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Ruanda:El país que superó la violencia de una guerra con educación

Colombia / www.semana.com / 29 de Marzo de 2017

Después de una de las historias más violentas y sangrientas del siglo XX, Ruanda se reinventó desde las aulas. Un ejemplo de éxito para el mundo y repicable para Colombia.

Ruanda podría ser conocido en el mundo por su biodiversidad: sus hermosos bosques y gorilas son suficientes para identificar al país de África Central con una nación de maravillosos parques naturales, fértiles campos y más de 1.000 colinas. Pero, por desgracia, su fama no proviene de la belleza de sus montañas que se desdibujan al atardecer, ni de los alaridos de los gorilas, sino de un pasado terrible. Como les ha pasado a las naciones que han sufrido de crueles enfrentamientos, Ruanda es conocida por su historia.

Los tutsis dominaban a los hutus antes de la llegada de los europeos. Pero la diferencia étnica se acrecentó cuando la corona belga gobernó el territorio con criterios raciales que dividían al pueblo en una pirámide. En la cima estaban los blancos y a medida que aumentaban la pigmentación de la piel, iban degradando a la población. Cuando administraban lo que hoy es Ruanda, dividieron a las personas según su raza: los tutsis, una etnia minoritaria, pero más blanca, con la nariz menos chata y más alta, gozaban de privilegios especiales, como el acceso a la educación; los tutsis, más negros y de menor estatura, quedaron en los últimos peldaños.

La medida propició el odio, la envidia y la segregación. Los tutsis detentaban el poder político a mediados del siglo XX, pero las revueltas hutus, apoyadas ahora por los belgas, invirtieron el orden existente, en especial, después de que declaron la indpendencia en 1962. Los europeos apoyaron a los hutus en su rebelión, como si un cambio de régimen fuese la solución. El resultado fue que miles de tutsis huyeron del país, mientras otros veían cómo la administración pública era captada únicamente por los hutus. Desde los cargos públicos se incentivó la exclusión.

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Años después, en la década de los noventa, los tutsis empezaron a organizar guerrillas, como el Frente Patriótico Ruandés (FPR). Empezó una guerra civil que se confundió con un enfrentamiento étnico. El gobierno hutu motivó la limpieza étnica, apoyado por grupos paramilitares. Ocurrió entonces una masacre que se llevó a más de un millón de personas y cerca del doble de esa cifra se convirtieron en refugiados alrededor del mundo, mientras la comunidad internacional permanecía indiferente. El país quedó destruido y la economía, devastada.

El pasado de odio y de exclusión, la colonización, la lucha étnica y luego el genocidio parecían haber marcado irremediablemente el futuro de Ruanda. La corrupción y la violencia eran como sogas imposibles de romper. Sin embargo, Ruanda ha demostrado después de dos décadas que es posible reconstruir un país: ha disminuido los índices de pobreza, de mortalidad infantil y ha tenido un crecimiento económico sostenido. Además, según los índices de Transparencia Internacional, Ruanda es el segundo país menos corrupto de África, después de Mauritania. Y aunque las comparaciones son de mal gusto,  hay que decir que Ruanda está 40 países mejor calificado que Colombia.

La explicación de esta transformación, según el plan de desarrollo de Ruanda (2013-2018), es la educación que empezó desde las aulas y ha tenido unos logros sin precedentes en el continente africano. Cuando en Colombia se citan ejemplos y se investigan experiencias exitosas, el país centroafricano debería ser un ejemplo, más allá que la lejana Singapur. No solo porque ha ganado menciones internacionales, como el premio a las buenas prácticas educativas del Commonwealth en 2012, por sus estrategias de innovación, de ampliación del acceso y por las estrategias para mejorar la calidad educativa, sino porque ha aprendido a afrontar un pasado terrible desde la educación.

¿CUÁLES FUERON LAS ESTRATEGIAS? 

1. Hay una gran claridad de metas medibles y cuantificables. Pero no se trata únicamente de medir: los objetivos se construyen después de un proceso de consulta, de asistencia pedagógica y luego viene un seguimiento minucioso para monitorear el cumplimiento.

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2. Asignación presupuestal clara por sector. No se trata de gastar más en educación, como si eso por sí solo fuera un logro, sino de justificar en qué se gastará, cuánto y para qué. El Ministerio de Educación explica, por ejemplo, cuánto está destinado para la elaboración del currículo, los libros de texto, la capacitación de profesores, entre otros rubros. Al final del año se coteja el plan con el porcentaje ejecutado.

3. Algunos de los principales objetivos han sido aumentar la cobertura en primaria y en secundaria, y disminuir el número de repitentes y la relación entre estudiantes y profesores. Desde luego, todavía hay dificultades: muchos jóvenes mayores todavía están en primaria por haber ingresado tarde a la escolaridad, y en 2016 disminuyó el promedio de estudiantes en bachillerato, en relación con los avances del 2015.

