Page 1 of 8
1 2 3 8

PARÍS – UNESCO: aboga por nuevo contrato social con pueblos indígenas

Fuente: ipsnoticias.net


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) abogó por que se establezca un nuevo pacto social con los pueblos indígenas, que respete su cultura y derechos al tiempo que aproveche su aporte para la sostenibilidad de la vida en el planeta.

Cada 9 de agosto se conmemora como Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo “y el tema de este año gira en torno a la elaboración de un nuevo contrato social” con ellos, “fundado en los derechos humanos, el respeto a la diversidad cultural, y que no deje a nadie atrás”, dijo Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.

“Como administradores de la tierra y representantes de una amplia gama de culturas,  tradiciones  y lenguas, los pueblos indígenas poseen una sabiduría impresionante a la cual recurrir, siempre que se les escuche”, expuso Azoulay.

Argumentó que “si bien los pueblos indígenas pueden estar en una posición idónea para guiarnos hacia una mayor sostenibilidad, también son especialmente vulnerables a los desafíos de nuestro mundo cambiante”.

Como ejemplo citó que los grupos minoritarios han sido más vulnerables a las repercusiones de la covid-19 “en particular debido a la desigualdad de acceso a la atención de salud y a la información pública”.

Los pueblos indígenas constituyen 6,2 por ciento de la población mundial, suman más de 476 millones de personas en 90 países y representan 5000 culturas diferentes, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Al menos 40 por ciento de los 7000 idiomas del mundo se encuentran en algún nivel de peligro y se estima que una lengua indígena muere cada dos semanas, por lo que la ONU ha declarado el período 2022-2032 como Década de las Lenguas Indígenas.

“En el contexto de los desafíos mundiales, los pueblos indígenas nos ofrecen soluciones únicas para avanzar. Sin embargo, para que el mundo pueda beneficiarse de su sabiduría, se deben escuchar sus voces”: Audrey Azoulay.

La Unesco propone para el nuevo “contrato” favorecer la transmisión de las lenguas indígenas y destacar la importancia de sus conocimientos para abordar los  problemas ambientales “a través de intercambios creativos en el marco del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030)”.

En ese sentido, los pueblos indígenas deberían tener “una participación efectiva” en foros como la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la propia Unesco, según Azoulay.

El PNUD también destacó el liderazgo de los indígenas en la protección del ambiente y en la lucha contra el cambio climático, como herederos y practicantes de formas de vida únicas, y porque 70 millones de ellos dependen de los bosques para su sustento y muchos más son agricultores, pastores o recolectores.

La agencia afirmó que, según investigaciones, “donde los grupos indígenas tienen el control de la tierra, los bosques y la biodiversidad florecen”.

Por contraste, más de 86 por ciento de los indígenas del mundo trabajan en la economía informal, y tienen casi tres veces más probabilidades de sufrir desnutrición y vivir en la pobreza extrema.

A menudo carecen de protección social y recursos económicos adecuados, y la pandemia ha afectado desproporcionadamente sus vidas, provocando que sufran aún más la pobreza, la enfermedad y la discriminación.

El PNUD mostró que de las personas indígenas empleadas, 47 por ciento no tiene educación formal, la cifra es mayor para las mujeres, más de una de cada tres mujeres indígenas ha sido agredida sexualmente, y también tienen tasas más altas de mortalidad materna, embarazo adolescente y enfermedades de transmisión sexual.

Azoulay dijo que “en el contexto de los desafíos mundiales, los pueblos indígenas nos ofrecen soluciones únicas para avanzar. Sin embargo, para que el mundo pueda beneficiarse de su sabiduría, se deben escuchar sus voces”.

A-E/HM

Fuente de la información e imagen: https://ipsnoticias.net

Comparte este contenido:

Las escuelas clandestinas a un año de la pandemia

Los retrocesos generalizados de escuelas burbujas y metodologías para un regreso escolar seguro, obligan a tomar medidas radicales.

La educación en línea se volvió un recurso invaluable para la continuación de la labor docente alrededor del mundo, hemos publicado extensamente sobre el rol de la enseñanza a distancia en tiempos de pandemia, pero para muchas familias y maestros no ha sido la única opción para proseguir con la formación de niños y jóvenes. Cuando son viables, las escuelas clandestinas han sido alternativas radicales pero útiles, para que los alumnos no solo no pierdan clases sino que sigan ejercitando las habilidades sociales que se desarrollan en un contexto presencial.

Las escuelas clandestinas son espacios creados de manera provisional en casa. Se conforman de grupos pequeños. Familias y maestros organizan contenidos y horarios propios tratando de seguir lo más cercanamente posible el plan que tendría la secretaría de educación de su localidad si tuvieran clases presenciales. También definen el grado académico a impartir de acuerdo a la edad de los alumnos y el año que estarían cursando.

¿Por qué son necesarias?

Desde que inició la pandemia, gobiernos de distintos países han intentado aplicar protocolos que permitan una continuación de la educación presencial. Estas son las escuelas burbuja. Argentina, por ejemplo, implementó este esquema de escuela burbuja desde octubre del año pasado en las instalaciones oficiales y con aprobación del gobierno.

Se impusieron medidas estrictas para llevar a cabo este retorno controlado. Las clases debían de ser de dos horas y en tanda, realizarse al aire libre, los grupos en sesión no debían exceder el máximo de 10 alumnos y la periodicidad debía ser de una vez por semana o quincena, dependiendo de la escuela. Estas iniciativas fueron efectivas por un tiempo, pero su propósito de ser el primer escalón de un regreso general a clases se vio truncado por un rebrote que generó cifras de 304 casos de COVID-19.

Inglaterra, por otro lado, está por suspender las escuelas burbuja por completo debido a un repunte de diagnósticos positivos de COVID-19. The Guardian reportó que estas instancias de educación aisladas brindaban servicio a 640 mil alumnos. Pareciera que los esfuerzos de reabrir las escuelas, aún con capacidad limitada y medidas de seguridad, funciona por períodos breves, pero se vuelve insostenible apenas la población general se encuentra cerca de un rebrote. Sin vías a una solución definitiva con respecto a la viabilidad de la educación presencial, padres de familia y maestros se ven orillados a generar nodos didácticos independientes que son las escuelas clandestinas.

¿Por qué no son sustituto de la educación formal?

Por la naturaleza independiente de las escuelas clandestinas, ha sido difícil establecer una política uniforme con respecto a estos esfuerzos comunitarios. Considerando que son familias y personal docente quienes están a cargo, no suelen contar con registro en las dependencias de educación de su región, como es el caso de México, donde las clases siguen sin reanudarse y algunas escuelas preescolares han tenido que registrarse como instancias infantiles para poder regresar de manera no oficial, los demás niveles de educación básica y media siguen suspendidos.

Sin validación reglamentaria, estas instancias educativas si bien son opción para crear una ilusión de normalidad y sí generan aprendizajes, no producen grados académicos. Sin embargo, la razón principal por la que persisten podría no ser su capacidad de impartir enseñanza académica sino, como se mencionó anteriormente, habilitar a los niños a ejercitar la socialización.

De acuerdo a expertos en psicología, no se puede subestimar el valor de las habilidades sociales dentro de la experiencia escolar. Sostienen que son enseñanzas tan importantes como las académicas y que los niños necesitan para aprender a convivir, compartir con otros, comunicarse asertivamente, ejercer la tolerancia, la empatía y otras facultades fundamentales para su desarrollo psicológico y gestión de su salud mental.

Es así como se desenvuelve el dilema más complicado que enmarca la situación actual con respecto a la educación, porque si bien las escuelas clandestinas no son sustituto de la educación formal, la educación en línea tampoco es sustituto para la educación presencial en términos de socialización y medio para procurar el contacto y actividades que los niños necesitan para una formación completa.

Durante el tiempo en que nos vayamos acercando a una oportunidad real para un regreso a clases seguro, las escuelas clandestinas van a seguir surgiendo en las esferas sociales que sean capaces de sostenerlas, especialmente en tiempos de rebrotes que obligan a los recintos oficiales a cerrar sus puertas.

¿Cuál es tu opinión acerca de las escuelas clandestinas? ¿Piensas que dada la situación actual de la oferta educativa son necesarias? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/escuelas-clandestinas
Comparte este contenido:

Evaluar en un contexto de aprendizaje diferente

Por: Juana M. Sancho

En estos tiempos de pandemia, en los que el alumnado está aprendiendo de forma diferente en contextos diferentes, resulta más pertinente si cabe promover un sistema de evaluación del aprendizaje con la plena participación del alumnado. Y que permita al profesorado conocerlo mejor, descubrir facetas desconocidas y calibrar de forma más conveniente cómo plantear el próximo curso.

No me cansaré de repetir, una vez más, con D. C. Phillips, que el aprendizaje es contextual, involucra a personas reales que viven en contextos sociales reales y complejos de los que no se pueden abstraer de manera significativa. Por difícil que parezca para algunos investigadores, responsables de políticas educativas y educadores -quizás porque nos pasa como a los peces que si estudiasen su medio ambiente lo último que descubrirían sería el agua, los aprendices están contextualizados. Pertenecen a un género, tienen una orientación sexual, un nivel socioeconómico, son parte de una etnia, de una cultura de origen; tienen intereses -y cosas que les aburren; pueden o no haber desayunado; y viven en barrios con o sin frecuente violencia, les atraen (o se enfrentan con) la personalidad de sus docentes, etc. Pero, sobre todo, no solo aprendemos en la escuela, el instituto o la Universidad, si no, ¿cómo podríamos explicar los desarrollos humanos hasta la aparición de estas instituciones? Aprendemos en cada uno de los momentos de nuestra vida, desde que nos conciben hasta que desaparecemos. Y la mayoría de nuestros aprendizajes son subliminales (Mlodinow), suceden sin que seamos conscientes de ellos. Y, poco a poco, van modelando nuestra forma de ver el mundo, nuestros marcos de pensamientos y emociones, nuestros estereotipos, prejuicios y nuestra apertura o cerrazón a otras formas de explicarnos, entender y acercarnos al mundo.

