / 26 de noviembre de 2017 / Autor: Universidad Pedagógica Nacional / Fuente: Youtube

Noviembre 20 de 2017

Panorama de la investigación en Educación en Ciencias en Brasil: Una mirada con base en la producción académica en la enseñanza de la biología

Conferencista: Paulo Marcelo Marini Teixeira.

Lugar: Centro cultural Gabriel Betancourt

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ceFDD9_g47c

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“Promover la educación en ciencias en Uruguay es fundamental para el futuro”

América del sur/Uruguay/14 Octubre 2017/Fuente: República

Tras el saludo del presidente Tabaré Vázquez, la directora del Área de Educación en Ciencias del Instituto Weizmann de Israel, Liat Ben David, expuso sobre el rol e importancia de estas disciplinas para el desarrollo de los países, en una conferencia magistral realizada este lunes 9. La anfitriona del foro, la ministra de Industria, Carolina Cosse, valoró de modo positivo para Uruguay el intercambio con ese centro de estudios.
En el marco de su visita a Uruguay, Ben David brindó la conferencia magistral “Science education – the powerhouse of a better future for all” (“Educación en ciencias – el motor de nuestro futuro”), en la cual participaron Cosse y autoridades de la Educación.

Cosse informó que el Instituto Weizmann promueve la educación en ciencias a nivel nacional en Israel, trabajando de manera muy cercana con los docentes de ese país. En ese sentido, la visita de Ben David a Uruguay es propicia para el intercambio de experiencias y para explorar la posibilidad de construir espacios conjuntos de trabajo con el fin de abatir el miedo a las ciencias entre los estudiantes, explicó.

La ministra de Industria, Energía y Minería hizo hincapié en el cambio de la forma de producir que viene experimentando el mundo, fenómeno al cual Uruguay no está ajeno. “Las cinco marcas más valiosas en el mundo en 2006 eran del mundo físico y las cinco marcas más valiosas en 2016 son de la industria de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), esto marca cómo ha cambiado la forma de producir en el mundo”, ejemplificó.

Resaltó que es vital tomar las medidas necesarias para acompañar esta evolución, ya que el cambio drástico de las técnicas de producción hace que las habilidades que se necesitan ya no sean las mismas, y esto, a su vez, hace que la educación en ciencias sea fundamental, no solo para generar conocimiento sino para generar bienestar social.

“El Ministerio de Industria acerca y articula la educación a la industria, al sector privado y a las empresas públicas, y se ocupa de transmitirle a los educadores cuáles son nuestras preocupaciones para construir la industria del futuro, sin la cual será muy difícil que Uruguay tenga un rol real en el mundo productivo”, precisó.

La visitante lleva más de 25 años de experiencia en educación de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), incluyendo el establecimiento de centros de conocimiento y aprendizaje, desarrollo e implementación de planes de estudios, desarrollo de liderazgo, tanto en Israel como en Estados Unidos.

El Instituto Weizmann se dedica a la ciencia básica, a entender los mecanismos básicos de la naturaleza y el universo.

Su lema es “la ciencia para el beneficio de la humanidad”. Comprende cinco facultades: matemáticas con ciencias de la computación, física, química, biología y bioquímica. Entre sus logros, se destaca que de las 25 medicinas más vendidas en el mundo siete fueron desarrolladas por este Instituto.

La experta israelí permanecerá durante cuatro días en Uruguay y realizará visitas a diversos centros educativos. Cuenta con el auspicio del Ministerio de Industria, Energía y Minería y de la Embajada de Israel.

Fuente: http://www.republica.com.uy/educacion-ciencias/

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Argentina: El desafío de enseñar ciencia en la escuela

Argentina/25 de agosto de 2016/internacional.elpais.com/Por: Federico Rivas Molina

Convocados por la Fundación Santillana, expertos en educación debatieron en Argentina cómo promover el pensamiento científico en niños de entre los 3 y los 8 años

El director de Educación de Fundación Santillana, Mariano Jabonero, abre el Foro Latinoamericano de Educación.