4. Hay una relación entre el mercado laboral y los estudios superiores. El objetivo es que las habilidades necesarias de los sectores productivos correspondan con las capacidades desarrolladas en los claustros. Ese es uno de los grandes retos de la educación en todo el mundo y se está resolviendo en Ruanda. Según el Tracer Study, una investigación sobre los vínculos de la eduación superior y el mercado laboral, el 80 % de los empresarios están satisfechos con la formación de los profesionales.

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5. Más allá de los planes generales, como ampliación de la cobertura, el Ministerio de Educación ha atendido los detalles con políticas específicas para resolver las dificultades. Por ejemplo, los maestros de preescolar solían estar peor pagados y tenían una débil formación pedagógica. Entonces, se tomó la medida de igualar salarialmente a los docentes y se empezó un programa de cualificación de los docentes de preescolar.

6. Se puede contar con un gobierno que establece metas pertinentes, que las controla, pero es fundamental la articulación. Por lo tanto, fue crucial crear un nuevo currículo que guiara el desarrollo de libros de texto, con material didáctico y pedagógico para todas las facetas del aprendizaje. No se podía redefinir la nación sin pensar antes en para qué educar, cómo enseñar los contenidos, cuándo y qué tipo de prácticas deberían incentivarse.

7. Para superar el conflicto era necesario desarrollar la economía y el capital humano. Los objetivos además de ampliar el acceso equitativo y de combatir el analfabetismo, eran promover la ciencia y la tecnología, el pensamiento crítico, los valores positivos, la lectoescritura, el razonamiento analítico y la creatividad.

8. Sin embargo, no era suficiente establecer objetivos, suministrar materiales educativos y enmarcados en lineamientos curriculares: había que acompañar a los maestros, hacerles seguimiento, formarlos y asistirlos cuando fuese pertinente.

9. Fue necesario hacer un plan de infraestructura, en especial, de sanitarios, pero también de laboratorios de ciencias y salas de computadores.

10. Existe una gran cooperación de la empresa privada con la educación; son especialmente importantes las comunidades religiosas, responsables de fundar numerosas instituciones educacativas. Además, muchas empresas han auspiciado el sector. Por ejemplo, la Fundación de Mastercard ha invertido para mejorar la calidad de la enseñanza y formar a los jóvenes en las habilidades necesarias del siglo XXI.

Fuente:http://www.semana.com/educacion/articulo/ruanda-el-sistema-educativo-de-ruanda/519915

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Libro: Las escuelas como territorios de paz

Las escuelas como territorios de paz
Construcción social del niño y la niña como sujetos políticos en contextos de conflicto armado

Sara Victoria Alvarado. Héctor Fabio Ospina. Marieta Quintero. María Teresa Luna. María Camila Ospina. Jhoana A. Patiño. [Autores]

Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-1891-06-1
CLACSO.
Buenos Aires.
Septiembre de 2012

Este libro está preocupado no sólo por mostrar las formas en que la violencia militar descompone la vida social y acaba con la vida de los niños, las niñas y los jóvenes, sino sobre todo con mostrar las condiciones de reconstitución de la ciudadanía política. En este sentido, es un libro sobre la reconstrucción de la ciudadanía política a partir de los procesos de paz. Este es el eje central de todo el texto, el planteamiento de que el desarrollo de la ciudadanía en Colombia pasa por la construcción de las condiciones de paz. Se lo hace en particular en torno a las experiencias de las escuelas de paz, que son espacios de recuperación de niños, niñas y jóvenes que han pasado por la experiencia de la militarización y sus efectos. La paz no significa la eliminación del debate y el conflicto, sino que las diferencias sobre las orientaciones políticas y el sentido que queremos darle a la vida comunitaria o a la vida común se hacen sin violencia física, a través de debate y deliberación, a partir de las capacidades propias de cada individuo como sujeto que se constituye en sujeto político en tanto su destino personal lo liga a la discusión de la vida y destino comunes.
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=707&campo=titulo&texto=territorio
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Colombia: El sabotaje neoliberal y burocrático a la educación para la paz

Colombia/09 febrero 2017/Fuente: kaosenlared

Como con la justicia especial de paz, en la educacion poderosos grupos uribistas neoliberales quieren impedir que se haga realidad la educacion para la paz.

Como con la justicia restaurativa de la Jep, en el campo de la educación se han concertado los intereses neoliberales y plutocráticos para impedir la implementación de los acuerdos de paz en dicha materia.