La educación formal es sumamente importante, mucho más en el mundo actual, sobre todo para quienes no están en condiciones de “salir de su casa educados”. Todas las personas que hemos tenido acceso a ella sabemos de su importancia. Y contamos con innumerables pruebas, como la del premio Nóbel de Literatura Albert Camus, quien al acabar la ceremonia de entrega envió una carta a su maestro, el Sr. Germain, en la que manifestaba: “Sin usted, sin la mano afectuosa que tendió al niño pobre que era yo, sin su enseñanza no hubiese sucedido nada de esto”. O la de Malala Yousafzai, premio Nóbel de la Paz, que estuvo a punto de morir por defender su derecho y el de todas las niñas a la educación formal. Un derecho recogido, hace 72 años, en artículo 26.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un derecho que, según Oxfam Intermon, se le sigue negando a más de 1.000 millones de personas que sufren pobreza extrema y no tienen acceso a agua potable y a otros servicios básicos como la salud y la educación. Y que, incluso en los países que garantizan el acceso a todos los ciudadanos a la educación, estos la disfrutan en condiciones de gran desigualdad. Algo que se está evidenciando, una vez más, en nuestro país en estos momentos de pandemia, en los que más del 10% del alumnado no tiene acceso a recursos digitales. E incluso algunos que disponen de ellos, no cuentan con las condiciones físicas, emocionales y culturales para seguir las indicaciones de los centros para seguir con la docencia.

Pero sin educación formal, no hay justicia social y esto, para mí, como para otras muchas personas es un gran reto.

Cuando el alumnado llega a la escuela, no llega como una vasija vacía, como demasiado a menudo la forma de planificar y poner en práctica la enseñanza parecen pensar. Cuando entran por la puerta de la escuela, no se dejan su cuerpo, sus experiencias, emociones, afectos, cultura, contexto socioecómico, etc., en la puerta. No llegan solo como un cerebro para ser modelado, sino como entramado de conocimientos, habilidades, destrezas y carencias, al que a partir de ahora se suma la Escuela. Comienza un devenir en el que la centralidad de la institución formal desdibuja la importancia de los diferentes ecosistemas por lo que transitamos las personas a lo largo de la vida. “En los ecosistemas humanos, la perspectiva ecológica considera a las personas en sus entornos físicos, sociales y virtuales como un sistema unitario que vive dentro de un contexto cultural e histórico particular, consumiendo, reciclando y produciendo recursos, incluyendo información y conocimientos, y cambiando (aprendiendo y desarrollando) a través del proceso de interacción” (Jackson, 2013, p. 2). Por lo que, en estos momentos, aunque el alumnado no pueda asistir a las aulas, no por eso está dejando de aprender. Porque de alguna manera sigue conectado con su entorno, especialmente el virtual, y porque siguen aprendiendo día a día en situaciones totalmente imprevisibles. Siguen aprendiendo, pero otras cosas y de otras formas.

Esta argumentación para plantear dos cuestiones. La primera discutir algunas voces “avisando” que se “está perdiendo el curso”, que el alumnado dejará de aprender el 11% de lo que debía aprender. La segunda, la necesidad de aumentar la imaginación pedagógica y aprovechar este tiempo de incertidumbre explorar formas de aproximarnos al “aprendizaje auténtico”.

A la primera he dedicado toda la primera parte de este texto. A la segunda dedico la segunda parte.

¿Cómo explorar lo que estamos aprendiendo?

Aquello que se denomina enseñar y aprender es sólo recordar. Platón.

La necesidad de mejorar los sistemas de evaluación para garantizar que nos permiten pronunciarnos mejor sobre el aprendizaje del alumnado, más allá de su capacidad para responder a un examen de papel y lápiz, cuenta con una larga trayectoria. Los movimientos de cambio educativo, se vienen refiriendo a la importancia de transformar la evaluación del aprendizaje en la evaluación para el aprendizaje (Stoll, Fink y Earl, 2004). En un proceso que permita al alumnado sentirse más implicado, conocer mejor sus modos de aprender, sus logros y sus dificultades. Y al profesorado comprender mejor el proceso del alumnado y estar en mejores condiciones de acompañarlo

En estos tiempos de pandemia, en los que el alumnado está aprendiendo de forma diferente en contextos diferentes, resulta más pertinente si cabe promover un sistema de evaluación del aprendizaje con la plena participación del alumnado. Y que permita al profesorado conocerlo mejor, descubrir facetas desconocidas y calibrar de forma más conveniente cómo plantear el próximo curso.

Una investigación de este tipo podría plantear al alumnado la elaboración de una “ecología” de su aprendizaje que fuera conectando todo lo que va aprendiendo y reflexionando sobre sus modos de aprender, en tiempos de confinamiento. En función de las condiciones de cada estudiante, se podría sugerir que utilizasen todos los medios de los que disponen para irse respondiendo a una serie de preguntas de aquí a final de curso (también pueden continuar en verano). Podrían crearse un blog o utilizar cualquier recurso a su alcance o que vayan descubriendo y distintos alfabetismos (oral, visual, audiovisual, musical, multimedia,…).

La propuesta sería. En este tiempo en el que han cambiado de forma significativa tus entornos de aprendizaje y socialización, pregúntate:

  • ¿Qué he aprendido sobre mí mismo?
  • ¿Qué he aprendido sobre mi familia?
  • ¿Qué he aprendido sobre mis amigos?
  • ¿Qué he aprendido sobre la situación excepcional que vivimos?
  • ¿Qué he aprendido sobre el mundo en general?
  • ¿Cómo lo relaciono con lo que voy aprendiendo con lo que estaba aprendiendo en la escuela?
  • ¿Qué me preguntaría o me he preguntado?

Las respuestas, que pueden ir progresando, se pueden ir entrelazando. El profesorado las podría ir compartiendo periódicamente y extraer importantes conclusiones orientadas a la mejora.

Un proceso así aumentaría la implicación del alumnado en su aprendizaje y su capacidad para detectar sus fortalezas y debilidades.

Sé que no es fácil. Pero, como educadora, no dejo de pensar que la “locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” (frase atribuida a Albert Einstein y a Rita Mae Brown en Sudden Death, 1983). ¡Intentemos algo diferente para unos tiempos y contextos de aprendizaje diferentes!

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/28/evaluar-en-un-contexto-de-aprendizaje-diferente/

Comparte este contenido:

Entrevista a Eric Mazur: “La educación formal acaba con nuestra motivación intrínseca por aprender”

Entrevista/04 Junio 2020/Autor: Nacho Meneses/elpais.com

Eric Mazur, experto en innovación educativa, apuesta por un aprendizaje interactivo que se aleja de los modelos tradicionales basados en clases magistrales y memorización de datos

Escuchar, tomar notas, memorizar y reproducir información en exámenes que, más allá de la pandemia, apenas han cambiado con el paso del tiempo: así son las líneas generales de muchos de los sistemas educativos actuales y pasados. Pero ¿cuánto recordamos, a medio y largo plazo, de lo que aprendemos en una clase? La respuesta, en la mayoría de los casos, es que poco, y gran parte de la culpa tiene que ver con la manera en que se transmite ese conocimiento: “La educación es uno de los sectores que más innovación necesitan, porque básicamente seguimos enseñando de la misma manera en que lo hacíamos hace cientos de años”, afirma Eric Mazur, catedrático de Física y Física Aplicada en la Universidad de Harvard, y creador del método interactivo denominado Peer Instruction, o instrucción entre pares.

Un sistema perfeccionado a lo largo de 30 años que, ante todo, se aleja de las sempiternas lecciones magistrales que tienen al profesor como protagonista: aquí, los estudiantes se preparan el material antes de acudir a clase, y esta se articulará después a través de las preguntas del profesor y del debate de los propios estudiantes, de manera que se priorice la comprensión por encima de la memorización. Mazur, asesor del Simposio de Educación del Programa Académico Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid, ha compartido ya su peer instruction en más de un millar de charlas alrededor de todo el mundo.

Pregunta. ¿De qué manera se diferencia la instrucción entre pares de una clase tradicional?

Respuesta. Enseño a través de las preguntas para ayudarles a desarrollar modelos mentales y a que extraigan información de ellos. Cuando empecé a implementar este método, no teníamos ningún tipo de tecnología; yo solo hacía una pregunta y les pedía a mis alumnos que, usando sus dedos en el pecho (más tarde empezamos a usar dispositivos contadores), escogieran de entre varias opciones la que ellos creían que era la correcta. Ahora, con las clases virtuales, ellos escriben su respuesta en la plataforma.