Un grupo de niños de cuatro años descubre que las botellas emiten diferentes sonidos cuando se les agrega agua. Otros niños apoyan las orejas en el suelo y celebran que escuchan “los golpes” que dan en los pupitres sus vecinos de la sala roja. Las experiencias formaron parte de la disertación que dio la bióloga y doctora en Educación Melina Furman, autora de Educar mentes curiosas: la formación del pensamiento científico y tecnológico en la infancia”. Su texto fue el documento básico de discusión en el XI Foro Latinoamericano de Educación, organizado en Buenos Aires por la Fundación Santillana y el patrocinio de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). A sala llena, Furman y otros panelistas invitados discutieron sobre la necesidad de ordenar y sistematizar la curiosidad desde los primeros años de escolarización, para permitir así que el pensamiento protocientífico que caracteriza a los niños de entre 3 y 8 años no se pierda en el futuro.

El Foro se enmarcó este año en el contexto más general de lo que se llama Educación en Ciencias, Ingeniería y Matemática (o STEM, por sus siglas en inglés). STEM es “un paradigma que pone el acento en la necesidad de formación troncal de niños jóvenes en un mundo cada vez más permeado por la ciencia, la tecnología y sus posibilidades de transformación”, escribió Furman en su libro. “El paradigma STEM destaca la importancia de articular los saberes en ciencias, tecnologías y matemática con una mirada’ingenieril’ sobre el mundo, que parta de la identificación de problemas y la búsqueda de soluciones creativas”, agregó.“Los niños tienen pensamiento científico desde muy chiquitos, pero sin una enseñanza deliberada ese pensamiento llega hasta los 9 o 10 años y se detiene. A los 11 años se tiene el mismo comportamiento de los adultos”, dijo Furman al presentar su trabajo. “Todo evoluciona hasta un techo y luego los experimentos tienen un sesgo de confirmación. Es ahí donde aparece la necesidad de una enseñanza que potencie la curiosidad y la enfoque hacia modos de entender el mundo de maneras cada vez más rigurosos. Hay que empezar temprano”, advirtió. El momento no podría ser más propicio para este nuevo enfoque, porque estamos en “un tiempo maravilloso de oportunidades, con acceso cada vez más fácil a dispositivos de bajo costo y amigables”.

La doctora Melina Furman  FUNDACIÓN SANTILLANA

El aula se convierte entonces en escenario de este nuevo paradigma. Los Estados han atendido esta demanda de diferentes maneras, pero sin demasiado éxito, al menos hasta ahora. El reparto gratuito de dispositivos tecnológico ha sido la base de las estrategias educativas de países como Argentina y Uruguay para promover la enseñanza científica. Pero el Foro ha puesto en evidencia que entregar una computadora no alcanza si no hay detrás una estrategia pedagógica más amplia. La panelista María Dibarboure, del Consejo de Educación de Uruguay, resaltó la cobertura del plan Ceibal, mediante el cual el Estado entregó una computadora por cada niño que asiste a la escuela. Lamentó, sin embargo, que ello no ha alcanzado para mejorar los resultados de los alumnos uruguayos en evaluaciones internacionales como PISA.

Furman planteó por ello la necesidad de ir más allá. “Sabemos muy bien qué tipo de didáctica fomenta el pensamiento científico”, explicó, pero “hay una epidemia de elementitis, que es enseñar todo por partes sin tener en cuenta el todo, y desobreitis, que es aprender sobre la cosa pero sin la experiencia sobra la cosa. Falta que los niños pongan los pies en el fango”, dijo Furman. Para avanzar en el paradigma, la autora propone un modelo de “buenas prácticas” educativas basado en tres ejes: la contextualización del aprendizaje, la participación en prácticas auténticas de indagación y diseño y, por último, ofrecer espacios de intercambio y reflexión para hacer visible al pensamiento del niño. Aplicar ese modelo ha sido el desafío planteado por Furman para el futuro.

El Foro de la Fundación Santillana es un espacio para reflexionar y debatir respecto de la situación actual del sistema educativo, las políticas y los desafíos pedagógicos que en él se plantean. Cada año participan importantes especialistas, autoridades y referentes de la educación, la ciencia y la tecnología a nivel nacional, regional e internacional.

Tomado de: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/08/24/argentina/1472043880_662748.html

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