Un proyecto de Decreto Ley que propone los espacios para la educación técnica, tecnológica y científica en el sector rural que será objeto de una amplia reforma integral, es estigmatizado con mentiras y sofismas por los grupos que monopolizan y se enriquecen como billonarios con el negocio turbio de planteles y universidades de garaje.

Con lenguajes seudo científicos y con argumentos inconsistentes los asesores del mercado neoliberal (Oscar Sánchez y Cajiao) educativo quieren impedir los ajustes institucionales y legales de paz en el sector educativo nacional.

Sabotean la Catedra de la paz y la ciencia de la paz y ahora, aliados con el uribismo parapolítico, pretenden que todo siga igual.

No se saldrán con la suya.

Ayyy!!! Amilkar Acosta, otro de la  delincuencial elite guajira metiendo las manos en los dineros públicos. Que vergüenza. Que cinismo el de estos politiqueros. 

La implementación de los acuerdos de paz es un sistema complejo y denso que compromete muchas variables de la sociedad y su Estado.

En el texto del Acuerdo de paz firmado en el Teatro Colon de Bogotá, el día 24 de noviembre del 2016, entre el Presidente Santos y Rodrigo Londoño, sobresale por sus implicaciones el tema de los ajustes institucionales y las adecuaciones en la estructura y funciones del Estado para la construcción de la paz.

Son muchos los frentes implicados en tal sentido. Ya se conoce el trámite legislativo para crear la Justicia Especial de Paz/Jep y los mecanismos extrajudiciales respectivos como la Comisión de la Verdad y la Unidad de búsqueda de los 90 desaparecidos en los últimos 120 meses.

La oposición a estos desarrollos del consenso de paz entre el Estado y las Farc no se ha hecho esperar y ya se conoce el rosario de contrarreformas planteadas y agitadas por el viejo sistema de la jurisdicción ordinaria. El más beligerante en tal sentido ha sido el Fiscal Néstor Humberto Martínez, funcionario que ha hecho circular una retahíla de imprecisiones, las cuales corresponden al repertorio uribista de ataques a la justicia de paz, para intentar desnaturalizar el Proyecto de Acto legislativo que establece un artículo transitorio en la Constitución con los pactos en materia de justicia transicional restaurativa. También desde la Corte Suprema y del Consejo de Estado se han hecho sentir voces estentóreas en defensa de las leyes carceleras y punitivas del ojo por ojo y el diente por diente. El más reciente coletazo de estos sabotajes corre por cuenta del nuevo Procurador Fernando Carrillo quien ha pretendido meter sus narices en la Jep para conservar los privilegios que tiene en la justicia ordinaria con la fronda burocrática que hace presencia en los procesos judiciales no obstante el papel de los conocidos jueces de garantías.

Los opositores a las reformas de la paz también se dejan sentir contra los necesarios e inevitables ajustes en el sistema educativo nacional.

En efecto, la Ministra del Trabajo, el Director del Sena y la Ministra de Educación, han hecho conocer un Proyecto de Decreto ley, el cual debe firmar el Presidente de la Republica en ejercicio de las facultades extraordinarias de paz que le otorgo el Acto Legislativo 01 del 2016 declarado exequible por la Corte Constitucional que valido el “Fast Track” o vía rápida para ejecutar los pactos de reconciliación.

Dicho proyecto “Por el cual se trazan los lineamientos para contribuir en la implementación y el desarrollo normativo del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, a través de una estrategia de transferencia tecnológica al sector rural y al sector productivo del país, fortaleciendo la formación profesional en el marco del desarrollo del Sistema Nacional de Educación Terciaria, que mejore la productividad del trabajo, la empleabilidad, el desarrollo socioeconómico, y se dictan otras disposiciones” (http://bit.ly/2kCg9vq ), se inscribe, en su motivación y articulado, en los sentidos y propósitos que animan los amplios consensos alcanzados para dar por terminado el conflicto social y armado y pasar a la construcción de la institucionalidad correspondiente a la reconciliación entre los colombianos.

El borrador conocido está organizado en cinco títulos y 29 artículos que se refieren a su objeto, finalidad, componentes de la estrategia, el Sistema Nacional de Educación Terciaria (SNET), Sistema Nacional de Calidad de la Educación Terciaria – SISNACET, la oferta de maestrías técnicas, la educación técnica y formación profesional, el Marco Nacional de Cualificaciones MNC, Sistema Nacional de Acumulación y Transferencia de Créditos (SNATC),  y la Transferencia del contrato de aprendizaje al sector rural y de la construcción.

Y quién dijo miedo, al modo de la obstrucción ultraderechista del uribismo, los poderosos gamonales del sector oficial y privado de la educación, agremiados en diversas corporaciones que defienden aberrantes privilegios mercantiles y burocráticos, organizaron un coro plañidero para estigmatizar la iniciativa de paz.