Intentaba formular mi pregunta para que, aproximadamente, la mitad de los alumnos acertaran la respuesta. Luego les pedía que buscaran un compañero o compañera cerca que tuviera una distinta, para intentar convencerle de que la suya era la buena. Por unos minutos, todo se volvía muy caótico, y después les pedía que votaran otra vez. Con el paso del tiempo, llegué a la conclusión de que debíamos alejarnos del auditorio; y en mis clases de ahora los estudiantes se sientan en grupos de cinco, alrededor de una mesa, y yo facilito sus debates.

P. Usted sostiene que la pandemia de coronavirus es también una oportunidad. ¿En qué sentido?

R. Con respecto al cambio y a la innovación. Al principio de mi carrera, me di cuenta de que los estudiantes no estaban aprendiendo realmente nada de mis clases, porque lo único que sacaban de ellas eran unos apuntes que intentaban memorizar y luego regurgitar en los exámenes, pero que nunca podían traducir en conocimientos en ningún otro campo. Si les proponía un problema que no habían visto antes, no eran capaces de resolverlo; y el motivo era que me había centrado exclusivamente en la transferencia de conocimiento, más que en hacer que este tuviera sentido. Y la educación ha de comprender ambos pasos.

En el siglo XXI, cuando la información es abundante y ubicua, ¿por qué no dar a los estudiantes la responsabilidad sobre la parte fácil, que es la transferencia de información, y en clase enseñar por medio de preguntas y proyectos, trabajando para que tenga sentido, con la guía del profesor? La pandemia ha dejado claro que este es el mejor momento para el cambio: cuando los profesores empezaron a dar clase con programas como Zoom, vieron que solo un 40 % de los estudiantes las sigue en directo, porque pueden verla en otro momento que quizá sea más conveniente para ellos. Ello demuestra que la interacción entre el profesor y el alumno no necesita ser síncrona, porque el profesor puede dar la clase y mandar después el enlace; si no estás muy interesado en algo, puedes avanzar en la grabación o reproducirla más rápido; o verla de nuevo si, por el contrario, te interesa mucho. Y no puedes hacer nada de esto en directo.

La pandemia proporcionó el momento perfecto para pensar en tres cosas: una, si el foco ha de situarse en el educador o en el estudiante; dos, si deberíamos trasladar todo lo que podamos del proceso educativo a actividades asíncronas, para hacer un mejor uso del tiempo síncrono; y tres, si el instructor ha de fijar el ritmo de las actividades, o si cada alumno debería marcar su propio ritmo, y decidir si quieren hacer algo más despacio o más rápido. Lo que hemos visto en estas circunstancias es que cuando más nos movamos hacia lo asíncrono, hacia un enfoque centrado en el alumno en el que este marque su propio ritmo, más mejoramos la educación.

P. ¿Qué tiene de malo la memorización?

R. Memorizar nunca funciona del todo, porque tendemos a recordar las cosas que usamos, no las que memorizamos. Hay muchas investigaciones que muestran que, si optamos por memorizar algo, usando flashcards o cualquier otra técnica, acabamos por recordarlo bien durante unos pocos días, pero al dejar de usarlas y de reciclar esa información, esta desaparece. En mi opinión, no solo debemos cambiar la forma de enseñar, sino también la de evaluar los contenidos. La mayoría de las evaluaciones – exámenes en particular – fuerzan a los estudiantes a memorizar y regurgitar, lo que no sirve para absolutamente nada. Y aquí es donde tenemos otra oportunidad, porque con todos los estudiantes online, es muy difícil dar un examen, porque lo hacen en sus ordenadores, y tienen acceso a Google.

Piensa en ello: cualquier pregunta para la que puedas encontrar la respuesta en Internet no es una pregunta auténtica de evaluación, porque no estás midiendo si un estudiante puede resolver un problema real; solo mides si el estudiante puede memorizar algo. Por otro lado, más que esforzarnos en que la gente no copie, habría que hacerlo por conseguir que los exámenes sean más significativos, de manera que reflejen el tipo de habilidades que nosotros queremos que los estudiantes desarrollen para el siglo XXI.

P. ¿Qué papel debe jugar la tecnología?

R. Me encanta la tecnología, pero, cuando se trata de la educación, me vuelvo muy escéptico, porque muchos de sus usos en educación son como poner vino viejo en odres nuevos; nuevas formas de hacer lo de siempre. Muchas compañías que desarrollan tecnología educativa estudian primero lo que hace típicamente un profesor y se preguntan si pueden hacer lo mismo digitalmente. En mi opinión, más que de tecnología, se trata de pedagogía, de si hay una aproximación al aprendizaje que no se haya dado antes.

P. ¿Dónde queda la pasión por aprender?

R. En el prólogo de su libro Who Owns the Learning?, el autor Alan November escribe lo que le ocurrió al inicio de los años 80, cuando enseñaba en Secundaria. Él estaba a cargo del aula de informática, que por aquel entonces era una novedad, y recibió una llamada un domingo por la mañana, diciéndole que alguien se había colado en el aula, y que si podía ir a la escuela. Cuando llegó, vio que las ventanas no estaban rotas, las puertas no estaban forzadas y que no faltaba ningún equipo. Solo había una cosa extraña: un alumno sentado frente a uno de los ordenadores. Se dirigió a él: “¡Gary! ¿Qué haces aquí?”, y este le respondió: “Quiero aprender a programar un ordenador”. Y en ese momento se dio cuenta de que, si alguien quiere aprender algo de verdad, hará lo que sea necesario, incluso incumpliendo la ley. Y que, más que castigar al alumno, debía recompensarlo.

Cuando los niños tienen dos, tres o cuatro años, se mueren por conocer el porqué de las cosas. El cerebro humano ansía esos momentos de aprendizaje; hay una necesidad intrínseca, en la manera en que nuestros genes están programados para entender el mundo que nos rodea… Si acaso, la educación formal acaba con nuestra motivación intrínseca por aprender. Y en vez de responder con el porqué, decimos: “Tienes que aprender esto porque, si no, te voy a castigar”. Solo cuando finalizamos la educación formal, redescubrimos la belleza del aprendizaje, y lo que aprendemos lo hacemos porque queremos, ya sea sobre historia, cocina o fotónica. Y aprendemos mucho mejor.

P. ¿Cómo hacer que los estudiantes redescubran esa pasión por aprender?

R. Yo tengo alumnos de Ingeniería, Medicina o Ciencias Biológicas, y muchos de ellos no quieren realmente aprender Física; solo la cursan porque es un requisito [de sus grados]. Solía intentar motivarles diciéndoles que esas habilidades les serían útiles en sus carreras profesionales. Pero decidir dejar el libro aparte, y en su lugar trabajar en proyectos realmente interesantes, en los que incluir algún componente de empatía o bien social y que, en algún momento, requieren de la física.

Por ejemplo, uno de los proyectos en mi clase tiene que ver con El Sistema (un movimiento que empezó en Venezuela en 1965 con el economista José Abreu, para dar educación musical a los niños de barrios pobres, después de la escuela, y mantenerles alejados de las actividades delictivas; Gustavo Dudamel es un ejemplo de este programa). En grupos de cuatro o cinco, los estudiantes tienen que construir para ellos instrumentos musicales a partir de componentes reciclados, y usar su conocimiento de la física para mejorarlos. Cuando están realmente enganchados con el proyecto, entonces sí les digo: “Quizá os vendría bien mirar este libro; puede que os ayude con el proyecto”.

Más que hacer que el contenido sea el principal objetivo del curso, lo convierto en un vehículo con el cual los estudiantes podrán llegar a un objetivo que tenga un significado mayor para ellos. Y eso ha transformado radicalmente mi clase, porque ahora los alumnos están involucrados en proyectos que les gustan, y para hacerlo bien en esos proyectos, para conseguir instrumentos baratos para esos niños pobres de Venezuela, necesitan aprender la física, y saber cómo se genera el sonido. Al final, tendrán que presentar el instrumento a un panel de jueces, y explicar cómo usaron la física para que el instrumento sonara bien. Es increíble cómo aprenden los estudiantes de esta manera, sin las evaluaciones tradicionales.

P. Trabajando en común, alcanzarán un objetivo significativo para los propios estudiantes.

R. Sí, bajo la orientación del profesor. Mi papel como educador no es el del hombre sabio que está al frente de la clase, sino más bien el de un entrenador que les orienta acerca de cómo mejorar. Piénsalo: un entrenador escolar de fútbol, por ejemplo, no se pondría a jugar haciendo que los estudiantes vieran cómo juega; son los alumnos que quieren aprender los que practican el deporte, bajo la guía del entrenador. De la misma manera, no aprendes a tocar el piano yendo a un auditorio y escuchando a un concertista; tienes que tocarlo tú mismo.

P. ¿Qué otras ventajas presenta la instrucción entre pares?

R. En Estados Unidos y otros muchos países ha habido, durante bastante tiempo, un estereotipo que dice que las ciencias son para los hombres, y no para las mujeres, y por tanto estas tienden a estar menos seguras y a tener menos confianza, lo que al final redunda en un menor rendimiento. La instrucción entre pares aumenta el rendimiento de ambos géneros, aunque el de ellas crece mucho más, hasta el punto de anular cualquier diferencia hacia el final del semestre.

Ello, en parte, se debe a que las mujeres tienden a ser mucho más verbales que los hombres, y a que suelen rendir peor en un entorno normalmente competitivo como el de las asignaturas de ciencias, donde los estudiantes quieren sacar las mejores notas y poder así acudir a las mejores facultades de Ingeniería o Medicina, por ejemplo. Pero con la instrucción entre pares, los estudiantes hablan, trabajan y se enseñan unos a otros, ya sean hombres o mujeres, y eso elimina la competitividad. Por otro lado, al centrarse en la comprensión más que en la memorización, se facilita la retención del conocimiento a medio y largo plazo.