Bien es sabido que la educación colombiana, pública y privada, sobresale por su pésima calidad. La misma ha sido convertida en un siniestro negocio de mercaderes convertidos en multimillonarios de nuevo tipo. Universidades como la Antonio Nariño, San Martin, Unisinu y una red de instituciones de garaje son verdaderas cloacas y alcantarillas de sórdidos negociantes que explotan a millones de jóvenes excluidos del sistema universitario público, en el que, igualmente, se refugian mediocridades académicas y docentes, interesados exclusivamente en prebendas burocráticas y salariales, ignorando las demandas y desafíos de una educación científica y moderna.

Es el mismo orden educativo burocrático neoliberal, oficial y privado, que impide, con múltiples argucias, la implementación de la catedra y la pedagogía de la paz. La investigación y los estudios para la paz.

Rectores, directivos y docentes anquilosados, en todos los niveles y sectores, le sacan el cuerpo a la paz e ignoran los compromisos éticos en ese sentido.

Obviamente hay excepciones en algunas universidades y colegios, pero la norma es el desconocimiento de los acuerdos de paz y sus compromisos puntuales.

Por supuesto, la paz necesita de la educación. Los campesinos (casi 13 millones) y la reforma rural integral, los indígenas, las mujeres, los afros, las víctimas, la sociedad necesita el concurso de la educación, publica y privada, para sacar adelante la erradicación de la violencia.

Es lo que hace conveniente y necesaria la hipótesis de las Ministras del Trabajo y Educación y del Director del Sena.

De nada sirve atravesarse como una mula muerta para defender los aberrantes y billonarios privilegios de los negociantes de la educación y de la burocracia docente y administrativa que parasita y engorda en las oficinas del gobierno.

El desarrollo agrario, ecomun (red de cooperativas), las vías terciarias, los proyectos productivos para sustituir la coca, la democracia ampliada, la participación politica, los derechos de los movimientos sociales, los guerrilleros en movilización politica, las víctimas, necesitan con urgencia un sistema de educación terciaria técnica, tecnológica, universitaria y profesional para el trabajo, para el desarrollo humano, para la seguridad alimentaria y para el ejercicio pleno de la ciudadanía.

La sociedad civil democrática tiene que actuar para impedir que los mandamases del negocio y los privilegios educativos se le atraviesen a la paz con sofismas y tesis engañosas, como las que sacan a relucir ciertas fichas (también extrañamente enriquecidas como “nuevos ricos”) que presumen de eminencias educativas (Cajiao, Oscar Sánchez et.al), que en realidad son mandaderos de los intereses corporativos plutocráticos acumulados con la educación neoliberal (http://bit.ly/2jX1qcz y http://bit.ly/2kgKTRz ).

 

Nota. La Guajira no es solo un gobierno fallido. Lo es también su sociedad con sus valores éticos y democráticos por el suelo. Esa es una tierra de nadie o de bandidos, para ser más precisos. Kiko Gómez (50 años de cárcel por asesino), Oneida (pendiente de ir al Buen Pastor, a no ser que los de Cambio Radical dispongan lo contrario), Ballesteros, De Luque y ahora Amilkar Acosta (estrenando cortinas de humus y aun vestido de seda wayyu), quien presume de intelectual perfumado, sale de la Federación de Departamentos, ciertamente manejado por él como un anquilosado feudo guajiro, con niños wayuu muriéndose a granel por desnutrición, por adjudicar a dedo un jugoso contrato por casi 20 mil millones de pesos, desconociendo normas mínimas de transparencia y pulcritud (http://bit.ly/2ljTswd ). Podrida esta elite guajira asociada a la politiquería tradicional, como el señor Acosta y su nauseabundo entorno.

Fuente: http://kaosenlared.net/colombia-el-sabotaje-neoliberal-y-burocratico-a-la-educacion-para-la-paz/

 

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Entrevista a H.B. Danesh: “Tenemos que hacer currículos basados en la paz”

05 Febrero 2017/Fuente: elespectador/Autor: María Paulina Baena Jaramillo

Para el director del Instituto Internacional de Educación para la Paz, los colegios les han  enseñado a sus alumnos a ser conflictivos. Su pedagogía ha sido aplicada en más de 80 países y ahora busca abrirse paso en Colombia.

Después de haber sido psiquiatra durante 30 años, el canadiense H.B Danesh decidió dedicarse a la educación para la paz. Hoy es el director del Instituto Internacional de Educación para la Paz, ha escrito 11 libros y ha viajado por más de 80 países enseñando su pedagogía.

Con un inglés pausado y voz ronca, contó que lleva 24 años estudiando la paz y que es la segunda vez que visita Colombia. Dice que lo hizo en un momento crucial, justo cuando el país se prepara para votar el plebiscito del próximo 2 de octubre. En esta oportunidad Danesh fue invitado a participar en el diálogo Escuelas, culturas y paz organizado por la Universidad Javeriana y la Fundación para la Reconciliación que busca compartir experiencias internacionales para hacerlas aplicables en las regiones.

Usted fue psiquiatra y ahora implementa programas de educación para la paz por todo el mundo. Parecen profesiones muy distantes…

Es lo mismo ser doctor y ser educador para la paz. Le cuento mi historia. Un día le dije a mi esposa que era el momento de reflexionar sobre esos 30 años como psiquiatra. Pensé en mis experiencias con individuos, familias, parejas, escuelas y comunidades, y me di cuenta de que mis pacientes siempre venían con la misma pregunta: ¿cómo alcanzo la paz?

¿Qué tipo de paz buscaban?

Algunos querían paz interna, paz interpersonal, paz en el trabajo, paz en sus comunidades. Todos querían alcanzar la paz. Esto es comprensible porque los seres humanos tenemos escritos en nuestro ADN la búsqueda constante de paz. Como doctor trataba de hacer que las personas se sintieran unidas por dentro, en sus familias, en sus comunidades. Y ahora, como educador de paz, hago lo mismo, claro que a una escala mayor.

 Entonces, desde 1992 se dedicó exclusivamente a la pedagogía para la paz. ¿Qué ha descubierto durante estos años?

Después de viajar por más de 80 países entendí que todas las comunidades del planeta buscan la paz; no obstante, ninguna comunidad ha podido lograr una paz verdadera e incluyente. Este es el dilema de la humanidad. Desde una perspectiva, buscamos la paz porque somos seres inteligentes, conocemos muy bien las consecuencias de no estar en paz, pero al mismo tiempo no hemos logrado la paz en un sentido inclusivo y pleno.

 ¿Por qué?

Hay dos posibles respuestas: o la paz es un imposible o las maneras y caminos que estamos emprendiendo para acercarnos a ella no han sido correctos. La respuesta es lo segundo.

¿Cuál es el objetivo del Instituto de Educación para la Paz que usted dirige?

Trasformar los currículos de las escuelas y colegios del mundo. Pasar de hacer currículos basados en el conflicto a unos basados en la paz. Si nos fijamos, la educación desde la casa y el impacto de los medios de comunicación están centrados en el conflicto. Le damos mucha importancia y prioridad al conflicto. Entonces los niños crecen siendo entrenados para el conflicto, pero nunca aprenden los caminos de la paz. ¿El conflicto es necesariamente un término negativo?

Sí. El conflicto es un término negativo porque es la ausencia de unidad. La ley fundamental de la vida es la unidad, y la fuerza de la unidad es el amor. Las personas se unen para amar. El conflicto sucede cuando la unidad desaparece. Entonces la paz consiste en restablecer la unidad.

¿Cómo se aplica la misma educación para la paz si los conflictos son tan distintos en cada país?

Cada uno lo debe ajustar a sus realidades. Pero hay principios fundamentales que tienen que estar en todo el mundo, en cada currículo.

¿Cuáles son esos conceptos claves?

Los objetivos de la educación para la paz son crear tres culturas: de paz, de sanación y de excelencia. Entonces, basados en una visión de mundo que busca la paz, nuestros conceptos claves son entender la realidad, la naturaleza humana, el propósito de la vida y los principios de las relaciones humanas.

Cuénteme un poco sobre los países en donde ha trabajado y a partir de qué estrategias.

En Bosnia-Herzegovina trabajo a través de colegios, en Malawi y Sudáfrica trabajamos con gobiernos y líderes, en Canadá y Estados Unidos nos enfocamos en resolución de conflictos, en Bermuda nos centramos en jóvenes. Eso depende de a dónde lleguemos en el mundo y qué posibilidades tengamos en cada lugar.

¿Cómo abordó el conflicto de Bosnia-Herzegovina, que es el más emblemático dentro de sus programas de educación para la paz?

En 1995 se puso fin a una guerra civil de tres años que involucró a bosnios (musulmanes), croatas (católicos) y las poblaciones de los serbios (ortodoxos) que viven en esa región de la antigua Yugoslavia. Luego de la guerra, en 1999, la seguridad básica se había establecido, los refugiados estaban empezando a retornar, la economía estaba caída y las relaciones entre las repúblicas estaban normalizadas, pero tensas. De hecho, las diferencias entre los grupos étnicos estaban todavía presentes y el nacionalismo extremo aún no se había superado. Había muchas preguntas que todavía permanecían en el futuro de Bosnia-Herzegovina.

¿Y cómo las resolvió?