P. ¿De qué manera puede esta forma de aprender impactar el bienestar personal de la persona, a lo largo de su vida?

R. Estoy convencido de que la sociedad mejoraría considerablemente si enseñáramos a las personas a ser mejores pensadores. De hecho, uno de los objetivos del peer instruction es enseñar a la gente a pensar, no a recordar y regurgitar algo que alguien más dijo. En el fondo de mi corazón, creo que una mejor manera de pensar nos llevaría a una sociedad mejor y a unos seres humanos mejores.

Además, la educación está completamente enfocada en el individuo. Vas a la escuela, te sientas y miras al profesor, y aunque hay otros sentados alrededor tuyo, no interactúas con ellos; así que, en esencia, estás solo. Te vas a casa y haces tus tareas (a menudo solo), y finalmente, en el examen, te sientas, y estás completamente aislado de los demás. También se te evalúa individualmente: rendimiento individual, comportamiento individual, evaluación individual. Y, si luego vas a la universidad, todo esto continúa. Pero cuando las personas se incorporan a la sociedad, descubrimos que lo que de verdad importa no es el rendimiento de cada uno, sino el cómo se trabaja con los demás. Eso provoca grandes problemas, porque la gente nunca ha aprendido a trabajar con otros que tienen opiniones distintas, piensan o creen de diferente manera, o tienen una apariencia distinta. Y en esto debe cambiar también la educación.

Fuente e imagen: https://elpais.com/economia/2020/06/03/actualidad/1591148852_706097.html

Comparte este contenido:

Hechizo de Perla Educativa para las 3 Perlas Neoespartanas…Margarita, Coche y Cubagua #25Nov

Por: Marcantonio Faillace.

<…La educación es la menos cara de las defensas de un país…>

Edmund Burke

(Propuesta EDAM-Educación Ambiental-Luisa Cáceres de ArismendiBIDA-Gob. N.E.)

Desde el 2009 la Fundación BIDA Biodiversidad y Desarrollo Ambiental, ha marcadola diferencia y la pauta en educación regional ambiental en cuanto a conservación, prevención y mantenimiento del entorno natural, mal llamado o redundantemente conocido como medio ambiente,simbolizando el Edo. Nva. Esparta,el líder e incluso pionero en convenir un proceso municipal pedagógico para la consecución o conversión de U.E. Unidades Educativas Municipales en Escuelas Verdes, donde infunden las raíces originales del lenguaje sostenible y los principios actuales de sostenibilidad y-o, de sustentabilidad, tendencia mundial dictada por la decana en la política ambiental PNUMA de la ONU, hoy día una propuesta gubernamental para implementar responsable y exitoso,el primer programa ambiental obligatorio (Art. 107 de la Carta Magna) a todo nivel de la educación formal, no-formal e informa la través del plan educativo EDAM para la Educación Ambiental,ya comprobado en el Municipio Mariño (2014-16) elaborado por BIDA y en apoyo a los espacios públicos y privados municipales para formación pedagógica ambiental en la región y hoy en escuelas estatales que son poco menos de 120 U.E.E. de 366 unidades escolares que perviven en los once 11 municipios que conforman el cosmos del Estado Nueva Esparta y distribuidos de forma ya planificada a través de la propuesta en siglas LCA-Luisa Cáceres de Arismendi, que a continuación describimos de forma breve para los lectores, enterados o profanos en el tema del ámbito natural o entorno.

Como comenté, fue fundada en 2009 y para la fecha, ya son dos lustros de experiencia, pero más que todo, en ensayos para ajustar las áreas irregulares y entuertos que cada sistema genera en su implementación e incluso en su diseño previo por las áreas susceptibles y vulnerables de la enseñanza-aprendizaje actualizado de la educación ambiental para la sostenibilidad del proceso productivo, defensa de la biodiversidad y control de la contaminación y el cambio climático, tan asociados a la población pobre y menos educada del planeta…

La misma responde a la inquietud de BIDA como ente promotor de las actividades ambientales en el sector educativo isleño para que el plan a la Educación Ambiental insular Luisa Cáceres de Arismendi (LCA) a través del convenio BIDA-Gob.NE y su proyecto formativo estatal EDAM, para 120 Unidades Educativas  de 11 Municipios del Estado, sea una promesa por cumplir luego de varios años de su consumación en la jurisdicción de Mariño 2014-2016, con el actual gobernador en el papel de burgomaestre para ese momento…

BIDA y sus profesionales del espacio natural-pedagógico-ambiental a fin de cumplir con artículos 107 y 110 de la Constitución, así como para apoyar la transición de las U.E.E a escuelas verdes, es decir, a centros formativos de signo ambientalista y de pauta sustentable, en torno y a favor de la Biodiversidad, sus hábitats, y lo propio al problema del cambio climático y de acuerdo a criterios internacionales de la UNESCO y el PNUMA (programa de naciones unidas para el Medio Ambiente) y de la propia legislación académica nacional y regional, ha dirigido su propuesta LCA en (5) cinco aéreas básicas que a continuación describimos por orden de importancia:

  1. Curso-Educación Ambiental (EDAM) para Formación de Brigadistas Ambientales en (primaria) e Intérpretes de la Naturaleza (secundaria) en Unidades Escolares Estatales.
  2. Jornadas de Sensibilización para comunidades locales Municipales a través de Talleres Ambientales que incluyen un programa sencillo como entrenamiento para el entendimiento del entorno natural y sus beneficios sociales, comunitarios y urbanos.
  3. Saneamiento de Playas con Brigadistas Amb. e Intérpretes de la Naturaleza Escolares.
  4. Ecoturismo recreacional científico con el I Foro Pesquero Estatal:Senderos Interpretación (Cotorra margariteña). Humedales. Ecosistema de Manglar, bosques de Thalassias. Experiencias educativas in situ para Brigadistas e Intérpretes en los Parques Nacionales y otros ambientes naturales endémicos del Edo. Nva. Esparta.
  5. BECAS-premios “Mejor ponencia-escuela EDAM”: BIDA junto a la Gobernación realizará, a medida de la donación o a través del financiamiento por Ley de Responsabilidad Social (LRP), en Cultura, Deporte y Ambiente donde BIDA se circunscribe en toda la terna que cubre la LRP, implementarán un programa de becas para la promoción en las juventudes emergentes de la EDAM-LCA, desde todas las nuevas escuelas verdes generan coopetencia o en todo caso una competencia sana inter pares escolares.

Características del proceso de aplicación del proyecto en cada Unidad Educativa:

  1. Se escogerán las U.E. Estatales de los 11 Municipio para habilitar los proyectos.
  2. Los Unidades Educativas x Municipio:
  3. El período de duración para Brigadistas Ambientales e Intérpretes de Naturaleza
    1. Cursos-Taller de EDAM 12 semanas o 3 meses (Diploma)
    2. Sensibilización Ambiental: 4 a 8 hrs (c/certificado)
    3. Jornadas de Saneamiento: fines de semana
    4. Ecoturismo Sustentable: Variable
  4. Las secciones estarán divididas en:
    1. Escolares de primaria para Brigadistas Ambientales, y
    2. Escolares de secundaria para Intérpretes de la Naturaleza.
  5. Cada escuela recibirá la información de los temas a investigar x internet y CD y serán supervisadas cada U.E.E. por el equipo de pedagogos especializados mensualmente por FUNBIDA
  6. Las ponencias serán a un número máximo de 8 alumnos x tema-sección-plantel
  7. El esquema con la información será desarrollado por Funda BIDA quien asignará el material de estudio en un CD para cada alumno o estudiante. Firmaran una planilla de recibido el material cada estudiante o sus representantes.
  8. Se incorpora la técnica de mayéutica a través de un cuento pedagógico ambiental que está diseñado para enseñar ciencia y desarrollar la creatividad imaginativa en lo estudiantes. 

Otros beneficios obtenidos con la aplicación del proyecto EDAM-LCA

  • La formación de Brigadistas e Intérpretes en todas las Unidades Educativas Estatales.
  • La concientización comunal del tema ambiental con un ONG especializada a través del educando, y sus representantes, en interacción de la comunidad con la municipalidad de la que dependen para calidad de vida y por tanto del ámbito donde se desarrollan.
  • La experiencia ambiental en Parques Nacionales y Monumentos Históricos como aporte al ecoturismo regional y a los planes de la autoridad insular para el desarrollo del ecoturismo recreacional junto a la pesca y comercio pilares de la economía insular.
  • Gestión ambiental de nueva política de sustentabilidad llamada “gestiones verdes”.
  • El manejo de desechos sólidos por medio de jornadas de saneamiento de playas en las que se involucra la comunidad y sus dependencias escolares, como actor principal del que cuida lo que le pertenece por derecho legítimo.
  • Una reducción sustancial en el uso de energías contaminantes para la disminución de emisiones de gases invernadero (CO2, NOx etc.)para el problema del cambio climático.
  • El reciclaje de materiales para rendimiento e higiene: la deposición de basura, el fuerte aumento de la fauna asociada perturbante (moscas, cucarachas y roedores) etc.
  • La protección de las especies (biodiversidad) en peligro de extinción y del hábitat y nichos ecológicos de las especies que no lo están.
  • La integración de la gente en el mantenimiento, protección y conservación ambiental como ética verde para la visión de la problemática por la actividad antropogénica.
  • El desarrollo de un programa de apadrinar un árbol para forestación del municipio que permitirá a corto plazo, generar un microclima fresco, y estéticamente agradable, junto a jornadas de plantación municipal.
  • Una ciudad aseada, educada ambientalmente y propia para el turismo internacional así como para el desarrollo armónico, sostenido y sustentable de la infraestructura pública y privada, redunda en la optimización de los servicios públicos.
  • Rescatar la seguridad Municipal, estimulando a través de la Educación Ambiental.
  • Incentivos Tributarios para estimular inversión privada en proyectos verdes.
  • Programa constante de recolección de desechos sólidos insular en general.
  • Recreación y Deporte a través del ecoturismo y senderos de interpretación
  • Creación de escuelas estatales verdes de carácter conservacionista y ambientalista.
  • Consolidación del Programa de EDAM y Stand Vivero Luisa Cáceres de Arismendi.
  • Creación del Instituto Autónomo Estadal de Desarrollo, Protección, Mejoramiento y Conservación del Eco turismo científico y recreacional insular.