En el 2000 se dio inicio a un programa piloto de educación para la paz en Bosnia-Herzegovina, que involucraba a 6.000 estudiantes, 10.000 padres de familia y 400 profesores de tres ciudades, y en total seis colegios: tres de bachillerato y tres de primaria. El programa se hizo con los tres principales grupos étnicos de la región.

¿Qué piensa de nuestro proceso de paz?

Las sociedades tienen destinos y usualmente no se encuentran con ellos hasta que han pasado por períodos muy dolorosos. Creo que Colombia ya pasó por ahí y ya le llegó la hora de construir paz.

¿Qué pasa si gana el No en el plebiscito?

Las personas necesitan calmarse y reflexionar antes de votar. dejar de lado su mente febril. Pero es su decisión.

¿Recuerda alguna anécdota tratando de construir currículos de paz?

Cuando llegué por primera vez a Bosnia-Herzegovina y les hablaba de las “visiones de mundo”, dos de las cuales están basadas en el conflicto, ellos se dieron cuenta de que tenían esas visiones. Uno de ellos me dijo que no había dormido en una semana porque se había percatado de que su visión era la misma que la de su enemigo. Eran lo mismo, al fin y al cabo. Estaban en dos esquinas pensando en lo mismo, siendo lo mismo.

Fuente de la entrevista: http://colombia2020.elespectador.com/pedagogia/hace-mucho-me-amenazan-pero-no-les-pongo-atencion-shirin-ebadi-nobel-irani

Fuente de la imagen:

http://colombia2020.elespectador.com/sites/default/files/styles/full_custom_user_md_1x/public/vivir_1.jpg?itok=L0iwtJfN&ti

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Aprender a no pegarse

Por Alejandra Agudo

Unicef implementará en escuelas palestinas el programa de educación para la paz elaborado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles.

Hay en el mundo 535 millones de niños, casi uno de cada cuatro, que viven en países afectados por conflictos o desastres. “Muchas veces sin acceso a cuidados médicos, educación de calidad o alimentación adecuada”, señala Unicef. Otros muchos, sufren el infierno de la violencia dentro de la escuela, donde son atacados, acosados o maltratados. Pero no es esa, la de la violencia, la lección que deberían aprender los niños en el aula o en la vida. Al menos, no es lo que dice la Convección sobre los Derechos del Niño, que en su artículo 29 señala que los firmantes convienen que la educación debe estar en encaminada a desarrollar la personalidad y preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos, y personas de origen indígena.

Con tal finalidad, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE), con sede en España, creó en 2004 un programa de educación para la paz en los niveles de infantil y primaria. “Sabemos que sin cambios geopolíticos no hay solución a los conflictos del mundo, pero eso no quita que los maestros hagamos algo”, apunta Elvira Sánchez, precursora del proyecto y portavoz de la organización. “Suena utópico, pero creemos que sólo a través de una educación rica en valores tendremos un mundo mejor. Por ejemplo, si se potencia la creatividad desde edad muy temprana, los niños aprenderán a resolver sus conflictos de forma creativa, y no a golpes”, añade.

Elvira Sánchez durante una charla en la ONU.
Elvira Sánchez durante una charla en la ONU. RICK BAJORNAS (ONU)

A diferencia de otros programas educativos para la paz, el elaborado por la AMEI no consiste en dar lecciones, ni siquiera en concienciar o sensibilizar. Trata, sin embargo, de inculcar valores universales “que cualquier padre del mundo querría para sus hijos”, dice Sánchez, a través de actividades prácticas recogidas en una guía para el profesor editada en castellano, inglés, bosnio y que se está traduciendo la árabe. Unicef Palestina quiere que se implemente el proyecto en las escuelas de su territorio, como ya hizo Unicef Bosnia y Herzegovina en 2012. Entonces, la propia Sánchez formó a 300 docentes de aquel país para que conocieran la esencia de su programa y cómo desarrollarlo en el aula. “Aunque es muy sencillo y se puede descargar de nuestra página de Internet (en castellano e inglés), es importante que los maestros conozcan la idea global”, apostilla.

educación para la paz

En Palestina, el 92% de los niños entre uno y 14 años dice haber experimentado agresiones psicológicas o castigo físico en el mes precedente a la encuesta realizada por el organismo de estadística palestino. Pero Unicef se ha propuesto acabar con el clima de violencia, al menos, en las aulas. No solo han llamado a la AMEI para probar su propuesta de educación en valores en las escuelas. Sino que además, han llegado a un acuerdo con Finlandia para que el país apoye económicamente con un millón de euros la implementación del afamado programa KiVa contra el acoso escolar.

Valores para la paz

¿Cómo nació y se conformó el programa de educación para la paz de la AMEI por el que hoy se interesa Palestina? “Lo primero que hicimos fue una encuesta para saber qué era la paz para los niños; y para el 82% de los críos era ‘no pegarse”, explica Sánchez. Aunque entre las respuestas de los 1.622 niños de tres a seis años a los que preguntaron en una veintena de países, había algunas “sorprendentes”, dice Sánchez. Para algunos chiquillos en México, la paz era “que no salga sangre”; en Argentina, “escribir una carta a los policías para que metan presos a los que roban”; y “hablar sin gritar” en Gran Bretaña.

La misma pregunta se hizo a un grupo de adultos, la mayoría profesores. Solo para el 9%, la paz era la ausencia de conflicto bélico. Es decir, el “no pegarse» de los niños, señala Sánchez. La mayoría la defendía a través de valores como el amor, la solidaridad, la justicia…

Aquello fue el germen del enfoque del proyecto. Y tras un año de trabajo, ensayos en las aulas y modificaciones, la asociación española culminó su programa de actividades para la educación rica en valores. Un manual de actividades para que los niños de infantil (de cero a seis años) y de primaria después (de seis a nueve) sientan y experimenten el autocontrol, la sinceridad, la amistad, la tolerancia, la paciencia, la autoestima, la curiosidad o la libertad.

El éxito del proyecto ha tenido que ver, según Sánchez, con el cuándo “porque la educación en valores se tiene que dar cuando estos se forman, en las primeras etapas de la vida”  y el cómo “a través de la experiencia”. ¿Un ejemplo? La gratitud. “No es solo decir ‘gracias’, sino sentirla. Y así con los 42 valores que se trabajan en el programa, cuya selección fue fruto de una profunda discusión entre profesores y expertos universitarios, y que son “universales”, indica la portavoz de AMEI. “Ningún maestro o padre del mundo podría estar en contra”, zanja.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/29/planeta_futuro/1485718762_275304.html

Imagen: ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/01/29/planeta_futuro/1485718762_275304_1485733189_noticia_normal_recorte1.jpg

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Educación organiza conversatorio “Construyendo El Salvador que Queremos»

El Salvador/Febrero de 2017/Fuente: Diario Colatino

El Ministerio de Educación (MINED) y el Centro Nacional de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades (CENICSH), junto con la Red de Docentes de Estudios Sociales, organizaron el conversatorio denominado “Construyendo El Salvador que Queremos”.

El conversatorio se enmarca en el Foro Cultura de Paz que, a su vez, se desarrolla en el contexto de la conmemoración de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz.

José Augusto Hernández, director departamental de educación de San Salvador, manifestó: “todo este año lo estamos poniendo en función de trabajar por la construcción de la paz, desde la parte histórica y actual, participando con toda la comunidad educativa, maestros, estudiantes, padres de familia”.

Con este encuentro se pretendía analizar los Acuerdos de Paz desde la perspectiva educativa, especialmente como una oportunidad para fortalecer una cultura de paz y la educación para la paz.

Para Francisco Jovel, uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz, es importante que “podamos trasladar a esta generación nuestras experiencias en cuanto al por qué de la guerra, qué se consiguió con ella y qué se espera de las nuevas generaciones, para que sean actores fundamentales en el proceso de consolidación de la paz”.

Además, agregó que “es importante que todo el sistema educativo del país impulsen lo que podemos llamar los grandes lineamientos de país para llevar adelante toda un cultura de paz en nuestra juventud. Necesitamos forjar ciudadanos que sean promotores de la paz y sustantivos”l.

Asimismo, la conmemoración de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz se aprovechó para plantear una agenda de trabajo que produzca conocimiento de las causas de la guerra, del significado y logro de los Acuerdos.

De igual forma, se dilucidó qué se puede hacer para erradicar los conflictos sociales existentes actualmente en el país, entre los principales: polarización política, violencia y estancamiento económico.

La actividad fue dirigida a docentes especializados en Estudios Sociales, estudiantes universitarios, de tercer ciclo y bachillerato y al público en general.

Fuente: http://www.diariocolatino.com/educacion-organiza-conversatorio-construyendo-salvador-queremos/

Imagen de archivo

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“Hay que impulsar la formación de docentes para la paz”: ministra de Educación

La ministra de Educación, Yaneth Giha, dice que se ha avanzado en detener la deserción universitaria, pero preocupa la brecha entre zonas urbanas y rurales. Solo el 22 % de los bachilleres del campo acceden a la educación superior. En 15 años la meta es pasar de 28.000 a 135.000 matriculados.

Accesibilidad, deserción y posconflicto son solo algunos de los retos que mantienen despierta a Yaneth Giha, quien apenas hace tres meses se estrenó como ministra de Educación, después de estar dos años al frente de Colciencias. Y ya tiene propuestas para cada uno de estos retos, que concibe como un paso determinante en el objetivo de convertir a Colombia en el país mejor educado de Latinoamérica para 2025.