Fuente del artículo: https://www.elimpulso.com/2019/11/25/opinion-hechizo-de-perla-educativa-para-las-3-perlas-neoespartanas-margarita-coche-y-cubagua-25nov/

Comparte este contenido:

Educación en seguridad informática: ¿debería incluirse en la educación formal?

Por: Juan Manuel Harán. 

 

La educación formal es clave en el proceso de inserción a la sociedad de las nuevas generaciones. En este sentido, el sistema educativo de cada país procura brindarles a los ciudadanos no solo los conocimientos académicos elementales, sino también ayudarlos a desarrollar las habilidades para enfrentar la vida teniendo en cuenta los desafíos de una época. Teniendo en cuenta que contar con esas habilidades es importante para los integrantes de una sociedad, la educación en seguridad informática, dado el rol que ocupa la tecnología en los tiempos actuales -y futuros-, también lo es. Por lo tanto, bien podría formar parte de la lista de habilidades esenciales para enfrentar los desafíos de la vida.

Por esta razón, como parte de la serie sobre educación en seguridad informática que estamos publicando cada lunes de noviembre en conmemoración del Antimalware Day 2019, decidimos consultar a organizaciones de distintos países que tienen un rol activo en la educación sobre temas relacionados con la seguridad en Internet para conocer su opinión acerca de si consideran que los niños y jóvenes salen de la educación formal con las habilidades necesarias para hacer frente a los desafíos que supone la seguridad informática; si creen que existe falta de visión acerca de la importancia que tiene la educación en seguridad digital para los ciudadanos del mundo actual; si la educación formal obligatoria debería abordar algunos de los diferentes temas que conforman a la seguridad y si consideran que los docentes de estas etapas de la educación están preparados para hacerle frente a esta tarea.

¿Los niños y los jóvenes finalizan la educación primaria y secundaria con las habilidades suficientes para hacer frente a los desafíos que supone la seguridad informática?

Según la descripción del proyecto “Promoción de la Seguridad Informática en el ámbito escolar” de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina, los jóvenes que no son conscientes de los riesgos que trae la excesiva publicación de fotografías, comentarios sensibles e información privada en las redes sociales; ni asocian estas prácticas a problemas que muchas veces afectan los afectan, como es el grooming, sexting, ciberbullying, y el phishing.

Sin embargo, tal como explican los creadores de este proyecto que capacita a estudiantes de educación secundaria para que dicten talleres sobre seguridad informática en escuelas, el crecimiento de estas problemáticas ha generado la necesidad de que padres e instituciones educativas soliciten información y capacitación sobre estos temas, así como sobre protección de datos, identidad digital y robo de información, criptografía básica, uso indebido de las redes o prevención de ataques a través de la web.

Con el objetivo de conocer otras opiniones, consultamos a instituciones de distintos países para que, según sus realidades, nos den su opinión sobre la educación en seguridad en entornos digitales.

En países como Argentina y México, fuentes consultadas coinciden al opinar que los niños y adolescentes no egresan con las habilidades suficientes en seguridad informática. En México, por ejemplo, “la teoría y la práctica que les proporciona a niños y adolescentes en las escuelas puedfe llegar a ser insuficiente. En la educación básica y media superior, los temarios en ocasiones contemplan computación o informática, pero sin abordar a fondo temas relacionados a la seguridad de la información”, opinan desde el Equipo de Respuesta a Incidentes de Seguridad en Cómputo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM-CERT). “Así como se les enseña a los niños temas de prevención en sismos, de la misma manera se debería educar sobre el uso responsable de las tecnologías de información”, agregan.

En Argentina, desde Argentina Cibersegura, Asociación Civil que realiza actividades de concientización y educación sobre seguridad en entornos digitales, coinciden en que los alumnos no egresan con las habilidades suficientes y explican que esto puede tener varios motivos. “Por un lado, porque al pertenecer al área informática y no existir en el diseño curricular escolar obligatorio de todo el país esa asignatura, queda sujeto a que cada instituto decida si quiere impartir clases de informática o no. Además, las carreras docentes no están actualizadas para formar a los futuros formadores en competencias digitales y en seguridad en particular. Por último, porque el foco muchas veces está puesto en contenidos que se consideran son lo que necesitan las futuras generaciones, como es el caso de programación o la robótica, y se deja de lado la formación de personas que sepan ser, hacer y convivir en Internet”, explican desde la ONG.

En países como Inglaterra se realizaron cambios en la currícula que deberán adoptar de manera obligatoria las escuelas de aquel país y que entrarán en vigencia a partir de septiembre de 2020. Dichas modificaciones, descritas como “Educación en relaciones”, contemplan la educación en seguridad en línea e incluso han elaborado una guía dirigida a las escuelas para enseñar cómo estar protegido en el mundo digital. Sin embargo, especialistas consideran que solo con un cambio curricular es probable que no sea suficiente. Desde la organización sin fines de lucro con base en Inglaterra, Internet Matters, Claire Levens opina que “si bien los cambios en la currícula son bienvenidos, además de que deben ser financiados adecuadamente, los mismos deben venir acompañados por el nivel adecuado de capacitación docente, y en el caso de Inglaterra, a menos que algo cambie para proporcionar fondos y capacitación, es difícil ver cómo estos cambios por sí solos pueden llegar a ser suficientes”.

Falta de visión acerca de la importancia que tiene la educación en ciberseguridad

Es común que nos cueste tomar real dimensión de una problemática presente hasta que nos afecta directamente o a un ser cercano. Las fuentes consultadas coinciden al opinar que existe una falta de visión sobre la importancia que tiene la educación en estos temas. “Los ciudadanos pueden estar enfocados en hacer uso de la tecnología, pero sin ser conscientes, por ejemplo, de que la información personal o de la organización puede ser expuesta o que alguien puede hacer mal uso de la misma. Esto hace que no se preocupen por aprender sobre seguridad hasta que son víctimas de un ataque”, explican desde UNAM-CERT. “Muchas veces la seguridad de la información e informática se ve como un costo y no como una inversión, lo que hace que no se destinen recursos para prepararse ante estos temas, cuando en realidad invertir en educación podría representar un ahorro al evitar el impacto que puede provocar un ciberataque”, agregan desde la institución mexicana.

Más allá del valor de la educación y su incidencia directa para prevenir ataques y que los ciudadanos estén preparados para saber qué hacer ante situaciones que busquen afectarlos de alguna manera, como vimos en otro artículo de la serie en el que pusimos el foco sobre la formación de los profesionales en seguridad informática, ante la escasez y la demanda que existe de profesionales capacitados en este campo, la educación en edades tempranas puede colaborar también para que más jóvenes descubran en el campo de la seguridad un área de interés para desarrollarse en el futuro.

¿Debería la educación en seguridad informática formar parte de la educación formal?

Como vimos anteriormente, temas como la seguridad en línea, que están dentro del paraguas de la seguridad informática, fueron incluidos en la currícula obligatoria de Inglaterra para el próximo año. Según nos explican desde Argentina Cibersegura, en España también se han planteado establecer la educación de estos temas en edades tempranas. En este sentido, la ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales que entró en vigencia en dicho país en diciembre del 2018, surge a partir de la necesidad de adaptar el ordenamiento jurídico español al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) e incluye en uno de sus capítulos el tema de los derechos de la era digital y hace referencia al abordaje de la educación digital desde edades tempranas.

De esta manera, el artículo establece que el sistema educativo debe garantizar la inserción del alumnado en la sociedad digital y el aprendizaje de los medios digitales para que sea seguro y respetuoso con la intimidad personal y la protección de datos personales, contemplando también las situaciones que pueden surgir a partir del uso inadecuado de las TIC, fundamentalmente situaciones de violencia en la red, además de que deberá brindar al profesorado la formación necesaria.

Tomando como referencia el ejemplo de España, desde la ONG consideran que la educación en seguridad debería estar incluido en la currícula obligatoria, ya que “el objetivo de la escuela sigue siendo formar ciudadanos, y la dimensión digital no puede ser dejada de lado hoy día”, comentaron. En esta misma línea, desde el UNAM-CERT coinciden en que “se deberían de abordar los temas de prevención en seguridad de la información dirigido a usuarios finales de manera obligatoria en la educación básica y media superior debido a que vivimos en un mundo virtual e interconectado, sin necesidad de tener que contar con conocimientos especializados en tecnologías, lo importante es que los estudiantes puedan entender cómo funcionan las TI y sus riesgos asociados, ya que a partir de esto podrían protegerlas, protegerse mejor a sí mismos y a los que los rodean”, explican.