¿Cuál es su principal desafío como ministra de Educación en lo que resta del gobierno Santos?

Elevar la calidad de la educación para acercarnos a la meta de hacer de Colombia el país mejor educado de América Latina. Además, tenemos un desafío muy importante: formar mejores seres humanos, que practiquen el respeto, la honestidad, la solidaridad y otros valores fundamentales para construir paz. Ese es el mejor aporte que podemos hacerle al posconflicto.

¿Realmente ve posible cumplir la meta de ser el país más educado de América Latina en 2025?

Por supuesto. Los resultados de las pruebas PISA, en los que Colombia se destacó como uno de los tres países que mejoraron su desempeño en las áreas evaluadas (22 puntos más en lectura, 17 en ciencias y 14 en matemáticas), demuestran que podemos.

¿Hasta ahora qué logros se han materializado en la persecución de esta meta?

Le menciono dos: la excelencia docente y los avances en calidad. 4.667 profesores están cursando maestrías en las mejores universidades del país. Esto se traduce en estudiantes que salen del colegio mejor formados y con más oportunidades de acceder a la educación superior. Y ya son 47 las instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad, que pueden ofrecerles a sus egresados mayores posibilidades de enganche laboral y mejores salarios.

Sin embargo, la Encuesta Integrada de Hogares del DANE reveló que el 49,57 % de los jóvenes que se graduaron en 2014 prefirieron trabajar que seguir estudiando. ¿Qué factores han identificado como responsables?

La falta de capacidad económica de las familias para pagar la educación de sus hijos y la necesidad de los jóvenes de aportar al hogar, especialmente en zonas rurales. Por eso la importancia de programas como Ser Pilo Paga, que hoy beneficia a más de 30.000 estudiantes talentosos que por falta de recursos no habrían podido acceder a la universidad.

¿Qué otras iniciativas se están implementando?

El Gobierno actual ha hecho posible el ingreso de 403.022 colombianos a la educación superior con líneas de crédito por medio del Icetex. Adicionalmente, más de 257 mil jóvenes han podido estudiar gracias a la entrega de créditos condonables y apoyos de sostenimiento.

¿Qué tanto ha disminuido la deserción universitaria?

En los últimos cinco años evitamos que más de 40.000 jóvenes abandonaran la universidad. Entre 2010 y 2015, la deserción en los programas de formación profesional universitaria pasó del 12,9 % al 9,25 %, gracias al Sistema para la Prevención de la Deserción, al esfuerzo de las instituciones por garantizar la permanencia de sus alumnos y a estrategias de orientación socioocupacional para que los bachilleres tomen mejores decisiones al definir su futuro.

Entre las causales de deserción priman los factores económicos. ¿Es posible mejorar el sistema de apoyo financiero para la educación superior?

La reforma tributaria, recientemente aprobada por el Congreso permite la creación del sistema de Financiación Contingente al Ingreso (FCI), que desde 2018 reconocerá las características individuales de cada persona, es decir, le permitirá aportar de acuerdo con sus ingresos y solo cuando comience a percibirlos; elimina el concepto de codeudor, intereses de mora y el reporte en centrales de riesgo. La reforma también contempla beneficios tributarios para quienes realicen donaciones a la educación, de tal forma que podamos tener más recursos para financiarla.

¿Cómo le ha ido a la primera generación de “pilos” tras dos años de inicio del programa?

Estamos muy contentos con los resultados. Evaluaciones de impacto externas han demostrado que ser beneficiario de Ser Pilo Paga disminuye el riesgo de deserción y aumenta la probabilidad de tener más materias aprobadas. Algunos estudiantes ingresaron a la universidad con desventajas en su rendimiento en áreas como matemáticas, pero después de iniciar su pregrado, cerraron la brecha. De las primeras dos versiones de Ser Pilo Paga, menos del 1 % ha desistido del programa.

¿Cómo se están incentivando desde el Ministerio programas e iniciativas que propendan por la reconciliación y promuevan una educación para la paz y el posconflicto?

El reto es enorme. Tenemos que cerrar las brechas que existen en educación superior entre zonas urbanas y rurales. Solo el 22 % de la población rural graduada del colegio tiene tránsito inmediato a la educación superior. Por eso nos hemos propuesto incrementar la matrícula en educación superior rural para pasar de 28.000 jóvenes a 135.000 en un plazo de 15 años, fortaleciendo la infraestructura física y tecnológica, generando una oferta pertinente, fomentando el acceso y la permanencia e impulsando la formación de docentes para la paz.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/hay-impulsar-formacion-de-docentes-paz-ministra-de-educ-articulo-677004

Imagen: www.elespectador.com/files/imagecache/560_width_display/imagenprincipal/0038388fbe3a127db1651eedff641531.jpg

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