¿Están los docentes preparados para esta tarea?

Si bien desde hace un tiempo hay docentes que hacen uso de tecnologías colaborativas para sus cursos en un intento de aprovechar los recursos de estos tiempos para hacer más atractivas las clases para los alumnos, esto no quiere decir que estén capacitados para abordar el tema de la seguridad en Internet, así como otros temas relacionados a la seguridad informática.

En México, según un estudio realizado en 2017 por la  Asociación Nacional de Instituciones de Educación Superior (ANUIES), “solo el 32% de las Instituciones de Educación Superior (IES) brinda capacitación a su comunidad sobre políticas y buenas prácticas de seguridad ante amenazas y sobre medidas preventivas de seguridad de la información, y el 51% de las IES proporciona sensibilización en seguridad de la información al capital humano de su comunidad, lo que denota que el sistema educativo no ha logrado consolidar sus esfuerzos en materia de ciberseguridad”, opinan desde UNAM-CERT.

Desde Internet Matters, Levens dijo que no de manera rotunda, aunque agregó que “debemos ser conscientes de que a las escuelas se les pide que hagan muchas cosas, y probablemente la seguridad en línea no es una de sus prioridades”.

“Trabajamos permanente con docentes y en nuestra experiencia podemos decir que tanto los sistemas educativos actuales como los docentes que lo componen no cuentan con la preparación suficiente para afrontar tal tarea”, opinan desde la ONG Argentina Cibersegura. “Cantidad de docentes y estudiantes de profesorado que se enteran de muchas cuestiones a través de las charlas que ofrece Argentina Cibersegura, comienzan poco a poco a tomar conocimiento de estos temas. Además de ello, no se sienten seguros para abordar temas relacionados a la seguridad digital en el aula. Todos descansan en que debe enseñarlo un profesor de informática, y esa figura ni siquiera existe en la mayoría de las escuelas”, agregaron.

 

En el mundo ya existen iniciativas para capacitar a docentes que trabajan en edades tempranas de la educación con conocimientos y herramientas en el campo de la ciberseguridad con el objetivo de aportarle a las próximas generaciones las herramientas necesarias para hacerle frente a los desafíos que supone la seguridad de la información. En países como Estados Unidos, organismos como el United States Department of Homeland Security (DHS) cuenta con el Cybersecurity Education Training Assistance Program (CETAP). En Massachusetts, por ejemplo, la Universidad de Clark desarrolló en 2016 un programa para el sistema de escuelas públicas de Shrewsbury en el mismo estado con el objetivo de educar a los más pequeños como ciudadanos tecnológicos y capacitarlos acerca de los riesgos a los que está expuesta la tecnología que utilizamos y nuestra información. Si bien queda mucho por hacer, poco a poco se está haciendo más evidente la importancia de la educación en seguridad informática.

Fuente del artículo: https://www.welivesecurity.com/la-es/2019/11/18/educacion-seguridad-informatica-deberia-incluirse-educacion-formal/

Comparte este contenido:

Deconstrucción de la mirada neocolonial de la agroalimentación y la salud en América Latina y el Caribe. Primera parte. Javier Nouel

Redacción: Escuela Venezolana de Planificación

Resumen.-El presente trabajo es el primero de tres artículos en el cual el autor busca deconstruir la mirada neocolonial de la salud y la agroalimentación que imposibilita el diálogo de saberes entre diversas epistemes a pesar de que la Organización Mundial de la Salud lo impulsa desde el año 1978. El autor plantea que las disciplinas relacionadas a estas áreas, influenciadas por el enfoque positivista, reproduce lo que denomina dispositivos epistémicos de exclusión, con la que se niegan de forma acrítica y prejuiciosa otros enfoques de salud y alimentación que persisten en el mundo, y en particular en América Latina y el Caribe. Se trata de una revisión documental de autores críticos, con la que el autor redefine  conceptos y categorías para lograr la deconstrucción del enfoque hegemónico moderno reflejado en la salud y la agroalimentación.

I.-Hacia una educación multiversa en agroalimentación y salud integral 

Con el siguiente artículo procuro construir un piso teórico e histórico con el cual impulsar una educación multiversa que permita construir el diálogo de saberes necesario entre diversas epistemes que en conjunto dan respuesta a las principales problemáticas en lo que se refiere a la salud y la agroalimentación en América Latina y el Caribe, más allá de su reconocimiento por parte de estados, gremios e instituciones. Este diálogo epistémico se hace necesario, en tanto que el enfoque convencional de salud alopática y el modelo del agronegocio dominante no dan respuesta a las necesidades de los pueblos; por el contrario, desde una visión mercantil, se presentan como muy eficientes para la concentración de capitales, y la dependencia de las grandes transnacionales, cuyos mercados bloqueados, se presentan hostiles ante las necesidades de pueblos sitiados como el venezolano y el cubano. En cambio, los otros enfoques de salud de los pueblos, llamados por la OMS como medicinas tradicionales y terapias complementarias (MTTC), dan respuesta a las problemáticas desde sus propios saberes, así como con el aprovechamiento de los recursos disponibles en cada territorio. Es de resaltar que la OMS impulsa las MTTC desde el año 1978 por estos motivos. Se tratan de saberes que, por ejemplo, en el caso cubano, han sido reconocidos e incorporados en el sistema de salud público, y significó una respuesta oportuna a la situación del bloqueo aunado a la caída de la URSS que generó lo que llamaron el “período especial”. En Nicaragua, por su parte, se aprobaron leyes desde el 2011 que reconocen y promueven los otros enfoques de salud; y en el caso venezolano, la CRBV reconoce otros modelos de salud, en particular los indígenas. En China la llamada Medicina Tradicional China convive con la medicina alopática contando con miles de instituciones formales; lo propio ocurre en India con la medicina ayurveda.

 

Sin embargo, los profesionales de la salud y la agroalimentación, así como instituciones y organizaciones gremiales, se presentan hostiles a otras enfoques epistémicos, reproduciendo desde la educación formal y la propaganda, el enfoque neocolonial que rechaza otras formas de entender la salud y la enfermedad, así como la alimentación, lo cual, desde una mirada integral y crítica, no se pueden ver de forma separada. Es así que con el presente artículo procuro deconstruir lo que he denominado “dispositivos epistémicos de exclusión”, que se constituyen en prejuicios arraigados, no científicos, pero que están presenten con fuerza generando resistencia a la posibilidad del diálogo de saberes tan necesario e inclusive reconocido por instancias como la OMS.


II.-La necesidad de ver la educación y la investigación en agroalimentación y la salud integral desde lo histórico-crítico 

Para poder comprender la agroalimentación y la salud integral en su totalidad, en el mundo contemporáneo, en particular en América Latina y el Caribe, partiré de algunos principios del pensamiento complejo (Morin, 2007) y la visión crítica latinoamericana  (Bigott, 2010; Pérez, 2015). En tal sentido, en este artículo busco superar lo que algunos autores llaman la visión fragmentaria de las ciencias y la historia (Morin, 2007: 30; Lander, 2000: 15; Coronil, 2000: 123, Bautista, 2018: 308), el mecanicismo newtoniano y cartesiano (Morin, 2007: 27; Lanz, 2008: 66; Shiva, 2007: 117; Capra, 2009: 39), el cientificismo y el colonialismo científico (Varsavsky: 1969: 20), la investigación “positivizada” que separa y pone en falsa disputa lo cuantitativo y lo cualitativo (Pérez, 2015:25); logrando que se comprenda lo alimentario y la salud desde una mirada integral, considerando aspectos sociales, económicos, ambientales, psicológicos, biológicos, culturales y espirituales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015: 32). El modelo convencional de la agroalimentación y la salud, hace énfasis en los aspectos biológicos y económicos, reproduciendo lo que Morin llamó la “hiper-simplificación que ciega a la complejidad de lo real” (Morin, 2007: 34). En tal sentido:

 

La ciencia convencional fragmenta la realidad en parcelas que son estudiadas por las diferentes disciplinas, invisibilizando las interrelaciones de la realidad desde un punto de vista integral; así la nutrición, enfoca su objeto de estudio en la dimensión fisiológica de la alimentación, minimizando los aspectos ambientales, políticos, económicos, culturales y espirituales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015:17).

 

La pretendida descontextualización del modelo convencional positivista o, como lo plantea Pérez Luna la pedagogía “positivizada” (2015:34), aísla los fenómenos de la realidad, en particular de su contexto histórico, imposibilitando la participación de los diversos, y la búsqueda común para la emancipación; por lo que debe ser superado en los nuevos enfoques educativos y de investigación. La visión impositiva, antidialógica (Freire, 2005: 159), opresora, colonizada (Bigott, 2010: 83), procura “objetivar” la realidad, cosificarla, volverla objeto inanimado, sin historia, sin cultura o tradición, en aras de entender la realidad “tal cual y como es”; o, en su defecto, imponer una visión dogmática de la historia, desde el pensamiento único, “naturalizando” el modelo hegemónico, que hoy se presenta desde el contexto político-económico como postura neocolonial (Lander, 2000:12).

 

No debemos perder de vista la todavía presencia de una situación donde subsisten elementos de una sociedad neocolonial y dependiente y donde el principal ingrediente del estado de neocolonización se transparenta en un proceso de anomia, de carencia de familiaridad con nuestro pasado histórico (Bigott, 2010: 68).

 

El enfoque holístico y crítico que construyo en la presente investigación, siguiendo los preceptos del enfoque socio crítico, procura contextualizar el hecho agroalimentario, la salud integral, lo educativo e investigativo, en lo histórico, ya que, según Lanz, el objetivo es “que el sujeto educativo no sea en modo alguno el cogito cartesiano inscrito en un plano nebuloso y ahistórico, sino un ser-ahí colocado en su historia, una historia que no le pertenece sino en la que se encuentra inmerso” (2008; 67). En tal sentido, la agroalimentación y la salud integral están inmersos en una realidad histórica compleja, la cual hay que visibilizar, reflexionar y construir colectivamente. Así, se trata de incorporar transversalmente las categorías heurísticas del espacio y tiempo desde la visión crítica y transdisciplinaria, desde lo geohistórico, superando la abstracción del enfoque moderno, que invisibiliza su lugar y tiempo de enunciación (Castro-Gómez: 2008), tan necesarias para la construcción de procesos que revaloricen lo local y lo diverso, ante la pretendida homogeneización del pensamiento reflejado en la academia ortodoxa y en las políticas alimentarias y de salud contemporáneas neocoloniales (Instituto Nacional de Nutrición, 2015: 17), que ostentan un dominio global transnacional.


III.-La Colonia como inicio de los dispositivos de exclusión: la muerte como doble herencia para el renacimiento 

He decidido revisar históricamente la agroalimentación y la salud considerando la colonia como momento trascendental, en tanto se trata de un proceso histórico de significación no sólo para Latinoamérica y el Caribe, sino para todo el planeta. El filósofo europeo Tzvetan Todorov, gran estudioso de la colonización desde una postura crítica, sobre todo desde la relación con los otros, asegura que “no hay ninguna que convenga más que marcar el comienzo de la era moderna que el año 1492, en que Colón atraviesa el océano Atlántico. Todos somos descendientes directos de Colón, con él comienza nuestra genealogía” (2008: 15).

 

Por su parte, el antropólogo venezolano Mario Sanoja, plantea que este origen genealógico establece una relación de subordinación de América con respecto a los países dominantes (Sanoja, 2011: 140). Por tal motivo, la tesis que propongo en la investigación, es que muchos de los dispositivos epistémicos de exclusión nacieron en la colonización europea y, aunque han mutado durante el tiempo, mantiene algunas lógicas de forma más o menos constante, en particular, en la relación con la otredad, y que perduran en una lógica de colonialidad del saber que a su vez se reflejan en la agroalimentación y la salud (Nouel, 2017).

 

Es de resaltar que la colonización basó su accionar en cuatro conceptos centrales: “el colonialismo global, el eurocentrismo, el capitalismo y la modernidad” (Sanoja, 2011: 141). Es así que en este contexto neocolonial, la historiografía oficial minimizó y sigue minimizando las culturas de los pueblos indígenas, africanos, asiáticos y árabes, definiéndolas como primitivos y retrasados frente a la occidental, invisibilizando en gran medida el aporte de estos pueblos a la humanidad, planteando que la identidad latinoamericana y, en particular la venezolana, nacen a partir de la colonización española (Sanoja 2011: 23, 31,40); justificando a su vez, en términos civilizatorios, uno de los más terribles etnocidios y genocidios de la historia (Mosonyi, 2008: 55) y la perpetuación de las relaciones desiguales y de dependencia de los otros hasta el presente. Se trata de una postura etno-eurocéntrica con respecto a los otros, en el marco de un sistema-mundo capitalista, que constituye parte del sentido común de la academia occidental moderna, que incluyen también la guerra, la invasión y el autoritarismo político y epistémico.

 

Más allá de esta realidad compleja, me sumo a la propuesta de Morin (1999) en sus “Siete saberes para la educación del futuro”, en la que plantea una herencia contradictoria: la muerte derivada de la barbarie que trae el propio progreso y la hegemonía del enfoque empírico-analítico desde la mirada moderna occidental, “de una racionalización que no conoce más que el cálculo e ignora a los individuos, sus cuerpos, sus sentimientos, sus almas y multiplica las potencias de muerte y de esclavización técnico-industriales”, reflejada en la colonización y las guerras del siglo XX –y hoy agrego las del siglo XXI-, pero también, la de los preceptos modernos que sustentan tal barbarie ilustrada (Morin, 1999: 37).


IV.-Dispositivos de exclusión
IV.1.-La mixofobia
 

El primer dispositivo epistémico de exclusión que describo le he denominado la mixofobia, utilizando el término de Bauman (2008). La incomprensión de la otredad ha tenido consecuencias devastadoras a lo largo de la historia, como ha sido la guerra entre el mundo cristiano y el musulmán, la ideología nazi-fascista y sus campos de concentración, las persecuciones de carácter ideológicas de las dictaduras de América Latina durante el siglo XX, los excesos de la guerra contra el terrorismo después del 11 de septiembre del 2001 (estos dos últimos eventos también han contado con sus modernos campos de concentración), entre otros. En la actualidad persiste esta fragmentación con respecto a la alteridad, lo que trae importantes consecuencias que imposibilitan la aceptación de la diversidad y la consolidación de la democracia real, y se constituyen en lo que Zygmunt Bauman denomina mixofobia:

 

es una reacción –muy extendida y altamente previsible- ante la escalofriante, inconcebible y perturbadora variedad de tipos humanos y costumbre en las calles de las ciudades contemporáneas (…) A medida que crece el multilingüismo y la diversidad cultural del entorno urbano de la era de la globalización –que, con el paso del tiempo, tiene más probabilidades de intensificarse que de atenuarse-, las tensiones derivadas de la molesta/perturbadora/irritante extrañeza de la situación seguramente seguirán favoreciendo los impulsos segregacionistas (Bauman, 2008: 123-124).

 

Esta realidad en nuestro continente “multiétnico y pluricutural”, aunque matizada y con diferencias importante con respecto al mundo de las sociedades posindustriales que describe Bauman, tiene raíces profundas en los procesos coloniales, por lo tanto, se constituye en esencia del mundo moderno, sus contradicciones y sus mitos, influyendo no sólo la vida del ciudadano en general, sino con un particular énfasis en la academia y la democracia. Una de las consecuencias de esto es lo que Bauman llama “capital del miedo”, y se traduce en el abandono del espacio público por el terror a los otros; la segregación política y económica; una industria de seguridad en expansión; así como la justificación de la guerra e invasiones a países periféricos; e inclusive la pérdida de derechos sociales y libertades individuales como el de la intimidad, producto de que la ciudadanía y los estamentos políticos consideren que se deben proteger del peligro que representan los otros.

El reflejo de la mixofobia en la salud
Desde la mixofobia, por ejemplo, médicos y nutricionistas advierten induciendo temor a los paciente, de los peligros del uso de plantas medicinales o el tratamiento a través de alimentos de medicinas alternativas y tradicionales, el uso de alimentos desconocidos por el mercado dominante, o los peligros subyacentes de otras formas de sanar, sin conocer realmente estos sistemas; simultáneamente, invisibilizan los efectos iatrogénicos de su propio sistema alopático así como de los terribles efectos a la salud de los alimentos ultraprocesados que dominan hoy el mercado y que vienen de la mano con una falsa publicidad de ser alimentos saludables.


IV.2.-La homogeneización. La convivencia conflictiva entre mixofilia y mixofobia 

La mixofobia como dispositivo epistémico de exclusión de la modernidad, representa una especie de paranoia en contra de la diversidad, por lo que se obsesiona por la homogeneización, la cual planteo como otro dispositivo de exclusión.

 

Homogeneizar la ciudad, la cultura, la educación, los sistemas de salud, los alimentos procesados homegeneizados, los campos a través de los monocultivos; para la modernidad mixofóbica lo diverso, lo heterogéneo, lo irregular, es angustioso, por lo que se debe hacer todo lo posible “racionalmente”, para uniformar la realidad diversa, mixta, mezclada, desordenada, salvaje. La escuela convencional “uniforma” a sus estudiantes, con la esperanza de eliminar la diversidad, de que todos sean iguales; detrás de la idea de la educación igual para todos, parasita una idea homogeneizadora; no solo se trata de garantizar la igualdad de derechos, ya que para lograr ese loable objetivo se tiene que pagar el precio de eliminar la diversidad. Es el mismo principio civilizatorio del progreso que intelectuales como Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Prieti (Martín, 2005) y Mario Vargas Llosa, esgrimieron y que se refleja en la idea de que nuestros otros deben dejar “sus harapos” para permitir que nuestras naciones se monten en el tren del progreso (Velásquez, 2008: 13), lo que incluye las otras formas de sanar y alimentar.

El reflejo de la homogeneización en la alimentación

En la industria alimentaria, los alimentos ultraprocesados vienen en paquetes que procuran que cada producto tenga exactamente el mismo gusto que otra unidad de su propia marca, y que respondan a la tabla nutricional de manera exacta. Se acabó el placer de saborear lo diverso, de deleitarse en los mercados campesinos, indígenas y populares con la variedad de frutos y vegetales de temporadas, de deleitarse con la diversidad culinaria. Todo debe provenir de industrias homogeneizadoras, de monocultivos que acaban con la biodiversidad de la naturaleza, en aras de maximizar la productividad. En cada ciudad debe haber McDonalds, que algunos se atreven a igualarlo con progreso, paz y civilización; cada restaurante de comida rápida del mundo ofrece lo mismo pero con pequeñas variantes, respondiendo a la lógica de la homogenezación detrás de una ilusión de abundancia y diversidad. Por lo antes planteado, el sociólogo norteamericano George Ritzer acuñó el término “la Mcdonalización de la sociedad” (Ritzer, 2010).

 

La Mcdonalización no es más que la variación de un tema: el clásico tema del universalismo y sus formas actuales de modernización y la expansión planetaria de las relaciones capitalistas. Ese difusionismo, en virtud del cual, la difusión cultural emana desde un solo centro (por ejemplo, Egipto), ha sido una forma general de esta línea de pensamiento. Desde los años 60, las corporaciones multinacionales han sido consideradas como precursoras de la modernización americana. En La América Latina de los años 70, este efecto se conoció como Coca-colonización. (…) La modernización y la americanización son las últimas versiones de la occidentalización. Si el colonialismo implicó europeización, el neocolonialismo bajo la hegemonía de los EE.UU. implica americanización (334).

 

El reflejo de la homogeneización en la salud

En la medicina, el sistema alopático homogeniza los enfermos al basarse en nociones nosológicas que igualan a todos los paciente, por más diversas que sean sus culturas y los múltiples factores involucrados en el proceso salud-enfermedad. Al reducir este proceso a factores fisiológicos, los médicos modernos minimizan lo social, lo ambiental, lo emocional y espiritual, por lo que muchas veces llegan a “conclusiones erróneas” (Pollak-Eltz, 2001: 15). En la formación académica de profesionales de la salud se les enseña a los estudiantes que el único que “cura” es el médico, los demás son curanderos, hechiceros, pseudocientíficos, por lo que son peligrosos y hay que eliminarlos (Senluy y Nouel, 2012), negando la diversidad. Este hecho inclusive cuenta con el aval de los gremios y sus organizaciones, así como leyes que castiga a los otros procurando su exterminio, lo que relaciona los dispositivos de exclusión de la mixofobia y la homogeneización.

Las consecuencias de la homogeneización
Pero la negación a la diversidad trae sus consecuencias: en la convivencia ciudadana genera angustia ante la inevitable proximidad de la alteridad; en la alimentación los alimentos ultraprocesados y de comida rápida están vinculados a las principales causas de mortalidad y morbilidad del mundo contemporáneo; el cultivo agroquímico en monocultivos deja terribles impactos ambientales, culturales, económicos y epidemiológicos; el sistema alopático de salud está cada vez más colapsado y en cuestionamiento por gran parte de la ciudadanía, que, siguiendo el sistema convencional, se encuentra dependiente de sistemas públicos colapsados y clínicas privadas cada vez más costosas e inaccesibles, así como a merced de los efectos iatrogénicos, muchas veces “peores que las propias enfermedades”.


IV.3.-Convivir entre la mixofilia y la mixofobia 

No todo es tan malo en la modernidad. Según Bauman, también hay una modernidad mixofílica, que, por el contrario, desea y goza por vivenciar en lo diverso, y que considera dicha convivencia necesaria para la relación pacífica y democrática entre lo inevitablemente diverso e híbrido, donde se respeten los Derechos Humanos. “La mixofobia y la mixofilia coexisten en todas las ciudades, pero también se hallan en el interior de cada uno de sus habitantes” (Bauman, 2008: 128). Por lo tanto, puedo decir que también coexisten en la academia.

 

Para la educación multiversa que planteamos se debe trabajar “terapéuticamente” en el desarrollo y fortalecimiento de las tendencias mixofílicas de las y los educandos y facilitadores, con el fin de aceptar, sin prejuicios malsanos y excluyentes, el diálogo entre el nos-otros, y permitir la emergencia de la epistemología pluralista (Prada, 2014). Se trata de una relación terapéutica porque aceptar el otro es también un proceso de sanación desde el perdón.

 

Bauman coloca la esperanza del lado de la mixofilia:

 

no sólo por convertir la vida urbana – un tipo de vida que exige convivencia e interacción con una variedad enorme, tal vez infinita, de desconocidos- en preocupante y más fácil de practicar; sino también la esperanza de atenuar las tensiones que tienen su origen, por causas análogas, a escala planetaria (Bauman, 2008: 131).

 

La modernidad mixofílica pretende beber de sus otros, quiere saber cómo los otros se curan, se alimentan, se educan, para aprender de sus experiencias históricas, e incorporarlas en una nueva coexistencia global-positiva, que Morin denominó Tierra Patria. Así, la OMS (2013) reconoce la existencia de otras formas de sanar e instan a sus estados miembros que promuevan la investigación y formación en las medicinas tradicionales, ya que los sistemas alopáticos no se dan abasto y muchas veces son incompatibles con las culturas locales, son costosas y dependientes de las grandes industrias (¿ineficientes?). Así mismo, la FAO reconoce a organizaciones “de base” como Vía Campesina quienes exigen el respeto a las diversas formas de agricultura locales, viendo en ellas, las posibilidades de salir de los sistemas altamente concentrados en grandes transnacionales. La Unesco, por su parte, reconoce y promueve la diversidad cultural, construyendo la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (Unesco, 2004); así mismo, promueve el diálogo intercultural (Unesco, 2010). Para edificar una educación multiversa, hace falta deconstruir la mirada mixofóbica y homogeneizadora y fortalecer las tendencias mixofílicas de la modernidad. En Cuba se incorporó en el período especial la medicina natural en los estudios universitarios, así como en el sistema de salud público, con grandes resultados. En Nicaragua se aprobaron a partir del 2011 dos leyes que reconocen y promueven las medicinas tradicionales. En China la Medicina Tradicional China convive con la medicina alopática y es llevada a todo el planeta, en particular a países postindustriales; lo propio ocurre con la Ayurveda en India. La pregunta lógica sería: ¿qué estamos haciendo en Venezuela al respecto?

 

Referencias bibliográficas

Bautista, Juan José (2018). ¿Qué significa pensar desde América Latina? Hacia una racionalidad transmoderna y postoccidental. Caracas: Monte Ávila Editores.

Bauman, Zygmunt (2008). Tiempos líquidos. Vivir en una época de incertidumbre. México D.F: Tusquets Editores México, S.A. de C.V.

Bigott, Luis (2011). Hacia una pedagogía de la descolonización.Caracas: Fondo Editorial Ipasme.

Capra, Fritjof (1998). La trama de la vida. Barcelona: Editorial Anagrama.

Castro-Gómez, Santiago (2008). La hybris del punto cero. Caracas: Fundación Editorial El Perro y la Rana.

Coronil, Fernando (2000). Naturaleza del poscolonialismo: del eurocentrismo al globocentrismo en Lander, en Lander, Edgardo (Editor) (2000). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: Clacso.

Freire, Paulo (2008). Pedagogía del oprimido. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina.

Instituto Nacional de Nutrición (2015). Aproximaciones a un modelo de nutrición holística comunitaria y crítica. Caracas: Fondo Editorial Gente de Maíz.

Lander, Edgardo (2000). Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos en Lander, Edgardo (Editor) (2000). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: Clacso.

Martín, Gloria. (2005). Metódica y Melódica de la Animación Cultural. Caracas: Fundación para la Cultura y las Artes.

Morin, Edgar (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Paris: Unesco.

Morin, Edgar (2007). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Editorial Gedisa.

Nouel, Javier (2017). Condiciones culturales de la guerra no convencional y su reflejo en la alimentación venezolana, en González, Ximena y Ruiz, Francisco (2017). Pensar desde el sur. Venezuela desde las Ciencias Sociales y Humanidades; Interpelaciones y horizontes. Tomo II. Caracas: Ediciones IVIC. Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Disponible en:http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20171206062921/Pensar_desde_el_sur_II.pdf[Consulta: 2018, febrero 02]

Pérez, E. (2015). La pedagogía que vendrá. Caracas: Editorial Trinchera, CA.

Prada, Raúl (2014). Epistemología pluralista en Zambrano, Amílcar (Editor) (2014). Pluralismo epistemológico Reflexiones sobre la educación superior en el Estado Plurinacional de Bolivia. Cochabamba: Fundación para la Educación en Contextos de Multilingüismo y Pluriculturalidad. Disponible:http://www.uchile.cl/documentos/pluralismo-epistemologico-reflexiones-sobre-la-educacion-superior-en-el-estado-plurinacional-de-bolivia_110597_6_1734.pdf. [Consulta: 2017, junio 05]

Ritzar, George (2010). La Mcdonalización de la Sociedad. Madrid: Editorial Popular.

Sanoja, Mario (2011). Historia Sociocultural de la economía venezolana.Caracas; Banco Central de Venezuela.

Shiva, Vandana (2007). Las nuevas guerras de la globalización. Semillas, aguas y formas de vida. Madrid: Editorial Popular.

UNESCO (2010). Invertir en la diversidad cultural y el diálogo intercultural. Paris: Autor. Disponible:http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001878/187828s.pdf [Consulta: 2017, junio 15]

Velásquez, Ronny (2008). Estética Aborigen. Caracas: Fundarte.

 

Registros audiovisuales

Senluy, Osiris y Nouel, Javier (2012). 5to congreso venezolano de medicina natural.

 

Fuente: http://escuelavenezolanadeplanificacion.blogspot.com/2019/08/deconstruccion-de-la-mirada-neocolonial.html

Comparte este contenido:
Page 1 of 8
1 2 3 8